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CapiTuLo IT La SEXUALIDAD Los DSRRGHTOSMEIAIBLBa reservan un dad (Ene baste cela peoralda un moo propio de ser, de manifestar, de sentir, expresar y vivir el amor humano. Podemos decir que la son partes integran- tes del desarrollo de la personalidad, y por ello ioe riqueza de su personalidad, de tal manera que sexuales stenderan»a-despfomarse_ esaparecer. Se busca ef sintoma sexual porque ts placentero, una persona se masturba y expe rimenta un placer, aun siendo este muy corto, pues dura apenas’ algunos segundos. La gente busca este placer sexual y no soluciona sus con- fjetos. Allies donde radica el engao. ‘Una fijaci6n en el proceso evolutivo sexual Hay sacerdotes que suften por experien- cias sexuales vividas en la infancia que, nunca ‘hanglogradorplatioar, © que cuando To icieron {es fue mal. Si no logran resolverlas¢ integrarlas cn su personalidad Nene afijarsejenrunaret2- ‘a evolutive;yueonten riesgo, derepelien ac- tivo To que suffieron en pasivo. * ‘Toda persona que haya suftido wiibUB0 $EWEIptiene que revisar si en el presente no se ‘std manifestando algin signo de aquello que le hicieron, Haylunalizoriaquesdiceygueioque uno suftié en pasivo puede repetirlo en activo; es decir, haere @ ot lo que = él Te hisiexon. Se adquiere seguridad de que no hay una fijacion Sexual en una etapa evolutiva sien el hoy on el futuro no se presentan signos conductas de Ia experiencia traumética vivida en la infancia, adolescencia 0 juventud. Un nimero significative de personas vi- ‘ven preocupadas o angustiadas por experiencias Sexuales practicadas con una vecina o vecino, ‘on una prima o primo, 0 con algin familiar en Ja infancia; quiero deciles que lasjexperiencies sexusles vividas en Ia infancia no pueden tabu- {argeyeomonrelaciones:sexuales, PoTquesu nto ‘no tiene gapacidad pars establecerlas. Por ello se {es llama “Juegos: sexuales exploratorios”. Sin embargo, nosotros, a veces, desde nuestra posi- cién de adultos, juzgamos a nuestro propio niio [ar Rowe A, Invodutione alla psclopa 1. Paolooie dam, Roma WS, 1981, 96 con mucha severidad por esas experiencias que Vivid, No To comprendemos, no lo perdonamos, no lo ayudamos a superar I situacion traumat- fet, y por ello se hace un conflict Iatente o vivo en la persona adult, Si hemos vivido algin abu- $0 senual y nunca fo platcamos, 0 si nos sor prendieron en el ato y sentimos que los dems Se han hecho por ello una ides negativa sobre nuestra forma de vivir la sexualidad, S7MESES9- fio buscar a alguien que nos ayude a elaborar tslaexperieneiasparainlegralas en. nuestra personalidad y evifar que nos sigan eausmndo dato, Fgposibleyque unapersonaequesbaya su- ‘feidopumsabuso;sexualsyonosbaya recibido una terapis, © que no To-haya platicado, cansigaipor sigmiismay ycon sus) propios recursos, claborar ‘decuadamente-aquella.vivencia. de Thodo que no le eause mis dificultad en la vide adulta, No quiere decir que todo aquel que ha sufrido un abuso sexual debe pasar necesariamente por un proceso terapéutico para sanar. En efect@jitem> mos muchas y muy variadas formas de sanar; ‘aqui lo importante sera que cada sacerdote cons- tate, y no sélo presuma, que Ia situacién vivida ha sido elaborada, que ba sanado porque no se estin manifestando signos de repetiren activo le experiencia sufrida en pasivo; 0 sea, no hacerle 2 otro lo que le hicieron, y no descontrolarse a nivel emotivo al recordar la experiencia vivida. Siun sacerdote toca en sus partes intimas ‘un nifo, silo penetra o lo obliga aque le reaie ¢ tocamientos 0 caricias obscenas, se le impu- tan 38 aflos de cércel, Una compensacién gratificante ‘no haber alcanzado lo que anhelabe 0 a to ‘que aspiraba (Cuando el sacerdote aspira a estar en una determinada parroquia, a tener un determinado cargo 0 a ser elegido para estudiar en-ebextran- eto yo se realiza su deseo, uno de los riesgos que corre es sentirse menos, despreciado 0 no valoradopiyiproducto de ello, puede tender, entre otras cosas, ‘abused una) Telacién)gratficante ‘que compense este sentimiento negativo,®” Entonces, para compensar lo que Ie est sucediendo, buscapinconscientemente alguien ue sidoqwatorey To teconazcs. Se sictc a gusto con aquella relacion, frecuentalmnaSillajpersona, ‘empieza a exclusivizar el vineulo; se involuera ‘nconseientemente.com ia seeretati, con la sefo- a que ayuda en 105 quehaceres de"la(essa, con tuna coogdinadora de erupoyparroguai, con algu ‘a persofia que viene a solicitar un ‘consejo 0 on una muchacha, hasta que establece una fuct- C1 Ronco A, Invedusone alle pskeoge. | skologie nomic, Rms, US, 1981, 89. 6s (GTWEABn ella. Sabemos qUETBAVERATCDM- pefisacin que diversos intereses se mueven en ef sacerdote 0 on [a otra persona, porque tienden a eXelusivizarllalrelacidn, a permitirse manifes- taciones de afecto cilidas cuando estin en sole- dad, a salir solos, a expresar que se sienten a gusto el uno con el otto, 2 €AROFSFBE con o sin un verdadero deseo de contraer matrimonio, y a ‘mantener en secreto ciertos encuentros privados ‘que tienen. 1 sacerdelggouadesscin se siete ANID vo Semen con eta et Rae ONEMGSTEDRD 0 qu, al evel al mee y tener reaciones con els soluione el inconvenient central gue de orgen 1 sito toxulzado, Lest por Ua ques vivienypor To que no cons fic, porloquealend® En concecuen Gia ahor se siete ms mal de oral qu ys seu orgies, eso I gene iene 4 complicate, a repeito, tice ‘egg: Porclobablanoe'deun ilo que ext Caalimdeporave no ene et peblors, Sto quelo hae mis compleoy diel Una necesidad neurotizada Se convierte en una necesided neurotiza- da, en un trastomo mental, porque no resuelve el problema centraly se convierte en un conflicto « interno que la persona no logra solucionar; pero continia manteniendo suficiente.contacto.con Ia realidad y, ademés, tire a generar otrOs mie- ‘vos problemas que surgen de la relacién que cstablece con el sintoma sexual y con la perso Si es un vinculo @Giijotralpersonayyells comienza a sentir que tiene derechos sobre el saverdote: To acosa, se generan chismes y co ‘mentarios-envtome:e-iatelacion, Se dan amiena- 2as, acusaciones ¥, Sit ermbargo, ninguno de los dos es capaz de parar ese proceso. ‘A veces deciden hablar al respecto para vitar el contacto © para buscar distanciarse; pero los regultades=son=insufiienles,. POraUE ‘vuelyen a caer en Ta relacion, dindose Origen a ‘un cielo neurotizado y destructivo, De este modo, puede llegar a convertirse en uni obsesién, en tna/adicciém en larque no ‘somjcapaces de medir con objetividad las conse- ‘cueneias de la conducta que estin reslizando, La relacion puede destrur a fa persona, ala familia de la mujer, al migsteriojdetysazerdote. En po- cas palabras, lidignidad de ambos.” Ct pou V, to colboretone to fe cent meshe ¢e ‘ve rsrse umanitari elo curae prevention dei distur) ment. enOnertaman Pesagoge” #8 (201) 871 ” Un fenémeno aut6nomo estructurado Quiero explicarles ahora @SHGTSETESIRNc- ‘GaN conicionamientoysexuala Cuando una persona lleva a cabo un acto masturbatorioly 10 Tepite, no podemos decir que esté condicionads, Pero si Ia persona repite este acto 50 0 1O0sve~ teespes muy probable que gajeste condicionada; ¥y si se ha masturbado a través de aos, es seguro {ue ya se encuentra bastante condicionada."" Si queremos superar la situacin mastur- ‘atoria tenemos que identficar los rituales que estamos siguiendo al realizar el acto masturbato- fogPonese camino podremos comenzar a tener ‘autodominiowowauiocontrol, De lo contrario, imuestro cuerpo Irf pidfendo mas acciones y for- mas mis sofistcadas para experimentar el mis- ‘mo plcerioiparajaumentarisurintensidad, y alli cs donde comienza ameurotizarse a esiructurar- se como dliastnio menist, como un conflicto mental, hasta que llega a hacerse un fenémeno auténomo estructurado, Si un sacerdote se masturba, es importan- te que revise si durante el dia en los dias ante~ riores se sinié mal o experiment6 alguna incon- formidad @/amenaza; i tuvo algin alleeado, si Soh Ronco A, introduione alo psclogie. 1. Paologia lo hicieron menos o se sintié menos, para que ‘pueda constatar si su organismo esti buscando tuna compensacién, Imaginemos que alguien se ha estado ‘masturbando por tres a seis meses. Esta conduc ta se ha convertido en un fenémenosauténomo, cstructurado; es decir, la acim masturbatoria Se hha desprendido del origen o de ia causa del ma- [estar. Oourre que Ta persona se ha acostumbra- do, repite el acto masturbatorio-delmanera cast automdtica, el cuerpo se lo pide, ya tiene esta- bhlecidos los rituales que 10 conducen a dicho conducta. Imaginense si el sacerdote se ha mastur- badgjporunago. En exe caso, la[EOmgucta[esti laramente estructurada; y si lo ha hecho por dos, tres, cuatro, por diez o quince atlos, Ia si- tuacign esté bastante estructurads. Quien lo vive asi no es que tenga que buscar si hay un males- tar 0 una molestia. Es probable que la situacién presente del sacerdote sea muy favorable, por {ue ya no vive con el plirroco 0 el vicario que le hacia la vida dificil, con la comunidad que no lo aceptaba o con el Obispo con quien tenia difi- caliades; a lo mejor todos estos origenes ya no cxisten, entonces 1a rgstarbaeignlseyharinech tun fenémeno autGnomo que esti condicionado y cestructurado.* TLo primero que debemos hacer al saber aque hay un fenémeno auténomo estructurado es indagar en los rituales que seguisos, porque es0 nos daré una pauta. para “descondicionar" el condicionamiento a través de su desensibiliza- cién gradual La primera pregunta para descubrir el ri- tual es: gayguéshorapseumastutba? La cuestion servird part tomir Conefenciarde cémo el acto ‘masturbatorio no esté presente todo el dia, No es que se esté quemando durante las veinticuatro hhoras por hacerlo, no lo trae presente Ia jornada cetera, sino que esté ubieado en un momento {GEESE Meva a cabo por la noche, mientras aque durante el dia se mantiene sereno. ‘Ademés, para ubicar sus rituales-mastur- batorios hay qu¢ tomar gofiGiencia de donde se ‘masturba: en el cuarto,en la cama, en la regade- Asi podré darse cuenta de que elige uno 0 ‘varios lugares concretos; no es que Jo haga en la ‘sacristia 0 en la cocina y luego en la sala; si asi re ow Roose A, La formacisn humor en os sem ais come ondoment pore sald mental del socerdoe [poracones pscligces ooh del modelo bopscosocia ‘ess Doctoral Roma, UPS, 2002, 152; onto A, Inreduone ba psolop |. Polo dinamica Roma, AS, 1991, 28 lo hiciera, constituiria un caso mis raro, y ten= driamos que constatar sino existe uns patologia aunada, como el exhibicionismo. Llega a su habitacién/Gomigizalaverae- ‘terminados canales de television o a generer imagenes en la mente: [a imagen de une revista, de una persona de la communidad, de una mnjer {que rac entre ojos. Otro pod decir que Te dan ganas por la tarde y de ali en més lo planee; como podemos darios cuenta, cadaypersonaysin ‘gue su propio ritual. De ordinario, Jos fSBIGE—HGREROE|SOn ‘muflseneillos, para nada complicados. «Cada Gquien debe ubiearlos. Une vez que yo recono7o ‘mi ritual, 10 puedo empezar # descondicionar. Ya no se trata de ver si me siento mal, si estin ‘cometiendo una injusticia conmigo, simpe siento evaluado; més bien estoy eondicionado. Con- viene que el sacerdote elabore e integre en su personalidad las situaciones del conflicto y uns 2 ello la desensibilizacion de la conducta condi- cionada, i yo(tiotunamativasiomfuerte, de tal ‘manera que'ella-impulsa, sostiene y dirige,mis ageiones; y si dejo de realizar el acto masturbe toro siendo eonsciente del ritual que sigo pare nogejecutario, para romper con él, pars deses- tructurarlo, pes bienseadaver.que nojlorejecus te, @Bensibilizo ef condieionamiento, to debit ‘0. ¥ sie pORCRENECES RATER mi mo- tivaciény tende6"una perspectivaraltaypara Ia su- peracion de esta conducta. ‘Ahora estoy hablando de un sintoma masturbatorio; pero

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