Aproximación al concepto conversión

A lo largo de siete u ocho años aproximadamente que llevo de vida cristiana he escuchado mucho
hablar de la palabra conversión, pero he notado que existe una mala comprensión de su
significado o connotación, para seguir profundizando en el tema en cuestión se me hace menester
buscar, la raíz o acepción de este vocablo. Viene de la voz griega μετανοῖεν, metanoien, que
significa cambio, conversión. Sería interesante mirar a qué niveles se realizan o deben realizarse
estos cambios, lo digo porque con mucha regularidad escucho decir a los hermanos separados “es
que ahora me entregue, es que ahora me convertí”.

Quiero advertir que la conversión no es un chispazo mágico que ocurre de manera repentina, y
con esta afirmación no significa que no crea en los milagros que el Señor sigue haciendo en su
Iglesia hoy, pienso que por el contrario es todo un proceso que debe seguir el individuo que decide
hacer un cambio radical en su vida. Para expresar mejor esto trataré de mencionar algunos
ejemplos, cuando una persona quiere erradicar un vicio lo que debe hacer es cultivar la virtud
opuesta o contraria al vicio, una persona que tiene el vicio o pecado capital de la avaricia, que es
acumular bienes de manera desmedida lo que debe hacer es trabajar en la humildad y de manera
más especifica la caridad que significa dar a los demás, compartir desprenderse de algunos bienes
materiales, que pueden ocupar el lugar que DIOS debe tener en nuestro corazón, en nuestras
vidas.

Algunas líneas arriba me preguntaba acerca de ha qué niveles debía llegar la conversión.

La conversión si es real debe tocar las fibras mas profundas de la conciencia debe generar cambios
conductuales que el individuo debe percibir. Por ejemplo, en la metamorfosis ocurre un cambio en
la composición genética del individuo, es un cambio realmente profundo pero solo a nivel
biológico, tanto es así que una mariposa antes de llegar a ser mariposa pasa por una serie de
cambios, primero del huevo sale una larva, luego pasa a ser pupa se van generando muchos
cambios, se encierra en el interior de un capullo o crisálida y finalmente del capullo sale una
hermosa mariposa.

Sería interesante confrontarnos con la sagradas escrituras San Pablo nos habla de la renovación
de la mente y el espíritu (Romanos: 8, 31-35. 37-39 12,1-2 “Y no os ajustéis a este mundo, sino
transformaos por la renovación de la mente”.

En el Nuevo Testamento, se utiliza el término griego ἐπιστρεφω (epistrepho), que quiere decir
volverse a DIOS, otro ejemplo bien conocido es la conversión de Pablo producida tras su encuentro
con Jesús camino Damasco, es la más famosa y espectacular de las descritas en el Nuevo
Testamento (Ver Hechos de los Apóstoles 22,1-8).

es que no puede existir una verdadera conversión, si no existe un cambio de actitud ante la vida,
es decir que debe existir un cambio a nivel cognitivo, un cambio en nuestra mente, que nos
impulse y ayude a cambiar nuestros criterios o ideas equivocadas, quiero señalar que la
conversión es un don un regalo de DIOS.
¿Pero de dónde salen o proceden estos criterios o modos de pensar equívocos? Es precisamente
en el entorno social en donde se van entretejiendo estas ideas o criterios y me refiero a ideas
totalmente anti evangélicas, es decir que van en contra de las enseñanzas o criterios evangélicos,
me refiero a las máximas del mundo por ejemplo el tener más cosas y mejores que los otros, el ir
escalando posiciones sin importarme a quien tengo que pisotear y en muchas ocasiones
escuchamos la tan conocida frase que al menos insinua o deja entrever Nicolás Maquiavelo en su
libro del príncipe o para el príncipe, “el fin justifica los medios”.

Pero para poder entrar en un proceso hay que dar un primer paso ayudado por un guía espiritual a
mi entender preferiblemente un sacerdote, frecuentar el sacramento de la confesión, asistir
asiduamente a la Sagrada Eucaristía y tratar de mantenerse en estado de gracia el mayor tiempo
posible, pidiéndole a Dios todas las ayudas necesarias, a través de la lectura de las sagradas
escrituras, el santo rosario, lecturas piadosas, Lectio Divina y mucha oración personal hablar con
Dios como cuando usted habla con un amigo, sin tanto protocolo y palabras altisonantes.

Seria todo un reto intentar hacer un verdadero camino de conversión teniendo como punto de
referencia la vida de JESÚS y otros tantos modelos que nos propone la Iglesia, en la persona de
nuestros hermanos los santos, que han alcanzado tan alto grado de perfección, en la vida de la
gracia.

Ver lo de aparecida, conversión personal y comunitaria.