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YOHAN OSCIEL SÁNCHEZ ESCALANTE

EXTRAÑO CASO DE LA MUJER QUE MURIÓ


ANTES QUE SU VÍCTIMA
Aparece en Londres el cadáver de una mujer. El análisis de ADN da resultados,
pero la sospechosa ha muerto semanas antes que la víctima. ¿Cómo es
posible? El científico forense Mike Silverman explica uno de los casos más
extraños de su carrera.

Fue un misterio real que podría haber salido de las páginas de una novela de
detectives moderna.

Una mujer había sido brutalmente asesinada en Londres y se había encontrado


material biológico debajo de sus uñas, algo que indicaba que posiblemente había
arañado a su agresor justo antes de morir.

Se analizó una muestra de ese material, el resultado fue comparado con la base
nacional de datos británica de ADN y rápidamente se halló una correspondencia.

El problema es que este acierto identificó a una mujer que había sido asesinada tres
semanas antes de la muerte de su supuesta "víctima".

Los asesinatos habían sucedido en diferentes partes de la capital de Reino Unido y


eran investigados por equipos diferentes detectives.

Sin ninguna señal de conexión entre las dos mujeres y sin nada que sugiriera que
se habían encontrado alguna vez, el escenario más "probable" era que las muestras
se habían mezclado o contaminado en el único lugar obvio en el que habían estado
juntas: el laboratorio forense.

Uñas de leopardo
El oficial en jefe de investigación presentó una reclamación.

Era 1997 y yo era jefe nacional de cuentas del Servicio de Ciencia Forense en aquel
tiempo, por lo tanto, era mi responsabilidad averiguar si se había cometido un error
en el laboratorio.

Mi primera idea fue que quizás los restos de uñas de la segunda víctima habían sido
mal etiquetados y en realidad pertenecían a la primera mujer.

Pero tan pronto pude observar las muestras vi que no era el caso.
YOHAN OSCIEL SÁNCHEZ ESCALANTE

La víctima más reciente se había pintado las uñas con distintivo motivo de piel de
leopardo y los trozos recogidos tenían exactamente el mismo patrón. No había
dudas de que eran las correctas.

Entonces verifiqué los registros del laboratorio para ver si las muestras podían
haberse mezclado accidentalmente de alguna manera.

Las dos mujeres habían estado en la misma morgue.

Esto también resultó infructuoso, ya que los dos conjuntos de muestras nunca
habían estado fuera del depósito del laboratorio al mismo tiempo.

En cualquier caso, varias semanas habían pasado entre el análisis de los primeros
y los segundos trozos de uñas y había involucrado a diferentes miembros del equipo
forense.

Determinado a llegar hasta el fondo del misterio, decidí fijarme con más detalle
cómo habían sido recolectadas las muestras y descubrí que las autopsias de los
dos cuerpos habían sido realizadas en la misma morgue, aunque habían llegado allí
con semanas de diferencia.

Las autopsias forenses, aquellas que se realizan en caso de asesinato o muerte


sospechosa, son mucho más detalladas y completas que las autopsias estándar no
criminales.

Entre otros exámenes, se toman muestras de sangre y órganos para pruebas


toxicológicas, se recoge y analiza el contenido del estómago y se recortan las uñas
de los dedos de las manos.

Fui revisando los registros de la morgue cuando se me ocurrió una respuesta


posible.

Las tijeras
Sucedió que el cuerpo de la primera víctima había sido mantenido en refrigeración
durante varias semanas mientras la policía realizaba su investigación inicial.

Había sido removido del refrigerador para que el patólogo pudiera tomar muestras
de uñas adicionales el día antes de que llegara a la morgue el cadáver de la segunda
víctima.

Al día siguiente, se había usado el mismo par de tijeras para cortar las uñas de la
segunda mujer.

Los forenses trabajan con protección para no contaminar las muestras.


YOHAN OSCIEL SÁNCHEZ ESCALANTE

Aunque las tijeras habían sido limpiadas, no podía dejar de preguntarme si era
posible que hubiera sobrevivido a la limpieza suficiente material genético como para
ser transferido a las uñas de la segunda víctima y para producir un perfil de ADN en
el análisis posterior.

Empecé mi carrera en ciencias forenses a finales de la década de 1970 y en aquel


entonces la idea de poder identificar a alguien a partir de unas pequeñas gotas de
sangre parecía de ciencia ficción.

En aquellos tiempos, raramente usábamos vestimenta de protección en la escena


del crimen o nos preocupábamos por la potencial contaminación porque
simplemente no había un método para analizar material biológico que fuera más
pequeño de lo que el ojo podía ver.

Hoy, todos los que ingresen a una escena del crimen deben vestir un mono de papel
limpio, cobertores de zapatos y guantes ya que las técnicas de recuperación de
ADN son tan sensibles que incluso rozar levemente un objeto –como el picaporte
de una puerta o el mango de un cuchillo- puede dejar restos suficientes como para
arrojar resultados en un análisis de ADN.

En 1997, el momento del crimen misterioso, la investigación a través del ADN tenía
sólo unos pocos años y, como estaba a punto de descubrir, la tecnología estaba
mejorando tan rápidamente que estaban comenzando a aparecer problemas no
previstos.

Mandé a analizar las tijeras de la morgue y descubrí que no solo dos sino tres
perfiles separados de ADN estaban presentes.

La la última década se avanzó mucho en la comprensión de las evidencias de ADN

Investigaciones posteriores encontraron contaminación de ADN en otros varios


instrumentos de la morgue, pero las únicas que iban a presentar problemas eran las
tijeras para cortar uñas.

Los cuchillos de autopsia, por ejemplo, tenían restos de ADN de diferentes


personas, pero dado que sus incisiones no tenían como fin recoger muestras de
ADN, la contaminación no era un problema.

Inmediatamente envié una nota urgente a todos los médicos, morgues y patólogos
forenses del país señalando el problema y sugiriendo que en el futuro todas las
muestras de uñas se recortasen con tijeras descartables y que estas tijeras fueran
incluidas en la bolsa de la evidencia junto con los trozos de uñas para confirmar que
habían sido usadas una sola vez.

Es un sistema que se mantiene hoy.


YOHAN OSCIEL SÁNCHEZ ESCALANTE

7 PRINCIPIOS DE LA CRIMINALÍSTICA APLICADOS EN


ESTE CASO
Principio de uso
TIJERAS
Principio de producción
TIJERAS
Principio de intercambio
MATERIAL BIOLÓGICO ENTRE LAS UÑAS
Principio de característica
ADN ENTRE LAS TIJERAS Y LAS UÑAS
Principio de reconstrucción
EXÁMENES, ANÁLISIS DE LAS CADA OBJETO
DENTRO DEL LABORATORIO
Principio de probabilidad
VÍNCULO DE LAS DOS MUJERES O NEGLIGENCIA
LABORAL DENTRO DEL LABORATORIO
Principio de certeza
LAS TIJERAS.

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