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LA ALIANZA ENTRE DIOS Y EL PUEBLO CAMINANTE

EFRAÍN GARCÍA HERRERA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE TEOLOGÍA
UNIDAD DE PREGRADOS
BACHILLERATO ECLESIÁSTICO
BOGOTÁ, D.C.
2021
LA ALIANZA ENTRE DIOS Y EL PUEBLO CAMINANTE

EFRAÍN GARCÍA HERRERA

Trabajo de grado presentado como requisito


para obtener el bachillerato eclesiástico

Tutor:
P. HERNÁN DARÍO CARDONA RAMÍREZ, SDB

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE TEOLOGÍA
UNIDAD DE PREGRADOS
BACHILLERATO ECLESIÁSTICO
BOGOTÁ, D.C.
2021
Nota de aceptación:

____________________________

____________________________

____________________________

____________________________

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Firmas del Jurado:

___________________________________________

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___________________________________________

La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por los alumnos en sus
trabajos de síntesis; sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral
católica y porque las tesis no contengan ataques o polémicas puramente personales, antes
bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia (Reglamento General de la
Pontificia Universidad Javeriana. Artículo 23 de la Resolución No. 13 de junio de 1964)
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 1

CAPÍTULO I: LA ALIANZA EN EL ÉXODO ..................................................................... 4

1.1. Relación alianza – decálogo ................................................................................... 4

1.2. Moisés, el pueblo y Dios ........................................................................................... 10

1.3. Ruptura y renovación de la alianza............................................................................ 18

CAPÍTULO II: INFLUENCIA DE LA NUEVA ALIANZA EN EL NUEVO


TESTAMENTO (JESÚS Y PABLO)................................................................................... 27

2.1. Jesucristo la nueva alianza ......................................................................................... 27

2.2. La alianza en Pablo .................................................................................................... 34

2.3. La carta a los hebreos ................................................................................................ 39

CAPÍTULO III: ELEMENTOS PARA COMPRENDER LA ALIANZA EN EL ACTUAL


FENÓMENO MIGRATORIO. ............................................................................................ 48

3.1. Migración interna en Colombia ................................................................................. 48

3.2. Migraciones como Locus Theologicus ...................................................................... 56

3.3. Las migraciones como signo de los tiempos ............................................................. 63

CONCLUSIÓN .................................................................................................................... 71

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 73
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como objetivo el sensibilizar frente a la realidad migratoria,
partiendo de la vivencia del pueblo de Israel en su camino hacia la tierra prometida. La
búsqueda de una vida mejor, tanto para sí mismos como para sus familias, es un detonante
en la actualidad, dadas todas sus adversidades intrínsecas. Los pactos, en este contexto, son
consecuencia de las diferentes formas de migrar. Así las cosas, se eligió el tema de la alianza
pues, en situaciones similares, se suscitaron diferentes acuerdos en el pueblo de Israel.
Otro aspecto del por qué se eligió este tema, es la estrecha relación con el carisma
scalabriniano, especialmente dirigido hacia la persona del migrante, en el cual también se
revela Dios. Así, el migrante se considera un lugar teológico, un desafío tanto para la Iglesia
como para la pastoral desarrollada por la Congregación. De este modo, otro objetivo de este
trabajo, es escuchar la voz del migrante desde la Sagrada Escritura. Dicha voz clama por una
escucha atenta, cuyo origen es la palabra revelada en la historia.
La relación entre el fenómeno migratorio y el tema de la alianza, se comprende desde el
caminar del pueblo de Israel. En ambos la realidad es compleja. La alianza, por lo general,
no representa una amenaza contra la seguridad de los pueblos; sino, más bien, responde a
múltiples formas de la movilidad humana. Por ello, tanto el caminar del pueblo de Israel y el
del pueblo migrante, deben ser abordados desde la perspectiva del hecho humano y al mismo
tiempo, del hecho creyente; este último acompaña al ser humano en su historia, tal y como
se puede vislumbrar en el caminar del pueblo de Israel.
En el documento Erga Migrantes Caritas Christi, las migraciones se definieron como un
signo de los tiempos, como una expresión donde acontece el Reino de Dios, llevando a la
iglesia y a la sociedad, al despertar de su verdadera identidad de peregrinos en camino. La
realidad del pueblo migrante es un hecho de gran actualidad y es innegable su impacto social.
Tanto sus causas como sus consecuencias, comprometen a cada ser humano. Por esta razón,
este análisis pretende darle a la persona migrante el reconocimiento como ser humano, no
sólo como una estadística. Con ese fin, se procura la revaloración de la realidad de la persona
migrante en cada una de sus realidades. El ser humano, desde sus inicios, persevera en un
constante peregrinar, buscando las mejores condiciones de vida. Una vida digna donde

1
puedan encontrar oportunidades de desarrollo y superación. Aunque, muchas veces, en tal
búsqueda se vean truncados sus sueños y esperanzas.
Como el pueblo de Israel, en su momento de travesía, la persona del migrante se ve como un
problema en la cultura moderna, es evidente la indiferencia y un exacerbado individualismo.
Por su parte, el migrante enseña la experiencia del caminar, donde se vive en realidad la
comunión, el ser comunidad y sobre todo, la solidaridad. En ese camino se suscita el
encuentro, la cercanía, la solidaridad y las personas se convierten integralmente en
compañeros de camino.
En el rostro del migrante, así como en el del pueblo de Israel, se refleja el llamado a la
sanación de las heridas hechas por el desplazamiento. Este Movimiento muchas veces es
involuntario y motiva el descubrimiento de las riquezas en la persona del migrante. Estas
realidades generan un enriquecimiento mutuo, donde se hace parte a la Iglesia y a la sociedad.
En cada uno de los migrantes está presente Cristo migrante, como
Él mismo lo presenta en Mt 25,35. A ese Cristo, lo vemos crucificado en las fronteras, en las
minorías, en el explotado, el indocumentado. En fin, en todo aquel violentado en sus derechos
fundamentales como ser humano.
Ante tales acontecimientos cabe hacerse la siguiente pregunta orientadora: ¿Cómo descubrir
en la persona del migrante un lugar teológico, lugar de una lectura de la revelación de Dios,
cuando esta realidad se muestra como un gran desafío para la Iglesia y sociedad?
Para dar respuesta a este interrogante, en el primer capítulo, se pretende partir desde la
perspectiva de la alianza contenida en la Sagrada Escritura, en concreto, desde el libro del
Éxodo. En el segundo capítulo, se señala cómo la figura de Jesús es donde se da la nueva y
definitiva alianza. Por último, el tercer capítulo presenta el criterio y contextualización con
el fenómeno migratorio actual. En éste, se vislumbra una relación de la migración del
momento con la salida del pueblo de Israel, pues, a semejanza de éste, hoy el pueblo migrante
hace sus alianzas con la finalidad de hacer una integración, en las nuevas sociedades. En ese
mismo tenor, es importante la figura de Jesús crucificado reflejada en cada migrante.
El migrante es un lugar teológico. Es en él dónde encontramos el rostro de Jesús, quien sale
a nuestro encuentro clamando amor, solidaridad y justicia. Tanto el pueblo de Israel y el
pueblo migrante, piden ser acogidos y acompañados, siendo, al mismo tiempo, pueblos

2
llamados a acoger y a acompañar. En ese sentido, el mundo de la movilidad humana es el
terreno idóneo para la evangelización, donde se encarnan y se anuncian los valores del Reino
de Dios. Las migraciones no son fenómenos aislados o locales, por el contrario, son
realidades difuminadas alrededor del mundo y exigen, por ello, atención, cuidado y
protección en la reflexión teológica.

3
CAPÍTULO I: LA ALIANZA EN EL ÉXODO

1.1. Relación alianza – decálogo


La alianza es la idea central del Antiguo Testamento. En ella se expresa la relación entre Dios
y el pueblo de Israel y es fundamental para su fe, vida y culto. A través de la alianza, Dios
ha querido entrar en comunión con Israel y es constituido como el pueblo de Dios para, de
esa forma, imponerle obligaciones muy específicas. En consecuencia, las alianzas pueden ser
de dos formas; entre personas y entre pueblos. La alianza suscitada en el Sinaí, descrita en
Ex 24,3-8, es, en su esencia, una imposición de leyes y obligaciones a Israel. 1.
Por un lado, los acuerdos entre hombres y naciones se atestiguan tanto dentro como fuera de
la Sagrada Escritura.2 Este tipo de pactos contenían letanías con bendiciones para aquellos
que las cumplían, así como maldiciones para quienes las violaran. Por otra parte, la alianza
establecida entre Dios y el pueblo de Israel tiene rasgos característicos, diferenciadores de lo
que pudiera comprenderse como una alianza entre iguales. Contrasta con cualquier otro
acuerdo humano, pues es el mismo Dios quien siempre toma la iniciativa.
Dos alianzas destacables ocurren entre Dios y Noé y la de Dios con Abrahán, son de tipo
incondicional y en ellas no hay obligaciones bilaterales. La alianza hecha con Dios está
condicionada al cumplimiento de mandamientos, por parte del pueblo de Israel 3, mientras
las establecidas entre naciones o pueblos, son anteriores a las alianzas realizadas por Dios
con el pueblo de Israel.4De este modo, Dios sintetiza el sentido de la alianza, fundamento del
nuevo reglamento para Israel.
En un primer momento, Dios recuerda sus prodigios, realizados con los egipcios, como llevó
a su pueblo sobre alas de águila (Ex 19, 4). En segundo lugar, Dios le ofrece a Israel un nuevo

1
García, Éxodo, 120.
2
Ibíd.
3
Ibíd.
4
Ibíd., 121.

4
reglamento con tres notas: seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, seréis para
mí un reino de sacerdotes y una nación santa (Ex 19, 5b-6).5
Es así como, después de la realización del rito de purificación del pueblo de Israel, Dios surge
entre los truenos, relámpagos y le impone a Israel las obligaciones para con Él, por medio de
la alianza. Dios designa a Israel como el compañero de su alianza, razón por la cual Israel
está en la obligación de responder y cumplir las expectativas de Dios, éste será un pueblo
identificado por la obediencia, el compañero de la alianza de Dios.6 El pueblo de Israel
manifiesta su voluntad de aceptar todos los mandamientos y obligaciones: haremos todo
cuanto ha dicho Yahvé (Ex 19, 8). Este compromiso es de manera permanente, en
consecuencia, afectará toda la historia de Israel.
En el Antiguo testamento, además, se pueden encontrar alianzas realizadas por Dios, con
personajes fundamentales en la historia de Israel. Por ejemplo, la de Dios con David y su
descendencia. En dicha alianza, Dios le promete a David una prole eterna.
De igual forma, la palabra alianza no es muy mencionada por los profetas, esto desde los
siglos VIII y VII a.C. Sin embargo, la alianza hecha en el Sinaí, está en el corazón de la
predicación profética. En efecto, los profetas hacen nuevas imágenes referenciales de la
relación de Dios con Israel. Este enlace será semejante a aquel entre el pastor con el rebaño,
el viñador con la viña, la del padre con el hijo, e incluso la de un esposo con su esposa. Lo
destacado en cada una de estas figuras, es la ternura y el amor de Dios hacia Israel.
Sobre el cumplimiento de las obligaciones de la alianza, los profetas denuncian las
infidelidades de Israel y hacen referencia a las calamidades sufridas por su incumplimiento.
El profeta Jeremías, por ejemplo, hace referencia a una alianza futura, escrita en el corazón
y no en tablas de piedra como era la alianza del Sinaí. La enseñanza de ésta ya no será por
medio de la palabra externa. Por el contrario, saldrá desde el mismo corazón, donde Dios
será el maestro de cada una de las personas.
Sino que ésta será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días-
oráculo de Yahvé-: pondré mi ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré

5
Ibíd., 124.
6
BRUEGGEMANN, Teología del Antiguo Testamento. Un juicio a Yahvé, 445.

5
su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que adoctrinarse entre sí, unos a otros,
diciendo: conoced a Yahvé, pues todos ellos me conocerán, del más chico al más grande-
oráculo de Yahvé-, cuando perdone la culpa y de su pecado no vuelva a acordarme. (Jr 31,
33-34)

El profeta Ezequiel hace una proclamación de una alianza eterna, en la cual Dios otorga al
pueblo un nuevo corazón y un nuevo espíritu y le permitirá llevar una vida acorde con los
mandamientos de Dios. “Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo,
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.” (Ez 36, 26).
Jeremías había prometido que la ley de Dios sería escrita en los corazones del pueblo (Jr 31,
33) y Ezequiel requiere corazones reemplazados de manera completa (Ez 11, 19).
El decálogo está enmarcado por el relato de la teofanía. Dentro del marco de la teofanía, el
decálogo viene a ser una forma de venida de Dios. 7 En el Antiguo Testamento hay dos
versiones del decálogo, una en Ex 20, 2-17 y otra en Dt 5, 6-21. Si se hace una comparación,
son significativas las diferencias en los mandamientos cuarto, quinto y décimo.8

Los elementos de mayor relevancia en el decálogo, se encuentran en una serie de fórmulas


construidas de forma negativa. Son doce fórmulas en su totalidad, repartidas de manera
desigual: cinco se encuentran entre los versículos 3-7; una entre los versículos 8-12; y seis
entre los versículos 13-17.

No tendrás otros dioses fuera de mí.

No te harás esculturas ni imagen alguna.

No te postrarás ante ellas.

No las adorarás.

No proferirás el nombre de Yahvé, tu Dios, en falso.

Recuerda el día del sábado.

No harás ningún trabajo.

7
García, Éxodo, 129.
8
Ibíd., 130.

6
Honra a tu padre y a tu madre.

No matarás.

No cometerás adulterio.

No robarás.

No darás testimonio falso contra tu prójimo.

No codiciarás la casa de tu prójimo.

No codiciarás la mujer de tu prójimo.9

Conviene aclarar la existencia de dos tipos de leyes: casuísticas y apodícticas. Las leyes
casuísticas atañen a casos particulares, las leyes apodícticas están por encima de las
anteriores, convirtiéndose en principios generales y absolutos. La formulación de este tipo
de leyes es imperativa y puede articularse de forma afirmativa o negativa.
Las leyes de forma negativa son, por lo regular, calificadas como prohibiciones y las de forma
afirmativa son mandamientos. Las prohibiciones y los mandamientos surgen a raíz de la
alianza de Dios e Israel. 10 Las leyes prohibitivas no son circunscritas a ningún aspecto de la
vida, por lo tanto, en su origen, no pueden limitarse a la ética de clanes, por el contrario, se
han de expandir a otros grupos. Los mandamientos suelen alternarse con las prohibiciones,
cuya forma deambula entre estructuras intransitivas y transitivas. Con esto se quiere dar a
entender como la serie del decálogo no se remonta a la misma época, es decir, ésta no es del
todo primitiva. Las series de prohibiciones primitivas eran de forma corta, de ahí se entiende,
como en el listado, el cual encontramos en el decálogo, puede ser el fruto de una recopilación
de varias series cortas. 11
Los referentes hacia Yahvé constituyen un elemento esencial. El nombre de Yahvé, es
acompañado por la expresión “tu Dios”, la cual se repetirá ocho veces en Ex 20 2-17, pero
en el Dt 5, 6-21 se repetirá diez veces. Tanto su presencia como su ausencia en ciertas partes
del decálogo, tienen un cierto valor estructurante.

9
Ibíd.
10
Ibíd., 131.
11
Ibíd.

7
El decálogo, por lo general, da inicio con la fórmula “yo soy, Yahvé, tu Dios”, la cual
reaparece al principio de una proposición causal. El decálogo hace su apertura con el
pronombre personal de primera persona, hace referencia a Yahvé y concluye con el
pronombre personal de la segunda persona, esto haciendo referencia al prójimo. 12 Así se
pretende decir: Yahvé ocupa la primera parte y el prójimo la segunda, pues los dos
pronombres subrayan la relación estructural existente, entre la primera palabra y la última
palabra del decálogo. 13
Las dos tablas dividen el decálogo en Ex 34 y en Dt 5, no en Ex 20. Acorde con la tradición
bíblica, en ningún lugar se hace referencia a criterio alguno sobre la forma de dividir los
mandamientos.14

Así mismo, el decálogo distingue la mayoría de series de leyes del Antiguo Testamento,
porque hace poca o nula referencia a un periodo histórico determinado, o incluso a
instituciones determinadas.15 La centralidad del decálogo surge con claridad de la propia
tradición.16 Por su parte, los mandamientos se distinguen por la fuerte objetividad y la falta
de interés por las motivaciones internas. Pero no puede ser descartado el proceso de
interiorización, el cual hace su aparición en el trasfondo de los mandamientos. 17 De igual
manera, el decálogo viene a ser el fundamento de la alianza para todo el pueblo de Israel. 18

La última parte del decálogo carece de uniformidad, debido al modo de presentar a Dios
como emisor. El decálogo no se dirige a una parte específica del pueblo, sino a todo el pueblo.
Por ello, se distinguirá de las demás series como en Ex 34 y Lv 19, pues como ya se ha

12
Ibíd., 132.
13
Ibíd.
14
Brevard, El libro del Éxodo. Pentateuco. Comentario crítico y teológico, 390.
15
Ibíd.
16
Ibíd., 391.
17
Ibíd.
18
Ibíd., 392.

8
mencionado los abarca la totalidad. La tradición es la encargada de dar cuenta de esta
característica del decálogo. 19

Ahora bien, tanto la alianza como el decálogo son dos realidades distintas pero están en
estrecha relación, al punto de ser comparables en varios textos bíblicos. Dentro del libro del
Éxodo hay dos sucesos sobresalientes: uno es el del mar rojo, es el culmen de la liberación
de los hebreos, ésta es llevada a cabo por Dios (Ex 1-15); un segundo suceso es el del Sinaí,
será el centro de la revelación divina, la concertación de la alianza de Dios con Israel, y la
donación de la ley. En otras palabras, el Sinaí es el punto donde convergen Dios y su pueblo
Israel.20

En efecto, la teofanía y la alianza no sólo son dos piezas fundamentales en sí mismas, pues
lo son para la recuperación del decálogo. La teofanía incluye, en forma abierta y en su
interior, palabras del decálogo. Una vez unidos, la teofanía y el decálogo, se pone de relieve
la importancia excepcional entre ambos. Dentro del contexto teofánico, el decálogo adquiere
el estatuto de ley de Dios. 21

El decálogo es el documento de la alianza, en el cual se manifiesta el compromiso


fundamental entre Dios e Israel. Por tanto, el decálogo se definirá en función de la alianza.
El decálogo, antes visto como documento teofánico, ahora se ha transformado en documento
de la alianza.22

El decálogo por lo regular siempre da inicio con la fórmula “Yo soy Yahvé, tu Dios” (Ex 20,
2), dicha regla también aparecerá en Ex 20, 5, es el principio de una proposición casual y se
extiende hasta el versículo siguiente. Esta norma también volverá a reaparecer en Ex 20, 7-
12, pero en modo peculiar, ya no lleva el pronombre personal de la primera persona. 23

19
Ibíd., 394.
20
García, El libro del Éxodo, 36.
21
Ibíd.
22
Ibíd., 37.
23
Ibíd., 40.

9
De esta manera, el decálogo se inicia con el pronombre personal de la primera persona,
haciendo referencia a Yahvé y a su vez concluye con el pronombre de la segunda persona,
referido al prójimo. Éste siempre oscilará entre estos dos polos: el Yo de Yahvé y el tú del
prójimo. Por eso, el decálogo, en su girar en torno a estos dos polos trata de regular el
comportamiento de Israel hacia Dios y con su prójimo.24 Nótese, como el nombre de Israel
en el decálogo no está de manera explícita, sino de manera implícita desde el principio hasta
el final.

En el decálogo se verán combinadas la religión, la ética, la fe y la acción. Sin embargo, la


ética y la religión tienen orígenes diferentes: la religión tiene su procedencia de Dios y la
ética, por su parte, de la sociedad. Pero dentro del pueblo de Israel, el aspecto de la ética está
unido a la existencia de la sociedad, por lo tanto, la ética no puede estar fuera de la religión. 25

El decálogo viene a ser el documento más notable, desde el aspecto ético de la religión, con
ello se pretende decir: en el Sinaí se pone la base de la religión y de la ética al mismo tiempo.

1.2. Moisés, el pueblo y Dios


En el siguiente apartado se abordará la figura de Moisés, dentro del pueblo de Israel; para
introducirse en el tema, es importante comprender el significado del nombre de Moisés y
cómo fue su llegada a Egipto, continuando con su participación en la liberación del pueblo
de Israel y su transcurso hacia la tierra prometida.

Moisés es una figura notable para el judaísmo, el cristianismo, el islam y el bahaísmo, donde
se le venera como profeta, legislador y líder espiritual. En hebreo su nombre es “Moshé"ֹ y
en árabe se lo conoce como “Musa”. Para el judaísmo, Moisés es el hombre encomendado
por Dios para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto y conducir el Éxodo hacia
la Tierra prometida, siendo por ello el primer profeta y legislador de Israel. Según la tradición
bíblica, Moisés era descendiente de Leví, transmitió la Ley al pueblo hebreo y sentó las bases
para el sacerdocio y el culto israelita. La tradición judeocristiana atribuye a Moisés la autoría
de los cinco primeros libros bíblicos. También se puede apreciar como “[…] el origen de

24
Ibíd.
25
Ibíd., 41.

10
Moisés fue amplificado en la tradición judía posterior, la cual nos dice, por ejemplo, que la
hija del faraón sacó por sí misma al niño del agua, porque las criadas se negaron a
desobedecer el edicto de su monarca”. 26

El valor del papel de Moisés como líder religioso y su gran actividad jurídica resulta
innegable. Así mismo, la profunda experiencia religiosa del grupo liderado por Moisés, es
muy posible haya influido de manera definitiva en otras poblaciones israelitas, las cuales
acabarían por formar parte del Pueblo del Dios de Israel.

Moisés es una figura clave en el libro del éxodo, como precursor del pueblo de Israel y de un
gran pueblo histórico. Fue fiel a la difusión y representación de la ley de Dios, se le muestra
como un hombre lleno de gracia, confianza, fue elegido por Dios para guiar y suscitar en el
pueblo de Israel, una conciencia de pueblo elegido y propiedad de Yahveh, por esta elección
es separado de las demás naciones, para poder cumplir una misión.

Dios toma la iniciativa y cautiva a Moisés por medio de un extraño fenómeno, una zarza
ardiente, la cual no se consume, 27 Moisés en medio de su asombro decide acercarse para
contemplar este acontecimiento, fuera de lo normal y su asombro crece aún más cuando
escucha la voz de Dios dirigida a él, llamándolo por su nombre. El lugar donde se lleva a
cabo este encuentro, es más allá del desierto, a donde Moisés llevó las ovejas, una vez. De
hecho, se dijo: voy a desviarme y observar este gran acontecimiento del por qué no se
consume la zarza, y cuando ha pasado los confines habituales, Dios le sale al encuentro. En
esta parte se centra, en si Moisés será o no capaz de darse cuenta de la presencia de Dios.

Antes de recibir Moisés la misión de liberar a Israel, toma la iniciativa en relación al destino
de su pueblo. El proceso de identificación comienza para Moisés, con un movimiento de
bajada con la implicación de abandonar sus privilegios y hacerse solidario con sus hermanos
cuando ve su opresión. Dios ve la aflicción de su pueblo y ha escuchado su grito, pero, sobre
todo, el relato insiste en compartir el dolor de Israel, es decir, la opresión vivida por el pueblo
llega a ser suya. Esta intimidad y confianza, en la relación con su pueblo, le lleva a hacerle

26
BROWN, FITZMYER, MURPHY, Comentario bíblico de San Jerónimo, 162.
27
Ex 3, 1-6.

11
una promesa de futuro: sacarlos de la esclavitud y llevarlos a una tierra que mana leche y
miel.28 Es el mismo Dios quien acoge todas las peticiones de su pueblo, el sufrimiento, la
angustia; impulsándolo a fijarse y a elegir a Moisés como su intercesor, ante esta población
sufriente. Pero en este ir con el pueblo de Israel, Moisés no va solo porque Dios le responde
enviando a su hermano Aarón, como portavoz de Moisés y de nuevo lo motiva a tomar el
cayado, con el cual ha de realizar las señales. 29 Desde entonces, en cada uno de los
acontecimientos vividos en el pueblo de Israel, siempre está la figura de Moisés.

En el encuentro con Dios, Moisés hace una objeción negativa: “no me creerán, ni escucharán
mi voz”,30 es el mismo lineamiento experimentado por los profetas de Israel, no han creído
en ellos; de igual manera, Moisés no se siente con la plena seguridad de aceptar la misión
de parte de Dios. Se presentan una serie de excusas: soy torpe de boca y de lengua; estas
objeciones podrían hacer pensar o inferir, si esto sintió Moisés y también los demás profetas,
lo mismo puede experimentar cualquiera que sea llamado a una tarea específica. Se
desconfía de las habilidades y se sacan miles de excusas para no cumplir con el deber de ser
testigos fieles de Dios, por eso, Dios le hace entrar en razón por medio de la promesa: yo te
enseñaré y pondré en tu boca las palabras apropiadas, pero Moisés intenta rechazar la
propuesta hecha por Dios; la respuesta de Dios no se hace esperar, le envía a su hermano
como acompañante para que sea el portavoz de Moisés y de nuevo lo motiva para ir a la
misión preparada por Dios. La ayuda solicitada por Moisés no obedece a alguna incapacidad
de realizar su misión solo, es más bien, una forma de mitigar, en parte, el miedo o el asombro
a tanta responsabilidad; la promesa de Dios debe ser cumplida, le manda un compañero para
que sea más eficaz y sólida la misión.

Ejemplo de ello es cuando Israel experimenta una situación de necesidad, se queja contra
Moisés, él hace de intermediario ante Dios, para conseguir su intervención y de esa forma
poder remediar la necesidad. Es entonces, cuando aparece el milagro del agua en Mará, 31

28
Ex 3, 7-10.
29
Ex 4, 14-17.
30
Ex 4, 1.
31
Ex 15, 22-27.

12
donde Dios no interviene Él mismo, sino por medio de Moisés. De igual manera, en el
episodio del maná y las codornices, 32 es ahí cuando Dios le comunica a Moisés de recoger
su ración diaria de alimento, con excepción del sábado. En Masá y Meribá33 de nuevo
intercede por el pueblo, en esta ocasión Dios pone a prueba la fe del pueblo de Israel, pues
se hace muy notoria la falta ésta. Dios por su parte actúa por mediación de Moisés, el cual
golpea con su bastón la roca haciendo brotar agua, en este episodio se subraya el poder de
Dios y al mismo tiempo la función de Moisés como agente suyo.

El acontecimiento central de la coronación del nacimiento de Israel, está ligado a la figura


de Moisés, en el Sinaí, donde Dios da la ley a su pueblo y con ello sella la alianza con el
pueblo; allí Israel recibió sus instituciones tanto civiles como religiosas, algo fundamental en
la reconstrucción de un Israel postexílico. La singularidad de Moisés en esta parte, se debe
a las leyes promulgadas por Dios, dadas a Moisés y transmitidas por él a todo el pueblo, es
decir, es el mediador de la alianza del Sinaí. 34 Cabe mencionar, dicha ley ya había sido dada
con anterioridad, pero cuando Moisés bajó a notificar a su pueblo, descubrió como, en su
ausencia, los israelitas habían fundido metales preciosos y construido un becerro de oro, a
semejanza de un cuadrúpedo ídolo egipcio, el cual era venerado. La eventual idolatría
cometida por el pueblo provocó la ira de Dios, Moisés indignado montó en cólera y arrojó
las Tablas de la Ley, destruyendo asimismo el ídolo de oro. Las prescripciones divinas no
obstante serían reescritas y reestablecidas por Moisés, siendo adoptadas por el pueblo. Desde
el punto de vista Iconográfico, Moisés es representado como legislador del pueblo hebreo y
portando las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos, siendo dichas Tablas su principal
atributo en la creencia colectiva e imaginería visual tanto judía como cristiana. El papel de
Moisés como intercesor es clave en esta grave crisis.

Es significativo el contraste entre la figura de Aarón y la de Moisés, ambos contribuyen a


poner el énfasis en el papel de Moisés como mediador. Por su parte, la de Aarón se presenta

32
Ex 16, 1-36.
33
Ex 17, 1-7.
34
Ex 20, 18-21.

13
como débil para impedir al pueblo la construcción de un ídolo, Moisés por su parte es capaz
de contener incluso a Dios; si Aarón condena al pueblo, Moisés lo defiende ante Dios; si
Aarón trata de disculparse por lo sucedido, Moisés ofrece su propia vida a cambio de la del
pueblo de Israel.

A si mismo cuando Moisés se dirige a lo levitas, se subraya su papel como profeta, se pone
en su boca una expresión no frecuente en el pentateuco: “así dice Yahveh”, 35 se trata de una
orden de ejecución contra de los israelitas. Pero su obediencia es recompensada con el
privilegio de ser los elegidos por Dios y Aarón es condenado como representante del
sacerdocio antiguo.

Moisés, una vez más, toma su papel de mediador, en esta ocasión se trata de la reconciliación
de Israel con Dios, cuyo objetivo es hacer cambiar la decisión de Dios y recibir de Él el
perdón para Israel, pues ahora el pueblo es consciente de su pecado y Moisés pedirá el perdón
a Dios; además, estará dispuesto a dar su vida para obtener su perdón. Es así como se
presentan los dos lados del papel de mediador; representa al pueblo delante de Dios y
representa a Dios delante del Israel.

El papel de intercesor es continuo, pues de nuevo aboga por Israel, cuando Dios decide no
acompañar a Israel por ser un pueblo obstinado, 36 en este contexto se ve a Moisés
interviniendo como un sacerdote oracular, dicha función es muy cercana a una postura
profética. En su intervención, Moisés dialoga con Dios en el marco de la alianza, trata de
saber si Dios acompañará o no a su pueblo, procurando que Él se comprometa más a favor
de Israel, a lo cual Dios accede. Moisés ha conseguido por completo la restauración de la
alianza entre Dios e Israel.

Como se puede apreciar la figura de Moisés es parte esencial del pueblo de Israel, pues, por
medio de él, fue sacado del exilio en Egipto, es llevado a la tierra prometida, además, fueron
varias sus intervenciones ante Dios, permitiendo, de este modo, la continuación del pueblo
hacia su destino; incluso le dio de comer el maná, pero el pueblo en su desesperanza cometía

35
Ex 32, 27.
36
Ex 33, 1-3.

14
errores y pecaba ante los ojos de Dios, se portaba mal; Moisés siempre intervenía suplicando
el perdón para su pueblo, por esta razón, él juega un papel fundamental en la historia de
Israel. No obstante, la presencia de Aarón y su importante función, no era tan sobresaliente
como lo era la figura de su hermano, del cual podemos aprender la fidelidad a Dios, el amor
al pueblo de Israel, aunque en un primer momento se rehusaba a recibir la misión
encomendada por Dios, de suma importancia en la historia de este pueblo tan significativo
para la historia de salvación. Moisés no solo fungía como mediador, sino también de profeta,
pero este papel lo desempeña por poco tiempo y retorna de nuevo al papel de intercesor, del
cual él es la figura más representativa dentro de la historia de Israel.

Ante la demora de Moisés en su encuentro con Dios en el monte Sinaí (Ex 32), el pueblo de
Israel le pide a Aarón un dios.

Al ver el pueblo que Moisés tardaba en bajar del monte, se reunió en torno a Aarón y le dijo:
«anda haznos un dios que nos guíe, pues no sabemos qué ha sido de ese Moisés, que nos sacó
del país de Egipto.» Aarón les respondió: «Quitad de las orejas los pendientes de oro a vuestras
mujeres, hijos e hijas, y traédmelos.» Todo el pueblo se quitó los pendientes de oro de las
orejas, y los entregó a Aarón. Él los tomó de sus manos, los fundió en un molde e hizo un
becerro de fundición. Entonces ellos exclamaron: «Este es tu Dios Israel, el que te ha sacado
del país de Egipto.» al verlo Aarón, erigió un altar ante el becerro y anunció: «Mañana habrá
fiesta en honor de Yahvé.»

Al día siguiente se levantaron de madrugada y ofrecieron holocaustos y presentaron


sacrificios de comunión. El pueblo se sentó a comer y a beber, y después se levantó para
divertirse.” (Ex 32,1-6)

Con claridad se puede ver, como mientras Moisés está recibiendo las tablas de la ley de Dios,
el pueblo cae en la desesperación, le pide a Aarón la fabricación de un dios, el cual vaya
delante de ellos y les sirva como guía; aquí se nota una intromisión directa del maligno, tal
como sucedió en el pasaje del Génesis, cuando Dios crea al hombre y la mujer, y ahora con
el pueblo de Israel pasa lo mismo , pues en vez de adorar a Dios, el pueblo es invitado a
idolatrar al maligno bajo la forma del becerro.

15
Dios ha escogido a un pueblo, pero en la primera oportunidad, este pueblo en vez de adorarlo,
venera a un ídolo, también el maligno trató de hacer lo mismo con Cristo, pidiéndole
adoración a cambio de una oferta de innumerables bienes

El pueblo de Israel habla en contra de Moisés, acusándolo de haberlos sacado del país de
Egipto, ignorando la intervención de Dios, ya que fue Él quien los liberó de la esclavitud.
Este pueblo atribuye al becerro de oro la salida de Egipto, se debe tener en cuenta la
experiencia religiosa del pueblo de Israel, durante su permanencia en Egipto, quienes se
olvidaron de Dios y se corrompieron adorando otros dioses e ídolos; esta antigua actitud es
muy difícil sacarla de su mente y, de hecho, volvieron a esas viejas prácticas con la añoranza
de aquellos dioses, a quienes atribuían prodigios, ignorando la acción salvadora del verdadero
Dios.

Pero Israel vuelve a cometer el pecado de idolatrar falsos dioses, aunque también es el
pecado de Aarón, pues en ausencia de Moisés, él era el encargado de custodiar y ser el guía
del pueblo de Israel, mas se deja influenciar por ellos.

Así mismo se puede ver la impaciencia del pueblo de Israel, los tiempos de Dios. Aunque es
Dios mismo quien le dice a Moisés sobre el pecado del pueblo.

Yahvé le dice a Moisés: «¡anda, baja!, porque se ha pervertido tu pueblo, el que sacaste del
país de Egipto. Bien pronto se han apartado del camino que yo les había prescrito. Se han hecho
un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: ‘Este es
tu Dios, Israel el que te ha sacado del país de Egipto.» Y añadió Yahvé a Moisés: «Ya veo que
este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los
devore, de ti, en cambio, haré un gran pueblo.» (Ex 32,7-10)

Este texto bíblico inspira la frase pronunciada por Jesús: “es un pueblo de dura cerviz”, esto
es, un pueblo duro para guiarlo, porque querrá ir por otro camino. Pero Moisés intercede por
ellos, evitando la descarga de la ira de Dios, porque si Él actúa con ira contra el pueblo de
Israel, estaría siendo incongruente con el objetivo por el cual los ha sacado de la esclavitud,
de donde estaban sometidos.

16
Pero Moisés trató de aplacar a Yahvé su Dios, diciendo: «¿Por qué, oh, Yahvé, ha de
encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste del país de Egipto con gran poder y mano
fuerte? ¿Por qué han de decir lo egipcios que los sacaste con mala intención, para matarlos en
las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y
arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de Abrahán, de Isaac y de Israel, tus
siervos, a quienes por ti mismo juraste: ‘Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas
del cielo y toda esta tierra, de la que os he hablado, se la daré a vuestros descendientes, que la
heredarán para siempre.» Entonces Yahvé renunció a lanzar el mal con que había amenazado
a su pueblo. (Ex 32,11-14)

Aquí se reitera algo interesante, lo cual ya se ha mencionado, es el mismo Moisés quien


intercede por el pueblo, él le recuerda a Dios con quienes había hecho la alianza y,
escuchando esto, Dios renuncia a la amenaza hecha contra ellos; el motivo clave de la
intercesión está en Ex 32,13, en este versículo están los nombres de aquellos con los cuales
Dios había hecho su alianza y a quienes había querido tanto.

Es en ese momento cuando Moisés baja del monte, con las tablas en donde estaban escritas
por ambos lados (Ex 32,15). Esta es una característica del libro de pacto, está escrito por
ambos lados. Aunque al bajar Moisés con las tablas, acompañado por Josué, escucha gritos,
no eran gritos de victoria, ni mucho menos de derrota, por el contrario, son de fiesta, no
obstante, cuando Moisés se acerca al lugar donde estaba el pueblo, al ver aquella
abominación, hechos ocurridos en su ausencia, Moisés arde en ira, y es él mismo quien rompe
las tablas de la alianza y el becerro, fabricado por el pueblo. Después de esto se dirige a
Aarón, quien califica al pueblo de obstinado, (Ex 32,15-24)

Se puede ver en el diálogo, entre Moisés y Aarón, la gran responsabilidad exigida a quien
está al frente de algún grupo de personas. Ahora bien, se evidencia la incapacidad de Aarón,
porque no estuvo a la altura, se esperaba de él un hombre con más determinación. Es de notar,
como Dios no hace mención, ni está en su conciencia el destruir a Aarón, esto es por dos
razones: Por ser sacerdote y hermano de Moisés, quien es uno de los amados de Dios. Por
amor a Moisés Dios perdona a Aarón. A pesar de ello, el pueblo continúa siendo rebelde, no
se deja guiar por sus dirigentes.

17
1.3. Ruptura y renovación de la alianza
Moisés, tras estar mucho tiempo con Dios, como resultado, se siente su ausencia en medio
del pueblo quien no se hizo otro dios, sino que realizó otra imagen de Dios. Es decir, se
construyó su propia imagen de Dios, porque quien los guiaba, Moisés, no bajaba a traerles la
palabra de vida del Dios verdadero; dicha responsabilidad es de quien está a cargo de
proclamar está palabra de Dios al pueblo.

La ruptura de la alianza se da cuando el pueblo de Israel construye un ídolo, y esto se ve claro


cuando Aarón les solicita oro.

Aarón les respondió: «Quitad de las orejas los pendientes de oro a vuestras mujeres
hijos e hijas, y traédmelos.» Todo el pueblo se quitó los pendientes de oro de las orejas,
y los entregó a Aarón. Él los tomó de sus manos, lo fundió en un molde e hizo un
becerro de fundición. Entonces ellos exclamaron: «este es tu Dios, Israel, el que te ha
sacado del país de Egipto.» Al verlo Aarón, erigió un altar ante el becerro y anunció:
«Mañana habrá fiesta en honor de Yahvé.»37 (Ex 32,2-5)

Así las cosas, cuando el profeta Moisés no le lleva la palabra de Dios, el pueblo cae en el
pecado y se hace su propia imagen de Dios. En Ex 32 se destacan una serie de diálogos en
los cuales los personajes principales serán el pueblo y Aarón, mientras tanto, Moisés y Dios
están en otro escenario. De ahí que en el v. 1 del capítulo 32 se pone de manifiesto por parte
del pueblo de Israel, el abandono de Moisés.38El pueblo, dada la tardanza de Moisés, se
reunió en torno Aarón y le dijo: «Anda, haznos un dios que nos guie, pues no sabemos qué
ha sido de ese Moisés, que nos sacó del país de Egipto.»39 (Ex 32,1)

Los acontecimientos se desarrollan en dos escenarios diferentes, uno se lleva a cabo al pie de
la montaña vv. 1-6; 15-29, mientras que el otro es en la montaña vv. 7-14; 30-34. Dichos
sucesos tendrán lugar en un periodo de tres días.

37
Ex 32,2-5.
38
García, El libro del Éxodo, 200.
39
Ex 32,1.

18
El relato sobre el becerro de oro tiene paralelismo con el episodio relatado en 1R 12, 25-33.

Jeroboán fortificó Siquén, en la montaña de Efraín, y residió en ella. Se trasladó de


ella y fortificó Penuel. Jeroboán se puso a pensar: «Ahora podría volver el reino a
la casa de David. Si el pueblo continúa subiendo para ofrecer sacrificios en el templo
de Yahvé en Jerusalén, el corazón del pueblo se volverá a su señor, a Roboán, rey
de Judá, y me matarán.» tras tomar consejo el rey, fabricó dos becerros de oro, y
dijo al pueblo: «Basta ya de subir a Jerusalén. Éste es tu dios, Israel, el que te hizo
salir de la tierra de Egipto.» Instaló uno en Betel y el otro en Dan. (Este hecho fue
ocasión de pecado.) El pueblo marchó delante de uno a Betel y delante del otro hasta
Dan. Construyó lugares de culto en los altos e instituyó sacerdotes del común del
pueblo, que no eran descendientes de Leví. Jeroboán estableció una fiesta el día
quince del mes octavo, al modo de la fiesta de Judá. (Subió al altar que había
edificado en Betel a ofrecer sacrificios a los becerros que había hecho. Estableció
en Betel sacerdotes para los lugares de culto que había instituido.) Subió a ofrecer
incienso al altar que había edificado en Betel el día quince del octavo mes (el mes
que ideó por su cuenta) e instituyó una fiesta para los israelitas. 40 (1R 12,25-33)

Sin duda el relato del becerro de oro dentro de la historia, encierra un pecado grave, el cual
no es exclusivo de un momento dentro de la historia en concreto, pero si se considera como
el pecado original de una nación. 41 También se puede ver en Os 13,2 como la figura del
becerro de oro no tiene la misma significación de pecado en el pueblo de Israel, por el
contrario, tiene una representación de la divinidad.

Cabe traer a colación el interrogante del ¿por qué Aarón fabricó la imagen del becerro de
oro? En esto hay dos conjeturas. Una es debido a la influencia de Egipto, en donde el pueblo
de Israel pasó un periodo largo de tiempo. Una segunda es sobre la influencia de Canaán, en
donde también el pueblo de Israel viviría varios siglos.42

40
1R 12,25-33.
41
García, El libro del Éxodo, 201.
42
Ibíd.

19
Por su parte, el culto al becerro de oro en el pueblo de Israel, si es considerado e interpretado
como un pecado grave, esto en referencia a los dos primeros mandamientos de la ley de Dios.

No tendrás otros dioses fuera de mí. No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba
en los cielos, abajo en la tierra o en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni
les darás culto, porque yo, Yahvé, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los
padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, (Ex 20,3.4.5)

Esta desobediencia también se menciona en el Salmo 106, 19-20, en donde, una vez más, se
hace referencia sobre la imagen del becerro de oro y, de igual forma, la postración hecha
frente a ella. Se hicieron un becerro de oro en Horeb, ante una efigie fundida se postraron y
fueron a cambiar su gloria por la representación de un buey que come hierba. 43 (Sal 106, 19-
20)

Este desacato al Creador, no deja lugar a duda sobre una perversión, un pecado en contra de
la ley escrita por el mismo Dios en las tablas, entregadas a Moisés.44 Ante tal hecho cometido
por el pueblo de Israel, Yahvé quiere acabar con Israel, por otra parte hacer de Moisés un
gran pueblo v. 10, en esto se puede percibir un eco de la promesa hecha por Dios a Abrahán
en el Gn 12,2 y a Jacob en Gn 46,3, aunque ante tales acontecimientos y con la promesa
hecha por Yahvé, da la impresión de un nuevo comienzo por parte de Dios, es decir, hacer
de Moisés un pueblo nuevo.

Por esta razón, Moisés ante tal promesa se solidariza con el pueblo con el fin de interceder
por él y de ese modo lograr un cambio en la situación. Él presenta a Yahvé varias razones
por las cuales el pueblo de Israel debe ser perdonado: la primera, el pueblo de Israel es pueblo
de Yahvé, no de Moisés (v. 7), fue Él mismo quien sacó al pueblo de Egipto, con su gran
poder (v. 11); la segunda, los egipcios se mofarán de Yahvé (v. 12); una tercera razón, el
juramento hecho por Yahvé a Abrahán, Isaac y Jacob, el de multiplicar su descendencia y

43
Sal 106, 19-20.
44
García, El libro del Éxodo, 204.

20
proporcionarles un país (v. 13). La intercesión de Moisés por el pueblo de Israel, permite un
cambio de parecer por parte de Yahvé.45

Después de la intercesión de Moisés por el pueblo de Israel, se da un diálogo entre Moisés y


Aarón.

Moisés preguntó a Aarón: «¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo cargues con tan grande
culpa?» Aarón respondió: «No se encienda la ira de mi señor. Tú sabes que este pueblo es
obstinado. Me pidieron que les fabricase un dios que les guiase, pues decían que no sabían qué
le había sucedido a ese Moisés que los había sacado del país de Egipto. Yo les contesté que el
que tuviera oro que se desprendiese de él. Ellos se lo quitaron y me lo dieron; yo lo eché al
fuego y salió este becerro.»46 (Ex 32, 21-24)

En esta conversación se aprecia cómo Aarón acusa al pueblo de ser un pueblo obstinado y
de ese modo poder excusarse a sí mismo. Aarón repite casi al pie de la letra la petición hecha
por el pueblo de Israel, esto en los v. 23 frente al v. 1. Es así como Aarón reduce su
intervención al máximo y agranda la responsabilidad del pueblo, en esto se puede comparar
el v. 24 con los vv. 2-4a. 47

El auge de la narración ha comenzado en el capítulo 32. En los primeros versículos del cap.
34, Moisés recibe la orden de volver a labrar las tablas de piedra, semejantes a las anteriores,
pues estas habían sido dadas por Yahvé. A diferencia de esta segunda vez, le pide a Moisés
llevar consigo las tablas en las que Yahvé escribirá.48

Yahvé dijo a Moisés: «Tállate dos tablas de piedra como las primeras, sube donde mí, al monte,
y yo escribiré en ellas las palabras que había en las primeras tablas que rompiste. Prepárate
para mañana; sube temprano al monte Sinaí y aguárdame allí en la cumbre del monte. Que
nadie suba contigo, ni aparezca nadie en todo el monte. Ni siquiera las ovejas o las vacas pasten
en el monte.» Moisés labró dos tablas de piedra como las primeras, se levantó temprano y subió

45
Ibíd.
46
Ex 32, 21-24.
47
García, El libro del Éxodo, 206.
48
Brevard, El libro del Éxodo. Pentateuco. Comentario crítico y teológico, 577.

21
al monte Sinaí, como le había mandado Yahvé, llevando en su mano las dos tablas de piedra.49
(Ex 34,1-4)

Después del gran pecado cometido por el pueblo de Israel, hacer un ídolo de oro, un becerro,
Moisés intercede ante Yahvé por el pueblo arrepentido por sus actos. Por ello, para renovar
la alianza se necesitan de nuevo dos tablas, semejantes a las primeras. Pero Yahvé da el
mandato de no acercarse nadie al monte (Ex 19,12-13), a excepción de Moisés.

Moisés vuelve a ser el mediador entre Yahvé y el pueblo de Israel porque el pueblo no podía
tratar con Yahvé de forma directa, debido al pecado cometido. Moisés entonces funge como
intermediario entre Yahvé y el pueblo de Israel. Con estas dos tablas nuevas se marca el
comienzo de una nueva relación de Yahvé con su pueblo.50 La nueva alianza hecha por Yahvé
con Israel, se efectúa a tenor de las palabras del v. 27, con esto se hace referencia a las
prescripciones de los vv. 11-26, en ellos hay una serie de exigencias, las cuales son de tipo
religioso-cultural, de ahí la distinción del decálogo cultural del decálogo ético. 51 La alianza
de Yahvé con el pueblo de Israel, excluye ahora cualquier alianza con los pueblos de su
entorno.52

Los mandatos de Yahvé en los vv. 17-26, tienen referencia a otros textos del mismo éxodo.
Por ejemplo, la ley de los primogénitos de los vv. 19-20 se puede comparar con Ex 13, 12-
13; los mandamientos del decálogo en el v. 17 con Ex 20,4; de igual forma el v. 21 con 20,8;
lo mismo con determinadas leyes del código de la alianza, por ejemplo, se pueden comparar
los vv. 18.23. 25.26, frente a Ex 23, 15b, 17.18.19. Son mandatos concretos, los cuales en su
mayoría son de tipo cultual, Sin embargo, no sólo está en juego el culto, sino la concepción
vital y con ello se pretende marcar una distancia. Es importante señalar como las leyes que
regulan la nueva alianza, tienen la misma importancia que las de la primera alianza. 53

49
Ex 34,1-4.
50
García, El libro del Éxodo, 214.
51
Ibíd., 216.
52
Ibíd.
53
Ibíd., 217.

22
Las leyes dadas en Ex 34,18-26, sin duda alguna están relacionadas con las de Ex 13 y 23,
nótese como hay algunas leyes idénticas 34,26/ 23,19, otras se presentan con una variación
menor 34,20/ 13,13 y otras son más diversas 34,19/ 13,12. Cuando hay algún tipo de
variación en ocasiones se suele extender a toda la ley o en ocasiones a una adición
significativa.54

Las leyes entregadas en Ex 34, tienen elementos paralelos con el decálogo, haciendo
referencia al libro de la alianza, las cuales pertenecen a la tradición de la alianza original
hecha en el Sinaí. Los paralelos encontrados con el decálogo hacen referencia a la prohibición
de otros dioses 20,8/ 34,14; la fabricación de imágenes 20,4/ 34,17; al sábado 20,8/ 34,21.
Ahora bien, la entrega de las leyes finaliza con un mandato divino hacia Moisés.

Yahvé dijo a Moisés: «escribe estas palabras, pues a tenor de ellas hago alianza contigo y con
Israel.» Moisés estuvo allí con Yahvé cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber
agua. Y escribió en las tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.55 (Ex 34,27-28)

El pacto hecho por Dios con Israel está basado en las palabras mencionadas en el v. 27. Es
importante resaltar que Moisés las plasmara, pues perderían su importancia si únicamente
hubiesen quedado en la memoria. El mismo Moisés estuvo con Dios cuarenta días y cuarenta
noches, en esta estancia con Dios. Moisés no comió pan ni bebió agua en este tiempo, y hace
de éste un ayuno a la vez singular y sobrenatural. En las escrituras, este ayuno no se vuelve
a repetir e, incluso, no se recomienda. Los diez mandamientos, escritos en las tablas de la
alianza, fueron colocados en el arca de la alianza.

Después de tal ayuno, Moisés podría lucir pálido, incluso enfermizo, pero, para sorpresa de
muchos, no fue de ese modo; por el contrario, su rostro estaba resplandeciente, con un
particular brillo y gloria, por lo cual muchos dudaron de acercarse a él.

Luego, Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas del Testimonio en su mano. Al bajar,
no sabía que la piel de su rostro se había vuelto radiante, por haber hablado con Yahvé. Aarón

54
Brevard, El libro del Éxodo. Pentateuco. Comentario crítico y teológico, 579.
55
Ex 34,27-28.

23
y todos los israelitas vieron a Moisés con la piel de su rostro radiante y temieron acercarse a
él.56 (Ex 34, 29-30)

El resplandor reflejado en el rostro de Moisés era el reflejo de la paz, el gozo, la bondad de


Dios mismo y por la gloria recibida de Él. La fuente de donde emana este resplandor es el
mismo rostro de Dios, esto sucede cuando Moisés se estaba comunicando con Dios, de forma
directa, en ese momento recibe en su rostro esta gloria tan brillante. El esplendor recibido
por Moisés es el resultado de su extraordinaria comunicación con Dios.

Moisés no se percata de este fulgor; son los mismos israelitas quienes lo hacen. Él por su
cuenta, no era consciente de tan maravillosa grandeza de un resplandor espiritual. Moisés era
un hombre con una profunda humildad, esto se puede corroborar en Núm. 12, 3; donde hace
la mención de su humildad, mayor que la de cualquier hombre en la faz de la tierra. El rostro
resplandeciente de Moisés es el símbolo de la presencia de Yahvé en medio del pueblo de
Israel. Con eso anticipa la gloria de Yahvé, la cual desciende y llenará el santuario,57en donde
aludirá a la nube que cubre a la tienda del encuentro.

Moisés llama a Aarón y a todos los israelitas. Todos ellos habían procurado alejarse de él
pues el destello de su rostro les intimidaba. En primer lugar, Moisés persuade a los líderes
para que, seguidos de los hijos de Israel, regresen. Luego, transmite todo lo hablado con
Yahvé en el monte Sinaí. Allí Moisés experimentó una gran comunión de gloria
transformadora pues, al descender, Moisés se dedicó al gobierno y al liderazgo del pueblo de
Israel. “Moisés llamó, Aarón y todos los jefes de la comunidad se volvieron hacia él y Moisés
habló con ellos. A continuación, se acercaron todos los israelitas y él les transmitió cuanto
Yahvé le había dicho, en el monte Sinaí.”58 (Ex 34, 31-32)

Moisés, ante semejante experiencia, se puso un velo para cubrir su rostro. Cuando estaba en
la presencia de Yahvé se lo quitaba y delante del pueblo lo tenía puesto. Se puede especular

56
Ex 34,29-30.
57
García, El libro del Éxodo, 218.
58
Ex 34,31-32.

24
que Moisés lo usaba para evitar atemorizar a la gente, o bien lo hacía para proteger a los
demás de tan glorioso resplandor.

Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, se puso un velo sobre el rostro. Siempre que Moisés
se presentaba delante de Yahvé para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía. Al salir,
transmitía a los israelitas lo que se le había mandado. Los israelitas veían la piel del rostro de
Moisés radiante, y Moisés se ponía de nuevo el velo hasta que volvía a hablar con Yahvé. 59
(Ex 34, 33-35)

Moisés no se ponía el velo sobre su rostro para que los hijos de Israel se fijaran en lo pasajero,
como se señala en 2Co 3,13, es decir, que no sólo miraran su rostro radiante, el cual les
causaba temor, más bien, la intención era hacer cercano este Dios en medio de su pueblo. En
la antigua alianza había cierta gloria, pero ésta se disipaba. Por eso, Yahvé no quería que el
pueblo viera que su gloria se desvaneciera, y por ende se perdiera la confianza en Moisés.
Así, la antigua alianza era grandiosa, aunque si fuese opacada con la nueva, más reluciente
que la anterior.

Después del v. 33, se puede especular sobre un miedo por parte del pueblo de Israel y se
deduce el por qué Moisés cubre su rostro. Ya en el v. 35, no caben dudas, pues Moisés vuelve
a hablar con Yahvé y se dirige al pueblo para transmitir lo dicho por Él, esta vez, sin el velo.
El interés del relato bíblico consiste, en la incomprensión suscitada por el resplandor del
rostro de Moisés, como una metamorfosis, puesto que Moisés no se había transformado en
una divinidad. Como ya se ha mencionado antes, Moisés no era consciente de ninguna
transformación. El punto fundante del relato es destacar el resplandor como reflejo de la
misma gloria de Yahvé. 60 Moisés es, entonces, presentado con la figura de mediador entre
Yahvé y el pueblo de Israel. Por medio del desempeño de su misión, Moisés llena el enorme
vacío existente entre Yahvé y el pueblo de la alianza.

Ahora bien, es pertinente hacer esta conexión entre las alianzas del Antiguo Testamento con
las del Nuevo Testamento, lo cual se desarrollará en el segundo capítulo. Donde se hablará

59
Ex 34, 33-35.
60
Brevard, El libro del Éxodo. Pentateuco. Comentario crítico y teológico, 584.

25
de la nueva y definitiva alianza, representada por el mismo Cristo. Así mismo desde la
perspectiva tanto de Pablo como de la carta a los hebreos, donde ambos continúan haciendo
la referencia a la alianza, la cual como se puede apreciar, no es exclusiva del Antiguo
Testamento.

El objetivo del primer capítulo es dejar al descubierto las diferentes alianzas, en el caminar
del pueblo de Israel, así como sus rupturas y renovaciones. La alianza se realiza de dos
maneras: entre personas y entre pueblos. Esta es también para establecer obligaciones
especificas al pueblo de Israel, por parte de Dios, ejemplo de ello es la alianza suscita en el
Sinaí (Ex 24 3-8).

Las leyes que se van estableciendo en la alianza son de dos tipos casuísticas y apodícticas.
Casuísticas son las que atañen en casos particulares; las apodícticas se convierten en
principios generales y absolutos. En ambos casos se hace su formulación de manera positiva
o negativa.

Una figura clave en el libro del éxodo es Moisés, es quien participa de manera directa en la
liberación de Israel de Egipto. Es también quien funge como intercesor ante Yahvé, pues el
pueblo de Israel se a fabricado un ídolo de metal, es en ese momento cuando de da la ruptura
de la alianza.

El aporte que del primer capítulo hacia el segundo es la de dejar en claro que la alianza no es
exclusiva del Antiguo Testamento, pues en el segundo capítulo abordará la nueva y definitiva
alianza, representada por Cristo. Tomando en cuneta las perspectivas del apóstol Pablo y de
la carta a los hebreos.

26
CAPÍTULO II: INFLUENCIA DE LA NUEVA ALIANZA EN EL NUEVO
TESTAMENTO (JESÚS Y PABLO)

2.1. Jesucristo la nueva alianza


Yahvé en el Antiguo Testamento ha hecho una alianza con su pueblo y le pide cumplir las
obligaciones de ésta. No obstante, las infidelidades llevaron al pueblo de Israel al
incumplimiento de las exigencias de este acuerdo. Dios pone este trato en el corazón de cada
uno del pueblo de Israel y no como estaba antes en las tablas dadas en el monte Sinaí. La
enseñanza ahora no será una palabra externa, por el contrario, vendrá desde el corazón, en
donde Yahvé se convertirá en el maestro de cada uno, tal como se hace mención en Jr 31,
33-34.
En esta nueva alianza, se destaca la relación personal sostenida con Dios. Es preciso
considerar las acciones de Yahvé en la historia de salvación, todas tienen el mismo
dinamismo, sin embargo, cada una de ellas son nuevas. De ahí, que la alianza sea un
acontecimiento de gracia, en donde el mismo Dios pone su fidelidad, favoreciendo así al
pueblo elegido, esto encontrará su máxima expresión en el misterio de la encarnación.
En esta nueva alianza hay dos partes: en la primera está Dios y en la segunda la humanidad.
Como en todo pacto ambas partes se toman el compromiso. Por su parte Yahvé se
compromete a librarnos del pecado y salvarnos y en la humanidad está el compromiso de
cumplir los mandamientos del amor de Dios.
El mediador en esta nueva alianza es Jesús. Para sellar esta alianza lo hace con su sangre, en
consecuencia, ésta no es momentánea, sino eterna: es la donación total de Jesús en la cruz.
Esta alianza se realizó en la última cena, donde entrega su cuerpo y su sangre y esto se
conmemora en cada eucaristía. Es preciso señalar como, en la última cena, con el gesto de
lavar los pies, el Hijo de Dios se rebaja pues en la tradición rabínica este acto era propio de
los esclavos. En este contexto, el hecho del lavatorio de los pies es tomado como un acto de
humildad y de servicio, hecho por el mismo Cristo hacia sus discípulos. Por su parte, el
evangelista Juan no hace alusión a la cena pascual, solo menciona una cena, ésta se encuentra

27
en el Jn 13, 2, en esto hay una relación con 1Cor 11, 20, en donde aparece la designación
sobre la cena del Señor.61
Esta alianza, sellada con la sangre de Cristo, viene presentada en Mt 26, 28, la cual hace
referencia a la sangre de las víctimas, a su vez es el sello de la alianza hecha por Yahvé con
su pueblo. “porque ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos para perdón
de los pecados.”62 (Mt 26,28). De igual forma en Mc 14,24, se hace alusión a esta misma
sangre de la alianza: “Y les dijo: «Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por
muchos.»63 (Mc 14,24).
De hecho, esta mención a la sangre la encontramos en Lc 22, 20. La equivalencia observable
con los textos anteriores, consiste en la alusión del derramamiento de la sangre y la
pertenencia a la nueva alianza, concretada en Jesús. “De igual modo, después de cenar, tomó
la copa y dijo: «Esta copa es la nueva alianza en mi sangre, que se derrama por vosotros.»”64
(Lc 22,20).
Los relatos sobre la última cena, la primera eucaristía, o donde da inicio el sacrificio de la
nueva alianza, tanto en Mateo como en Marcos, son muy semejantes. Nótese en la entrega
del cuerpo y sangre de Jesús, se hace la cita: mi cuerpo entregado, mi sangre derramada, hay
una anticipación de la fórmula litúrgica del pan y del vino. Jesús entiende su donación total,
como un sacrificio de expiación, por medio del cual se establecerá la nueva alianza.
En la carta a los Romanos encontramos esta mención a la alianza, refiriéndose a la remisión
de los pecados. “Y ésta será mi alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados.”65 (Rm
11,27). Esta misma alusión, se encuentra en 1Cor 11,25, este texto de Pablo está muy
relacionado a Lc 22, 19-20, pues se hace mención de la unidad por medio del amor.
“Asimismo, tomó el cáliz después de cenar y dijo: «Esta copa es la nueva alianza en mi
sangre. Cuantas veces la beberéis, hacedlo en memoria mía.»” 66 (1Cor 11,25)

61
Carrillo, El evangelio de San Juan, 296.
62
Mt 26,28.
63
Mc 14, 24.
64
Lc 22,20.
65
Rm 11,20.
66
1Cor 11,25.

28
En la segunda carta a los Corintios, se habla de la importancia dada en la ley como el
resultado de la nueva alianza. Esto se entrelaza con la cita anterior de 1Cor 11,25, de ahí la
distinción hecha entre la letra y el Espíritu en la nueva alianza. “Él nos capacitó para ser
ministros de una nueva alianza, no de la letra, sino del Espíritu, pues la letra mata, mas el
Espíritu da vida.”67 (2Cor 3,6)
La alianza cuya máxima es Jesús, es eterna, pero en el Nuevo Testamento la palabra eterna
no solo se limita a Dios. Esto se traduce en que no tiene principio ni fin. Por tanto, cuando se
menciona alianza eterna se hace referencia a la alianza establecida por Jesús y que no
terminará porque está fundada sobre su propia sangre.
La sangre de Jesús da una vida nueva, porque transforma la vida de cada uno de sus
seguidores y creyentes. En Jn 6, 53-54, se está refiriendo a las especies eucarística, pero la
sangre de Jesús fue derramada, de una vez y para siempre, para la salvación de todos los
pueblos. Así, por medio de su sangre derramada en la cruz, Jesús es el mediador, tal como se
menciona en Col 1,20. La sangre de Cristo siempre será sangre de vida. De esta sangre es de
donde proviene una fuerza mitigadora, esta fuerza es el vínculo de la paz.
La nueva alianza se concreta por medio de la sangre de Jesús. No tiene la connotación de la
sangre de los animales, antes sacrificados, pues ahora es la propia sangre de Cristo, es el
nuevo y eterno sello. Por eso la alianza establecida en el monte Sinaí queda superada, por la
alianza del calvario.
De este modo, Dios ha cumplido su parte del trato. Lo hizo por medio de su hijo, Jesucristo.
La presencia de la fidelidad por parte de Jesús, se hace visible de esta manera. Vale señalar
la fidelidad descubierta de diversas formas: lealtad a la amistad, la estabilidad matrimonial,
en la perseverancia, la paciencia. En Cristo se encontrará el secreto de la fidelidad de la
humanidad. En esta nueva alianza, Jesús es la máxima expresión de fidelidad manifestada
entre Dios y la humanidad. Él mismo será el modelo de fidelidad y gracia para reconciliarse
con Dios. La fidelidad de Jesús surge de la historia de fidelidad de Yahvé con el pueblo de
Israel.

67
2Cor 3.6.

29
En esta nueva alianza fraguada a través de Jesús, se manifiesta la confianza de Dios
depositada en Cristo, y viceversa. Es decir, es una confianza recíproca y tiene como objetivo
la propagación del Reino. Esta nueva alianza será perfeccionada en la pascua, pero su inicio
se encuentra en la encarnación. Esta encarnación se manifestará a la humanidad y se realizará
en plenitud mediante el Verbo hecho carne. La encarnación es la posibilidad de tener una
participación de la comunión en el amor de Dios, es el motivo por el cual Jesús adopta la
humanidad para elevarla y hacerla partícipe de una vida con Yahvé, con el objetivo de la
divinización del hombre.
Por medio de la encarnación, la alianza no puede romperse. En ella está manifestada una
comunión de vida. En esta irrevocabilidad de la alianza hay tres momentos: primero, el
ontológico, en él se aborda el mismo momento de la encarnación, esto es, en donde se suscita
la unión hipostática, no se presupone en absoluto el mérito precedente de la propia humanidad
del Señor, pues, una vez recibida, ésta permanece. El segundo momento es cuando se pone
de manifiesto la dimensión meritoria, donde se sintetiza la expresión “sangre de la alianza”.
En este sentido, la liberación que ofrece Jesús apunta a lo esencial, a la cautividad de lo
humano. Comunica así la vida de Dios y Éste libera por medio de la sangre de Cristo. Así las
cosas, la dimensión meritoria parte de la gratuidad, porque la sangre del Hijo de Dios debe
ser derramada y de ese modo llega a ser el mediador entre Dios y los hombres. La sangre
derramada por el mismo Jesús es para la salvación de todos, Mt 26,28, hace esta afirmación
de la nueva alianza.
Cuando Jesús proclama sobre la copa “ésta es la sangre de la alianza”, repite las palabras de
Moisés, pronunciadas durante el sacrificio de conclusión de la alianza en el Sinaí. En este
acontecimiento, Moisés toma la sangre de las víctimas del sacrificio y la esparce entre el
pueblo diciendo: “Entonces Moisés tomó la sangre, roció con ella al pueblo y dijo: Ésta es la
sangre de la alianza que Yahvé ha hecho con vosotros, de acuerdo con todas estas palabras.”
(Ex 24,8). Jesús indica con este acto que todos están en la unidad de la misma sangre. Con
este gesto y con las palabras de Moisés, queda prefigurada la plenitud, la cual se realizará
con la muerte de Cristo.

30
En el evangelio de Mateo, los discípulos están obligados a beber de la misma copa. A
semejanza del Sinaí, todos crean esta unidad por medio de la alianza y de la sangre; en Cristo
todos quedan unidos por la nueva alianza, la cual es realizada en el sacrificio de su muerte.

Mt 26,27-28 Mc 14,24 Lc 22,20 1Cor 11,25


Esta copa Esta copa
Beban todos de ella,
porque
ésta es mi sangre Ésta es mi sangre
de la alianza,
de la alianza, es la nueva alianza es la nueva alianza
en mi sangre en mi sangre.
que por muchos que por ustedes
se derrama que se derrama se derrama.
por muchos.
para remisión
de los pecados.

Hagan esto,
cuantas veces la
beban,
en mi memoria.
En este cuadro comparativo, se hace referencia a las palabras pronunciadas por Jesús al
momento de entregar la copa. Esto es visto desde la tradición representada en los textos de
Lucas y Pablo, los cuales difieren de la narración hecha en los evangelios de Mateo y Marcos.

En dichos textos, las palabras referidas a la sangre no se las mencionan directamente, sino
que llaman la atención sobre la copa. En este sentido, Mateo y Marcos anotan: “ésta es mi
sangre”, a diferencia de Pablo y Lucas, quienes mencionan: “Esta copa es la nueva alianza
que se hace con mi sangre”. Con esto, aluden al rito de beber la misma sangre de Cristo por
medio de la copa.

Viéndolos desde la tradición palestinense, se hace alusión a la alianza realizada en el monte


Sinaí, pero Pablo y Lucas no se refieren a esta alianza del Sinaí, sino a la nueva alianza, con

31
ello se está indicando el único texto del Antiguo Testamento, el cual incluye dicha expresión,
y lo encontramos en Jr 31, 31-34.

Van a llegar días-oráculo de Yahvé- en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de
Judá) una nueva alianza; no como la alianza que pacté con sus padres, cuando los tomé de la
mano para sacarlos de Egipto, pues ellos rompieron mi alianza y yo hice estrago en ellos -
oráculo de Yahvé-. Sino que ésta será la alianza que yo pacté con la Casa de Israel, después de
aquellos días -oráculo de Yahvé-: pondré mi ley en su interior y sobre sus corazones la
escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que adoctrinarse entre sí,
unos a otros, diciendo: «Conoced a Yahvé», pues todos ellos me conocerán, del más chico al
más grande -oráculo de Yahvé-, cuando perdone su culpa y de su pecado no vuelva a
acordarse.68 (Jr 31, 31-34)

Finalmente, el tercer momento en que se manifiesta la irrevocabilidad de la alianza es el


misterio de la ascensión. En él se refuerza uno de los misterios de la gloria de Jesús. Por
tanto, la nueva alianza parte de la encarnación, continua en el misterio de la cruz y culmina
en la ascensión. En este contexto se da la manifestación de la elevación de la naturaleza
humana, y, en consecuencia, la filiación adoptiva. Por lo tanto, la sangre de la alianza en la
ascensión, se convierte en sangre aceptada. Pues en este acontecimiento la sangre de Cristo
es asumida y tiene su eficacia en la creación. La encarnación del Verbo será un dinamismo,
el cual implica una unión, una perfección, y una realización, pues de esta forma se puede
vislumbrar la persona de Cristo, la cual concuerda con la definición de un Dios cercano, en
donde se hace presente el diálogo entre todos y cada uno de quienes integran esta nueva
alianza y así se da trascendencia a la historia de salvación.

Por lo tanto, la encarnación del Verbo da sentido a un equilibrio que mantiene el dinamismo
en lo referente a la tradición. A su vez, el mismo Jesús refleja su luz hacia atrás y hacia el
futuro y con ello da sentido a la historia dinámica del proyecto de Dios.

68
Jr 31,31-34.

32
La totalidad del ministerio de Jesús se entiende en el cumplimiento de las promesas de Yahvé
al pueblo de Israel, como se menciona en Mt 15,24. “Respondió él: «No he sido enviado más
que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.»” 69(Mt 15, 24)

Con esto llama la atención, con respecto al anuncio del reino hecho por Jesús a los pobres.
Éste se hace mención en Lc 4, 16-21.

El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva,
me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad
a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Enrolló el volumen, lo devolvió al
ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles:
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.»”70 (Lc 4, 16-21)

Las implicaciones del augurio del reino a los pobres, es la gratitud por parte de Dios
misericordioso, por ello los pobres se convierten en los destinatarios del anuncio del reino.

La nueva alianza de este reino futuro, es constituida en una sola entrega, mediada por el
mismo Jesús, se encuentra en Lc 22, 14-34, en donde se pone de manifiesta esta mediación
por medio de la fidelidad de Dios, hacia los hombres y el hombre con Dios. Por su parte
Jesús lleva al cumplimiento las promesas de Dios y en él mismo se hace la realización del
compromiso de la humanidad, lo cual se orienta hacia el acuerdo definitivo de la voluntad de
Dios.

Como se ha mencionado, en Jesús se manifiesta la máxima fidelidad de Dios para con su


pueblo. Es preciso reconocer a Yahvé para llevar a cabo todas y cada una de las promesas
hechas. Jesús, en esta nueva alianza, no sólo representa la fidelidad de Dios con su pueblo,
también es representación de esta misma fidelidad en sentido contrario, es decir, del pueblo
hacia Yahvé. Si no se tuviese en cuenta este aspecto de mediación salvífica de Jesús, la
fidelidad transmitida sería errada. El misterio de la nueva alianza se entenderá únicamente
desde Cristo. Pues el Verbo encarnado explica la antigua alianza y culmina con la alianza
con la humanidad que Dios quiere establecer con cada uno de los hombres.

69
Mt 15, 24.
70
Lc 4, 16-21.

33
La alianza tiene su culmen en Cristo, en Él se entrelazan la divinidad y la humanidad, la cual
ha llegado a una perfección. Esta alianza pertenece a todos aquellos que han recibido a Jesús
por la fe y mediante los sacramentos, es por esto, que debe ser observada tanto por Dios y
por los hombres, ya que la entrega de Jesús a la muerte es un don de gratuidad de Dios, en
ésta también se hace la representación de la acogida de este don por parte de los hombres,
dando pie a la fidelidad, la cual es costosa y en consecuencia meritoria.

2.2. La alianza en Pablo


Partiendo de las cartas paulinas, escritas antes que los evangelios, se observa una reflexión
teológica de tipo pospascual sobre la alianza. Pablo aborda el amor de Dios hacia Israel,
donde se conecta de manera explícita la alianza con este pueblo en Rm 9, 4-5.

Son israelitas, ellos disfrutaron de la adopción filial, de la gloria, las alianzas, la legislación, el
culto, las promesas y los patriarcas, de ellos también procede Cristo según la carne, el cual
está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.71 (Rm 9, 4-5)

En Pablo, la relación existente entre la ley y las alianzas del texto de los Romanos, junto con
el cumplimiento de las promesas de Dios, es compleja en sí misma, pero en ningún momento
les quita validez a las alianzas realizadas con el pueblo de Israel, tal como se menciona en
(Gal 3, 15-22.)

Hermanos, voy a explicarme en términos humanos. Ya sabéis que, entre los hombres, nadie
anula ni añade nada a un testamento hecho en regla. Pues bien, las promesas fueron hechas a
Abrahán, y a su descendencia. La Escritura no dice y a los descendientes, como si fueran
muchos, sino a uno solo, a tu descendencia, es decir, a Cristo. Y yo pienso que un testamento
hecho por Dios en toda regla no puede ser anulado por la ley, que llega cuatrocientos treinta
años más tarde. En ese caso la promesa quedaría anulada. Pues si la herencia dependiera de la
ley, ya no procedería de la promesa, y, sin embargo, Dios otorgó a Abrahán su favor en forma
de promesa. Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida para poner de manifiesto las
transgresiones, hasta que llegase la descendencia depositaria de la promesa, promulgada por
los ángeles y con la intervención de un mediador. Ahora bien, cuando actúa uno solo, no hay
mediador, y Dios es uno solo. Según esto, ¿se opone la ley a las promesas de Dios? ¡de ningún

71
Rm 9, 4-5.

34
modo! Si se nos hubiera otorgado una ley capaz de dar vida, en ese caso la justicia vendría
realmente de la ley. Pero la Escritura encerró todo bajo el pecado, a fin de que la promesa fuera
otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo.72 (Gal 3, 15-22)

Las alianzas permanecen como testimonio de fidelidad por parte de Dios, para con su pueblo
Israel. La venida de Jesús desemboca en una nueva alianza, pero esto no significa que la
palabra de Dios haya fallado, como se menciona en Rm 9,6. Esto enfatiza la pretensión de
Dios, como es sobre llevar a Israel a una nueva relación, una donde la ley se reemplaza con
la fe proveniente de la justicia divina. “No es que haya fallado la palabra de Dios, es que no
todos los descendientes de Israel son Israel” 73 (Rm 9,6)

Desde la perspectiva histórica de la salvación paulina, el mismo Cristo es el descendiente de


las promesas de Abrahán. La ley mosaica ha sido otorgada después de Abrahán, como una
vertiente transitoria con el fin de reemplazar la promesa, cuyo cumplimiento se espera en la
persona de Jesús.

La justificación es el punto focal del problema de la salvación cristiana, porque se trata de


la gracia que salva.74Esta misma justificación la hace crecer y dar frutos. La afirmación de
Pablo acerca de la salvación es dada por Jesucristo y es Dios justificando al hombre por la
fe. Esta justificación no se puede desligar del sacrificio de Cristo, pues en 1Cor 1,30 se hace
mención: De él os viene que estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para nosotros sabiduría
de Dios, justicia, santificación y redención, aquí es claro que para alcanzar la santificación
uno tiene que pasar por el bautismo, o sea, que nos debemos sumergir en Cristo, ya que, es
por el sacrificio de Cristo que obtenemos la redención de los pecados y una consecuencia de
ello es la conducción hacia la nueva vida. 75

El horizonte del bautismo también se puede ver en 2Cor 5,21 “A quien no conoció pecado,
le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él.” Es aquí donde

72
Gal 3, 15-22.
73
Rm 9,6.
74
Berardino, Diccionario Patrístico y de la Antigüedad Cristiana, 1219.
75
Gnika, Pablo de Tarso: Apóstol y Testigo, 230.

35
se hace presente la justicia de Dios por medio de Jesús, Dios encarna a Jesús para que
fuésemos justificados en Él, así nos hacemos justos mediante la comunión con Cristo, que
se recibe en el bautismo, esto significa que se recibe el perdón de los pecados. Por su parte,
Cristo se vuelve titular del pecado, para que nosotros nos volvamos titulares de la justicia de
Dios”.76

La justicia de Dios se encuentra en la carta a los Filipenses y a los Gálatas. En la Carta a los
Filipenses 3,9 se menciona: “y ser hallado en él, no con la justicia mía, la que viene de la
ley, sino la que viene por la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios apoyada en la fe”. La
ley vista desde el Antiguo Testamento, puede hacer a una persona justa y la considera injusta.
La ley, por su parte, no puede hacer justo a alguien ante Dios, pues es Cristo quien los hace
justos, pero esto solo se puede alcanzar mediante la fe en Cristo mismo.

Pablo en su carta a los Gálatas 2,16, menciona que: “conscientes de que el hombre no se
justifica por las obras de la ley sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído
en Cristo Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en Cristo y no por las obras de la
ley, pues por las obras de la ley nadie será justificado.” Aquí se puede apreciar como la
justificación se da por la fe, pues una persona puede ser declarada justa ante Dios por la fe
en Jesucristo, pero no se puede ser justo por su obediencia a la ley.

En la carta a los Romanos, Pablo hace más profunda su postura y se comprenderá la justicia
de Dios como un hecho de salvación, tal como se presenta en Romanos 1,17: “porque en él
se revela la justicia de Dios, de fe en fe, como dice la Escritura: El justo vivirá por la fe.” La
justicia de Dios se presenta como revelación y con esta revelación de la justicia de Dios, se
suspende la situación de perdición de gentiles y judíos; en Romanos 3,21s anota: “pero ahora,
independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y
los profetas, justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen – pues no hay
diferencia.”77

76
Ibíd., 231.
77
Ibíd., 235.

36
Pablo cuestiona la comprensión de la justificación de Dios, la cual se ubica en la Tora, y
presenta otra comprensión de la justificación, como en Romanos 3,20, cuando afirma que
nadie será justificado ante él por las obras de la ley y precisamente cuando se acude a otro
principio de justificación, la fidelidad a Dios en las promesas de la salvación, es en el mismo
Jesucristo donde queda manifestada esta justicia.

La justificación está vinculada con la fe en Cristo, esto en las cartas Paulinas. La justificación
del hombre siempre es y será por la fe, tal como se menciona en la carta a los Romanos y a
los Gálatas (Rom 3, 11.26.28.30; 4,5; Gál 2,16). La fe confesada mediante la boca también
debe ser creída en el corazón, pues la fe nos lleva a la salvación. En Romanos 1,16-17, se
afirma que la justificación por la fe lleva a la vida eterna y que el justo vivirá por la fe, ésta
se nos da gratuitamente mediante el sacrifico de la cruz, y, por lo mismo, Cristo se entregó y
resucitó por nuestra justificación Romanos 4,25. 78

La doctrina de Pablo sobre la justificación está manifiesta en la carta a los Romanos y en los
Gálatas. Allí, esta justicia viene por la fe en Cristo, justicia proveniente de Dios, como ya se
ha mencionado y esto lleva al conocimiento de Cristo y entraña la comunión con él. 79

El hombre se justifica por la fe y esta misma fe lo debe llevar a no tener reservas con el
amor. Para Pablo la fe también se hace acción mediante el amor y la caridad (Gál 5,6), por lo
tanto, la vida cristiana tiene su fundamento en la fe y ésta se ve realizada en el amor. 80 El
hombre, de este modo, está unido a Cristo por la fe y mediante ella recibe la justificación
(Romanos 5,1). También Pablo nos muestra en su carta, tanto a los Corintios como a los
Filipenses, que su punto principal es la fe en Jesucristo, de esta manera se obtiene la
justificación (Flp 3,9).

Así las cosas, la justificación se presenta como el punto principal para la salvación, pues es
un don de Dios y este don se ofrece gratuitamente a todos los hombres. Pablo, por su parte,
presenta un nuevo punto de vista. Para poder comprender mejor la salvación, se basa en una

78
Sánchez, Introducción Al Estudio De La Biblia: Escritos Paulinos, 360.
79
Bover. S. I., Las Epístolas de San Pablo, 340.
80
Gnika, Pablo de Tarso: Apóstol y Testigo, 239.

37
visión judaica y con ello abre a nuevos horizontes de la comprensión teológica paulina, es
decir, se suscita por medio de la fe. En efecto todos somos justificados por el mismo Cristo,
en su donación en la cruz y eso nos motiva e invita a vivir la fe con mayor entusiasmo.

Desde esta justificación, Cristo por medio de Pablo hace la propuesta de fidelidad a los judíos
y a los gentiles, para así ser fiel a sus propias tradiciones. La alianza con el pueblo de Israel,
hará el puente de la nueva alianza establecido por el mismo Jesús. Además, en Cristo están
contenidas todas las alianzas, establecidas con los hombres por Dios. Por ello, Pablo al
aceptar la fe en el Hijo de Dios sigue cumpliendo la alianza. Al dirigirse a los judíos y
gentiles, Pablo propone el evangelio como ruta hacia la salvación, esto es, a la alianza hecha
por Dios con todos los hombres.

Pablo en sus cartas habla de sí mismo y en ellas continúa considerándose un fariseo. Esto lo
hace con el fin de seguir cerca del pueblo y no ser considerado un traidor. Él se dirige, en
primera instancia, a los destinatarios de la alianza, con la finalidad de dar continuidad a la
misma y que no la traicionen. Pablo abandona la rigurosidad de la antigua alianza, con el
objeto de dar mayor realce a la establecida en el viejo Adán, uniéndola con la nueva y
definitiva alianza establecida en el mismo Jesús. Desde esta fidelidad al Hijo de Dios, el
mismo Pablo es fiel a todas y cada una de las maneras históricas de la única y definitiva
alianza.

En Pablo se pueden encontrar referencias a la alianza del pueblo de Israel y a la alianza que
inicia con Jesús. Adicionalmente, menciona su ministerio como parte de este nuevo acuerdo
entre Dios y los hombres, o sea, una alianza, tal como se ve en 2Cor 3,3: “Evidentemente
sois una carta de Cristo, redactada con nuestro ministerio; escrito no con tinta, sino con el
Espíritu de Dios vivo y no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones.” 81
(2Cor 3,3)

De igual forma, se señala en el texto de Jr 31,33: “Sino que ésta será la alianza que yo pacte
con la Casa de Israel, después de aquellos días-oráculo de Yahvé-: pondré mi Ley en su

81
2Cor 3,3.

38
interior y sobre sus corazones la escribiré y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.” 82 (Jr
31,33)

Pablo hace hincapié en el contraste al abordar el tema de su ministerio desarrollado con sus
colaboradores. Dicho ministerio lo han recibido del mismo Dios como lo vemos en 2Cor 3,
5b-6. El lenguaje utilizado por Pablo es inspirado en la nueva alianza entre Jeremías y
Ezequiel, lo pone en práctica en la transformación de la alianza de Dios con los hombres,
por medio del acontecimiento, Cristo.

Pues nosotros no podemos atribuirnos cosa alguna, como si fuera, ya que nuestra
capacidad viene de Dios. Él nos capacitó para ser ministros de una nueva alianza, no
de la letra, sino del Espíritu, pues la letra mata, mas el Espíritu da vida. 83 (2Cor 3,5b-
6).

Según Pablo, en Jesús, el pueblo de Dios encontrará la realización de todas y cada una de las
antiguas promesas. La alianza es, más que una observancia de índole legal, una experiencia
de fe, gracias a la presencia del Espíritu Santo.

Pablo empleará imágenes, para reforzar el contraste presente en las alianzas realizadas por
medio de la alegoría, dicho símbolo es una forma de interpretación bíblica, donde los
hombres y los detalles del relato, abordan el tema de la libertad cristiana.

2.3. La carta a los hebreos


En Pablo hay un contraste entre las alianzas realizadas en el Antiguo Testamento y en la
nueva alianza. En la carta a los hebreos se lleva dicho contraste a las últimas consecuencias,
pues la nueva alianza es infinitamente mayor a la antigua. Abordar la alianza en el Nuevo
Testamento es hablar la carta a los hebreos, tanto así, que de las 33 veces que se hace mención
de ella en el Nuevo Testamento, 17 veces son en este libro.

La nueva alianza es superior a la antigua en muchos sentidos. En esta carta a los hebreos, en
el capítulo 7, se describe la figura de Melquisedec como un antecedente a la figura de Jesús.

82
Jr 31,33.
83
2Cor 3,5b-6.

39
Melquisedec, como otras figuras dadas en el Antiguo Testamento, es descrito de manera
misteriosa, atrayendo gran interés en las generaciones siguientes.

Por ejemplo, en Gn 5,24, se aborda la figura de Henoc, quien desapareció porque Dios se lo
llevó. Lo mismo pasa con la imagen de Elías, quien fue elevado al cielo en un carro de fuego,
en el torbellino, esto en 2Re 2,11. En cada uno de los relatos se pueden encontrar
ambigüedades o pocos datos sobre estas personas, pasa lo mismo con Melquisedec.

En la carta a los hebreos, se hace la semejanza sorprendente entre la figura de Melquisedec


y la de Jesús. Pero el punto para resaltar es respecto al sacerdocio, el cual no tiene fin como
el sacerdocio de Jesús. En Hb 7,17, se afirma que es un sacerdocio para la eternidad. “De
hecho, lo confirma la escritura: Tú eres sacerdote para la eternidad, a la manera de
Melquisedec.”84 (Hb 7,17)

El sacerdocio en el Antiguo Testamento no perdura, porque la muerte le daba fin, a diferencia


del sacerdocio de Cristo, esto lo vemos con claridad en Hb 7,25, donde se hace la referencia
a una intercesión duradera, con el fin de mediar en su favor. Este mediador es Jesús quien
ejerce su sacerdocio desde el cielo. Aunque este sacerdocio va más allá, en tanto en él se verá
la diferencia entre el culto de la antigua alianza, con la nueva alianza. En la primera alianza
el culto sólo era la sombra y figura, como se menciona en Hb 8,5, y en esto hace la diferencia
la nueva alianza. De ahí la ineficacia, pues no encamina a la perfección a quienes la ofrece,
pero Cristo en contraposición con la antigua alianza, ha ofrecido un solo sacrificio y lo ofrece
como sumo sacerdote, el cual purifica, y, partiendo de este sacrificio ofrecido por Jesús, no
se necesitara repetirse, tal como lo menciona en Hb 9,28: “Así también Cristo, después de
haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecerá por segunda
vez, sin relación con el pecado, a quienes le esperan para su salvación.”85 (Hb 9,28)

Después de esta entrega por parte de Jesús, ya no hay necesidad de repetir los sacrificios de
la antigua alianza.

84
Hb 7,17.
85
Hb 9,28.

40
En la carta a los hebreos, la afirmación con mayor realce es cuando se hace mención sobre
la aseveración: de una vez para siempre, con referencia al sacrificio de Cristo, haciendo la
diferencia con la necesidad de sacrificios en el sacerdocio presentado en el levítico,
apuntando así al carácter débil de este anterior sacerdocio, en contraposición se presenta la
suficiencia y la finalidad del sacrificio del mismo Hijo de Dios en la Cruz. Cabe mencionar,
en la carta a los hebreos, cuando dice: lo viejo está a punto de desaparecer, en Hb 8,13.

Así mismo, Jeremías, tiene la vista puesta en el futuro a la espera de algo nuevo, en la carta
a los hebreos ya está presente eso. De ahí lo viejo ha quedado obsoleto, por lo tanto es
evidente su fin, porque lo nuevo está ya presente. Se observa en Hb 7,22, donde se hace
mención a la superioridad de Jesús, en cuanto es mediador de la nueva alianza. Esta alianza
es mejor, por el simple hecho de su eternidad y no tiene sus bases en los continuos sacrificios
ofrecidos en el templo en Jerusalén, por esto el único y definitivo sacrificio lo ha hecho
Cristo. También el sacerdocio de Jesús lo ha conferido como el mediador entre Dios y los
hombres, se puede constatar en Hb 8,6. “ahora bien, él ha obtenido un ministerio tanto mejor
cuanto que es mediador, de una alianza mejor, fundada en promesas mejores.”86 (Hb 8,6). La
nueva alianza no es mejor en el sentido relativo, pero sí en el sentido de su eternidad, tal
como se afirma en Hb 13,20.

Hb 9,15, es otro pasaje donde se confirma la posición de Jesús, ubicándolo como mediador
y dador de la vida eterna: “Cristo es mediador de una nueva, pues, al intervenir una muerte
liberadora de las transgresiones de la primera alianza, los llamados reciben la herencia eterna
prometida.”87 (Hb 9,15). Partiendo de esta cita, la muerte de Cristo asegura la eficiencia de
la nueva alianza. Toda la nueva alianza, tiene su superioridad sobre la antigua y funda una
alta cristología. En esta carta a los hebreos, el mismo Jesús es el nuevo y eterno sacerdote,
esto se puede comprobar en Hb 4,14; 9,11-14; 10,11-14. Desde esta perspectiva, Dios ha
hablado son su pueblo Israel haciendo una alianza, pero todo ello fue un preámbulo de la
venida de Jesús, esto lo corroboramos en Hb 1,1-2. De ahí se pone de manifiesto la

86
Hb 8,6.
87
Hb 9,15.

41
superioridad del Hijo de Dios frente a los ángeles Hb 1,4, a su vez es superior a Moisés Hb
3,1-6ª. Solo Cristo en su virtud identitaria, su misión y sacrificio, es quien constituye la
preeminencia de la nueva alianza y dicha alianza posee una gloria superior, se evidencia en
Hb 3,3.

En lo referente a la nueva alianza, en Hb 7,22, se pone a Jesús como una alianza mejor,
puesto que la antigua es un yugo moral, el cual es impuesto al pueblo de Israel; a diferencia
de la nueva alianza, dada como una esperanza, considerándola como una primavera
espiritual, prometiendo frutos abundantes para la vida eterna. El mismo Jesús considerado
como la alianza mejor, es señal de una ventaja en cuanto al sacerdocio de Cristo al de Aarón. 88

En Hb 8, 6-13, se describe al mediador de esta nueva y mejor alianza. Así mismo, en Hb


6,19, se hace alusión a una esperanza mejor, en Hb 6,22, se menciona una alianza mejor, se
acompaña de promesas, las cuales expresan dicha esperanza, en esto se insinúa su objetivo,
los bienes de Dios, motivando así un caminar hacia la fidelidad divina. Pero más allá de lo
anterior, el punto de interés es recalcar la superioridad de la nueva alianza, por encima de la
antigua.

Ahora bien, él ha obtenido un ministerio tanto mejor cuanto que es mediador de una alianza
mejor, fundada en promesas mejores. Porque si aquella primera hubiera sido irreprochable, no
habría lugar para una segunda. Por eso les dice en tono de reproche: Ya vienen días, dice el
Señor, en que yo concluiré con la casa de Israel y con la casa de Judá una nueva alianza; pero
no será como la alianza que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos
de la tierra de Egipto. Como ellos no permanecieron en mi alianza, también yo me desentendí
de ellos, dice el Señor. Esta es la alianza que haré con la casa de Israel después de aquellos
días, dice el Señor: pondré mis leyes en su mente, en sus corazones las grabaré; y yo seré su
Dios y ellos serán mi pueblo. Nadie tendrá que decir a su prójimo, nadie habrá de decir a su
hermano: «¡conoce al Señor!», pues todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de
ellos. Porque me apiadaré de sus iniquidades y de sus pecados no me acordaré ya. Al decir

88
Bover, S. I., Las Epístolas de San Pablo, 344.

42
nueva, declaró antigua la primera; y lo antiguo y viejo está a punto de desaparecer.89 (Hb 8, 6-
13)

Esta cita es contemplada también en Jr 31,31-34, haciendo el mismo comentario, de pasar de


algo antiguo para uno nuevo, debido esto a la falla cometida en lo anterior y por la existencia
de una alianza nueva, por esta razón lo viejo pasa y lo nuevo subsiste. De este modo, se
volverá a hacer mención en Hb 10,16ss, en donde se subraya la proximidad por parte de Dios
y el perdón de los pecados. 90

En la carta a los hebreos, se demuestra la insuficiencia de lo institucional y cultural de la


primera alianza, pues se deja en claro como el sacerdocio y el sacrificio son incapaces de
apartar el pecado, como obstáculo, con el fin de instaurar una auténtica relación entre Dios y
el pueblo.

Con el fin de no transgredir las palabras mediador y medición, es conveniente tener presente
que Pablo no llama a Cristo como mediador, cuando hace referencia a la intercesión divina.
Se le da la denominación como mediador, cuando en 1Tim 2,5, donde se pone de relieve, la
intervención de un solo mediador, el cual es Jesús.

La centralidad de Hb 8, 1-6, es la afirmación de Cristo habiendo subido al cielo y sentado a


la derecha de Dios, es sumo sacerdote. En el v. 7, se hace la argumentación sobre la primera
alianza, la cual tiene algo de reprochable, pues si ésta hubiese sido irreprochable, no se
hubiese tenido la necesidad de una segunda alianza, superior a la primera. Si la primera
alianza hubiese sido intachable, lo cual viene en Hb 7,28, en donde se argumenta el
perfeccionamiento del sacerdocio de Cristo, viéndolo en contraposición al sacerdocio
antiguo. El sacerdocio del Antiguo Testamento es uno en el que ejercen personas señaladas,
por ende, son personas imperfectas, tal motivo da pie a la imperfección de los sacrificios
ofrecidos, así como su debilidad ante el pecado.

Jesús es el modelo de sacerdocio perfecto, es quien ha ofrecido un sacrificio impecable,


viendo ambos sacrificios, tanto el ofrecido por los sacerdotes del Antiguo Testamento y el

89
Hb 8, 6-13.
90
Sánchez, Introducción Al Estudio De La Biblia: Escritos Paulinos, 483.

43
nuevo, ofrecido por el Hijo de Dios, la diferencia entre uno y otro viene a ser la perfección
ó imperfección, encontrada en cada uno de los sacrificios ofrecidos.

Es por eso la deducción de la segunda alianza, frente a la primera, pues ésta es imperfecta
frente a la segunda. Mientras la segunda se caracteriza por ser irreprensible e irreprochable.
Jesús llega como sumo sacerdote, quien conseguirá los dones de Dios, haciendo su entrada
con más perfección. Con esto se hace referencia al único y definitivo sacrificio hecho por
Cristo, a diferencia de los sacrificios realizados en la primera alianza, los cuales debían ser
repetidos, eran caracterizados por su imperfección. Cristo es el mediador de la nueva alianza,
con su muerte son redimidas todas las faltas cometidas en el régimen de la primera alianza,
cumpliéndose de ese modo la llamada de Dios a la herencia eterna.

Una vez expuesto Cristo como sumo y eterno sacerdote, en el capítulo 7 de la carta a los
hebreos, se demuestra su superioridad, ésta se extenderá a su ministerio, de tal modo Jesús
es ahora el mediador entre Dios y los hombres.

En la carta a los hebreos, se argumenta como se recurre a la doble citación del texto de la
nueva alianza, con esto se pretende hacer una inclusión, se encuentra en Hb 8,8b-12 y la
final Hb 10, 16-17: “Esta es la alianza que haré con ellos después de aquellos días, dice el
Señor: pondré mis leyes en sus corazones y en su mente las grabaré. Añade y de sus pecados
e iniquidades no me acordaré ya.”91 (Hb 10, 16-17)

La superioridad del sacerdocio de Cristo se describe en Hb 8,1, pero en sí el tema del


sacerdocio de Jesús, se desarrollará en los capítulos 9 y 10. Es por eso, en Hb 8, 1b-6, es un
preámbulo en el cual se aborda el tema del sacerdocio del Hijo de Dios, con ello también se
hace alusión al santuario, sacrificio y la alianza. En el v. 1, donde se hace mención al ala
superioridad de Cristo, con la finalidad de ser mediador, de la alianza establecida,
fundamentada en las promesas mejores Hb 8,6.

En Hb 5,6, está la base antecesora y ratificadora del sacerdocio de Jesús. Este v. 6, hace
relación directa con el salmo 110,4, acá se enuncia la eternidad del sacerdocio del Hijo de

91
Hb 10, 16-17.

44
Dios. Con esto se aclara la naturaleza sacerdotal del Mesías, tomando en cuenta la
superioridad del sacerdocio de Cristo, el cual es superior en varios aspectos: en primer lugar,
encontramos la diferencia con el sacerdocio del Antiguo Testamento, en éste no se podía
estar junto al pueblo, el sacerdocio del Hijo de Dios se distinguió por la cercanía con el
pueblo, así se iba manifestando su amor hacia los hombres. En segundo lugar, está la
diferencia con la fidelidad presentada por el sacerdocio levítico, porque no se exponía su
misericordia, en esto también hace la diferencia Jesús, él muestra la misericordia y fidelidad
y los presenta como atributos que reflejan la imagen del Dios de la alianza.

En el capítulo 7 de la carta a los hebreos, también se destacan otros aspectos fundamentales


en el sacerdocio de Cristo, por los cuales sobresaldrá, respecto al otro tipo de sacerdocio Hb
7,26. Aun con todas estas características del sacerdocio de Jesús, pareciese de manera
contradictoria la semejanza con los hombres. Aquí cabe reiterar la condición compartida del
Hijo de Dios: la condición humana, ésta lo hizo cercano a los hombres, no obstante, él está
exento de pecado, razón por la cual la necesidad de un sacerdote santo e inmaculado, para no
volver a ofrecer sacrificios. Con el único y definitivo sacrificio ofrecido por Jesús, ya no hay
necesidad de ofrecer algún otro.

La ley tiene su base en el sacerdocio, no para su promulgación, más bien, es como su


elemento de apoyo para su validez y eficacia. La relación entre la ley y la primera alianza es
de carácter indirecto y en esto la carta a los hebreos es fiel, en cuanto se habla de la
concepción de modo radical y cultural. De ahí que la primera alianza no está basada o
fundamentada sobre la ley, más bien, ésta tiene su base en el culto, se puede ver en Hb 9,1-
10 y sobre el sacrificio Hb 9,15-22, donde se abordará el tema de Cristo quien pone el sello
con su sangre en la nueva alianza. Por eso en hebreos se subraya, la alianza fue sellada con
sangre purificadora.

La centralidad del sacrificio, con respecto a la alianza, se comprende partiendo de la nueva


alianza y de su esencia sacrificial. La primera alianza tuvo su razón de ser mediante el
sacrificio, como ya se ha mencionado, se repiten por el hecho de ser impuros, pero los
sacrificios de la primera alianza también se apoyaron de manera indirecta en la ley, por eso,
ambas corrieron con la misma suerte, esto lo comprobamos en Hb 8,7; 8,13.

45
En esta segunda alianza encontramos varias cualidades, la primera de ellas es el ser santo,
con este atributo no sólo designa su separación de lo profano, también se exigirá la santidad
hacia el sacerdocio, el cual estaba en el Antiguo Testamento en relación con lo ritual. Es
preciso hacer la propia aceptación de la relación establecida entre Jesucristo y Dios. Esta
relación tendrá su fundamento en la voluntad de Dios.

La segunda característica de este sacerdocio es la inocencia, en ella se expresa una persona


sin malicia y por ende está exenta de pecado. La tercera cualidad, es el ser incontaminado o
inmaculado, esta calidad no es referente únicamente a la pureza de lo sexual y lo cultural,
sino el estar también separado del pecado. Con estas cualidades se quiere hacer notar la
solidaridad de Cristo para con la humanidad, en tanto que se ha hecho semejante a los
hombres, sometiéndose incluso a las mismas pruebas, no obstante, aun con todo ello, él se
mantiene separado del pecado y esto lo ratificará la cualidad del ser inmaculado.

Por consiguiente, el elemento con mayor significancia en el sacerdocio de Jesús es su


sacrificio, con él ya no habrá necesidad de ofrecer otra ofrenda, e incluso algún otro don
adicional. En su ejercicio como sumo sacerdote, implicó la donación de su propia vida, en
éste único y definitivo sacrificio, a diferencia del sacerdocio levítico, pues éste debía
permanecer de pie, haciendo ofrendas periódicas, los pecados eran muy recurrentes, por lo
tanto, no podían ser eximidas con una sola ofrenda. Por el contrario, el sacrificio de Cristo
no necesita ser repetido, porque es eficaz y ha expiado todo pecado, siendo ofrecido para la
eternidad.

Con este sacrificio se lleva a cabalidad el cumplimiento de la santidad y perfección


sacerdotales, esto por parte de Jesús. La perfección parte del hecho de la obediencia a Dios,
con el objetivo de conducir al hombre a la salvación y en su caminar, purificarlo de todo
pecado conducente a la muerte. En el sacerdocio antiguo, hay una razón de debilidad y por
ende de falta de eficacia, pero es superado por el mismo Cristo.

El mediador en la nueva alianza es el mismo Jesús, pues en él se encuentran muchas más


cualidades y significaciones, las cuales fundamentan la legitimidad en las profecías del
Antiguo Testamento. La finalidad de esta mediación es la salvación de la humanidad, por
medio del sacrificio redentor, porque en Cristo se encuentra la calidad de la unión entre la

46
naturaleza humana y la naturaleza divina, en un mismo ser, el Hijo de Dios es cualificado
como mediador y salvador. Por tanto, el sacerdocio ejercido por Jesucristo es un sacerdocio
superior, es un sacerdocio perfecto.

Considerando las perspectivas tanto del Antiguo Testamento, en el primer capítulo y la del
Nuevo Testamento, en el segundo capítulo, donde se muestra tanto la instauración como las
diversas rupturas de la alianza, en el capítulo siguiente y prosiguiendo con esta continuidad
de la alianza, se verá cómo se van adecuando a cada una de las realidades actuales. Para
ello, se tomará la posición de una realidad compleja, es decir, desde la realidad de la
migracion, tomando como referencia el fenómeno migratorio en Colombia, el cual también
debe ser visto como un lugar teológico, donde se va revelando Dios, igual como lo hacia con
el pueblo de Israel.
La pretensión de este capítulo es develar la perspectiva de la alianza en pablo y la carta a los
hebreos, culminando con Jesús siendo la verdadera alianza en el nuevo testamento. Al interior
de los apartados se va denotando la relación personal con Dios. En el dinamismo de la alianza
en el Nuevo Testamento, se suscitan dos partes: Dios y la humanidad. La nueva alianza que
es Jesús mismo esta fundada en su misma sangre.
El aporte tanto del primer (AT) y segundo capitulo (NT), para el tercer capítulo es dar
continuidad en las realidades actuales, de manera especifica en la migración, pues es una
realidad compleja y dinámica a la vez. El cual debe ser visto como un lugar teológico donde
también se van suscitando alianzas con Dios, igual como lo efectuaba el pueblo de Israel.

47
CAPÍTULO III: ELEMENTOS PARA COMPRENDER LA ALIANZA EN EL
ACTUAL FENÓMENO MIGRATORIO.
3.1. Migración interna en Colombia
El primer modo de poblar del hombre la tierra fueron las migraciones, abriéndose paso para
su dominio y transformación. 92 El caminar del hombre se esclarece por el designio divino,
su centro es Cristo. Por eso los caminos conmemorados en la Sagrada Escritura, se asemejan
a las migraciones actuales, surgiendo así las exigencias de tener el dominio y las
transformaciones.93 La intención de los emigrantes es la de satisfacer sus necesidades como,
por ejemplo: pan, paz, libertad, progreso, respondiendo así a las exigencias de las sociedades.

En Colombia el panorama migratorio es compuesto por diversas dinámicas, las cuales son
complejas y simultáneas entre sí. En el fenómeno migratorio hay implicaciones, donde
resalta la necesidad de una construcción de un marco legal, este debe ser idóneo, con el fin
de responder tanto a los desafíos nacionales como regionales y que, a su vez, incidan
internacionalmente dentro de la manifestación migratoria.

En la actualidad Colombia enfrenta un gran desafío, construir políticas integrales de


migración, encaminadas hacia la protección de los derechos humanos, que consideren
acciones con un carácter diferencial y atiendan a una comunidad migrante de diversos rostros.
Entre estos, se destaca el migrante venezolano, con necesidades tan básicas como los
servicios esenciales. De igual manera, en dichas políticas migratorias, debe estar presente la
gestión de fronteras como también una gestión humanitaria, con el objetivo de facilitar los
procesos de integración y, de ese modo, despejar los prejuicios de la discriminación, la
xenofobia.

Para el pacto global migratorio es de suma importancia, considerar que en Colombia la ley
migratoria debe ser visualizada desde un punto de vista sostenible, holístico y muy positivo,
con el fin de contribuir a la disminución de la desigualdad. Esto facilitaría la construcción de
vías hacia una integración social en el ámbito laboral, donde los migrantes podrían insertarse

92
Auza y otros, El éxodo de los pueblos, 115.
93
Ibíd., 118.

48
en condiciones dignas y contribuir en el desarrollo de la sociedad, en la economía productiva
del país donde se encuentren.

Hoy también está presente el exilio, aunque se creía erradicado, por el contrario, éste no ha
cesado. Cada vez son más los migrantes expulsados de su país de origen. Estas expulsiones
se originan en el ámbito político, pues las políticas estatales vigentes, únicamente velan por
los intereses de una pequeña porción de la sociedad y no de todos sus ciudadanos.

Importante mencionar, como sobre el año en curso (2021), en específico en el mes de


septiembre, el índice de migrantes en Colombia se ha incrementado, llegando a una cifra de
34 mil migrantes, los cuales están de forma irregular en el país, esto es el equivalente al 51%
frente a las detenciones realizadas en el presente año. 94 El medio por el cual detectaron a los
migrantes irregulares, fue por los controles viales u operativos de verificación realizados por
autoridades migratorias colombianas, logrando así encontrar a más de 67 mil migrantes
irregulares en el transcurso de este año, esto a nivel nacional.

Las migraciones están marcadas por la gran diversidad de componentes, tanto de pueblos
como de individuos, la tendencia de dichas migraciones es hacia la continuidad de una
prolongada renovación de las sociedades. 95 No cabría hacer alarde o asemejarse con los
migrantes del éxodo, al igual con los migrantes de hoy en día, pues Dios va en camino
actuando sus designios, es decir, haciendo la aplicación para un pueblo nuevo. Los propósitos
de Dios no sólo son para el pueblo nuevo, lo son para el no pueblo, es en ellos donde la
llamada a pertenecer al pueblo nuevo se hace más significativa, esto lo encontramos en 1Pe

94
Espinosa, “En el último mes, migración Colombia ha detectado más de 34 mil migrantes irregulares, una
cifra equivalente al 51% del total de detecciones de este 2021. (Viernes, 10 Septiembre 2021)”.
https://www.migracioncolombia.gov. co/noticias/en-el-ultimo-mes-migracion-colombia-ha-detectado-mas-de-
34-mil-migrantes-irregulares-una-cifra-equivalente-al-51-del-total-de-detecciones-de-este-2021 (consultado el
22 de septiembre de 2021).
95
Auza, El éxodo de los pueblos, 18.

49
2,10. Es por ello que para un pueblo vulnerable, es más significativo tener una nueva
comunidad.96

Es en las migraciones donde se da el privilegio para las vocaciones al nuevo pueblo, dentro
de esta predilección se suscita la actuación de la nueva ley. 97 Tomando en cuenta las actitudes
de rechazo y rebelión, por parte del pueblo de Israel, las cuales fueron constantes en la
tradición del Antiguo Testamento, 98 estas posiciones las vemos reflejadas hoy en día, hacia
el pueblo desplazado, en especial en la fuerte crisis vivida por el pueblo venezolano, dando
pie a su salida en búsqueda de una vida más digna, tanto para ellos como para sus familias.
Este éxodo enfrenta a la población del pueblo venezolano en Colombia, a las acciones antes
sufridas por el pueblo de Israel. De ahí la situación tan compleja, tanto para el pueblo
venezolano, como para la población colombiana.

Aun con el gran esfuerzo realizado por migración Colombia, en Necoclí, un municipio
antioqueño, se han detectado alrededor de 14 mil migrantes esperando cruzar en barca rumbo
a Panamá. La mayoría de ellos es de origen haitiano. El número permitido de migrantes en
tránsito es limitado, una cifra de 500 migrantes por día.99 Los directores de migración
Colombia, en los departamentos de Antioquia, Nariño y el Occidente en general, se han
encargado de supervisar las zonas por donde se efectúa el principal corredor de tráfico de
migrantes. El 90% de los migrantes irregulares de todo el país, lo hace por el departamento
de Nariño.

El director regional, Carlos Humberto García, hizo la afirmación sobre la problemática


transnacional del mismo, se debe trabajar en conjunto con las autoridades, de ese modo

96
Ibíd., 126.
97
Ibíd., 127.
98
Ibíd., 128.
99
Espinosa, “En el último mes, migración Colombia ha detectado más de 34 mil migrantes irregulares, una
cifra equivalente al 51% del total de detecciones de este 2021. (Viernes, 10 Septiembre 2021)”.
https://www.migracioncolombia.gov. co/noticias/en-el-ultimo-mes-migracion-colombia-ha-detectado-mas-de-
34-mil-migrantes-irregulares-una-cifra-equivalente-al-51-del-total-de-detecciones-de-este-2021 (consultado el
22 de septiembre de 2021).

50
promover, como se ha venido haciendo, el flujo de transporte de 208 buses, en los cuales se
trasladan alrededor de 8 mil 400 migrantes, partiendo desde la terminal de Ipiales, con destino
al departamento de Antioquia. 100 Aseguró que se han efectuado 12 operativos, para la
prevención del tráfico de migrantes, dando como resultado la captura de 11 traficantes.

El regional de Occidente, Laurent Loaiza, hizo la mención sobre Cali y Popayán, se han
realizado trabajos con la secretaría de Salud y el Ministerio Público, con el objeto de dar
asistencia a los migrantes provenientes de otros puntos de la región. El resultado de este
trabajo integral, que se viene realizando desde el 12 de agosto de 2021 hasta la fecha, arroja
una cifra de 6.600 migrantes haitianos con rumbo a Necoclí. De igual manera, en los
operativos viales se han logrado detectar a más de 70 personas relacionadas con el tráfico de
migrantes, al mismo tiempo, se han encontrado 5 mil 400 migrantes que están de forma
irregular.101

El director regional de migración Colombia en Antioquia, Wilson Patiño, hace el


señalamiento sobre el fenómeno migratorio, enfatizando que Colombia no es la causa, mucho
menos el origen de esta migración. Los rostros de esta migración son provenientes de Brasil,
Chile, Argentina, Perú y Ecuador, quienes pretenden llegar al norte del continente y de ese
modo poder tener medidas de regularización. Este mismo director regional señaló, además,
que se han hallado cerca de 51 mil migrantes irregulares, a su vez se han encontrado
personas vinculadas al tráfico de personas.102

Patiño afirma: el trabajo se realiza junto con las alcaldías de los municipios, así mismo con
la gobernación del departamento, con el objetivo de asistir a los migrantes, quienes están a
la espera de salir del territorio nacional. Hace la mención sobre la cifra de migrantes ubicados
en Necoclí, dando a conocer una cifra de 14 mil migrantes, pues hay una gran diferencia entre
los migrantes diarios, frente a la cantidad de migrantes en salida. Se reitera el acuerdo con
Panamá, el cual sigue vigente y se ha llevado a cabalidad y es este mismo acuerdo el que sólo

100
Ibíd.,.
101
Ibíd.
102
Ibíd.

51
permite transitar 500 migrantes por día, pero el número de migrantes que arriban a la región
oscilan entre mil y mil 200 migrantes al día, esto genera un hacinamiento de más de 700
personas migrantes por día en el municipio. 103

El contexto migratorio actual en Colombia, implica tener varias transformaciones, como un


país emisor, receptor e incluso de tránsito. Frente a todos estos aspectos, es urgente la
necesidad de construir y llevar a cabo dentro del marco jurídico, una gestión acertada al
interior del territorio nacional y, de ese modo, poder hacer frente a los desafíos, tanto
regionales como globales, en materia de la movilidad humana.

Colombia dentro de su historia, ha sido un país emisor de población hacia múltiples destinos
internacionales. En el 2012, el censo arrojó una cifra de 4.700. 000 de colombianos con
residencia en el exterior, pero, dado que esta cifra de colombianos en el exterior no se ha
actualizado, hoy puede estar entre unos cinco u ocho millones.104 La migración ha tenido un
crecimiento sostenido, esto hasta el 2017, pues en este año la tasa de crecimiento fue de un
53%.105 El paradigma migratorio en Colombia se ve diversificado por la variedad de perfiles,
así como de destinos. Como un país de tránsito y de migraciones mixtas.

La migración venezolana se ve configurada en diversas dinámicas de movilidad humana, en


las cuales se consolida a Colombia como un receptor regional. 106 En esto se arroja una cifra
de 1.260.594 migrantes venezolanos, con intenciones de permanencia: el 61% están de forma
regular, y un 39% irregular. 107 El incremento de la migración en la frontera de Colombia y
Venezuela, oscila entre un ingreso diario de 63.000 personas, al mismo tiempo la expedición
de tarjetas migratorias fronterizas está en 3.147.600, el promedio diario de migrantes está en
1.112 , mas ellos están en tránsito hacia otros países, aunque también están los colombianos

103
Ibíd.
104
Rodríguez y Robayo, “Las migraciones en el contexto colombo-venezolano”, 9.
105
Ibíd.
106
Ibíd., 10.
107
Ibíd.

52
repatriados. En estos la cifra suele ser incierta, pues viene de forma masiva y esto dificulta
las condiciones socioeconómicas del vecino país, es decir, Venezuela.

Frente a toda la migración venezolana hacia Colombia y hacia terceros países, Venezuela se
ha visto en una crisis de forma multidimensional, el factor de esta crisis son las malas
decisiones tanto políticas, económica y sociales. Esto ha desembocado en una fractura del
sistema democrático, a su vez, deteriora la institucionalidad, en la economía y la
productividad el país. Así mismo, se ha suscitado una escasez, de forma generalizada, en el
ámbito de los alimentos y las medicinas, ocasionando un retroceso en los sistemas educativos
y de salud, desencadenando una de las peores crisis humanitarias de este país, Venezuela.

Ahora bien, Colombia se ha convertido en el foco migratorio para la población venezolana,


es un destino importante para la comunidad de Venezuela y esto es verificable en los registros
de entradas y salidas, ya que el índice se ha ido incrementando de forma considerable. 108 El
punto central de la migración de este grupo específico de migrantes, es la reunificación
familiar, hay una gran diferencia con los migrantes por razones económicas, la cuales son
una de cada diez. Aunque este motivo sea el motor fundamental de las grandes
movilizaciones migratorias en la actualidad, muchos migrantes toman a Colombia como
punto de referencia o como trampolín para poder llegar a otros países, aunque en su camino,
puede haber muchas variantes, incluso el cambio de destino, o el resolver permanecer acá.

También está el porcentaje de personas migrantes que busca un estatus de refugiado, aunque
la cifra es, en promedio, de 1.500 personas migrantes buscando un reconocimiento oficial, es
algo reducido.109 Colombia, a pesar de los esfuerzos realizados, no ha sabido dar respuesta a
estas corrientes migratorias, por la poca experiencia que ha tenido de inmigración puesto que,
históricamente, ha sido más un país de emigración.

108
Mejía. Colombia y las migraciones internacionales. evolución reciente y panorama actual a partir de las
cifras remhu, https://www.redalyc.org/pdf/4070/407042016010.pdf (consultado el 23 de septiembre de 2021)
188.
109
Ibíd., 189.

53
El retroceso democrático y el declive tanto material como social del vecino país, ha llegado
a una cifra de cuatro millones de migrantes, este fenómeno migratorio por sus dimensiones
y características tiene un panorama inédito. Colombia por su parte se ha convertido en el
principal receptor, le siguen Perú, Ecuador y Chile, estos países receptores ven la necesidad
de gestionar y fortalecer espacios para fomentar mecanismos de integración regional. 110

El 70% de la migración venezolana, hace su internación a Colombia por el departamento del


Norte de Santander, por ser una región con un gran dinamismo, pues es una frontera muy
porosa, esto facilita un desarrollo complejo de una migración nutrida al mismo tiempo, por
una constante migración colombiana. Por lo tanto se ha ido permitiendo la formación de
familias, conformadas por miembros de ambos países.111

Colombia como vecino de Venezuela, como se ha mencionado, es el gran receptor de la


migración proveniente de este país. A su vez, contrae un compromiso de magnitudes
nacionales y regionales, es uno de los países con mayor número de retornados; compartiendo
una migración de forma pendular por su cercanía con Venezuela, los flujos migratorios son
muy altos a nivel nacional. 112 Esta manifestación migratoria venezolana es en sí inédita a
nivel regional para Colombia, esto presenta muchos retos fiscales, creando a su paso
tensiones de índole institucional del gobierno, tanto central como regional.

La migración proveniente de Venezuela hacia Colombia, viene con grandes retos en lo


concerniente al tema de gestión migratoria, al interior del territorio nacional. Colombia
siendo un país receptor, emisor, de tránsito, y de retorno, obtiene el compromiso de construir
un marco jurídico, en el cual se vaya constituyendo una política integral, desde una
perspectiva de los derechos humanos, siendo así coherente con su actual panorama
migratorio.113 La multiplicidad de condiciones debe imperar en el marco de dicha

110
Rodríguez y Robayo, “Las migraciones en el contexto colombo-venezolano”, 10.
111
Ibíd., 11.
112
Ibíd.
113
Ibíd., 14.

54
elaboración, junto con su aprobación de estas políticas de índole público, tanto en los órganos
ejecutivo como legislativo.

La migración en Colombia, procedente de Venezuela, está conformada en gran mayoría por


retornados colombianos, quienes migraron por razones económicas, otros fueron en
búsqueda de refugio ocasionado por el conflicto interno. La Organización Internacional para
las Migraciones (OIM), hace un estimado de esta población del 30% del flujo migratorio,
pero la cifra es desconocida.114 Ellos vienen huyendo de una crisis humanitaria imperante en
Venezuela, teniendo problemas con la documentación. Algunos de estos retornados,
descubren el derecho para obtener la nacionalidad colombiana, después de ingresar al país,
otros por su parte, solicitan protección internacional. Todos y cada uno de ellos, están sujetos
a políticas de acogida, no obstante con todo esto, en la actualidad esta población es invisible
para el Estado colombiano. 115

En Colombia, la migración constituye una oportunidad para descentralizar y hacer una


autogestión regional que contribuya al desarrollo social, económico y productivo del país, si
se tiene en cuenta que la ley migratoria lo disponga de esa forma, y se gestionen los flujos
migratorios más abiertos, en forma positiva y eficiente. La migración venezolana plantea a
los países, grandes retos en materia de protección humanitaria, demandando así unos espacios
donde se suscite el diálogo, frente a los temas de mayor prioridad y se logren acuerdos para
la identificación y documentación de los migrantes, o los solicitantes de refugio o asilo.

El ser vecino de Venezuela, las características fronterizas, los vínculos históricos de los dos
países y el pasado migratorio, posicionan a Colombia como el país con mayor afectación, por
la migración ocasionada por esta profunda crisis humanitaria. Dichos elementos hacen una
relación particular y compleja entre las dos naciones, la cual debe ser abordada con políticas
articuladas, por un carácter de índole humanitario. 116

114
Ibíd., 16.
115
Ibíd., 17.
116
Ibíd., 21.

55
En Colombia el éxito de la ley migratoria, depende, en mayor medida, de los compromisos
legales, así como de los recursos destinados para la identificación de la población migrante,
de igual forma, la sensibilización de la sociedad sobre el tema migratorio, como de las
políticas adoptadas. 117 No se puede continuar aplazando la construcción del sistema de
registro para migrantes y retornados, incluyendo las variables socioeconómicas, e impulsar
medidas de alfabetización al interior de la sociedad, la que no ha tenido una recepción
migratoria.118

Frente a la aguda situación vivida por el pueblo venezolano en Colombia, se vislumbra la


necesidad de una acción asistencial inmediata. Este éxodo de venezolanos y de otros países,
teniendo como destino Colombia u otro país, hace eco tanto a nivel social como eclesial, pues
el fenómeno migratorio ha ido suscitando en estos dos ámbitos, un trabajo en conjunto, con
el fin de promover la igualdad de ambas culturas. La sociedad de acogida cumple la función
de colaborar en la seguridad, salud y empleo; por su parte, la Iglesia hace hincapié en un
acompañamiento desde la fe, por medio de los sacramentos, incluso con programas donde
están involucradas instituciones internacionales, tal es el caso de OIM (Organización
Internacional para las Migraciones), ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados), entre otras entidades; las migraciones son también una oportunidad
para el desarrollo integral, tanto para la Iglesia como para la sociedad a donde llegan los
migrantes.

3.2. Migraciones como Locus Theologicus


El hacer uso de la terminología Locus Theologicus, es ir a la fuente de la misma revelación.
Es decir, los lugares teológicos hacen esta referencia a las fuentes, en la cuales se legitima
un discurso, es por ello que Gioacchino Campese, menciona a la autoridad, donde se respalda
la reflexión teológica. Dentro del contexto medieval la auctoritas, no sólo se refiere a la

117
Ibíd.
118
Ibíd.

56
credibilidad de la persona, sino a la autoridad en la cual se respalda dicha reflexión
teológica.119

Por su parte Melchor Cano, hizo una enumeración de diez loci theologici, en orden
descendente según la importancia:

1. La autoridad de la Sagrada Escritura en los libros canónicos.


2. La autoridad de la tradición no escrita de Cristo y los apóstoles.
3. La autoridad de la Iglesia católica.
4. La autoridad de los concilios generales, en la cual radica la autoridad de la Iglesia
católica.
5. La autoridad de la Iglesia romana, es decir, la autoridad del papa.
6. La autoridad de los padres de la iglesia.
7. La autoridad de los teólogos escolásticos.
8. La autoridad de la razón humana.
9. La autoridad de los filósofos.
10. La autoridad de la historia humana.120

Continuando con los lineamientos dados por Cano, otros teólogos hacen una clasificación
diferente de estos diez lugares teológicos, esta división la hacen en tres principales categorías:

1. Los lugares constitutivos o primarios: la Sagrada Escritura y la tradición oral;

2. Los lugares interpretativos de la tradición o lugares secundarios: la Iglesia católica,


los concilios generales, la Iglesia romana, los padres de la Iglesia y los teólogos escolásticos;

3. Los lugares “extraños” o loci alieni: la razón humana, los argumentos filosóficos y
la historia humana.121

Cabe mencionar en el último locus Theologicus, en el listado de Melchor Cano, éste ha


recibido mayor consideración dentro de la teología contemporánea. Por esto, la efectividad

119
Campese, Hacia teología desde la realidad de las migraciones. Método y desafíos, 24.
120
Ibíd., 25.
121
Ibíd., 26.

57
de la inclusión histórica y la experiencia humana, son tomadas como fuentes importantes de
la teología, haciendo un aporte importante del Concilio Vaticano II. 122

La estructura de los lugares teológicos después del Vaticano II, hacen su repensar en favor
de la valoración positiva en la historia humana, teniendo la capacidad de poder comunicarse
con Dios. Esta es la razón de la historia como lugar teológico, se asimilará y permitirá a la
teología para expandirse a problemáticas mayores de la humanidad. Desde esta perspectiva
y según Campese, el concepto tradicional puede tener una interpretación desde un punto de
partida, con miras a una teología que surja de la realidad de las migraciones.

En el Concilio Vaticano I, se hizo la confirmación sobre la postura mantenida por la Iglesia


ante la historia moderna, la clasificaba como una época de decadencia tanto espiritual como
humana, el ser humano y la sociedad estaban en un proceso de corrupción, teniendo un efecto
de alejamiento de la verdad. 123 Hubo, además, otros teólogos que impulsaron otra visión más
positiva de la historia humana, estos teólogos fueron: Marie-Dominique Chenu, Jean
Daniélou y Karl Rahner. Las posturas de estos teólogos se afirmaron de manera oficial en el
Concilio Vaticano II, y de forma particular en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes, se
distancian de la visión pesimista de la historia, por el contrario, mantienen la posición ante
la historia humana, como un lugar privilegiado de la acción salvadora por parte de Dios,
teniendo su culmen en la persona y obra de Cristo. 124

Después del Concilio Vaticano II, los teólogos ya habían concretizado el lugar extraño, para
después dar inicio a la adquisición de la importancia central al interior de la reflexión
teológica, pero esta concepción se llegará a consolidar en el surgimiento de las teologías
contextuales, las cuales tienen su fundamento en los inicios de la historia, desde la
experiencia humana, como parte de una comunidad, éstas son fuente o locus de un
conocimiento teológico.125 Es de esta manera, como se afirma en la teología contemporánea

122
Ibíd.
123
Ibíd.
124
Ibíd., 27.
125
Ibíd.

58
el constructo en la concepción de tres fuentes fundantes de la reflexión teológica: la Escritura,
La tradición y la experiencia humana histórica y actual en contexto. 126

Hay otra comprensión más actual del concepto de locus Theologicus, que también debe ser
tomada en consideración. Dicha expresión no siempre ha tenido el mismo significado
mantenido por Cano y otros teólogos. De acuerdo con estos teólogos, el lugar teológico
equivaldría a la fuente, en donde el pensador encontraría sus argumentos, sus criterios y el
contenido para fundamentar su propio discurso teológico. 127

Martínez Díez, hace mención sobre la expresión “fuentes de la teología”, ésta se ha reservado
para designar los testimonios y tradiciones, los cuales transmiten contenidos de fe. Al
contrario de la expresión “lugar teológico”, puesto que designa de forma principal un lugar
tanto eclesial como social, sitio desde donde el teólogo construye su reflexión teológica. Las
fuentes o loci, son quienes proporcionan el material de reflexión, el lugar por su parte, ofrece
el punto de vista desde donde se inicia su reflexión. El lugar teológico tiene un diálogo con
las fuentes y ellas contribuyen a la perfilación y rectificación de una perspectiva de reflexión
constante, dicha posición es proporcionada por el lugar teológico. 128

El poner atención al sentido literal del concepto de lugar, se resalta la conciencia que impera
en el contexto histórico, geográfico, cultural, social, político, religioso y eclesial, dicha
importancia se suscita en el interior del pensamiento teológico contemporáneo. 129

Ignacio Ellacuría es uno de los teólogos, quien ha dejado en claro la distinción entre la fuente
y el lugar teológico, pero no llega a la exageración. Ellacuría hace la afirmación sobre el
lugar teológico, cuando éste se toma de forma literal, se da impulso a lecturas desde criterios
de forma particular, frente a las fuentes teológicas tradicionales, las cuales han ofrecido

126
Ibíd.
127
Ibíd.
128
Ibíd., 28.
129
Ibíd.

59
contenido de índole teológico, no obstante si no hubiese sido dado a la teología no habría
salido a la luz. Los lugares sociales y eclesiales también se transforman en fuentes. 130

Para Ellacuría, es pertinente mantener la distinción entre “fuente y lugar”, la fuente es el


depósito de la fe, manteniendo los contenidos de la misma; el lugar, es el contexto vital en
donde se fragua la reflexión sobre los contenidos de la fe. La fuente por su parte ilumina el
lugar teológico en particular, de igual manera el lugar teológico cuestiona a la fuente,
formando así una relación de diálogo, manteniendo de esa forma los contextos humanos. La
afirmación de Ellacuría, de acuerdo con Campese, cuando se hace la apropiación de un lugar
teológico, se está impulsando la contextualización de las fuentes y a la vez ofrece a la teología
los contenidos y los lugares, para ser entendidos como fuentes.

Partiendo de un nuevo punto de vista donde el locus Theologicus, es fuente, es lugar eclesial
y social de la teología, con ello se hace la afirmación sobre las migraciones como uno de
los tantos loci theologici, resaltando su gran importancia e interés en la época actual. 131 Esta
afirmación tiene su punto de partida desde la irrupción de los migrantes, pues ellos están
dentro de un escenario histórico y eclesial. 132

Al interior del locus Theologicus de las migraciones, hay consideraciones muy valiosas, por
ejemplo se hace la afirmación sobre las migraciones, como un lugar teológico, remitiendo a
la complejidad del fenómeno migratorio. 133 La teóloga Nancy Bedford, enfatiza en lo
concerniente a las cuestiones principales para la teología, la cual debe ser desde la realidad
migratoria, es de este modo como se podrá hablar de Dios, teniendo como fundamento un
lugar específico; pero no sólo del sitio donde tienen su residencia los migrantes, pues
también es necesario hacerlo desde el lugar de origen, con esto se mantendrán las relaciones
tanto sociales, religiosas, económicas y políticas.

130
Ibíd., 29.
131
Ibíd., 30.
132
Ibíd.
133
Ibíd., 31.

60
[…] el migrante de hoy día, está invitado a indagar más allá de las circunstancias humanas, las
cuales sean positivas o negativas, tendrán siempre una portada limitada y también podrán
fácilmente revertirse. Si Dios camina con él, si Dios irrumpe en su camino, no es tanto para
cambiar o agitar su historia humana, cuanto para darle una dimensión más profunda, mediante
la actuación de una palabra, de un proyecto suyo. Es precisamente a este proyecto directamente
inaferrable por el hombre, pero abierto a su fe, al cual él debe dirigir su atención. Sólo en la
medida en que se haga consciente de él y en él se empeñe, el hombre profundiza en su destino
y se construye él mismo, con Dios, su verdadera historia.134

Por lo tanto se pretende enfatizar sobre el contexto de las migraciones, pues abordar el tema
del locus Theologicus como un espacio social y eclesial, donde la teología se vuelve más
complicada, a diferencia de como lo indica la social location.135 Bedford también hace una
crítica del estatismo hacia una comprensión del lugar teológico, porque tendrá implicaciones
en el contexto donde el migrante vive y piensa, partiendo desde esta óptica, se hace la
propuesta de una alternativa al concepto de locus Theologicus y pasar al concepto de una via
theologica, donde se tendrá en cuenta no sólo el dinamismo del migrante, sino también la
experiencia de la misma. En otras palabras, el constructo de la via theologica, no abordará
únicamente la dimensión de camino en la vida de todo migrante, pues además tendrá
incidencia en todas y cada una de sus relaciones.

Este tipo de hacer teología observa el concepto de via theologica, como la relación íntima
del seguimiento de Jesús, siendo él la fuente indispensable del conocimiento teológico. 136 Es
necesario insistir sobre como toda reflexión teológica hecha desde una realidad migratoria,
que no considere la complejidad del locus, no pasará de ser algo superficial, no favorable e
incluso será dañina.137

Visto desde otra visión, se hace referencia a reforzar el concepto de las migraciones, éstas
no dejan de ser un locus Theologicus, pues son parte esencial para la teología, de forma

134
Auza y otros, El éxodo de los pueblos,115.
135
Campese, Hacia teología desde la realidad de las migraciones. Método y desafíos, 31.
136
Ibíd., 32.
137
Ibíd.

61
indispensable en un mundo tan globalizado, teniendo como lugar teológico crucial a los
mismos migrantes.138 Esta afirmación es usada bajo la intuición de Ellacuría, pues hizo una
declaratoria sobre el lugar teológico privilegiado, son los pobres, esto refiriéndose a la
teología latinoamericana que se presenta a continuación en tres puntos:

1. “el lugar donde el Dios de Jesús se manifiesta de modo especial, porque el Padre así
lo ha querido”

2. “el lugar más apto para la vivencia de la fe en Jesús y para la correspondiente praxis
de seguimiento”

3. “finalmente, el lugar más propio para hacer la reflexión sobre la fe, para hacer
teología cristiana”.139

El cuestionarse sobre si en verdad se está viviendo en la era de las migraciones, donde los
migrantes son los principales protagonistas de este fenómeno, dentro de la misma historia de
la humanidad, si tendría aplicabilidad la categoría de lugar teológico privilegiado, pues acá
se iría manifestando de forma especial Dios. En el difícil camino emprendido por los
migrantes, este mismo se vuelve un espejo de la experiencia al seguimiento de Jesús, más
en esta época tan globalizada y el viacrucis recorrido por la movilidad humana, los migrantes
tiene su transformación en este lugar, siendo el más apropiado, es ahí donde se puede hacer
una verdadera teología cristiana. 140

Las migraciones tienen su aparición como lugares teológicos, donde el propio Jesús se refleja
en el rostro de los migrantes y sale siempre a nuestro encuentro solicitando amor, solidaridad,
justicia. El pueblo migrante pide ser acogido, acompañado, así como solicita, también el
acoger y acompañar. En la diversidad propia del mundo de las migraciones, éste se convierte
en un terreno muy propicio para la evangelización, donde se vayan anunciando y encarnando
los valores del Reino, trabajados muy de la mano con el dinamismo y la innovación.

138
Ibíd.
139
Ibíd., 33.
140
Ibíd.

62
Las migraciones se convierten en lugar teológico, en cuanto se vaya exigiendo la práctica de
la caridad y la solidaridad. También se transformarán en un reto, pues llevarán a plantearse
una multiplicidad de compromisos, en los cuales hay responsabilidades de índole social,
teniendo como frente la lucha por la justicia, el respeto hacia los derechos humanos y la
necesidad de buscar un sistema económico más solidario y justo. Es lugar teológico, en
cuanto en este lugar se da la revelación, suscita la integración y armonía en la diversidad de
pueblos, encontrando así caminos hacia una humanización frente al fenómeno de las
migraciones, hallando en ésta sus riquezas y las potencialidades intrínsecas de las
migraciones.

Una de las tantas razones por las cuales las migraciones son vistas como lugares teológicos,
es por su importancia en la percepción del extranjero y porque se da la continuidad de la
manifestación del proyecto de Dios en cada uno de los seres humanos. Esto se suscita desde
tiempos y culturas antiguas, por ejemplo, el pueblo de Israel en su camino por el éxodo.

3.3. Las migraciones como signo de los tiempos


Bajo la visión de la fe y la reflexión sobre la realidad del migrante, no hay duda en la
afirmación de cómo los elementos constitutivos de los migrantes, ponen de manifiesto el
misterio divino, dejando atrás el sufrimiento y la humillación; la realidad de cada ser humano
está inmersa en este misterio divino, donde encuentra su plenitud. El migrante le recuerda a
la Iglesia, la condición de pueblo caminante, en búsqueda de la ciudad futura.141 Esto pone
en práctica el mandato de Cristo, el de anunciar la Buena Nueva a todo ser viviente Mt 28,
18-20.

Jesús se acercó a ellos y les habló así: me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id,
pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y estad seguros
que yo estaré con vosotros días tras día, hasta el fin del mundo,142 (Mt 28, 18-20)

141
Lumen Gentium, 9.
142
Mt 28, 18-20.

63
El locus Theologicus, está presente en la historia y la experiencia del ser humano, siendo
parte fundamental de la teología contemporánea, es en esta teología en donde ha encontrado
una de sus mayores expresiones y es precisamente en la teología de los signos de los
tiempos.143 En la actualidad, la expresión signo de los tiempos, se ha tomado como una
fórmula cotidiana, no sólo en los discursos teológicos, también es usado en el lenguaje
coloquial cristiano. Por ello, el concepto de signo de los tiempos, de acuerdo con Campese,
ya era usado por el Pontífice Juan XXIII, cuando se refería al término de recriminación, esto
cuando Jesús lo usaba con los fariseos, en Mt 16 1-3:

Se acercaron los fariseos y saduceos y, para ponerle a prueba, le pidieron que les mostrase un
signo del cielo. Mas él les respondió: «Al atardecer decís: Va a hacer buen tiempo, porque el
cielo tiene un rojo de fuego, y a la mañana: Hoy habrá tormenta, porque el cielo tiene un rojo
sombrío. ¡conque sabéis discernir el aspecto del cielo y no podéis discernir los signos de los
tiempos!»144 (Mt 16 1-3)

De igual manera el acontecimiento revelador de Dios queda plasmado en el relato de Jesús,


estando en la sinagoga, en el momento donde se apropia de las palabras del profeta Isaías,
pues en ese momento es donde se da el cumplimiento a la promesa del anuncio de la Buena
Nueva a los pobres, la proclamación de libertad para los cautivos, el recobrar de la vista a los
ciegos y la libertad de los oprimidos, lo encontramos en Lc 4 16-30.

El signo de los tiempos es testificado a través del evangelio y es revelado por el mismo Jesús,
pues es él mismo quien viene acompañado por la esperanza, teniendo cercanía con los que
sufren. Ya en el texto de Lucas se hace énfasis en la dureza por parte del hombre, se resiste
a reconocer en Jesús este cumplimiento de la promesa y echa mano de la presencia de Elías
y Eliseo, este último fue quien fue recibido por una viuda y una persona con lepra, en ambos
hay una similitud, el no pertenecer al pueblo de Israel, es decir, eran extranjeros.

Importante resaltar la referencia hecha por Jesús sobre los signos, es para mencionar sus
obras y palabras, las cuales anuncian la llegada del Reino de Dios. De ahí el sentido de los

143
Campese, Hacia teología desde la realidad de las migraciones. Método y desafíos, 33.
144
Mt 16 1-3.

64
signos de los tiempos, estos vienen a ser parte de una categoría teológica, tienen un sentido
y significación, no obstante poseen un impedimento, pues no pueden ser aplicados sin
distinciones.

El documento magisterial donde se aborda el tema sobre migraciones es: Erga Migrantes
Caritas Christi (La caridad de Dios hacia los migrantes), en este texto se trata el fenómeno
migratorio como signo de los tiempos, de ahí el primer encabezado del documento: Las
migraciones, signo de los tiempos y solicitud de la iglesia.145 Ahora bien, sobre la implicación
de esta afirmación: las migraciones como los signos de los tiempos, es necesario primero,
dejar en claro la pretensión de dicha expresión.

Se reitera sobre los signos de los tiempos, los cuales no son una invención de la sensibilidad
moderna, más bien es una expresión de índole evangélico. 146 Es por eso, que Jesús siempre
hace referencia a los signos, pero son unos signos mesiánicos, cuyo objetivo es el
establecimiento del reino de Dios, pero no vistos desde un punto de vista de la lógica del
poder o de la fuerza, sino todo lo contrario, debe ser mirada con ojos de humildad, servicio,
teniendo siempre la confianza puesta en Dios. Esta idea también fue usada por la teología
protestante, en el siglo XIX, con el objeto de indicar la escatología del mensaje de Jesús. 147
Así mismo, dicha expresión la usaron Primo Mazzolari, quien fuera sacerdote de origen
italiano y Marie Dominique Chenu, teólogo francés, quienes la utilizaron teniendo como
punto de partida las exigencias pastorales. 148 Pero fue hasta el 25 de diciembre, cuando se
hace oficial el uso del término signo de los tiempos, con el Pontífice Juan XXIII, en la bula
Humanae salutis, donde se estaba en concordancia con Mt 16,3, se alude a los indicios
esperanzadores, tanto para la Iglesia como para la humanidad.149

Las migraciones hoy en día, surgen de la exigencia por dominar y transformar el mundo. El
objetivo de los emigrados es la de satisfacer la necesidad de pan, paz, libertad, progreso; y

145
Campese, Hacia teología desde la realidad de las migraciones. Método y desafíos, 34.
146
Ibíd., 35.
147
Ibíd.
148
Ibíd.
149
Ibíd., 36.

65
de ese modo, responder a las exigencias de un mundo más humano. Al parecer, el ser humano
se apresura a caer en cuenta que un mundo más humano, no deja de ser su enemigo potencial,
trayendo consigo un progreso ambivalente. Es por esto que se ve la necesidad de un hombre
nuevo, con una nueva sociedad. 150

Es necesario trascender a una sustentación sobre las migraciones como signo de los tiempos,
donde en estos se debe evidenciar y explicitar el sentido de dicha afirmación. Las
migraciones siendo signo de los tiempos, también tienen una raíz cristológica, tomando en
cuenta al mismo Jesús como extranjero e inmigrante, quien planta su tienda entre nosotros
y de esa forma hace manifiesta la infinita bondad de Dios.151 La imagen de la tienda de
campaña alude a la dimensión itinerante y a la movilidad en la vida, a su vez en el ministerio
del mismo Cristo, pues experimenta los sufrimientos de un extranjero en su propia tierra. 152

Las migraciones tienen una profunda valencia mesiánica, puesto que este fenómeno se
suscita de manera misteriosa y enigmática, acá se da la peregrinación de una humanidad, en
vías al Reino de Dios, donde anticipa el banquete festivo, donde toda la humanidad unifica
los dones proporcionados por el mismo Dios y por los cuales se goza del Reino. 153

Sobrino hace una propuesta: las migraciones son signo de los tiempos, cuando ésta se acepta
de forma histórica y pastoral; en esta proposición se representa uno de los acontecimientos,
con la mayor caracterización en la actualidad, porque la movilidad de las personas y pueblos
se efectúa con más frecuencia, en mayores cantidades y los hace más atractivos desde la
perspectiva social, cultural, política y religiosa.154 También hay una aceptación con más
relevancia, es la histórico-teologal, acá se afirma la convicción del fenómeno migratorio,
donde se revela Dios de una manera paradójica y en muchas ocasiones esta visión se hace
de forma reiterativa. Es por ello que cuando se da la interpretación de lo histórico-teologal,

150
Auza y otros, El éxodo de los pueblos,18.
151
Campese, Hacia teología desde la realidad de las migraciones. Método y desafíos, 41.
152
Ibíd.
153
Ibíd.
154
Ibíd., 42.

66
se está en el corazón del significado de las migraciones como un locus Theologicus y a su
vez como signo de los tiempos. 155

Tanto la interpretación histórico-teologal y la histórico pastoral, no están en contradicción,


ya que por medio de sus aportes y el discernimiento ante la presencia de Dios en la
actualidad, la Iglesia realiza su labor pastoral. De esta manera, tanto la dimensión teológico-
pastoral como los signos de los tiempos, tienen como punto de partida la pretensión de
recalcar en manifestaciones históricas de modo concreto, como lo es el fenómeno de la
movilidad humana.

Las migraciones frente a otros signos de los tiempos, pueden tener la representación de la
presencia de Dios, de igual forma pueden ser tomados como ausencia del mismo. Cuando se
hace una lectura de estos signos, desde una visión positiva, dejando en claro la expresión de
la voluntad de Dios, suele ser un tanto peligrosa, pues se puede asumir con facilidad la
función legitimadora, tanto para los movimientos de índole ideológico, político o religioso,
desde este punto de vista, se posicionaría en un fundamentalismo. 156

Hacer una interpretación de los signos de los tiempos, siguiendo este criterio, no sólo es
peligrosa, sino que no es evocada desde la complejidad de la experiencia humana, teniendo
en cuenta ambos aspectos: tanto positivos como negativos. 157 La negatividad de la
experiencia de la humanidad es representada con la ausencia de Dios y encuentra mayor
expresión en el grito de Jesús crucificado, se manifiesta en Mt 27,46; este grito da voz al
dolor cuando está expuesto al sufrimiento, o a la muerte, de forma peculiar cuando esta
muerte es una muerte injusta. 158

La crucifixión tomada como signo de discriminación, de explotación, de exclusión, forma


parte de realidades cotidianas dentro del entorno de las migraciones, puesto que se pueden
abordar ciertas situaciones vividas por los migrantes, quienes se pueden ubicar como pueblos

155
Ibíd.
156
Ibíd.
157
Ibíd., 43.
158
Ibíd.

67
crucificados y estando en estas circunstancias particulares se interrogan, el cómo sobrellevó
Jesús el sufrimiento.

Por su parte, las migraciones vistas como signo de los tiempos, no pueden y no se deben
evadir la cuestión de la ausencia de Dios, ya que esto se suscita en la vivencia de cada uno
de los migrantes, pero dicha ausencia debe ser enfrentada de forma honesta y honrada. Ahora
bien, la fe nos hace un llamado constante a ser sus testigos ante el mundo, permitiéndonos ir
más allá de la ausencia de Dios, del sufrimiento e incluso de la misma muerte, dando pie a
un constante juicio de cada uno de los signos presentados en las vivencias de los migrantes.

El discernimiento se debe llevar a cabo por medio de la fe y la esperanza, sin importar los
aspectos aún más negativos, de las realidades migratorias, en donde las huellas de Dios y las
del mismo Cristo nos dejan manifiesto su amor, al mismo tiempo, la promesa de una vida
nueva.159 En este análisis de los signos de los tiempos, se deben poner de manifiesto la praxis
y la acción inteligente en la dirección del Reino de Dios. 160 Por su lado, la Iglesia propone
una respuesta partiendo de los términos éticos, teniendo efectos económicos muy precisos y
su intervención en el testimonio. 161

Tanto los conceptos de locus Theologicus como de signo de los tiempos, han hecho su aporte
para hacer un descubrimiento más profundo y no quedar en una comprensión de índole
sociológica, antropológica, económica o política de la migraciones, porque se debe tener un
fundamento de la concepción de la teología de las migraciones, siguiendo una perspectiva,
en la cual se tenga y se deba dar una lectura desde la tradición cristiana; poniendo como
fuente el conocimiento teológico, puesto que en el fenómeno de la movilidad humana se
manifiesta en cada momento la presencia de Dios, no solamente en el caminar de la
humanidad, sino también de la misma Iglesia.162

159
Ibíd., 44.
160
Ibíd., 45.
161
Auza y otros, El éxodo de los pueblos, 145.
162
Campese, Hacia teología desde la realidad de las migraciones. Método y desafíos, 47.

68
El abordar las migraciones como signo de los tiempos, tendrá implicaciones sobre las que
debemos cuestionarnos. Por ejemplo, el desplazamiento forzado, en el que se hace presente
la esperanza, develando los signos mesiánicos, remitiendo nuestra fe al propio Cristo.

El pueblo migrante forma parte de un pueblo sufriente, a su vez, vive los estragos de la
opresión, negándoles así la oportunidad de una vida más digna. Sin embargo, Dios siempre
está presente en cada instante de la vida de los migrantes, aun cuando se hable de su ausencia;
pero este acompañamiento Dios lo hace de una manera silenciosa, ofreciendo al mismo
tiempo la fortaleza y la esperanza para continuar el camino, también se observa en la
solidaridad cuando se hace un reconocimiento fraternal. La simultaneidad de la ausencia y
la presencia de Dios en el camino del migrante, tienen consecuencias en las cuales se
presentan un peso y un dolor provocados por la migración, es en esta silenciosa presencia
de Dios, donde se encontrarán con la promesa de justicia.

Las migraciones pueden superar cualquier negatividad. Por ello, tienen la capacidad para
derrumbar las fronteras de índole político, económico y cultural; dichas fronteras las
han ido construyendo las sociedades a lo largo de la historia. En el reconocimiento por parte
del migrante y de quien los recibe, hay transformaciones que dan pie a la convivencia de
ambos y es en este convivir donde se da la dignidad y la fraternidad. Estas relaciones tanto
de los migrantes como de quien los acoge, se orientan al Reino de Dios. El reconocer las
migraciones como signo de los tiempos, se hace la pretensión social del pensamiento de la
Iglesia. El aporte de todo migrante a la sociedad donde se establece, es un testimonio de fe,
partiendo desde su propia experiencia, construyendo así un diálogo de ambas partes, donde
cada una contribuye a la construcción de un horizonte más fraterno.

Las migraciones y los migrantes son un lugar teologal, tanto para la Iglesia como para la
sociedad; esto promueve el dinamismo de la praxis de la caridad y la solidaridad, es también
un desafío porque hay que hacer una reestructuración de los compromisos y las
responsabilidades, de la sociedad y de la misma Iglesia, frente a la justicia y al respeto a
los derechos humanos. De igual manera, es lugar teologal, pues en este se revela la fuente
de la integración y armonización de los pueblos, teniendo en cuenta su gran diversidad. Es

69
además un desafío pues se deben buscar vías de humanización ante el fenómeno migratorio
y explorar las riquezas y potencialidades del mismo fenómeno de las migraciones.

El migrante debe ser visto como el profeta anunciador de una presencia amorosa y salvadora
de Dios, el cual va hacia el encuentro del otro, revelándose así su esencia, pero también se
deben denunciar las injusticias generadas por el individualismo. El papel tanto de los
migrantes como de las migraciones, es el de crear puentes de revelación y es en este
dinamismo, donde se revelarán las injusticias y debe dar pie a la posibilidad del encuentro
de salvación.

El migrante desde su ser y estar es manifestación de Dios, exhortando así a la Iglesia a la


toma de conciencia de su peregrinar, invitando a la acción del reconocimiento de su
humanidad, dando el impulso a la vivencia de la caridad. Desde esta perspectiva, la acción
salvadora de Dios, los signos de los tiempos suscitan el amor, la unidad dentro de la
diversidad, a su vez hacen la difusión del respeto, la acogida y la solidaridad, por lo tanto
se debe descubrir a Cristo encarnado desde la propia fe, pues la migración como lugar
teológico, es el sitio propicio para descubrir el rostro de Jesús, en cada uno de los migrantes.
El pueblo de Dios solicita ser acogido, acompañado y al mismo tiempo acoge y acompaña,
siendo así terreno fértil para la evangelización y la encarnación de valores, los cuales van
conduciendo al Reino de Dios.

La relación entre la alianza y el fenómeno migratorio. Dicha relación va tomando forma, pues
a semejanza del pueblo de Israel el pueblo migrante, venezolano, también van en búsqueda
de mejores condiciones de vida. El fenómeno migratorio se ve la gran diversidad cultural del
pueblo en transito, llevando con ellos sus costumbres y sus tradiciones.

El aporte de este capítulo es la creación de conciencia en la sociedad, tomando en cuenta


todos y cada uno de los aspectos relacionados al dinamismo de la alianza con el pueblo
migrante. En dicho pueblo también se va viviendo un continuo éxodo, el cual lo lleva a tomar
diferentes aspectos de las alianzas, pues en el caminar del pueblo de Israel, también se va
vislumbrando la temática del fenómeno migratorio.

70
CONCLUSIÓN
El aporte del presente trabajo es la creación de conciencia respecto a las migraciones, más
intensas en la actualidad. Es cierto que se puede caer en la discriminación, la vulneración e
incluso la exclusión frente a la realidad migratoria de nuestro entorno. Por ello, es preciso
hacer un proceso de conversión tanto personal como colectivo, desde el caminar del pueblo
de Israel en el Éxodo con sus diferentes facetas. Como fue desarrollado en el primer capítulo,
todo giró entorno del pueblo de Israel y su travesía en las diferentes alianzas presentes en el
mismo.

En este caminar del pueblo de Israel, se vislumbra la temática del fenómeno migratorio,
donde este pueblo hace su salida desde Egipto hacia la tierra prometida, las vicisitudes por
las que ha quebrantado las alianzas hechas con Yahvé, pero siempre regresa al camino y
continúa junto con Dios. Se detecta un Dios actuante tanto en la realidad del pueblo de Israel
como en el pueblo migrante.

La alianza no es estática sino, más bien, suscita la continuidad por parte de Dios como del
pueblo de Israel. En su continuidad, esto en el segundo Capítulo, es desarrollada por Pablo,
trasladándose también a la figura del mismo Jesús, figura central de una nueva y definitiva
alianza.

En el tercer capítulo se aborda la migración en la actualidad, en particular, la migración


venezolana en Colombia y como se develan las diferentes perspectivas de este fenómeno.
Otro aporte consiste en el descubrimiento de la complejidad de las migraciones. Esta realidad
está ubicada dentro de la ética social, hace manifiesta la vulnerabilidad y la dignidad de la
población migrante. En cada miembro de esta sociedad, se hace el llamado a la
concienciación respecto a la dignidad del migrante, elemento fundamental para integrarlo a
la sociedad que lo acoge, de ese modo, juntos podrán enriquecerse con los aportes de cada
uno.

Por lo tanto, el recorrido hecho desde el éxodo hasta la actualidad en el fenómeno migratorio,
deja abiertos muchos caminos para la integración del migrante en la sociedad receptora,
siendo las migraciones también consideradas como lugares donde se manifiesta Dios.

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Aunque se tenga la presunción de una ausencia de este, Dios camina en silencio junto con el
migrante, como lo hizo con el pueblo de Israel y allí lo descubre en lo más sencillo.

Acoger al migrante es un precepto con presencia en toda la Sagrada Escritura. En el Antiguo


Testamento encontramos al pueblo de Israel, consciente de ser el mismo migrante. Ya en el
Nuevo Testamento, existe conciencia de como los cristianos de una forma u otra somos
peregrinos hacia la ciudad futura. La centralidad de ambos testamentos es el referente a la
postura del cristianismo ante el migrante, al mismo tiempo, Jesús es considerado un migrante.
Por un lado, vislumbramos a un Jesús, yendo hacia Egipto junto con su familia, para salvar
la vida, por otro, lo encontramos identificándose como migrante.

Cabe recordar la cita bíblica del evangelio de Mateo 25, 35 “Porque tuve hambre y me disteis
de comer, tuve sed y me disteis de beber, era forastero y me acogisteis”, ante tan valioso
argumento, la Iglesia no puede ser indiferente frente al fenómeno migratorio. No lo es porque
en los migrantes estamos llamados a reconocer a Cristo sufriente, aquel que nos interpela y
nos llama a la solidaridad. El mismo Jesús nos descubre la complejidad de ser parte de su
pueblo, pues en ellos se ve la vulnerabilidad y él al ser parte de este pueblo es parte de los
vulnerados.

Por ello, la Iglesia de hoy hace la apuesta ante la cruda realidad del fenómeno migratorio,
porque frente a este fenómeno tan actual, debemos crear conciencia y tender la mano para
acoger, proteger, promover e integrar a cada persona migrante, quien es forzada a dejar su
propia patria, en la búsqueda de una vida digna, de manera individual y como familia.

El reconocimiento hacia el migrante se debe hacer en todos los niveles, tanto en lo personal,
como en lo social, político y eclesial, contribuyendo así a la integración en la sociedad de
acogida de los migrantes; ellos deben ser vistos como seres humanos, buscando acciones y
estrategias integrales para una mejor integración de la persona migrante.

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migracion-colombia-ha-detectado-mas-de-34-mil-migrantes-irregulares-una-cifra-
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