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EFECTO MANDELA

El productor de cine Robert Evans dijo: “Hay tres lados en cada historia: tu lado,
mi lado y la verdad”. Evans tenía razón en algunos aspectos, ya que las personas
pueden crear por error recuerdos falsos o pseudo recuerdos. Este es el caso del
efecto Mandela.
El efecto Mandela, bautizado con este nombre por la pseudocientífica Fiona
Broome, es explicado en pocas palabras, un falso recuerdo colectivo. Se trata de
una creencia errónea en forma de recuerdo vívido que es compartida por un
grupo grande de personas a pesar de que en la realidad nunca ha ocurrido o no
ha sido de la manera en que se recuerda.
Se llama así después de que muchas personas pensaran que Nelson Mandela
había muerto en la cárcel. No era cierto. En 1990 Mandela fue liberado y llegó a
ser presidente de Sudáfrica de 1994 a 1999, hasta que el 5 de diciembre de
2013 murió de neumonía en compañía de su familia. A los lectores minuciosos
les llamará la atención los 23 años de diferencia entre la fecha de defunción
aceptada de común acuerdo y la verdadera. Cuando se anunció la muerte de
Nelson Mandela en los medios de comunicación, mucha gente se sorprendió,
pues mucha de ella incluso creía recordar la transmisión televisiva de su
entierro.
Los teóricos de la conspiración creen que esto es una prueba de un universo
paralelo, mientras que muchos médicos lo usan como una ilustración de cuán
imperfecta puede ser a veces la memoria.
La inducción externa de los recuerdos
Una de las teorías más extendidas se centra en un fenómeno conocido en
psicología como inducción externa de recuerdos. Este fenómeno consiste en
que, ante un vacío de información que nos impide recibir una noticia en toda su
extensión, nuestro cerebro suele completar los huecos con ideas que
rescatamos en nuestra memoria. Con el tiempo, según esta teoría, a la memoria
le cuesta distinguir entre los recuerdos reales y los ficticios y puede conducirnos
a construir imágenes falsas inducidas. La validación social, por un lado, y el
sesgo informativo, es decir, la prioridad que le damos a los datos que reafirman
nuestras creencias, por otro, provocan que sean muchas las personas que
realizan exactamente el mismo proceso mental, aunque les separen miles de
kilómetros. De esta manera el imaginario colectivo construye una idea falsa que
corre como la pólvora.
Sin duda el efecto Mandela es un fenómeno muy controvertido que llama la
atención de psicólogos y sociólogos.
En conclusión, es un fenómeno de confabulación compartida por varias
personas.

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