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Momento 3 – Toma de decisiones

Nombre del estudiante: Pablo Emilio Mora Cruz


Código: 3180940 CEAD/CCAV/UDR: ECEDU - JAG
Programa académico: Licenciatura en Matemáticas
Nombre del tutor(a): Antonio María Dávila.
Fecha de presentación del trabajo: Noviembre 11 de 2022.

Ensayo

Dilema ético #2

En un dilema ético no siempre es fácil separar la razón de la emoción, la opinión o


percepción personal de la realidad de los acontecimientos. Debe ser enfrentado y
resuelto con la mayor objetividad. Si luego de un análisis se concluye que las personas
tuvieron momentos de duda antes de cualquier decisión, seguramente existe un
dilema ético. Esto ocurre cuando teniendo claro e interiorizados los valores, podrían
perder su solidez por la intensidad de la experiencia vivida, más aún cuando las
emociones están comprometidas. Este tipo de dilemas requieren de una reflexión más
profunda sobre las alternativas de las que disponemos, así como la importancia de los
valores morales con los que nos regimos. A menudo nos tocará priorizar uno u otro
valor, entrando ambos en conflicto de cara a tomar una decisión. Asimismo,
permitirnos ver que las cosas no son blancas o negras, así como entender a personas
que toman decisiones distintas a la nuestra. La persona, a base de sus fundamentos
éticos, toma la decisión para enfrentar o resolver el dilema ético, frente a lo cual asume
sus responsabilidades, haciendo uso de su libertad. El soborno es uno de los
problemas éticos más comunes que se encuentran a diario en cualquier organización
privada o pública y en el cual puede caer cualquier persona sin importar el sexo, su
clase social y nivel educativo, donde se rompen las reglas personales de ética, al
entregar generalmente dinero a cambio de algún favor personal que hace incumplir
las normas establecidas para todos y más sabiendo que está realizando una acción
incorrecta e irresponsable tanto de la persona que propone, como la que acepta.
Los principales motivos de los sobornos es entregar dinero a cambio de favores
personales, como el de mantener un contrato para seguir obteniendo beneficios
económicos, agilizar algún trámite, etc., pero por ética y por normas esto no debería
pasar. Y el que acepta el soborno, se estaría beneficiando económicamente
fácilmente sin trabajar. Pero yendo al fondo del asunto, tanto el que oferta, como el
que recibe, de alguna forma se convierte en un ladrón de cuello blanco. El cohecho o
soborno es un delito que se traduce en una infracción contra la gestión administrativa,
si el rector aceptara estaría en contra de su misión y actuaría en provecho propio y se
convertiría también en un corrupto por ser un funcionario público. Los particulares son
responsables por infringir la Constitución, las leyes y los servidores públicos, además
por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones (Constitución política de
Colombia, Art. 6). Y según el Ministerio de Educación Nacional, que promueve los
principios éticos de la honestidad, justicia y responsabilidad, se debe ser coherente
entre lo que se piensa, se dice y se hace en la búsqueda del bien común. Cuidar y
respetar lo que no nos pertenece. Somos honestos cuando somos coherentes entre
lo que decimos y el ejemplo que damos. Dar a cada uno lo que le corresponde o
pertenece de acuerdo con la ley. Somos justos cuando prestamos los servicios según
lo dispuesto en la Constitución, las leyes y demás normas, basados en hechos y
argumentos verificables, y sin favoritismos ni discriminaciones y gestionamos el
trabajo de nuestros equipos considerando los perfiles y necesidades institucionales y
somos responsables si tenemos la capacidad de desarrollar con competitividad,
pertinencia y diligencia las funciones, y para asumir las consecuencias de los propios
actos u omisiones, implementando acciones para corregirlos y cuando cumplimos a
cabalidad nuestras tareas y obligaciones y asumimos las consecuencias de nuestros
actos u omisiones y tomamos las medidas correctivas en búsqueda de la mejora
continua (Código de ética y buen gobierno, MEN. Art. 6, 2011).

Por otro lado, el rector, podría perder su trabajo y si podría afectar a los otros
ofertantes del servicio de cafetería, dañar la imagen de la institución y afectar la
calidad del servicio a la comunidad educativa, pues los costos de los sobornos afectan
a los usuarios de los servicios. Al devolver el paquete de dinero demostró que no está
de acuerdo con el soborno, pero deberá tomar alguna medida contra las personas o
proveedores del servicio de cafetería, cómo por ejemplo denunciarlos para dejar un
precedente y sacarlo de la lista de ofertantes del servicio de cafetería. Además, según
el Ministerio de Educación Nacional, se debe evitar, dar, ofrecer o aceptar, en forma
directa o indirecta, regalos, favores, donaciones, invitaciones, viajes o pagos en
desarrollo de los servicios y funciones que les compete que puedan influir en sus
decisiones para facilitar contratos, nombramientos u operaciones en beneficio propio
o de terceros (Código de ética y buen gobierno, MEN. Art. 21, 2011). Aceptar, para sí
o para terceros, donaciones en dinero o especie por parte de proveedores, contratistas
o cualquier persona relacionada o no con la administración, o de personas o entidades
con las que el Ministerio sostenga relaciones en razón de su actividad, que conlleve a
generar cualquier clase de compromiso no autorizado (Código de ética y buen
gobierno, MEN. Art. 23, 2011).

En una situación en la que se ven obligados a elegir entre dos alternativas que
conllevan a consecuencias no favorables. En estos casos, no resulta nada fácil
comprender lo que es correcto hacer o qué decisión adoptar. Entonces se tienen en
cuenta creencias de moral, cultural, intelectual e inclusive religiosas en un dilema
ético. Una creencia moral o religiosa, es una situación en las personas está dividida
entre el bien y el mal y que conlleva un conflicto de sí mismos de sus valores y
principios, ya que la elección puede hacerlos sentir abrumados, culpables o
cuestionarse sobre sus valores y obliga a las personas a decidir con qué opción puede
vivir, pero cualquier resultado es desagradable, sin importar que decisión se tomó.
Según el MEN los valores éticos son formas de ser y de actuar de las personas que
son altamente deseables como atributos o cualidades propias y de los demás, por
cuanto posibilitan la construcción de una convivencia gratificante en el marco de la
dignidad humana. Los valores éticos se refieren a formas de ser o de actuar para llevar
a la práctica los principios éticos (Código de ética y buen gobierno, MEN., 2011).

Como personas somos seres sociales, y según la constitución política de Colombia,


es un deber y un derecho vivir en comunidad, lo que implica reconocer, respetar,
aceptar y cumplir un conjunto de normas, que se establecieron en esta carta magna,
para regular y mantener una buena convivencia entre todos los colombianos, y de
nuestra participación y compromiso lograr el bienestar y la justicia social. Pero para
ello es fundamental que haya una buena educación familiar, escolar e inclusive de
nuestro entorno social, con respecto a la ética, moral y política, para el buen actuar de
toda la sociedad. Según la constitución cómo ciudadanos debe primar el bien común,
entonces ante un dilema ético se debe tomar decisiones en favor del bienestar
colectivo y mantener el orden y propiciar conductas y comportamientos éticos,
transparentes y eficientes en todos los niveles de la institución o empresa que
trabajemos. Los particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir
la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por
omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones (Constitución política de
Colombia, Art. 6, 1991). Ningún servidor público entrará a ejercer su cargo sin prestar
juramento de cumplir y defender la Constitución y desempeñar los deberes que le
incumben (Constitución política de Colombia, Art. 122, 1991).
Referencias Bibliográficas.

Constitución Política de Colombia [Const.] (1991). Actualizada y concordada 2019.


http://www.secretariasenado.gov.co/index.php/constitucion-politica
Castro, S. (2019). La ciudadanía como ejercicio ético político.
https://repository.unad.edu.co/handle/10596/33733

https://www.mineducacion.gov.co/1780/articles-
265914_archivo_pdf_codigo_etica.pdf

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