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Semana 1

Diseño Urbano
Ambiental

Unidad 1
Alcances urbano-
ambientales en
arquitectura

Material compilado con fines académicos, se prohíbe su reproducción total o parcial sin
la autorización de cada autor.
1. Alcances urbano-ambientales en arquitectura
El medio ambiente nos es prestado, y nuestro quehacer como seres humanos es
contribuir a su mantenimiento, favoreciendo cada espacio en el que habitamos y en
el cual llevamos a cabo actividades diarias.

Por ello, el hombre que se dedique al estudio de la arquitectura debe considerar


este aspecto tan importante al momento de generar proyectos. El deber de todo
arquitecto es tomar en cuenta el medio que rodeará a cada edificación para su buena
ejecución, y generar beneficios para la sociedad, no sólo para un grupo de personas.

Schjetnan (2004) dice que “la suma de espacios vitales constituye el espacio vital
comunitario, que engloba las actividades de una sociedad humana”, por lo cual se
deben considerar aspectos tanto sociales como naturales y urbanos para poder
desarrollar proyectos viables y funcionales para la comunidad.

Te invito a que observes el siguiente video, titulado “Planeación urbana”, donde


veremos las características que se consideran sobre el verdadero uso de los
espacios y sobre cómo son las crecientes ciudades hoy en día.

Escanea el siguiente código QR para ver el video relacionado


https://vimeo.com/368543780/72feb44ad3

Con esto damos pie al inicio de nuestra materia, para comprender los aspectos
que conforman una ciudad con la intervención del diseño urbano ambiental y de la
arquitectura como equipos de trabajo en pos del mejoramiento de las ciudades para
la sociedad.

1.1. Diseño urbano: fraccionamientos

En el proceso de plantear un proyecto arquitectónico de gran magnitud se deben


considerar los alrededores y, sin duda, el público al que va dirigido; por ello, es
importante considerar el papel del diseño urbano cuando trabaja en conjunto con la
arquitectura, así como identificar el papel que juega en el proceso de construcción.

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Para el diseño urbano es fundamental, según Frick (2014, p. 23), basarse en el
diseño de la ciudad, de la reconstrucción de espacios de las urbes y de la restauración,
cuidado las plantaciones que en ella se den; en cuanto a las construcciones
existentes, la tarea es distribuirlas sobre la ciudad de forma que puedan tener una
relación y conexión unas con otras.

Es importante comprender que cuando estas disciplinas trabajan juntas, su objetivo


será conseguir el bienestar de la sociedad; de hecho, Schjetnan (2004) considera
que el espacio vital del hombre se compone de tres tipos:

Tabla 1. Tipos de espacio urbano y sus características.

Fuente: Elaboración propia a partir de Schjetnan (2004, p. 3).

Después de ver lo descrito en la tabla 1, nos enfocaremos en los espacios


semipúblicos, que se refieren a los fraccionamientos, para comprender el papel
que juegan entre lo urbano y lo arquitectónico. Según el Gobierno del Estado de
Campeche, en el capítulo I del artículo 16, se entiende por fraccionamiento la
“división de un terreno en lotes que para su acceso requiera del trazo de una o más
vías públicas. Para los cuales se clasifican de acuerdo a su uso y distribución basado
en la sociedad”.

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1.1.1. Conjuntos

Las modalidades de vida en una ciudad son variadas, y entre ellas destacan
conjuntos, como se muestran en la figura 1. Según Pacheco (2013), en el ámbito
urbano estos conjuntos son una modalidad ejecutada por el desarrollo urbano, cuyo
objetivo es ordenar y estructurar una unidad de espacio cuidando el trazo urbano, el
uso del suelo y el cumplimiento de las normas con las que se rigen.

Figura 1. Conjuntos urbanos habitacionales. Fuente: holachetumal. CC BY 3.0.

De esta misma forma, el conjunto urbano “ha sido adoptado como una nueva
modalidad de edificación de viviendas. Esta nueva modalidad se caracteriza por
construir viviendas con vialidades, infraestructura y equipamiento esto es para un
desarrollo óptimo dentro de las ciudades” (Pacheco, 2013, p. 31). Es por ello que se
establecen diferentes tipos de conjuntos urbanos, los cuales se basan en los estatus
sociales:

Figura 2. Tipos de conjuntos urbanos habitacionales. Fuente: Ela-


boración propia a partir de Pacheco (2013, p. 32).

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Como se menciona en la figura 2, según sus áreas, los conjuntos pueden ser
clasificados de acuerdo con las necesidades de una sociedad.

1.1.2. Áreas abiertas y comunitarias

Es importante tomar en cuenta que en el desarrollo de los conjuntos se verán


identificados espacios en los que se lleven a cabo actividades en las que coincida
un número frecuente de personas, estos espacios se denominan áreas abiertas o
comunitarias.

Para Schjetnan (2004, p. 28), un área abierta “es aquel tipo de espacio que se
encuentra entre edificios y que por lo tanto está contenido por el piso y las
fachadas de un edificio que los limita”. Esto implica que dicho espacio es exterior a
una construcción, además de que es de carácter público, por lo que puede converger
la población de una cierta localidad.

Al ser un espacio con acceso al público es denominado comunitario, lo cual se


ejemplifica con tres tipos de lugares:

Figura 3. Los tres tipos de áreas abiertas comunitarias. Fuente: Ela-


boración propia a partir de Schjetnan (2004, p. 28).

Cuando una sociedad crece, incrementa el volumen urbano; con ello nos referimos
a las numerosas edificaciones que forman parte de una sociedad y a cómo éstas se
conforman de acuerdo con los espacios que les son asignados.

1.2 Escalas

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Cada segmento que compone una ciudad, para llevarse a cabo el desarrollo de una
sociedad, varía en superficies y en escalas; al respecto, Frick (2014, p. 88) opina
que la formación de dichos sectores, de distinta dimensión y nivel de escala, está
condicionada, por un lado, funcionalmente; y que, por otro, contribuye de modo
considerable a que la articulación espacial de una unidad de asentamiento y el
vínculo entre la escala de barrio, de la ciudad en su conjunto y de la región puedan
percibirse y entenderse.

A medida que crece la sociedad, mayor es la demanda de espacios destinados


a ocupar. Frick (2014) refiere que los niveles de escala guardan relación con los
niveles de organización en la ciudad, que se clasifican de acuerdo con su uso y con
el tiempo de ocupación que se le destina a cada uno.

1.2.1. Calle

Cuando hacemos uso de la palabra calle, nos referimos a un espacio en el que


podemos circular no sólo personas, sino también automóviles y el transporte público,
así como bicicletas o cualquier otro medio que nos ayude a transportarnos de un
lugar a otro. Estas áreas de circulación existen desde hace años, con la finalidad de
lograr una interacción entre la sociedad y la misma ciudad.

Capel (2002, p. 81) refiere que “la calle ha sido sin disputa un elemento básico de la
vida urbana. Es esencialmente un espacio de comunicación y de tránsito, un espacio
que permite el acceso a los edificios”. Cuanto más se desarrolla la ciudad, el trazado
de las calles debe acoplarse a la distribución realizada, con la finalidad de poder
conectar los espacios (construcciones), la sociedad y la ciudad.

Figura 4. Calles que componen la ciudad como medio de cir-


culación y conexión entre los lugares. CC0 1.0.

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Así, se puede comprender que la creación de las calles depende de la sociedad
que emerge en una localidad, así como de la demanda de sus recorridos y de las
conexiones entre un lugar y otro, por ejemplo, del trabajo a centros recreativos y
hacia las viviendas.

1.2.2. Vecindario

Si bien es importante delimitar la ciudad de acuerdo con el crecimiento


poblacional, lo es también en cuanto a los espacios, donde el número personas y el nivel
económico se ven involucrados. Dentro de las conformaciones del espacio
urbano-arquitectónico encontramos el vecindario, que tiene puntos de contacto y
de recorridos de espacios comunes gracias a su proximidad o cercanía entre un
espacio y otro.

Sepúlveda y De la Puente (1992) afirman que, “como sistema socio-cultural, el


vecindario representa una primera definición del entorno familiar en cuanto incluye
a los vecinos, excluyendo a quienes no considera tales, y al mismo tiempo es una
forma de comprensión y reducción de la complejidad del medio residencial”.

Figura 5. Vecindario. CC0 1.0

Así es como las divisiones de espacios para la sociedad comienzan a hacerse


presentes, unas con mayor tiempo de perpetuidad que otras, como lo acabamos de
mencionar.

1.2.3. Barrio

Otra parte que conforma la organización de una ciudad es el barrio, una unidad
que se encuentra establecida desde hace muchos años, ya presente en la histo-
ria del desarrollo de las ciudades, delimitada por factores como el socioeconómi-

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co y el número de habitantes que lo conforman, situados en una zona geográfica
específica cuya relación entre personas es frecuente y solidaria. Tapia (2013) agrega
que la organización social que lo compone es el de una estrecha cooperación que
da como resultado el sentido de pertenencia, identidad e igualdad entre una persona
y otra.

Figura 6. El barrio. CC0 1.0

La cercanía de sus edificaciones y el número de personas hacen posible la


interacción, la solidaridad y cooperación que los distingue.

1.2.4. Conjunto

Anteriormente hablamos sobre los conjuntos urbanos como procesos de


ordenamiento de espacios habitaciones que se refieren a viviendas denominadas
fraccionamientos, pero en este caso el conjunto abarca más allá de las viviendas.

En este punto, su enfoque se deriva de los lineamientos (normas y reglamentos) que


los rigen para el uso adecuado no sólo de viviendas, sino de aquellas vialidades que
forman parte de ellas, de la infraestructura creciente en edificaciones, del mobiliario
urbano que lo compone, así como de la correcta imagen urbana o urbanizable en la
que se va a trabajar (seduym.edomex.gob/ s/f).

Aunque tienen estrecha relación por ser conjuntos, su margen de diferencia es el


alcance ocupacional que se tiene de estos espacios, no sólo como viviendas, sino
de uso comercial, así como de la imagen urbana de los predios, con lo cual se logra
que surjan nuevas ciudades verificadas a nivel estatal y municipal.

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Es muy importante que en cada desarrollo de infraestructura se cuide la imagen
urbana, ya que el impacto que en ella genere debe regirse bajo el sistema de
lineamientos y aprobaciones, para que no se altere el contexto ambiental de la
ubicación y de sus alrededores.

Figura 7. Conjunto infraestructural urbano. CC0 1.0

1.2.5. Baja y alta densidad

Cuando prolifera el desarrollo de las sociedades en conjunto con las ciudades, sin
importar a qué parte del mundo nos refiramos, es necesario consensar de como
son caracterizados los tejidos urbanos que, como mencionan Gómez y Mesa
(2017) un nivel de densidad poblacional será el que posibilita la coexistencia de los
servicios así como de los equipamientos urbanos requeridos para los pobladores en el
entorno inmediato. En ese aspecto, entran en juego factores como la infraestructura,
la modernización y la sostenibilidad, así como los servicios públicos que se ofrecen.

La tabla 2 muestra la densidad poblacional a nivel mundial que emitió la


plataforma española Urban-hub en el 2016 hace referencia al número de habitantes por
kilómetro cuadrado o millas que tienen diez de las más grandes ciudades,

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Taba 2. Alta densidad poblacional en las grandes ciudades a nivel mundial
Fuente: elaboración propia, a partir de: Urban-hub/2016.

Jonathan Norman, en la ciudad de Toronto, cuantificó las diferencias de consumo


energético sobre dos modelos urbanos, uno difuso de baja densidad (57 hab/ha),
-donde hab se refiere a los habitantes y ha se refiere a las hectáreas utilizadas- y
otro compacto de alta densidad (270 hab/ha). (Gómez y Mesa, 2017)

Esto determina que el sector más denso consume un 37% menos de energía en
construcción y 45% menos en relación con la operatividad que tiene, en la que
como consecuencia de la menor distancia y disminución de viajes, se reduce el
consumo energético del transporte privado entre un 73% y un 70% menos que en los
recorridos de transporte público con respecto del sector de baja densidad.

Hay que aclarar que el modelo de ciudad difusa (como el citado de la ciudad de
Toronto) es considerado insostenible debido a la creciente huella de ocupación por
el suelo urbano y de la red de movilidad horizontal.

Sin embargo, así como la baja densidad es insostenible, el exceso de densidad


puede producir problemas ambientales. Gómez y Mesa (2017, p. 132-133).

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Si quieres saber más sobre el tema de la densidad poblacional y de proyec-
tos en las ciudades para una mejora, te invitamos a que visites la siguiente
página:

https://onuhabitat.org.mx/index.php/hacer-de-la-densidad-una-variable-
fundamental

1.3. Modelos

Es importante que en el desarrollo y crecimiento de la sociedad dentro de una


ciudad se consideren medidas pertinentes ante los problemas urbanos que se
puedan presentar, con la finalidad de poder actuar sobre ellos mediante una
correcta planificación de qué hacer al respecto. Esto se logrará mediante la correcta
intervención de modelos urbanos a corto, mediano y largo plazo, cuya intervención
en la toma de decisiones se dará a nivel político, por lo que deberán de ser lo más
transparentes y accesibles a toda la gente.

Figura 8. Modelo urbano como traza y organización de la ciudad y la sociedad. CC0 1.0

Toro (1988) opina que esto se da por “la preocupación reciente por la calidad de vida
en ciudades y regiones, supone la aceptación de nuevos métodos de estudio con
vistas a la superación de esas contrariedades” (p. 534).

A continuación haremos mención de los modelos urbanos:

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Tabla 3. Modelos urbanos para la construcción y organización de una ciudad.

Fuente: Elaboración propia a partir de Toro (1988, p. 534).

La intención es que, una vez que son aplicados y se vuelven funcionales ante
una ciudad, los modelos sean capaces de crear sus propios modelos con base
en los problemas que se presenten, con la finalidad de que cada ciudad tenga su
propio modelo, ya que las necesidades varían en ciudades, países y continentes. Por
consiguiente, permite que las regeneraciones urbanas puedan ser posibles y
adaptables a la ciudad y a la sociedad a las que están destinadas.

1.3.1. Generación y regeneración urbana

Cuando nos encontramos en el proceso de cambio en una sociedad para lograr un


bienestar, es importante considerar aspectos que ayuden a marcar un antes y un
después del espacio urbano donde se radica, a lo que se denomina la generación
y regeneración urbana. Todo comienza desde el previo análisis de los espacios
existentes, de los que anteriormente hemos hecho mención (vecindario, barrios,
calles, etc.), así como de las mismas personas que radican en determinado espacio.

Todo se basa en la imagen urbana que genera la ciudad, de la cual se tomarán


las medidas pertinentes para su correcta intervención. Un ejemplo claro, como nos
señala la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (2003, p. 4), son los

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mobiliarios urbanos y la señalización como componentes elementales que ayudan
a la conformación y al buen funcionamiento de la urbe, así como la población, las
viviendas y las áreas comunitarias.

Cuando la conformación de la ciudad rebasa límites o barreras en su conformación,


hay que intervenir para reordenar y regenerar a la sociedad y a la ciudad, con la
finalidad de evitar el descontrolado manejo y distribución de los elementos que la
originan.

Sobre el proceso de la regeneración urbana, la empresa Aguesa opina que es


una compleja combinación de factores sociales, económicos y ambientales de las
actividades, de su planificación y de su correcta gestión, y otorga los siguientes
términos de intervención:

Tabla 4. Términos y aspectos a considerar en la re-


generación urbana de las ciudades.

Fuente: Elaboración propia a partir de Aguesa.

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De esta forma, debemos reconocer la gran responsabilidad que como ciudadanos
tenemos ante nuestra ciudad, ante el crecimiento inminente y proliferado de las
sociedades, así como de la infraestructura presente. En ocasiones, cuando no se
tiene una correcta planificación ni conocimiento y consideración sobre las
normas que intervienen en sus proyecciones, se daña no sólo a su imagen, sino el
correcto uso que debería darse, perjudicando áreas verdes, invadiendo vías públicas y
generando caos y desorden territorial.

Bibliografía.

Capel, H. (2002). La morfología de las ciudades, I. Sociedad, cultura y paisaje urba-


no. Madrid, España: Ediciones del Serbal.

Frick, D. (2014). Una teoría del Urbanismo. Acerca de la organización constructivo-es-


pacial de ciudad. 2da edición. Bogotá, Colombia: Universidad del Rosario.

Pacheco, J. (2013). Equipamientos en conjuntos urbanos. La oferta autorizada y no


autorizada en el caso de los Sauces IV, Toluca. Tesis de licenciatura. Universidad
Autónoma del Estado de México.

Sepúlveda, R. y De la Puente, L. (1992). Una perspectiva para el estudio de hábitats


residenciales urbanos [en línea]. Santiago: Universidad de Chile/Instituto de la Vi-
vienda. Recuperado de: https://infoinvi.uchilefau.cl/glosario/vecindario/.

Schjetnan, M. (2004). Principios de diseño urbano Ambiental [en línea]. México: Pax
México. Recuperado de: https://www.academia.edu/31414184/Principios_de_Di-
sen_o_Urbano_y_Ambiental_-_Mario_Schjetnan.pdf.

Tapia, V. (2013). El concepto de barrio y el problema de su delimitación: aportes de


una aproximación cualitativa y etnográfica. Chile: Editorial Bifurcaciones.

Toro, B. (1988). La teoría general de sistemas, modelos urbanos y planificación. Es-


paña: Universidad de Extremadura.

PAOT (2003). Imagen Urbana. Generador de la ciudad. Procuraduría Ambiental y


del Ordenamiento Territorial del D. F. [en línea]. México. Recuperado de: http://paot.
org.mx/centro/paot/informe2003/temas/imagen.pdf.

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Aguesa (s/a). Regeneración Urbana [en línea]. Málaga: España. Recuperado de:
http://aguesa.com/servicios/arquitectura-sostenible/regeneracion-urbana/.

Urban Hub. (2016). A la altura de los desafíos de la densidad urbana. La vida en


ciudades de alta densidad de población [en línea]. Recuperado de: http://www.ur-
ban-hub.com/es/urbanization/a-la-altura-de-los-desafios-de-la-densidad-urbana/.

Secretaria de Desarrollo Urbano Metropolitano (2018). Conjuntos urbanos [en línea].


México: Gobierno del Estado de México. Recuperado de: http://seduym.edomex.gob.
mx/conjuntos_urbanos.

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