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SN 1

El gigante
H ace muchos años, existió un gigante, tan gigante, que tenía que
dormir al aire libre, pues nunca encontró una vivienda adecuada a
su tamaño.

Cuando se quedaba dormido, en medio del bosque, daba unos


ronquidos tan fuertes que el aire que expulsaba había mover todas
las ramas de los arboles. Pero eso no era lo peor. A quienes más
molestaban los terribles ronquidos del gigante, era a una gran
familia de duendecillos que habitaba por aquellos alrededores.
Como ninguna noche les dejaban descansar, los duendes decidieron
acabar con aquella desagradable situación y organizaron un plan.

Hicieron unos turnos y en cuanto el


gigante empezaba a roncar, cuatro duendecillos se
dirigían hacia él. Dos se subían en su pie izquierdo y
otros dos en el derecho. Allí comenzaban a bailar y le
hacían unas tremendas cosquillas. El gigante se daba
media vuelta y dejaba de roncar.
Cuando empezaban de nuevo los ronquidos, los
duendecillos de nuevo bailaban. Y así hasta que el sol
asomaba sus rayos entre las ramas de los árboles.
Entonces corrían hacia la casa.

De esta manera todos los duendes pudieron dormir


plácidamente, excepto, claro está, los cuatro que tenían
guardia esa noche.
María Luisa Castaño
197 . 11.820 22113
PIENSA Y RECUERDA…
“EL GIGANTE”
1. El gigante dormía:
a. En el bosque
b. Al aire libre
c. En los árboles
2. ¿Cuántos duendecillos hacían guardia en la noche?
a. Cinco
b. Cuatro
c. Tres
3. ¿Cómo acabarían los duendecillos con los ronquidos del gigante?
a. Bailando y haciéndole cosquillas
b. Bailando y cantando
c. Moviéndole los pies y las manos
4. Los duendecillos corrían a casa, cuando:
a. El sol asomaba los rayos entre las ramas de los arboles
b. El sol se escondía entre las nubes
c. La luna se asomaba entre los árboles
5. Los ronquidos del gigante, molestaban:
a. A una familia de enanos
b. A cuatro duendecillos
c. A una familia de duendecillos

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