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La sociedad en nombre colectivo se caracteriza por la existencia de una razón social, que es el
nombre que se le da a la empresa y que debe estar compuesto por los nombres de los socios o por
algún otro nombre comercial. Además, los socios tienen derecho a participar en la gestión
empresarial y a tomar decisiones sobre la marcha del negocio, aunque pueden designar un
administrador con poderes especiales en la escritura de constitución.
Esta forma de sociedad se utiliza principalmente en pequeñas empresas familiares, donde los
socios son miembros de una misma familia o amigos cercanos que confían plenamente en la
capacidad de cada uno. A pesar de que la responsabilidad ilimitada puede ser un riesgo, esta
forma societaria ofrece ventajas como la flexibilidad en la toma de decisiones y la rapidez en la
gestión, ya que no requiere de grandes trámites burocráticos para su creación.
La sociedad de comandita simple es un tipo de sociedad mercantil que se caracteriza por tener dos
tipos de socios: los comanditados, que son responsables ilimitados y solidarios por las obligaciones
de la sociedad, y los comanditarios, que tienen una responsabilidad limitada al capital que hayan
aportado a la sociedad.En este tipo de sociedad, los comanditados son los encargados de
administrar la empresa y los comanditarios aportan el capital pero no tienen derecho de voto ni
pueden intervenir en la gestión de la sociedad. Los beneficios que se obtienen de la actividad se
distribuyen entre todos los socios en proporción a su participación en el capital social.
Para la creación de una sociedad de comandita simple, es necesario hacer una escritura pública y
registrarla en el registro mercantil. Además, se debe señalar en la razón social de la empresa la
condición de los socios comanditados y comanditarios.
Esta forma societaria es recomendable para emprendedores que buscan atraer inversionistas que
aporten capital a la empresa pero no desean perder el control de su gestión. Por otro lado,
permite a los comanditarios participar en el negocio sin arriesgar todo su patrimonio personal.
Esta forma societaria es muy popular debido a su flexibilidad y sencillez en su creación. Para crear
una SRL, se necesita presentar una escritura de constitución ante un notario o registrador
mercantil, en la que se establecen una serie de condiciones como el capital social, la denominación
social, el objeto social y la forma de administración de la empresa.
La SRL también se caracteriza por ser una sociedad cerrada, es decir, que no se permite la emisión
de acciones a terceros y los socios deben conocerse previamente. Además, la transmisión de las
participaciones sociales está restringida y tiene que ser aprobada por los demás socios.
Esta forma de sociedad es ideal para pequeñas y medianas empresas, en las que los socios no
quieren asumir grandes riesgos económicos y buscan una estructura legal sólida y estable para su
negocio.