En el paso Mocoretá, al sur de la provincia unas filas irregulares
de cruces señalan un lugar histórico, donde la noble sangre correntina corrió a raudales. Es el lugar de la Batalla de Pago Largo. Añejas leyendas hablan de gritos y alaridos que se escuchan cuando las noches tormentosas y atemorizados viajeros cuentan de sonidos de cascos de caballos que se pierden campo adentro, como un fantástico viaje a las estrellas. Allí dejo su pellejo de bravo correntino el Coronel Genaro Berón de Astrada. Fue un 31 de marzo, corría el año 1839, Pascual Echague, gobernador de Entre Ríos, cumpliendo órdenes de Rosas, se disponía a invadir la provincia de Corrientes adentrándose por el sudeste. Comandaban 6500 hombres bien armados. Pero Berón de Astrada, a la sazón del gobernador de Corrientes, odiaba la tiranía y dejo su cuerpo y alma en aquel combate. ¡Gesta gloriosa!!! Ejemplo de valentía y vocación hacia nuestras tierras.