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BENEMEÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

REFLEXIÓN: VISITA AL SERVICIO MÉDICO FORENSE


(SEMEFO)

MEDICINA LEGAL Y LABORAL

DR. JAIME TÉPOZ MARTÍNEZ

EQUIPO 9:
CONTRERAS VÁZQUEZ MAGALY
ESCOBAR ROJAS MICHELLE RENEE
LÓPEZ LUNA ARACELY
VISITA AL SERVICIO MÉDICO FORENSE (SEMEFO)

En la visita al SEMEFO se lograron observar tres necropsias, eran tres


cuerpos pertenecientes a dos hombres y una mujer. Los tres habían sido
decapitados y tan solo se encontraban en las mesas de exploración sus
cuerpos, estos envueltos en cobijas.
Las autopsias de medicina legal no se parecían en nada a nuestras prácticas
de anatomía. La crudeza de los cadáveres, muchos recién muertos y la
mayoría por los medios más atroces imaginables nos devolvían, como un
espejo, la maldad humana, que es siempre hirviente y arde al contacto.
Los médicos forenses afrontaban su trabajo con absoluta seriedad, respeto y
de vez en cuando dosis de humor para tratar de mitigar el trabajo que estaban
realizando.
Después de la clase en que veíamos mecanismos de muerte y en que nos
enseñaban los métodos de la ciencia forense para detectar en el cadáver
rastros de sustancias tóxicas, de drogas o de ADN de algún otro sujeto, con
tranquilidad nos anunciaban lo que esperaba abajo, sobre las planchas
En ese lugar olía a muerte. El olor penetraba las fosas nasales. Los olores se
aposentan en el estómago, incomodándolo, Uno de los hombres, envuelto de
igual manera en cobijas, invadió el ambiente de un olor fétido de manera
inmediata después de la toma de fotos al cuerpo envuelto aún y de los
insectos que se hallaban en el lugar se prosiguió a descubrirlo, una vez
expuesto el cuerpo se pudo apreciar el estado tan deplorable en el que se
encontraba, una gran cantidad de larvas lo invadían, el estado de
descomposición era aún mayor que en el de la mujer, este hombre vestía
pantalón en tonos verde militar, zapatos negros pero no tenía playera , a
primera vista llamó mucho la atención la falta de ambas manos.
Se comenzó con la inspección de estos 3 cuerpos, la primera en ser
manipulada fue la mujer. Tras anotar las características de las cobijas que
envolvían el cuerpo y las ataduras impuestas se empezó con su retiración. Al
momento de retirar las cobijas se lograron encontrar varios tipos de insectos
y larvas que fueron examinados y de los cuales se tomaron fotos para su
registro. La inspección superficial del cuerpo revelaba heridas de bala,
algunas marcas hechas en la mano de la víctima con algún tipo de tinta roja,
el abdomen se encontraba expandido y sus ropajes no parecían estar rotos.
La blusa de tirantes que tenía estaba levantada de tal forma que dejaba al
descubierto su abdomen, el pantalón y el cinturón se encontraban intactos,
sin aparente señal de que haber sido tocados, mientras tanto se encontraba
sin zapatos y con los calcetines a medio pie, como si no hubieran sido
terminados de sacar. Tras la anotación de todos estos datos de primera
inspección se pasó a inspeccionar más a fondo el cuerpo. Se retiraron las
ropas de la víctima, encontrándose a su paso que en el sujetador la mujer
cargaba con “cristales” (metanfetaminas).
Tras el retiro de la ropa, se pudieron encontrar 6 impactos de balas, ninguna
demostraba haber sido un disparo cercano, ya que el agujero era limpio y no
se encontró marca/tatuaje de pólvora que demostrara lo contrario. Los
disparos estaban distribuidos de la siguiente manera: 2 en el brazo derecho
(que, gracias al impacto y cercanía con el hueso, lograron fracturar el brazo),
1 en el torso (cerca de una mama), 1 debajo del apófisis xifoides del esternón
y otros dos en la cabeza, uno en la nuca y el otro debajo del mentón. Al
inspeccionarse están heridas se encontró que sangraban, todavía, a la
presión.
En otras partes del cuerpo se hallaron laceraciones, varias contusiones y
heridas poco profundas a lo largo de todo el cuerpo. Se observaron también
varios tatuajes, distribuidos en las extremidades. En el área del pecho había
una deformidad en una de las mamas (una depresión), aunado a marcas
alrededor de estas, haciendo verse como si fueran implantes. Tras la
inspección y anotación de estos descubrimientos se procedió a la necropsia
como tal.
Se hizo un corte desde el cuello hasta la sínfisis del pubis para dejar al
descubierto la caja torácica y los músculos abdominales, aquí se descubrió
que el orificio de la bala había traspasado las costillas y probablemente se
había alojado en los pulmones. Se inspeccionaron las mamas en búsqueda
de los implantes (para, con el número de serie de los implantes, tratar de
tener indicios de la identidad de la víctima), sin embargo, estos no se
encontraron, eliminando una hipótesis para el reconocimiento de la mujer. Se
intentó hallar las balas, así que se realizó un corte de las costillas
(longitudinal, siguiendo el curso de la línea mamaria de cada lado) así
extrayéndolas como se una escotilla se tratara, dentro de la caja torácica los
pulmones se veían colapsados (esto probablemente por el impacto de la
bala), sim embargo no se halló ninguna. Después de analizar todas las
perforaciones de bala tan solo se recuperaron 2 de 6 (extraídas de la pierna
y el brazo). También se analizó el trayecto de las balas, determinando su
lugar de entrada y lugar de salida.
Se hizo otra incisión en el abdomen descubriendo los órganos internos, de lo
cual no se encontró nada relevante más que una infección en útero
(demostrada por el abundante pus que había dentro del órgano). Al analizar
el cráneo se determinó la causa de la muerte: esta fue por asfixia, ya que las
raíces de los dientes mostraban una coloración rosada, signo evidente de
cianosis.
 Ambos hombres en las mismas condiciones que la mujer (a excepción
que tenían zapatos y no playera)
 Uno de los hombres no tenía manos (el de mayor grado de
descomposición), tampoco tenía genitales, con 2 balazos
 2 balazos, en su pantalón una lámpara y un celular, genitales
expandidos y abdomen expandidos (edematizados)
La experiencia que adquirimos en la SEMEFO nos marcó de por vida. El
nombre de autopsia (su significado literal de «mirada a uno mismo») encierra
una fuerte carga filosófica de conocer lo que sucedía en el organismo
doliente.

La esencia del hacer médico reside en la búsqueda de los datos más seguros
del padecer de cada enfermo antes de tomar las decisiones terapéuticas.
Cuando el resultado final es la muerte, solo hay una forma completa,
profunda, ilimitada y permanente de hacer esa recapitulación: la autopsia.

La autopsia forense es el ojo del médico afrontando la realidad de la sociedad


en la que vivimos, en la que el gobierna la violencia y la inseguridad

“Sabemos que en la vida todo es una dualidad: el mal y el bien, la noche y el


día. Sabemos que está la materia -el cuerpo- y que está el espíritu, el alma.
Y estoy convencido de que las almas de los cuerpos que tenemos en
resguardo no han encontrado la paz porque su materia no ha recibido
sepultura. Entonces sí creo posible que estén divagando por aquí”

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