Está en la página 1de 4

LA VOZ DISIDENTE DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS: UN LEGADO CRÍTICO

HACIA LA IDENTIDAD Y LA INJUSTICIA

Como estudiante que ha leído las obras más destacadas de José María
Arguedas, reconocida figura influyente de la literatura latinoamericana del siglo
XX, puedo afirmar que su contribución a la literatura latinoamericana es
invaluable. Su vida, marcada por una constante lucha interna entre su herencia
mestiza y su búsqueda de identidad, lo convirtieron en el motor impulsor de sus
obras literarias. Desde mi propia experiencia, tras leer algunas de sus obras
más significativas, tuvieron un impacto reflexivo al momento de analizar con
evidencia la injusticia que sufrían las culturas indígenas. A través de sus
escritos, Arguedas había sido capaz de desafiar las estructuras sociales y
culturales establecidas, criticando la opresión y la marginalización de las
comunidades indígenas en el Perú, además de retratar la desgarradora
realidad que enfrentaban. Este ensayo examinará la vida y las obras más
destacadas de José María Arguedas desde un enfoque crítico, explorando su
visión desgarradora de la sociedad y su aporte a la defensa de la diversidad
cultural.

Sabemos que nació el 18 de enero de 1911 Andahuaylas, Perú y creció en un


entorno que le mostró, cara a cara las realidades de las comunidades
indígenas. Sus raíces mestizas y su conexión afectiva con la cultura quechua,
le proporcionaron una perspectiva única que se reflejarían en sus obras
literarias. En estas bellas e interminables hojas de letras significativas,
Arguedas rompe con las convenciones literarias establecidas y se adentra en la
realidad marginada y oprimida de las comunidades indígenas, mostrando una
sensibilidad y comprensión excepcionales: “¡Ay pringo! becerrito blanco, hijito
de Ene; cuidado con el k’ello-k’ello…”

La influencia de José María Arguedas trasciende el ámbito literario y se


extiende hacia la antropología y la defensa de los derechos de las
comunidades indígenas. Como antropólogo, Arguedas llevó a cabo
investigaciones etnográficas que le permitieron adentrarse aún más en las
realidades de los pueblos originarios. El compromiso que se nota en su obra es
fruto de la empatía hacia las comunidades indígenas, a las que consideraba
portadoras de una riqueza cultural invaluable. Esto mismo ha contribuido a
maravillar a los lectores y a dejar una huella en ellos, incluida en mi persona, y
observar a José María como un símbolo de resiliencia y rechazo al miedo o
sumisión en diferentes ámbitos importantes: “¡Desear! Es cosa del pequeño
burgués, idealista hacer con orden y sin miedo, eso es del hombre del parido”
(El sexto)

Uno de los aspectos más destacados en sus obras es su habilidad para retratar
la complejidad de las identidades mestizas y su lucha legítima por encontrar un
lugar en la sociedad. En su novela "Yawar Fiesta" (1941), narra la historia de
una confrontación entre los indígenas y los mestizos en una fiesta tradicional. A
través de este relato, resaltan los temas de siempre: la discriminación, la
violencia y el choque cultural, revelando la tensión existente entre las diferentes
identidades y la dificultad de encontrar un equilibrio y entendimiento en medio
de la diversidad. De esta manera, se hace presente un mensaje de gran peso
respecto a la valoración de las tradiciones, cual solo los más inteligentes y
nobles lectores pueden llegar a internalizar en sus vidas.

Otra de sus obras más resaltantes de Arguedas es su novela "Los ríos


profundos" (1958), donde narra la vida de Ernesto, un niño mestizo que vive la
discriminación y la violencia en un internado indigenista. A través de esta
historia, Arguedas expone la segregación y el maltrato sistemático a los que se
ven sometidos los indígenas, evidenciando las profundas desigualdades en la
sociedad peruana. Su narrativa cruda y emotiva busca generar una reflexión
sobre las dinámicas de poder, su círculo siniestro, y la necesidad de reconocer
la diversidad cultural como un valor fundamental.

Arguedas también incursionó en la poesía, donde su voz crítica y desafiante se


hace presente. En su poemario "Canto kechwa" (1960), utiliza el idioma
quechua como bello acto de resistencia y como una forma musical de rescatar
la identidad cultural de los pueblos indígenas. A través de la poesía, Arguedas
reivindica la riqueza y la importancia de las tradiciones ancestrales,
interpretando el dominio cultural impuesto por la sociedad hegemónica.

Una interesante obra destacada es "Todas las sangres" (1964), una novela en
la que Arguedas explora las tensiones entre las clases sociales en el Perú. A
través de personajes complejos y situaciones conflictivas, el autor revela las
contradicciones y los prejuicios arraigados en la sociedad peruana, al mismo
tiempo que muestra su compromiso con la búsqueda de la justicia social y la
igualdad: “No tiene ojos el que mira la barriada y goza como un chancho en
bailes, en palacios”.

La voz de Arguedas también se levanta contra la imposición de una cultura


dominante sobre las culturas indígenas. En su ensayo "El zorro de arriba y el
zorro de abajo" (1971), expone las secuelas de la colonización y el impacto de
la modernidad en la vida de los indígenas. A través de su propia experiencia y
de testimonios recopilados, Arguedas muestra cómo las comunidades
indígenas se enfrentan a la pérdida de sus tradiciones, su cosmovisión y su
lengua debido a la influencia de la cultura occidental.

Su crítica se orienta a la necesidad de valorar y preservar las expresiones


culturales autóctonas, reconociendo su importancia para la construcción de una
identidad colectiva.

La figura de José María Arguedas sigue siendo relevante en la actualidad, ya


que las problemáticas de discriminación y exclusión hacia las comunidades
indígenas persisten en muchos países de América Latina. Su legado crítico nos
llama la atención y nos insta a cuestionar las estructuras de poder y a promover
la justicia social desde una perspectiva intercultural. Arguedas nos recuerda la
importancia de reconocer y observar con lucidez la diversidad cultural como un
elemento enriquecedor de nuestra sociedad, y nos motiva a actuar en contra de
la opresión y la desigualdad.

José María Arguedas, a través de su vida y sus obras, se convierte en una voz-
altavoz-crítica y disidente en el panorama literario y social del Perú. Su legado
palpita en su capacidad para expresar las injusticias y la marginalización de las
comunidades indígenas, al tiempo que defiende la diversidad cultural y la
búsqueda de una sociedad más equitativa. Arguedas desafió las normas
establecidas y cuestionó los prejuicios arraigados en la sociedad peruana,
poniendo de manifiesto la necesidad de reconocer y valorar las identidades
múltiples que conforman nuestra realidad.
En esta novela, Chimbote aparece como el centro informal cual gira la nueva
versión del mundo, la modernidad, la riqueza y el progreso. El mar es pródigo,
como antes que el río. El mar es la tierra que lo daba todo

A través de sus obras, nos invita a reflexionar sobre las estructuras de poder y
a tomar una postura crítica frente a la opresión y la desigualdad. José María
Arguedas, en su búsqueda por la justicia y la emancipación, se convierte en un
faro de luz que nos guía hacia un mundo más inclusivo y respetuoso de
nuestras diferencias. Aquí y ahora convendría preguntar quizá como una
súplica: ¿Como estudiante de quinto de secundaria, qué líneas de acción
podemos ejercer frente al desafío, a veces desalentador, pero siempre lleno de
esperanza para ser peruanos auténticos?

También podría gustarte