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ORIGEN Y TIPOS DE SUELOS

1. FORMACION DE LA TIERRA

Los conocimientos actuales sobre la estructura del globo han sido adquiridos
gracias a la sismología; en efecto, las conclusiones que se han extraído de las variaciones
experimentadas por las ondas sísmicas, tanto artificiales como naturales a su paso a través de
la tierra, han permitido descubrir que el globo se compone de tres partes esenciales: la corteza,
el manto y el núcleo.
La corteza terrestre está formada por una costra externa, fina, de espesor variable,
que envuelve a la tierra toda. Es más fina bajo los océanos (entre 5 y 10 Km), sin embargo,
bajo los continentes su espesor medio que es de 30 Km puede alcanzar 70 Km en ciertas
regiones montañosas.
Bajo los océanos, se dice que la corteza terrestre se compone únicamente de una
sola capa cuya densidad corresponde a la de un basalto (3.000 Kg/m 3). Esta capa bajo los
continentes y cadenas montañosas se descompone en dos capas principales. La superior que
es esencialmente granítica (densidad 2.670 Kg/m3), lleva el nombre de SIAL por estar
constituida principalmente por los elementos Silicio (Si) y Aluminio (Al), combinados por el
oxígeno. La capa inferior es basáltica y se denomina SIMA ya que el Magnesio es el elemento
dominante. Al límite entre el SIAL y SIMA se le conoce como discontinuidad de Conrad y al
límite inferior de la corteza discontinuidad de Mohorovicic. La noción de discontinuidad
evidencia el hecho de que las ondas sísmicas sufren modificaciones.
El manto terrestre se extiende hasta una profundidad de 2.900 Km
aproximadamente. Se supone que la parte superior del manto está constituida por dunita que
es una roca cuyo mineral principal es el olivino (silicatos de hierro y magnesio), y mientras más
profundas son más ricas en hierro, lo que hace que la densidad del manto fluctúe entre 3.320
Kg/m3 (en la cercanía de la discontinuidad de Mohorovicic) y 5.570 Kg/m3 en la parte más
profunda, mientras que al pasar a la capa siguiente el núcleo terrestre pasaría rápidamente a
alrededor de los 9.740 Kg/m3.
En el manto terrestre se encuentran los depósitos Magmáticos.
El núcleo terrestre, que empieza a los 2.900 Km de profundidad, se compone de dos
partes: el núcleo externo y el núcleo interno. El núcleo externo, que es líquido, se supone que
es una modificación de la parte inferior extrema del manto por la acción de la presión y la
temperatura muy elevada que reina en las grandes profundidades. Se dice que la composición
química de los núcleos es una aleación de hierro y níquel (NIFE). La densidad en el límite de
tos núcleos, interno y externo, pasa de 12.000 Kg/m 3 a 15.000 Kg/m3, en tanto que no sería
inferior a 18.000 Kg/m3 en el centro de la tierra.

2. LOS PROCESOS GEOLOGICOS

El aspecto y la topografía de la Tierra experimentan continuas modificaciones por la


acción de una serie de fenómenos designados con el nombre de procesos geológicos. Estos
afectan esencialmente a la corteza terrestre, pero también pueden manifestarse en el manto.
El más importante de ellos es la orogénesis, que corresponde a períodos de
deformaciones tectónicas que consiguen dar a la región, y en consecuencia a los depósitos
precedentes, una determinada estructura y, esencialmente, a levantarla por orogenia
(plegamientos de cadenas montañosas).
Otros procesos de este género son el volcanismo y el magmatismo, que se
manifiestan por medio de la penetración en la superficie de la tierra o en sus proximidades de
roca en estado de fusión. Estos magmas se solidifican formando rocas magmáticas o, cuando
aparecen en la superficie, rocas volcánicas. Los magmas pueden contribuir también a
transformaciones de otras rocas.
Igualmente son procesos geológicos, la erosión y el acarreo de materiales móviles y
su sedimentación. Se entiende por erosión el conjunto de procesos que contribuyen a disgregar

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las rocas en fragmentos menos importantes y a transportar de manera continuada los
materiales superficiales de la Tierra.
Estas alteraciones que sufren las rocas cuando llegan a la superficie de la corteza
debido al cambio de su entorno físico y químico, distinto al que se formaron, son conocidos
también como meteorización, en que la desintegración física es debida a los agentes climáticos
tales como cambio de temperatura, viento, hielo y raíces. La descomposición y disolución de
las rocas se debe al agua con oxígeno disuelto, dióxido de carbono y ácidos orgánicos, cuya
efectividad depende de su concentración, temperatura de la roca o suelo y de la cubierta
vegetal.
Según el clima y la topografía se producen perfiles de suelos distintos por región,
tales como el caliche y el suelo de Valdivia, debido a los distintos grados de acumulación y
pudrición de la materia orgánica, lixiviación, oxidación y concentración de sales solubles.
El suelo de Valdivia merece su atención por los problemas ingeníeriles viales que
suele causar al ser muy sensible a la humedad, y cambiar sus propiedades después de
secarse. A estos suelos se les clasifica pedológicamente como Andosoles (Andepts, según
sistema de clasificación U.S. Soil Taxonomy).
Para formarse suelos del tipo Andosol se deben tener las siguientes condiciones:
Material volcánico piroclástico de actividad reciente (no ríos de lava) y
precipitaciones superiores a 2.500 mm al año para mantener el suelo constantemente
hidratado, sin permitir ciclos de deshidratación.
Estos suelos no son lateríticos (vocablo ya abandonado) como algunos pretenden
denominarlos, sino que son suelos volcánicos inmaduros, propios de áreas muy lluviosas.
Estos suelos se caracterizan por contener una humedad anormalmente alta, sobre el límite
líquido, y que a pesar de ello desarrollan resistencias relativamente altas por ser estables con
estos contenidos de humedad, pero cuando se perturban se comportan como suelos altamente
plásticos, arcillas saturadas, perdiendo su consistencia. Si esta manipulación es excesiva,
llegan a veces a fluir.
Al secarlos, al aire o al horno, cambian sus propiedades y se convierten realmente
como granulados. Estos cambios son irreversibles. Al secarse superficialmente y, por
consiguiente, transformarse en un material relativamente plástico, pueden soportar vehículos
livianos.

3. LAS ROCAS Y SUS MINERALES

La corteza terrestre está constituida por rocas, que a su vez están formadas por
minerales, los que poseen propiedades físicas características, como la dureza, el color, la
fractura, etc.
Los minerales que integran las rocas constituyen una pequeña parte del conjunto de
minerales conocidos. Los más importantes de entre ellos son los feldespatos, los cuarzos y las
micas.
Los feldespatos son, con mucha diferencia, los más abundantes en la naturaleza.
En cuanto a la composición mineralógica, se hace distinción entre rocas ácidas,
básicas e intermedias. Las rocas ácidas contienen más del 66% de sílice, las rocas intermedias
entre 52 y 66% y las rocas básicas menos del 52%.
La petrología, que tiene por objeto el estudio de las rocas que constituyen la corteza
terrestre, distingue tres clases de rocas: rocas ígneas, rocas sedimentarias y rocas
metamórficas.
Las rocas ígneas son de origen profundo y son el resultado del enfriamiento y
cristalización de la masa fundida, el magma. Pueden encontrarse a grandes profundidades, y
se denominan plutónicas, o en la superficie terrestre, denominándose entonces rocas
volcánicas. Estas últimas provienen de masa fundida que ha llegado a la superficie en forma de
lava procedente de erupciones volcánicas y se ha solidificado en el curso de su enfriamiento.
Las rocas volcánicas y sedimentarias constituyen los dos tipos de rocas superficiales.

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Las rocas sedimentarias proceden de productos de erosión que se han depositado
en capas generalmente muy compactas (sedimentos) sobre el suelo o, más comúnmente, en el
fondo del mar.
Las rocas sedimentarias no constituyen más que un 5% aproximadamente de la
corteza terrestre, pero cubren alrededor de las tres cuartas partes de los continentes y de los
fondos marinos, formando a menudo resistentes capas de varios miles de metros de espesor.
Proceden de la acumulación y de la aglomeración de los sedimentos, de depósitos de
fragmentos de diversas rocas transportadas por el agua y el viento desde su lugar de origen
hasta otras partes de la superficie terrestre, terrenos o fondos marinos.
Las rocas sedimentarias son más o menos estratificadas y se componen de varias
capas de diferente espesor; generalmente se distinguen unas de otras gracias a su color y al
tamaño de las partículas que las componen.
La alteración de las rocas, por procedimientos mecánicos o químicos, y el transporte
de los productos de la alteración, son causa de la formación de los sedimentos.
Se pueden distinguir sedimentos clásticos y no clásticos. Los sedimentos elásticos
se componen de productos de disgregación, partículas de rocas disgregadas, trituradas y
desgastadas por la acción del agua y del viento, o demolidas por la acción conjunta de las
variaciones de temperatura y de las raíces vegetales. Las rocas sedimentarias no clásticas se
depositan evaporación o por la acción de organismos vivos.
Las rocas metamórficas tienen su origen en rocas ya existentes que, sometidas a
transformaciones químicas o al calor y la presión en el interior de la corteza terrestre, han
sufrido metamorfosis química, mineralógica o física.
Muchas veces no se pueden delimitar claramente las rocas metamórficas de las
ígneas. Una roca sedimentaria puede, por ejemplo, en el caso de un metamorfismo acentuado
y por la acción del calor, transformarse parcialmente en una masa rocosa fundida. Cuando esta
masa fundida se solidifica, la roca resultante es una roca magmática debido a que algunas de
sus partes han pasado por un estado de fusión.
Las rocas sedimentarias se forman al hacerse compactos los sedimentos por medio
de la propia sedimentación, cementándose para convertirse en una roca dura. Este fenómeno
se produce a profundidades relativamente grandes en las que la presión es ejercida por
sedimentos de las capas superiores. En la mayor parte de los casos se produce
simultáneamente una recristalización. El conjunto de estos procesos, incluida la compactación,
se agrupa en el término diagénesis. La noción de metamorfismo no comprende, en general, los
procesos diagenéticos. Puede decirse, por lo tanto, que el metamorfismo tiene lugar a partir de
una profundidad determinada. En general, la temperatura es suficientemente elevada a partir
de esta profundidad para que la metamorfosis pueda producirse en un sedimento, en una roca
sedimentaria o en una roca magmática endógena.
Una de las rocas metamórficas más comunes son los mármoles.

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4. TIPOS DE SUELOS

Hemos visto la gran cantidad de transformaciones a que son sometidos los


materiales constituyentes de la corteza terrestre y los diferentes estados de consolidación a
que son sometidos. Los usos que se les da también son diversos, lo que origina distintas
definiciones de suelo según los usuarios.
Para el ingeniero civil, según Terzaghi, suelo es todo agregado natural de partículas
minerales separables por medios mecánicos de poca intensidad, como ser agitación en agua.
Por el contrario, roca es un agregado de minerales unidos por fuerzas cohesivas poderosas y
permanentes; se ha fijado un límite de 1,5 MPa.
Para los geólogos, el término roca implica todo el material que constituye la corteza
terrestre, sin considerar el poder de las fuerzas de cohesión que unen las partículas minerales,
mientras que el término suelo lo aplica solamente a aquella porción de la corteza que
constituye el suelo vegetal. Para el geólogo, la arcilla es una roca, sólo diferencia al “lecho de
roca” que es la corteza terrestre sin desintegrar y el “manto de roca” que es el producto de su
desintegración que cubre este lecho.
Para los agrónomos, suelo es la delgada parte superior del manto de roca en que
penetran las raíces de las plantas y de donde éstas toman el agua y las demás sustancias
necesarias para su existencia.
Es fundamental primero fijar el significado con que los términos suelo y roca son
utilizados, antes de iniciar cualquier estudio.

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De acuerdo con el origen de sus elementos, los suelos se dividen en dos grandes
grupos: suelos cuyo origen se debe, esencialmente, al resultado de la descomposición física y
química de las rocas, y suelos cuyo origen es esencialmente orgánico.
Si los productos de la descomposición de las rocas se encuentran aún en el mismo
lugar de origen, se trata de un suelo residual, en caso contrario se dice que es un suelo
transportado (gravedad, agua, viento, hielo).
Los suelos orgánicos se han formado casi siempre en su lugar de origen por
descomposición de vegetales, como es el caso de las turbas o por acumulación de esqueletos
o conchas de ciertos organismos. No obstante, Terzaghi aplica la expresión de suelo orgánico
a suelos transportados, producto de la descomposición de las rocas, que contienen cierta
cantidad de materia orgánica vegetal descompuesta.
La ASTM ha definido como suelo: “Sedimentos u otras acumulaciones de partículas
sólidas producidas por la desintegración física y química de las rocas, las cuales pueden o no
contener materias orgánicas”. Y roca: “Materia sólida mineral que se presenta en grandes
masas o fragmentos”.
Los suelos más comunes, de acuerdo con el tamaño de sus partículas son:
Bloques, fragmentos de roca mayores a 300 mm.
Bolones, fragmentos de roca entre 80 y 300 mm.
Gravas, agregados sin cohesión de fragmentos granulares, poco o no alterados, de
roca y minerales, cuyos tamaños varían entre 5 (ó 2 mm) a 80 mm.
Arenas, partículas de roca sin cohesión, menores a 5 (ó 2 mm) y mayores que 0,080
mm.
Limos, suelos de grano fino con poca o ninguna plasticidad y de tamaño
comprendido entre 0,005 (ó 0,002 mm) y 0,080 mm.
Arcillas, son agregados de partículas pequeñísimas derivadas de la descomposición
química de las rocas, son plásticas y el tamaño de sus partículas es menor a 0,005 mm (ó
0,002 mm).

5. FASES EN LA COMPOSICION DEL SUELO

Los suelos se componen de muchos ingredientes diferentes que pueden


encontrarse en los tres estados o fases de la materia: sólido, líquido y gaseoso. Lo mismo se
puede decir de la mayoría de las rocas que, aunque endurecidas, contienen materia líquida y
gaseosa.
La relación entre las masas y volúmenes de las diferentes fases nos ayuda a definir
las condiciones del suelo, conocer las propiedades y comportamiento físico.
Los volúmenes y masas de las fases sólidas (partículas, agentes cementantes,
minerales, materia orgánica), líquida (agua y sales minerales disueltas) y gaseosa (aire, gases
orgánicos, vapor de agua) de un suelo se pueden representar por un diagrama en bloque,
según se muestra en la figura y relacionando las masas en ella designadas se pueden definir
las siguientes relaciones:

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En que:

Va = Volumen aire
Vw = Volumen agua
Vv = Volumen vacío
Vs = Volumen sólido
Vt = Volumen total
Ma = Masa aire
Mw = Masa agua
Ms = Masa sólida
Mt = Masa total

a) Densidad del suelo (ρ) : se expresa en kg/m3 ó g/cm3

ρ = Mt / Vt donde Mt = Ma + Mw + Ms (Ma = 0)
Vt = Va + Vw + Vs

b) Densidad del suelo seco (ρd) : se expresa en kg/m3 ó g/cm3

ρd = Ms / Vt donde Ms = Mt – (Ma + Mw)

c) Densidad de partículas sólidas (ρs) : se expresa en kg/m3 ó g/m3

ρs = Ms / Vs donde Vs = Vt – (Va + Vw)

d) Peso específico de los sólidos (Gs): se expresa sin unidades

Gs = ρs / ρw ρw = densidad del agua, a 4ºC (1000 kg/m3)

Gs = Ms / Vs * ρw

e) Contenido de agua ó humedad (w): se expresa en en porcentaje. Relaciona la masa del


agua y la masa del suelo seco.

W = Mw / Ms x 100 (%) Mw = Mt – Ms

RELACIONES VOLUMÉTRICAS

f) Relación de vacío o índice de huecos (e) : Relaciona el volumen de vacío con el


volumen de sólido.

e = Vv / Vs

g) Porosidad (n): Relaciona el volumen de vacío con el volumen total se suelo. Se expresa
en porcentaje.

n = Vv = Vt x 100 (%)

h) Grado de saturación (Sr): El suelo está saturado cuando el agua ocupa la totalidad de
sus huecos. Relaciona entonces el volumen de agua y el volumen total de vacío. Se
expresa en porcentaje.

Sr = Vw / Vv x 100%

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Problemas

1) Una muestra de arena húmeda tiene un volumen de 464 cm3 y una masa de 793 g; su masa
seca es de 735 g.

Determinar la Razón de Vacío (e), la humedad (w) y el Grado de Saturación (Sr). El pesc
específico del material (Gs) es 2,68.

2) Se tiene una arena bien graduada sin finos en que se observan partículas aisladas de
grava. Un análisis granulométrico indica que el 85% pasa bajo 5 mm.

La densidad de este material es p = 2,20 g/cm 3 y su humedad w = 3,5%. La densidad de


partículas sólidas de la grava es Gs = 2,7. Determine la densidad seca de la arena.

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CLASIFICACION DE LOS SUELOS

INTRODUCCION

Todo estudio de mecánica de suelos necesita una descripción de ellos, que permita
diferenciar los suelos de una misma categoría. Las propiedades en que se basa dicha
diferenciación se conoce con el nombre de propiedades índice y los ensayes necesarios para
determinarlas, ensayes de clasificación.

PROPIEDADES INDICE

Cualquier suelo puede ser alterado cuando se le somete a un tratamiento adecuado.


Es así como una arena suelta puede transformarse en densa si se le compacta lo suficiente; de
esto se desprende que el comportamiento de los suelos en terreno, además de las propiedades
intrínsecas de las partículas, depende del acomodamiento de éstas. Por consiguiente, las
propiedades índice se dividen en propiedades de las partículas del suelo y propiedades de los
agregados del suelo.
Las propiedades de las partículas son su forma y tamaño, y en el caso de las
arcillas, su composición mineralógica.
Las propiedades de los agregados sin cohesión son la compacidad y para los suelos
cohesivos la consistencia.

Propiedades de las partículas

a) Tamaño

El tamaño de las partículas de suelos varía de 1 mμ (1 X 10 -6 mm) hasta 300 mm, y


para describirlo podemos citar su dimensión o asignarle el nombre que se haya definido para
una gama de tamaños.
Debido a lo irregular de la forma de las partículas, el tamaño depende de la
dimensión medida y de la forma de medición. El método más usado para la determinación del
tamaño, para partículas de tamaño superior a 0,08 mm, es el análisis granulométrico y el
análisis de sedimentación o hidrométrico para las partículas de tamaño menor.
Para representar la distribución de los tamaños de las partículas de un suelo se
hace uso de la llamada curva granulométrica que se dibuja relacionando el porcentaje de
partículas de tamaño inferior, en peso, con cada diámetro en mm en escala logarítmica.
Cuando se analizan los tamaños es conveniente determinar el tamaño efectivo D10,
que es el tamaño por donde pasa el 10%, en peso, de las partículas. También es necesario
calcular el coeficiente de uniformidad Cu, que se define por la relación:

Cu = D60 / D10

b) Forma

La forma de las partículas tiene tanta importancia como su tamaño en el


comportamiento del suelo de origen clástico. Las partículas pueden tener forma redondeada,
laminar y acicular.
Cuando el largo, el ancho y el espesor de una partícula son del mismo orden de
magnitud, se dice que tiene forma redondeada cuyas características son la esfericidad y
redondez. Si designamos el largo L, el ancho B y el espesor H y el diámetro equivalente De al
diámetro de una esfera de igual volumen que la partícula. tenemos que:

Esfericidad se define por: X = De / L


Planiformidad se define por: F = B / H
y alargamiento por: E = L / B

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Otra relación muy usada es la superficie específica que es la razón entre el área
superficial y el volumen de las partículas.
Con la esfericidad se relacionan la facilidad de manipular los suelos, la capacidad de
permanecer estables cuando están sometidos a choques y su resistencia a rotura debido a la
acción de las cargas.
Cuanto mayor es la esfericidad y menor la planiformidad o el alargamiento, menor
es la tendencia de las partículas a desintegrarse bajo la acción de las cargas. Las partículas
planas o alargadas tienden a orientarse de manera que quedan paralelas cuando esos suelos
se usan en la construcción de terraplenes, formando planos de debilitamiento.
La redondez es la medida de la agudeza de los vértices de las partículas y se define como:

R = Radio promedio de los vértices y aristas


Radio de la esfera máxima inscrita

Debido a la dificultad de medir la redondez, se describe cualitativamente con los términos:


Angulosa: Partícula formada por trituración o chancado de las rocas.
Subangulosa: Cuando las aristas y vértices se han suavizado un poco.
Subredondeada: Cuando las áreas entre las aristas de una partícula están algo suavizadas y
los vértices comienzan a desgastarse.
Redonda: Cuando las irregularidades están prácticamente suavizadas, pero se puede
apreciar aún la forma original.
Muy redonda: Cuando ha desaparecido todo rastro de la forma original de la partícula.

La redondez tiene una influencia muy grande sobre el comportamiento ingenieril de


las partículas. Por efecto de las cargas los vértices angulosos se rompen, pero las partículas
tienden a resistir el desplazamiento. Las partículas redondas más lisas son menos resistentes
al desplazamiento, pero es menos probable que se trituren.

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Los suelos de partículas redondeadas soportan cargas estáticas pesadas con
pequeña deformación, especialmente si son angulosas. Sin embargo, por efecto de vibraciones
se desplazan fácilmente.
Las partículas laminares, de esfericidad menor a 0,01, son finas pero no
necesariamente alargadas. Son, como su nombre lo dice, láminas u hojas de papel en cuanto a
sus dimensiones relativas. Las partículas laminares más comunes son las formadas por la
desintegración de las micas y los minerales arcillosos. Si estas partículas se orientan al azar
pueden resistir los desplazamientos; si están empaquetadas paralelamente resisten los
desplazamientos perpendiculares a sus planos, pero se pueden desplazar fácilmente en
dirección paralela a sus superficies. Pequeñas cantidades de mica laminar pueden modificar el
comportamiento de un suelo de partículas redondeadas al separarlas entre sí. Los suelos
compuestos por partículas laminares se comprimen y deforman fácilmente bajo el efecto de
cargas estáticas, en cambio son relativamente estables a las vibraciones.
Las partículas aciculares tienen un alargamiento E mayor que 100 y se encuentran
en las arcillas atapulgíticas. Son elásticas y se rompen con facilidad bajo los efectos de las
cargas.

c) Textura superficial

La textura superficial o aspecto, son las características secundarias de la superficie


de una partícula, independiente de la forma y tamaño.
Para describir este tipo de textura se emplean los términos Opaca, Brillante, Suave,
Aspera, Estriada, etc.

Propiedades de los agregados

El término agregado se emplea para designar una masa de suelo, mientras que el
término partícula se emplea para designar cada uno de sus elementos constituyentes. Los
agregados de suelo pueden diferir en textura, estructura, compacidad, consistencia y humedad.
La mayoría de los datos se obtienen en terreno por simple inspección visual y permiten
describir la estratigrafía de las perforaciones. Otros como la compacidad, consistencia y
algunas relaciones de fases se obtienen mediante ensayes de laboratorio o in situ.
a) Textura: es el grado de finura y uniformidad del suelo detectado mediante el
tacto, y se describe con términos tales como, harinoso, suave, arenoso, áspero, según la
sensación percibida (determinación organoléptica).
b) Estructura: en mecánica de suelos el término estructura o más bien
microestructura, se emplea para describir la geometría de la agrupación de las partículas, y
macroestructura para describir la disposición de las capas, el agrietamiento, la aglomeración
que presentan los suelos cerca de la superficie del terreno, frecuentemente alterada por las
condiciones locales.
Por la gran variedad de forma de las partículas y posibles combinaciones de
contactos y números de poros, los tipos de microestructuras son infinitos, pero se ha estimado
conveniente clasificarlas en:
Estructuras no cohesivas: los suelos sin cohesión se componen generalmente de
partículas redondeadas que están en contacto con las que la rodean. Esta estructura de
contacto es típica de las arenas y gravas. El índice de huecos puede variar considerablemente
según sea la posición relativa de las partículas y es así que se describen como sueltas o
densas. El índice de huecos más alto posible para un suelo determinado en el cual todavía
están en contacto las partículas se denomina máximo (e max) y el más bajo lo llamamos mínimo
(emín). Las partículas de baja esfericidad, especialmente las de forma en placas, suelen
acuñarse firmemente dejando grandes poros formando una masa estable, pero cuando se
manipulan las placas se orientan paralelamente, comportándose completamente diferente en
los sentidos perpendicular y paralelo a la orientación (anisotropía). Los índices de huecos
máximos y mínimos, tienen poco significado en estos materiales.

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La relación entre los índices de huecos que realmente tiene un suelo y sus valores
límites, se llama Densidad Relativa DR:

DR = (emax - e / emax – emin) x 100 (%)

En ciertas ocasiones, cuando partículas de limo inerte sedimentan en aguas


tranquilas, se asientan lentamente y se acuñan unas a otras, sin rodar para alcanzar una
posición más estable, y forman arcos imperfectos dando origen a índices de huecos que
exceden el máximo correspondiente a la estructura de contacto (densidad relativa negativa); la
estructura se llama de panal. Lo mismo sucede con algunas arenas finas sin compactar a las
que se les conoce como “en estado abultado”.
La estructura panal puede soportar cargas estáticas con pequeñas deformaciones,
sin embargo, la vibración puede producir falla en la estructura convirtiendo toda la masa de
suelo en un líquido pesado.
Estructuras cohesivas: en los suelos cohesivos la estructura depende de los
minerales arcillosos y de las fuerzas que actúan entre ellos. Las fuerzas de atracción mutua
son contrarrestadas por las fuerzas producidas por las cargas eléctricas de las partículas
variando ambas indistintamente con la distancia, dando origen a estructuras dispersas o
floculadas según la fuerza predominante.

La disposición que toman las partículas de un suelo disperso se muestra en la figura


4 a. La repulsión entre las partículas a medida que se acercan entre sí, hace que cada una se
coloque a la distancia máxima entre ellas. Esta estructura es típica de suelos que están
mojados al compactarse, cuando se hace un relleno, o de los que se forman por sedimentación
en presencia de agentes dispersantes. Los suelos que tienen estructura dispersa son densos e
impermeables.
La disposición de las partículas en estructura floculada se muestra en las figuras 4 b
y c. Se forma de una suspensión de suelos en agua, que al introducir un electrólito, provoca la
floculación al disminuir la repulsión y las partículas caen unidas en un ordenamiento aleatorio.
Gran cantidad de agua queda atrapada en los grandes poros formados por las partículas,
además del agua adsorbida en la arcilla.
Las arcillas depositadas en el mar (sal), en lagunas y pantanos (ácidos orgánicos),
tienen un grado alto de floculación, no así los depósitos por río.
Los suelos floculados son livianos y muy compresibles, pero relativamente
resistentes e insensibles a las vibraciones. Son susceptibles al amasado, es decir, si se mezcla
íntimamente un suelo inalterado, se vuelve blando y pegajoso como si se le hubiese agregado
agua. Los trabajos en estos tipos de suelo son dificultosos al convertirse en fango.
Estructuras compuestas: consiste en una estructura de partículas redondeadas no
cohesivas, que se mantienen unidas por un agente cementante, tales como arcillas y carbonato
de calcio, que se pueden debilitar con el agua o los óxidos de fierro que son más estables. En
la figura 5 se muestran algunas estructuras compuestas.

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Estructuras cristalinas: formada por el crecimiento de cristales al enfriarse una roca
fundida, por recristalización producida por calor, presión o precipitación.
Existen varios tipos de estructuras cristalinas, los más conocidos son la minolítica
(cristales rotos distorsionados) porfirítica (grandes cristales en una matriz de grano fino),
vesicular (con burbujas de gases de la roca fundida).
Según lo mencionado anteriormente, la macroestructura sirve para describir los
rasgos más prominentes que presentan los suelos cerca de la superficie del terreno, tales
como grietas de retracción y expansión producidas por cambios de humedad y acciones
químicas y, en general, los efectos producidos por la meteorización.

Este tipo de descripción es el más empleado en mecánica de suelos y diferencia los


siguientes aspectos:
Estratificado: cuando las partículas se depositan en capas diferentes (color, tamaño).
Laminado: si las capas son de espesor menor a 6 mm.
Fisurado: si el material está roto a lo largo de planos de falla bien definidos, con pequeña
resistencia al deslizamiento. Cuando los movimientos relativos de las paredes de las fisuras
producen pequeñas estrías y pulen sus superficies recibe el nombre de “Slickenside”.
Adobe: cuando un suelo cohesivo puede romperse fácilmenteTen pequeños trozos angulares,
los cuales resisten posteriores desmenuzamientos.
Lenticular: cuando un suelo contiene incrustaciones (pequeños bolsones) de material de
diferente textura, tales como pequeños lentes de arena dispersos en una masa de arcilla.
Vesicular: cuando un suelo presenta características tales como agujeros tubulares causados
por raíces o poros.
Migajón: cuando un suelo está formado por la acumulación de grupos de granos debido a la
refloculación causada por ácidos orgánicos.
Homogéneo: cuando no existen las características estructurales descritas anteriormente.

c) Consistencia: se refiere al grado de adherencia entre las partículas del suelo y a la


resistencia ofrecida a las fuerzas que tienden a deformar o romper el agregado de suelo. La
consistencia se describe por medio de los términos tales como blanda, media, firme, muy firme
y dura (ver Tabla).

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IDENTIFICACION DE LA CONSISTENCIA POR ENSAYO MANUAL

Procedimiento de Resistencia al
Consistencia Identificación Corte (Kgf/cm2)

BLANDA El pulgar penetra fácilmente varias pul- Menor que 0,25


gadas.
MEDIA El pulgar penetra varias pulgadas con es- 0,25 - 0,50
fuerzo moderado.
FIRME Marca el pulgar pero penetra sólo con gran 0,50 - 1,00
esfuerzo.
MUY FIRME Marca la uña del pulgar. 1,00 - 2,00
DURA Marca con dificultad la uña del pulgar. Sobre 2,00

d) Compacidad: grado de compactación o densidad natural de los suelos no cohesivos


expresado cualitativamente como suelta (cuando una estaca de madera 50 x 50 mm puede ser
hincada con facilidad) y densa (si es difícil hincar la estaca más de 50 mm).

ENSAYES INDICE DE LOS SUELOS


Los ensayes tendientes a expresar cuantitativamente las características de un suelo
se llaman ensayes índice o de clasificación. En cada ensaye indicaremos los elementos que se
deben emplear, se describirá el procedimiento y se hará mención a la norma que lo sanciona,
usada por Laboratorio Nacional de Vialidad.

Contenido de agua o humedad (w)

a) Aparatos por usar según la norma (NCh 1515).


— Balanzas según siguiente tabla:

Cantidad muestra Sensibilidad

100 g 0,01g
100 -1.000 g 0,1 g
1.000 g 1,0 g

— Horno: con circulación de aire y con temperatura regulable capaz de mantenerse en 110°C
±5°C. Se recomienda usar el horno a 60°C para no falsear el porcentaje de humedad en
suelos que contienen cantidades significativas de materias orgánicas.
— Recipiente de porcelana y otros aparatos comunes que se emplean en laboratorio.

b) Ensaye. Se debe tomar una muestra representativa de acuerdo con el tamaño de las
partículas del suelo. En la Tabla 3 se indican las cantidades de muestra según tamaño
máximo.

13
CANTIDAD DE MUESTRA SEGUN TAMAÑO MAXIMO DE PARTICULAS

Tamaño máximo Cantidad que se debe emplear


mm g

50 3.000
25 1.000
12,5 750
5,0 500
2,0 100
0,5 50

- Determinar y registrar la masa de un recipiente limpio y seco (Mr).


- Colocar la muestra de ensaye en el recipiente, determinar y registrar la masa del recipiente
más la muestra húmeda (Mh).
- Dejar el recipiente con la muestra en el horno 24 horas a 110 ± 5°C.
- Determinar y registrar la masa del recipiente con la muestra seca inmediatamente después
de extraída del horno (M5).

c) Cálculo. Determinar la humedad (w) con la siguiente expresión, aproximando al 0,1%:

w = [(Mh — Ms) / (Ms — Mr)] x 100%

Densidad (ρ)

El cuociente entre la masa total de un suelo y el volumen total que la contiene se


denomina densidad natural del suelo. El problema radica en calcular el volumen que ocupa
dicho material.
Existen varios sistemas para calcular el volumen, pero sólo explicaremos los
métodos de Bloque y Cono de Arena, que son los más usados, dejando el método del Balón de
Goma como referencia.

Determinación de la densidad por el método del cono de arena (NCh 1516)

a) Aparatos

a. 1. Aparato de densidad

Consistente en una válvula cilíndrica de 12,5 mm de abertura con un extremo


terminado en forma de embudo y con su otro extremo ajustado a la boca de un recipiente de
aproximadamente 4 litros de capacidad. La válvula debe tener topes que permitan fijarla en su
posición completamente cerrada o completamente abierta. El aparato debe llevar una placa
base (ver figura) para facilitar la ubicación del aparato de densidad, reducir pérdidas al
transferir el suelo desde la perforación al envase, permitir perforaciones de ensaye de un
mayor diámetro y proporcionar una base más sólida en suelos blandos. Esta placa debe
considerarse como parte constituyente del embudo durante el ensayo.

NOTA: El aparato descrito puede usarse con perforaciones de ensaye de aproximadamente 3


litros y en suelos con tamaño máximo de 50 mm.

14
a.2. Arena de ensayo

Compuesta por partículas cuarzozas, sanas, redondeadas, no cementadas y


comprendidas entre 2 mm y 0,5 mm. Debe estar lavada y seca en horno a 110 ± 5°C.
Para elegir la arena deben efectuarse previamente cinco determinaciones de su
densidad aparente, empleando la misma muestra representativa de acuerdo con b. 1.
Para su aceptación los resultados de dichas determinaciones deben tener una
variación menor que el 1% entre sí.

a.3.Medida calibrada

Recipiente metálico, impermeable, de forma cilíndrica y con una capacidad volumétrica de 2 ó


3 litros.

a.4.Balanza

Con una capacidad máxima de 15 Kg y una precisión de 1 g.

a.5.Equipo de secado

Según NCh 1515.

a.6.Envases

Recipientes con tapa, tarros de hojalata sin costura con tapa hermética, bolsas de polietileno u
otros recipientes adecuados para contener las muestras y la arena de ensaye,
respectivamente.

a.7.Herramientas y accesorios

Picota, chuzo, pala, para despejar o alcanzar la cota del punto de medición; combo, cuchillo,
martillo, pata jardinera y cuchara para cavar la perforación de ensaye; termómetro y placa de
vidrio para calibrar el depósito; brocha, cinta métrica, libreta de apuntes, etc.

b) Procedimiento

b. 1. Determinación de la densidad aparente de la arena de ensaye:

Antes de todo se debe verificar la densidad aparente de la arena que se empleará, para lo cual:

— Llena el aparato de densidad con la arena de ensaye;


— Colocar la medida calibrada limpia y seca sobre una superficie plana, firme y horizontal,
montar sobre ella la placa base y asentar el aparato de densidad sobre la placa, procurando
que la operación sea similar a la que se va a realizar en terreno;
— Abrir la válvula, dejar fluir la arena y cerrar la válvula cuando la arena deje de fluir;
— Retirar el aparato de densidad, la placa base y el exceso de arena, enrasar
cuidadosamente sin producir vibración;
— Determinar la masa de la arena que llena la medida (ma), aproximando a 1 g;
— Determinar la densidad de la arena dividiendo la masa de arena que llena la medida por la
capacidad volumétrica de la medida

ρa = ma / Vm

— Repetir toda la operación cinco veces, elegir los tres resultados más próximos (que no
difieran entre sí en más de 1%); y
— Determinar y registrar la densidad aparente de la arena de ensaye como el promedio de los
tres resultados elegidos, aproximando a 1 g/ml.

15
NOTA:Un prolongado lapso entre esta determinación y el empleo de la arena en terreno
puede alterar la densidad por un cambio en su humedad o en su gradación efectiva.

b.2.Proceder a determinar la masa de arena que llena el


embudo, para lo cual:

— Llenar el aparato de densidad con arena, determinar y registrar su masa (mi),


aproximando a 1
— Colocar la placa base sobre la medida volumétrica calibrada y asentar el aparato de
densidad sobre la placa (la medida debe estar sobre una superficie plana, horizontal y
firme).
— Abrir la válvula y mantenerla abierta hasta que la arena deje de fluir;
— De inmediato cerrar totalmente la válvula, determinar y registrar la masa del aparato
más arena remanente (mf), aproximando a 1 g; y
— Determinar y registrar la pérdida de masa (me), como masa de la arena que llena el
embudo aproximando a 1 g.
— Repetir toda la operación cinco veces, elegir los tres resultados más próximos (que no
difieran entre sí en más de 1%), y determinar la masa de la arena que llena el embudo
como el promedio de los tres resultados elegidos, aproximando a 1 g.

me = mi - mf

b.3. Determinación del volumen de la perforación de ensaye.


Para la determinación de dicho volumen se debe:

— Preparar la superficie de la masa a ensayar de modo que esté plana y nivelada;


— Colocar la placa base sobre esta superficie nivelada;

NOTA: En aquellos suelos en que el nivelado no resulta adecuado debe dejarse


expresa constancia de este hecho en el informe del ensaye.

— Excavar dentro de la abertura de la placa base una perforación de ensaye del tamaño
indicado en Tabla 4, según el tamaño máximo de partículas, cuidando de no alterar las
paredes de suelo que delimitan la perforación. Los suelos esencialmente granulares
requieren extremo cuidado;

NOTA: Se recomienda iniciar la excavación con un diámetro menor que la abertura de


la placa y después afinar hacia los bordes.
— Colocar todo el suelo excavado en un envase tapado y protegido de pérdidas y
contaminaciones;
— Determinar y registrar la masa del aparato de densidad con el total de arena (m i)
aproximando a 1 g, asentar el aparato de densidad sobre la placa, abrir la válvula y
cerrarla una vez que la arena ha dejado de fluir;
— Determinar y registrar la masa del aparato más la arena remanente (mf), aproximando a
1 g,
— Determinar y registrar la pérdida de masa (ma) como masa de la arena empleada en el
ensayo aproximando a 1 g
ma = mi - mf

— Recuperar la arena de ensaye y dejarla en un envase aparte hasta acondicionarla a fin


de cumpla con los requisitos establecidos en a.2 previo a utilizarla nuevamente.

16
b.4 Determinación de la masa seca del material extraído de la perforación de ensaye:

Inmediatamente de haber extraído todo el material de la perforación de ensaye,


determinar registrar la masa húmeda (mh) aproximando a 1 g, mezclar completamente y
mantenerlo protegido en su envase.
Extraer una muestra representativa de este material del tamaño indicado en la Tabla
envásela y determine su humedad (w) en laboratorio según NCh 1515.

NOTA: En suelos en que predominan las partículas gruesas es recomendable determinar


humedad sobre el total de material extraído.

c) Expresión de Resultados

La masa seca del material extraído de la perforación de ensaye se calcula con la


siguiente expresión:

ms = mh / 1 + (w / 100)

en que:

ms = masa seca del material extraído de la perforación de ensaye, g;


mh = masa húmeda del material extraído de la perforación de ensaye, g; y
w = humedad del suelo determinada según NCh 1515, %.

El volumen de la perforación de ensaye se determina con la expresión:

Vs = (ma - me) / ρa

en que:

Vs = volumen de la perforación de ensaye, cm3


ma = masa de la arena empleada en el ensaye, g;
me = masa de la arena que llena el embudo, g; y
ρa = densidad aparente de la arena, g/cm3.

La densidad natural del suelo se determina con la expresión:

ρh = mh / Vs

en que:

ρh = densidad del suelo húmedo, g/cm3


mh = masa húmeda del material extraído de la perforación de ensaye, g; y
Vs = volumen de la perforación de ensaye, cm3.

Indicando la humedad (w, %) correspondiente del suelo.

17
Tabla 4

TAMAÑO DE LA PERFORACION DE ENSAYE Y DE LA MUESTRA PARA


DETERMINACION DE HUMEDAD

Tamaño máximo Tamaño mínimo Espesor mínimo Tamaño mínimo de


de partículas de la perforación de la perforación la muestra para
del suelo de ensaye de ensaye determinación de humedad
mm cm3 cm g

50 3.207 15 1.500
25 2.566 12 1.000
12,5 2.138 10 500
5 2.138 10 250

NOTA: Esta tabla es válida para suelos de fundación.


Para el control de capas estructurales de espesor definido, se debe considerar la densidad en
el espesor total de ellas.

18
Determinación de la densidad de suelos mediante bloques (AASHTO T - 233)

Este método se usa para determinar la densidad de suelos cohesivos en estado


natural, en suelos compactados y suelos estabilizados, determinando el peso y volumen de
muestras no perturbadas.
Delimitar el área que se desea muestrear, y excavar alrededor de ella con una
herramienta cortante, tales como: plana, espátula, cuchillo o pala chica; proceder con cuidado
excavando alrededor de la muestra para evitar perturbar la estructura del suelo. Determinar la
profundidad de la capa; el tamaño mínimo de la muestra debe ser levemente mayor que el
indicado en la Tabla 5, de tal modo que la muestra final tenga el volumen ahí indicado.

VOLUMEN MINIMO DE MUESTRA SEGUN TAMAÑO MAXIMO DE PARTICULAS

Tamaño máximo Volumen mínimo


de partículas de la muestra
mm cm3

5 750
10 1.500
25 2.000
50 3.000
80 4.000

Otro método para obtener la muestra no perturbada es barrenar con un taladro o


cortar con serrucho de diamante o carbón.
Luego de retirar la muestra, tome otra que sea representativa de la pared de la
excavación. Colocar en un recipiente cerrado, pesarla, secarla hasta masa constante y
determinar la humedad.
Eliminar cualquier material que sobresalga de la muestra no perturbada y pesar
aproximando al gramo.
Sumergir la muestra no perturbada en parafina derretida, asegurarse de que la
muestra quede totalmente cubierta, dejar enfriar y pesarla aproximando al gramo. La diferencia
de peso representa la masa de parafina y el volumen de esta masa se calcula conociendo su
densidad.
El volumen de la muestra cubierta con parafina será determinado por uno de los
siguientes métodos:
i) Pesar la muestra con parafina sumergida en un baño de agua, y registrar la masa
aproximando al gramo. Determinar el volumen de la muestra de acuerdo con la expresión que
se indica.
ii) Llenar el aparato para medir volumen, indicado en figura 7 con agua sobre el rebalse.
Permitir que fluya el exceso de agua. Sumergir la muestra cubierta con parafina y pesar el agua
desplazada aproximando al gramo. Determinar el volumen de la muestra de acuerdo con
expresión que se indica.

NOTA: Se puede usar kerosene u otro líquido adecuado en el baño en vez de agua, para evitar
la necesidad de revestir con parafina la muestra no perturbada antes de la inmersión.

Para calcular la densidad del suelo seco, se emplean las expresiones siguientes:

I = F – E / ρp J = F – G / ρw = H / ρw V=J–I

ρ=E/V ρd = ρ / (1 + (w / 100))

Donde:
E = Masa de la muestra de suelo, g.

19
F = Masa del suelo cubierto con parafina, g.
O = Peso de la muestra cubierta con parafina sumergida, g.
H = Peso del agua desplazada, g.
I = Volumen de parafina, en cm3.
J = Volumen del suelo cubierto con parafina, en cm3.
V = Volumen de la muestra de suelo, en cm3.
pp = Densidad de la parafina, g/cm3.
pw = Densidad del agua, g/cm3.
p = Densidad suelo húmedo, g/cm3.
pd = Densidad suelo seco, g/cm3.
w = Humedad del suelo, %.

20
Determinación de la. Densidad Máxima y Mínima en suelos no cohesivos para la DR NCh
1726

La determinación de la Densidad Relativa se puede llevar a efecto calculando las densidades


máxima y mínima.

Densidad mínima seca

Para determinar la densidad mínima seca se procede de la siguiente manera:

a) Se selecciona el aparato de llenado y el molde según la tabla siguiente:

Tabla 6
TIPO DE LLENADO PARA DENSIDAD MINIMA

Tamaño máximo Aparato de llenado Capacidad Molde


(mm) (1)

80 Pala o poruña 14,2


40 Poruña 2,8
20 Poruña 2,8
10 Embudo 25 mm 2,8
5 Embudo 12,5 mm 2,8

b) Se coloca el molde sobre una superficie firme, plana y horizontal. Llenar el molde
seleccionado con material y enrasar mediante uno de los procedimientos siguientes, según
tamaño máximo nominal, evitando golpear y/o vibrar el molde.

b.1) Tamaño máximo nominal < 10mm

Colocar el material en el molde tan suelto como sea posible, vaciándolo a flujo constante y
ajustando la altura de la descarga de modo que la caída libre del suelo sea de 25 mm.
Simultáneamente mover el embudo en espiral desde la pared del molde hacia el centro, a fin
de formar una capa de espesor uniforme, sin segregación. Llenar hasta aproximadamente 25
mm por sobre borde del molde.
Enrasar el material excedente mediante una pasada continua con la regla de acero, procurando
no compactar el material. Si no se remueve todo el material excedente debe efectuarse una
pasada adicional.

b.2) Tamaño máximo nominal > 10 mm

Colocar el material en el molde, de modo que se deslice en lugar de caer sobre el fondo. Si
es necesario, sujetar con la mano las partículas mayores para impedir que rueden fuera. Llenar
hasta aproximadamente 25 mm por sobre el borde del molde. Enrasar según b. 1), ayudándose
con los dedos si es necesario.
c) Se pesa el molde con el suelo, y se calcula la densidad con la siguiente expresión
aproximando 0,01 g/cm3.

ρmin = Ms / V (g/cm3)

ρmín = Densidad Seca Mínima.


Ms = Masa seca del suelo que llena el molde (aproximando a 100 g para molde de 14,2 l y a 1
g para el de 2,8 l).
V = Capacidad Volumétrica del molde.

21
Densidad máxima

Existen dos métodos para determinar la densidad máxima: seco y húmedo.

Aunque el método seco asegura resultados en un período más breve, en algunos


suelos se obtiene una densidad máxima mayor en estado saturado. Al comienzo de un
programa de ensayes, o cuando hay un cambio notorio de materiales, el ensaye de densidad
máxima debe efectuarse en ambas condiciones, seca y húmeda, para determinar con cuál de
las dos se obtiene la mayor densidad máxima. Si la mayor densidad en más de 1 % se obtiene
con el método húmedo, en los ensayes sucesivos debe seguirse con este mismo método.

Procedimiento

A. Método seco

a) Normalmente, el molde lleno con suelo utilizado para la determinación de densidad mínima
puede ser empleado para la determinación de la densidad máxima.
b) Se ajusta al molde el collar superior, y el conjunto a la mesa vibradora. Se coloca la
sobrecarga sobre la superficie del suelo, dentro del collar.
c) Se hace vibrar la mesa a la amplitud máxima durante 8 minutos. Luego se retira la
sobrecarga y el collar. Se anotan los niveles de la placa que se apoya sobre el suelo,
medidos en dos lados opuestos de esta placa. Se pesa el suelo más el molde y se anota el
peso.

Método húmedo

a) El método húmedo puede efectuarse sobre el material de la muestra acondicionada al cual


se agrega suficiente agua, o si se prefiere, sobre el suelo húmedo del terreno. Si se agrega
agua al suelo seco, dejar transcurrir un período mínimo de remojo de ½ h;
b) Llenar el molde con suelo húmedo por medio de una poruña o pala. Agregar la cantidad de
agua suficiente para que una pequeña cantidad de agua libre se acumule sobre la
superficie del suelo durante el llenado;

NOTA: La cantidad correcta de agua puede estimarse de acuerdo con el índice de huecos a la
densidad máxima esperada o por experimentación con el suelo.

c) Durante y justo después del llenado del molde, vibrar el suelo por un período total de 6 min,
cuidando de reducir la amplitud del vibrador tanto como sea necesario para evitar que se
agite excesivamente. Durante los minutos finales de este vibrado remover el agua que
aparezca sobre la superficie del suelo;
d) Armar el conjunto de tubo guía, placa base y sobrecarga;
e) Vibrar el molde cargado durante un período de 8 min. Retirar la sobrecarga y e! tubo guía
Obtener y registrar dos lecturas del calibre, una en cada lado de la placa, determinar y
registrar el promedio de ambas lecturas (Lf) aproximando a 0,01 mm;
f) Retirar cuidadosamente el total de la muestra de suelo que llena el molde y secar hasta
masa constante. Pesar y registrar la masa seca del suelo que llena el molde (ms)
aproximando a 100 g para el molde de 14,2 litros y a 1 g para el molde de 2,8 litros; y
g) Repetir los pasos anteriores hasta obtener tres o más resultados consistentes. Registrar el
valor más alto conseguido.

22
C. Expresión de resultados

Calcular la densidad seca máxima en g/cm3 de acuerdo con la fórmula siguiente,


aproximando a 0,01 g/cm3.
ρrnáx = Ms / Vc

En que:

ρmáx = Densidad seca máxima, g/cm3


ms = masa seca del suelo que llena el molde, g; y
Vc = volumen del suelo compactado, de acuerdo con la fórmula siguiente, aproximan 1 cm3:

Vc = V – ((Li – Lf) / 10) x A


Siendo:
Li = Lectura inicial del calibre (mm)
Lf = Lectura final del calibre (mm)
A = Area seccional del molde (cm2)
V = Capacidad volumétrica del molde, cm3.

23
LÍMITES DE ATTERBERG O DE CONSISTENCIA

La consistencia de suelos cohesivos después de amasados se puede variar a


voluntad, aumentando o disminuyendo su humedad.
Si a una arcilla, en estado sólido se le agrega agua, pasa gradualmente del estado
sólido al estado plástico y finalmente al estado líquido. El contenido de agua con que se
produce el cambio de estado, varía de un suelo a otro y es por esto que se emplean para
identificar y comparar los distintos suelos y en especial las arcillas.
El método usado para medir estos límites se conoce como el método de Atterberg y
los contenidos de agua o humedad con los cuales se producen los cambios de estados, se
denominan también como límites de Atterberg.
El método de Atterberg para el límite líquido consiste en determinar la humedad con
la cual las partes de suelo moldeado y ranurado, se tocan sin unir cuando es sometido a un
número fijo de golpes mediante un aparato mecánico normalizado.
El método para el límite plástico consiste en determinar la humedad con la cual
cilindros pequeños de suelo se disgregan al hacerlos rodar entre la mano y una superficie lisa.
La Norma NCh 179 define los siguientes límites entre los diversos estados:
— Límite Líquido (wl.): humedad de un suelo remoldeado en el límite entre los estados
líquido y plástico (según ensaye normal) expresado en %.
— Límite Plástico (wp): humedad de un suelo remoldeado en el límite entre los estados
plástico y semisólido (según ensaye normal), expresado en %.
— Límite de Contracción (ws): humedad máxima de un suelo para la cual una reducción
de la humedad no causa una variación del volumen del suelo, expresado en %.

Gráficamente los límites se ubican como sigue:

Se define además el Indice de Plasticidad (IP) como:

IP = wl - wp

Para calcular el límite líquido y límite plástico existen los siguientes procedimientos
normalizados:

Límite Líquido NCh 1517/1

a) Tamizar el suelo por tamiz 0,5 mm (Malla N° 40 ASTM)


b) Curar la fracción bajo 0,5 mm con agua destilada durante 24 h.
c) Verificar que el aparato para el Límite Líquido esté limpio y ajustado.
d) Colocar, aproximadamente, de 50 a 70 g de material en la cápsula del aparato Límite
Líquido
e) Alisar la superficie, de modo que la altura en el centro sea de 10 mm y la masa ocupe un
volumen de 16 cm3 aproximadamente.
f) Pasar el acanalador para dividir la pasta con un surco de 63 mm de longitud.
— Para arcillas pasar una vez
— Para limos de dos a tres pasadas, lo menos posible.
g) Girar la manivela con una frecuencia de 2 revoluciones por segundo. Contar el mínimo de
golpes necesarios para que la ranura cierre en 10 mm de longitud.
h) Tomar 10 g del material que se junta en el fondo del surco, para obtener su humedad según
NCh 1515.

24
i) Hacer el procedimiento unas 5 veces, en el rango de 15 a 35 golpes.
j) Hacer una curva de flujo en un papel semilogarítmico, con la humedad (w) como ordenada,
en escala aritmética y el N° de golpes (N) en la abscisa en escala logarítmica.
k) interpolar según curva de flujo en 25 golpes.

Límite Plástico NCh 1517/II

a) Usar el suelo en las mismas condiciones que se emplea para el Límite Líquido.
b) Tomar una bolita de suelo de 1 cm3.
c) Amasar la muestra entre las manos y hacerla rodar con la palma de la mano o la base del
pulgar sobre un vidrio esmerilado hasta formar un cilindro sólo con el peso de la mano.
d) El Límite Plástico corresponde al contenido de humedad para el cual un bastoncito de 3 mm
así formado, se disgrega en trozos de 0,5 a 1 cm de largo aproximadamente.
e) Colocar el cilindro disgregado en un recipiente para determinar su humedad según NCh
1515.
f) Hacer 3 determinaciones que no difieran en más 2%: en caso contrario repetir todo el
ensaye. Sacar promedio de las tres humedades.

Límite de Contracción NCh 1517/III

a) La muestra de ensaye debe tener un tamaño en masa de aproximadamente 30 g.


b) Si sólo se requiere determinar el límite de contracción, tomar la muestra de ensaye material
completamente homogeneizado que pasa por el tamiz NCh de 0,5 mm.
c) Colocar la muestra en el plato de evaporación y mezclar completamente con agua destilada
en una cantidad suficiente para llenar completamente los huecos del suelo y para dejar el
suelo suficientemente pastoso para colocarlo en el molde sin inclusión de burbujas de aire.
La humedad necesaria para alcanzar la consistencia requerida es ligeramente superior a wl
y en suelos plásticos puede exceder a wl hasta en un 10%.
d) Curar la muestra durante el tiempo necesario para que las fases líquida y sólida se mezclen
homogéneamente. Mínimo 24 h.
e) Recubrir el interior del molde previamente calibrado, con una capa delgada de vaselina
f) Colocar una porción de suelo húmedo de aproximadamente un tercio de la capacidad del
molde en el centro de éste y extenderlo hasta los bordes, golpeando el molde contra una
superficie firme recubierta con papel secante.
g) Agregar una porción similar a la primera y golpear el molde hasta que el suelo esté
completamente compactado y todo el aire atrapado suba a la superficie.
h) Agregar material y compactar hasta que el molde esté completamente lleno y con un
exceso de suelo por sobre el borde.
i) Enrasar con regla y limpiar posibles restos de suelo adherido al exterior del molde.
j) Inmediatamente de enrasado, pesar el molde con el suelo compactado. Restar la masa del
molde determinando la masa del suelo húmedo (mh). Registrar aproximando a 0,01 g.
k) Dejar secar lentamente al aire hasta que la pastilla de suelo moldeado se despegue de las
paredes del molde.
1) Secar en estufa a 110 ± 5°C hasta masa constante ó 60°C si contiene materia orgánica.
m) Pesar el molde con el suelo seco. Restar la masa del molde determinando la masa del
suelo seco (ms). Registrar aproximando a 0,01 g.
n) Determinar el volumen de la pastilla de suelo seco.
— Llenar la taza con mercurio hasta que desborde, enrasar presionando con la placa de vidrio
y limpiar los restos de mercurio adheridos al exterior de la taza;
— colocar la taza llena de mercurio sobre el plato de evaporación, colocar el trozo de suelo
sobre la superficie del mercurio y sumergirlo cuidadosamente mediante las puntas de la
placa de vidrio hasta que ésta tope firmemente contra el borde de la taza. (Es esencial que
no quede aire atrapado bajo el trozo de suelo ni bajo la placa de vidrio); y

25
— medir el volumen de mercurio desplazado por el trozo de suelo por pesada y dividiendo por
la densidad del mercurio (pHg = 13.55 g/cm3) y registrarlo como volumen del trozo de suelo
seco (Vs), aproximando a 0,01 cm3 (0,01 ml).
ñ) Calcular la humedad del suelo en el momento en que fue moldeado de acuerdo con la
fórmula siguiente, aproximando al 0,1%:

w = (mh – ms / ms) x 100

En que:
w = humedad del suelo en el momento que fue moldeado, %;
mh = masa del suelo húmedo, g: y
ms = masa del suelo seco, g.

o) calcular el límite de contracción del suelo de acuerdo con la fórmula siguiente, aproximando
al 1%:

ws = w –) ((Vh – Vs) x ρw) / ms ) x 100

En que:
ws = Límite de contracción, %;
w = humedad del suelo en el momento que fue moldeado, %;
Vh = volumen de la pastilla de suelo húmedo, cm3 (mi);
Vs = volumen de la pastilla de suelo seco, cm3 (mi);
ρw = densidad del agua, g/cm3 (g/ml); y
ms = masa del suelo seco, g.

26
ANÁLISIS GRANULOMÉTRICO O MECÁNICO

Este ensaye consiste en la determinación de la distribución por tamaño de las


partículas de una muestra de suelo. Para ello se usa una serie de tamices normalizados de
diferentes aberturas, y numerados según diferentes escalas. Una de las más utilizadas es la
ASTM (American Society for Testing Materials) también conocida como serie US Standard, y
cuyos tamices más usados en suelos son:

ASTM Tamiz designación ABERTURA REAL


NCh(mm) (mm)

3” 80 75
2” 50 50
1” 25 25
3/4” 20 19
3/8” 10 9,5
N° 4 5 4,75
N°10 2 2
N° 40 0,5 0,425
N° 200 0,08 0,075

El método de tamizado consiste en hacer pasar el material por una serie de tamices
de abertura de tamaños descendentes, por medio de movimientos normalizados, pesar lo
retenido en cada tamiz y expresarlo en porcentajes del peso total de la muestra seca. Si
existen partículas mayores de 80 mm (3”), se deberá extraer la fracción mayor que 80 mm,
pesar y expresarla en porcentaje del total de la muestra seca, Luego, para efectuar el análisis
granulométrico, se considerará como 100% al suelo restante que pasó completamente la criba
80 mm.
Los resultados de este análisis se expresan en forma de tabla, tamiz versus
porcentaje que pasa en peso, o en forma de gráfico semilogarítmico denominado “curva
granulométrica”.
La forma de la curva nos indica la relación entre los tamaños. Una curva empinada
corresponde a un suelo uniforme. Una curva suave indica un suelo bien graduado. Una
inflexión en la curva indica que el suelo está compuesto de dos suelos uniformes y es una
graduación discontinua o incompleta. Para un mejor análisis se definen los siguientes
coeficientes:

Coeficiente de Uniformidad (Cu)

Se emplea para saber el tipo de graduación. Un material está bien graduado si el


coeficiente de uniformidad (Cu) es mayor a 4 si es grava, y es mayor a 6 si es arena.

Cu = D60 / D10

Coeficiente de Curvatura (Cc)

Evalúa la regularidad de la curva. Para gravas y arenas bien graduadas debe estar
comprendido entre 1 y 3.

Cc = (D30)2 / (D10 x D60)

En que:
D60 = Tamaño según curva granulométrica para el cual pasa el 60% del material.
D30 = Tamaño según curva granulométrica para el cual pasa el 30% del material.
D10 = Tamaño según curva granulométrica para el cual pasa el 10% del material.

27
Un material bien graduado tiene mejor estabilidad, menor número de huecos, baja
permeabilidad y baja compresibilidad; las partículas se pueden acomodar mejor.

Acondicionamiento de la muestra de Ensaye

Se homogeniza cuidadosamente el total de la muestra en estado húmedo y luego se


reduce por cuarteo para obtener, cuando esté seca, una cantidad de material ligeramente
superior a lo estipulado en Tabla 7, según tamaño. Luego, soltar el fino adherido al grueso, si
es necesario con agua, deshacer los terrones con los dedos, y secar la muestra obtenida a
masa constante a una temperatura de 1100 ± 5°C; si se detecta presencia de materias
orgánicas, la muestra se debe secar a horno a temperatura controlada de 60 ± 5°C.
Se pesa toda la muestra y se procede a calcular el sobretamaño (sobre 80 mm).
Se pasa todo el material por tamiz 5 mm y se determina la masa de ambas
fracciones.
Todo el material sobre tamiz 5 mm se tamiza a través de la serie de tamices 50 - 25
- 20 -10 mm. Luego se pesa el material retenido en cada tamiz.
Del material que queda bajo tamiz 5 mm se toman 500 g, se vacían cuidadosamente
sobre un tamiz 0,08 mm previamente protegido (con tamiz 0,5 mm). y se lava con agua
corriente.
El material retenido en el tamiz 0,08 mm se vacía a un bol y se seca a masa
constante en un horno a 110 ± 5°C.
Se pasa todo el material por los tamices 2 - 0,5 y 0,08 mm y se pesan las fracciones
retenidas en cada tamiz.
La suma de todos los pesos parciales no debe diferir de la masa inicial registrada en
más de 3% para las arenas y de 0.5% para las gravas; en caso contrario se debe repetir el
ensaye.

Tabla 7

CANTIDAD MINIMA RECOMENDADA DE MUESTRA SEGUN TAMAÑO MAXIMO


DEL AGREGADO

TAMAÑO MAXIMO CANTIDAD MINIMA


mm Kg
5 0,5
25 10,0
50 20,0
80 32,0

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Ejemplo

i) Cuarteo:

Peso Muestra Total (P): 15.170 g


Peso Material sobre 80 mm (S): 280 g

% Sobretamaño = S / P x 100 = 15170 x 100 = 1 .85%

ii) Granulometría:
Peso Material bajo tamiz 5 mm (F): 7.866 g
Peso Material retenido tamiz 5 mm (G): 7.024 g
Peso Total (H): 14.890 g

% Bajo 5 mm = F / H x 100 = 7866 / 14980 x 100 = 52,83%

Cálculo de Cu y Cc

63—53 = 63—60
log 10 — log 5 log 10 — log x

(log 10 — log x) (63 — 53) = (log 10 — log 5) (63 — 60)

log 10 — log x = ((63 – 60) / (63 – 53)) x (log 10 – log 5)

log x = log 10 – ((63 -60) / (63 – 53)) x (log 10- log 5)

D60 = 8,1

De la misma manera: D30 = 0,6


D10 = 0,06

Cu= 135 Cc=0,74

NOTA: El cálculo del Cu y Cc se deben efectuar sólo para suelos que contengan hasta un 12%
de finos.

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