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BRILLA TU

SONRISA
Capítulo 221 Una oportunidad más
Brian estaba furioso, pues desde que se hizo
cargo de la gestión del hotel, sucedía un
desastre inexplicable tras otro.
Además, como era joven e inexperto, los
ejecutivos y accionistas tenían muy poca
confianza, y fe en él.
En definitiva, pese a que el hombre había
estado luchando contra la depresión en los
últimos días, esa crisis empeoró su situación.
Y lo que era peor, era obvio que la gerencia
tenía la culpa, pero ahora él tenía que
solucionar el problema.
Al pensar en esa responsabilidad, Brian se puso
más furioso.
"¡Debemos dar una explicación al público hoy
mismo! Están esperando impacientemente una
respuesta de nuestra parte. ¿Quién está a cargo
de ese hotel?", espetó el hombre.
Nathan Bush, un alto directivo, se levantó
lentamente con un rostro hosco, y respondió:
"¡Yo!".
"¿Conoce el alcance de su equivocación?",
preguntó Brian.
Nathan no parecía estar a gusto.
Había estado trabajando en el Hotel Vienna
Chain desde que Anson abrió el primero en la
ciudad de Yoel. Más tarde, cuando el negocio
hotelero fue entregado a Jaylen, trabajó para
él.
Contando desde la apertura de la sucursal,
hasta la cotización en el Estados Unidos, él había
trabajado por más de veinte años de servicio
leal en el hotel.
Con eso, incluso Jaylen le mostraría algo de
respeto cuando lo viera; pero ahora, con tantos
altos ejecutivos en la sala de reuniones, Brian lo
había reprendido sin dudarlo.
Sin embargo, Nathan sabía lo que el joven
estaba pensando:
Tenía que demostrar que era un hombre fuerte y
con carácter. Tenía que convencer a los altos
ejecutivos de que era capaz de llegar al fondo
del problema. Y si levantar la voz le ayudaría a
ganar prestigio como jefe recién nombrado,
pues así sería.
Entonces, al ser un hombre discreto, con un brillo
en los ojos, Nathan bajó la cabeza y se disculpó
profusamente: "Señor Oliver, ahora que ha
ocurrido un incidente tan devastador en el hotel
bajo mi jurisdicción, tengo la responsabilidad
ineludible de arreglar las cosas. Debo admitir
que no me enteré de este problema hasta que
lo vi en Internet, de manera que, ¡efectivamente
fue una negligencia de mi parte!".
'¿Negligencia?
¿Cómo puede reducir un problema tan grande
simplemente diciendo que fue negligente?',
pensó Brian, insatisfecho.
"Nathan, ¿atribuye toda esta crisis a su mera
negligencia?".
Al escucharlo, este último fingió estar algo
enfadado. "Señor Oliver, no habría tenido
conocimiento de esto si no se hubiera expuesto
en Internet. ¡Fue culpa de mis subordinados!
Decidieron ocultarme la verdad; sin embargo,
puede estar seguro de que llegaré al fondo de
este problema. ¡Descubriré la verdad y daré al
público una explicación aceptable!".
Luego, añadió con voz áspera: "Puede que sean
nuestros competidores los que hayan instigado
esto. Señor Oliver, no se preocupe. ¡La verdad se
revelará después de que comience mi
investigación exhaustiva!".
Así, con tanta facilidad, culpó a sus
subordinados y competidores.
No obstante, tras escucharlo, Brian se sintió aún
más insatisfecho.
"¡Este incidente ha causado un impacto muy
malo en la imagen de la empresa! La publicidad
ha sido muy negativa. Todos nuestros años de
arduo trabajo para construir una imagen afable
se han empañado en cuestión de minutos. Y en
vista de que usted se ha ofrecido a encargarse
de esto, le daré tres días. ¡Si no puede calmar a
los internautas en ese tiempo, será despedido!".
Ante eso, el rostro de Nathan se tensó. "Señor
Oliver...".
"¡La reunión ha terminado!".
Al escucharlo, nadie se atrevió a interrumpir, y
todos abandonaron la sala de reuniones
rápidamente.
Más tarde, cuando Brian miró los comentarios
negativos en el portátil, se enfureció tanto que
estuvo a punto de romperlo.
'¡Maldita sea!
¿Por qué tengo tantos problemas últimamente?',
pensó.
Para ese momento, su entusiasmo hacia Eris se
había reducido considerablemente;
su intento desesperado de contactar con
Wendy había sido inútil, ya que Ryan respondió
a la llamada.
Sinceramente, no podía entender por qué él
tenía su teléfono.
'¿Cuál es exactamente la relación que tienen
ellos dos?'.
Cuanto más pensaba en ello, más se irritaba, y
estaba llegando al punto de colapsar
mentalmente.
Entonces, consumido por la rabia, el hombre
cerró el portátil.
Acto seguido, se preparó para dejar la oficina;
pero justo en ese instante, sonó su teléfono. Y
tras mirar el identificador de llamadas, se tocó el
rostro, e intentó controlarse antes de contestar.
"Mamá, todavía es muy temprano en el Estados
Unidos. ¿Por qué me llamas a esta hora? ¿Papá
está bien?".
"¡Brian! ¿Qué está pasando en el hotel?".
¡El hombre maldijo en su mente!
'¡Demon
ios!
¿Qué chismoso se lo contó?', se preguntó en su
mente.
"Mamá...".
"¿Cómo planean resolver este asunto?".
"Bueno, planeamos disculparnos, y despedir al
personal correspondiente".
Nellie guardó silencio durante mucho tiempo.
Ante eso, el hombre, que siempre tuvo miedo
de su madre, dijo: "¿Mamá?".
"¿Y qué más?".
'¿Qué?
¿A qué se refiere ella?', pensó él.
Enseguida, estando atónito, no pudo evitar
preguntar: "Mamá, ¿qué quieres decir?".
Hubo un silencio en el otro extremo del teléfono
durante unos segundos.
Brian se sentía un poco nervioso, y empezó a
sudar.
"Mamá...".
"¡Brian, estoy decepcionada de ti!".
"¡Mamá!".
"Vine al Estados Unidos con tu padre para darte
la oportunidad de encontrar tu lugar en la
empresa, y para que la administraras con éxito.
Has trabajado allí durante mucho tiempo, por lo
que deberías saber algo sobre lo que le
concierne a la misma. Entonces, ¿cómo es que
solo te enteraste del problema cuando se
expuso en Internet?".
"Yo...".
"¡No te molestes en explicarlo! Si hubieras
prestado más atención a la empresa, te habrían
informado de este asunto primero, y luego se
podría haber resuelto debidamente".
Brian se quedó en silencio, avergonzado.
"Además, desde el incidente, ¿te has
preguntado por qué una pequeña cuestión de
higiene ha generado un problema tan serio?".
El hombre se quedó atónito nuevamente.
"Bueno...".
"¿Todavía crees que es una coincidencia?".
Brian no supo qué responder, puesto que eso
era exactamente lo que había creído.
"¿Mamá? ¿Quieres decir que alguien lo hizo a
propósito?", preguntó el hombre con cuidado.
Nellie se sentía cada vez más decepcionada,
así que espetó: "¿Solo pierdes el tiempo
divirtiéndote con la burlona de Eris en nuestra
ausencia? Te distrajiste tanto con esa zorra
despreciable que descuidaste tus deberes en la
empresa, ¡y ni siquiera sabías que alguien
estaba conspirando contra ti! ¿Cómo podemos
tu padre y yo confiarte responsabilidades tan
importantes si estás demostrando ser tan
incompetente? ¡Parece que no estás preparado
para dirigir una empresa tan grande!".
El cuerpo de Brian se tensó al instante, y
pequeñas gotas de sudor se acumularon en su
frente.
'Demonios... ¿Qué quiere decir?', pensó.
"Apenas ocurrió ayer, y sin embargo, este asunto
se ha convertido en el tema de discusión más
buscado en Internet hoy. ¡Definitivamente me
cuesta creer que no haya alguien detrás de
esto!".
Respirando hondo, el hombre dijo: "Mamá, voy a
averiguar quién hizo esto".
"¡No, no tienes que hacerlo!".
Brian estaba terriblemente asustado. "Mamá...".
"Te he dado una oportunidad, pero no la has
aprovechado. Pierdes un tiempo valioso
soñando despierto con el amor que comparten
Eris y tú. Dime, ¿sigues siendo un hombre
ambicioso, o un esclavo del amor?". La voz de
Nellie se volvió más fría y áspera. "Busca un
abogado decente que escriba una carta de
disculpa, y envíala antes de medianoche. ¡Tu
padre y yo nos encargaremos del resto!".
El hombre sabía que su madre estaba muy
decepcionada de él, y eso lo mortificaba.
Por otro lado, en el pasado, Brian nunca se sintió
preocupado, puesto que a Bruce no le
interesaban los asuntos del negocio, y se la
pasaba ocupado con su propia carrera en el
mundo del espectáculo.
Por eso, él creyó firmemente que estaría a cargo
de la empresa en el futuro;
no obstante, según las palabras de su madre
hacía un momento, se dio cuenta de que eso
no era así en absoluto.
'¿Es porque Bruce está en el Estados Unidos con
nuestros padres, y consiguió su apoyo? ¿Los ha
influenciado de alguna manera?
¿Papá y mamá han cambiado su actitud hacia
él?', se preguntó en su mente.
Cuanto más pensaba Brian en ello, más pánico
sentía.
Entonces, con su cuerpo rígido, dijo: "Mamá, fui
demasiado descuidado esta vez; pero por favor,
dame otra oportunidad para minimizar el daño.
Te prometo que me enmendaré, y administraré
la empresa adecuadamente".
Nellie permaneció en silencio durante mucho
tiempo, dando la impresión de que estaba
considerando la credibilidad de sus palabras.
"Mamá...".
"¡Bien! ¡Te daré una oportunidad más! ¡Tres días!
¡Eso es todo lo que tienes! Debes calmar a los
internautas, y alejar su atención de nosotros.
Además, tienes que averiguar quién está
conspirando en contra de nosotros".
"¡Está bien!".
"¡Después de tres días, tu padre y yo volveremos
a comprobar tu progreso!".
Capítulo 222 Haré lo que me digas
Era una tarde muy tranquila.
Eris estaba en su apartamento, tomando una
siesta.
Cuando se despertó, se lavó la cara y tomó una
mascarilla facial en forma de hoja.
Luego fue a la sala a buscar a Ana, pero ella no
estaba allí.
"¿Ana? ¿Dónde estás?".
'¡Maldición!
¿Dónde se metió? ¿Salió mientras yo dormía?'.
Eris se sirvió una taza de té, se acostó en el sofá y
se colocó la mascarilla en la cara. Después sacó
su teléfono, buscó en Microblog y vio que la
publicación de Wendy ya tenía millones de
comentarios.
Entonces comenzó a leerlos.
Los internautas maldecían a Wendy.
"¡Eres una mujer tan despreciable! ¡Abandona la
industria del entretenimiento!".
"¿Cómo te atreves a seducir al novio de tu
hermana? ¡Y todavía tienes el descaro de
trabajar con Eris en el mismo set! ¡Eres realmente
una desvergonzada!".
"¡Eso es cierto! Ella cumple con todos los
requisitos para ser una mujerzuela. ¡Mírenla bien!
¡Sus pechos, su cintura y sus piernas son
exquisitos! Wendy, dinos tu precio y pasaremos
un buen rato".
Había todo tipo de comentarios humillantes y
desagradables.
Al leerlos, Eris esbozó una sonrisa de felicidad,
pero recordó que tenía puesta la máscara facial
y dejó de sonreír.
'Excelente.
La reputación de Wendy está completamente
arruinada esta vez.
Nadie puede salvarla de este lío.
Escuché que Media Cosmo realizará una
conferencia de prensa en tres días.
¡Ja, ja!
Creo que van a rescindir su contrato
públicamente.
¡Ja!
Ahora ella sabrá cómo le enseño una lección a
alguien.
¿Cómo se atreve a desafiarme?'.
La muchacha aún estaba sumida en sus
pensamientos cuando de repente escuchó que
se abría la puerta.
Se incorporó del sofá, miró en dirección a la
puerta y vio entrar a Ana.
Se quitó la máscara facial y espetó: "¿Dónde
estuviste? ¡Eres mi asistenta! ¡Eres responsable de
mi vida diaria y de los asuntos laborales! ¿Cómo
te atreves a irte a pasear cuando tomo la
siesta? ¿Ya no quieres tu salario?".
Ana forzó una sonrisa y explicó: "Mi madre está
enferma en el hospital. No tengo nada que
hacer mientras duermes la siesta, de modo que
lo aproveché para visitarla. Intercambié unas
pocas palabras con ella y regresé de
inmediato".
Eris no mostró ni la más mínima simpatía. "A
pesar de que tu madre está hospitalizada, no
tiene una enfermedad terminal. ¿No puedes
simplemente hablar con ella por teléfono? ¿Por
qué tienes que ir al hospital a verla? Creo que
solo inventas excusas para encubrir tu pereza.
¿No tienes nada que hacer? ¿Ya hiciste lo que
te pedí que hicieras? ¿Y eso?".
Entonces señaló las cáscaras de semillas de
girasol que estaban sobre la mesa de café y
agregó: "¿No puedes limpiar este lugar ya que
tienes mucho tiempo libre?
¡Qué mujer tan perezosa!".
Ana se mordió el labio inferior.
¡Ella era la asistenta de Eris, no una niñera!
Por lo tanto, limpiar no era parte de su trabajo.
Sin embargo, no se atrevió a protestar.
Eris se sintió mejor después de regañar a la
joven, así que tomó un sorbo de su té y
preguntó: "¿Alguna noticia sobre lo que te pedí
que averiguaras?".
"Ninguna todavía", respondió Ana, bajando la
cabeza.
Al instante, Eris frunció el ceño. "¿Cómo manejas
tus tareas? ¡Ni siquiera puedes hacer bien una
cosa tan pequeña! ¿De qué me sirve tenerte
como mi asistenta?".
Con la cabeza gacha, Ana se agarró el
dobladillo de su vestido y susurró: "Les pedí a
algunas personas que vigilaran todos los lugares
donde posiblemente pueda aparecer Wendy,
pero no la han visto".
Eris se enfadó aún más.
El escándalo ocurrió hacía unos días y, desde
que Carter le dijo a Wendy que no fuera más al
estudio, ella se había esfumado.
¡Nadie volvió a verla!
Debido a lo ocurrido, hurgaron en todo lo
relacionado con Wendy, incluyendo su infancia.
Había que admitir que el poder de los
cibernautas era grandioso.
De hecho, averiguaron la dirección de las dos
casas en las que la muchacha vivió después de
su regreso del extranjero.
Naturalmente, los reporteros fueron allí y
montaron la guardia.
A pesar de ello, no pudieron verla.
Evidentemente, eso resultaba extraño.
Algunos de ellos incluso fueron a Media Cosmo y
esperaron en la puerta, pero tampoco había ni
rastro de Wendy.
Eris golpeó la mesa con la
taza de té que tenía en la mano.
"Continúa averiguando dónde está Wendy.
Además, consulta siempre las noticias en
Internet. En cuanto sepas algo sobre ella,
infórmame de inmediato".
"Seguro".
Cuando Eris recordó la actitud de Brian, una
expresión de malicia y frialdad se apoderó de
sus ojos.
Consideraba que arruinar la reputación de su
medio hermana no era suficiente.
Quería asegurarse de que ella desapareciera
definitivamente de la vida del joven.
Después de un tiempo, Eris volvió a sus sentidos.
Entonces vio que su asistenta seguía allí y volvió
a fruncir el ceño. "¿Por qué continúas parada
aquí? ¡Ve y mira las noticias!".
Ana se mordió el labio inferior y se refugió en la
esquina, tratando de ocultar su existencia.
Luego sacó su teléfono y comenzó a buscar las
noticias en línea.
Eris estaba satisfecha con la reacción de la
chica.
Resopló en su interior.
'¡Ja! No pongas a prueba tu suerte'.
Después de un rato, le ordenó: "Tráeme un
helado".
Ana guardó su teléfono y se dirigió
obedientemente hacia el refrigerador.
Sin embargo, cuando trajo el helado, Eris no lo
tomó.
"Eris", llamó en voz baja.
"¿Eres realmente estúpida? ¿Cómo puedo
comerme eso sin cuchara?", dijo la actriz.
Ana apretó los labios con fuerza y fue a la
cocina a buscar una cuchara.
Esta vez, antes de que su jefa pudiera decir
algo, abrió la tapa del recipiente del helado y
puso la cuchara en este.
El estado de ánimo de Eris mejoró un poco.
Al ver eso, Ana aprovechó para decir algo.
"Eris...".
"¡Dilo!".
Eris yacía en el sofá, sosteniendo el recipiente
del helado con una mano, y con la otra tomó el
control remoto y encendió la televisión.
Se veía muy tranquila.
Ana comenzó a hablar. "¿Podrías darme un mes
de salario por adelantado? Mi madre está en el
hospital y no tiene mucho dinero...".
La muchacha notó que la expresión del rostro
de la actriz se oscurecía y se asustó tanto que se
tragó el resto de las palabras que quería decir.
"¡Ni siquiera estás trabajando lo suficiente!
¿Cómo puedes pedirme eso? ¡De ninguna
manera!".
"Pero mi madre...".
Al percibir la expresión lamentable en el rostro
de Ana, Eris perdió el interés en ver algo, de
manera que apagó la televisión con un
chasquido, se levantó del sofá, tomó el helado
con ella y se dirigió a su dormitorio.
Antes de entrar, dijo rotundamente: "Ella es tu
madre, no la mía. Por lo tanto, busca por tus
propios medios cómo resolver tu problema. No
soy una filántropa".
Luego cerró la puerta despiadadamente.
Ana se quedó sola en la sala de estar.
Sus ojos estaban rojos y su cuerpo temblaba.
Se quedó allí rígida durante mucho tiempo
antes de finalmente mirar la puerta cerrada del
dormitorio de su jefa. En ese momento, las
lágrimas brotaron de sus ojos.
Hacía dos años que trabajaba para Eris.
Durante ese tiempo, había hecho muchas cosas
malas por ella, así que no esperaba que se
negara a ayudarla en un momento tan crítico
como este. Solo necesitaba el salario de un mes
por adelantado. ¿Acaso era demasiado pedir?
Al pensar en ello, Ana apretó los dientes, sacó su
teléfono y marcó un número.
"Hola, soy Ana. Haré lo que me digas".
Pasaron dos días después de eso.
Era temprano en la mañana.
Ray y Precious llevaban batas de hospital y
gorros verdes. Estaban listos para ingresar al
quirófano en cualquier momento.
Por supuesto, todos fueron al hospital.
Anson, Josie, Ryan, Luke, Reese, Brandon, incluso
Roger, Kane y Leo estaban allí.
Se sentían muy nerviosos, especialmente Wendy.
Ella tenía ojeras porque no durmió bien la noche
anterior, despertándose a cada momento.
"No te preocupes", dijo Reese.
Entonces colocó su brazo alrededor del hombro
de Wendy para consolarla, y agregó: "Brandon
aseguró que todos los médicos que realizarán la
operación son expertos. El señor Oliver los
contrató personalmente, por lo que ten la
certeza de que esta cirugía será un éxito".
"Está bien".
Wendy asintió pesadamente con la cabeza. No
sabía si se estaba consolando a sí misma o a
Reese.
Los médicos llegaron a las ocho y diez.
Estaban listos para realizar la operación.
"Es hora de comenzar la cirugía".
Capítulo 223 El trasplante de médula
ósea
Esas palabras resonaron en la mente de Wendy,
como si una bomba hubiera estallado dentro de
su cerebro.
Sintió que su cuerpo se ponía rígido de repente y
las palmas de sus manos empezaron a sudar sin
control.
"Mami...", dijo Raymond llamándola.
"Sí, Ray, aquí estoy".
Al escuchar la voz de su hijo, Wendy pareció
despertar de un sueño. Parpadeó rápidamente
y de inmediato se acercó a él.
Ray, al verla, extendió su mano para sostener la
de ella.
La mujer, por su parte, tenía una expresión tensa
en el rostro porque luchaba con todas sus
fuerzas para contener las lágrimas que se
agolpaban en sus ojos.
Si bien sus palmas estaban húmedas de sudor,
las del hijo permanecían muy secas. En el dorso
de la mano del niño, salía una aguja
hipodérmica por la cual era introducida la
anestesia durante la operación más tarde.
Raymond le sonrió alegremente a Wendy
diciendo: "Mami, no te preocupes por favor.
¡Estaré bien!".
"Está bien, Ray. Me quedaré tranquila si tú me lo
pides".
Pero mientras hablaba, el nudo en la garganta
de Wendy se hacía cada vez más grande. Aun
así, tuvo que contener el llanto para no
mostrarse débil frente al niño. "Te estaré
esperando afuera", dijo finalmente.
"Okey".
"Mami, yo también te necesito", dijo Precious de
repente, extendiendo su mano hacia Wendy y
mirándola con nervios en sus ojos.
La mujer entonces se paró entre las dos camas y
tomó las manos de ambos al mismo tiempo,
llevándolas a sus labios para darles un beso
cálido y sentido.
"Los esperaré a ambos, cuando todo termine".
"Está bien, mami", respondieron Raymond y
Precious al unísono.
Ryan, de pie a un lado, estaba rígido y silencioso
como si fuera una estatua de mármol.
El rostro del hombre también estaba muy pálido,
y las ojeras alrededor de los ojos eran incluso
más oscuras y pronunciadas que las de Wendy.
Incluso tenía un aspecto más enfermizo que el
de los propios niños.
De repente, los ojos de Raymond se posaron
sobre Ryan. Frunció los labios como si quisiera
decirle algo, pero al final ninguna palabra salió
de su boca.
En ese momento la enfermera se acercó al niño
y le preguntó: "¿Estás listo?".
Raymond dejó de mirar a Ryan y respondió con
una seguridad inusual para alguien de su edad
en esas circunstancias: "Sí, estoy listo".
"¡Perfecto! Entonces ahora mismo vamos a la
sala de operaciones".
"De acuerdo".
Dicho esto, la enfermera se posicionó frente a
las camas y las movió rodando hacia adentro.
Una vez que cruzaron la puerta y esta se cerró
con un golpe, la sensación de abandono e
impotencia se apoderó de Wendy y Ryan que
permanecieron aún de pie observando la
puerta cerrada frente a ellos.
Poco después, un médico se acercó con los
formularios de autorización para la operación.
"¿Quiénes son los familiares de los pacientes?",
preguntó.
"¡Yo!".
"¡Yo!".
Ryan y Wendy habían respondido al mismo
tiempo.
"Okey, ustedes deben ser entonces los padres
de los niños. Deben firmar esto, por favor".
Los documentos incluían varias condiciones
inesperadas.
Mientras Wendy las leía, sintió que sus piernas
temblaban y se debilitaban como gelatina.
Intentó mover el brazo, pero se dio cuenta de
que ni siquiera podía levantarlo.
"¿Quién firmará esto?", insistió el doctor al ver
que ninguno se movía.
"Yo lo haré", afirmó Ryan y rápidamente escribió
su nombre en el formulario de consentimiento.
Wendy, sin poder evitarlo, preguntó remarcando
cada palabra con la desesperación que la
inundaba: "Doctor, ¿hay algún riesgo en esta
operación?".
"Siempre hay riesgos en cada operación, sin
importar la gravedad", respondió el médico con
sinceridad mirándola fijamente.
Estas palabras debilitaron aún más las ya débiles
piernas de la mujer. La sangre pareció
desaparecer de su rostro que se había vuelto
completamente pálido, mientras se tambaleaba
hacia atrás unos pasos. Por fortuna, Ryan se dio
cuenta y tuvo la habilidad de sostenerla por
detrás.
"No te preocupes, Wendy. Debes quedarte
tranquila. No pasará nada malo", le dijo de
forma convincente.
Ella lo miró con ojos llorosos y sostuvo
fuertemente su mano: "Los doctores que
contrataste son expertos. Eso significa que la
operación, sin duda, será exitosa, ¿verdad?".
Un pesado silencio los rodeó antes de que él,
finalmente, dijera: "Sí".
Como si su afirmación le hubiera dado a Wendy
una fuerza nueva y repentina, ella murmuró: "Sí,
los doctores que están ahora en la sala de
operaciones son todos expertos en el área.
Además, cada uno tiene un registro
sobresaliente en sus respectivas carreras
profesionales. Así que ahora están trabajando
en conjunto para ejecutar la operación y, sin
duda, lo lograrán con éxito. ¡Claro que sí! Ray
estará muy bien".
La verdad era que al decir todo esto, más allá
de consolarse, era un intento de convencerse a
sí misma.
De repente, la luz sobre la puerta de sala de
operaciones se encendió. Esto indicaba que la
operación había comenzado oficialmente.
Como ahora no había nada más que pudiera
hacer, Wendy buscó un asiento, se sentó y
hundió la cabeza en las rodillas.
"Wendy...", la llamó Reese en voz baja con
evidente preocupación.
Estaba a punto de estirar la mano hacia ella
como gesto de lástima, pero Brandon la detuvo.
"¿Qué haces?", preguntó Reese mirándolo
confundida.
"Lo que ella necesita en este momento no es
consuelo sino compañía", le explicó.
Sin duda, él tenía razón. En ese momento,
cualquier palabra o gesto de consuelo solo era
una carga emocional más al cúmulo ya amplio
que llevaba Wendy sobre su corazón.
Así que Reese se mordió el labio, para
contenerse de decir algo, y solo se sentó al lado
de Wendy en silencio.
Durante todo el tiempo que duró la operación,
hubo un silencio denso y de muerte afuera de la
sala.
s='p_sj'>El ambiente era demasiado deprimente
y tenso. La tensión era tan palpable que podía
sentirse incluso en el aire al respirar.
Aunque por dentro todos seguían consolándose
y dándose ánimos a sí mismo, también sabían
que la operación era realmente complicada.
No tenían mucho que preocuparse por Precious.
Como la donante de médula ósea no corría
ningún peligro.
Pero con Raymond la situación era totalmente
distinta.
Leo lo sabía muy bien.
Como médico, entendía claramente qué tan
altos eran los riesgos de un trasplante de médula
ósea.
Por eso, Leo y Luke intercambiaron miradas
tensas y se sentaron junto a Ryan, uno a la
izquierda y otro a la derecha.
El cuerpo de Ryan estaba muy tenso, se veía frío
y estirado. Era como si una espesa capa de
hielo cubriera todo su cuerpo.
Leo entonces le dio una palmada en el hombro
para intentar tranquilizarlo y le dijo: "Relájate".
¿Relajarse? ¿Cómo podría relajarse en una
situación así?
Ryan le lanzó una mirada a Wendy, que estaba
acurrucada como una pelota en la silla a unos
cuantos pasos. Él sabía demasiado bien que si
esta operación fallaba, él no solo perdería a
Raymond sino que también la perdería a ella.
Raymond era el alma de Wendy, la motivación
que le permitía vivir día a día. Por eso, si esta
operación fallaba y algo malo le pasaba a Ray,
él no podía imaginar ni siquiera en qué se
convertiría ella.
"Leo...", cuando Ryan abrió la boca y habló,
descubrió que su voz se había vuelto ronca.
Levantó la cabeza, miró directamente a los ojos
de Leo y habló en voz baja para que solo ellos
pudieran escucharse. "Te pido que me
respondas con toda honestidad. ¿Cuál es la
probabilidad de éxito de una operación como
esta?".
"Depende", respondió Leo dudando.
"¡Sé honesto conmigo, por favor!", exigió el otro.
Leo soltó un profundo suspiro y, después de unos
segundos, le explicó: "No estoy engañándote,
Ryan. Mi especialidad es obstetricia y
ginecología, así que lo que sé sobre trasplante
de médula ósea es solo lo que he escuchado
de mis colegas. El éxito en este tipo de
operación varía entre una persona y otra, no
hay generalizaciones posibles. Pero Ray siempre
ha estado tomando medicamentos y ha
cooperado firmemente con el tratamiento. Así
que su probabilidad de éxito debe ser mayor a
lo normal. Además, los médicos que contrataste
son todos de primer nivel".
Aunque Leo intentó explicar todo con
honestidad, para Ryan sus palabras no tenían
sentido. No eran la respuesta que anhelaba.
El rostro de Ryan reflejaba una evidente
conmoción interna.
Al darse cuenta de esto, Leo sintió que si no
hablaba con él, su amigo sucumbiría ante la
extrema presión: "No te preocupes. Para mí, la
posibilidad de éxito sigue siendo muy alta".
Lamentablemente, Ryan ya no era capaz de
escuchar lo que le decía Leo.
Había cerrado los ojos, aislándose de todo a su
alrededor.
Recordó el primer momento en el que conoció
a Raymond hasta que, poco a poco, se fueron
llevando cada vez mejor. A su mente llegó la
imagen, tan clara como si estuviera viendo la
repetición de una escena de alguna película,
de cuando Raymond se acercó a él con el
cubo mágico y le preguntó, con total
honestidad, si era sincero con su madre. Al tener
estos recuerdos destellando dentro de su
cabeza, la respiración se le hizo cada vez más
dolorosa.
Mientras esto ocurría afuera, dentro de la sala la
operación se desarrollaba con intensidad.
Pasó una hora.
Luego dos horas más.
Después de tres horas incluso, la luz sobre la
puerta del quirófano seguía encendida.
Esta demora tan prolongada hizo que todos se
sintieran demasiado ansiosos.
Josie, que ya no podía soportarlo más, dijo con
ansiedad: "¿Por qué no han salido todavía? ¡Ya
han pasado más de tres horas!".
Anson, que también se veía muy angustiado, le
respondió: "No te preocupes, espera
pacientemente".
Luke, por otro lado, seguía caminando de un
lado a otros frente a la sala de operaciones sin
detenerse.
"Luke, ¿podrías parar ya?
Me estás mareando con tu caminar constante
de aquí para allá", se quejó Roger con el ceño
fruncido.
El aludido se quedó en silencio y detuvo su
andar de repente.
No pudo evitar sentir algo de vergüenza, así que
se regañó a sí mismo.
La verdad, no se había dado cuenta de lo que
estaba haciendo. Solo fue una manera que tuvo
su cuerpo de drenar el estrés.
Pero apenas se sentó, no pudo evitar sentir que
su preocupación por Raymond se hacía más
fuerte. Al parecer, su ansiedad solo podía
aliviarse moviéndose de un lado a otro.
"Leo, ¿cuánto tiempo llevará esta operación?",
preguntó Ryan.
"Debería terminar pronto".
La respuesta de Leo hizo que todos respiraran
profundamente, y continuaron esperando un
poco más aliviados.
Ryan miró a Wendy con preocupación.
Desde que Raymond y Precious habían entrado
en la sala de operaciones, ella mantuvo la
misma postura con la cabeza hundida entre las
rodillas. Ya habían pasado más de tres horas y
seguía sentada de igual forma. Si no fuese
porque cada tanto se movía levemente, podría
pensarse que se había desmayado.
Reese también estaba muy preocupada por
Wendy, pues se veía demasiado mal.
El rostro estaba totalmente pálido y el sudor le
corría profusamente por la frente.
Cuando Reese agarró la mano de Wendy, esta
levantó la cabeza horrorizada con los ojos
abiertos de par en par. Todo su cuerpo
temblaba sin control alguno.
"No tengas miedo, ¿de acuerdo?", dijo Reese y
la abrazó con fuerza. "Solo quiero saber si
deseas tomar agua para traerte un vaso".
Aún nerviosa y asustada, Wendy negó con la
cabeza: "No, no tengo sed".
Apenas terminó de decir esto, volteó hacia la
puerta de la sala de operaciones.
Vio que la luz del quirófano se apagó, indicando
que la operación había culminado por fin.
De inmediato, una nueva fuerza entró en su
cuerpo como una electricidad que le recorrió
cada músculo y se puso de pie.
Capítulo 224 La telepatía
Wendy llevaba bastante tiempo sentada en la
misma posición y tenía las piernas adoloridas y
entumecidas.
Cuando se puso de pie de repente, estuvo a
punto de caerse al suelo.
Su hermana quiso ayudarla, extendiendo la
mano, pero una ráfaga de viento sopló por su
lado y se paralizó. Antes de que pudiera darse
cuenta de lo que había sucedido, Ryan ya
sostenía a Wendy con firmeza.
"Gracias", dijo esta.
Él frunció los labios y la miró sin decir nada.
Todos estaban cerca de la puerta nerviosos
esperando a que salieran los médicos.
El corazón de Wendy latía muy rápido.
Pasados dos minutos, la puerta del quirófano se
abrió finalmente, y el cirujano jefe salió.
Al verlo, se acercaron a él a toda prisa. Luke fue
el primero en preguntar: "Doctor, ¿cómo está?
¿Salió bien la operación?".
Cuando el cirujano se quitó la máscara, se veía
agotado.
Los otros no pudieron evitar mirarlo con
preocupación.
Al cabo de un rato, asintió y respondió con una
sonrisa: "Sí, la operación fue exitosa".
En ese momento Wendy se sintió aliviada.
Las lágrimas que había estado conteniendo,
corrían ahora por su rostro.
Ella entrelazó sus manos y dijo: "Gracias. Muchas
gracias, doctor".
"No hay de qué. Es nuestro trabajo".
Minutos más tarde, Raymond y Precious salieron
del quirófano, cada uno en su camilla.
Wendy hizo amago de acercarse a ellos, pero el
médico la detuvo.
"Acaban de salir de una operación. Están débil y
lo mejor es que no interactúen con nadie ahora
mismo. Sería arriesgado que enfermaran".
Al escucharlo, la mujer retrocedió rápidamente
y miró a su hijo desde la distancia. Estaba
tumbado en la cama con los ojos cerrados y la
cara pálida.
La enfermera siguió empujando la camilla hasta
que desapareció de su vista.
La madre del niño seguía preocupada, y tenía
el corazón encogido.
Cuando le diagnosticaron leucemia, ella se
puso a buscar información sobre la enfermedad
en Internet. Sabía que aunque el trasplante
tuviera éxito, necesitaría atención integral
después.
Tras la intervención, Raymond tuvo que ser
aislado como cumplimiento de la asepsia
quirúrgica. Permanecería en la sala de
aislamiento durante al menos veinte días antes
de poder ser trasladado a una habitación
normal.
La leucemia era como un tumor maligno.
Después de la operación existía el riesgo de que
el paciente sufriera una recaída en cualquier
momento. La peor complicación que podía
presentarse en un trasplante de médula ósea
era el rechazo. Necesitaba un gran número de
agentes inmunitarios para reducir la aparición
de las complicaciones.
Y lo más importante, el paciente necesitaba
tener una actitud optimista, un estilo de vida
saludable y una dieta balanceada. Si cumplía
con todo eso, se recuperaría por completo en
unos cinco años.
Lo que importaba ahora era que la operación
saliera bien.
Ese era el primer paso hacia la recuperación.
Precious estaba en la habitación.
Pero debido al efecto de la anestesia, seguía
inconsciente. La familia no podía visitar a
Raymond todavía, por lo que Wendy solo se
enteraba de cómo estaba por medio del
doctor.
"Me siento muy aliviado de que la operación
haya salido bien", comentó Roger tras un suspiro.
Luego se despidió de Ryan y Wendy. "Kane y yo
tenemos que volver a la empresa".
Aún tenían que prepararse para la conferencia
de prensa del día siguiente.
Entonces, se volvió hacia Wendy y le dijo:
"Wendy, la rueda de prensa comenzará a las
diez en punto. Vendré a recogerte".
'La rueda de prensa...'. Ella frunció los labios, y
una luz fría brilló en sus ojos.
"Está bien", respondió.
'¡Mañana!
La rueda de prensa será mi campo de batalla.
¿De verdad piensan esos cabrones que no
tengo ningún as en la manga para revertir esta
situación?'.
En ese momento, el Departamento de
Relaciones Públicas de Media Cosmo también
había comenzado a ocuparse de la crisis.
Randolph, el director del departamento, era un
hombre muy calificado. La vez que regañaron a
Wendy con desprecio, él encontró una salida
para ella.
Y esa salida fue Winnie Emilan.
Ella era una
celebridad cuya carrera se arruinó después de
que su madre la incriminara.
Randolph usó su caso. Contrató a algunos
reporteros para que escribieran artículos sobre
ella con el fin de desviar la atención del público.
Y funcionó.
En lugar de Wendy, era Winnie la que ocupaba
todos los titulares de la prensa. De hecho, no
tardó en convertirse en la comidilla de la
ciudad.
"Wendy, la segunda Winnie". "Los padres de
Wendy son como los de Winnie".
Esos eran los titulares.
Los periodistas condenaron a los padres de
Wendy. Si de verdad querían a su hija, ¿por qué
dañarían su reputación?
Las noticias desvelaron también que Rubén y
Cacia estuvieron apostando y perdieron sus
propiedades, y que a él lo encarcelaron.
Wendy actualizó su cuenta de Microblog,
escribiendo una simple frase.
"¡Nos vemos mañana en la rueda de prensa a
las diez de la mañana!".
Dado que lo que le sucedió fue exactamente lo
mismo que lo que le pasó a Winnie, los
seguidores de esta última la apoyaron.
"Wendy, estoy de tu lado. ¡No te doblegues ante
tus padres!".
"¡Odio a los trolls de Internet, son estúpidos e
irresponsables!".
"¡Qué carajo! Esperemos a que los
acontecimientos se reviertan".
La sección de comentarios no se llenaron de ira.
En lugar de eso, algunos cibernautas defendían
a Wendy.
Era como si hubieran puesto varios bloques de
hielo en una olla con agua hirviendo. La
temperatura de ebullición había bajado
lentamente.
¿Podría Wendy cambiar la situación?
Dependería del resultado de la rueda de prensa
de mañana.
Ya era por la tarde cuando Precious se
despertó.
"Mami...".
En cuanto abrió los ojos, Wendy fue la primera
persona a la que llamó.
Esta se acercó rápidamente a su cama, la tomó
de la mano y dijo: "Por fin te despiertas. ¿Cómo
te sientes? ¿Quieres un poco de agua?".
"Tengo hambre".
Mientras hablaba, la niña se frotó la barriga e
hizo un puchero.
"¿Qué te apetece comer? Te prepararé algo".
"Me da igual, me gusta todo lo que cocinas".
"Bueno... ¿Qué te parece unas gachas con
carne de cerdo picada y huevo centenario?".
"Vale".
Al ver que Precious se llevaba bien con Wendy,
Josie se puso celosa.
Al fin y al cabo, la niña se crio con ella.
Aunque, en realidad, nunca estuvieron muy
unidas.
No importaba cuánto adorara a Precious, la
pequeña quería más a su madre.
Luke se acercó a la cama y se inclinó. "Precious,
¿no vas a preguntar por Ray?".
"Seguro que está bien".
Su respuesta hizo que él enarcara las cejas. Los
demás también la miraron confundidos.
Ella se llevó las manos al pecho y sonrió. "Puedo
sentirlo".
"¿Qué?", exclamó Luke.
"Tú no lo entiendes. Ray y yo tenemos telepatía.
Hablamos ayer. Antes me enfermaba sin motivo
aparente, ¿verdad? Pues sucedía cada vez que
él no se sentía bien".
Los presentes se sorprendieron por la revelación
de Precious.
Luke abrió los ojos de par en par. "¿Tienen
telepatía? Cuando Ray se encontraba mal, ¿tú
también sentías lo mismo?".
Luego se volvió hacia Wendy y le preguntó:
"¿Ray se enfermaba así como así?".
Ella se quedó pensando.
¡Así es!
En el pasado, Ray se sentía mal a veces. Pero
cuando lo llevaba al hospital, los médicos no
sabían qué tenía. Ella pensaba que era un niño
débil por ser prematuro.
Al enterarse de esto, se quedó estupefacta.
Hacía dos días, de hecho, Ray tuvo fiebre alta.
Y Precious también.
'Escuché a gente decir que los gemelos tienen
telepatía, ¿será verdad?'.
Pensando en ello, la mujer se emocionó.
Acto seguido, tomó la mano de su hija y le
preguntó: "Precious, ¿cómo te sientes ahora?".
Con las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes, la
niña asintió vigorosamente con la cabeza.
"Me siento muy bien, no me duele nada. Así que
Ray también debe estar bien".
Capítulo 225 Recompensarlos por el resto
de su vida
Al escuchar a Precious, Wendy se sintió aliviada
de inmediato.
Se alegraba de que Raymond estuviera bien.
Su preocupación disminuyó, de hecho.
Entonces, tomó la mano de su hija y dijo: "Si te
encuentras mal, dímelo de inmediato, ¿de
acuerdo?".
La niña asintió con la cabeza enérgicamente.
"Volveré a casa para prepararte las gachas".
Ryan miró a Luke con una expresión fría.
Resignado, este se sentó en el borde de la
cama y sostuvo la carita redonda de Precious.
Ella hizo un puchero. "Tío, ¿te has lavado las
manos?".
El hombre se quedó boquiabierto.
'¿En serio?
¿Incluso a Precious le desagrado ahora?'.
Las venas azules se le marcaron en la frente.
"¡Precious!".
La niña sacó la lengua con picardía; se veía
muy linda.
El corazón de Luke se ablandó de inmediato.
"Precious, cuando estabas en el quirófano con
Ray, tu mami se puso muy nerviosa. Ahora que
por fin está tranquila al saber que la operación
salió bien, ¿de verdad vas a dejar que vaya a
prepararte comida?".
Sus palabras la hicieron sentir culpable. Ella tomó
la mano de Wendy y dijo: "Mami, no hace falta
que cocines para mí".
"No te preocupes, no estoy cansada", respondió
ella con una sonrisa.
"¿Por qué no pedimos comida? Ya que estamos
todos aquí, pediré más para celebrar el éxito de
la operación de Ray", sugirió Luke.
Precious levantó la mano en señal de acuerdo y
exclamó: "¡Está bien!".
Luke sacó su celular inmediatamente y llamó a
un restaurante para ordenar comida.
A Wendy no le apetecía comer con Josie, pero
accedió pensando en su hija.
Luke ordenó una gran variedad de platos.
En la habitación no había demasiado mobiliario,
así que se sentaron a comer alrededor de la
mesa de café.
Por suerte, Luke estaba allí. No dejó de hablar y
sacar conversación, haciendo que la atmósfera
fuera animada.
De repente, Anson tomó un trozo de cerdo
estofado con sus palillos y se lo sirvió a Wendy en
su cuenco.
Esta se quedó sin saber qué decir.
Incluso Ryan y Luke lo miraron sorprendidos.
Anson ya tenía setenta años y estaba un poco
delgado. Pero aún se mantenía erguido y tenía
una mirada aguda. Era un anciano muy
enérgico.
Al ver que Wendy lo estaba mirando, sonrió
amablemente y dijo: "Has perdido mucho peso.
Deberías comer más, que tienes que cuidar a
tus hijos".
"Gracias".
Ella bajó la mirada y siguió comiéndose el arroz,
pero no el trozo de cerdo.
Josie sujetó los palillos con fuerza.
'¿Qué se supone que está haciendo?
¿Cómo rechaza el amable gesto de Anson?
¡Qué maleducada!', pensó.
La mujer estaba a punto de perder los estribos
cuando su esposo le sirvió un camarón pelado y
le dijo: "Come".
Ella reprimió su ira.
Wendy, por su parte, pareció indiferente a la
interacción de los dos. Es más, fingió no haber
visto nada.
Después de comer, Precious no tardó en
quedarse dormida. No había dormido bien por
la noche.
Tan pronto como lo hizo, Josie y Anson se fueron
a casa.
Mientras limpiaba, Luke soltó un suspiro.
'¡Ay!
Parece que Wendy nos odia con todas sus
ganas'.
Mientras él salía a tirar la basura, ella sacó su
celular y se acercó a Ryan.
"¿Sí?".
Él estaba un poco aturdido.
Desde que Wendy descubrió que fue Josie
quien secuestró a Raymond, era la primera vez
que tomaba la iniciativa de hablar con él.
El hombre guardó la tableta en su regazo y le
preguntó: "¿Qué pasa?".
"Ya te he transferido el dinero", contestó ella.
Ryan frunció el ceño.
Luego sacó su celular y vio que, efectivamente,
le había transferido una suma de dinero a su
cuenta. Más de doscientos mil dólares.
"¿Para qué es es
to?".
"Has pagado los gastos médicos de Ray".
Wendy pidió prestado el dinero a Reese, pues
en ese momento no tenía mucho.
Afortunadamente, su hermana no se había
gastado el dinero de la venta de su casa.
"Sé que este es un hospital privado y que los
médicos que operaron a Ray son expertos con
autoridad. Tal vez doscientos mil dólares no sean
suficientes, pero es lo que tengo ahora mismo.
Cuando nos den la factura, pagaré el resto
poco a poco".
El rostro de Ryan se oscureció de inmediato, y
respiró hondo para reprimir la rabia. "Ray
también es mi hijo. No he cumplido con mis
deberes y responsabilidades como padre en los
últimos años. Ahora que sé la verdad, debería
ser yo quien asuma sus gastos médicos".
"Ray lo quiere así".
Las palabras de Wendy fueron como un balde
de agua fría para Ryan.
Su nuez se movía convulsivamente, y
permaneció un rato callado.
Luego preguntó con dificultad: "¿Que esto es lo
que quiere Ray?".
"Sí", asintió la mujer. "Anoche me dijo que no
quería deberte nada".
'¿Mi hijo pretende distanciarse de mí?', pensó él.
Una sonrisa amarga apareció en su rostro.
"Así que será mejor que aceptes el dinero".
Ryan se guardó el teléfono en el bolsillo.
"Tú...".
Wendy estaba a punto de decir algo más, pero
él la interrumpió: "¡No, no lo voy a aceptar!".
"Ryan...".
Entonces, él sacó el paquete de cigarrillos de su
bolsillo. Había fumado mucho los últimos días, y
ahora se le antojó fumarse un cigarro.
Entonces, se levantó del sofá y dijo: "Voy a salir
un rato".
"¡Ryan!".
Él se dirigió a la puerta, la abrió y se detuvo un
momento, pero no miró hacia atrás. "Wendy...".
"Sí".
"No importa lo que haga por ti y por Ray, no me
deben nada. Soy yo quien les debe mucho a los
dos".
Tras pronunciar esas palabras, frunció los labios y
salió.
Seguidamente, se fue a la salida de incendios y
se quedó de pie en la escalera.
Estaba permitido fumar en esa área, por lo que
se apoyó contra la pared, encendió un cigarrillo
y le dio una profunda calada.
Soltó el humo al cabo de un rato.
No sabía por qué, pero una sensación de
soledad se apoderó de él de repente.
Era cierto que les debía mucho a Wendy y
Raymond.
Tanto, que sentía que tenía que recompensarlos
por el resto de su vida.
"Ryan".
Alguien lo llamó por detrás.
Luke empujó la puerta de la salida de incendios
y se acercó a él. Al ver el cigarrillo encendido
entre sus dedos, suspiró profundamente.
No hacía falta decir que Ryan debió de ser
rechazado por Wendy.
"Ryan, ¿Wendy no está dispuesta a
perdonarte?".
Él no dijo nada.
Luke trató de consolarlo. "Es normal que no
acepte la verdad por ahora. No la presiones. Yo
diría que siente algo por ti todavía. Si no, se
habría vengado de ti".
"Sí".
"Ahora que la operación de Ray ha salido bien,
ya está tranquila. Dale algo de tiempo. Cuando
se calme, demuéstrale que tus intenciones son
sinceras. Estoy convencido de que te
perdonará".
Ryan seguía sin decir nada, pero su mirada se
oscureció. El cigarrillo seguía encendido.
Luke no sabía qué más decirle para hacerle
sentir mejor.
En realidad, también se sentía un poco
culpable.
Fue él quien drogó a Ryan.
Esta tragedia sucedió por su culpa.
"Luke...".
"¿Sí?".
"¿Está todo listo para la rueda de prensa de
mañana?".
Luke puso una expresión seria.
"No te preocupes, está todo preparado. Ten por
seguro que las cosas saldrán bien".
Ryan apagó el cigarrillo con las yemas de los
dedos. Su mirada era fría.
Juró que defendería a Wendy contra todo
pronóstico y les haría pagar a quienes la
intimidaran.
Capítulo 226 La conferencia de prensa
Al día siguiente, estaba previsto que la rueda de
prensa comenzara a las diez de la mañana.
A las nueve en punto, Roger se dirigió al hospital
para recoger a Wendy.
Cuando abrió la puerta de la habitación, se
quedó asombrado.
La chica estaba pálida y tenía ojeras. Además,
parecía como si hubiera perdido mucho peso.
Se veía demacrada como una persona sin
hogar.
La expresión de Roger cambió drásticamente a
una de preocupación. "¿Le pasa algo a Ray?".
El hombre pensó que esa era la única
explicación plausible de por qué se veía así.
Sin embargo, vio por el rabillo del ojo que Ryan
estaba aparentemente tranquilo.
'¡No puede ser!
Si el pequeño estuviera mal, ¿cómo podría estar
Ryan en calma? Me estoy perdiendo algo'.
"Es maquillaje", dijo la chica.
Él se quedó atónito. "¿Maquillaje?".
"¡Sí!", asintió ella enérgicamente. Al darse cuenta
de que Roger todavía sospechaba, desvió la
mirada. "Sí, es mi maquillaje. Si no me crees,
toca".
El hombre extendió inconscientemente la mano
para tocarle la cara.
Pero en el momento en que lo hizo, sintió una
mirada penetrante y se le erizaron los vellos del
cuello.
Cuando levantó la cabeza, vio que Ryan lo
miraba con los ojos entrecerrados, desafiándolo
a tocar a Wendy sin reflexionar sobre las
consecuencias.
Roger se sorprendió.
"¿Estás segura de que estás bien, Wendy?".
"Sí, lo estoy. Si no me crees, me quitaré el
maquillaje para que lo veas tú mismo".
"¿Por qué te has maquillado tanto?", preguntó él
después de suspirar aliviado.
"¡Quiero fingir estar débil! ¡Solo trato de que la
gente sienta compasión al verme! ¡Nada más!".
Aunque la conferencia de prensa aún no había
empezado, la sala ya estaba llena de
reporteros.
Debido a la gran publicidad y el alto índice de
audiencia de los acontecimientos recientes de
Wendy, los periodistas se agolparon en la sala
esperando algo de interés mediático. Habían
instalado las cámaras y estaban en sus
posiciones impacientes de que Wendy
apareciera.
Ella y Roger hicieron su majestuosa aparición en
el hotel exactamente a las nueve y cincuenta.
Los dos caminaron hacia el escenario de la sala,
escoltados por guardias de seguridad
contratados por Media Cosmo.
Al llegar, todas las cámaras se encendieron y
enfocaron a los dos. Unos minutos más tarde, los
reporteros se dispusieron a hacer preguntas.
"¡Wendy! ¿Has leído lo que se dice en Internet
sobre ti? ¿Qué opinas sobre el rumor de que
sedujiste al novio de tu hermana y te acostaste
con un stripper?".
"Tu padre dijo que eras rebelde desde niña, ¿lo
admites?".
"Sedujiste al novio de tu hermana y tuviste una
aventura de una noche con un stripper
masculino. ¡Debería darte vergüenza!".
La ira de Roger era evidente. Él entrecerró los
ojos hacia el reportero que hizo el último
comentario y le advirtió: "'¡Cuidado con lo que
dices! Estamos aquí para aclarar esos temas. Si
has venido para causar problemas, te pido que
te vayas. ¡No eres bienvenido!".
Incluso varios periodistas lo despreciaron
también al escuchar semejante falta de respeto.
"¿Es un reportero o alguien al que han enviado a
meter cizaña? ¿Cómo puede una persona tan
malhablada ser periodista?".
El corresponsal que se hizo estas preguntas
estaba claramente furioso. "¿Wendy te invitó
para que la defendieras?".
"La conferencia de prensa aún no ha
empezado, ¿por qué estás empeñado en
generar polémica? ¡Creo que tus intenciones no
son transparentes y que tienes un plan oculto!".
Al mismo tiempo, acechando en un rincón del
hotel, permanecían Rubén y Cacia escondidos.
Él estaba un poco nervioso. "Cacia, ¿qué tal si
nos vamos? Hay mucha gente. Si nos pillan...".
"¿De qué tienes miedo? Wendy está en clara
desventaja. Me gustaría ver cómo demuestra su
inocencia".
"Pero...". Rubén presentía algo.
"¡Tranquilo! Si alguien nos encuentra, podemos
decir que vinimos a persuadir a Wendy para que
regrese".
Después de pensar en esa idea, el hombre se
sintió aliviado.
¡Él también quería un relato de primera mano de
cómo se desacreditaría a Wendy!
A las diez en punto, Roger golpeó levemente el
micrófono para comprobar que funci
onaba bien, luego dijo: "Señoras y señores,
silencio, por favor. La conferencia de prensa
está a punto de comenzar".
Los presentes se callaron y esperaron ansiosos a
que Wendy hablara.
Frunciendo los labios, la chica sostuvo el
micrófono: "En primer lugar, me gustaría
agradecerles por tomarse el tiempo de asistir a
la rueda de prensa. El propósito es aclarar algo
muy puntual".
Los reporteros se quedaron estupefactos.
"¿Algo muy puntual? ¿A qué te refieres? ¿No
deberías aclarar varias cosas? Seducir al novio
de tu hermana, quedarte embarazada antes
del matrimonio, llevar una vida promiscua y
rechazar la persuasión de tus padres".
"¿No consideras que es de mala educación
interrumpir?", preguntó Wendy bruscamente,
entrecerrando los ojos.
"¡Si vuelve a pasar, les pediré a los de seguridad
que te saquen de aquí!".
"¡Tú...!". El reportero se enojó.
"Vine para dar una explicación porque respeto
al público. ¡Espero que puedan mostrarme algo
de respeto a mí!", expuso ella con elegancia y
sin prisa alguna.
El rostro del periodista se puso rojo de
vergüenza.
"En primer lugar, me gustaría contarles algo
sobre Oakley. No lo conozco de nada".
La multitud estalló en un alboroto.
Antes de que los reporteros pudieran hacer
preguntas, Wendy continuó: "Soy muy
afortunada de tener a Oakley aquí con
nosotros. Me gustaría confrontarlo en persona
para revelar la verdad".
Los corresponsales de prensa sintieron curiosidad
ante esa declaración.
Se miraron unos a otros, preguntándose con qué
saldría Wendy a continuación.
Esperaban que ella les contara todo, pero no
que les diera una sorpresa así.
A través de una entrada lateral, Oakley fue
escoltado por dos guardias de seguridad.
Comparado con la confianza y el buen humor
que mostró cuando expuso la noticia sobre
Wendy hacía unos días, ahora parecía abatido
y desamparado. Vestido con una simple camisa
de cuadros y unos jeans.
Se veía incómodo e inquieto con su calva,
mientras caminaba hacia el escenario con un
aluvión de cámaras enfocándolo.
Pensando en la bolsa de cabello de Oakley que
había recibido de Luke, la boca de Wendy se
torció.
Se distrajo un poco.
'Oakley... '.
Ella no esperaba que viniera. De camino al
hotel, Roger le dijo que Ryan había organizado
todo y que lo único que tenía que hacer era
seguir el proceso.
"Wendy...".
"¿Qué?".
La chica recuperó la compostura y miró a los
periodistas, quienes a su vez la miraban con
expectación. Se produjo un silencio en la sala.
Wendy se aclaró la garganta y luego señaló a
Oakley.
"Creo que todos lo conocen, ¿verdad?". Ella se
acercó a su lado. "Este es Oakley. ¡Estoy
convencida de que todos recuerdan la bomba
que soltó en el Octavia Show!".
Los reporteros asintieron unánimemente.
"Oakley, por favor, cuenta la verdad".
Roger le entregó un micrófono.
Él lo agarró con las manos temblorosas.
Entonces, tragó saliva y expuso: "El hecho es que
no conozco a Wendy. ¡La razón por la que hice
eso fue porque una mujer me ofreció una gran
suma de dinero! Me dijo que si lo hacía, me
daría cuatrocientos mil dólares. Yo solo obedecí
sus órdenes".
Un reportero preguntó: "¿Una mujer? ¿Quién?".
"¡Cacia Brown!".
La gente se quedó en silencio durante varios
segundos.
Después se formó un bullicio ensordecedor.
"¿Cacia? ¿Quién es? Me suena ese nombre".
"¡Maldita sea! ¡Cacia es la madrastra de
Wendy!".
"¿En serio? ¿Pero qué gana ella con divulgar las
noticias sobre Wendy?".
Acurrucada en un rincón, temblando de miedo
y rabia, Cacia miró a Oakley con odio.
"¡Qué idiota! ¡Cómo se atreve a traicionarme
después de aceptar el dinero!".
Rubén se puso un poco nervioso.
"Oakley nos traicionó. ¿Qué hacemos ahora?".
"¡Tranquilízate! Wendy tiene que presentar
pruebas sólidas que demuestren que
sobornamos a Oakley. ¡Nadie la creerá si no lo
hace!".
"¡Sí, tienes razón!".
Rubén suspiró aliviado y se centró en el
escenario de nuevo.
Capítulo 227 Tan obstinada
Entonces, el mismo periodista que acababa de
escupir tales palabrotas, no pudo evitar
preguntarle: "¿Quieres decir que Cacia te
sobornó?".
Oakley, nervioso, agarró el micrófono y,
lamiendo inconscientemente sus labios secos, lo
apretó con más fuerza:
"¡Sí, ella lo hizo! Esa mujer me manipuló, luego
me dio algo de dinero y dijo que mientras
hiciera todo lo que ella decía, me daría mucho
más. No hace mucho tiempo que me divorcié y
quedé arruinado, por eso no poseo ningún bien
a mi nombre. Así que no pude resistirme a la
tentación de su plan, así que lo acepté".
"¿Estás afirmando que fue ella quien te contrató
para difamar a Wendy en el programa?",
preguntó con ansiedad el reportero.
"Así es. Fue ella quien me dijo que el Octavia
Show tenía un índice de audiencia bastante alto
y que además era transmitido en vivo, por lo
que cualquier cosa que dijera allí, sería un
escándalo de inmediato".
"Entonces, según lo que dices, ya recibiste el
dinero, ¿no es cierto? Si es así, ¿por qué ahora
estás declarando en contra de Cacia? ¿Acaso
es por culpa del remordimiento o quieres limpiar
tu consciencia? ¿O será que Wendy te ofreció
un precio más alto?", le lanzó el periodista sin
vacilar.
La verdad, estas mismas interrogantes estaban
en la mente de todos los presentes en ese
momento.
Rápidamente, los demás reporteros apuntaron
sus cámaras directamente a Oakley, esperando
ansiosamente su respuesta.
"¡Desde un principio esa mujer me mintió
descaradamente! Cacia prometió pagarme
cuatrocientos mil dólares y me dio solo la mitad
de esa suma como un anticipo. Pero luego,
cuando terminé mi trabajo, ¡ella intentó
echarme después de ver que las cosas se
habían salido de control!".
Mientras hablaba, los ojos de Oakley estaban
rojos de ira. "¡Cacia rompió su palabra y no quiso
pagarme los doscientos mil dólares restantes!
¿Cómo podría dejarlo pasar así como así? Esa
mujer se negaba rotundamente, por eso fui a
reclamarle mi dinero, pero ella solo me
amenazó diciendo que si me atrevía a contar la
verdad, ¡asesinaría a mi hija!
¡Mi hija es lo único que tengo! ¡No he tenido paz
los últimos días! Temiendo que esa maldita mujer
la lastime. Entonces, después de pensarlo muy
bien, ¡decidí contar toda la verdad! ¡Fue la
única forma que encontré para asegurarme de
que mi hija estuviese a salvo!", dijo Oakley,
afligido.
Mientras tanto, Cacia, de pie en la esquina,
estaba tan llena de odio que le temblaban las
manos incontrolablemente.
"¡Ese maldito bastardo!
¡Qué tonterías dice!
Yo jamás lo he amenazado con hacerle daño a
su hija.
Es más, no le ofrecí eso que dice, solo fueron
doscientos mil dólares en total y ya le pagué.
¿Cómo puede afirmar que la cantidad era de
cuatrocientos mil?
¡Es una estupidez total!", gritaba la mujer llena
de rabia.
"¡Tranquila, Cacia! Esto es solo un invento de
Oakley. Estos periodistas no creerán tan
fácilmente esa historia", le susurró Rubén.
Al escucharlo, ella respiró profundo y asintió.
Tenía razón, además ella siempre tuvo cuidado
de no dejar ningún cabo suelto.
'No importa cuántas mentiras diga Oakley sobre
mí, nadie le creerá. Además, ni Wendy ni los
otros podrán hacer nada sin tener pruebas
sólidas contra mí', pensó Casia, resuelta.
Por su parte, los periodistas se sorprendieron
mucho por las declaraciones de Oakley.
A juzgar por lo que dijo, daba a entender que
Cacia solo quería arruinar a Wendy. Y que
además, tanto Rubén como Eris fueron sus
cómplices.
El mismo reportero continuó de forma incisiva:
"Oakley, ¿tienes alguna prueba de lo que dices?
¡Debes mostrarnos las pruebas de todo o nadie
te creerá!".
"¿Pruebas?", dijo el hombre, repitiendo aturdido.
Enseguida, el pánico comenzó a bloquear su
mente.
"Si no hay evidencias, no puedes acusar a Cacia
de esa manera. De hecho, ¡Ahora todo esto solo
nos hace sospechar de que fuera Wendy quien
te dio una alta suma de dinero por incriminar a
Cacia!".
Las palabras del reportero fueron totalmente
razonables.
Mientras escarbaba en su mente en busca de
cualquier rastro de evidencia que pudiera tener
sobre su acusación, un sudor frío brillaba en la
frente de Oakley.
Hasta ese momento, él no se había dado
cuenta de lo cautelosa que había sido Cacia
con su plan. Incluso le había pagado en
efectivo, para que no quedaran rastros.
Durante el tiempo que estuvo pensativo y sin
palabras, no pudo encontrar ni una sola
evidencia contra la mujer.
Los reporteros, molestos ya por tanto silencio, se
inquietaron inmediatamente.
De repente, los ojos de Oakley se iluminaron:
"¡Acabo de pensar en algo! Cacia me llamó
desde su propio teléfono. Puedo llamarla ahora
y demostrarles...".
Mientras hablaba, se interrumpió bruscamente
para sacar su teléfono dentro del bolsillo.
Enseguida marcó el número para demostrar que
él no estaba mintiendo en lo
absoluto.
Hubo un silencio sepulcral en el pasillo mientras
todos los periodistas aguardaban con gran
expectación a que alguien respondiera esa
llamada.
No obstante, ninguno de ellos estaba preparado
para lo que vendría a continuación:
¡Un repique sonoro y largo retumbó en todo el
lugar! El sonido del teléfono venía exactamente
de una de las esquinas del pasillo.
De inmediato, varias cabezas se giraron
simultáneamente hacia el lugar de donde
provenía el repique, y todos quedaron
estupefactos cuando vieron a Cacia y a Rubén
arrimados en el rincón.
Ella estaba tratando ansiosamente de apagar el
teléfono rápidamente.
Sin embargo, ya era demasiado tarde.
Uno de los periodistas los reconoció a ambos de
inmediato. "¿Son esos Cacia y Rubén?".
Oakley, al verlos a los dos, señaló a Cacia con
agitación.
"¡Mírenla, es ella! ¡Allí está esa mujer! ¡Fue ella
quien me pagó para que incriminara a Wendy!".
Los ojos de Cacia relampaguearon de ira.
Ansiaba enormemente ver cómo se arruinaría la
reputación de Wendy, pero jamás esperó que
las cosas cambiaran en su contra.
Seguidamente, y antes de que ella o Rubén
pudieran reaccionar, todos los periodistas se
acercaron y los bloquearon en un círculo.
"Rubén, Cacia, ¿qué están haciendo aquí?",
preguntó uno.
"¿Cacia, escuchaste la acusación del señor
Oakley?", dijo otro. "¿Tienes algo que decir al
respecto?", repitieron varios al unísono.
"Cacia, ¿de verdad fuiste tú quien le dio dinero
a Oakley para que difamara a Wendy? ¿Por
qué hiciste eso? ¿Acaso solo estabas fingiendo
ser una madrastra ejemplar y cariñosa todo este
tiempo?".
Uno tras otro, los reporteros le lanzaron
preguntas como dardos a Cacia, dejándola sin
palabras.
Por fortuna, tanto ella como Rubén tenían
bastante experiencia en esos asuntos y
reaccionaron rápidamente. Cacia, al ver que el
micrófono estaba frente a ellos,
inmediatamente y sin que nadie lo notara, se
pellizcó el muslo con fuerza, lo que provocó que
se le llenaran los ojos de lágrimas por el dolor.
Entonces, en lugar de responder las preguntas
de los periodistas, miró directamente a Wendy,
que estaba en el escenario, y le dijo con llanto:
"¡Wendy, hija! Tu padre y yo estábamos
preocupados por ti, por eso vinimos aquí.
¿Cómo puedes confundir el bien y el mal de
esta manera? Por favor, aún hay tiempo para
arreglar las cosas. ¡No cometas más errores, por
favor!", fingió la mujer dramáticamente.
Sus ojos aparentaban preocupación, como si
estuviera realmente angustiada por la chica.
"Cacia, ya que viniste hasta aquí, ¿puedes subir
al escenario para aclarar las cosas?", le dijo
Wendy.
Al escucharla, ella y Rubén se encontraron en
un dilema. Si no accedían, los reporteros
pensarían que sí tenían algo oculto y
definitivamente creerían todo lo que dijera la
joven.
Tan pronto como los dos subieron al escenario,
Oakley señaló a Cacia y gritó: "¡Es ella! ¡Esta
mujer fue quien me pidió que lo hiciera todo! No
tiene nada que ver conmigo".
Por su parte, Rubén tragó saliva con nerviosismo,
pero Cacia mantuvo la calma:
"¿Qué tonterías estás diciendo? Dime, ¿cuándo
te pedí que hicieras esas cosas?", le soltó ella,
amenazante.
"¡Claro que sí! ¡Obvio que fuiste tú! ¿Por qué
intentas ocultarlo? ¡Termina esta farsa!", le gritó
Oakley.
"¡Puros disparates! ¡Lo que creo es que estás
loco por el dinero!", le dijo Cacia con
brusquedad. Luego, la mujer se volvió para mirar
a Wendy con lágrimas falsas en los ojos. "Hija,
incluso si no quieres admitir lo que realmente
sucedió, no es correcto que quieras
incriminarnos a tu padre y a mí. Fuiste tú quien le
dio mi número de teléfono a este tipo, ¿verdad?
¿Es esta tu forma de intentar demostrar tu
inocencia?", le dijo a la chica.
Tan pronto como terminó su falso discurso,
estalló en lágrimas y se acercó para tomar la
mano de Wendy, pero ella la esquivó con
rechazo.
Al notar eso, Cacia comenzó a sollozar
dramáticamente.
"Wendy, sé que estás muy enojada conmigo y
con tu padre por hablar mal de ti frente a los
medios de comunicación, pero solo lo hicimos
por tu propio bien. Tú todavía eres muy joven.
Como te dije, aún estás a tiempo para cambiar
tu vida. Si pasas la página, podrás comenzar
una nueva y mejor vida", le dijo Cacia, fingiendo
preocupación.
En ese momento, en un automóvil de lujo frente
al hotel, Ryan y Luke estaban sentados en el
asiento trasero, sosteniendo un iPad en sus
manos.
Ambos estaban viendo la transmisión de la
conferencia de prensa en vivo. Al escuchar
todo lo que dijo Cacia, Luke perdió los estribos:
"¡Demonios! ¡Esta mujer es despreciable! ¿Cómo
puede mentir así tan descaradamente? ¡Es tan
malditamente obstinada!".
Mientras tanto, Ryan entrecerró los ojos y le dijo:
" Ya le informé a Roger para que lleve a cabo el
segundo paso".
Capítulo 228 Quedar embarazada
En la conferencia de prensa, todas las miradas
estaban puestas sobre Wendy.
Sin importar quien fuera, ellos simplemente no
podían creerle a Oakley o a Wendy con tan solo
escuchar sus palabras.
"Si no tuviera pruebas de lo que digo, ¿cómo me
atrevería a realizar una conferencia de prensa?",
la joven habló con firmeza y dijo exactamente lo
que Roger le había dicho que dijera. "El día
veinte de octubre estuve presente en el Octavia
Show y es necesario aclarar que unos días antes,
Oakley y Cacia se encontraron en un café.
Tengo en mi poder las imágenes de vigilancia
de su reunión".
En el momento en que Cacia escuchó esas
palabras, su rostro se ensombreció de
inmediato.
'¿Cómo es eso posible?
Estoy segura de que elegí un lugar sin cámaras
de vigilancia para encontrarme con Oakley ese
día.
¿Se me pasó alguna?
¡Ay Dios mío!'.
Mientras más pensaba en eso, más se
aceleraba su corazón.
Seguidamente, Roger sacó una USB de su bolsillo
y se la entregó a Wendy. Sosteniéndola
fuertemente en su mano, ella le habló a los
reporteros: "¡En este dispositivo, encontrarán las
imágenes de su reunión! Podrán ver con sus
propios ojos que se encontraron en un café al
norte de la ciudad".
Entonces, miró a Rubén y a Cacia y se burló:
"¿Crees que sería tan estúpida de dar una
conferencia de prensa solo porque tenía un
testigo? Cacia, ¡tu terquedad te va a matar!
Insistes en afirmar que no conoces a ese
hombre, por lo que, si no lo conoces y no está
relacionado contigo de ninguna manera, ¡la
razón por la que te reuniste con él en privado es
más que obvia! Y si aun así no eres capaz de
admitirlo, les mostraré el video y veremos cómo
les explicas todo".
Poniendo todo su cuerpo completamente
rígido, Cacia espetó: "¡Tonterías! No lo conozco
en absoluto y además, no me reuní con él al
norte de la ciudad".
"Entonces, ¿dónde?".
"Fue al sur de la ciudad". La pregunta tomó
desprevenida a Cacia y sin darse cuenta
respondió a la misma sin pensarlo.
Y cuando comprendió lo que había hecho, ya
era demasiado tarde.
En ese mismo instante todos los reportes soltaron
un grito de sorpresa.
Después de todo, no eran idiotas.
Aunque la dama no había terminado de hablar,
sus verdaderas intenciones ya habían expuestas.
Seguidamente, Wendy tomó la USB y se la arrojó
directo al rostro de su madrastra.
"¡Desvergonzada!".
"Tú...".
Cacia estaba exhorta en su ira que no pudo tan
siquiera completar una frase.
'¿Me ha jugado sucio?
¿Cómo se atreve?
Y lo peor es que... caí estúpidamente en su
trampa.
¡Maldita perra!
¡No dejaré que se salga con la suya!'.
Después de esto, la mujer gritó furiosamente:
"¡Wendy!".
A lo que la otra inclinando la barbilla con
prepotencia dijo: "¿Qué? ¿Ya no vas a seguir
con tu jueguito de buena madrastra?".
¡En ese instante, Cacia solo deseaba poder
abofetearla en la cara!
'¡Perra!'.
La ira se apoderaba cada vez más de ella
mientras apretaba los dientes para contenerse.
¡Esa maldita le había arruinado su impecable
plan!
Y mientras pensaba en todo eso, también
lamentó haber ido allá ese día.
"Wendy, Wendy".
Comenzó a gritar la mujer, pero antes de que
pudiera continuar, la joven levantó la mano y le
dio una fuerte bofetada.
"¡Ah!".
Cacia se llevó la mano a la mejilla y miró a
Wendy en estado de shock. Aunque Cacia se
moría de ganas por devolvérselo, algo se iluminó
dentro de ella y comprendió que no podía
mostrar su verdadera naturaleza en frente de
toda la prensa.
Sin más remedio, ella tuvo que soportar y
aguantar la agresión.
Por otro lado, desde que Wendy se había
enterado de que Cacia era quien había
matado a su madre, había deseado
desesperadamente abofetearla.
Era un sentimiento que había reprimido durante
cuatro largos años.
Y fue esa la mejor oportunidad para dejarse
llevar y liberarse.
Si bien su palma estaba ligeramente
entumecida por el dolor del golpe, se sentía
bastante feliz.
En cuanto a los reporteros, no hacía falta decir
que quedaron completamente atónitos por el
acto despiadado que acababan de presenciar.
"¡Oh Dios! Si Cacia fue la que instigó a Oakley,
¡realmente es una mujer desvergonzada!".
"Es más, la mujer les dijo a todos que trataba a
Wendy mejor que a su propia hija. ¡No es más
que una vil mentirosa!".
"Tampoco nos podemos olvidar de Rubén y Eris,
quienes también mintieron y calumniaron a
Wendy. El hombre es nada más ni nada menos
que su padre biológico y la chica es su
hermanastra. ¡Es una noticia impactante!".
"¡Tonterías! ¡Nada de lo que dice tiene sentido!",
gritó Cacia con desdén. La dama finalmente
dejó su papel de víctima a un lado y comenzó a
mostrarse cómo realmente era. "No se dejen
engañar por esta jovencita.
Puede que yo le haya pedido a Oakley que
expusiera sus secretos en el show, ¡pero lo que él
dijo sobre ella era verdad! Wendy siempre ha
sido una chica mala, tanto así que quedó
embarazada cuando tenía solamente
diecinueve años. ¡Esto no puede negarlo!".
Luego, Cacia sacó su teléfono a toda prisa y
agregó: "¡Tengo aquí las pruebas!".
Entonces, ella comenzó a deslizar locamente su
dedo por la pantalla hasta que encontró la
imagen del informe de la prueba de embarazo
de aquel entonces.
Pensando en que algún día le podría llegar a ser
útil, ella lo había guardado e incluso le había
tomado algunas fotos.
Solo que jamás se imaginó que el memento de
usarlo fuera tan pronto.
Seguidamente, la mujer mostró el informe en su
teléfono a todos los reporteros allí presentes
mientras no podía ocultar su cara de
satisfacción.
"Este es el informe del chequeo prenatal que
ella se hizo hace cuatro años, y este es el
resultado de la ecografía. Si se fijan bien, ella se
hizo la prueba en el People's Hospital. Y si esto
no es suficiente para que me crean, vayan
ustedes mismos y verifíquenlo en el hospital.
¡Estoy segura de que se acuerdan muy bien de
ella!".
Debido a esto, la atención se volvió a centrar
nuevamente en Wendy.
A medida que los presentes trataban de analizar
la situación de manera lógica, la simpatía en sus
ojos se fue desvaneciendo rápidamente.
Aunque habían visto pruebas de que la
madrastra le había pagado a Oakley para
dañar la reputación de aquella muchacha, lo
único que esto demostraba era que Cacia tenía
dos caras, sin embargo, esto tampoco podía
probar que Wendy fuera inocente.
En el instante en que Wendy notó la sorpresa en
los rostros de los periodistas, ella simplemente
permaneció allí de pie con su espalda
completamente erguida, sin embargo, la mano
con la que sostenía el micrófono le temblaba
levemente y su rostro pálido estaba
ensombrecido por la ira.
De cierta forma, ella se veía un poco
lamentable.
De repente, en medio del tenso silencio, los
reporteros reflexionaron sobre cómo debía
sentirse Wendy en ese momento.
No era gran cosa que su madrastra le hubiera
puesto las cosas difíciles, pero era impactante
que su propio padre y su hermanastra la
hubieran apuñalado por la espalda también.
Incluso si el comportamiento de esta chica fuera
cuestionable, exponer su pasado ante los
medios de comunicación fue algo realmente
desagradable para su propia familia. En ese
momento era evidente para todos lo
traicionada y aplastada que ella debía sentirse,
por lo que encontrar las palabras adecuadas no
era nada fácil.
A medida que se prolongaba el silencio, Roger
dio una suave palmadita en el hombro de
Wendy, indicándole que iniciara el segundo
paso.
No obstante, ella permaneció paralizada y no se
inmutó ante la indicación.
Repentinamente, ella apretó el micrófono con
fuerza y anunció: "Sí, es verdad. ¡Quedé
embarazada hace cuatro años!".
Nadie sin duda esperaba una revelación tan
directa y más en esa situación, por lo que todos
quedaron en shock.
Después de todo, ¿cómo podía ella admitir tal
cosa? Acaso, ¿no le importaba que su carrera
como actriz pudiera acabarse por completo?
Esa revelación podría salirle muy cara para su
futuro.
Por su parte, Roger también estaba bastante
sorprendido.
"¡Wendy!".
Eso no era en absoluto parte del plan.
Él sabía perfectamente que admitir que había
quedado embarazada hacía cuatro años
podría ser un golpe devastador para ella.
Mientras tanto, dentro del lujoso auto que
estaba afuera, Ryan sostuvo el iPad con tanta
fuerza que sus nudillos se pusieron blancos.
Y por su parte, Luke parecía como si sus ojos
fueran a explotar.
"¿Qué acaba de suceder? ¿Por qué ella dijo
eso? ¿Acaso no conoce las consecuencias que
tendrá que afrontar ahora? ¿Será que se volvió
loca?".
En cuanto Luke terminó de hablar, sintió que un
escalofrío le subía por la espalda.
Después, giró su cabeza para ver a Ryan
mirándole con molestia.
'¡Mierda!
¿Cómo pude olvidar el cariño que le tiene Ryan
a Wendy?
Después de tragar saliva, Luke rápidamente hizo
un gesto con la mano y dijo: "¡Solo estoy
bromeando! Sabes muy bien que Wendy es
bastante inteligente y de seguro todo es parte
de un plan".
Aunque dijo estas palabras en voz alta, sus
pensamientos internos fueron: '¿Cómo pudo
admitirlo públicamente?
En ese entonces, ella tenía tan solo diecinueve
años.
Ella era solo una niña que acababa de llegar a
la edad adulta.
¡No tengo la menor duda de que esto solo le
traerá consecuencias negativas!'.
Lanzó una mirada furtiva a Ryan y abrió la boca
para decir algo, pero reflexionando un poco, al
final decidió guardarse sus pensamientos para sí
mismo.
"Si tienes algo que decir, dilo", gruñó Ryan.
"Eh... hace cuatro años, Wendy solo tenía
diecinueve años, te imaginas si los medios se
enteran de que eres el padre de Ray, ¿qué
dirán?
¿Te acusarán de asaltacunas?".
Capítulo 229 El video
Ryan rompió el lápiz óptico que tenía en la
mano, entrecerró los ojos y miró a Luke con
enojo. "¿Qué, asaltacunas?".
Al escuchar su espeluznante voz, al otro se le
pusieron los pelos de punta.
De hecho, tuvo que reprimir el impulso de darse
una bofetada.
'¡Mierda!
¿Por qué soy tan idiota?
Debí haber mantenido la boca cerrada. ¿Por
qué lo dije en voz alta?'.
Mientras observaba como la mirada de Ryan se
volvía más sombría, empezó a sudar frío.
Desesperado por desviar la atención de su
hermano, señaló el iPad de repente y exclamó:
"¡Ryan, mira! Wendy ha dicho algo nuevo".
En la rueda de prensa
Ignorando las expresiones de asombro de los
reporteros, la chica expuso con calma: "Hace
cuatro años tuve una aventura de una noche el
día de la ceremonia de boda de mi prima Rosie
y me quedé embarazada".
Como era de esperar, los periodistas la atacaron
de inmediato:
"Wendy, ¿admites ser una persona promiscua?".
"Wendy, ¿de verdad pagaste a un hombre por
sexo?". "Wendy, ¿eras la tercera en discordia en
la relación de Eris y Brian?
Acláralo, por favor".
Ella frunció los labios. Aparentaba descontenta,
pero en el fondo estaba preparada
mentalmente para esas preguntas.
A pesar de que a Cacia aún le dolía la mejilla
por la bofetada de Wendy, sonrió para sí misma.
'¡Perra! ¿Crees que puedes resolverlo todo
admitiéndolo?
Vamos a ver cómo sales de esta'.
"Antes de hacerlo, me gustaría enseñarles algo",
comentó la chica.
Entonces, abrió su bolso y sacó una pila de
papeles y un USB.
Cacia desvió la mirada y soltó con desdén:
"Wendy, ¿crees que puedes volver a usar el
mismo truco conmigo?".
La chica se limitó a mirarla fríamente sin decir
nada.
Luego le entregó el USB a Roger, quien no dudó
en insertarlo en el portátil sin hacer pregunta
alguna. La computadora ya estaba conectada
a la pantalla que había detrás de ellos en el
escenario.
Inclinándose sobre el portátil, Wendy abrió una
carpeta y localizó un video, pero no lo reprodujo
de inmediato.
En lugar de eso, le entregó los papeles a Roger y
le dijo: "Roger, ayúdame a distribuir una copia a
cada reportero".
Tan pronto como el hombre echó un vistazo a la
primera hoja, sus ojos se iluminaron. Acto
seguido, se bajó del escenario y comenzó a
repartir las copias.
Un mal presentimiento se apoderó de Cacia.
Por eso, estiró el cuello para echar un vistazo.
Cuando vio el contenido, su rostro se puso
blanco.
"¿Qué ocurre?", preguntó Rubén con
preocupación, sosteniendo su mano.
Ella se la apretó con fuerza, como si estuviera
agarrándose a un salvavidas. Le costaba
respirar.
En cuanto a los periodistas, también se
quedaron atónitos.
Era información sobre Cacia y Rubén.
Antes de que los reporteros pudieran hacer
preguntas, Wendy comenzó a explicar:
"Con respecto a la información que tienen ante
sus ojos, la descubrí a través de un detective
privado después de regresar del extranjero. Se
trata de la relación entre Rubén y Cacia. Estoy
convencida de que todos conocen a Eris, ¿me
equivoco? Según dice, es hija de mi madrastra y
de otro hombre".
"¿Y no es así?", preguntó uno de los periodistas
con el ceño fruncido.
"¡Por supuesto que no!", contestó ella con una
sonrisa. "Es cierto que la madre de Eris es Cacia,
pero su padre biológico es Rubén, lo que la
convierte en mi media hermana. Ella es solo
medio año más joven que yo. Cuando fue
concebida, mi padre aún no se había
divorciado de mi madre".
Un ambiente de confusión envolvió la
habitación.
A juzgar por la impactante revelación de
Wendy, se entendía que cuando estaba en el
útero de su madre, Rubén ya estaba teniendo
una aventura con Cacia.
Y eso significaba que Eris, a quien el público
siempre había considerado como un ángel, ¡era
en realidad una hija ilegítima!
La noticia era una auténtica bomba.
Cuando Eris comenzó su carrera como actriz,
todos la trataban con suma delicadeza porque
se compadecían de ella, pues siempre
pregonaba a los cuatro vientos que su padre
había fallecido siendo niña.
Pero si lo que decía Wendy era cierto, ella había
estado mintiendo todo este tiempo.
Para Rubén, la mención de Eris fue la gota que
colmó el vaso.
Entonces, dio un paso al frente y extendió la
mano para arrebatarle el micro a Wendy.
"¡Cállate, perra! ¡Estamos hablando de ti ahora
m
ismo! ¿Por qué metes a Eris en esto? ¿Tan
desesperada estás por limpiar tu nombre?
¿Cómo te atreves a difamarla? ¡No puedo creer
que sea el padre de una mujer como tú! ¡Si
hubiera sabido que te convertirías en esta clase
de persona, te habría estrangulado al nacer!".
El hombre tuvo la intención de tocarla, pero
Roger lo detuvo.
"Si te acercas, te arrepentirás".
Esa determinación intimidaba a cualquiera y
hacía que nadie se atreviera a dirigirse a él. Y así
fue, Rubén se quedó petrificado.
Después de lanzarle a su padre una mirada de
desprecio, Wendy se volvió hacia los reporteros
y continuó: "Como pueden ver, Cacia era la
amante de mi padre".
"Bueno, pero… ¿qué tiene eso que ver con tu
embarazo?", preguntó un corresponsal de
prensa.
"Vean el video primero y luego se los contaré".
Al pronunciar esas palabras, la chica despertó la
curiosidad de todos.
Luego se inclinó sobre la computadora y abrió el
video al que hacía referencia.
Cuando comenzó a reproducirse en la pantalla,
todos vieron que era un video grabado en un
barco.
A juzgar por el ángulo, debió ser filmado a
escondidas, pero el contenido se veía con total
claridad.
El barco navegaba en el mar.
Varias personas vestidas como tripulantes
aparecieron en cubierta.
Al principio, todo parecía bastante normal, pero
al cabo de un rato, una mujer salió de la
cabina.
Cuando la cámara enfocó su rostro, se pudo
identificar claramente a Cacia.
Al verse en la pantalla, la mujer se puso blanca.
"Para... ¡Detén el video!".
Quería apagar la computadora.
"¡Seguridad! ¡Deténganla!", gritó Roger.
Kane había contratado a varios guardias de
seguridad en nombre de Media Cosmo para
proteger a Roger y Wendy. Tan pronto como el
hombre dio la orden, los guardias subieron al
escenario y agarraron a Cacia.
"¡Suéltenme! ¡Suéltenme!", gritó ella.
"¡Cállate!".
"Yo… Mmm…".
La mujer quiso decir algo, pero uno de los
guardias agarró un paño y se lo metió en la
boca.
"Mmm...".
Cacia no dejaba de maldecir, pero no se
escuchó nada.
"¡Wendy, basta!", gritó Rubén furioso. Esta, sin
embargo, apenas lo miró, y soltó con frialdad: "Si
quieres que los guardias de seguridad te
detengan a ti también, solo tienes que decirlo".
Tras escuchar eso, el hombre no tuvo más
remedio que cerrar la boca y apretar los
dientes.
El video continuó reproduciéndose.
Los reporteros observaban con atención como
Cacia se dirigía a los miembros de la tripulación,
pero el aullido del viento era tan fuerte que no
se escuchaba su voz.
Después de un rato la cámara comenzó a
grabar más de cerca.
Parecía que quienquiera que estuviera filmando
se acercó a ella.
Desde esa distancia, se podía escuchar
perfectamente la voz de la mujer.
"Tráela", dijo.
Tan pronto como pronunció esas palabras,
varios miembros de la tripulación entraron en la
cabina.
En menos de cinco minutos salieron con un
saco, que arrojaron a cubierta.
Parecía haber un ser vivo dentro, retorciéndose
desesperadamente.
Cacia se rio entre dientes, se puso en cuclillas y
desató la cuerda que amarraba el saco.
Una mujer se sentó, sacando la cabeza del
saco.
La ataron con cuerdas y la amordazaron. Su
cabello estaba despeinado y su aspecto era
lamentable, pero sus hermosos rasgos no podían
ocultarse.
Los reporteros se quedaron boquiabiertos.
"Espera... ¡Se parece a Wendy!".
"¡Sí! Se parecen mucho, ¿será su madre?".
"¡No, no puede ser! Parece demasiado joven".
"¡Fíjense! En el video, Cacia parece mucho más
joven que ahora. Y mira la ropa que lleva
puesta. Ese era el estilo de hace más de diez
años…".
Con las bocas abiertas de par en par, los
periodistas miraron a Wendy.
Los ojos de la chica se pusieron ligeramente
rojos y su voz temblaba mientras decía: "Este
video fue grabado hace diecisiete años. ¡La
mujer que está atada es mi madre!".
Los corresponsales continuaron viendo el video,
conteniendo la respiración.
Supuestamente, Cacia secuestró a la madre de
Wendy hacía diecisiete años.
¿Pero por qué lo hizo?
Capítulo 230 ¡Arrójenla al mar!
El video continuó reproduciéndose.
En este, Cacia se puso en cuclillas y le quitó el
pañuelo de la boca a Cassie con una mueca
de desprecio.
Cassie, que estaba atada, trató de liberarse.
Desafortunadamente, las cuerdas estaban
demasiado apretadas y fuertes.
"Cacia, ¿qué diablos piensas hacer?".
"¿Qué crees?".
Cacia pellizcó la barbilla de la mujer, la miró a
los ojos con frialdad y agregó: "Matarte, por
supuesto".
Cassie se quedó atónita.
Cuando finalmente recobró el sentido, volvió la
cabeza y vio que el barco se movía y navegaba
en las profundas aguas del mar.
De inmediato, su rostro se puso muy blanco.
Las gotas de sudor frío comenzaron a brotar de
su frente.
"¿Por qué?", Cassie negó con la cabeza y
continuó: "¿Por qué haces esto? ¡Eres la amante!
Admito que soy una esposa inútil, pues no fui
capaz de conservar mi matrimonio. ¡Rubén y tú
viven juntos ahora! ¿Por qué no me dejas ir?".
"¡Porque eres estúpida!", gritó Cacia.
"¿Qué? ¿Soy estúpida? ¡Dejé a mi marido en
cuanto descubrí que me estaba engañando!
De hecho, le dije que quería divorciarme para
que ustedes, desgraciados, pudieran casarse.
Sin embargo, por alguna razón, Rubén no estuvo
de acuerdo".
Cacia pellizcó la barbilla de Cassie con más
fuerza y le dijo: "Sé lo que pretendes. Has estado
recopilando pruebas de la infidelidad de Rubén.
Estoy segura de que planeas demandarlo por
tener una aventura y así obtener la mayoría de
sus propiedades. Es triste decirlo, ¡pero no lo
permitiré!".
"¿Propiedades? ¿Entonces haces todo esto por
tu propia codicia? Rubén no tenía nada antes
de casarnos. Lo que disfruta en este momento
proviene de la herencia que recibí de mis
padres. ¿Por qué no puedo tomarla? ¡Es mía!".
"Porque Eris y yo necesitamos el dinero". Cacia
acarició el rostro de Cassie con una sonrisa
sardónica y continuó: "¡Qué lástima! A pesar de
tu belleza, no lograste que tu esposo te fuera
fiel. No te preocupes. Después de que mueras,
él y yo nos haremos cargo de tus propiedades.
Gastaré tu dinero, dormiré con tu marido y
abusaré de tus hijas. ¡Suena divertido! El mero
hecho de pensar en lo que haré una vez que
desaparezcas, me emociona".
Cassie se estremeció completa al escuchar el
malvado plan de la mujer y exclamó: "¡Estás
demente!".
Mientras Cacia celebraba, Cassie la golpeó
repentinamente y la derribó en la cubierta.
"¡Si les pones un dedo encima a mis hijas, te
mataré!".
"¡Ah!".
Cacia sintió un dolor agudo en la mano debido
a un profundo rasguño que Cassie le hizo.
Cegada por la ira, se levantó y abofeteó a la
mujer en el rostro con todas sus fuerzas.
Era tan fuerte que Cassie cayó al suelo.
"¿Cómo te atreves a pegarme cuando estás a
punto de morir?", gritó Cacia.
Con la mejilla roja e hinchada y los ojos
resplandecientes de rabia, Cassie se sentó y
gritó: "¡Desgraciada! Matar es un crimen, así que
no te saldrás con la tuya tan fácilmente".
"¿De verdad?". Cacia se rio con desdén. "Todos
creerán que te deprimiste y te tiraste al mar. No
tiene nada que ver conmigo".
Al escuchar eso, Cassie se quedó estupefacta.
Ella guardó silencio por un momento.
Luego, como si no tuviera miedo, se rio entre
dientes, miró a Cacia con lástima y le preguntó:
"¿Rubén sabe lo que estás tramando?".
"Si él no lo supiera, ¿cómo habría logrado traerte
aquí?", Cacia respondió con una sonrisa.
Cassie cerró los ojos, ya que evidentemente
estaba más indefensa de lo que creía.
Cacia disfrutó verla desesperada, e incluso le
frotó sal en las heridas solo por diversión. "No te
preocupes. Cuidaré bien de tus hijas en tu
ausenc
ia".
Cuando dijo eso, sus ojos reflejaban malicia.
"¿Qué vas a hacer con mis hijas?", Cassie
preguntó con los dientes apretados.
"Puedes estar segura de que no las mataré
porque esas malditas son las hijas de Rubén,
después de todo. Sin embargo, el costo de vida
en la ciudad de Yoel es muy caro. Supongo que
tendré que hacer cambios. Cuando mueras,
enviaré a esas dos a su ciudad natal en el
campo. Su abuela aún vive allí, ¿no? ¡Perfecto!
¡Entonces vivirán con esa vieja bruja!".
A medida que Cacia hablaba, más feliz se
sentía. "Como sabes, la vida allí es muy difícil. ¡Sin
mencionar que vivir con una anciana que
podría morir en cualquier momento es un
verdadero fastidio! Me pregunto si podrán ir a la
escuela. Solo unas pocas niñas tienen la
oportunidad de estudiar. La mayoría se queda
en casa, trabaja en el campo y, cuando
crecen, terminan siendo amas de casa
ignorantes".
"¡Desgraciada! ¡Vas a arruinar la vida de mis
hijas! ¿Olvidaste que Rubén es su padre? ¡Él no
permitirá que las trates así!".
"¡Oh, pobre de ti! Olvidé decirte que ya hablé
de mi plan con él. ¿Puedes creerlo? ¡Estuvo de
acuerdo!".
El rostro de Cassie se puso pálido.
"¡No! Es imposible...".
"¿Por qué piensas eso? Pueden ser las hijas de
Rubén, pero Eris también lo es. Además, Reese y
Wendy no crecieron con él, por lo que no le
importan mucho. Con Eris es diferente, pues
creció con nosotros. ¡No tienes idea de cuánto
Rubén la mima! Él y yo ya llegamos a un
acuerdo. Tan pronto como nos hagamos cargo
de tus propiedades, enviaremos a Eris a una
escuela primaria exclusiva con tu dinero. De esa
manera no tendremos que gastar un solo
centavo del nuestro. Increíble, ¿verdad?".
"¡Son despreciables! ¡Debería darles vergüenza!".
Cassie se estremeció de ira y trató de levantarse,
pero dos hombres la sujetaron por los hombros y
la presionaron hacia abajo.
"¡Maldición! ¡Suéltenme!", ella rugió, con su rostro
contra la cubierta, completamente indefensa.
"Si te atreves a lastimar a mis hijas, te perseguiré.
¡Recuerda mis palabras!".
"Si ese es el caso, entonces es mejor que te
vayas al infierno ahora mismo".
Cacia les guiñó un ojo a los hombres, quienes
inmediatamente levantaron a Cassie y la
arrastraron hasta la popa.
"¡Te lo aseguro, serás castigada! ¡No te saldrás
con la tuya!", gritó la mujer mientras la
arrastraban.
No obstante, Cacia no lucía asustada y
simplemente se cubrió los oídos con molestia.
"¡Hace tanto ruido!".
Uno de los hombres recogió el pañuelo de la
cubierta y lo introdujo en la boca de Cassie.
Aunque ella continuó maldiciendo a Cacia, solo
se escuchaba un gemido.
En ese momento, uno de los hombres preguntó
con timidez: "¿De verdad la vamos a arrojar al
mar? Si la policía se entera...".
"¿Quieres arrepentirte ahora? Es demasiado
tarde. Si esa mujer regresa con vida, nosotros
seremos los perjudicados. Además, no podrás
conseguir el dinero. ¿Me escuchas?".
El hombre se calló al instante.
Con un bufido, Cacia se acercó a Cassie, que
estaba atada y amordazada, y le dio una
palmada en el hombro. "Adiós, Cassie", dijo con
una sonrisa.
Cassie gimió en protesta.
Cacia retiró la mano y ordenó: "Arrójenla al
mar".
Los hombres apretaron los dientes.
Justo como les ordenó, levantaron a la mujer y
la arrastraron hasta la barandilla.
La brisa salobre del mar les invadía la nariz.
El cabello largo y las mangas de Cassie
ondeaban a merced del viento.
En ese momento, ella sintió que llegaba a su fin,
así que miró hacia el cielo azul claro, pensó en
sus dos amadas hijas y una lágrima rodó por su
mejilla.
"¡Arrójenla ya!", gritó Cacia.
Capítulo 231 Yo soy la testigo
¡Plaf!
Los hombres de Cacia agarraron a Cassie y la
arrojaron al mar.
La cámara enfocó la escena, mostrando cómo
salpicaba el agua después.
Su cabeza salió a la superficie un par de veces
mientras luchaba por nadar, pero teniendo en
cuenta que tenía las manos y los pies atados, sus
esfuerzos fueron en vano.
Después de tragar agua varias veces
accidentalmente, se dio por vencida.
A medida que el barco se alejaba, la mujer se
veía cada vez más pequeña.
De repente, llegó una ola y la hizo desaparecer
por completo.
El video terminó abruptamente, y la sala se
quedó en silencio.
Pasó un segundo, dos…
Cinco segundos después, como una gota de
agua que cae en una sartén con aceite
caliente, comenzó el alboroto.
"¡Maldita sea! Llevo muchos años como
periodista, pero es la primera vez que tengo
ganas de maldecir a alguien".
"¡Cacia debería irse al infierno! Nunca he
conocido a una mujer tan desvergonzada. No
solo le robó el esposo a Cassie, sino que la mató
para conseguir sus propiedades. ¡Una amante
soberbia como ella merece una bofetada!".
"¡Era una asesina, pero pretendía dárselas de
buena madrastra! Su descaro no conoce
límites".
La gente estaba muy furiosa.
Todos maldecían, uno tras otro, especialmente
las reporteras.
Una amante era la peor enemiga de cualquier
mujer casada, y Cacia era la peor de todas.
Incluso después de hacer todo tipo de fechorías,
tuvo el descaro de actuar como si fuera
inocente y de engañar al público.
Al cabo de un rato, los ojos de los reporteros se
dirigieron a Wendy.
Ella estaba de lado con los ojos aún fijos en la
pantalla. Vestida con un pantalón y una blusa
negra, se veía serena y delicada. En ese
momento, su rostro estaba pálido y sus ojos
vidriosos. Era obvio que estaba tratando de
contener las lágrimas, porque se mordió el labio
inferior con fuerza.
Todos los que la observaban, tanto hombres
como mujeres, no pudieron evitar sentir lástima
por ella.
Había perdido a su madre cuando era solo una
niña.
Su padre biológico no se preocupaba por ella, y
su madrastra era una mujer despiadada.
Y ahora, delante de todos, vio el video de su
madre asesinada a sangre fría.
Después de lo que había sufrido en la vida, no
cabía duda de que debía albergar un profundo
dolor en su corazón.
Fuera del hotel, en el auto de lujo, reinaba un
silencio sepulcral.
Hasta Luke, que por lo general era hablador,
permanecía callado.
En cuanto a Ryan, apretó los puños mientras
miraba a Wendy, que estaba de pie de
espaldas a la cámara.
Incluso a través de la pantalla pudo ver que
fingía ser fuerte. Lo único que quería era
abrazarla, para así mostrarle su apoyo y
ayudarla a enfrentarse a las dificultades.
En la rueda de prensa, después de insultar a
Cacia, los reporteros llevaron los micrófonos
frente a Rubén.
"Rubén, ¿tienes algo que decir sobre el video?".
"No solo tuviste una aventura estando casado
con Cassie, sino que la asesinaste junto con tu
amante y te adueñaste de sus propiedades. ¡Lo
que hiciste no tiene nombre!".
"¿Cómo puede un cabrón como tú atreverse a
crear problemas otra vez?".
El rostro del hombre se puso pálido.
Nunca pensó que Wendy tuviera un video así en
su poder.
Entonces, tragó saliva nerviosamente y trató de
defenderse diciendo: "No… Este video debe ser
falso…".
Wendy le guiñó un ojo a uno de los guardias de
seguridad y él le quitó el trapo de la boca a
Cacia. En cuanto lo hizo, la mujer gritó, se liberó
de los guardias y corrió hacia la computadora
para sacar el USB.
Quería destruir la evidencia de su crimen.
"¡Adelante! Tengo muchas copias del video",
comentó su hijastra mientras se secaba las
lágrimas. Cuando se dio la vuelta para mirar al
público, ya había recuperado la compostura.
Había visto ese video varias veces antes, pero
cada vez que lo hacía sentía la misma angustia
que la primera vez.
Después de regresar del extranjero, se
concentró en investigar la verdad detrás de la
muerte de su madre. Contrató a un investigador
privado, pero dado que había pasado mucho
tiempo desde entonces, fue difícil encontrar
pruebas.
Fue hacía poco que Wendy obtuvo en sus
manos el video de uno de los hombres que
trabajaba para Cacia en aquel momento.
class='p_sj'>Él filmó en secreto, en caso de que
Cacia intentara matarlo para enterrar la
sangrienta verdad.
Cuando los resultados de la investigación
condujeron a Wendy a ese hombre, descubrió
que tenía una enfermedad incurable. Matar a
Cassie era lo único malo que había hecho, pero
eso le había dejado una sensación de malestar
para el resto de su vida.
Por eso, cuando Wendy lo encontró, le dio el
video sin dudarlo y le dijo que se entregaría.
A pesar de que el video había terminado, la
escena de su madre siendo arrojada sin piedad
al mar seguía pasando por su mente.
La chica cerró los ojos con fuerza para sacarse
la imagen de la cabeza.
'Mamá...
¿Cómo te sentiste cuando te arrojaron al mar de
esa forma?'.
Cuando la chica volvió a abrir los ojos, se llenó
de ira. Mirando con desprecio a su madrastra,
declaró: "Mataste a mi madre. ¿Qué vas a
decir?".
"¡No! Es un video editado. ¡Lo has manipulado
tú!". Cacia sintió de repente un sudor frío en la
frente. Nunca admitiría su crimen.
"El tribunal se encargará de decir eso. Ah, por
cierto, me olvidé de una cosa. ¡Llamé a la
policía antes de comenzar la rueda de prensa!".
"¿Qué? ¿La policía?", tartamudeó su madrastra.
Sus labios se pusieron blancos.
"Pues claro. Eres una asesina, ¿qué esperabas?
¡Ya lo hemos visto hoy!".
Cacia no dejaba de sacudir la cabeza con
fervor y gritar: "¡No! El video está manipulado. ¡Ni
siquiera tienes testigos! No digas tonterías…".
Al escuchar sus palabras, los reporteros
rechinaron los dientes con odio.
El video era muy claro.
No cabía duda de que Cacia había cometido
un asesinato. Frente a una evidencia tan
contundente, ¿cómo seguía negándolo?
¡Qué mujer más terca!
Sin embargo, después de entrar en pánico
durante varios segundos, Cacia volvió a sus
sentidos.
Sabía que no tenía escapatoria.
Pero si iba a morir, se llevaría a Wendy con ella.
Esa idea la hizo sentir más tranquila.
"¡Nada cambia el hecho de que te quedaras
embarazada a los diecinueve años! ¡Admítelo,
llevas una vida promiscua!", exclamó.
La chica la miró seriamente.
No esperaba que su madrastra no aceptara su
derrota.
Pero como Cacia estaba tan decidida a
llevársela consigo de una forma u otra, decidió
darle a probar de su propia medicina.
"Admito que me quedé embarazada, pero en
cuanto a lo de ser promiscua, no estoy de
acuerdo. Ya que no le temes a la humillación
pública, ¡no tengo problema en contarles la
verdad a los reporteros!", soltó Wendy con
desdén.
'¿La verdad?', se preguntaron los periodistas,
nuevamente confundidos.
No tenían ni idea de a qué se refería.
En esta rueda de prensa se revelaba una cosa
tras otra.
Mirándolos fijamente, la chica manifestó con
contundencia: "Hace cuatro años fui dama de
honor en la boda de Rosie y Kane. ¡La razón por
la que tuve una aventura con alguien esa
noche fue porque me drogaron!".
Sus palabras dejaron estupefactos a los
corresponsales de prensa, quienes no tardaron
en comentar.
"¿Que la drogaron?". "¿Qué?
¿Quién cometió ese acto tan despreciable?".
"Espera, … ¿es…?".
Atando cabos, todos miraron lentamente a
Cacia.
Su rostro se puso rojo de rabia. "¡Wendy, no me
eches la culpa! Te quedaste embarazada por tu
conducta inapropiada. ¿Cómo te atreves a
acusarme? ¿Tienes pruebas o testigos? ¡Si no,
puedo demandarte por calumnia!".
Wendy quiso pronunciarse, pero antes de
hacerlo, se escuchó una fuerte voz al fondo de
la sala:
"¿Quién dice que no hay testigos?".
Al escucharla, los reporteros se volvieron de
inmediato.
Una mujer de rostro amable y figura esbelta se
abría paso. Llevaba un jersey de cuello alto
blanco, un abrigo de piel negro, pantalones
negros ajustados y unas botas negras.
Su largo cabello caía sobre sus hombros y
llevaba un maquillaje ligero y delicado.
Se parecía a Cassie en el video que acababan
de ver.
"Es la hermana de Wendy. Reese, ¿verdad?",
preguntó uno de los periodistas.
Efectivamente, ella era.
La chica se subió al escenario y se paró junto a
su hermana.
"¡Yo soy la testigo!".
Capítulo 232 Eris es la amante
"Reese...".
"¡No tengas miedo! Tu hermana está aquí
contigo".
Llevaba allí un tiempo y también había visto el
video de la muerte de su madre. Sus ojos
estaban tan rojos e hinchados como los de
Wendy.
"Wendy, hoy lucharé a tu lado".
"Está bien".
Las dos se agarraron las manos con fuerza.
Luego, Reese le pidió a Roger un micrófono
para dirigirse a los reporteros. "Hola a todos. Mi
nombre es Reese y soy la hermana de Wendy".
"Reese, ¿acabas de decir que eres la testigo?
¿Hay algo que quieras sacar a la luz?".
"A Wendy la drogaron hace cuatro años. ¿Fue
Cacia quien lo hizo?". Los periodistas se
apresuraron a hacer sus preguntas.
"Escúchenme con atención, por favor", dijo la
chica con calma.
Los reporteros se callaron y esperaron con
expectación. "¡Vine hoy para demostrar la
inocencia de Wendy y revelar los verdaderos
colores de Rubén, Cacia y Eris!".
Todos se miraron conmocionados.
'¿Eris?
¿Qué tiene que ver ella en esto?'.
"¡Reese! ¡Cierra la boca ahora mismo!", gritó
Rubén, pero ya era tarde.
La chica levantó la barbilla desafiante: "¿Crees
que sigo siendo la misma chica ingenua que
hacía todo lo que decías, Rubén?".
Él sabía lo que estaba a punto de hacer. "Si nos
delatas, no saldrás a salvo. Esto también te
afectará a ti", la amenazó en voz baja.
La chica lo ignoró y miró al frente.
Los ojos del hombre se llenaron de rabia, pero
no podía hacer nada para detenerla.
"Para que todos se pongan en situación,
comenzaré desde el principio, desde el
momento en que falleció mi madre. Después de
su muerte, Rubén y Cacia tomaron posesión de
sus propiedades y nos enviaron a Wendy y a mí
al campo con nuestra abuela. Pasamos cinco
años allí, hasta que ella falleció. Pueden
contrastar lo que estoy diciendo en el campo.
Estoy segura de que nuestros antiguos vecinos y
otros aldeanos testificarán en mi nombre".
Reese respiró hondo antes de continuar: "Un
vecino informó a Rubén de la muerte de nuestra
abuela, pero él se desentendió. Nuestro vecino
lo amenazó con reunir a otras autoridades de la
aldea y demandarlo si no asumía sus
obligaciones como padre. Al final, no tuvo más
remedio que traernos de regreso a la ciudad de
Yoel.
¡Fue entonces cuando descubrimos que él y
Cacia habían derrochado todo el dinero de
nuestra madre! Lo perdieron todo en el casino.
Incluso arrestaron a Rubén. Tiene antecedentes
penales, eso también lo pueden verificar con la
policía".
"¡Eres una desagradecida! ¡Te dije que te
callaras!".
Esta vez, fue Wendy quien se dio la vuelta para
lanzarle una mirada fría. "¡Sujétenlo! Es él quien
tiene que callarse".
Dos hombres uniformados se acercaron a
Rubén, le pusieron las manos en la espalda y le
metieron un trapo en la boca.
"Mmm...".
Reese se tomó un momento para mirarlo antes
de tomar aire y proseguir. "Cuando mi hermana
y yo volvimos a la ciudad de Yoel, Rubén había
perdido su casa y solo tenía un pequeño
negocio. Me pidió que lo ayudara con las
finanzas y que hablara con los clientes. Dijo que
no podía permitirse el lujo de que Wendy y yo
estuviéramos en la escuela. Pero era una
excusa. De hecho, estaba tratando de
venderme a un hombre rico. En aquel entonces
yo solo tenía diecisiete años; estaba en la flor de
la vida, como dirían algunos. Al final encontró a
un divorciado de mediana edad, que ahora es
mi exmarido. No divulgaré su nombre, ya que
estamos divorciados y ya no tenemos ninguna
relación entre nosotros".
"¿Y qué pasó después?", preguntó un periodista
impaciente.
La chica tuvo que cerrar los ojos para detener la
ola de horribles recuerdos de sus once años de
matrimonio.
"¿Reese?".
"Lo siento, acabo de tener unos flashbacks
horribles".
Dicho eso, se aclaró la garganta. "Ese hombre,
mi ahora exesposo, se enamoró de mí y accedió
a casarse conmigo. Ofreció una casa en la
ciudad de Yoel como regalo de bodas. Nunca
estuve de acuerdo, pero a Rubén no le importó.
Me dijo que si no me casaba con él, le rompería
las manos y los pies a Wendy, le dejaría una
cicatriz en la cara y le cortaría la lengua.
También mandaba a mi hermana a las calles a
pedir dinero a los extraños que pasaban".
Los correspo
nsales soltaron un grito ahogado y comenzaron
a murmurar.
"¡Menudo bastardo! ¡Me encantaría darle una
paliza a ese tipo! ¿Y dice ser su padre?".
"Asesinó a su primera esposa para hacerse con
sus propiedades. No me sorprende que sea un
monstruo cos sus hijas biológicas".
"¡Ese cabrón merece un castigo!".
Los reporteros le lanzaban miradas asesinas a
Rubén y no dejaban de insultarlo.
"No tuve elección", dijo Reese con voz ronca.
Las lágrimas caían de sus ojos. "Tuve que
casarme con ese hombre".
"Reese", susurró su hermana.
La hermana mayor se sorbió la nariz y le dio una
palmada en el hombro. "No te preocupes. Lo
pasado, pasado está. Si hubiera sucedido de
nuevo, habría tomado la misma decisión para
protegerte".
Esta vez, era Wendy la que parecía a punto de
ponerse a llorar.
Algunas de las reporteras sollozaron,
conmovidas por el apoyo que se daban las
hermanas.
Reese se volvió hacia la prensa. "La casa en la
que actualmente residen Rubén y Cacia es la
que mi exmarido regaló a nuestra familia por la
boda. Pueden confirmarlo con la gestión
inmobiliaria a cargo de la zona".
Tanto Rubén como Cacia temblaban de rabia,
pero no podían hacer nada porque seguían
siendo retenidos por los guardias de seguridad.
'¡Reese!
¡Qué descaro el tuyo!
¡Cómo te atreves a contarle tu miserable
pasado a todo el mundo!'.
"Como no había cumplido la mayoría de edad,
mi exesposo decidió no celebrar la boda, pero
vivíamos juntos como marido y mujer. Desde
entonces, Rubén y Cacia volvieron a
despreocuparse de Wendy. Así que tuve que
tomar algo de dinero de los gastos de comida
para poder pagar la matrícula de su escuela. Mi
hermana es una chica buena y sensata.
Estudiaba mucho y su amor por mí era
incondicional. Sabiendo lo triste que era mi vida,
se aseguró de conseguir un trabajo a medio
tiempo durante sus vacaciones de invierno y
verano para echarme una mano
económicamente.
Y cuando estaba en tercer año de secundaria,
conoció a Brian".
Los reporteros se sorprendieron por segunda vez
en menos de una hora.
'¡Brian!'.
Esperaban ansiosos a que continuara la historia.
"Yo estuve allí, así que puedo dar fe y decir que
fue él quien la persiguió y le confesó su amor. ¡Mi
hermana solo tenía dieciséis años entonces! No
conozco los detalles de su romance. Lo único
que sé es que hace cuatro años, cuando
Wendy cumplió diecinueve, sucedió algo".
Los periodistas se inclinaron hacia adelante con
anticipación.
"Hace cuatro años nuestra prima Rosie se casó
con Kane. La ceremonia se celebró en una villa
de la montaña. Fue un gran acontecimiento.
Rosie siempre tuvo muy buena relación con Eris;
de hecho, fue su dama de honor. Sin embargo,
el día de la boda, Eris afirmó que no se
encontraba bien y le pidió a Wendy que
ocupara su puesto. Como parte de la comitiva,
mi hermana ayudó a repartir las bebidas para el
brindis. Y Eris se aprovechó para echarle droga
en su copa".
Se escuchó otro grito ahogado de los reporteros.
"¡Eris!".
"Entonces, ¿fue Eris quien drogó a Wendy?
¿No Cacia?".
"¡Ay, Dios mío!
Esto es una locura".
Uno de ellos levantó una mano y preguntó: "¿Y
por qué la drogó?".
"Porque estaba enamorada de Brian", respondió
Reese sin pestañear. "De hecho, se quiso meter
por medio cuando Brian y Wendy llevaban dos
años de relación".
¡Pum!
Los periodistas estaban horrorizados.
"¡Reese! ¿Quieres decir que tu hermana no
sedujo a Brian, sino que fue Eris?".
"¿Es Eris la tercera en discordia?".
"Reese, ¿estás segura de que no estás diciendo
estas cosas para defender a tu hermana?".
"Así es, ¿tienes alguna evidencia o testigo que
respalde tu afirmación sobre que Eris le puso
droga a Wendy en la bebida?".
Reese sabía que no la creerían si no presentaba
pruebas.
"¿Quieren pruebas? ¡Se las mostraré!". Entonces,
se volvió hacia Roger, que asintió con la cabeza
en silenciosa afirmación.
La chica ordenó: "¡Tráelo!".
Capítulo 233 El recibo
"¡Tráelo!".
Tan pronto como Reese dio la orden, los
reporteros miraron hacia atrás y vieron a dos
guardias de seguridad en la entrada con un
joven.
Este se subió al escenario bajo la atenta mirada
de todos.
Mientras tanto, Eris estaba viendo la rueda de
prensa en su apartamento.
Había estado en desventaja desde que
comenzó y más aún cuando las verdades
empezaron a salir a la luz.
Estaba petrificada.
Con una mirada despiadada, observó a las dos
hermanas en la televisión.
'¡Maldita sea!
¿Por qué no se van estas dos perras al infierno?
¿Por qué tienen que aparecer y arruinar mi
vida?', soltó con desprecio, mirando con desdén
al testigo al que había llamado Reese.
Pensaba que no lograría encontrar a alguien
que supiera la verdad sobre lo sucedido hacía
cuatro años. Eris creía que su plan era perfecto y
que nadie detectaría un solo fallo.
Sin embargo, cuando el joven se paró en el
escenario y levantó la cabeza, ella se quedó
estupefacta.
De repente, se levantó del sofá con
incredulidad.
Lo miró con los ojos abiertos de par en par y
sacudiendo la cabeza, incapaz de creer lo que
estaba pasando. "No... ¡Es imposible! ¿Cómo lo
encontraron?".
Eris sintió que su rostro palidecía.
'¡No!
No permitiré que expongas los hechos.
¡Que no se te pase ni por la cabeza!'.
Lo detendría a toda costa.
Entonces, corrió hacia la puerta y se cambió de
zapatos a toda prisa. "¡Ana! ¡Ana, trae las llaves
del auto y ven conmigo!".
Nadie respondió.
"Ana, ¿dónde estás? ¿Estás sorda?".
De nuevo, ninguna respuesta.
La chica estaba empezando a enfadarse, pues
le estaba haciendo perder el tiempo. "¡Maldita
perra, ven aquí ahora mismo! ¿Quieres quedarte
sin salario este mes?".
Aun con esa amenaza, nadie respondió.
Llegada a este punto, las venas se le marcaban
en la frente. Soltando un bufido, corrió a la
habitación donde se estaba quedando Ana,
pero no había rastro de ella.
Eris se enojó aún más.
'Esta estúpida debió escaparse otra vez para
visitar a su madre moribunda en el hospital.
¡Ahh!
La despediré en cuanto la vea'.
La actriz no podía perder un segundo más, tenía
que irse ya.
Entonces, tomó las llaves del auto y salió
corriendo del apartamento. Luego entró en el
ascensor y se dirigió al garaje subterráneo. Justo
cuando se subió al coche y estaba a punto de
encenderlo, sonó su celular.
'¡Maldita sea!
¿Y ahora quién es?'.
Su rostro cambió al mirar la pantalla, y respondió
de inmediato. Una voz furiosa se escuchó al otro
lado de la línea.
"Eris, ¿qué has hecho? La rueda de prensa de
Wendy ahora se ha convertido en tendencia.
¡Toda tu familia está involucrada! ¿Tienes idea
de lo malas que están las cosas?".
"Kate...".
Era Kate, su agente.
La actriz no pudo evitar rechinar los dientes.
Ella era la estrella más destacada de Media
REAL. Kate era su representante y se
beneficiaban mutuamente. Esta nunca le faltó
el respeto a Eris, y menos desde que se hizo
famosa.
'¿Qué carajo?
¿Acaso cree que he perdido mi poder?'.
"¡Kate, cuida tu actitud!".
"¿Qué tipo de actitud esperas de mí, eh? Eris, ¡lo
que está pasando no es ninguna tontería, es
serio! Tara está muy enfadada. Es más, me pidió
que te dijera que si no resuelves el problema
pronto, ¡te despedirán!".
Cuando terminó de hablar, colgó el teléfono.
El rostro de Eris se puso blanco.
Frustrada, golpeó
el volante y se escuchó el fuerte y ensordecedor
sonido del claxon.
'¡Maldita sea!
¡Qué ineptitud!
¿No debería la empresa resolver el asunto por
mí? ¿Por qué me piden que me ocupe yo?
¿Qué carajo tengo que hacer? Ahhh. ¡Qué
frustración más grande!'.
Tara era la actual CEO de Media REAL, y
exesposa de Wesley. Cuando salió a la luz su
aventura con Evie, se divorció de él y se adueñó
de sus propiedades.
Holgaba decir que ahora era la propietaria de
Media REAL.
Todos en la empresa le mostraban respeto.
Se divorció de su exmarido porque la engañó.
Por eso, cuando vio la conferencia de prensa
de Wendy demostrando que Eris era la amante,
entró en cólera.
Entonces, llamó a Kate de inmediato y le pidió
que notificara a Eris que debía solucionar el
problema.
Los ojos de la actriz transmitían ira y
resentimiento.
Sin más preámbulos, puso en marcha el auto y
pisó el acelerador.
Como una flecha, el Porsche salió del garaje y
se dirigió al hotel.
Mientras tanto, en la rueda de prensa, el joven,
que fue llevado al escenario por los guardias de
seguridad, levantó la cabeza y miró a las
cámaras. Estaba visiblemente nervioso, pero no
tardó en recobrar la compostura.
"Yo lo vi todo. Puedo demostrar que Eris drogó a
Wendy hace cuatro años".
"¡Mentira! Mi hija no te hizo nada. ¿Por qué la
responsabilizas de eso?", maldijo Cacia.
Luego señaló a las dos hermanas. "¿Te pagaron
para que arruinaras la reputación de Eris?".
"No", respondió él.
"Menudo...".
Justo cuando la mujer estaba a punto de decir
algo, los reporteros intervinieron. "Cacia, ¿ya
tienes miedo? ¿Por qué no le dejas hablar?".
"Joven, ¿qué puedes decir al respecto?
Cuéntanos".
El chico respiró hondo y tomó el micrófono. "Mi
nombre es Vernon Enhhoran. Fui compañero de
clase de Eris en la universidad y me especialicé
en medicina. Hace cuatro años estaba
enamorado de ella. Debo decir que su actitud
hacia mí era un tanto extraña. Ni me rechazó ni
me aceptó. En cierto sentido me dio esperanza,
pero no me permitió dar un paso adelante. Un
día vino a verme y me preguntó si podía
conseguirle afrodisíacos. Le pregunté para qué
eran y ella me respondió que se los había
pedido un amigo. Después me preguntó si
podía ayudarla a conseguirlos. Me hizo
prometer que no se lo diría a nadie.
A mí me gustaba mucho, así que no lo dudé.
Además, como era estudiante de medicina y
tenía forma de conseguir lo que me estaba
pidiendo, se lo di sin pensarlo dos veces. Para mi
decepción, cortó el contacto conmigo a los
pocos días de que se los entregara. La llamé y le
envié mensajes de texto en innumerables
ocasiones, pero nunca volví a saber de ella.
Meses después me enteré de que era la novia
de Brian".
Un silencio ensordecedor llenó la sala por un
momento. Los reporteros estaban perdidos, no
encontraban las palabras para describir a Eris.
'¡Es increíble!
Parece pura e inocente por fuera, pero en
realidad es malvada y maquinadora'.
"Vernon, ¿sospechas que la medicina que le
diste era la misma que usó para drogar a
Wendy?".
"No", respondió él brevemente.
Los periodistas lo miraron desconcertados.
"No lo sospecho, estoy cien por ciento seguro". El
joven sacó un trozo de papel de su bolsillo y
continuó: "Este es el recibo de cuando los
compré. Si preguntan por qué lo tengo, es
porque ella me gustaba tanto que quise
guardarlo como recuerdo. En ningún momento
pensé que me fuera a ser útil. La fecha que
aparece en el recibo es de dos días antes de la
boda de Rosie. El día de la boda fue cuando
drogaron a Wendy. ¿Coincidencia? Yo diría que
no".
Por supuesto que no.
Estaba todo atado, no había forma de que
fuera casualidad.
Solo entonces creyeron que Wendy era la
víctima y Eris la drogó.
Eris parecía una chica ingenua. Nadie esperaba
que detrás de esa apariencia angelical hubiera
una mujer tan calculadora.
Capítulo 234 Soy una madre
En ese instante, el recibo de la compra apareció
en la pantalla para que todos lo vieran.
Esa prueba demostraba que Eris había drogado
a Wendy.
"Vernon, mencionaste que eras un admirador de
Eris. Si ese es el caso, ¿por qué la estás
exponiendo así?", preguntó uno de los
reporteros.
"Porque no quiero que engañe a sus fanáticos,
sobre todo cuando muchas de ellas son chicas
jóvenes e ingenuas. Aparte de eso, no me
parece correcto idolatrar a una persona como
ella".
Esa respuesta silenció a los reporteros.
Luego, una vez que Vernon hizo su parte,
abandonó la escena con un escolta que
garantizara su seguridad.
Por su lado, a pesar de saber que existía una
prueba muy sólida, Cacia lo siguió negando.
"¡Eso es mentira! ¡Todo lo que este tipo dijo es
una absoluta estupidez!
¿Cómo te atreves a calumniar a mi hija? Lo
único que pretendes es arruinar su reputación y
meter en problemas a nuestra familia, ¿no es
así? ¡Oh, Wendy, eres muy cruel!".
Dicho esto, alzó la mano como para golpearla o
arañarle la cara.
Aun así, Wendy ni se inmutó, pues antes de que
Cacia pudiera tocarla, los guardias de
seguridad la agarraron.
"¡Compórtate!", exclamó uno de ellos.
"¡Suéltame!", gritó la mujer mientras luchaba por
liberarse.
"¡Si sigues con esta actitud, te llevaré a la
comisaría!".
Ante la amenaza, Cacia se detuvo de
inmediato.
Entonces, ahora que se había calmado, Reese
continuó.
"El día en que Wendy fue drogada perdió su
virginidad".
Allí, un periodista se puso de pie para decir: "Hay
algo que no cuadra. Si eso fuera verdad, ella
debió haber llamado a la policía en cuanto los
efectos de la droga desaparecieran, ¿o no? Es
más, aún si no los llamaba, al menos tenía que
armar un escándalo".
Sus colegas asintieron al escuchar esa razonable
conjetura.
Después de todo, cualquier otra chica habría
pedido ayuda apenas estuviera consciente de
que había sido ultrajada.
No obstante, la boda de Rosie transcurrió a la
perfección.
"Eso es lo que voy a aclarar a continuación",
contestó Reese.
Acto seguido, volteó a ver el pálido rostro de
Wendy, que le sonrió amargamente a su
hermana instándola a que lo dijera: "Adelante".
Lo que le había sucedido cuatro años atrás le
había dejado una profunda cicatriz en su
corazón.
Por lo tanto, mencionarlo era como volver a
abrir la herida.
Aun así, a veces la forma más efectiva de sanar
por completo era desmenuzar el asunto, incluso
si dolía.
"Antes del incidente, Eris y Brian ya habían
estado saliendo durante un año", reveló Reese,
mostrándoles algo. "Vean, esta es una cuenta
de Facebook que Eris ya no usa. Si se fijan bien,
notarán que hay muchas publicaciones sobre
Brian que hasta incluyen fotos íntimas de ambos,
todas publicadas por la propia Eris. Pueden
verificar la fecha y la hora de cada publicación
sin ningún problema y se darán cuenta de
cuándo empezaron a traicionar a Wendy.
Para no generar sospechas, Eris llamó a Brian
después de lo sucedido para pedirle que se
acostara en la cama junto a Wendy. De esa
manera, él sería la primera persona a la que ella
vería al despertarse. ¡Ojo, eso no es todo! Es
importante recalcar que Brian ayudó a Eris a
enterrar la verdad. Él mismo le dijo a mi hermana
que había sido el hombre con el que ella había
tenido sexo la noche anterior. Para aquel
momento ellos tenían tres años juntos. Era obvio
que Wendy lo amaba y confiaba en él, así que
no era necesario hacer un escándalo".
Los ojos de Reese se pusieron rojos tras revelar la
verdad.
"Unos meses después, Wendy se enteró de que
estaba embarazada. Ella decidió abandonar sus
estudios para concentrarse en su bebé mientras
que Brian encubría a Eris y fingía ser feliz. Él
incluso le prometió que se casarían una vez que
naciera su hijo. Para serles honesta, el hombre
hizo un gran trabajo durante el embarazo de mi
hermana. La llevaba al hospital cada vez que le
tocaba su chequeo prenatal y la atendía bien.
Se comportaba como un verdadero padre
responsable. De hecho, la situación continuaba
igual a los ocho meses de gestación".
En este punto, los reporteros estaban
completamente estupefactos.
"¡Ay, Dios mío! Nunca esperé que Brian fuera tan
malvado. Parecía ser un buen tipo", comentó
uno.
"Así es. Debió romper con Wendy si ya no la
amaba. No solo
estuvo saliendo con dos mujeres al mismo
tiempo, sino que también lastimó a una a
propósito para ayudar a la otra. Terminó
engañando a una pobre chica que solo lo
amaba con todo su corazón. Hasta vio crecer su
barriga. ¡Qué cruel!".
"¿Acaso no temía ser castigado por Dios
después de hacerle tanto mal a una mujer tan
inocente?".
"¡Vaya tipo!".
Uno a uno, los periodistas expresaron su disgusto
por Brian y Eris.
También se solidarizaron con Wendy.
Les era imposible no sentir pena por ella.
Definitivamente no merecía la miserable vida
que le había dado esa gente.
Luego, con lágrimas deslizándose por sus
mejillas, Reese prosiguió: "A los ocho meses de
embarazo le sucedió algo peor. Un día, Rubén
me dijo que Wendy apuñaló a Eris, quien fue
trasladada de urgencia al hospital tras sufrir una
herida grave. Como era de esperarse, Brian se
mantuvo a su lado hasta el final. En cuanto a
Wendy ... Bueno, Rubén y Cacia dijeron que
Brian la había pateado. En el ataque, el vientre
de mi hermana golpeó la esquina de una mesa,
dando como resultado que muriera
desangrada".
Reese se atragantó con las lágrimas al recordar
esos terribles acontecimientos. "Afirmaron que
Wendy estaba muerta, pero no les creí. Ella
estaba bien dos días antes de eso. ¿Cómo es
que de repente la declaraban muerta? Yo no
iba a aceptar esa versión a menos que viera su
cuerpo. Es más, exigí verla. Sin embargo, me
dijeron que ya había sido cremada. Incluso le
hicieron un funeral sin avisarme. A raíz de ello, la
policía canceló registrar la casa de Wendy. Si les
parece conveniente, pueden verificar esa
información en la comisaría".
Una vez más, todos los reporteros quedaron
estupefactos, al tiempo que miraban a Wendy.
De pronto, uno de ellos se puso de pie para
preguntarle a la protagonista de esa turbia
historia: "Wendy, ¿puedes contarnos lo que pasó
desde tu perspectiva?".
Ella se había mantenido en silencio todo el rato.
Lucía demacrada. Además, recientemente
había perdido peso debido al accidente de
Raymond, y su camisa y pantalones negros la
hacían ver aún más delgada.
Y aunque Reese sollozó varias veces mientras
hablaba, ella estaba tranquila, como si estuviera
escuchando la desgracia de otra persona.
Esa calma fue lo que provocó que la gente
sintiera más pena por ella.
"Bien, esta será la última vez que hable de eso",
respondió con serenidad.
Al escucharla, los reporteros dejaron de hablar
para brindarle toda su atención.
En la voz de Wendy no se oía ni una pizca de ira
o inquietud. En cambio, parecía que estaba
recordando el duro y miserable pasado ajeno.
"Para hacer el cuento corto, Eris se apuñaló a sí
misma para hacer que Brian terminara conmigo.
Ella no podía esperar a estar con él. Es por eso
que se apuñaló a sí misma y me echó la culpa.
Después de eso Brian me pateó el vientre en un
ataque de rabia, provocándome una
hemorragia severa. Por supuesto, Cacia
aprovechó la oportunidad para deshacerse de
mí. Realmente tuve suerte porque me arrojaron
al mar y la corriente me arrastró hasta la orilla.
Por fortuna, una persona me rescató y me llevó
al hospital. Luego de eso estuve en coma
durante dos semanas. Créanme cuando les
digo que fue un milagro que tanto mi bebé
como yo sobreviviéramos. Superado ese
episodio, cuando volví a casa me enteré de que
mi familia me había celebrado un funeral. Tenía
mucho miedo de que me mataran si me
quedaba en la ciudad de Yoel, así que me llevé
a mi hijo al Estados Unidos por un par de años.
Volví hace unos pocos meses".
Wendy hablaba con simpleza, pero todos
podían sentir la amargura en sus palabras.
Los periodistas no podían ni imaginar por lo que
había pasado esa mujer.
A fin de cuentas, ella solo tenía veinte años
cuando le tocó atravesar ese sufrimiento.
No tenían idea de cómo se las arregló para
sobrevivir sola.
"Por cierto, la amable persona que mencioné
antes me llevó al Perople's Hospital, y el médico
que atendió mi parto todavía trabaja allí. Si
tienen alguna duda, pueden preguntarle si mi
declaración es cierta o no". Con esto, hizo una
breve pausa que acompañó con una mueca.
"Decidí exponer la verdad porque quiero que el
público me ayude a obtener la justicia que
merezco. Pero eso no es todo... Tengo otra razón
importante".
"¿Cuál?", preguntó un periodista.
"¡Tengo un hijo al que amo con todo mi corazón
y no quiero que siga viviendo en las sombras! No
me gustaría que alguien pregunte quién es si nos
fotografían un día en la calle. ¡Soy una madre! Y
como tal, no quiero que mi bebé salga
lastimado".
Capítulo 235 Cuatro bofetadas
La rueda de prensa tuvo un éxito sin
precedentes.
A diferencia de lo que Rubén y Cacia habían
declarado antes, todo lo que dijo Wendy estaba
bien sustentado y con la evidencia necesaria
para probarlo. En retrospectiva, los periodistas se
dieron cuenta de que, en lo declarado por los
dos implicados, había ciertas inconsistencias y
falta de pruebas.
En vista de esto, ellos incluso sentían lástima por
la pobre Wendy, y esto supondría que el público
en general también lo percibiría así.
De esta manera, la joven demostró su inocencia
frente a todos.
Por su parte, Cacia y Rubén seguían luchando
contra los guardias de seguridad, quienes los
tenían retenidos.
Enseguida, la misma Wendy les hizo un gesto a
los hombres para que los soltaran.
Tan pronto como Cacia fue liberada, solo había
un pensamiento en su mente:
'¡Estamos acabados!'.
Y no solo ella, también Rubén estaba en
problemas.
Incluso Eris, que era su cómplice. Después de la
conferencia de prensa de ese día, Eris sería
considerada una mujer desvergonzada y sin
escrúpulos que sedujo al novio de su propia
hermana y la lastimó sin consideración. Esa
imagen de chica amable e inocente que
simulaba mostrar, se haría añicos por completo.
Y en cuanto a su carrera, ahora estaba en
peligro de derrumbarse.
Entretanto, mientras miraba a Wendy con
impotencia, la malicia inundó los ojos de Cacia:
'¡Todo es culpa suya!', pensó con odio.
Su presión arterial aumentó, las venas de su
frente se marcaban con fuerza y se volvió como
una bestia enfurecida.
Seguidamente, con un gran rugido, cargó todo
su odio contra su hijastra.
Para ella, Wendy era la que había destruido a su
familia.
Por tanto, ¡jamás la dejaría ir así como así!
Repentinamente; Cacia, exaltada, extendió su
mano para arañar la cara de la chica con sus
largas uñas.
Pensó que mientras pudiera dejarle la cara
desfigurada, la joven ya no podría ser actriz
nunca más.
"¡Cuidado, Wendy!", gritaron los guardias de
seguridad para protegerla.
Cacia se movió tan rápido que no pudieron
detenerla.
Sin embargo, cuando su mano estaba a pocos
centímetros de la cara de Wendy, esta última le
agarró la muñeca con fuerza.
Los ojos de la mujer parecían brasas al rojo vivo,
mientras gritaba llena de ira: "¡Suéltame, Wendy,
suéltame! ¡Pequeña maldita! ¡Eres tan perra
como tu mamá! Si hubiera sabido antes que me
causarías tantos problemas, te habría matado
personalmente a ti y a tu hermana, después de
asesinar a tu estúpida madre".
¡Zas!
Antes de que Cacia pudiera terminar sus
palabras, Wendy le dio una fuerte bofetada en
la cara.
La mujer soltó un chillido de dolor y dio dos
pasos hacia atrás tambaleándose.
"Esta bofetada es por mi madre. No permito que
manches su nombre. Ella era una persona noble
y gentil que jamás le haría daño ni a una mosca.
Pero por tu culpa cayó en una fuerte depresión
y luego ¡la asesinaste!", gritó Wendy sollozando.
"¡Tu madre merecía morir!".
¡Zas!
Otra fuerte bofetada aterrizó sobre la mejilla de
Cacia.
Esta vez, Wendy impuso tanta fuerza que incluso
su palma estaba ligeramente entumecida.
"¡Maldita perra!", gritó Cacia encolerizada.
Ignorándola, la chica se acercó a ella paso a
paso con una mirada gélida. "¡Esta otra va por
Reese! ¡Y por los once años más importantes de
su vida que le arruinaste! Para ella no fue fácil
divorciarse y escapar de su amarga vida
matrimonial ¡Y aun así quieres robarle su dinero y
obligarla a casarse con otro hombre!".
"¡Te voy a matar, maldita Wendy!".
Al ver que Cacia iba nuevamente a arremeter
contra ella, no la esquivó sino que extendió su
mano una vez más.
¡Zas! Se escuchó otra vez con fuerza.
Con esta tercera bofetada, la cara de Cacia ya
estaba roja e hinchada.
Incluso su cabello estaba alborotado y una
mirada perturbada apareció en sus ojos.
Realmente, parecía una desquiciada.
"¡Esta bofetada fue por mí! Cuando regresé a la
ciudad de Yoel, me ocupé de mis propios
asuntos, pero aun así no me dejaste ir. Lo único
que te interesaba era la riqueza familiar de
Brian, por eso trataste por todos los medios de
hacerme las cosas difíciles y hasta quisiste
matarme".
"¡Maldita seas, Wendy! Deberías...".
¡Zas!
Esta nueva bofetada dejó a Wendy con un
escozor de dolor en la mano, mientras que
Cacia caía al suelo, incapaz de levantarse.
Su cabeza estaba aturdida y la comisura de sus
labios estaba herida. De repente, el olor a
sangre salió de su boca.
"¡Esta bofetada es por mi hijo! Intentaste matarlo
aun cuando ni siquiera había nacido. ¡Cuando
di a luz casi muere por tu culpa!", le gritó Wendy
con rabia.
En ese momento, no importaba lo furiosa que
estuviera Cacia, después de la cuarta bofetada
se encontraba demasiado débil para
levantarse.
Mientras tanto, todos los reporteros se quedaron
atónitos y en silencio presenciando la escena.
Jamás se habrían imaginado que Wendy,
aparentemente frágil, pudiera ser lo
suficientemente agresiva como para golpear a
su madrastra cuatro veces seguidas; y, nada
más y nada menos, que en una conferencia de
prensa.
_sj'>Ese día, Wendy estaba vestida de negro de
la cabeza a los pies, y cuando se dio la vuelta
para ver a los periodistas, su mirada era
penetrante y poseía un aura sorprendente.
Solo entonces, los reporteros pudieron recobrar
el sentido.
Sin embargo, no hicieron ningún escándalo.
De hecho, la escena los llenó de gran
satisfacción y entusiasmo.
Una mujer tan malvada y cruel como Cacia
merecía más de una bofetada así.
Seguidamente, el salón quedó en silencio y
nadie intervino para detener o increpar a
Wendy.
Pasados unos minutos, la mujer, que seguía
tendida en el suelo, gimió de dolor.
"¡Cacia...!".
Fue solo después de escucharla quejarse, que
Rubén recobró el sentido y corrió
frenéticamente hacia ella. "Cacia, cariño, ¿estás
bien?", le preguntó, y luego la ayudó a
levantarse. Al ver que la mejilla de su mujer
estaba muy hinchada, tanto que ni siquiera
podía hablar, se puso furioso y gritó: "¡Eres un
perra, Wendy! ¿Por qué me tocó una hija tan
mala y desagradecida como tú?".
Sin embargo, la chica ni siquiera pareció
escucharlo.
Fue como si después de abofetear a Cacia
cuatro veces, hubiera perdido todas sus fuerzas.
De repente, su cuerpo se tambaleó como si
estuviera a punto de caer.
Rápidamente, Reese extendió sus manos y
abrazó a su hermana para protegerla.
"Wendy, ¿estás bien?", le preguntó, angustiada.
"Tranquila, estoy bien...", respondió débilmente.
Reese, aún preocupada, dejó que Wendy se
apoyara en su hombro y le dijo: "Será mejor que
descanses y dejes de hablar".
"Está bien", le dijo sin más.
Por lo visto, la rueda de prensa había ido mejor
de lo esperado, pero ahora era el momento de
ponerle fin.
Todos los periodistas estaban a punto de irse
cuando una persona entró corriendo a la sala.
Para su sorpresa, era otra de las protagonistas
del escándalo de ese día: Eris, en persona.
Ella se había apresurado en llegar a ese lugar, y
por la prisa, se había olvidado de usar gafas de
sol o alguna máscara. Obviamente, los
reporteros la reconocieron al instante.
"¡Eris! ¡Es Eris en persona! ¡Está aquí!", gritó uno de
ellos.
'¿Qué demonios sucede?
¿De verdad Eris está aquí?', pensó otro.
El enjambre de periodistas se dio la vuelta y la
vio vestida de blanco puro como siempre.
Ese día, vestía una blusa blanca y una falda del
mismo color hasta la rodilla, tenía también un
abrigo del color del pelo de camello. Su largo,
liso y sedoso cabello negro le caía sobre sus
hombros. Realmente se veía hermosa y cándida
como de costumbre.
Sin embargo, después de todo lo que habían
visto y escuchado hacía unos instantes, los
periodistas ya no podían mirarla con los mismos
ojos.
Ahora todos estaban llenos de dudas.
Honestamente, no estaban seguros de qué
clase de persona era Eris en realidad.
Se mostraban tan escépticos, que les tomó
varios minutos para reaccionar.
Era sabido por todos que la joven era una actriz
muy reconocida y que la influencia que tenía en
los medios de comunicación era mucho mayor
que la de Wendy.
De hecho, gracias a los escándalos expuestos
por Wendy ese día, estaba garantizado que el
nombre de Eris se convertiría en un tema en
tendencia durante mucho tiempo.
Y ahora, ella estaba allí, frente a todos como un
inocente cordero directo al matadero.
¿Cómo podrían los reporteros dejar pasar una
oportunidad tan buena como esa para
entrevistarla?
Después de intercambiar miradas entre ellos,
corrieron enseguida hacia la joven, como si
tuvieran miedo de que huyera despavorida de
la escena.
"Eris, ¿has venido aquí para defenderte?".
"¿Eras tú la amante, por eso tú misma
calumniaste a tu hermana? ¿Cómo pudiste ser
tan descarada?".
"¿No sentiste culpa por demostrar tu amor con
Brian en público?". "¡Así es!
La prueba es irrefutable. ¿Tienes algo que decir
en tu defensa".
La chica se encontró bombardeada
despiadadamente por las preguntas de todos
los reporteros.
Y a medida que pasaban los segundos, las
preguntas se volvían cada vez más afiladas.
Desde el comienzo de su carrera, ella se había
desempeñado siempre como actriz principal.
Después de su exitoso debut, su carrera había
ascendido al primer lugar. Hasta ahora, los
medios siempre habían sido educados y
amables al entrevistarla. Ella jamás se había
enfrentado a preguntas tan groseras como las
de ese momento.
Y lo peor, era que estaba allí sola, sin su
representante ni su asistente.
Era como un ciervo acorralado y sin ningún
lugar dónde esconderse.
Debido a la presión, repentinamente, se le
llenaron los ojos de lágrimas.
Luego, ella miró directamente a las cámaras,
llorando amargamente.
"Eris, ¿te sientes atacada?", preguntó un
periodista tentativamente.
La chica levantó la cabeza de repente, pero en
lugar de mirar al reportero, vio a Wendy y lloró
aún más fuerte, como si la estuvieran acosando.
"¡Wendy! Sé que odias a mamá y a papá
porque te trataron mal, pero ¿y yo? Yo siempre
he sido muy amable contigo. ¿Por qué me
incriminaste de esa manera?", preguntó
finalmente.
Capítulo 236 El engaño
Wendy se quedó quieta, observando fríamente
a Eris, que fingía estar agraviada al decir:
"Wendy... ¡Soy tu hermana!".
En cuanto los reporteros escucharon esas
palabras, inmediatamente comenzaron a
hacerle preguntas a Eris.
"¿Qué? Eris, ¿así que ya sabías que Rubén es tu
padre biológico? Entonces, ¿por qué has fingido
ser tan desdichada? ¿No has dicho siempre a
todo el mundo que perdiste a tu padre a una
edad temprana?".
La joven se mordió el labio, y asintió: "No sabía la
verdad hasta hace poco...".
"Eris, ¿crees que somos tontos? ¿Has descubierto
que Rubén es tu padre biológico hace poco?
¿Te parecen creíbles esas palabras?".
"Yo...".
Al darse cuenta de que los periodistas no le
creerían tan fácilmente, Eris se puso pálida.
"Es cierto. Ella se enteró hace poco", intervino
Rubén, al tiempo que ayudaba a Cacia a
ponerse de pie. "Yo todavía estaba casado con
Cassie cuando nació Eris, y para ocultar la
verdad, le dijimos a todo el mundo que ella era
hija de Cacia y de otro hombre. Incluso a la
misma Eris se lo ocultamos".
Al escucharlo, los periodistas se burlaron con
incredulidad.
No obstante, cualquiera que fuera la verdad,
nadie podría negar que Rubén era un gran
padre para Eris.
Aunque Wendy, Reese y ella eran todas sus hijas,
mientras trataba a las dos primeras de forma
despiadada, cuidaba mucho de Eris.
Obviamente, había gastado mucho dinero en
su crianza, e incluso se había encargado de
proteger muy bien su reputación hasta ese
momento.
Aun con eso, un padre como él era realmente
repugnante.
Y era inevitable que todos los periodistas lo
miraran con disgusto;
pero a Rubén no le importaban en absoluto sus
miradas.
A fin de cuentas, él y Cacia sabían que ya
estaban condenados;
sin embargo, Eris era su hija, a la que habían
consentido desde que era una niña.
Ella todavía tenía una larga vida por delante, así
que no querían involucrarla en el asunto.
Pensando en eso, Rubén y Cacia se miraron con
ojos firmes.
"Sí, nosotros dos lo hicimos todo solos", continuó
el hombre con aspereza. "Eris no sabe nada. No
hagan daño a los inocentes".
Cuando la chica los escuchó, sus ojos se
entrecerraron ligeramente.
Para ese momento, mucha gente había visto el
vídeo en el que Cacia mataba a Cassie, y era
obvio que Rubén también estaba involucrado;
por lo que los dos no podrían escapar de la ley,
ni del juicio público.
No obstante, Eris sabía que su situación era
diferente, pues todavía era joven, y tenía un
futuro brillante por vivir. Simplemente no podía
hundirse con ellos.
Y pensando en eso, decidida, se mordió la
punta de la lengua con fuerza, haciendo que
las lágrimas brotaran al instante de sus ojos.
"Wendy, lo sé... Como papá siempre me trató
mejor que a ti, yo nunca te agradé; pero aun
así, no deberías desquitarte conmigo de esta
manera. Incluso afirmaste que seduje a tu
novio... Dime, ¿acaso intentas destruirme?".
Vestida con ropa blanca, Eris parecía tan
inocente. Además, las lágrimas que caían por
sus mejillas realzaban su aspecto, haciendo que
la gente se compadeciera de ella.
En cuanto a los periodistas, miraron a Wendy, y
luego a Eris, sin saber a quién creer.
"Eris, ¿qué pasa con la cuenta de Facebook que
te pertenece? Había fotos íntimas de ti y Brian
que fueron publicadas mientras él y Wendy
todavía estaban juntos. ¿Cómo explicas eso?",
preguntó un periodista con dureza.
Otro resopló y dijo: "La evidencia es irrefutable.
No puedes negar eso".
"Eris, solo admítelo".
Cuando la joven escuchó esas palabras, se puso
rígida por la conmoción.
Se había apresurado a ir allí tan pronto como vio
a Vernon, por lo que se perdió la parte en la que
Reese reveló una de sus cuentas de Facebook.
Y pensándolo, ella efectivamente había
utilizado una cuenta secreta en el pasado
cuando empezó a salir con Brian, puesto que no
podía contarle a nadie sobre su relación, ya que
ella era la amante.
Pero, ¿cómo podría una mujer con un novio tan
excelente no mostrarlo a otras personas?
Para Eris, mantener su relación con Brian en
secreto había sido una auténtica tortura.
Por eso, había abierto una nueva cuenta de
Facebook en la que publicaba fotos y vídeos de
los primeros días de su romance, y la había
utilizado durante más de un año; no obstante,
más tarde, cuando su relación con Brian se hizo
pública, la abandonó y se olvidó lentamente de
ella.
Nunca esperó que alguien la investigara.
Después de todo, hasta ella había olvidado la
contraseña.
"Eris, ¿lo admites?".
"Le robaste el novio a Wendy, sin embargo, le
dijiste a todo el mundo que ella te había robado
el tuyo. ¿No tienes conciencia?".
"Eris, deja de fingir. Vernon ya le dijo a todo el
mundo que él te dio la droga que usaste con tu
propia hermana. Y también le robaste su novio.
Fue por culpa de tu trampa que ella quedó
embarazada; pero tú no te detuviste ahí, y te
apuñalaste a propósito para incriminarla. ¡Eres
despreciable!".
En ese momento, los ojos despectivos de los
reporteros eran como cuchillos afilados que se
clavaban sin piedad en el cuerpo de Eris, quien
necesitó todas sus fuerzas para no temblar de
miedo.
Sabía que no podía dejarse ver culpable, pero
al mismo tiempo, sabía que si no daba una
explicación razonable, nunca podría limpiar su
nombre en el futuro.
Una vez que el público se enterara de eso, su
carrera terminaría.
Y solo pensar en eso fue suficiente para hacer
que se le llenaran los ojos de lágrimas.
Entonces, dejándolas correr libremente por sus
mejillas, dijo: "Wendy, no intentes inculparme
solo porque me odias. ¿Le dijiste a Vernon que
dijera esas cosas? Para ese momento él estaba
enamorado de mí, sin embargo, lo rechacé
cuando me di cuenta de lo que tenía en mente.
En cuanto al recibo que mencionaste... ¿No se
está vengando de mí porque lo rechacé hace
tantos años?".
Hablando, Eris caminó lentamente hacia el
escenario, y cuando estuvo frente a Wendy, se
arrodilló.
Sus rodillas golpearon el suelo de madera,
generando un sonido sordo que hizo que los
periodistas se asombraran.
Por su parte, Cacia comenzó a llorar al ver que
su hija sufría tanto, pero su rostro estaba tan
inflamado que no pudo decir nada.
"Eris, ¿qué estás haciendo?", Rubén se apresuró
a ayudarla a levantarse.
"¡Papá, no te muevas! ¡Me estoy disculpando
con Wendy!", dijo ella antes de mirar a su
hermanastra para decirle: "¡Perdón!".
Esta última se limitó a mirarla inexpresivamente.
"¿Perdón por qué?".
"Te pido disculpas en nombre de mis padres. No
sabía... Realmente no sabía que te habían
hecho tantas cosas crueles. Si lo hubiera sabido
antes, nunca habría dejado que te trataran así
a ti y a Reese".
Al escucharla, Wendy se burló.
Sabía que Eris intentaba culpar de todo a Rubén
y a Cacia;
así que mirándola fríamente mientras estaba
arrodillada frente a ella, preguntó: "¿Quieres
decir que eres inocente? Eris, ¿estás segura de
que no has hecho nada malo?".
"No, sí hice algo malo", respondió Eris.
Wendy levantó las cejas, curiosa por ver qué
clase de truco usaría Eris, y preguntó:
"¿Qué?".
"Admito que, cuando éramos niñas, te
intimidaba mucho aprovechando que mamá y
papá me adoraban; pero Wendy, es normal
que las hermanas se peleen. No puedes
odiarme por una cosa tan pequeña".
Al terminar de hablar, la joven lloró como si fuera
la víctima en esa situación.
Y ante eso, los periodistas masculinos, en
particular, sintieron pena por ella.
"Bueno... ¿Podría ser solo un malentendido entre
ellas? ¡Eris no parece capaz de hacer cosas tan
malas!", dijo uno de los reporteros en voz baja;
no obstante, debido al silencio que había en la
sala, sus palabras fueron lo suficientemente
claras como para que todos en el sitio las
escucharan.
Por eso, Eris respiró aliviada en su interior.
Sin embargo, la mirada de Wendy se volvió aún
más fría, y pensó:
'¿Quieres confundir al público y aprovechar la
oportunidad para revertir la situación?
¡Ni en tus sueños!'.
Acto seguido, entrecerrando los ojos, preguntó:
"¿Así que no vas a admitir que me drogaste, me
robaste a mi novio Brian e incluso te apuñalaste
con un cuchillo para incriminarme?".
Capítulo 237 Revertir la situación
Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de
Eris.
"Wendy, ¿cómo puedo admitir algo que no
hice? ¿Me condenas simplemente por el recibo
de Vernon? Dijiste que interferí en tu relación
con Brian, ¡pero eso no es cierto!
Sabía cuánto él te agradaba, así que lo
rechacé sin pensarlo dos veces cuando me
confesó su amor. Es verdad que tengo una vieja
cuenta de Facebook con fotos de Brian y yo. Sin
embargo, ¿olvidaste que me llevabas a tus citas
con él? ¡Estabas ahí en el momento en que se
tomaron esas fotos!".
Cuando Eris comenzó su carrera como actriz,
eliminó la mayor parte del contenido de la
cuenta para evitar que sus fans la descubrieran.
Aunque la mayoría de las fotos eran de ella y
Brian, no había fotos íntimas que pudieran
ponerla en peligro.
Con los ojos entrecerrados, la muchacha
continuó: "Esto no prueba que me interpuse en
tu relación porque solo ves las cosas que quieres
ver. ¿Dijiste que me apuñalé? ¡Eso es ridículo!
Tan pronto como Brian descubrió que el bebé
que llevabas en tu vientre no era suyo, te dijo
que estaba conmigo hacía mucho tiempo, pero
eso no era cierto. Lo hizo por despecho y te lo
tomaste en serio. ¡Te enojaste tanto que fuiste a
la cocina y agarraste un cuchillo! ¡Realmente
tenías la intención de matarme!".
Mientras Eris contaba esa historia, comenzó a
temblar de miedo.
"¿Sabías que casi me perforaste el útero cuando
me apuñalaste? El médico dijo que si la herida
hubiera sido más profunda, no habría podido
tener un hijo y ser madre en toda mi vida. Si
fuera cierto que me apuñalé intencionalmente
para estar con Brian, habría pagado un precio
demasiado alto, ¿no es así?".
La joven se volvió para mirar a los reporteros con
ojos llorosos y agregó: "Me atendieron en el
hospital. Creo que mi historia clínica debe estar
allí. Si no me creen, pueden ir y preguntarle al
médico ustedes mismos".
Los periodistas intercambiaron una mirada.
Las palabras de Wendy y Eris eran convincentes
y ambas tenían pruebas.
Por un momento, los reporteros no sabían a
quién creer.
'Lo que dice Eris también tiene lógica', ellos
pensaron en su interior.
En realidad, apuñalarse a sí misma para estar
con un hombre era una actitud bastante
extrema, sin mencionar que casi le costó la
posibilidad de convertirse en madre.
Después de todo, las familias ricas le otorgaban
gran importancia al hecho de continuar su linaje
familiar.
Por lo tanto, si Eris no podía tener hijos, la familia
de Brian no la aceptaría.
Wendy, por otro lado, parecía que también
decía la verdad.
Los reporteros estaban confundidos.
Al ver que las expresiones de ellos se suavizaban
un poco, Eris continuó: "Brian me cuidó mientras
estuve en el hospital. No obstante, antes de que
me dieran el alta, mi madre me dijo que Wendy
había muerto debido a una hemorragia masiva.
¡Quedé devastada con la noticia! Cuando
finalmente salí del hospital, mis padres me
dijeron que ya se habían ocupado del funeral. Si
estas cosas no hubieran salido a la luz, no habría
sabido la verdad hasta ahora".
La muchacha hizo una pausa por un momento y
dejó escapar un sollozo. "Brian fue muy gentil,
considerado y amable conmigo. Debo admitir
que los hombres como él son atractivos, y es
fácil enamorarse. Después del funeral de
Wendy, Brian volvió a confesarme su amor, pero
como ella acababa de fallecer, volví a
rechazarlo. Más tarde fue que finalmente
acepté ser su novia.
No hace mucho, volví a encontrarme con
Wendy. Al principio, no la reconocí cuando la vi
en el estudio de filmación, pues ha cambiado
por completo. Tan pronto como me enteré de
que se llamaba Wendy Finch, me di cuenta de
que era mi hermana. Fue entonces que supe
que todavía estaba viva y que estuvo en el
Estados Unidos todos esos años".
El salón quedó en silencio.
Eris resopló y agregó: "Dado que
ya era novia de Brian, sentí mucha pena por ella
y pensé renunciar a él. Sin embargo, no era tan
fácil. Brian y yo estuvimos juntos durante el
tiempo en que Wendy vivió en el extranjero y
nos amábamos mucho. Por eso ninguno de los
dos pudo terminar la relación y decidimos
compensar a Wendy. Estuvimos de acuerdo en
ayudarla de manera incondicional, ya sea
psicológica o financieramente".
Las rodillas de Eris comenzaron a dolerle después
de estar arrodillada durante largo rato.
¡Deseaba con todas sus fuerzas acabar con
Wendy!
A pesar de ello, todavía tenía que fingir ser
inocente para ganarse más simpatía. Al pensar
en eso, caminó de rodillas hacia Wendy, le tomó
la mano, la miró con los ojos llenos de lágrimas y
le dijo: "Todo es culpa mía. Si crees que robé a tu
novio, está bien. Lo admitiré. Puedes regañarme
todo lo que quieras e incluso pegarme para
aliviar tu ira. Prometo que no me defenderé,
pues lo que más ansío es tu perdón".
Eris se veía pura y sincera cuando suplicó de
rodillas el perdón de su medio hermana, lo que
conmovió a la multitud.
Incluso Wendy estaba impresionada.
De hecho, Eris era una gran actriz.
Podía revertir la situación en solo unos minutos.
Esos reporteros estaban muy enojados con ella
hacía un instante y ahora guardaban silencio.
Era evidente que las engañosas palabras de Eris
lograron convencerlos.
"Wendy...".
"¿Terminaste con tu actuación?".
Eris se quedó atónita. "Wendy...".
"Está bien. Puedes continuar si aún no has
terminado".
Wendy apartó la mano de Eris y, como si fuera
una señal, Roger se acercó de inmediato y le
entregó un pañuelo de papel húmedo. Ella lo
tomó y se limpió los dedos con desagrado.
Para Wendy, la chica era tan repugnante que
no quería que la tocara.
Eris se enfureció al ver eso.
No obstante, no había nada que pudiera hacer
en ese momento más que adoptar una actitud
lastimosa.
Por lo tanto, se limitó a mostrar rápidamente sus
fingidas emociones.
Las lágrimas corrían por las comisuras de sus ojos.
En lugar de limpiárselas, las dejó deslizarse
lentamente por su rostro para lucir lastimera y
patética.
Algunos reporteros masculinos no pudieron
evitar sentir lástima por ella.
"¡Wendy, has ido demasiado lejos! Aunque
Rubén y Cacia te hayan lastimado, no puedes
desahogar tu odio con personas inocentes. ¡Eris
es tu hermana!".
"¡Es cierto! Si ahora ella está con Brian, es porque
creía que estabas muerta.
Debes ser generosa y perdonarla".
Al escuchar eso, Wendy se burló.
Sin decir una palabra, arrojó el pañuelo húmedo
al suelo.
Al instante, los rostros de los reporteros se
ensombrecieron.
'¡Wendy es tan rencorosa!', ellos pensaron para
sus adentros.
"Lo que más detesto es que las personas que no
conocen toda la historia me pidan que
perdone", dijo Wendy.
Los ojos de Eris se agrandaron. "Wendy...".
"Eris, yo no quería llegar al punto de humillarte
demasiado porque somos hermanas, pero
como quieres que tu reputación se arruine, voy
a complacerte".
'¿Qué es lo que ella quiere decir?'.
Las venas de la frente de Eris se hincharon.
'¿Wendy tiene algo más bajo la manga?'.
Eris levantó la mirada.
Entonces vio una radiante sonrisa en el rostro de
Wendy y se le erizó el cabello de la nuca.
Además, un terrible presentimiento invadió su
corazón.
Capítulo 238 La caída
"Tráela, Roger", dijo Wendy.
"¡Está bien!".
Una vez que el chico hiciera una llamada
telefónica, se abrió la puerta de una habitación
de la que salió una jovencita.
Los ojos de Eris se abrieron en estado de
conmoción apenas la vio. "¿Ana?".
Era Ana, su asistenta.
Dado que la prensa había entrevistado a Eris
muchas veces antes, también estaban
familiarizados con Ana, por lo que estaban
igualmente sorprendidos de verla.
"¿No es ella la asistenta de Eris?".
"Sí, lo es".
"¿Pero qué está haciendo ella aquí?".
En medio de la confusión, los reporteros
comenzaron a susurrar entre ellos.
Esta chica no era particularmente guapa,
estaba un poco gorda y su apariencia no solía
ser la mejor. Ese día lucía una camisa a cuadros
bastante grande y unos jeans.
Al subir al escenario, Roger le entregó un
micrófono.
Ver eso hizo que Eris se sintiera abrumada por un
mal presentimiento. Allí, de espaldas a los
periodistas, se puso de pie de un brinco para
mirar a Ana. "¿Qué estás haciendo tú aquí?
¡Vete!", siseó.
Gracias a su posición, los reporteros no pudieron
ver la expresión en su rostro, pero Ana sí.
La chica se dio cuenta de que la actriz
entrecerró los ojos en una especie de amenaza
silenciosa.
"Eris...".
Bajando la voz como para que solo unas pocas
personas en el escenario pudieran escuchar, Eris
soltó: "¿Quieres cobrar este mes o no?".
"¡Eris, lo lamento!".
Escucharla provocó que el corazón de la actriz
se hundiera.
"Ana, te he tratado bien...".
"¿Me has tratado bien? ¡Jajaja!". La joven se
echó a reír como si acabara de escuchar un
gran chiste.
Seguidamente, las lágrimas brotaron de las
esquinas de sus ojos. "¡Ana!".
"Por Dios, ¿cómo puedes decir eso?". En ese
momento, cualquier atisbo de humor que Ana
hubiera encontrado en la situación fue
reemplazado por ira. Entonces, se secó las
lágrimas para repetir gritando: "¿Me has tratado
bien? He trabajado para ti durante dos de los
tres años que llevas en la industria del
entretenimiento. ¿Y cómo he vivido en esos 24
meses? Ni siquiera hablemos de si me has
tratado bien o no, te pregunto, ¿alguna vez me
has tratado como a un ser humano? ¡Soy tu
asistenta, no tu niñera! ¡Mucho menos tu saco
de boxeo! ¡Cuando estás de mal humor me
reclamas sin razón e incluso me golpeas! Yo
simplemente lo soporté por el bien del dinero".
"Ana, ¿cómo puedes mentir tan
descaradamente? Dejaste la escuela
secundaria y fue difícil para ti encontrar un
trabajo decente en esta ciudad. Me dabas
lástima y por eso te contraté como mi asistenta.
Durante los últimos dos años te he
proporcionado comida, un techo, y un salario
mensual de ocho mil dólares. Con esa cantidad
podría contratar a dos ayudantes. Dime, ¿cómo
puedes ser tan codiciosa?", replicó Eris.
"¡Bah! ¡Ni ochenta mil serían suficientes para las
cosas que he hecho por ti!", resopló Ana.
"¡Argh!...".
"En todo este tiempo he tenido que ocuparme
de tu trabajo y de tu vida personal. Tenía que
estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de
la semana. Hasta tenía que hacerte el mercado,
cocinar y limpiar la casa. ¡Hice cosas que
debería hacer una niñera! ¡Ah, pero eso no es lo
peor! Insisto, cada vez que estabas de mal
humor, me regañabas y me golpeabas para
desahogar tu ira. ¡Es cierto que para alguien
como yo es complejo conseguir un buen trabajo
en esta ciudad! Si no fuera por eso, ¿crees que
te hubiera soportado tanto tiempo?".
"Ana, tú...".
"¿Sabes qué? ¡Yo era capaz de tolerar esos
abusos! Sin embargo, no me permitiste visitar a
mi madre cuando estuvo gravemente enferma
en el hospital. ¡A mi mamá! ¡Ella es la persona
más importante para mí!".
Eris la señalaba con un dedo tembloroso,
incapaz de encontrar las palabras para
contrarrestarla.
Por su lado, después de gritarle así, Ana parecía
haber liberado la mayor parte de su frustración.
Por ende, respiró profundo, se secó las lágrimas,
y agregó: "Eris, solía pensar que eras una buena
persona, pero estaba muy equivocada. Eres
egoísta, crees que el mundo gira a tu alrededor,
y no te preocupas por nadie que no seas tú
misma. No me dejaste cuidar de mi mamá
porque según tú, hacerte la comida y estar
pendiente de si hablaban de ti en las noticias
era más importante".
='p_sj'>Tras la descarga, Eris apretó los puños
deseando poder golpearla. "¡Ana, mide tus
palabras!".
Aun así, la chica simplemente miró hacia otro
lado con calma, actuando como si la actriz ya
no tuviera poder sobre ella. Luego, dirigiéndose
a los reporteros, anunció: "Hoy estoy aquí para
revelar qué tipo de persona es Eris".
Lógicamente, los ojos de los presentes se
iluminaron con interés.
Después de todo, la persona más cercana a
una celebridad no eran sus padres o su pareja,
sino su asistente.
Aparte de eso, Ana había trabajado para Eris
durante dos años e incluso vivía en su casa, por
lo que era seguro que conocía los secretos más
oscuros de Eris.
"Adelante. ¿Qué quieres decirnos?", dijo un
periodista con entusiasmo.
Sin responder, la chica sacó una grabadora de
su bolsillo.
"¿Qué es eso?".
"Lo sabrán después de escucharlo".
Acto seguido, apretó el botón de reproducción.
De inmediato, la voz de Eris vibró en el
dispositivo, pero contrario al tono suave con el
que solía hablar, en esa ocasión sonaba
histérica.
"¡Jaja! Wendy, ¿no sabes nada y todavía quieres
pelear conmigo? Mira, la gente te está
maldiciendo por todo Internet. ¡Veamos cómo
te va en tu carrera de actriz después de esto!
¡Perra estúpida! ¿Cómo te atreves a exponerme
frente a Brian? ¡Te mereces esto! ¡Jajaja!".
En ese momento su voz se detuvo por unos
segundos, antes de convertirse en un chillido.
"Wendy, ¿por qué no te vas al infierno? ¿Por qué
te interpones en mi camino? ¡Maldita! ¿Por qué
tienes tanta suerte? Hace cuatro años debiste
morir cuando fuiste arrojada al mar después de
sufrir una hemorragia. ¿Cómo es que de repente
te apareces con vida? ¿Acaso pretendes
destruir todo lo que he logrado? ¡Ni lo sueñes!
¡No importa cuántas veces te me atravieses,
igual morirás!".
En la grabación, la voz de Eris estaba llena de
una ferocidad anormal.
Escucharla provocó escalofríos en la mayoría de
los reporteros, que mirando a la aparentemente
cándida Eris, apenas podían creer que fuera la
misma persona que acababan de oír.
En líneas generals, la voz de una persona era
fácilmente discernible siempre que se escuchara
con claridad.
En ese sentido todos podían reconocer que esa,
en efecto, era Eris.
En la grabación, la chica mencionó el terrible
episodio que Wendy había sufrido en el pasado.
Aunque justo en ese instante había afirmado no
tener idea de lo que había sucedido.
Al final, Eris resultó ser una mentirosa, al igual que
su madre.
A estas alturas, los periodistas que la habían
apoyado se pusieron rojos de vergüenza.
Habían caído en los trucos de la actriz.
Mientras tanto, Eris corrió desesperada hacia
Ana.
"¿Qué estás haciendo? ¡Apaga eso!", gritó
como una loca.
Advirtiendo esa reacción, Ana rápidamente se
escondió detrás de Wendy.
Al ver a Eris corriendo hacia ella, Wendy le dio
un fuerte empujón que la hizo caer al suelo.
"Vaya, Eris, ¿qué más tienes que decir?", se burló
uno de los reporteros.
"¡Esa no soy yo!", trató de excusarse al tiempo
que se ponía de pie. "Se los juro que no soy yo.
¡Wendy debe haber manipulado esa supuesta
grabación y sobornó a Ana para que me
incriminara!
¡No soy yo! ¡Créanme!".
'¿Creerte?
¡Guao!
¿Crees que somos tontos?'.
Ante esa infructuosa defensa, los reporteros la
miraron con desdén.
Para colmo, la ropa blanca de Eris se ensució
después de caer al suelo. Y debido a que
estaba muy nerviosa, su largo cabello lucía un
poco despeinado y sus rasgos estaban
contorsionados por el pánico. Ya la pureza de su
imagen había desaparecido por completo.
Ahora, parecía más una mujer trastornada.
Una vez más, Ana intervino: "Esto fue grabado
en el apartamento de Eris. Si alguien sospecha
de la autenticidad de este material, lo invito a
que lo haga chequear por un profesional".
Con el miedo inundando su rostro, Eris solo podía
pensar en una sola cosa...
'¡Estoy acabada!'.
No había dudas de que esa grabación le
pondría fin a su carrera como actriz.
Capítulo 239 La redención silenciosa
Eris se derrumbó en el escenario, con la
diferencia de que en esa oportunidad nadie se
compadeció de ella.
Enseguida, Wendy estaba a punto de concluir la
rueda de prensa cuando de repente un ruido la
interrumpió.
La policía había llegado al lugar.
De inmediato, varios oficiales se apresuraron a
detener a Cacia y Rubén. "Recibimos la
denuncia de que ustedes dos estuvieron
involucrados en un asesinato premeditado. Será
mejor que nos acompañen a la comisaría y
cooperen con la investigación".
Al verse en aprietos, un escalofrío recorrió la
espina dorsal de Cacia.
En cuanto a Rubén, apenas podía pronunciar
palabra...
"No, no lo hicimos... No lo hicimos", alcanzó a
balbucear.
En realidad, los policías solo estaban siendo
educados, pues no solo habían recibido la
denuncia, sino que también les llegó el video del
asesinato de Cassie. En ese caso, la evidencia
hablaba por sí sola.
Entonces, en lugar de seguir perdiendo el
tiempo, los oficiales esposaron a la pareja.
"¡Vamos!", dijo uno.
"¡No!", gritó Cacia sacudiendo la cabeza. "Soy
inocente... Soy inocente...". Aun así, a pesar de
sus protestas, se la llevaron a rastras. Si bien su
mejilla hinchada le dificultaba el habla, eso no
le impidió maldecir ferozmente. "Wendy, ¿cómo
te atreves a tratar así a tu padre y a tu
madrastra? ¡Te irás al infierno por esto!".
Sin embargo, la joven simplemente lo ignoró.
La verdad era que si ese tipo de declaraciones
funcionaran, Rubén y Cacia ya se habrían ido al
infierno varias veces.
"¡Padre! ¡Madre!", exclamó Eris llorando
desespera, corriendo para detener a la policía.
"Les tendieron una trampa... Ellos no hicieron
nada...".
"¡Señorita, salga de nuestro camino!", espetó
secamente el oficial.
No obstante, la actriz continuó negándose
histéricamente.
Dadas las circunstancias, el policía soltó con una
mirada seria: "Señorita, está obstruyendo la ley.
Si no se aparta ahora mismo, también nos la
llevaremos detenida".
Al escuchar eso, a la chica no le quedó más
remedio que hacerse a un lado.
Seguidamente, los policías sacaron a la pareja
del vestíbulo del hotel y los metieron en la
patrulla.
Por supuesto, todo el arresto fue capturado por
las cámaras de los reporteros.
Pasados unos minutos, una vez que la
conmoción se calmó, Wendy tomó el micrófono
de nuevo.
"Bueno, ya dije todo lo que quería decir.
Si tienen alguna pregunta, ahora es el
momento. Mi agente las responderá".
En ese momento el salón se quedó en silencio.
Parecía que ninguno de los periodistas tenía
dudas.
Después de todo, Wendy les había explicado
cada detalle claramente.
"Bien, con esto concluimos oficialmente esta
rueda de prensa".
Luego, con la ayuda de los guardias de
seguridad, Wendy y los demás abandonaron el
lugar.
Por su parte, Eris quería aprovechar que toda la
atención estaba en otro lado para escabullirse
en silencio.
Pero bastó que diera dos pasos para que los
reporteros se dieran cuenta.
"¡Oigan, Eris está tratando de escapar!", gritó
uno de ellos.
Escuchándolo, el resto de los presentes le
bloquearon el camino.
"Eris, ¿has estado tramando todo eso?". "Eres una
mujer joven. ¿Cómo puedes ser tan cruel?".
"¿Cómo tuviste el corazón para incriminar a tu
hermana? ¿Duermes bien en las noches?".
"Le robaste el novio a tu hermana y te hiciste la
víctima. ¡Hasta le hiciste creer a la opinión
pública que Wendy te apuñaló! ¿Cómo puedes
ser tan despiadada?".
Uno tras otro, los periodistas sitiaron a Eris.
Y antes de que ella pudiera responder cualquier
cosa, alguien entre la multitud resopló con
frialdad: "Debe haberlo heredado de su madre.
Con solo mirar a Cacia se puede saber qué tipo
de persona es esta chica".
"¡No, eso no es cierto!", replicó ella con
desespero.
"¿A qué te refieres?", preguntó un periodista.
El problema era que Eris no tenía argumentos
para explicarlo. Además, su cabeza estaba
zumbando, lo que le hacía imposible pensar en
cómo salir de ese aprieto.
Allí, mirando los micrófonos que estaban a solo
unos centímetros de su cara, se sintió sofocada.
Quería salir corriendo, pero dondequiera que
fuera estaba rodeada de reporteros.
Por lo tanto, su mente se quedó en blanco.
Podía ver a la gente abriendo y cerrando la
boca, aunque
no podía oír lo que decían.
Mientras observaba esas miradas acusadoras,
todo lo que podía escuchar era un sonido
estridente dentro de sus oídos.
En ese momento no pudo evitar temblar.
"¡Eris!
¡Eris...!".
Afuera del hotel, sentado en su lujoso auto, los
tensos hombros de Ryan se relajaron un poco
después de que terminara la transmisión en vivo
del evento.
Enseguida, apagó el iPad.
"Bueno, debo decir que esto fue un éxito.
Finalmente se acabó", expresó Luke felizmente,
estirando los brazos.
Tras decir eso, vio a Wendy, Roger y al resto
siendo escoltados fuera del hotel por sus
guardias.
"¡Mira! ¡Ahí está Wendy!".
Luke estiró el cuello mientras estaba a punto de
bajar la ventanilla para saludarla, pero Ryan lo
detuvo.
"¡Oye! ahí está Wendy".
"Ya lo sé, no soy ciego", respondió Ryan con
frialdad.
Entonces, Luke solo pudo ver como Wendy
desaparecía de su vista. Luego, se volteó hacia
Ryan con una mirada abatida, diciendo:
"Hermano, estoy tratando de ayudarte. Has
hecho mucho por ella. Ahora que recuperó su
honor, ¿por qué no la felicitas?".
Sin decir nada, Ryan solo guardó el iPad con el
ceño fruncido.
Su silencio logró que Luke se sintiera aún más
ansioso.
"Escucha, ¿qué te pasa? Vamos, deberías
decirle lo que has hecho por ella. No es fácil
tener una oportunidad tan buena. ¿Por qué no
la aprovechas? A este paso, ¿cuándo ella se va
a convertir en mi cuñada?".
Ante eso, el hombre arrugó más la cara.
"¡Cálmate!", siseó.
Luke hizo una mueca, pero mentalmente se
quejó: '¡Maldita sea!
Todo lo que te digo es por tu bien, ¿por qué me
mandas a callar?
¡Qué injusto!'.
En ese instante, Ryan golpeó el respaldo del
asiento del conductor, y dijo: "Vámonos".
"Señor, ¿a dónde nos dirigimos?".
"A la compañía".
"¡Bien!".
Dicho esto, el chofer puso el motor en marcha.
Durante el viaje, después de unos minutos de
silencio, Luke no pudo evitar volver a hablar.
"Mmm... Ryan, ¿por qué vamos a la empresa
ahora?".
"¡A trabajar!".
Semejante respuesta dejó a Luke boquiabierto
por la sorpresa.
'Bueno... está bien...
Supongo que debí saberlo antes de preguntar'.
Enseguida, inclinándose hacia su hermano
adicto al trabajo, Luke susurró: "Ryan, ¿tienes un
plan para ganarte el amor de Wendy? En mi
opinión, los hombres debemos tener alguna
estrategia para ir tras la mujer que nos gusta.
Debes ser callado y cauteloso cuando sea
necesario, pero cuando llega el momento de
atacar, debes hacerlo sin...".
El hecho de escuchar el molesto zumbido de
Luke una y otra vez hizo que a Ryan le doliera la
cabeza.
Aparte de eso, tenía problemas para dormir. Lo
peor era que debido a la operación de
Raymond, además de tener que prepararse
para la conferencia de prensa, apenas había
podido pegar un ojo durante los últimos días.
"¡Luke!", espetó bruscamente, frotándose las
sienes.
"¿Qué?". No fue hasta entonces que Luke dejó
de hablar.
"¿Sabes algo?", dijo Ryan, inexpresivo.
"Dime...". Luke aguzó el oído con entusiasmo.
"¡Eres más ruidoso que quinientos patos!".
Abatido, el pobre chico Luke se desplomó en su
asiento y finalmente se quedó callado.
Pronto, el silencio de apoderó del auto.
Por fin, Ryan cerró los ojos y se relajó para
descansar un poco.
Él entendía lo que su hermano le había estado
tratando de decir.
Aun así, considerando la situación en la que
estaban él y Wendy, esos consejos no aplicaban
en su caso.
Por ahora todo lo que podía hacer era
compensarla en silencio.
"Ryan...".
Al escuchar la voz de Luke de nuevo, Ryan
respiró profundo mientras abría los ojos con
impaciencia.
"¿Puedo hablar?".
Ryan solo lo miró sin decir nada.
"Quiero decir una cosita nada más...".
"¡Dilo de una vez!".
"Bien... bien. ¡Acabo de recibir la noticia de que
Bruce abordó un vuelo que lo traerá de vuelta!".
Capítulo 240 Él también fue una víctima
Poco después de que terminara la rueda de
prensa, Reese recibió una llamada, por lo que
lanzándole a Wendy una mirada de lamento,
dijo: "Me tengo que ir".
"¿Vas a trabajar?".
"Sí", asintió Reese rechinando los dientes con
tristeza. "Pedí permiso para ausentarme durante
la mañana, pero debo estar en la oficina a las
dos de la tarde. ¡Mi jefe es muy exigente! Me da
la impresión de que la única forma de que esté
satisfecho es si sus empleados trabajan las 24
horas del día, los 7 días a la semana. ¡Si llego
apenas un minuto tarde, pierdo mi bonificación
mensual por asistencia!", se quejó.
Al escuchar eso, Wendy arqueó las cejas.
Por lo que había visto de Brandon, él no parecía
un tipo malo en absoluto.
Cuando Raymond fue hospitalizado, había
amenazado a Reese con quitarle su bono por
asistencia, pero al final no lo hizo.
'¿Bonificación por asistencia?
Ja, eso es solo una excusa', pensó Wendy.
Reese acababa de terminar de hablar cuando
recibió otra llamada de Brandon. Allí, mirando la
pantalla de su teléfono, puso cara de no querer
contestar, pero tampoco se atrevía a
rechazarlo. "Oh, Wendy, realmente tengo que
irme. ¡Ya se está impacientando! Además, me
acabo de acordar que mañana debo viajar a
Francia con él por temas de negocios. Ya lo
había olvidado, aunque él mismo me lo informó
hoy temprano".
Esto dejó a Wendy atónita.
"¿Viajar a Francia?", repitió ella.
"¡Sí, está completamente loco! Yo me enteré de
eso esta mañana. ¿Puedes creerlo? No tuvo la
decencia de avisarme con anticipación, así que
no tuve tiempo de prepararme.
¡Es muy molesto!"
Wendy decidió permanecer en silencio.
Tal vez Reese podría no tener idea de cuáles
eran los planes del chico, pero ella ya había
adivinado las intenciones de Brandon.
'Él debió intuir que habría muchos problemas
después de la conferencia de prensa. Aparte de
eso, Reese se presentó en el hotel en persona.
Y a juzgar por la popularidad del asunto, su
nombre ya debería ser tendencia en Internet.
No me sorprendería que haya periodistas
ansiosos por entrevistarla cuanto antes.
Es mejor alejarla de esta ciudad por el
momento'.
Con eso en mente, Wendy entrecerró los ojos.
Si no se equivocaba en su razonamiento,
Brandon se preocupaba por Reese.
Por su lado, ajena a lo que estaba en la cabeza
de su hermana, Reese la abrazó con fuerza para
decir: "Querida, ahora que tus problemas están
resueltos, puedo irme tranquila".
Devolviéndole el gesto, Wendy respondió:
"Muy bien, nos pondremos al día cuando
regreses".
"¡Claro!".
Con esto, Reese se fue a toda prisa.
Viéndola marcharse apurada, Wendy no pudo
evitar sonreír.
Se sentía muy feliz por la chica.
Como era de esperarse, la rueda de prensa
pronto se convirtió en un tema de conversación
para la opinión pública.
De hecho, tan pronto como terminó, los
escándalos revelados comenzaron a dispararse
a la cima de las búsquedas en línea.
Por supuesto, el nombre de Eris también saltó a
la palestra.
En unas pocas horas, Wendy ocupaba seis de
los diez primeros puestos en las tendencias del
día.
Parecía que el interés del público en ese asunto
no tenía precedentes.
Es más, un artículo llamado "Los internautas le
deben una disculpa a Wendy" era el tercero
más visitado.
Mientras tanto, Roger y Wendy regresaron a la
empresa.
Luego, tras una breve conversación con Kane,
Roger se encargó de los asuntos de Wendy
antes de dedicarse a navegar por las redes
sociales.
A fin de cuentas, era él quien siempre había
manejado la cuenta de la joven. Al llegar a la
publicación más popular, hizo clic en la sección
de comentarios.
Parecía que las opiniones de la gente sobre la
chica habían cambiado drásticamente.
"Oh, Dios mío, lloré mientras veía la transmisión.
Mi historia es como la de Wendy. Después de
que mi padre se casara con mi madrastra, mi
vida se volvió miserable. Al menos tengo más
suerte que ella.
Si bien mi madrastra no me trata bien, mi padre
todavía se preocupa por mí". "¡Vaya, no
esperaba que Eris fuera una mujer tan vil!".
"Wendy, lo siento mucho. Te juzgué sin saber la
verdad. ¡Me disculpo de todo corazón".
"Wendy, perdón...".
"¡Lo lamento!".
"Wendy, por favor, perdóname. Lo siento".
Las disculpas aparecían en la mayoría de los
comentarios.
Por lo tanto, Roger finalment
e dejó escapar un suspiro de alivio, pues eso
significaba que habían ganado la batalla.
Esa tarde, después de recibir una llamada
telefónica, el chico corrió a buscar a Wendy.
"¡Traigo buenas noticias!".
"¿Qué pasa?".
"¡Me acaba de llamar Carter para decir que
puedes reanudar la filmación mañana mismo!".
Ante el anuncio, los ojos de Wendy se abrieron
con sorpresa.
Esperaba que Carter le pidiera regresar, pero no
se imaginaba que tan pronto.
"¿Qué? ¿No quieres ir?", preguntó Roger con
incertidumbre.
"No, no es eso...".
"Mmm... bueno, no te ves feliz".
Con el ceño fruncido, el chico rápidamente le
preparó una taza de café. "Toma, bebe esto".
"Gracias".
Luego, tomando asiento junto a Wendy en el
sofá, Roger juntó las manos y consultó: "¿Estás
preocupada por Ray?".
Ella no lo negó.
Su hijo todavía estaba bajo observación médica
y por eso ella no estaba de humor para volver al
trabajo.
"Mira, aun si no vas a grabar, no hay nada que
puedas hacer por él. Además, lo mantienen en
aislamiento para evitar que bacterias puedan
entrar en su organismo. Solo los médicos y las
enfermeras pueden verlo. Es decir, incluso si vas
al hospital a diario, no podrás acompañarlo".
"Lo sé...", contestó ella respirando profundo.
Acto seguido, añadió sonriendo: "Bien, iré al
estudio mañana".
La mujer sabía que Roger estaba diciendo todo
eso por su bien.
Si se plantaba en el hospital, no podría hacer
nada más que esperar noticias. Y cuanto más
tiempo pasara, más ansiosa se ponía y más se le
llenaba la cabeza de tonterías.
Para cuando Raymond saliera sano y salvo de la
sala de aislamiento preventivo, se habría vuelto
loca.
"Perfecto, se lo haré saber a Carter más tarde",
dijo él, aplaudiendo.
"¡Genial!".
Enseguida, después de terminar su taza de café,
Wendy se quedó mirándolo, vacilante.
"¿Ahora qué ocurre?".
"Roger... ¿Le puedo solicitar un apartamento a
la empresa?".
Estupefacto, él agachó la cabeza y tomó un
sorbo de su café, evitando la mirada de Wendy.
"¿Por qué? ¿No es La Maravilla un buen lugar
para vivir?".
"No mucho...".
"¿A qué te refieres?".
Entonces, apoyándose en el respaldo del sofá,
la joven comentó en voz baja: "Solo soy una
actriz normal. Mírame, ni siquiera he completado
un proyecto todavía. Si la gente se entera de
que vivo ahí, seguro que comenzarán los
rumores. La última vez alguien filtró la noticia, los
reporteros me esperaron en las puertas para
entrevistarme. A pesar de que el problema se ha
resuelto, no se puede negar que mi popularidad
y mis ingresos son limitados. Si los periodistas se
enteran de que vivo en La Maravilla, me van a
criticar".
Sinceramente, su argumento tenía sentido.
"Bien, ¿estás segura de que no tiene nada que
ver con Ryan?", preguntó Roger.
Wendy no respondió, aunque su expresión se
puso rígida.
De tal modo, el chico supo que, en efecto, tenía
que ver con Ryan.
"¡Oh!
Wendy... ¡Todavía te debo una disculpa!".
Esa reacción hizo que ella lo mirara confundida.
"Sí, cuando me acerqué a ti en el País M para
ayudarte, la verdad es que tenía una razón muy
egoísta para hacerlo. Sabía que Ray es hijo de
Ryan, así que quería juntarlos. También sabía
que el niño sufría de leucemia y que te
preocupaba muchísimo encontrar un donante
de médula ósea para él, no fui del todo honesto
contigo".
Wendy hizo una mueca con su boca.
Se sorprendió cuando se enteró de que Ryan
era el padre biológico de Raymond, incluso
quiso culpar a Roger por ocultarle la verdad.
Sin embargo, cambió de opinión después de la
cirugía de su hijo.
Aun si Roger tenía sus motivos ocultos, eso no
cambiaba el hecho de que había sido bueno
con ella y con Raymond todo ese tiempo.
"Roger...".
"Desde que tú y Ray regresaron, he estado
tratando de hacer de cupido para ti y Ryan.
Quizás el destino quiere que ustedes estén
juntos. Como muestra, se encontraron antes de
que yo pudiera intervenir". Al ver que Wendy
parecía estar en un dilema, Roger no pudo
evitar hablar por Ryan.
"Hay algo que debes saber. Ryan apenas ha
dormido durante los últimos días debido a tu
rueda de prensa. Crecí con él y lo conozco
mejor que nadie, así que créeme cuando te
digo que ni cuando se hizo cargo del Grupo
Oliver estaba tan serio como ahora.
A decir verdad, él también fue una víctima.
¿Serías capaz de perdonarlo?".

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