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Jesús y los marginados

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El rostro del pobre y marginado es el rostro de Jesús», la voz de nuestra audiencia

(RV).- «En las ciudades es frecuente el abandono de ancianos y enfermos. ¿Podemos


ignorarlo? Nuestras ciudades deberían caracterizarse sobre todo por la solidaridad que no
consiste en únicamente ayudar al necesitado sino en ser responsables los unos de los otros, y
generar una cultura del Encuentro. ¿Me acompañas en mi petición?... para que los ancianos,
marginados y las personas solitarias encuentren incluso en las grandes ciudades oportunidades de
encuentro y solidaridad». Esta es la intención de oración propuesta por el Obispo de Roma para el
mes de junio, difundida por la iniciativa conocida como El Video del Papa, que lleva a cabo la
organización del Apostolado de la Oración.

En esta ocasión, el Santo Padre pide a todos los cristianos que oren por las personas ancianas, por
quienes están solos y marginados, especialmente por aquellos más desfavorecidos y olvidados de
nuestra sociedad. Esta iniciativa de oración, pretende fortalecer la conciencia social sobre la
necesidad de «salir al encuentro» de aquellos hermanos más desprotegidos y afectados por la
pobreza y el desprecio del sistema globalizado en el que vivimos.

En este programa de interactividad de Radio Vaticana «Tu Comentario Ayuda, tu Opinión


Cuenta», invitamos a nuestros oyentes a compartir qué piensan y sienten sobre esta situación de
marginación social, reflejada de manera explícita en el Video del Papa y que afecta a muchísimas
personas que sufren en carne propia, el desprecio y la indiferencia de esta sociedad. Escuchemos:

«El mensaje del Santo Padre nos tiene que servir para aprender a valorar a nuestros ancianos. No
darles sólo bienes materiales sino aquello que más necesitan y extrañan: el cariño y la atención.
Por parte de los jóvenes es importante el respeto a las personas ancianas, y valorar todo el legado
que nos dejan y quererlos mucho por ello», dice nuestra oyente Pilar Paz de Tucumán, Argentina.

Alfredo, de Buenos Aires, comenta: «Soy testigo de que el poder de la oración sirve así que les
pido que sigamos rezando por todas las personas que tienen problemas, que sufren la soledad, la
enfermedad y el abandono. Bendiciones para toda la audiencia».

«Me preocupan mucho las personas ancianas y también aquellas que viven solas porque no tienen
quién les cuide. Realmente la soledad es una tristeza muy grande y creo que es un mal actual de
nuestra sociedad», explica una oyente de la Parroquia Virgen de la Esperanza de Santa Cruz, en
Bolivia .

1. JESUS, Y SU RELACION CON LOS MARGINADOS “Según las narraciones evangélicas, es sabido
que Jesús se rodeó y favoreció durante su vida a pecadores, publicanos, enfermos leprosos,
pobres, samaritanos, paganos y mujeres. … si estas personas fueron favorecidas por Jesús – y de
esta forma se declara el amor de Dios hacia ellas – entonces todos los hombres tienen la dignidad
de hijos de Dios y todos los hombres son de verdad hermanos” (1), pero es necesario tener en
cuenta que la opción de Jesús por los pobres es una opción preferencial, no excluyente. Jesús, en
su vida, se ubica entre los marginados y, desde allí, anuncia a todos la buena noticia de que “Dios
es amor” y convertirse a ese amor que nos es dado gratuitamente, sin mérito nuestro, es una
invitación dirigida a todos sin excepción, a convertirse a las preferencias de Dios. De allí, que la
universalidad del amor de Dios se expresa justamente en su preferencia por los pobres, para que
nadie quede excluido de ese amor. Y, la entrada de Dios entre los pobres y de éstos en la vida de
Dios se convierte para Jesús en el camino de su fe, de su conciencia de Hijo, de su fidelidad al
Padre, de su vida espiritual.

Encontramos en los Evangelios, a un Jesús cercano y amigo de los recaudadores, prostitutas,


samaritanos (considerados como herejes), leprosos (expulsados por la ley de la sociedad), viudas,
niños, ignorantes, paganos, enfermos en sábado. Rompe las convenciones sociales de su época.
No respeta la división de clases. Habla con todos, los que lloran, los que pasan hambre, los que no
tienen éxito, los insignificantes…

Se preocupa de los enfermos, se mezcla con los moralmente fracasados e inmorales públicos.
Recorre los lugares donde se encuentra la gente pobre, anunciándoles que Dios los quiere y los
contempla con infinita misericordia. Al acercarse Jesús a todas estas personas, demuestra que la
salvación ha llegado a los pobres, a los pecadores, a los que se encuentran al “borde del camino”,
a los expulsados de la sociedad por la ley, (publicanos, prostitutas, leprosos), a los pequeños,
(viudas, niños, ignorantes). Pero, la práctica de Jesús no sólo se limita a declarar su dignidad ante
Dios, sino a atacar de raíz las causas de su indignidad social, es decir, las condiciones materiales de
su existencia y la concepción religiosa de su tiempo: “Mira no digas nada a nadie, sino vete,
muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les
sirva de testimonio” (Mc 1,40-44), Jesús cura a un leproso y le pide que se presente al sacerdote
para que lo declare sano y vuelva a convivir con el pueblo. Forma parte de la misión recibir a los
marginados y reintegrarlos a la convivencia humana, integra a la sociedad a los que se tenían por
totalmente marginados. La intención de Jesús es clara: para él no existe marginación alguna ni
tolera en modo alguno la marginación. Por eso él actuó en consecuencia con este planteamiento

Videos

https://www.youtube.com/watch?v=gpY11uU-pcQ&t=25s

https://www.youtube.com/watch?v=ox6xlU9zfuI

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