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LA AUTOAFIRMACIÓN DE LA IDENTIDAD PERSONAL

Durante la adolescencia, las personas van formando y reconociendo su identidad. Un adolescente demuestra que tiene una
identidad constituida y autoafirmada cuando se siente seguro de sí mismo y toma decisiones de manera autónoma.

La dimensión social de la identidad : En la actualidad, el concepto de identidad considera diferentes aspectos de la persona
a nivel individual y social. Desde el punto de vista individual, la identidad es definida como el conjunto de característica
específicas que distinguen a la persona como un ser único. La identidad tiene, no obstante, una dimensión social. Según el
psicólogo Henri Tajfel, la identidad social surge cuando la persona se reconoce como miembro de un grupo. Esta condición
tiene significado emocional, ya que el saberse parte de una agrupación tiene un sentimiento de apoyo colectivo.

Las personas construyen su identidad social a través de la adhesión diversos grupos (familia, amigos, escuela, círculo de
trabajo, etc.), en los que, luego de afrontar problemas y resolver tareas, se establecen relaciones y se desarrollan vínculos
de solidaridad y compromiso.
La identidad de los grupos influye en la identidad de sus integrantes, y viceversa: el individuo determina al grupo, pues
refuerza y activa en él la solidaridad interna gracias a su adhesión. Pero, al mismo tiempo, el individuo se ve influenciado,
en cuanto a la expresión de su identidad personal, por el hecho de pertenecer al grupo.
Además, los estilos de relación entre los individuos y el grupo varían de acuerdo con el grado de compromiso que
experimentan sus miembros. Cuando el compromiso es mínimo, se caracteriza por la observación pasiva; cuando es mayor,
los miembros se involucran en tareas de dirección activa del grupo. Cada grupo define sus propios límites, determina qué
está permitido o prohibido, qué objetivo es prioritario o cuáles el estatus que debe tener cada uno de sus integrantes.

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