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Lo primero que tenemos que hacer es acercarnos al modem proporcionado por nuestro
proveedor de Internet y conectarlo al router. Si tenemos el modem conectado al PC,
tendremos que desconectar el cable ethernet del modem y enchufarlo a la entrada
WAN del router. Si el modem no está conectado a ningún dispositivo, necesitaremos un
cable ethernet (normalmente suelen incluir uno en la caja del router) para establecer la
conexión entre el modem y el router.
El puerto o entrada WAN del router suele estar etiquetado con el nombre de “Internet”. Este
puerto es igual que el resto de entradas LAN, pero normalmente suele estar separado del
resto. También suele ser de un color diferente, para que podamos identificarlo sin
problemas. En la imagen inferior, por ejemplo, el puerto WAN es de color azul.
Si el router que vas a instalar también cumple las funciones de modem, bastará con que lo
conectes a la toma de internet y enchufes el cable de alimentación. Los routers que reparten
las teleoperadoras a sus clientes suelen tener también función de modem, por lo que es muy
habitual encontrar este tipo de dispositivos en el hogar.
2. Enchufa el router al PC
En el siguiente paso procederemos a conectar el router al PC. Para ello utilizaremos otro
cable ethernet, conectándolo en un extremo a uno de los puertos LAN del router, y en el
otro, al puerto ethernet del ordenador.
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A
ccede a la página de configuración del router
La dirección debería venir en las instrucciones o en alguna de las pegatinas que lleva el
propio router. Normalmente suele ser http://192.168.0.1 o http://192.168.1.1. Si no funciona
ninguna de estas direcciones prueba con otras variantes como 192.168.0.2, 192.168.0.3 y
similares.
Nota: Si quieres acceder al router desde el móvil, echa un vistazo al post «Cómo acceder a
un router desde Android«.
Para poder acceder al panel de configuración el sistema pedirá que nos identifiquemos con
el usuario y contraseña administrador del router. Los datos de acceso suelen venir
indicados en una pegatina adherida al router. Normalmente suelen ser “admin”, «user» o
“password”.
Una vez iniciada la sesión correctamente, el router nos guiará a través de un asistente de
configuración para realizar todos los ajustes básicos. Si el asistente no se activa de forma
automática, seguramente encontraremos algún menú donde poder activarlo llamado
“Asistente” o “Configuración rápida”.
A partir de aquí todo es bastante directo: tendremos que poner un nombre al router, elegir el
protocolo de seguridad que queremos aplicar y demás. Una vez completado este proceso, el
router estará listo para operar a toda máquina.
Si no queremos que cualquiera se conecte a nuestra red Wi-Fi lo mejor que podemos hacer
es cambiar el nombre de la red y la contraseña de acceso. Si utilizamos los datos que
conexión que trae el router por defecto es muy fácil que cualquier vecino se pueda conectar
sin dificultades a nuestra red.
También hay que destacar que algunos routers modernos están «capados» y no permiten
cambiar los ajustes del Wi-Fi desde el menú del router. Es lo que ocurre, por ejemplo, con
los nuevos routers ZTE que Euskaltel está desplegando entre sus clientes en 2022. Si
tenemos uno de estos routers solo podremos cambiar el nombre y contraseña de Wi-Fi
accediendo desde el móvil con la app de Euskaltel.
Si ves que el menú de ajustes de tu router también está capado ponte en contacto con tu
teleoperadora para saber cómo cambiar los ajustes de tu red Wi-Fi.
Para configurar este tipo de dispositivos lo único que tenemos que tener en cuenta es que
normalmente es necesario pulsar el botón WPS del router para sincronizarlos con la red.
Normalmente se trata de un botón físico ubicado en algún lateral del router. Los routers que
no tienen botón WPS suelen tener esta opción disponible dentro de los propios ajustes del
router, a través del navegador.
El router tiene como objetivo principal establecer la conexión entre un grupo de estaciones o
clientes, cada uno con una dirección IP respectiva, para determinar el camino o ruta más
rápida y eficiente que será usada para enviar cada grupo de datos a su respectivo destino
ubicados en dicha red.
Tratará de establecer en todo momento cuál es, según su criterio, la vía más eficiente y
rápida para transferir los datos.
Para tomar estas decisiones, realiza un análisis utilizando una herramienta conocida como
Protocolo de Enrutamiento, a través del cual establecerá una conexión con otros routers
para intercambiar información y, de esta manera, poder determinar el camino más adecuado
para el envío de la información.
En el momento en que un usuario tiene acceso a una URL, el navegador consulta al servidor
DNS (servidor de nombres de dominio) para así obtener la dirección IP del equipo requerido.
El equipo de trabajo envía una solicitud al router que esté más cercano. Este router
determina de manera inmediata el próximo equipo al cual se le enviará la información para
establecer entonces el mejor camino posible.
Cada router maneja las llamadas tablas de enrutamiento actualizadas, estos constituyen una
especie de mapas de los recorridos que pueden ejecutarse para alcanzar la dirección de
destino.
Existen diversos tipos de protocolos para alcanzar este tipo de procedimiento. El router no
solo se encarga de enrutar sino también de manipular la información en forma de
datagramas para lograr el pase de un tipo de red a otra.
Router Cableado: este tipo de router requiere cableado físico para conectarse a la red y para
que los clientes o estaciones de la red se conecten a él. Este tipo de conexión suele tener
una alta velocidad a nivel de transferencia de datos.
Router Inalámbrico: este tipo de dispositivo usa ondas electromagnéticas para la transmisión
de la información. Usualmente, el tipo de ondas electromagnéticas usadas son ondas de
radio.
Router de Múltiples Entradas: los routers con múltiples puertos de entrada contribuyen a la
configuración de redes locales de mayor tamaño.
Router con Antenas Cambiables: utiliza antenas para la emisión de información. Algunos
con una o más antenas, y las antenas pueden ser fijas o sustituibles.
CARACTERÍSTICAS DE SEGURIDAD
Algo fundamental a la hora de elegir un router es ver las características de seguridad que
tiene. Esto será muy importante para preservar el buen funcionamiento, evitar intrusos en la
red y, en definitiva, mantener la seguridad y privacidad.
¿Qué hay que tener aquí en cuenta? Por ejemplo, debemos observar el tipo de cifrado que
tiene. Es cierto que la mayoría de routers cuentan con unos estándares similares, pero
conviene asegurarse. Existen cifrados obsoletos como el WEP que pueden ser explotados
por intrusos con los conocimientos necesarios.