La vereda está ubicada al Suroccidente del municipio. Es una zona de topografía
montañosa con laderas y pendientes. Su altitud oscila entre 1200 y 2000 metros snm, con un clima entre templado y frío. Está organizada en tres sectores veredales: Los cauchos, Altos de Mantilla y Guayanas. El agua que usan las personas de la vereda proviene de dos represas, la represa Esmeraldas, ubicada en lo más alto de la vereda y la represa de los Cafeteros. La zona es bañada por el río Claro, la quebrada de las brujas, la quebrada la paz y en la zona baja por la quebrada Guayanas, que desemboca en el río frío. Esta integrada por 60 viviendas, habitadas por un promedio de 300 personas. La mayoría de sus habitantes provienen de las mismas familias, y responden a los apellidos Rico, Martínez y Rodríguez. El nivel educativo de la población es relativamente bajo. La mayoría de adultos solo tiene educación primaria. Los niños estudian en el Colegio Ecológico, que tiene tres sedes en la zona: Sede C de Altos de Mantilla, Sede H en Los Cauchos y Sede E en Guayanas. Las dos primeras sedes ofrecen educación básica primaria, secundaria y media; mientras la sede E solo ofrece básica primaria. Su economía es campesina de subsistencia, organizada por pequeños productores y propietarios rurales. Determinada por cultivos de café y yota (guatila), además de hortalizas, aromáticas y algunos frutales. También se encuentran criaderos de pollos, cerdos y cultivos de tilapias. Se considera que hay un alto potencial para el ecoturismo. Algunas casas se ofrecen como hospedaje, y en la parte baja se encuentran algunos centros recreacionales y en las quebradas se hacen paseos de olla. En la parte alta se practican caminatas ecológicas, senderismo y otros deportes. La cultura de su población es típicamente campesina, de arraigo religioso católico, tienen dos capillas y un domingo al mes el sacerdote llega a las veredas a realizar la eucaristía. El día a día de los habitantes esta determinado por el trabajo en el campo. Desde muy temprano, los campesinos arrancan con su trabajo en los sembrados y solo se detiene el trabajo para las media nueve, una hora de almuerzo y la limonada o el guarapo de las onces. Se trabaja hasta las 5:00 de la tarde, de lunes a sábado. El día domingo es para descansar. En horas de la mañana se comparte en casa con la familia y en horas de la tarde la reunión se da en las tiendas de la vereda donde se comparte con los vecinos y amigos al son de juegos como el bolo criollo, el tejo, el pool o el futbol. De vez en cuando, los miembros de las comunidades se unen en torno a bazares y eventos culturales, que normalmente son emprendidos por las escuelas.