El Jardín, 10 de agosto de 2017 azares del destino el tercer día no pude asistir a la sesión por compromisos
N° I – 2017 personales, ése día mi compañero levantó su mano según me manifestaron al
POR LOS CAMINOS DE AA
Recuerdo la tarde del primero de Mayo de dos mil catorce, cuando
casi por coincidencia convergimos con un compañero de AA, en una plática
informal donde me hizo referencia a una convivencia en el Grupo de
Alcohólicos Anónimos “El Nuevo Amanecer”, era llamativa la convivencia
por tratarse de una tarde noche de parrillada; le digo de forma atrevida “voy a
ir al Grupo ésta tarde” (yo no conocía el espíritu de AA)… llama por teléfono
y le dice a otro compañero quien por cierto llegó a convertirse en mi primer
padrino en la Bendita Sociedad de Alcohólicos Anónimos, “va a ir otro amigo,
lleve más carne”, seguimos platicando de diversas cosas y luego me marché;
llegada la tarde me dije, “no es posible que valla solo al Grupo” (más por
incertidumbre que por otra cosa), así que termine contaminando de mi
entusiasmo a otro compañero a quien había conocido por sus ya interminables
borracheras y que de alguna manera le tenía mucho aprecio, es así como de
una forma no muy animada me dijo que me acompañaría a la carneada del
Grupo; llegamos al lugar conocido como el Rancho (por cierto un lugar
bonito, muy bonito, propiedad del compañero Orlando F., a quien aprecio
mucho), en el lugar conocido como Desvía de El Barrancón, pues el
compañero Orlando es originario de dicho lugar; la actividad se tornó amena y
pude sentir aquel ambiente de convivencia, de felicidad, se veía venir lo
impensable; a las seis de la tarde comienza la Sesión y llegado el momento
oportuno se lee un extracto de la bien pensada Tercera Tradición y se explica
a los presentes el motivo de su lectura; (recordando una pequeña borrachera
con Tequila el propio treinta y uno de Diciembre recién pasado y la fastidia
del día primero de Enero), sin titubear levanté mi mano y manifesté que quería
pertenecer a la Sociedad de los AA, escuché aquella linda frase, la que todo
asistente nuevo quiere oír “acá usted es el más importante de esta reunión”,
Dios se había encargado de hacerme sentir por medio de mis compañeros una
persona a quien le tenían aprecio y consideración.
Que linda experiencia compañeros y compañeras, jamás podré
olvidar aquél día primero de Mayo de dos mil catorce, recuerdo que la otra
persona que me acompañó, como casi por inercia, “no levantó su mano, ni
manifestó su deseo de pertenecer a la Sociedad”; lo noté de inmediato que se
sentía como confundido, pero el siguiente día seguimos asistiendo y como por
cuarto día que fui… mi alegría era inmensa, todo para mí comenzaba a
tornarse favorable y a tomar forma. Es así compañeros y compañeras ahora
continuando el legado de “ Un Nuevo Amanecer”, convertimos el Grupo en
“Una Luz en El Jardín”, cambiando su sede al Caserío el Jardín por cuestiones
puramente de seguridad y logísticas, y ya casi por compromiso moral y ético,
sin tomársela a la ligera, ni hacer meollo del asunto, llevamos con mi compa
un poco más de “Treinta y Nueve Meses” de permanecer abstemios, luchando
ahora, no por dejar de beber, sino, por darle vida al Tercer Paso” y por ende
amalgamar con el “Cuarto Paso”, de forma personal y anónima, pero sin
descuidar el compartir y convivir con los demás miembros del Grupo a través
de la primera tradición.
Invito a todos aquellos compañeros que aún no sienten la seguridad
de dejar de beber porque psicológicamente aún no esbozan confianza para con
su interior; que entreguen su voluntad al “Ser Superior” que en mi caso es
Dios, así como a Bill W. le guio en éste camino, así, él les dará la Sabiduría
para llegar a la Sociedad de Alcohólicos Anónimos más que en persona con
mucha confianza y con la Fortaleza para permanecer en ella, convirtiéndose
en verdaderos triunfadores y con beneficios a terceros… “La Sagrada
Familia”, a quien debemos nuestro empeño por alejarnos de la bebida, ya que
son quienes sufren las consecuencias del alcohólico en actividad.
Queridos compañeros, seamos Artífices de la Paz llevándola a su
mayor expresión desde nuestro interior, así podremos regalar algo bonito a los
demás considerando esas bellas frases de San Francisco “Serenidad para:
aceptar las cosas que no podemos cambiar y Valor para cambiar las que
podemos”; puesto que es indiscutible la práctica de la Tolerancia para tener
una vida en sobriedad plena, regalando algo bonito a nuestra generación y las
futuras.
Atte; su servidor y amigo
Rutilio G.
Grupo de Alcohólicos Anónimos “Una luz en El Jardín”
El Jardín, La Reina, Chalatenango, El Salvador, en la América Central.
 El Jardín, 07 de noviembre de 2018
N° II – 2018

REMEMBRENZAS EN AA
Haciendo remembranzas sobre mi diminuto tiempo en AA, muchas brazos abiertos para formar parte de esa tan importante sociedad, no
han sido las experiencias vividas. Los compañeros que pertenecen a esta solamente para sus miembros y sus familias, sino, también para la sociedad en
vendita sociedad de Alcohólicos Anónimos en el mundo y en especial en mi general.
país El Salvador; todos tienen innumerables experiencias de vida, de las
cuales he aprendido mucho. Qué bello es ver y sentir ese abrigo que hay en los grupos de AA, que
al lugar donde usted llegue, casi siempre hay uno y que sus puertas están
Es necesario dice el Cuarto Paso, … “hacer un minucioso inventario abiertas para el necesitado; cansado de sufrir y con una pisca de esperanza de
de uno mismo” … de esa forma uno comienza a vivir en conciencia sobrio; ya no seguir sufriendo.
pues no basta solo dejar o querer dejar de beber, nuestras vidas en sobriedad
nos van ampliando el horizonte y dándonos nuevas expectativas de vida; nos
hace pensar que, con probabilidad positiva, podemos alcanzar el estado de
vejez, contrario a lo que podríamos insignificantemente pensar andando en la
bebida, pues el alcohólico en actividad no piensa, no razona, su capacidad Atte; su servidor y amigo
cognoscitiva se encuentra tan limitada que para lo único que des-nubla su
Rutilio G.
mente es para buscar más y más alcohol.
Grupo de Alcohólicos Anónimos “Una luz en El Jardín”
Y como no vivir en sobriedad, si recuerdo muchas de las ocasiones
en que otros compañeros en AA, me han enseñado que bebiendo alcohol El Jardín, La Reina, Chalatenango, El Salvador, en la América Central.
puedo alcanzar sitios impensables, llámese éstos “La Prisión”, “El Hospital” y
en el último de los anhelos “El Cementerio”. No es fácil caer en cuenta, pero
también corremos el riesgo que en una de esas borracheras caiga en el pico de
los buitres y no pueda ni tan siquiera ser sepultado Cristianamente. He pasado
muchos momentos agradables dentro de mi Grupo de sesiones “Una Luz en El
Jardín”, y así como yo los he pasado, también muchos otros los tuvieron que,
por debilidad mental, deshonestidad o falta de voluntad, ahora andan en los
caminos de la bebida nuevamente, jóvenes que yo conocí en AA, jóvenes de
mi lugar a quienes deseo lo mejor para ellos, pero que aún no han sentido el
sabor de la sobriedad. Vamos a seguir en la senda que Dios nos ha trazado,
“no beber”.

En mi grupo hemos celebrado ya algunos aniversarios desde su

fundación, conocido a muchos dentro de la Sociedad de Alcohólicos
Anónimos, personas que me han demostrado que están para ayudar al que lo
necesita y prueba de ello, es que, en AA se recibe a quien desee, con los