Atacar A Pedro Sánchez Por El Pasado de 44 Candidatos de EH Bildu

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Atacar a Pedro Sánchez por el pasado de 44 candidatos de EH

Bildu© Proporcionado por eldiario.es


Han pasado 13 años desde el último asesinato de ETA. Más de diez desde
el cese de la lucha armada. Más de un lustro desde su completa
disolución. ETA es historia y quienes en el pasado jalearon o justificaron el
terrorismo –los dirigentes, sus votantes– hoy forman parte de la vida
política y defienden sus ideas sin violencia. Es una buena noticia, se mire
por donde se mire. Algo de lo que la democracia española se debería
enorgullecer.

ETA es pasado. Aunque no lo parezca para un observador poco


informado que siga cualquier campaña electoral. Y es que no falla: se vote
lo que se vote, sean las elecciones que sean, el PP siempre intenta utilizar
el dolor del terrorismo como herramienta electoral. Más ahora que los
buenos resultados económicos de la legislatura dejan al PP sin la
munición que esperaba: esa crisis que tanto profetizó la derecha y que
nunca llegó.

En esta ocasión, la excusa son las listas de EH Bildu en los ayuntamientos


de Euskadi y Navarra. En total, unas dos mil personas se presentan para
concejales por esta coalición. Este martes, la asociación de víctimas del
terrorismo Covite criticó a EH Bildu por incluir en esas listas a 44 personas
que fueron condenadas por terrorismo, siete de ellas por asesinatos de
ETA en las décadas de los 80 y 90. Un dato que la derecha no ha tardado
un minuto en aprovechar. ¿Para criticar a EH Bildu? Claro que no; no ha
sido esa su prioridad. Para culpar a Pedro Sánchez de esta situación. 

“Este es su cartel electoral”, le reprochó Cuca Gamarra al presidente del


Gobierno en la sesión de control del miércoles. Y desde entonces, no ha
habido un solo acto público, mitin o entrevista de los dirigentes del PP en
que no hayan acusado al PSOE por esta cuestión. 

Es una estrategia electoral que se podría resumir en esa demagógica frase


que Díaz Ayuso popularizó: “Sánchez, que te vote Txapote”. Y tiene
algunos agujeros argumentales que conviene repasar:
1. Todas estas personas, también los condenados por asesinato, han
cumplido sus sentencias y hoy tienen los mismos derechos políticos que
los demás. No hay una sola herramienta legal para impedir que se
presenten a las elecciones. Es algo que ocurre en todos los países
democráticos del mundo con casi la única excepción de EEUU, que quita a
todos los expresidiarios el derecho a votar o a presentarse en unas
elecciones de forma vitalicia. 

2. Responsabilizar a Pedro Sánchez o al PSOE de las decisiones que tome


otro partido es un triple salto mortal. Entre otros motivos, porque ni el
Gobierno en general ni Pedro Sánchez en particular pueden hacer nada
para evitar estas candidaturas. 

3. Una ley que prohibiera a un ex etarra presentarse a las elecciones


tendría nulo encaje constitucional: no se pueden aumentar las penas con
efectos retroactivos –y estas personas ya cumplieron sus condenas–. En
anteriores comicios, también cuando gobernaba Rajoy, EH Bildu presentó
a personas que fueron condenadas a cárcel por pertenecer a ETA. 

4. Desde un punto de vista ético –que no legal– sí es bastante criticable


que EH Bildu presente a condenados por asesinato en unas elecciones
democráticas. Como recuerda Iñigo Sáenz de Ugarte en este artículo, esta
decisión desmiente los compromisos de EH Bildu de “mitigar el
sufrimiento de las víctimas del terrorismo”. En la propia coalición –en EH
Bildu hay varios partidos y no todos provienen de la vieja Batasuna– hay
dirigentes que creen que presentar a estas personas con delitos de sangre
a sus espaldas es un completo error.

5. En casi todos los países que sufrieron terrorismo, guerrillas o luchas


armadas la historia siempre termina igual: con los antiguos terroristas o
guerrilleros pasando de la cárcel a los parlamentos. Es lo que ocurrió en
Irlanda del Norte, con Gerry Adams y el Sinn Fein. O lo que ocurre hoy en
Colombia, donde el actual presidente, Gustavo Petro, fue guerrillero en su
juventud. O lo que pasó en Uruguay, donde el expresidente Jose Mujica
fue durante décadas guerrillero y pasó largas temporadas en prisión. 

6. Pasar de las armas a la política es algo que también ha ocurrido antes


en el Parlamento español, donde una parte de los políticos vascos –que
después acabaron en el Partido Socialista de Euskadi, en Unidas Podemos,
en Geroa Bai o incluso en UPyD– en los años 70 militaron en ETA político-
militar, uno de los grupos terroristas que surgió de la primera ETA y que
dejó las armas en 1982.

7. Por mucho que el PP quiera presentar a EH Bildu como “socio de Pedro


Sánchez” –para responsabilizar al Gobierno de todos los actos pasados,
presentes o futuros de esta formación–, la realidad es que no es así. EH
Bildu ha votado a favor de algunas de las leyes del Gobierno, pero
también en contra de otras. Exactamente igual que lo ha hecho
Ciudadanos, o el PNV, o Junts, o ERC o Teruel Existe, sin ser ninguno de
ellos “socio de Gobierno”, como el PP los quiere presentar.

8. En la investidura de Pedro Sánchez, en 2020, EH Bildu se quedó en la


abstención. En la ley mordaza o en la reforma laboral, EH Bildu votó ‘no’ –
alineados en ese caso con el PP y con Vox, aunque nadie les llamaría por
ello “socios de la derecha”–. Y en muchas de las votaciones más
importantes de la legislatura, las del estado de alarma, EH Bildu se
abstuvo –mientras que el PP votó tres veces a favor–.

9. Presentar a EH Bildu como un apestado con quien está prohibido


coincidir en ninguna votación casa muy mal con la historia reciente del
PP. El partido de Alberto Núñez Feijoo y el de Arnaldo Otegi han firmado
cientos de propuestas conjuntas en el parlamento vasco y han votado
juntos en infinidad de ocasiones en las últimas legislaturas.

10 En el actual grupo de EH Bildu en el Parlamento vasco con el que tanto


pacta el PP hay tres personas condenadas por pertenecer a ETA –de 21
diputados que tienen en total–.

11. Negar a EH Bildu y a sus votantes el derecho a participar en la vida


parlamentaria, pero solo cuando el sentido de su voto no te va bien, es
profundamente antidemocrático, además de manipulador. ¿O es que
acaso los votos de Bildu son distintos cuando apoyan al PSOE que cuando
votan lo mismo que el PP?

12. No ha habido en toda la legislatura ni una sola medida, ni una sola ley,
que pueda interpretarse ni siquiera lejanamente como una cesión
intolerable a ETA, a Bildu o al terrorismo. ¿Sacar a la Guardia Civil de
Navarra? Falso, un bulo similar a cuando Rajoy acusaba a Zapatero de
“vender Navarra”. ¿Acercar a condenados de ETA a cárceles del País
Vasco? Pues igual que antes lo hacía el PP. ¿Aprobar una ley de memoria
democrática al gusto de ETA y para humillar a las víctimas del terrorismo?
Pues es mentira también.  

13. “Hay mucha gente en Bildu que ha pretendido la paz desde el


principio”, argumentaba Javier Maroto, cuando era él quien pactaba con
esta formación. Y decía la verdad.

14. “Bildu no es ETA”, sentenciaba hace no tanto Borja Sémper. Y tenía


toda la razón.

15. “Tomar posesión de un escaño siempre es preferible a empuñar las


armas”, decía José María Aznar. Y también tenía razón.

16. Esta misma semana, el PP acaba de fichar para sus listas electorales en
el municipio vizcaíno de Güeñes a quien antes fuera portavoz de EH Bildu
en esta misma localidad. ¿En qué quedamos entonces? ¿Todos los
políticos de EH Bildu son cómplices del terrorismo o solo los que no
fichan por el PP?

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