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7 PALABRAS QUE DIVIDEN MATRIMONIOS

Marcos 3:25

Introducción

Todos los matrimonios que llegan a la separación y al


divorcio la causa o las causas han sido por problemas
internos dentro del seno del matrimonio

Si una pareja decide divorciarse no es porque alguien


de fuera los esté obligando, sino que la división
comienza dentro de sí misma.

Esta noche haremos un acróstico de la palabra divorcio,


y de las ocho letras que componen esa palabra
tomaremos esas palabras, que no son simples palabras
sino actitudes, que pueden llevar a un matrimonio sólido
y estable poco a poco a la separación y hasta el
divorcio.

I. PRIMER PALABRA: DUDA (Núm. 5:14-15)

1. Es terrible para un matrimonio cuando satanás


comienza a poner dudas en el corazón de uno de los
cónyuges.

2. No hagamos cosas buenas que parecen malas y


pueden producir duda en el corazón del cónyuge.
3. No usemos mentiras en nuestra relación, pues en el
momento que se nos descubre en una mentira
habremos perdido nuestra credibilidad y la duda llenara
el corazón de nuestra esposa o esposo.
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4. No permitamos que la duda destruya nuestro hogar,
si tenemos dudas en el corazón lo más sabio es
despejar esas dudas por medio de una conversación
sincera.

II. SEGUNDA PALABRA: INFIDELIDAD (Heb. 13:4)

1. El matrimonio fiel da honra a los cónyuges, pero el


adulterio es una deshonra, a dios y al cónyuge.

2. La infidelidad aunque no sea descubierta afecta


grandemente el hogar pues hace que las personas
cambien su manera de actuar, su manera de ver al
cónyuge, y es desagradable a Dios.

3. El adulterio daña el corazón y esas heridas son tan


profundas que únicamente con la ayuda de Dios puede
salvarse ese matrimonio.

III. TERCERA PALABRA: OJOS ALTIVOS (Sal. 18:27)

1. Ojos altivos = menosprecio, ver de menos. Los ojos


altivos destruyen el hogar cuando por nuestros triunfos,
por nuestras posiciones pensamos que nuestro cónyuge
es demasiado poco para nosotros.

2. Como cónyuges dividimos el matrimonio y dañamos


el corazón de nuestros cónyuges, cuando tenemos ojos
altivos para con nuestros suegros, para con la familia de
nuestro cónyuge.
3. Ante Dios todos somos iguales y dentro del
matrimonio tenemos que saber que no existe más el yo,
si uno se supera se supera la pareja.

IV. CUARTA PALABRA: RENCOR (Lev. 19:18)

1. Según el diccionario el rencor es una molestia y enojo


arraigado y persistente.

2. Cuando hay rencor en el corazón todo esfuerzo que


el cónyuge haga por conquistar nuevamente el corazón
en lugar de causar agrado causa molestia, hiere,
amarga.

3. Sin perdón no hay unidad en el matrimonio, muchos


matrimonios no van al divorcio por el adulterio, por el
maltrato, por la falta de romanticismo, sino por la falta
de perdón.

V. QUINTA PALABRA: CRUELDAD (Prov. 11:17)

1. Cruel es alguien que se deleita en hacer sufrir a otras


personas.

2. Esa palabra estamos acostumbrados a escucharla en


las noticias, en las películas, pero es una realidad en
muchas de nuestras familias.

3. Un esposo podría estar tan molesto, tan dañado por


una esposa compulsiva que decidiría engañarla. (O
viceversa) ¡Lo cual es muy cruel!
4. Me tocó hablar con un varón que no soportó una vida
de humillaciones con su esposa y la divorció.

Pero lo cruel es que llamaba a la esposa para decirle lo


que hacía con su amante.

5. El cónyuge cruel se deleita en hacer sufrir a su


pareja, con golpes, humillaciones, palabras hirientes,
menosprecios, infidelidades, etc. ¡Cualquier cosa que le
duela!

6. Pero no saben que se están dañando a sí mismos


pues se enfrentaran al juicio de Dios.

VI. SEXTA PALABRA: INTIMIDAD EGOÍSTA  (1 Cor.


7:3-5)

1. El sexo es parte importante dentro del matrimonio,


pero el sexo ha sido dado por Dios para ser disfrutado
como una sola carne, no solamente para la satisfacción
de uno de los cónyuges.

2. Cuando hay insatisfacción permanente en la vida de


alguno de los cónyuges estamos propensos a caer en
cualquier tentación que llene esa insatisfacción.

3. Ni el hombre puede pensar en su satisfacción ni la


mujer puede negarse siempre, pues estamos dañando
el hogar. (Fuimos diseñados para complementarnos)

VII. SÉPTIMA PALABRA: OPORTUNIDADES


PERDIDAS (Prov. 26:11)
1. ¿Cuantas oportunidades nos han dado nuestras
esposas?? ¿Y cuantas de ellas hemos desperdiciado??

2. No pensamos que las personas se cansan de dar


oportunidades, que cuando el corazón se cierra muchas
veces no hay más oportunidades.

3. Si nuestro cónyuge nos ha dado otra oportunidad,


pensemos que esa oportunidad viene de parte de Dios,
por lo tanto

¡No la desperdiciemos!!!

Pero recordemos también que nuestro Dios es un Dios


de nuevas oportunidades todos los días.

¿Ya aprovechaste la de hoy?

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