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Problemas ambientales

Los problemas ambientales son los efectos nocivos sobre el ecosistema que se desprenden de las
distintas actividades humanas, generalmente como consecuencias indeseadas y más o menos
accidentales.

Cuando este tipo de problemas no se corrigen a tiempo, ocasionan un cambio impredecible en el


medio ambiente que, a la larga, suele traducirse en desastres medioambientales, esto es,
situaciones trágicas y catastróficas que involucran (y provienen de) el deterioro del medio
ambiente.

Los problemas ambientales son uno de los principales desafíos del mundo industrializado, cuya
continua producción de bienes de consumo requiere igualmente el continuo ingreso de materias
primas, extraídas directamente de la naturaleza.

En ese sentido, el impacto que la Revolución Industrial y el modo de vida urbano ha tenido sobre
el ecosistema global ha significado cambios mucho más vertiginosos que en el resto de la historia
de la humanidad.

Esa es la razón por la cual numerosas organizaciones nacionales e internacionales luchan por
impulsar una legislación ecológica en la mayoría de los países y por alcanzar acuerdos que
permitan evitar o al menos ralentizar el ritmo del deterioro medioambiental consecuencia de
nuestro modelo de vida.

Causa de los problemas medio ambientales

Los problemas ambientales surgen a raíz del impacto de la revolución industrial en el medio
amiente. Por ello, se podría decir que las causas de los problemas ambientales globales se deben
al impacto ambiental de las actividades antrópicas como:

La producción realizada en las fábricas.

La quema de combustibles fósiles para la obtención de energía.

El vertido de desechos.

La mala gestión de residuos procedentes de los productos para el consumo humano.

La minería.

La deforestación.

Contaminación ambiental

La contaminación no es más que un aliciente que hace que la crisis climática avance sin control. Se
refiere a contaminación ambiental al ingreso de sustancias químicas nocivas en un entorno
determinado. Este fenómeno repercute en el equilibrio de dicho entorno y lo convierte en un
ambiente inseguro.

El medio ambiente y sus ecosistemas sufren de manera directa los perjudiciales efectos. Y es que
la contaminación ambiental es una alternación negativa del estado natural de los seres vivos que
habitan el planeta. Las causas de este tipo de contaminación dependen de varios agentes que
varían según el ecosistema al que afecten.

A lo largo de la historia, la actividad humana ha sido la principal fuente de contaminación del


planeta. Esto ha provocado la contaminación de nuestros entornos y la alteración del equilibrio
ecológico del planeta. La contaminación ambiental supone un riesgo para la salud de todos los
seres vivos del planeta.

Tipos de contaminación ambiental

Existen diferentes tipos de agentes contaminantes que pueden ser sustancias químicas, como los
plaguicidas, cianuro, herbicidas…., los residuos urbanos, el petróleo o las radiaciones ionizantes.
Sin embargo, algo que tiene en común es que producen enfermedades y dañan el medio ambiente
de forma alarmante. El rápido avance del cambio climático no es más que un acelerador que
alimenta esta problemática mundial.

Sin embargo, para conocer las causas de la contaminación ambiental debemos primero aprender a
diferenciar los diferentes tipos de contaminación en función de su origen. Estos pueden ser:

Natural: causada por fenómenos como los incendios forestales, las erupciones volcánicas, los
tsunamis o los terremotos.

Artificial: provocada por la actividad del ser humano (efectos contaminantes: actividad industrial,
productos químicos, etc.). Como por la interrupción de los ciclos naturales del ecosistema, el mal
uso de los recursos naturales o la mala gestión de los residuos.

cada uno de estos contaminantes tiene un efecto negativo en el medio natural, pero sus causas y
efectos varían dependiendo de si afectan al agua, al aire o al suelo.

Causas de la contaminación del agua

La contaminación del agua se da cuando la composición de ésta se ve alterada por la presencia de


alguna sustancia o agente contaminante. Es entonces cuando hablamos de agua contaminada. que
es aquella que no solo no reúne las condiciones necesarias para ser utilizada para el consumo sino
también, resulta nociva para los ecosistemas.

Dentro de las causas de la contaminación ambiental, la alteración del agua por agentes
contaminantes es una de las más graves dado la importancia de este recurso para la vida en el
planeta.

Los principales factores contaminantes del agua son:


Vertidos de aguas negras: fluidos cloacales, urbanos e industriales que no son tratados de forma
adecuada.

Derrames de petróleo: provienen de perforaciones petroleras que tienen un accidente o una


práctica inadecuada.

Productos fitosanitarios: se usan para rociar los campos. Luego son absorbidos por la tierra y
alcanzan las aguas subterráneas.

Deforestación: la tala indiscriminada de árboles provoca la aparición de bacterias en el suelo. Éstas


se filtran en la tierra y contaminan el agua subterránea.

Aumento de temperatura: la contaminación térmica provoca una disminución del oxígeno del agua
y altera toda su composición.

Los plásticos, los fosfatos y una mala depuración de desechos en algunas regiones del mundo son
los principales contaminantes que convierte el agua en un recurso peligro para los seres vivos.

La emergencia climática está agravando este problema de forma considerable. Y es que el


aumento de las emisiones de CO2 a la atmósfera provoca un aumento de la temperatura global
que repercute en la temperatura de los océanos. Esto provoca que el agua se caliente y los niveles
de oxígeno disminuyan convirtiendo mares y ríos en lugares inhabitables para las especies
marinas.

Causas de la contaminación del aire

La contaminación del aire es una mezcla de partículas sólidas y gases en el aire que respiramos.
Las principales causas de este tipo de contaminación se relacionan con la quema de combustibles
fósiles como el carbón, el petróleo y el gas cuyo origen principal se encuentra en el sector
industrial, la extracción de pozos petrolíferos y el transporte por carretera.

Las principales fuentes que producen gases contaminantes:

La extracción de hidrocarburos de los campos de petróleo, de carbón y de gas.

La combustión de combustibles por el transporte.

El proceso digestivo de los bovinos por la masiva industria agrícola-ganadera.

La actividad microbiana en aguas servidas.

La combustión de bosques tropicales.

El aumento de la emisión de gases de efecto invernadero es una de las principales causas de la


contaminación ambiental. Y es que el aire de la atmósfera contiene gases naturales que cumplen
funciones vitales para que la vida en nuestro planeta sea posible. Un ejemplo de ello es que estos
gases son capaces de retener los rayos del sol que atraviesan las diferentes capas de la Tierra
ayudando así a regular la temperatura y protegiendo al ser humano de la radiación ultravioleta.

Sin embargo, cuando estos gases aumentan de forma considerable se rompe el equilibrio natural.
Esto provoca efectos devastadores como el calentamiento global, el deshielo de los polos, la
disminución de los recursos hídricos, el riesgo de supervivencia de miles de especies y alteraciones
en el clima que repercuten en la vida de todos los seres vivos.

El cambio climático esta acelerando todos estos fenómenos. Las energías renovables, el reciclaje y
una mayor concienciación ambiental por parte de la ciudadanía son clave para poner fin a la
contaminación ambiental y sus efectos.

Causas de la contaminación del suelo

El aumento del uso de compuestos químicos en diferentes productos y la mala gestión de los
residuos son algunas de las causas más evidentes de la contaminación del suelo. Todas ellas tienen
al ser humano como el principal causante provocando una alteración de la superficie terrestre.
Algunos ejemplos de este tipo de contaminación ambiental se puede ver en:

Almacenamientos subterráneos: contienen líquidos y gases derivados del petróleo que entran en
contacto con la tierra a través de las filtraciones de los conductos.

Pesticidas: es la principal causa de la contaminación del suelo por la gran cantidad de químicos que
contiene y que la tierra absorbe hasta llegar al agua subterránea.

Residuos urbanos: basura doméstica y comercial que no es tratada de manera adecuada para
evitar su negativo impacto ambiental. Aquellos desechos que no se descomponen permanecen
cientos de años en la tierra y en el agua.

Residuos industriales: pesticidas, líquidos químicos y restos de combustibles y metales que


provienen de la producción textil, papelera, alimentaria y petrolera.

La minería: el trabajo de una mina genera un enorme impacto ambiental en el ecosistema.


Ejemplo de ello son ciertos cambios en la morfología del terreno o la contaminación del aire y del
suelo.

Los metales pesados, los hidrocarburos, los plaguicidas y sustancias ácidas son los principales
contaminantes de la tierra. El problema de la presencia de estas sustancias es que son absorbidas
por el suelo repercutiendo en la calidad de los cultivos. La partículas contaminantes son
absorbidas por la vegetación, que al ser consumidas por animales y seres humanos entran a forma
parte de la cadena trófica.

Los agentes contaminantes son diversos en su naturaleza, pero a grandes rasgos podemos hablar
de:
Químicos industriales. Sustancias de desecho o subproductos de los diversos procesos industriales
y de transformación de materiales que, al ser vertidos en la tierra o el mar, alteran el balance
químico de éstos.

Gases de efecto invernadero. Vapores y emisiones gaseosas de sustancias que se alojan en la


atmósfera e impiden la salida de la radiación térmica, produciendo un efecto de invernadero y
aumentando la temperatura mundial. Muchos de ellos, además, destruyen la capa de ozono.

Material tóxico. Elementos radiactivos, tóxicos o venenosos, capaces de inducir enfermedades y


de ocasionar mutaciones genéticas.

Basura no biodegradable. Los plásticos y otros materiales derivados del petróleo poseen ciclos de
biodegradación prácticamente infinitos pero son abundantes en la basura que producimos a
diario. Estos materiales son capaces de acabar con animales y plantas y desbalancear los
ecosistemas.

Efectos de la contaminación ambiental

La contaminación tiene consecuencias nefastas sobre la vida y sobre el balance del ecosistema,
como pueden ser:

Extinciones masivas. De animales y vegetales, así como de especies microscópicas que no por serlo
resultan menos valiosas para el ecosistema.

Enfermedades. Como el cáncer, la leucemia o las mutaciones desordenadas, amén de pestes,


envenenamientos y debilitamiento de las especies autóctonas.

Lluvias ácidas. Cuando los gases contaminantes en la atmósfera se mezclan con las nubes de lluvia
y se produce una reacción química que da como resultado lluvias irritantes, sucias o ácidas.

Desbalances ecológicos. Fruto de la sobrepoblación de algún peldaño de la cadena trófica, como


consecuencia de sustancias añadidas artificialmente, o debido a la disminución por
envenenamiento de sus depredadores naturales.

Cambio climático. El cambio de los climas y el calentamiento global pueden estar directamente
vinculados con los gases de efecto invernadero y el debilitamiento de la capa de ozono en la
atmósfera.

Envenenamiento de las aguas. Haciendo así insalubres e inhabitables ríos, lagos, playas y lagunas.

Efecto invernadero

Se conoce como efecto invernadero a un fenómeno atmosférico que se produce cuando la


radiación térmica (calor) de la superficie de la Tierra, que comúnmente es emitida hacia el espacio,
se encuentra en cambio retenida por los gases de efecto invernadero (GEI) presentes en la
atmósfera debido a la contaminación del aire. Esto ocasiona un incremento de la temperatura
planetaria, ya que el calor no logra escapar, como en un invernadero. De allí proviene el nombre
del efecto.

La luz solar que recibe a diario nuestro planeta calienta su superficie, incluidas las aguas del
océano, aportándole una enorme cantidad de luz y calor que permiten la vida y que inyectan la
energía necesaria para sus distintos ciclos químicos y físicos.

Sin embargo, parte de esa energía calórica se reirradia hacia afuera en frecuencias más bajas
(radiación infrarroja), permitiendo cierto margen de enfriamiento y equilibrio.

Este proceso se interrumpe o se disminuye cuando en la atmósfera abundan gases como el vapor
de agua, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), los óxidos de nitrógeno (NxOy) y el ozono (O3),
conocidos por ende como gases de efecto invernadero. Si en la atmósfera no hubiese ninguno de
dichos gases, la temperatura promedio del planeta sería -18 °C y la vida sería imposible.

Por otro lado, si estos gases superan la medida natural de su presencia en la atmósfera, el calor
acumulado en el planeta ascenderá y alterará el balance climático del planeta, acelerando o
intensificando el calentamiento global.

Causas del efecto invernadero

Los márgenes registrados de gases de efecto invernadero en la atmósfera a finales del siglo XX,
presentan una relación directa con el inicio de las actividades industriales humanas, que han
arrojado a la atmósfera tantos gases de esta naturaleza, que el índice de concentración del CO2 en
la atmósfera ha aumentado en un 40% desde 1750 (de 280ppm a 400ppm).

El añadido de carbono a la atmósfera por parte de nuestra especie excede las capacidades
actuales del planeta para reciclarlo (mediante el Ciclo del Carbono), ya que proviene de casi tres
siglos de combustión masiva de hidrocarburos fósiles (carbón, petróleo, gas natural) y otras
actividades económicas semejantes, como la ganadería masiva o la deforestación (que reduce la
cantidad de vida vegetal disponible para reciclar el CO2 ambiental).

Debe considerarse, además, que muchos de los gases arrojados a la atmósfera por la industria
humana son de larga permanencia, es decir, no son fáciles ni rápidos de descomponer para
recuperar el balance químico de la atmósfera.

Consecuencias del efecto invernadero

Como se dijo antes, el efecto invernadero es necesario para la vida en el planeta, ya que sin él se
despediría el calor hacia el espacio. El problema está, en cambio, en el incremento
desproporcionado de los gases responsables de dicho efecto, lo cual tiene una consecuencia
directa: el incremento también, paulatino pero sostenido, de la temperatura mundial. A esto se le
conoce como calentamiento global y tiene a su vez una serie de consecuencias:

Cambio Climático. El aumento de la temperatura mundial conduce a la alteración de los ciclos


hidrológicos y de las mareas, lo cual trastoca el modo en que nuestro planeta distribuye el calor y
se refresca a sí mismo. Así, los climas se ven convertidos en versiones extremas de sí mismos:
inviernos más largos y crudos, veranos más agobiantes y secos. Cuando llueve, se inunda; cuando
no, hay sequía.

Derretimiento de los polos. Los casquetes de hielo en los polos sirven como un refrigerador natural
del planeta, y además conservan un importante porcentaje de agua dulce en estado sólido. El
aumento de la temperatura los va reduciendo gradualmente, generando así una aceleración en el
calentamiento, pues hay menos hielo para contrarrestarlo y así sucesivamente. Esto, por demás,
implica que el nivel de los mares aumente: el agua dulce hará subir la línea costera de los
continentes y muchas ciudades pueden quedar bajo el agua.

Generación de nuevos desiertos. El cambio climático tan violento no da chance a que la vida se
adapte a las nuevas condiciones de temperatura, lo cual conduce a la generación de nuevos
desiertos o el alargamiento de los existentes.

Catástrofes climáticas. Temporadas de huracanes más largas e intensas, tormentas tropicales con
más lluvia de lo ordinario y otros fenómenos semejantes son consecuencia del desbalance
climático mundial.

Lluvia acida

La lluvia ácida es una de las consecuencias de la contaminación atmosférica. Los gases


procedentes de la quema de combustibles reaccionan con el oxígeno del aire y el vapor de agua,
transformándose en ácidos que se depositan sobre la superficie terrestre a través de las
precipitaciones. Esta acidificación del suelo y de las aguas superficiales tiene efectos devastadores
sobre los ecosistemas y supone un grave peligro para los seres vivos.

¿POR QUÉ SE PRODUCE LA LLUVIA ÁCIDA?

Las erupciones volcánicas, los terremotos, los incendios naturales, los relámpagos y algunos
procesos microbianos liberan dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno a la atmósfera. No obstante,
es la acción humana la causante de la mayor parte de las emisiones de dióxido de azufre como
consecuencia de la quema de combustibles en la industria y las centrales energéticas, así como de
la mitad de las emisiones de óxidos de nitrógeno debido a los gases producidos por los vehículos a
motor. Asimismo —y aunque en menor medida—, las explotaciones ganaderas intensivas
producen amoníaco a partir de la descomposición de la materia orgánica.

Estos tres contaminantes, que pueden ser transportados a grandes distancias desde sus focos de
origen, se oxidan en contacto con la atmósfera y dan lugar a la formación de ácido sulfúrico y
ácido nítrico. Dichos ácidos se disuelven en las gotas de agua de las nubes y caen a la superficie
terrestre mediante la denominada lluvia ácida, que puede presentarse también en forma de nieve
o niebla.

EFECTOS DE LA LLUVIA ÁCIDA


El pH de la lluvia cambia al combinarse con el ácido sulfúrico y el ácido nítrico, por lo que cuando
cae sobre el suelo y las aguas altera sus características químicas y pone en peligro el equilibrio de
los ecosistemas. Es lo que se conoce como acidificación del medio ambiente, un fenómeno que
tiene graves efectos:

*Los océanos pueden perder biodiversidad y productividad. La bajada del pH de las aguas marinas
perjudica al fitoplancton, fuente de alimento de distintos organismos y animales, lo que puede
modificar la cadena trófica y conllevar la extinción de diferentes especies marinas.

*Las aguas continentales también se están acidificando a un ritmo muy rápido, un hecho
especialmente preocupante si tenemos en cuenta que, a pesar de que solo el 1% del agua del
planeta es dulce, el 40% de los peces viven en ella. Dicha acidificación incrementa la concentración
de iones metálicos —principalmente ión aluminio—, lo que podría ocasionar la muerte de gran
parte de los peces, anfibios y plantas acuáticas de los lagos acidificados. Además, los metales
pesados son desplazados hacia las aguas subterráneas, que dejan de ser aptas para el consumo.

*En los bosques, el bajo nivel de pH del suelo y la concentración de metales como el aluminio
impiden que la vegetación absorba correctamente el agua y los nutrientes que necesita. Esto daña
las raíces, disminuye el crecimiento y vuelve a las plantas más débiles y vulnerables a las
enfermedades y plagas.

*La lluvia ácida también afecta al patrimonio artístico, histórico y cultural. Además de corroer los
elementos metálicos de edificios e infraestructuras, deteriora el aspecto externo de los
monumentos al depositarse sobre ellos. El mayor daño se produce sobre las construcciones
calcáreas, como el mármol, que van disolviéndose poco a poco por el efecto de los ácidos y el
agua.

¿CÓMO EVITAR LA LLUVIA ÁCIDA?

Puesto que es su principal causante, la solución al problema de la acidificación del medio ambiente
está en manos del ser humano: para mitigar la lluvia ácida es imprescindible reducir las emisiones
contaminantes. Algo para lo cual es necesario que exista un compromiso a nivel gubernamental y
empresarial que impulse una serie de medidas:

Filtrar y desintoxicar el agua utilizada por las fábricas antes de devolverla a los ríos.

Reducir la emisión de gases contaminantes por parte de la industria.

Favorecer la producción y el uso de energías limpias, en detrimento de los combustibles fósiles.

Disminuir el consumo energético en las fábricas y empresas.

Potenciar la innovación y las nuevas tecnologías encaminadas a optimizar el consumo energético y


desarrollar energías limpias.

Plantar árboles para que absorban el aire contaminado.


Concienciar a la población sobre la importancia de reducir el consumo de energía en los hogares.

Fomentar el uso del coche eléctrico y de otros vehículos no contaminantes, como la bicicleta.

Capa de ozono

La capa de ozono es una capa protectora dentro de la atmósfera terrestre que tiene la función de
preservar la vida del planeta Tierra haciendo las veces de escudo contra la radiación ultravioleta
(rayos UV).

Se encuentra entre 15 y 50 kilómetros de altura de la superficie de la Tierra y absorbe más del 97


% de la radiación solar que resulta dañina para los seres vivos.

Composición de la capa de ozono

La capa de ozono está compuesta de ozono, un gas formado por una molécula que tiene 3 átomos
de oxígeno (en lugar de 2, como en la molécula de oxígeno). Este tercer átomo vuelve al oxígeno
venenoso, ya que al ser inhalado el ozono es mortal.

La molécula de ozono se forma en la estratósfera por la acción de la radiación solar en un proceso


llamado fotólisis. Este proceso ocurre cuando los rayos del Sol rompen una molécula de oxígeno
presente en la estratósfera y la dividen en dos átomos. Cuando uno de estos átomos de oxígeno se
junta con una molécula de O2 se produce el ozono, que se distribuye y forma una fina capa que
envuelve al planeta Tierra.

La concentración de ozono en la atmósfera no es constante y varía según la altura y las


condiciones meteorológicas.

Importancia y funciones de la capa de ozono

Esta capa es indispensable para preservar la vida tal como se la conoce, ya que filtra una gran
proporción de los rayos solares que son dañinos para los seres vivos, y deja pasar los rayos
necesarios para la vida. Los rayos ultravioletas que no son filtrados por el ozono generan
quemaduras y problemas visuales en el ser humano, y hasta la muerte de algunos organismos
unicelulares.

La destrucción de la capa de ozono se da de manera natural, cuando se altera el nivel de ozono


presente en la atmósfera; y por la acción del hombre que a través de productos y procesos libera a
la atmósfera gases dañinos.

Contaminación agrícola

La contaminación agrícola se refiere a los subproductos bióticos y abióticos de las prácticas


agrícolas que resultan en la contaminación o degradación del medio ambiente y los ecosistemas
circundantes, y que causan daños a los humanos y sus intereses económicos. La contaminación
puede provenir de una variedad de fuentes, que van desde la contaminación del agua de origen
puntual (desde un único punto de descarga) hasta causas más difusas a nivel de paisaje, también
conocidas como contaminación de origen no puntual o contaminación difusa. Las prácticas de
gestión desempeñan un papel crucial en la cantidad y el impacto de estos contaminantes. Las
técnicas de manejo van desde el manejo de animales y la vivienda, hasta el manejo de prácticas
agrícolas mundiales como la propagación de pesticidas y fertilizantes.

Contaminación industrial

Entendemos por contaminación industrial a la emisión de sustancias nocivas, tóxicas o peligrosas,


directa o indirectamente de las instalaciones o procesos industriales al medio natural.

Estas emisiones pueden ser:

• Emisiones a la atmósfera

• Vertidos a las redes públicas de saneamiento

• Vertidos directos al suelo o a cauces de aguas superficiales

• Almacenamientos o disposición de residuos industriales

• Ruidos en el entorno

En estas emisiones quedan incluidas las que se derivan de los productos o subproductos que las
industrias ponen en el mercado. Por ejemplo, la contaminación de dioxinas que pueden producir
la combustión de productos de PVC en vertederos y por incineración, o la destrucción de la capa
de ozono estratosférico por gases clorofluorcarbonados (familia CFC).

En estos casos, la mejor política preventiva es la prohibición pura y simple de la utilización del
compuesto dañino, como ha sido el caso de los CFC en el Protocolo de Montreal y el Acuerdo de
Londres.

En el caso del PVC hay una gran polémica, con argumentos a favor, por parte de los fabricantes, y
campañas en contra de los grupos ecologistas que han conseguido la prohibición en países como
Dinamarca (para los juguetes); pero no en otros ya que, efectivamente, el PVC es un producto que
tiene grandes ventajas para determinadas aplicaciones (construcción...).

Por regla general, hasta ahora, la política seguida principalmente contra la contaminación
industrial ha sido la de los métodos correctivos o de final de tubería con la aplicación de
tecnologías como el filtrado de humos y gases, la depuración de vertidos o el confinamiento en
depósitos de seguridad de los residuos tóxicos.

Este tipo de métodos no eliminan la contaminación, sino que la trasladan de un medio a otro: los
lodos y residuos de la depuración o filtrados han de depositarse en algún lugar.

Las industrias más contaminantes


Industria pesada

Conocemos como industria pesada la que utiliza como materia prima grandes cantidades de
productos brutos (pesados) para ser transformados y poder ser utilizados como materia prima por
otros sectores industriales. La industria pesada necesita grandes instalaciones y es muy
contaminante.

Normalmente se encuentran cerca de los recursos o cerca de un puerto mercante al que pueden
llegar grandes cantidades de materia prima. Los principales sectores de la industria pesada son la
metalurgia y la química .

La industria metalúrgica tiende a ubicarse siempre cerca de los recursos. Necesita grandes
espacios para instalar sus sistemas productivos: altos hornos, trenes de laminación, lugares de
almacenamiento, transporte interno, etcétera. Son plantas que exigen grandes inversiones.
Proporciona lingotes, forjados, tubos, planchas de acero, hierro, aluminio u otros metales.

Esta industria permite tener asociadas otras formas de rendimiento como la producción de
energía eléctrica en los altos hornos o la obtención de cemento. Son las llamadas plantas de
cogeneración.

La industria química es más variada. Utiliza una amplia gama de recursos: combustibles sólidos,
líquidos y gaseosos, pirita, cal, sales, productos vegetales y animales, etcétera. Su proceso de
producción puede llegar a ser muy complejo, por lo que el valor añadido es mayor y no dependen
tanto de una localización cercana a los recursos.

Además, los productos químicos necesitan de unas condiciones de transporte y almacenamiento


muy especializadas. Sus trabajadores deben de estar altamente cualificados. Los productos más
comunes que proporciona son fertilizantes, colorantes, explosivos, plásticos, gomas, caucho,
detergentes, aislantes, fibras artificiales, productos farmacéuticos y otros.

El refinado de petróleo es un tipo de industria química especial que proporciona muchos


productos. Todas ellas son potencialmente muy peligrosas, por lo que suelen ubicarse lejos de las
poblaciones.

Desde que comenzó el desarrollo de la industria química, se calcula que se han producido y
diseminado en el medio ambiente aproximadamente cien mil (100.000) nuevas sustancias
químicas. Además, cada año esta cifra se va incrementando en mil (1.000) nuevas sustancias.

El conocimiento del impacto de estas sustancias sobre el medio ambiente y la salud humana es
escaso y, en la mayoría de los casos, no existe.

Desde que estas sustancias se liberan al medio, se van acumulando en el agua, en el aire, en el
suelo, en los alimentos e incluso en nuestros tejidos. Con el tiempo, actúan sobre ellos
amenazando nuestra salud. Muchas de estas sustancias podrían ser extremadamente tóxicas para
los seres vivos , pero la realidad es que no se conocen todavía sus efectos, ya que la gran mayoría
todavía no se han estudiado.

Dentro del amplio espectro de empresas del sector industrial caben destacar algunas que en su
producción emiten contaminantes persistentes, tóxicos o radiactivos: Industrias del cloro, Plantas
de PVC, Papeleras (fábricas de celulosa-pasta de papel), Industrias metalúrgicas , Plantas de
fertilizantes, etcétera.

Radioactividad

La radioactividad es la emisión espontánea de partículas o radiaciones, o de ambas a la vez. Estas


partículas y radiaciones proceden de la desintegración de determinados nucleidos que las forman.
Se desintegran por causa de un arreglo en su estructura interna.

La desintegración radioactiva ocurre en núcleos atómicos inestables. Es decir, aquellos que no


tienen suficiente energía de enlace para mantener el núcleo unido.

La radiación fué descubierta de forma casual por Antoine-Henri Becquerel. Más tarde, con los
experimentos de Becquerel, Marie Curie descubrió otras sustancias radioactivas.

La radioactividad puede tener un origen natural o artificial:

Radioactividad natural. El material radioactivo ya lo es en el estado natural.

Radioactividad artificial. La radioactividad le ha sido inducida por irradiación.

La radiactividad artificial es toda radiactividad o radiación ionizante de origen humano. La única


diferencia entre radiación natural y la radiación artificial es su procedencia. Los efectos de ambas
radiaciones son idénticos.

Un ejemplo de radioactividad artifical es la que se genera en la medicina nuclear o en las


reacciones de fisión nuclear de las centrales nucleares para obtener energía eléctrica.

En ambos casos las radiaciones directamente ionizantes son radiación alpha y desintegración beta
formada por electrones. Por otro lado, las radiaciones indirectamente ionizantes son radiaciones
electromagnéticas, como por ejemplo los rayos gamma, que son fotones.

Al utilizar o manipular las fuentes de radiación artificial, como en hacerlo con las naturales, en
general es común que se produzcan residuos radiactivos.

¿Cuáles son los tipos de radiactividad?

Hay tres tipos de emisiones: rayos alfa, beta y gamma. Las partículas alfa tienen carga positiva, las
beta son negativas y los rayos gamma son neutrales.
Estos tipos se pueden condensar en dos tipos generales:

Radiaciones electromagnéticas (radiación gamma y rayos X)

Partículas (radiaciones alfa y beta).

Cada tipo de emisión tiene diferente poder de penetración en la materia y diferente energía de
ionización. Pueden causar daños a la vida de diferentes formas.

Partículas alpha

Las partículas alfa (α) o rayos alfa son una forma de radiación de alta energía corpuscular
ionizante. Tiene poca capacidad de penetración en los tejidos debido a que son grandes. Consisten
en dos protones y dos neutrones unidos por una fuerza fuerte.

Las raLos rayos alfa, debido a su carga eléctrica, interactúan fuertemente con la materia. Son
absorbidos fácilmente por los materiales. Pueden viajar solo unos pocos centímetros en el aire.

¿Cómo afectan a los humanos?

Pueden ser absorbidos por las capas más externas de la piel humana y, por lo tanto, no son
potencialmente mortales a menos que la fuente se inhale o ingiera. En este caso, los daños serían,
en cambio, mayores que los causados por cualquier otra radiación ionizante.

Con dosis altas aparecen todos los síntomas típicos de envenenamiento por radiación.

Partículas beta

La radiación beta es una forma de radiación ionizante emitida por ciertos tipos de núcleos
radiactivos.

La interacción de las partículas beta con la materia generalmente tiene un rango de acción diez
veces mayor y un poder ionizante igual a una décima en comparación con la interacción de las
partículas alfa. Están completamente bloqueados con unos pocos milímetros de aluminio.

Rayos gamma

Los rayos gamma son radiaciones electromagnéticas producidas por la radioactividad. Estabilizan
el núcleo sin cambiar su contenido de protones. Penetran más profundamente que la radiación a o
b beta, pero son menos ionizantes.

Cuando un núcleo excitado emite radiación gamma, no varía ni su masa ni su número atómico.
Solo pierde una cierta cantidad de energía.

La radiación gamma puede causar grave daño al núcleo de las células, por lo que son usados para
esterilizar equipos médicos y alimentos.

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