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Puede ser fácil para los padres hablar con sus hijos acerca de las diferencias entre el bien y el
mal, pero suele ser más difícil hablar sobre el desarrollo sexual.
A una edad muy temprana, los niños empiezan a explorar sus cuerpos y para ello tocan,
hurgan, frotan y tiran de partes de su cuerpo, incluidos sus genitales. A medida que los niños
crecen, necesitarán orientación para aprender acerca de estas partes del cuerpo y sus
funciones.
Aquí brindamos información y consejos para ayudar a los padres a saber la diferencia entre los
comportamientos sexuales "normales" y los comportamientos que pueden indicar un
problema.
¿Qué es normal?
Esta es una lista de lo que los pediatras consideran un comportamiento sexual normal y común
en niños de 2 a 6 años.
Los padres también necesitan saber cuándo el comportamiento sexual de un niño parece
indicar más que una curiosidad inofensiva. Los problemas de comportamiento sexual pueden
representar un riesgo para la seguridad y el bienestar de su hijo y de otros niños, y pueden ser
una señal de abuso físico o sexual, o de exposición a la actividad sexual.
Las señales de alarma de comportamiento sexual incluyen cualquier acto que:
Los padres deben empezar a enseñarles a sus hijos sobre la protección del cuerpo entre los 3 y
5 años.
Utilice un lenguaje adecuado. Enséñeles a sus hijos los nombres correctos de todas las partes
del cuerpo, como genitales, pene, vagina, pechos, nalgas y partes íntimas. Ponerles
sobrenombres a las partes del cuerpo puede dar la idea de que hay algo malo con el nombre
correcto. Averigüe por qué su hijo usa un nombre especial para la parte del cuerpo, pero
enséñele también el nombre correcto. Además, explíquele a su hijo qué partes son íntimas (las
partes cubiertas por un traje de baño).
Evalúe el respeto de su familia por el pudor. Si bien el pudor no es un concepto que la mayoría
de los niños puedan comprender completamente, todavía puede a esta edad sentar las bases
para futuras conversaciones y ejemplos de buen comportamiento. Por ejemplo, si tiene hijos
de diferentes edades, es importante enseñarles a sus hijos más pequeños que respeten la
privacidad de sus hermanos mayores Generalmente, los hermanos mayores les enseñarán a los
hermanos menores que deben estar vestidos, por ejemplo, porque algunos de sus amigos
podrían estar en la casa o porque están madurando y sienten pudor incluso delante de sus
hermanos y hermanas menores.
No fuerce el afecto. No obligue a su hijo a dar abrazos o besos a la gente si no quiere hacerlo.
Está en su derecho de decirles incluso a la abuela o al abuelo que no quiere darles un beso o
un abrazo. El contacto inapropiado, especialmente de parte de un adulto de confianza, puede
ser muy confuso para un niño. Reafirme constantemente la idea de que su cuerpo es suyo y
puede protegerlo. Es muy importante que su hijo sepa que debe decirle a usted o a otro adulto
de confianza si fue tocado. De ese modo, su hijo sabe que también es su deber protegerlo.
Explique la diferencia entre contacto bueno y uno malo. Puede explicar que un "contacto
bueno" es una manera en que las personas demuestran su afecto por otras personas y se
ayudan unas a otras (por ejemplo, abrazarse, tomarse de las manos, cambiarle el pañal al
bebé). Un "contacto malo" es aquel que a uno no le gusta y desea que termine de inmediato
(por ejemplo, golpear, dar patadas o tocar las partes íntimas). Asegúrele a su hijo que la
mayoría de los contactos son buenos, pero que debe decir "NO" si un contacto es confuso o lo
asusta y que es necesario que se lo cuente.
Dele a sus hijos una regla sólida. Enséñeles que NO es bueno para nadie mirar o tocar sus
partes íntimas, o las que cubren el traje de baño. Es más fácil para un niño seguir una regla y lo
ayudará a reconocer inmediatamente un "contacto malo" si tiene en cuenta esta pauta.
Asegúreles a sus hijos que los escuchará, les creerá y que desea protegerlos.
Revise esta información regularmente con sus hijos. Algunos momentos adecuados para hablar
con sus hijos sobre la seguridad personal son durante el baño, la hora de acostarse y antes de
cualquier situación nueva. Los niños se encuentran e interactúan con distintos adultos y niños a
diario desde la guardería a las prácticas deportivas y las clases de baile, sin mencionar los
campamentos y los programas extraescolares.
Espere preguntas. Las preguntas que hace su hijo y las respuestas convenientes dependerán de
la edad del niño y su capacidad de comprensión. Los siguientes consejos pueden facilitar la
situación para ambos:
No se ría, incluso si la pregunta le provoca ternura. No se enoje. Debe evitar que su hijo se
sienta avergonzado de su curiosidad.
Sea breve. No dé una explicación larga. Responda con palabras simples. Por ejemplo, su hijo en
edad preescolar no necesita saber los detalles de las relaciones sexuales.
Vea si su hijo necesita o desea saber más. Después de sus respuestas diga "¿Responde esto a tu
pregunta?".
Escuche las respuestas y las reacciones de su hijo.
Si en este momento se encuentra lidiando con cualquiera de estos problemas o tiene otras
preguntas, hable con el pediatra de su hijo. Él o ella puede colaborar con usted para distinguir
los comportamientos sexuales normales y adecuados para la edad de los comportamientos que
son inapropiados para el desarrollo o una señal de un posible abuso. Pedir ayuda simplemente
significa que usted desea lo mejor para su hijo y hará lo que pueda para ayudarlo a prosperar.