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Hace muchos años cuando no existían los aviones y los viajes eran por barco y desde Europa a
América se tardaban tres meses en el recorrido, y un hombre vendió todo lo que tenia para
comprar un pasaje y llegar a América. Y subió al barco y llevaba una bolsa con galletas y queso
para tratar de sobrevivir durante el viaje, y cada vez que llamaban a los pasajeros para comer
el se encerraba en su camerino y sacaba una porción de queso y sus galletas hasta que se
acabaron. Pero hubo un momento en el que tenia tanta hambre y se acercó al capitán y le dijo:
!Capitán necesito que me de una oportunidad en el banco!, ¡un empleo para sobrevivir porque
me estoy muriendo de hambre!, porque todo lo que tenia era para comprar el pasaje y solo
traía queso y unas galletas pero se terminaron, y cada vez que ustedes llaman para disfrutar de
los banquetes y esas cantidades de alimentos y veo la gente contenta cada vez que van a
comer: Yo me voy a mi lugar a comer queso con galletas, pero se me acabaron. El capitán lo vio
fijamente y le dijo: ¡muéstrame el ticket del pasaje! Y cuando el capitán vio el ticket le dijo: ¿no
leíste las letras pequeñitas? ¿No leíste que todo estaba incluido y que tenías garantizado todo
lo que hay de comida y a todos los servicios que hay en el barco? El barco les otorga a sus
pasajeros todos los beneficios, pero son los pasajeros los que deben accionar para tener las
garantías que se dan en el viaje.
El hijo prodigo tenía garantías en la casa del padre, pero todo cambio cuando el tomo la
decisión de volver a casa. ¡Veamos hoy las garantías que tenemos de vuelta a casa!
Conclusión: La historia del hijo prodigo es una de las historias más emblemáticas de las
escrituras, no por el sufrimiento que el hijo experimento después de sus deleites y libertades
sino por las garantías que tenía en la casa del padre, las cuales recibió y disfruto tomando la
decisión de regresar.
así como el hijo tomo la decisión de regresar, podemos decidir hoy todos aquellos que por
circunstancias de la vida nos fuimos lejos de casa, pues tenemos las mismas garantías dadas
por un padre amoroso que aguarda a nuestro regreso
Recuerda: En casa nos espera nuevas vestiduras, un anillo, calzado para nuestros pies y una
fiesta magnifica de bienvenida. Hoy es tiempo de volver a casa y disfrutar de todas las
bendiciones que el padre tiene para nosotros.