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COMERCIALIZACIÓN DE GRANOS

PARTE I:
El comercio de granos

Capítulo 1
Argentina como productor y exportador de granos y sus
productos derivados

1.1 Importancia del sector agroindustrial para la economía


argentina

Diversos estudios han analizado la importancia que tiene el sector agroindustrial para la
economía argentina. En nuestro país, el sector agropecuario se ramifica en una serie de
actividades, con fuertes eslabonamientos hacia delante y hacia atrás, como
demandante de insumos, mano de obra, capital y tierra. El “Foro de la Cadena
Agroindustrial”, entidad conformada por 32 reconocidas cámaras empresarias y Bolsas
de nuestro país, en algunos de sus estudios ha definido a la “Cadena Agroindustrial
Argentina” como aquella constituida por 41 actividades productivas, de variada
naturaleza e interrelación.

Dichas actividades son: a) Cultivo de cereales, oleaginosas y forrajeras, b) Cultivo de


hortalizas, legumbres, flores y plantas ornamentales; c) Cultivo de frutas y nueces, d)
Cultivos industriales, e) Producción de semillas, f) Cría de ganado y producción de leche,
lana y pelos, g) Producción de granja, h) Servicios agropecuarios, i) Caza, j) Silvicultura
y extracción de madera, k) Pesca, l) Matanza de animales, conservación y
procesamiento de carnes, ll) Elaboración y conservación de pescado y productos de
pescado, m) Elaboración y conservación de frutas, legumbres y hortalizas, n) Aceites y
subproductos oleaginosos, ñ) Productos lácteos, o) Molienda de trigo y de otros
cereales, p) Alimentos balanceados, q) Productos de panadería, r) Azúcar, s) Cacao,
chocolate y productos de confitería, t) Pastas alimenticias, u) Otros productos
alimenticios, v) Bebidas alcohólicas, w) Producción vitivinícola, x) Cerveza y malta, y)
Gaseosas, agua mineral y otras bebidas no alcohólicas, z) Productos de tabaco, aa)
Fibras, hilados y tejeduría de productos textiles, ab) Acabado de productos textiles, ac)
Fabricación de productos textiles, ad) Tejidos de punto, ae) Prendas de vestir,
terminación y teñido de pieles, af) Curtido y terminación de cueros, ag) Marroquinería y
talabartería, ah) Calzado y sus partes, ai) Aserraderos, aj) Madera y sus productos, ak)
Celulosa y papel, al) Papel y cartón ondulado y envases de papel y cartón y all)
Productos de papel y cartón.

En varios trabajos realizados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y otras


instituciones ligadas al sector se ha estimado el aporte de estas actividades productivas:

3
a) Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), en el
2018 las cadenas agroalimentarias generaron 9,92% del Producto Bruto Interno (PBI)
de la República Argentina, 34% si se considera la participación sobre el PBI de bienes.
Para ese mismo año, la BCR afirmó que, sin computar comercio y servicios, el Valor
Agregado Bruto (VAB) del sector agropecuario y agroindustrial en Argentina es del 13%
a nivel productivo.
Sin embargo, debe considerarse que el VAB sólo computa las actividades directamente
relacionadas al aspecto productivo, dejando fuera un universo de actividades que
conforman las cadenas de valor agroindustriales, como las actividades relacionadas con
el transporte, la intermediación, la comercialización, la financiación, la logística, los
servicios anexos, etcétera, que no son incluidos en esta categorización.

b) Según FADA para 2018, las cadenas agroalimentarias generaron 3.710.876 de


puestos de trabajo. Si se considera el total de empleo privado, el 22% de los puestos de
trabajo privados nacionales se generan desde las cadenas agroalimentarias.
Del total, el sector primario es el mayor generador de empleo (38%). Un 25% lo genera
el eslabón comercial, siendo destacable que dentro de este se incluye la
comercialización de productos primarios y comercio minorista y mayorista de productos
ya elaborados. Le sigue con un 23% la industrialización de las diferentes producciones
primarias. El 14% restante es explicado por transporte y logística, servicios e insumos.
Dentro del eslabón primario, que genera 1.418.962 puestos de trabajo, se destacan las
economías regionales (32%), seguido en importancia por las cadenas cárnicas y
lechería (29%) y luego los cereales y oleaginosas (18%). Resulta importante también la
generación de empleo producida por la prestación de servicios estrictamente vinculados
a sector primario (contratistas, veterinarios, ingenieros agrónomos, entre otros), con el
20% del empleo primario.
En el mismo sentido, dentro del eslabón industrial, que genera 836.768 puestos de
trabajo, el sector cárnico y lechero es el mayor generador de empleo (35%), seguido por
los cereales y oleaginosas (32%), por las economías regionales (20%) y, por último, el
sector forestal (14%).

Es importante destacar que la agroindustria argentina involucra a una gran cantidad de


pequeñas y medianas empresas de capital nacional, productores agropecuarios y a
familias de muy bajos ingresos. Las regiones del interior más pobres del país basan su
progreso en el agro. El sector con mayor potencial para contribuir al objetivo de tener
un país realmente federal con una mejor distribución regional del ingreso, es
precisamente el agroindustrial. Además es la cadena que puede colaborar más
efectivamente para reducir la migración rural-urbana en Argentina y los problemas de
los conurbanos pobres y asentamientos irregulares de las grandes ciudades de nuestro
país.

c) Se estima que un 10,6% de la recaudación tributaria nacional (AFIP) para 2018


proviene de las cadenas agroalimentarias aportando en concepto de impuestos $
325.828 millones, según consigna FADA. Ello significa que 1 de cada 9 pesos

4
recaudados proviene de las cadenas agroalimentarias. Los mayores aportes son
realizados en concepto de IVA (29,7%), Derechos de Exportación (28,4%), Aportes y
Contribuciones a la Seguridad Social (19,4%), Impuesto a las Ganancias (16,1%), y en
menor medida Créditos y Débitos Bancarios (6,2%) y Ganancia Mínima Presunta
(0,1%).

d) Generó para el año 2018, el 60% de las exportaciones nacionales, computando


exportaciones de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario que
alcanzaron un total de US$ 36.755 millones. La suma del sector oleaginoso y el
cerealero representó en 2018 exportaciones por el US$ 24.825 millones, un 40% del
saldo exportado total.

En el 2018 el sector agropecuario y agroindustrial fue el único generador de relevancia


de divisas netas por operaciones cambiarias de exportación e importación. Según
información del Banco Central de la República Argentina: cerca de 28.800 millones de
dólares netos.

La cadena agroindustrial es un aportante neto de moneda extranjera por sus bajas


importaciones, de manera tal que ayuda a proveer divisas para el funcionamiento del
resto de la Industria Argentina, fuertemente demandante de insumos y bienes de capital
importados. Además permite que nuestro país pueda hacer frente a los pagos de la
deuda externa y a las necesidades de importaciones de insumos industriales.

e) Del valor agregado total que genera la Agroindustria Argentina se exporta


aproximadamente el 33%, en tanto se utiliza internamente para el consumo final e
intermedio el 67%.

Por otra parte, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) realizó en 2010 un
estudio formulando un mapa de las cadenas agroalimentarias de la República
Argentina1. En este trabajo se identificaron 31 cadenas agroalimentarias, las cuales
representan el 15% del PBI total de nuestro país y el 48% de las exportaciones
nacionales. El informe sostiene que las tres principales cadenas por su contribución al
valor agregado son: Soja, Carne Bovina y Leche. Estas aportan aproximadamente la
mitad del total del valor agregado agroalimentario.

Lo interesante de este estudio es que analiza el valor agregado que aporta cada
actividad en forma desagregada. Las actividades analizadas fueron: producción
primaria, industrialización, servicios agrícolas, producción de semillas y fertilizantes,
empaque, carga, comercialización, etc. El mayor aporte de valor agregado está a cargo
de la producción primaria con el 58% del total. En segundo lugar, se ubica la actividad

1 COMISION ECONOMICA PARA AMERICA LATINA. CEPAL, “Cambios estructurales en las actividades
agropecuarias”. Noviembre de 2010. Buenos Aires. Trabajo sobre “Mapa de cadenas agroalimentarias de Argentina”
Agustín Lódola, Rafael Brigo y Fernando Morra.

5
industrial con el 27,2% del valor agregado total. En tanto que los insumos y servicios
para la producción primaria (semillas, fertilizantes, servicios agrícolas) aportan el 8,2%.
El resto lo componen la carga 4,3% y el empaque 1,9%.

En consecuencia, la actividad primaria más las actividades “previas” o necesarias para


lograr dicha producción, aportan aproximadamente el 66% del valor agregado total de
estas 31 cadenas.

El estudio de la CEPAL analiza otro aspecto importante para el federalismo económico


en Argentina, al evaluar la importancia de las cadenas agroalimentarias en el producto
bruto geográfico de cada provincia. Las estimaciones realizadas muestran a la provincia
de Entre Ríos como la más agroalimentaria de la Argentina, ya que el 45% del valor
agregado total provincial es aportado por las cadenas agroalimentarias estudiadas. Le
siguen luego, las provincias de La Pampa, Santa Fe, Córdoba y Corrientes, con el 38%,
31%, 28% y 26%, respectivamente. La Provincia de Buenos Aires presenta un 11% y
las de menor participación agroalimentaria son las de Catamarca, Santa Cruz, Neuquén,
Tierra del Fuego, Chubut y, obviamente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El sector agropecuario y agroindustrial tiene un gran potencial de crecimiento y una alta


respuesta a los incentivos económicos. Invierte y crece cuando hay un contexto
económico e institucional favorable. El mercado interno para los agroalimentos
argentinos es importante, pero a partir del año 2001 se observa el crecimiento de un
mercado mundial sumamente dinámico y de gran tamaño, que puede absorber el
aumento sostenido de la producción agropecuaria y agroindustrial de nuestro país.
Nuestras producciones pueden competir eficientemente frente al resto de las
producciones del mundo. En la actualidad, Argentina presenta el siguiente
posicionamiento a nivel internacional2:

 Es uno de los principales abastecedores de alimentos para el mundo.


 Nuestro país está ubicado entre los tres principales proveedores de
cereales y oleaginosas.
 Es el primer exportador mundial de harina y aceite de soja.
 Es el segundo exportador mundial de sorgo.
 Es el tercer exportador mundial de aceites y harina de girasol.
 Argentina es tercer exportador mundial de poroto de soja.
 Argentina es el tercer exportador mundial de maíz (por debajo de Estados
Unidos y Brasil).
 Es el sexto exportador mundial de trigo y sus derivados.
 Es el quinto mayor productor de biodiesel y principal exportador neto a
nivel mundial.
 Argentina es el 5º productor mundial de leche en polvo entera, el 6º de
quesos, 9° en producción de leche cruda y 12º de leche en polvo
descremada.

2
Datos estimados para granos, oleaginosas y subproductos para la campaña 2015/2016, según Departamento de
Agricultura de Estados Unidos (USDA).

6
 Argentina es el sexto productor mundial de carne vacuna.
 En el año 2019, Argentina ocupó el quinto lugar en el ranking de
exportaciones de carnes vacunas por países.
 Argentina es el octavo (8º) productor mundial de alimentos según la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación).
 Es el séptimo exportador de alimentos según la Organización Mundial de
Comercio (OMC). La mayor parte de estos alimentos se cultivan,
producen o industrializan en el ámbito geográfico de la Región Centro,
integrada por las provincias de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.

7
1.2 La importancia de Argentina en el contexto internacional

Se estima que la producción mundial de granos3 y oleaginosas fue de cerca de 3.200


millones de toneladas en la campaña 2018/194. En dicha campaña, según datos del
USDA, Argentina se estima que obtuvo una producción de 140,5 millones de toneladas,
en virtud de lo cual, la cosecha argentina de granos y oleaginosas habría representado
alrededor del 4,4% de la producción mundial de granos cereales y oleaginosas.

En el siguiente gráfico puede observarse la participación argentina en la producción


mundial de los principales productos agrícolas y sus complejos oleaginosos, figurando,
en cada barra, el tonelaje de cosecha mundial que corresponde a cada grano y
subproducto.

Gráfico 1 - 1 Participación de Argentina en la producción mundial de principales


granos y subproductos. Campaña 2018/19.

Fuente: Elaboración propia en base a datos de USDA-PSD. Diciembre 2019.

Si bien la participación de Argentina puede parecer poco representativa desde el punto


de vista productivo, resulta fundamental su excedente exportable dentro del comercio
internacional.

Para la campaña 2018/19, se estima que el comercio internacional de los principales


granos y productos de los distintos complejos oleaginosos5 apenas superó los 600
millones de toneladas, de las cuales cerca de 91 millones tuvieron origen en Argentina.
El 15,2% de contribución al comercio internacional de estos productos es lo que presta

3
Engloba: Trigo, arroz, maíz, sorgo, cebada, avena, centeno y granos mixtos.
4
Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), diciembre 2019.
5
Trigo, maíz, sorgo, soja, harina de soja, aceite de soja, girasol, aceite y harina de girasol.

8
relevancia a la producción argentina de los distintos cultivos extensivos (en el gráfico 1
- 2 puede apreciarse esta participación).

Gráfico 1 – 2 Participación de Argentina en el comercio mundial de los principales


granos y subproductos. Campaña 2018/19.

Argentina Resto del Mundo


100%

90%

80%
5,80
70% 38,67

60% 139,05
3,14 7,10
162,22 140,12 2,85 10,20
50%

40%

30%

20%

10%
32,88 12,68 0,30 9,10 5,26 28,83 0,15 0,83 0,90
0%
Maíz Trigo Sorgo Soja Aceite de Harina de Girasol Aceite de Harina de
(171,93Mt) (174,90Mt) (3,44Mt) (149,22Mt) soja soja (2,99Mt) girasol girasol
(11,06Mt) (67,50Mt) (11,02Mt) (7,99Mt)

Fuente: Elaboración propia en base a datos de USDA-PSD. Diciembre 2019.

De acuerdo con las cifras promedio de los últimos cinco ciclos comerciales
(considerando las proyecciones para la campaña 2019/206), Argentina ostenta un perfil
netamente industrial exportador en complejos oleaginosos. Ocupa el primer lugar en el
ranking de exportadores de aceite de soja, con una participación en el comercio del
46,1%, seguido por Brasil y Estados Unidos. Las mismas ubicaciones y similares cuotas
de mercado (44,3% para Argentina) se encuentran en el comercio internacional de
harina de soja. En cuanto a las exportaciones de grano de soja, Argentina tiene una
contribución del 5%, ubicándose en un tercer puesto detrás de Brasil y EE.UU. Respecto
del complejo girasol, nuestro país a lo largo de estos últimos años ha retrocedido de
su posición de relevancia en el comercio internacional cediendo paso a Ucrania y Rusia.
No obstante, todavía sigue siendo un proveedor mundial de importancia desde el
momento que sus embarques de aceite de girasol representan más del 11% en el
comercio mundial, ocupando en la campaña 2018/2019 el tercer puesto detrás de Rusia.
En el promedio de los últimos cinco años Argentina viene perdiendo participación
relativa en el comercio de este aceite (18% promedio años 2008-2011 vs. 8% promedio
años 2011-2019). Algo similar pasa en pellets de girasol, ya que contribuyó con el 8%
de sus transacciones internacionales, en un tercer lugar luego de Ucrania y Rusia.

6
WASDE N°599, Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), abril 2020.

9
En el caso de los cereales, se dan situaciones en las que algunos países productores
exportadores -entre ellos Argentina- han empezado a desplazar jugadores tradicionales.
En trigo, como promedio de los últimos cinco años, nuestro país mejoró su ubicación
respecto a la primera mitad de la última década al ubicarse en el 7° lugar en el ranking
de proveedores mundiales de este cereal, detrás de Rusia, la Unión Europea (28),
EE.UU., Canadá, Ucrania y Australia. Rusia, Kazajistán y Ucrania, quienes conforman
la llamada región del Mar Negro, vienen aumentando sus volúmenes de producción y,
por ende, de saldos exportables en forma sostenida en los últimos años. Tomando el
conjunto de los granos gruesos7, Argentina ocupa el 3° lugar en exportaciones con una
participación del 17,7% para la campaña 2018/2019, detrás de EE.UU. y Brasil, y
seguido de cerca por Ucrania. En la campaña 2018/19 nuestro país se posicionó en el
segundo puesto como proveedor internacional de sorgo, con una participación del
5,88%, superado por las exportaciones estadounidenses de este producto. Respecto
del maíz, Argentina es el tercer proveedor mundial representando el 17,4% del total
exportado en el promedio de las últimas cinco campañas. Para este producto, el podio
se repite con EE.UU. y Brasil en primer y segundo lugar. El otro grano grueso de
importancia es la cebada, donde Argentina ostenta el 5º lugar si se hace un promedio
de volúmenes de las últimas cinco campañas, con una participación de más del 10% en
las exportaciones mundiales.

1.3 Características de la producción


1.3.1 Principales zonas productivas

Según estimaciones del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación


(MAGyP), la producción total de granos de la República Argentina ascendió a más de
142 millones de toneladas en el ciclo 2018/19 (incluyendo poroto y determinados cultivos
industriales).

Las tierras utilizadas por la agricultura en la Argentina ocupan un territorio aproximado


de 38 millones de hectáreas. La zona núcleo de la Región Pampeana, que abarca 10,2
millones de hectáreas8 en el sur de Santa Fe, el sur y este de Córdoba y el norte de
Buenos Aires, se ha constituido históricamente en el centro de dicha producción,
especialmente en lo referido a la soja (figura 1.1). Cuando se tiene en cuenta el total de
los cultivos relevados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), la
zona núcleo aporta cerca del 30% de la producción total nacional.

7 Clasificación USDA “Coarse Grains”: Maíz, sorgo, cebada, avena, centeno, mijo y granos mixtos.
8
Fuente GEA - Guía Estratégica para el Agro, BCR. Según relevamiento del área sembrada de soja, maíz y trigo con
imágenes satelitales en la región núcleo.

10
Figura 1 - 1 Dispersión geográfica de los cultivos en función de la producción promedio
de las campañas 2015/16, 2016/17, 2017/18 y 2018/19.

Siguiendo las estimaciones del MAGyP, de la cifra de producción global para la


campaña 2018/19, 19,6 millones de toneladas correspondieron a trigo que, en gran
medida se cultiva en el sur de la provincia de Buenos Aires, especialmente en los
distritos de Tres Arroyos y Tandil.

Al maíz le correspondió una producción de 56,8 millones de toneladas. Este cultivo tiene
su base preponderante en el norte de la provincia de Buenos Aires, sur de la provincia
de Santa Fe y sur y oeste de la provincia de Córdoba.

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La producción de girasol se concentra, primordialmente, en el norte y sur de la provincia
de Buenos Aires, en La Pampa, en el norte de Santa Fe y en el Chaco, y en el ciclo
2018/19 ascendió a 3,8 millones de toneladas.

Desde los comienzos de este siglo, la soja ha logrado un desarrollo espectacular,


pasando a convertirse en el principal cultivo tradicional de la Argentina. Su producción,
que en la campaña 1983/84 había llegado a 7 millones t, fue estimada en 35 millones t
en el 2002/03, lo que convirtió a nuestro país en el tercer productor mundial. Luego de
la peor sequía de los últimos 50 años, la producción de la campaña 2017/18 cayó hasta
los 37,8 millones de toneladas, una pérdida de 20 millones respecto a las estimaciones
iniciales. En el siguiente ciclo (2018/19), la producción llegó a 55,3 millones de
toneladas.

1.3.1.1 La importancia de la Zona Núcleo

Para el ciclo 2018/19, la siembra de soja habría abarcado algo más de 17 millones de
las 38,98 millones de hectáreas que se cubren con todo tipo de cultivos (considerando
doble cultivo). Aproximadamente, el 29% del área sembrada y 35% de la producción se
localizó en la Zona Núcleo y el porcentaje se eleva hasta un 85 en el radio extendido de
influencia de la zona.

Siguiendo los datos de la Guía Estratégica para el Agro (GEA-BCR), la Zona Núcleo
concentró el 20% del área sembrada con maíz en la mencionada campaña 2018/19,
obteniendo el 30% del total de la cosecha nacional. Por su parte, para el caso del trigo,
23% del área y 25% de la producción correspondieron a la participación de la Zona
Núcleo.

12
Figura 1 - 2 Zona Núcleo, área sembrada y producción de soja, maíz y trigo para la
campaña 2018/19.

Fuente: GEA - Guía Estratégica para el Agro, BCR.

El 80% de la capacidad de industrialización de las semillas oleaginosas del país se


localiza en el Gran Rosario. Córdoba agrega un poco más de un 9% a la capacidad de
procesamiento y Buenos Aires, alrededor de un 8,6%.

Considerando las instalaciones de procesamiento activas, la Argentina tiene la


capacidad de procesar 206.091 t/día, lo que implica un total de 68 millones t de
oleaginosas por año.

La mayor parte de los productos derivados de la industrialización de la soja –aceite,


harina, torta, pellets y expeller de harina-, como de otras semillas oleaginosas, es
exportada a terceros países, por lo que el rubro oleaginoso (soja, girasol y los derivados
de ambos) constituye uno de los principales componentes de la balanza comercial
argentina. La exportación de granos de soja y sus derivados (harina, pellets y aceites)
para el año 2019 alcanzó los 16.943 millones de dólares. Sumando el complejo girasol,
maní y olivícola, el complejo oleaginoso exportó en total 18.867 millones de dólares. Si
tomamos la participación relativa de las exportaciones del complejo sobre las
exportaciones totales estas representan más un 29%.

Casi el 80% de las exportaciones argentinas de granos, harinas proteicas y aceites


oleaginosos de 2018 se realizó a través de las terminales portuarias o unidades de
despacho ubicados en la zona núcleo, en el nodo portuario del Gran Rosario, entre la
localidad santafesina de Timbúes, al norte de Rosario, y la ciudad también santafesina
de Arroyo Seco, al sur de Rosario. En una franja ribereña de 70 kilómetros sobre el Río

13
Paraná se han establecido unas 20 terminales portuarias privadas que se caracterizan
por su gran eficiencia.

1.3.2 Características del productor agrícola argentino

En el año 2009, la Universidad Austral realizó un estudio sobre el productor


agropecuario argentino, cuyo objetivo central fue analizar la naturaleza de los procesos
de toma de decisiones tanto a la hora de decidir la adquisición de insumos y
equipamiento como la venta de su producción. El mismo se centraba en productores de
las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. En el año 2018 se publicó la tercera
edición de este estudio.

Los resultados de este trabajo muestran que los establecimientos agropecuarios de la


zona núcleo del país están mayoritariamente en manos de productores jóvenes y
altamente capacitados.

La edad promedio del productor argentino ronda los 46 años y su grado de educación
es elevado. Más del noventa por ciento de los productores tiene educación secundaria
y más de un sesenta por ciento tiene estudios universitarios completos. Además, un
doce por ciento de los graduados universitarios tiene estudios de postgrado.

El productor argentino es conocido por su predisposición al uso de nuevas tecnologías,


no solo para la mejora de rendimientos sino también para el cuidado del medio
ambiente. Es así que la siembra directa se ha convertido en el método de labranza más
utilizado en los últimos años y ha comenzado a utilizarse adicionalmente la agricultura
de precisión.

En cuanto a la expansión en el uso de tierras, el estudio mencionado indica que un


sesenta y un por ciento de los productores arriendan tierras. De éstos, casi el setenta
por ciento (42,4% del total) arrienda al menos la mitad de las tierras que gerencia. Entre
los productores más grandes, todos arriendan tierras y un 66,7% arrienda más de la
mitad de la superficie de su explotación.

En cuento a la forma de comercializar su producción, los productores tienden a utilizar


más de un canal de comercialización y estos canales varían según el tamaño de los
establecimientos. Así, los productores ‘medianos’ tienden a utilizar más los canales de
acopiadores, consignatarios y cooperativas respectivamente. Los grandes productores
comercializan más frecuentemente a través de corredores o directamente a los
exportadores.

14
1.4 Infraestructura para la comercialización de granos.
Condicionantes

Existen algunos condicionantes de infraestructura en nuestro país que determinan los


modos y usos en la comercialización de granos, a saber:

a) La capacidad de almacenaje de granos, distinguiendo entre almacenaje en manos


de los productores y comercial (administrados por los otros integrantes de la cadena)
b) Los medios de transporte interno, distinguiendo entre el transporte vial, el ferroviario
y el fluvial;
c) La capacidad de procesamiento en fábricas aceiteras, en molinos harineros y en
otros establecimientos industriales;
d) La capacidad de despacho de las instalaciones portuarias;
e) La profundidad efectiva de las vías navegables;
f) La posibilidad de provisión de materia prima para la industria aceitera,
especialmente a través del transporte fluvial.

1.4.1 Infraestructura de almacenaje

Por almacenaje comercial se entiende a todos los depósitos de almacenaje cuya


propiedad es de acopiadores, cooperativas, acondicionadores e industriales, quedando
excluido el almacenaje en manos de los productores. Teniendo en cuenta los datos de
MAGyP, cuya última actualización corresponde a mayo de 2016, la capacidad total de
almacenamiento perteneciente al sector comercial alcanza las 61,3 millones de
toneladas. En cuanto al almacenaje de carácter fijo en manos de los productores, las
estimaciones de la Dirección de Estimaciones Agrícolas y Delegaciones muestran una
capacidad de 13 millones de toneladas para ese mismo año.

Por lo tanto, la capacidad de almacenaje fija de ambos sectores, comercial y la de los


productores, ascendió a 74 millones de toneladas en 2016. Sin embargo, habría que
sumar a este tonelaje la capacidad de almacenaje transitoria, que es el volumen de
mercadería que se guarda en silos bolsa. Se calculaba, a través de las ventas de bolsas,
que el almacenaje en seco de granos para la campaña 2015/16 habría ascendido a 60
millones de toneladas. Sin embargo, al considerar la producción total estimada por
MAGyP de 115,6 millones de toneladas (considerando soja, maíz, trigo, sorgo y girasol),
40 millones de toneladas habrían sido almacenadas en silos bolsa.

Según la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR (DIyEE-BCR),


alrededor de 75 millones de toneladas de granos serán almacenados en silos bolsa
durante la campaña 2019/20: 60 millones que se destinarán al circuito comercial y otros
15 millones que corresponderán a reservas para forraje.

Por lo tanto, la capacidad total de almacenamiento sería de por lo menos de 134 millones
de toneladas, si nos basamos en la producción estimada para la campaña 2019/2020.
En la Tabla 1 – 1 se presentan los datos del MAGyP, correspondientes a un relevamiento
de mayo de 2016.

15
Tabla 1 – 1 Capacidad de almacenaje de granos por provincia. Año 2016.

Fuente: Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. A mayo 2016.

Hasta antes de la irrupción de los silos bolsa en el almacenaje de granos, la relación


capacidad de acopio / producción era un indicador importante para calibrar la
adecuación de la infraestructura en almacenaje a los niveles de cosecha que se iban
obteniendo. Argentina ha exhibido serias deficiencias en ese sentido, no pudiendo
responder con inversiones en almacenaje a las producciones obtenidas, al menos en
depósitos fijos y, particularmente, en los que se ubican en campaña y en manos de los
productores.

Como se nombró anteriormente, en los últimos años el almacenamiento provisorio,


identificado por el “silobolsa”, pasó a ser una alternativa rápida y de bajo costo para
responder a los sucesivos incrementos productivos y ayudar a cubrir las deficiencias
antes comentadas.

Para el año 2019, desde la BCR se estimó la capacidad de almacenaje fija de


productores en 16 millones de toneladas, dejando una capacidad fija total de poco más
de 77 millones de toneladas. Considerando esta capacidad de almacenaje fija y la
producción de 142 millones de toneladas obtenida en la campaña 2018/19, el ratio
mencionado llega a 0,54. Es decir, las instalaciones fijas permiten almacenar el 54% de
la producción total.

1.4.2 Infraestructura para la movilización de mercadería9

Los tres principales modos de transporte de granos en Argentina son, en orden de


importancia, el vial (por camión), ferroviario (vagón) e hidroviario (barcaza), con una
singularidad: el primero de ellos representó, en promedio, más del 92% del total en los
últimos cinco años.

Para el año 2019 específicamente, se estima que, de una producción total de granos de
142 millones de toneladas, se habrían destinado a exportación entre granos y productos
industrializados unos 105 millones de toneladas, de las cuales el 61% se despachó
como grano tal cual, y el resto bajo la forma de pellets, harinas, aceite, glicerina, lecitina,
afrechillo y otros subproductos obtenidos de la industrialización de cereales y
oleaginosos.

Mientras tanto, 37 millones de toneladas tuvieron como destino final el consumo interno
sea consumo en chacra (como alimento forrajero, reserva para semilla, residual, etc.) o
absorción de subproductos industrializados.

9
Fuente: DIYEE-BCR, ““Infraestructura de Transporte para la Exportación de Cereales y Oleaginosas en Argentina”

16
De la producción total, se estima que cerca del 93% se movilizó por camión, algo menos
del 7% por ferrocarril y un 0,6% por barcaza.

Figura 1 – 3 Destino de la producción de granos 2019

Al año 2020, la red nacional de caminos comprende poco más de 40 mil kilómetros. De
este total, cerca del 91% de los caminos están pavimentados, el 7% mejorados y el 2%
de tierra. En cuanto a la red provincial, la misma asciende a cerca de 204 mil km. De
esa red, apenas un 23% está pavimentada, un 22% tiene un mejorado y cerca del 55%
es de tierra. Por lo tanto, sólo se encuentra pavimentado el 34% del conjunto de la red
nacional y provincial, mientras que el 20% tiene un mejorado y el 46% se compone de
caminos de tierra. 10

Si se compara con los otros dos grandes países americanos productores y exportadores
de grano, Estados Unidos y Brasil, se comprueba que nuestra Nación es la que más
utiliza el medio de transporte camionero para el traslado de su producción de granos.
En las otras dos naciones la participación de este modo de flete ronda el 60%, en tanto
que como se ha mencionado en Argentina nunca baja del 90%. En Estados Unidos y
Brasil se apuesta más fuertemente por el ferrocarril para el traslado de este tipo de
productos con participaciones del 25% y 35%, respectivamente, en tanto que el flete
hidroviario tiene una participación más alta que asciende al 14% en Estados Unidos y al
4% en Brasil.

Figura 1 – 4 Participación modal del transporte de granos en Estados Unidos, Brasil y


Argentina.

10
Fuente: Asociación Argentina de Carreteras

17
Fuente: DIYEE-BCR, “Infraestructura de Transporte para la Exportación de Cereales y Oleaginosas en Argentina”

Habida cuenta que el transporte por camión es significativamente más caro valuado en
dólares por tonelada por kilómetro recorrido, ello impacta aumentando el peso del flete
en los costos de comercialización de la producción de granos en Argentina.

Una de las razones que explica la alta participación que históricamente ha tenido el
modo de transporte vial en Argentina es la distancia relativamente más corta que recorre
la producción primaria, habida cuenta que cerca de la mitad de la cosecha de granos
tiene lugar 300 kilómetros a la redonda del principal nodo portuario del país, en el área
metropolitana del Gran Rosario.

1.4.2.1 El ferrocarril en el transporte de granos

El ferrocarril es el medio que debe jugar un papel estratégico fundamental en la


comercialización de granos habida cuenta que el transporte es el componente más
importante del gasto comercial que debe enfrentar un productor. Desde que a fines de
1991 comenzó el proceso de desregulación económica y privatización de distintos
servicios, se fueron produciendo notorias mejoras y, por ende, un crecimiento sostenido
en la carga transportada, considerando que en aquel entonces las líneas ferroviarias
que pertenecían al Estado despachaban entre 7 y 8 millones de toneladas de carga.
Con la concesión del servicio de carga de las distintas líneas de ferrocarril, el volumen
transportado creció hasta llegar a casi 25 millones de toneladas en el 2007. A partir de
allí este volumen comenzó a mermar hasta alcanzar un mínimo de 18,5 millones de
toneladas en el año 2015. Luego, la carga transportada se mantuvo oscilando entre los
18,5 y 19 millones de toneladas hasta el año 2019, cuando se registró un notable
crecimiento.

Según datos de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), las cargas


transportadas por los distintos concesionarios del ferrocarril de carga llegaron en el año
2019 a 22,15 millones de toneladas, lo cual constituye un crecimiento del 17,6% con
respecto al año previo. Dicha carga -para el año 2019- se distribuyó entre las cinco
líneas de carga de Argentina de la siguiente forma:

18
Línea de ferrocarril Carga transportada Var. anual
Ferroexpreso Pampeano S.A. (FEPSA) 4,36 M t +31,5%
Ferrosur Roca S.A. (FSR) 4,47 M t -5,9%
Trenes Argentinos Cargas y Logística
Línea Urquiza (ant. ALL Mesopotámica) 0,32 M t +31,6%
Línea San Martín11 (ant. ALL Central) 3,27 M t +50,3%
Línea Belgrano12 2,42 M t +16,5%
Nuevo Central Argentino S.A. (NCA) 7,31 M t +16,5%

¿Cuál ha sido la carga de granos transportada por el ferrocarril?

Durante el año 2019, los granos, subproductos y aceites transportados por los distintos
ferrocarriles alcanzaron un récord histórico de 14,1 millones de toneladas, esto es
aproximadamente un 30% más que en 2018, año en que la producción se vio afectada
por la fuerte sequía, y un 8,3% más que en 2007, el mayor registro previo. El transporte
de productos agrícolas representa el 64% de todo lo transportado por ferrocarril. Las
líneas que transportaron mayor cantidad de granos y subproductos fueron NCA
(6.564.141 t), FEPSA (4.172.265 t) y San Martín (1.874.528 t). Sin embargo, si
consideramos la representatividad de los productos agrícolas en el total de cargas de
cada empresa la situación cambia, siendo FEPSA quien transportó casi el 96% de su
carga con productos de este tipo, NCA el 90%, San Martín el 57%, Belgrano el 56%,
Urquiza el 17% y FSR el 2,7%.

En el Gráfico 1 – 3 puede verse la distribución por tipo de carga, en toneladas, para


cada línea ferroviaria en el año 2019.

11
Ex America Latina Logística, actualmente operada por BELGRANO CARGAS Y LOGISTICA SOCIEDAD ANONIMA
en el marco del Resolución MIyT 469/2013
12 Ex Belgrano Cargas, actualmente BELGRANO CARGAS Y LOGISTICA SOCIEDAD ANONIMA en el marco del
Decreto Nº 566/2013. Nota: Belgrano Cargas y Logística integra el grupo Trenes Argentinos bajo la denominación
TRENES ARGENTINOS CARGAS Y LOGÍSTICA.

19
Gráfico 1 – 3 Carga de productos por línea ferroviaria en 2019.

Granos, oleaginosas, aceites y


subproductos
Belgrano
Minerales y materiales de
construcción
Fertilizantes, químicos,
Urquiza petroquímicos y combustibles
Manufacturas

Forestales
San Martín
Otros

FSR

NCA

FEPSA

0 1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000 7.000

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).

Enfocándonos en los productos agrícolas, vemos en el Gráfico 1 – 4 la evolución de este


tipo de carga para cada línea desde el año 2004 a 2019.

20
Gráfico 1 – 4 Carga de productos agrícolas por línea ferroviaria, en miles de
toneladas.
FEPSA NCA FSR San Martín Urquiza Belgrano
7.000

6.000

5.000

4.000

3.000

2.000

1.000

0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).

Un dato interesante que se puede extraer de las distintas cifras estadísticas


proporcionadas por CNRT es el referido a la distancia en kilómetros que recorren los
productos granarios desde los acopios a los puertos. Veamos para los distintos
ferrocarriles y productos en el año 2019.

a) FEPSA: los aceites tuvieron un recorrido medio de 503,31 kilómetros. Los granos y
las oleaginosas tuvieron un recorrido medio de 413,4 kilómetros. Los subproductos
agrarios (pellets y harinas de oleaginosas) tuvieron un recorrido medio de 233,36
kilómetros.

b) Ferrosur: los granos y oleaginosas tuvieron un recorrido medio de 546,75 kilómetros.

c) NCA: los aceites tuvieron un recorrido medio de 262,451 kilómetros. Los


subproductos agrarios tuvieron un recorrido medio de 254,47 kilómetros. Los granos
tuvieron un recorrido medio de 568,16 kilómetros.

d) San Martín: los granos y oleaginosas tuvieron un recorrido medio de 405,1 kilómetros,
los aceites y los subproductos 306,11 y 305,77 kilómetros respectivamente.

e) Belgrano Cargas: los granos tuvieron un recorrido medio de 769,19 kilómetros.

Considerando las cargas transportadas totales a partir del recorrido que efectuaron,
veremos que el ferrocarril movilizó aproximadamente 10.711 millones de
toneladas/kilómetro en el 2019. En orden de importancia, tenemos el siguiente detalle
por concesionario:

21
1. Nuevo Central Argentino transportó 3.067 millones t/km;
2. San Martin llevó mercadería equivalente a 2.090 millones t/km;
3. Ferrosur transportó 1.994 millones t/km;
4. Ferroexpreso Pampeano trasladó 1.918 millones t/km;
5. Belgrano Cargas transportó 1.457 millones t/km;
6. Urquiza llevó 184,3 millones t/km.

El conjunto de las seis líneas que manejan estas cuatro empresas recorrió una distancia
media de 483,6 kilómetros en 2019. El detalle de la distancia media recorrida por cada
una de las líneas es el siguiente:

Ferroexpreso Pampeano: 440 km


Ferrosur Roca: 446 km
Urquiza: 579 km
Nuevo Central Argentino: 420 km
San Martín: 640 km
Belgrano Cargas: 601 km

El total de ingresos por estas seis líneas ferroviarias fue de más de $ 13.472 millones
en el 2019. Partiendo de las toneladas/kilómetro transportadas y la distancia media
recorrida por cada una de las líneas, la tarifa media obtenida por tonelada/kilómetro fue
de $ 1,258, de acuerdo con los datos que cada una de ellas informó a la Comisión
Nacional de Regulación de Transporte.

La tarifa media anual por t/km de cada línea fue la siguiente:

Ferroexpreso Pampeano: $ 1,53 t/km


Ferrosur Roca: $ 1,41 t/km
Urquiza: $ 0,94 t/km
Nuevo Central Argentino: $ 1,16 t/km
San Martín: $ 1,11 t/km
Belgrano Cargas: $ 1,14 t/km

1.2.3 Infraestructura para la industrialización de granos.


Caracterización
1.2.3.1 Industria aceitera

La industria aceitera de nuestro país tuvo un fuerte desarrollo durante la década del ‘90.
Entre 1990 y 1991 su capacidad de procesamiento estuvo en 49.000 toneladas cada 24
horas. En el primer lustro de la década mencionada se hicieron fuertes inversiones y así
se llegó a 84.400 t de procesamiento diario en 1997. A partir del 2000 la capacidad se
estancó en 94.000 t/día, y en el 2003 se hizo evidente la necesidad de otro flujo de
inversiones para satisfacer los requerimientos de industrialización. La actual capacidad
de procesamiento está distribuida geográficamente tal como puede apreciarse en la
Tabla 1- 3.

El cambio más sustancial se produce cuando se materializan los proyectos de otorgarle


mayor profundidad al canal de navegación del Río Paraná desde Puerto General San
Martín al mar.

22
Hasta fines de la década del ’80 estaba fuertemente enraizada, entre los funcionarios
del gobierno nacional, la idea de darle mayor profundidad al puerto de Bahía Blanca. Se
pensaba que desde esa terminal portuaria tenía que salir la mayor parte de la producción
argentina de granos, harinas proteicas y aceites. Como la producción se situaba más al
norte, imperaba el concepto de que se podía trasladar la misma hasta el mencionado
puerto por medio del ferrocarril. Pero, aún con un ferrocarril muy eficiente, dicho traslado
no podía salir menos de US$ 12/t, por lo que imperó la sensatez de darle más
profundidad a los puertos del interior del país, ubicados sobre el río Paraná.

La mayoría de las plantas aceiteras, particularmente las que industrializan soja, exportan
su producción de harina y aceite, y lo hacen principalmente por los puertos aledaños a
la ciudad de Rosario, especialmente el complejo de terminales portuarias que van desde
Timbúes (desde el año 2006), pasando por el importante núcleo de Puerto Gral. San
Martín - San Lorenzo, al norte, hasta Punta Alvear - General Lagos, al sur.

Teniendo en cuenta los puertos de despacho para las producciones de la industria


aceitera, el grupo de fábricas aceiteras ubicado en las inmediaciones de la ciudad de
Rosario concentra alrededor del 80% de la capacidad de procesamiento de semillas
oleaginosas de la República Argentina. No existe una concentración de esta magnitud
en ningún otro país líder en la exportación de subproductos oleaginosos.

Considerando que estas plantas industriales funcionan 330 días al año para aprovechar
sus costos fijos, la capacidad anual de trituración del 2019 superó las 68 millones de
toneladas. De acuerdo con el grupo industrial empresario al que pertenecen, la
distribución de plantas al primer semestre de 2019 es el que se aprecia en la Tabla 1 -
4.

Tabla 1 – 3 Capacidad de procesamiento detallado por planta aceitera y por provincia


en Argentina (primer semestre de 2019).

Capacidad de
Provincia
procesamiento
Empresa propietaria de planta
diario (en t)

Buenos Aires 17.730

Arcor SAIC 100

Bunge Arg. SA 3.000

Cargill SACI 4.200

COFCO (ex Nidera) 4.500

Germaíz SA 300

Ingredion SA 150

Molino Cañuelas SACIFIA 1.200

Oleaginosa Moreno Hnos. SA 3.150

Protoil SA 750

S.E.D.A. SA 380

CABA 775

23
Molino Navarro SRL 700

Supra S.R.L. 75

Córdoba 18.720

Aceitera Gral. Deheza SAICA 17.000

Alimentos Santa Rosa 250

Bunge Arg SA 1.000

NAT Nueva Aceitera Ticino SA 200

Oleag. Gral. Cabrera OLCA SA 270

Entre Ríos 1.120

CIDA Cía Ind. de Aceites SCA 120

Entre Ríos Crushing SA 1.000

La Pampa 300

Gente de la Pampa SA 300

Salta 40

Cía. Aceitera del Tartagal S.R.L. 40

Santa Fe 167.406

Aceitera Chabás SA 4.000

AFA 600

Bunge Arg. SA 10.000

Buyatti SAICA (a facon Cargill) 4.806

Cargill SACI 13.000

Cargill SACI - Pto. Quebracho 6.000

COFCO (ex Nidera) 6.500

COFCO (ex Noble Argentina SA) 9.500

Molinos Agro SA 20.000

Molinos Río de la Plata SA 1.500

Oleaginosa San Lorenzo SA 10.000

Oleos Santafesinos SA 200

Renova/Oleaginosa Moreno Hnos. SA 30.000

Ricedal Alimentos SA 300

SACEIF Louis Dreyfus 20.000

24
Tanoni Hnos SA 500

Terminal 6 Industrial SA 20.000

Vicentín SAIC 4.000

Vicentín SAIC (planta-puerto) 6.500

Total general 206.091

25
Tabla 1 – 4 Ranking de capacidad de procesamiento de oleaginosas por grupo
empresario (primer semestre 2019).

Capacidad de Capacidad de
Empresa procesamiento procesamiento
diario (en t) anual (en t)

Vicentín SAIC 35.500 11.715.000

Aceitera Gral. Deheza SAICA 31.000 10.230.000

Bunge Arg. SA 24.000 7.920.000

Cargill SACI 23.200 7.656.000

COFCO International Argentina SA 20.500 6.765.000

SACEIF Louis Dreyfus 20.000 6.600.000

Molinos Agro SA 20.000 6.600.000

Glencore Argentina SA 18.150 5.989.500

Buyatti-Cargill SACI 4.806 1.585.980

Molinos Río de la Plata SA 1.500 495.000

Molino Cañuelas SACIFIA 1.200 396.000

Entre Ríos Crushing SA 1.000 330.000

Protoil (ex-Kruguer) 750 247.500

Molino Navarro SRL 700 231.000

AFA 600 198.000

Tanoni Hnos SA 500 165.000

S.E.D.A. SA 380 125.400

Germaíz SA 300 99.000

Gente de la Pampa SA 300 99.000

Ricedal Alimentos SA 300 99.000

OLCA SA 270 89.100

Alimentos Santa Rosa 250 82.500

Oleos Santafesinos SA 200 66.000

NAT Nueva Aceitera Ticino SA 200 66.000

Ingredion (ex IMASA/Productos Maíz) 150 49.500

CIDA Cía Ind. de Aceites SCA 120 39.600

Arcor SAIC 100 33.000

26
Supra S.R.L. 75 24.750

Cía. Aceitera del Tartagal S.R.L. 40 13.200

Total general 206.091 68.010.030

En base a J.J. Hinrichsen S.A y BCR.

1.2.3.2 Industria de Biocombustibles

1.2.3.2.1 Características generales

Los biocombustibles son combustibles obtenidos a partir de biomasa vegetal o animal -


renovables- que permiten reemplazar a los combustibles fósiles obtenidos del petróleo.
Los biocombustibles más difundidos son el biodiesel, el bioetanol y el biogás.

En nuestro país, el biocombustible con mayor relevancia es el biodiesel, producido a


partir de un proceso químico llamado transesterificación a través del cual la glicerina es
separada de las grasas o de los aceites vegetales (fundamentalmente soja). Sigue con
un proceso de decantación con posterior destilación y purificación. Este proceso arroja
dos productos: ésteres metílicos (el nombre químico del biodiesel) y glicerina (un valioso
subproducto generalmente usado en jabones y otros productos).

Adicionalmente, se produce, aunque en menor medida, bioetanol, producto obtenido de


la fermentación y destilación del almidón (azúcares) contenido en la materia orgánica
(biomasa), previamente extraído por procesos enzimáticos. Estos procesos también dan
como resultado un subproducto altamente proteico (DDG) que puede ser empleado
como alimento animal para el ganado.

A diferencia del biodiesel, el bioetanol puede obtenerse a partir de féculas y cereales


(trigo, maíz, centeno, yuca, patata, arroz) o azúcares (melazas de caña, melazas de
remolacha, sirope de azúcar, fructuosa, suero).

1.2.3.2.2 La Industria en Argentina

En la actualidad, el país cuenta con grandes ventajas comparativas que lo llevan a


posicionarse como el quinto mayor productor mundial de biodiesel y principal exportador
en términos netos. Argentina tiene gran disponibilidad del poroto de soja producto de
ser el tercer productor a nivel mundial. Por otro lado, cuenta con una industria de
producción de aceite muy eficiente, que se ubica en las cercanías de los puertos de
exportación.

27
Según datos de la DIyEE-BCR a septiembre de 2017, existen 37 plantas de biodiesel
habilitadas por la Secretaría de Energía de la Nación - con una capacidad instalada de
4.398.800 t/año. Se ubican en el hinterland del Gran Rosario, diez de las doce
principales empresas productoras de este biocombustible (Louis Dreyfus: 610 mil t/año;
Renova: 480 mil ton/año; Patagonia Bioenergía: 480 mil t/año; T6 Industrial: 480 mil
t/año; COFCO(ex Noble): 240 mil t/año; Cargill: 240 mil t/año; Unitec-Bio: 240 mil t/año;
Molinos Río de la Plata: 120 mil t/año; Explora: 120 mil t/año; El Albardón 100 mil t/año).

Gráfico 1-5 Producción anual de biodiesel en Argentina 2008 a 2019 (en toneladas).

3.000.000

2.500.000

2.000.000

1.500.000

1.000.000

500.000

0
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Secretaría de Energía.

La capacidad de producción se encuentra bastante atomizada, con participación de


empresas verticalmente integradas, empresas grandes sólo dedicadas a la producción
de biodiesel y PyMEs.

Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, la producción para el año 2019


alcanzó 2,15 millones de toneladas, una caída del 11,6% respecto al año previo. De esta
manera, la producción nacional del biodiesel cae por segundo año consecutivo, y se
espera que esto se repita en el 2020. Ante las dificultades generadas por la pandemia
mundial del COVID-19, se espera que el año 2020 muestre muy débiles indicadores de

28
oferta y demanda de biodiesel en Argentina. Desde la BCR, se proyecta una producción
de 1.560.000 toneladas, la más baja desde el año 2009.

En 2019, cerca de un 53% de la producción de biodiesel se destinó al consumo interno;


fue la segunda vez en que el consumo local superó a las exportaciones, que han
acaparado, en promedio, el 65% del total producido en los últimos diez años. Del poco
más de un millón de toneladas exportadas, más de un 95% de los envíos tuvo como
destino la Unión Europea, principalmente los Países Bajos.

En febrero de 2019, la Comisión Europea y Argentina acordaron una cuota anual libre
de aranceles de 1,2 millones de toneladas de biodiesel por año, dando lugar a la
reapertura del mercado europeo para el biocombustible argentino. A partir de allí, la
Unión Europea recuperó su lugar como principal destino de las exportaciones
nacionales. Sin embargo, los Estados Unidos, principal destino del biodiesel argentino
hasta 2017, pasó de representar el 59% del mercado en ese año a no importar más
biodiesel tras el cierre de su mercado a las exportaciones del biocombustible argentino.

En el cuadro adjunto puede verse la evolución de las exportaciones argentinas de


biodiesel al 2019.

Tabla 1-5 Exportaciones argentinas de biodiesel (en toneladas).

Mes 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Enero 105.431,0 141.377,0 107.250,0 34.321,0 25.250,0 64.800,0 68.350,0 213.909,2 -
Febrero 93.625,0 155.460,0 45.000,0 92.755,0 32.750,0 22.400,0 69.400,0 40.000,0 -
Marzo 113.189,0 149.417,0 89.700,0 85.000,0 37.805,0 98.280,0 43.000,0 65.200,0 60.000,0
Abril 119.867,0 187.498,0 84.500,0 48.960,0 12.170,0 78.465,0 167.600,0 120.000,0 166.021,7
Mayo 133.987,0 116.280,0 7.620,0 118.100,0 35.375,0 151.500,0 223.953,4 183.670,0 190.498,3
Junio 151.333,0 163.900,0 35.000,0 142.171,0 93.200,0 174.250,0 169.182,0 175.330,0 78.500,0
Julio 157.789,0 181.012,0 91.060,0 199.330,0 81.800,0 160.140,0 205.860,0 246.261,6 71.500,0
Agosto 155.776,0 155.776,0 178.095,0 203.000,0 83.800,0 179.878,0 104.982,8 44.590,4 60.000,0
Septiembre 160.029,0 76.900,0 121.664,0 163.180,0 94.805,0 167.242,0 42.000,0 50.482,3 179.816,8
Octubre 198.010,0 72.525,0 196.624,0 267.244,0 103.300,0 252.797,1 200.000,0 39.559,7 -
Noviembre 97.477,0 68.305,0 175.996,0 120.222,0 126.646,0 185.805,6 185.000,0 146.000,0 60.000,0
Diciembre 162.839,0 74.643,0 16.750,0 128.412,0 61.325,0 90.706,0 170.790,8 76.313,7 148.670,0
TOTAL 1.649.352 1.543.093 1.149.259 1.602.695 788.226 1.626.264 1.650.119 1.401.317 1.015.007

Fuente: Secretaria de Energía.

El mercado interno de biodiesel promedió en 2019 las 95.000 toneladas mensuales. A


través del Régimen de Promoción para la Producción y Uso Sustentables de
Biocombustibles se estableció que dentro del territorio nacional el gasoil o diesel oil
deberán ser mezclados con biodiesel en un porcentaje del 10% como mínimo, medido
sobre la cantidad total del producto final. El corte obligatorio de biodiesel se fue
modificando de la siguiente manera: a) Desde marzo/abril de 2010: 5%, b) Desde agosto

29
de 2010: 7%, c) Desde agosto de 2013: 8%, d) Desde enero de 2014: 9%, e) Desde
febrero de 2014: 10%.

Para 2020, se espera una fuerte caída en la demanda interna de biodiesel a causa de
una baja en la demanda de gasoil estimada en torno a un 10%, y a una caída de la
mezcla efectiva de gasoil con biodiesel, la cual podría rondar a lo largo del año en torno
al 7%, en medio de un contexto donde las compañías refinadoras de petróleo no están
demandando la cantidad de biocombustible necesaria para cumplir el mandato legal
vigente (10%), aun asumiendo eventuales sanciones por parte de la Autoridad de
Aplicación.

1.2.3.3 Industria molinera

La industria molinera se encuentra en el eslabón intermedio de la cadena de


comercialización del trigo, ya que es una industria primaria que sirve, principalmente,
como proveedora de la cadena panadera y a la industria alimenticia, enfocada a la
producción de galletitas y pastas.

Desde el año 2007 el sector ha sometido anualmente a la operación de molienda más


de 6 millones de toneladas anuales de trigo, situación que se sostuvo hasta 2013, año
cuyo valor aproximado de molienda fue un poco más de 5 millones de toneladas según
datos del MAGyP. En base a la misma fuente se puede ver una tendencia creciente en
los años subsiguientes hasta alcanzar 5,97 millones de toneladas en 2019. La molienda
anual promedio de trigo pan para los últimos diez años (2010 a 2019) ha sido de 5,8
millones de toneladas. En el primer trimestre de 2020, la molienda de trigo alcanzó
1.468.548 toneladas, mostrando un crecimiento del 8,9% respecto al mismo período del
año previo.

A lo largo del año se registran fluctuaciones en la molienda de trigo pan que tienen que
ver, básicamente, con la disponibilidad del cereal en el mercado.

Para abril de 2020, la cantidad de molinos harineros con lo que cuenta el país para la
molienda de trigo asciende a 171, según el padrón del Registro Único de la Cadena
Agroalimentaria (RUCA). La propiedad de los mismos se distribuye en 153 empresas.
Recuérdese que, en 1993, la industria molinera abarcaba un total de 104
establecimientos pertenecientes a 80 empresas.

La DIyEE-BCR ha identificado tres zonas de comercialización de trigo: la Región Sur


(comprendida por el sur de Buenos Aires y la provincia de La Pampa), la Región Centro
(abarca el norte del territorio bonaerense, las provincias de Entre Ríos, Santa Fe,
Córdoba, sur de Santiago del Estero y San Luis) y la Región Norte (comprende el
el norte de Santiago del Estero, Chaco, Tucumán y Salta). A partir de datos de la
Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) y J.J. Hinrichsen S.A., se estimó
la cantidad de trigo destinado a molienda en cada una de las dos regiones definidas. La
DIyEE-BCR espera que en el ciclo 2019/20 los molinos que operan en la Región Sur

30
procesen 1,3 Mt, la industria molinera de la Región Centro transforme 4,7 Mt y los
molinos establecidos en la Región Norte, 400.000 t. Con esto, el 73% de la actividad
molinera se desarrolla en la Región Centro del país, la industria de la Región Sur muele
el 20% del trigo argentino y los molinos de la Región Norte procesan el 6% restante. En
la provincia de Buenos Aires se procesa el 54% del trigo, y los molinos provinciales se
distribuyen de la siguiente manera: 65% en los departamentos del norte y 35% en los
departamentos del sur. Córdoba es la segunda provincia molinera del país, con una
participación del 21%, seguida por Santa Fe que procesa el 14% del total.

1.2.3.4 Otras industrias

Durante la campaña 2018/19 se obtuvieron 56,86 millones toneladas de maíz, según las
estimaciones del MAGyP, un 31% más que en la campaña anterior, cuya producción fue
gravemente afectada por la sequía. Las provincias de Córdoba (33,4%), Buenos Aires
(29,5%), Santa Fe (10,4%) y Santiago del Estero (7,7%) fueron las que concentraron la
mayor producción, sumando en conjunto más del 81% de la producción. Para la
campaña 2019/2020 se espera una producción de 55,5 millones de toneladas, según
estimó el MAGyP es su último informe (abril de 2020).

En el año 2019, según la misma fuente, se destinaron a industrialización 6.155.186


toneladas de maíz. El 64,3% se empleó para la elaboración de balanceado, el 21,1%
ingresó al proceso de molienda húmeda, un 2,7% restante se sometió a las operaciones
que comprende la molienda seca y el 11,9% restante fue a parar al procesamiento en
otras industrias.

La elaboración de alimentos balanceados está orientada a cubrir los requerimientos de


la avicultura y diversas actividades pecuarias como la lechería, la porcicultura y la
alimentación de bovinos de carnes, dando como resultado el auge de sistemas de
producción cárnicos semi-intensivos o intensivos (feed lot, creep-feeding), y la
terminación de ganados vacunos en establecimientos destinados al engorde. Según un
informe de MAGyP de enero de 2019, existen 733 establecimientos dedicados a la
producción de alimentos balanceados.

Respecto a la molienda húmeda (proceso del cual se obtiene almidón o maicena, aceite
y jarabe de maíz, entre otros subproductos), según datos de MAGyP y de la Cámara de
Fabricantes de Almidones, Glucosas, Derivados y Afines (CAFAGDA) a enero de 2019,
la capacidad diaria total asciende a 4.400 toneladas de maíz y se distribuye en siete
establecimientos. Si multiplicamos esta capacidad diaria de molienda por 300 días de
operación en el año, obtendremos una capacidad instalada teórica anual de 1.360.000
toneladas de maíz. Las firmas que operan activamente en el segmento de molienda
húmeda de maíz son cuatro y poseen la siguiente participación en la capacidad de
molienda: Ingredion Arg. (dos plantas) con el 54%; Arcor (3 plantas) con el 31%; Gucovil
(Ledesma/Cargill) con el 13%, y Glutal con el 2%. Geográficamente, esta capacidad se
distribuye entre las provincias de Buenos Aires (55%), Córdoba (23%), San Luis (12%),
Tucumán (8%) y Santa Fe (2%). Las empresas que realizan molienda húmeda

31
representan industrias de mayor escala, en relación a los molinos que realizan molienda
seca.

En el segmento de la molienda seca de maíz (proceso del cual se obtiene harina,


sémolas y subproductos destinados a la elaboración de snacks y cereales para el
desayuno) participan un número mayor de empresas que cuentan con tecnologías más
simples y poseen poca diferenciación de sus productos. Según los datos de J.J.
Hinrichsen, la capacidad de elaboración diaria de las 9 plantas activas a diciembre de
2019 alcanza las 1.070 toneladas. Según MAGyP, un 82% de la capacidad de molienda
seca se encuentra en la provincia de Buenos Aires; el resto se lo reparten Córdoba
(11%) y Santa Fe (7%).

Entre las otras industrias que utilizan granos o subproductos de maíz se destacan las
destilerías que producen alcohol etílico (también a partir del sorgo), las plantas de
termoprocesado (proceso industrial del cual se obtienen copos de cereal) y la
producción de bioetanol.

La industria del bioetanol de maíz ha presentado un gran crecimiento en los últimos


años, luego de que se sancionara la Ley de Biocombustibles N° 26.093 en el 2006. En
su artículo N° 8, esta ley establecía por primera vez una tasa de corte obligatoria de
nafta con bioetanol, fijada en el 5%, con vigencia a partir del año 2009. Durante los tres
primeros años de su implementación, 2009, 2010 y 2011, la producción de etanol utilizó
como insumo exclusivo a la caña de azúcar, industrializándose en plantas ubicadas en
el complejo azucarero del Noroeste argentino. Recién en septiembre de 2012 comienza
a producirse bioetanol a base de maíz en la provincia de Córdoba, y más adelante en el
mismo año en la provincia de Santa Fe. Del 5% original, la tasa de corte obligatoria
aumentó, mediante dos resoluciones, al 10% y al 12% en los años 2014 y 2016,
respectivamente, manteniéndose sin cambios desde dicho año a la fecha.

Desde sus comienzos en 2012, la producción de bioetanol a base de maíz ha quedado


cerca de triplicarse en la República Argentina, pasando de 199.470 m3 en el ciclo
2012/13 a 569.829 m3 en 2018/19, según las estimaciones de DIyEE-BCR. Para esto,
resultaron de vital importancia los antedichos incrementos en la tasa de corte obligatoria
de 2014 y 2016, ya que toda la producción de bioetanol en Argentina está destinada al
consumo interno, al no ser un país exportador ni importador de este biocombustible.

Dentro del ámbito industrial se cuenta con plantas seleccionadoras de maní localizadas
mayormente en la provincia de Córdoba. La capacidad instalada en 24 horas de dichos
establecimientos ascendía, en 2019, a 4.705 toneladas (maní con cáscara), distribuidas
entre 18 plantas. (Hay 12 plantas más en funcionamiento sobre las que no se tienen
datos de capacidad de molienda).

Las plantas de molinos arroceros funcionando efectivamente a diciembre de 2019


ascendían a 25. Su capacidad de elaboración diaria llegaba a casi 3.656 toneladas de
arroz en cáscara y 2.578 toneladas de arroz blanco. La capacidad diaria de secado de
dichas plantas es de 13.850 toneladas.

32
1.2.4 Capacidad de despacho de los puertos

La capacidad de despacho de los puertos en nuestro país se ha incrementado


fuertemente desde la década del ‘80. En 1990, el ritmo de carga equivalía a unas 15.000
toneladas por hora. En 2011 la capacidad teórica de despacho estaba cerca de las
93.800 toneladas por hora en todo el país y de 60.400 en el área de influencia de la
ciudad de Rosario, considerando en ambos casos elevación de granos, subproductos
secos y líquidos. Según los datos de J.J. Hinrichsen, en 2019 la capacidad de embarque
de granos, harinas y aceites, alcanza las 77.600 toneladas hora.

Para el año 2019, con exportaciones de granos, aceites vegetales y harinas proteicas
por un total de cerca de 100,5 millones de toneladas, el promedio mensual de despacho
fue de alrededor de 8,4 millones de toneladas para todo el país.

De las 47 terminales portuarias argentinas que tienen la capacidad de despachar


granos, aceites y harinas proteicas a granel, sólo 42 lo hicieron en el 2019. De ellas,
diez (10) son terminales marítimas y están ubicadas en Bahía Blanca (6) y Quequén (4).
Las terminales marítimas despacharon más de 18 millones de toneladas en 2019,
representando el 18,0% de la carga total de estos productos. Las otras terminales de
embarque son fluviales y las más importantes se ubican en el Up River Paraná o Zona
de influencia del Gran Rosario, desde ellas se despacharon más de 79 millones de
toneladas equivalentes al 78,7% de las exportaciones de granos, aceites vegetales y
harinas proteicas, según los datos de DIyEE-BCR. El resto de los puertos fluviales desde
donde se despachan productos agrícolas al mercado internacional se ubican en Ramallo
(con mayor participación de subproductos), Zárate y Villa Constitución (que despachan
granos principalmente). En años anteriores, también han exportado productos agrícolas
los puertos de San Nicolás, San Pedro y Diamante.

Sobre el río Paraná se encuentra el mayor número de terminales portuarias de carga a


granel de granos y sus derivados. Son 20 las terminales que forman parte de los puertos
de San Martín y Rosario en una franja ribereña que se extiende 45 kilómetros al norte
de la ciudad de Rosario (Figura 1- 4) desde Timbúes, y 25 kilómetros al sur de la misma
localidad. Estas 20 terminales portuarias para el año 2019 despacharon el 78,7% de las
exportaciones de cereales, oleaginosos, harinas proteicas y aceites vegetales.

33
Figura 1 – 4 Terminales portuarias del Up River Paraná, desde Puerto Gral. San Martín
hasta Villa Constitución.

34
Figura 1 – 5 Evolución de los embarques por terminales portuarias del Gran Rosario.

Granos Aceites Subproductos Total puertos argentinos

100

80

60

40

20

0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

El Gran Rosario constituye el nodo portuario agroexportador más importante del mundo.
Con un total bruto de 79 millones de toneladas despachadas de granos, harinas y
aceites en el año 2019, supera los embarques del distrito aduanero de Nueva Orleans,
Luisiana, en Estados Unidos (64,45 Mt) y del puerto brasileño de Santos, San Pablo
(42,65 Mt).

35
Figura 1 – 6 Volumen despachado de granos, aceites y subroductos, por puerto.

1.2.5 Profundidad de las vías navegables

La profundidad de las vías navegables es esencial a la hora de evaluar la eficiencia del


sistema de transporte Fluvial. Los buques oceánicos suelen desplazarse parcialmente
completos sobre la vía fluvial, dado la falta de calado de las hidrovías para completar
las bodegas. La profundización de las mismas implica una mayor capacidad de carga
en el buque y por lo tanto una reducción del costo del flete, que finalmente redundará
en una mejores del precio recibido por el productor en tranquera.

En 1995 se adjudicó la concesión de la Red Troncal de Navegación Santa Fe-Océano


al consorcio Hidrovía S.A. para el dragado y balizamiento desde Santa Fe al océano,
vía el Paraná de las palmas, canal Mitre, canal intermedio y canal Punta Indio.
Actualmente, el calado es de 25 pies desde Santa Fe a Puerto San Martín y de 34 pies
desde Puerto San Martín al océano.

Con anterioridad, los pasos limitantes estuvieron en 26 pies y en algunos ciclos se


reducían de 22 a 23 pies, con el consiguiente incremento de los costos. Los buques
cargaban una parte en nuestra zona y completaban en puertos marítimos de Argentina,
en la zona Alpha de top-off o en puertos de Brasil.

En el año 2009 se suscribe la propuesta de un Acta Acuerdo en la que se proponía,


entre otros aspectos relevantes, llevar el calado garantizado a 36 pies desde Puerto
Gral. San Martín al Océano y de 28 pies desde Santa Fe a Puerto Gral. San Martín, con
ampliación del plazo de la concesión y una extensión de la zona concesionada hasta el

36
km 1.238 situado en las proximidades de la provincia de Corrientes. En el año 2010,
mediante el Decreto 113/2010, se aprobó la renegociación del contrato con la empresa
concesionaria Hidrovía S.A, que, entre otras cosas, contempla la antedicha
profundización del dragado. Dichas obras no llegaron a realizarse por distintos motivos.

La actual concesión de las tareas de dragado y balizamiento del Sistema de Navegación


Troncal (SNT) que abarca los ríos Paraná y de la Plata hasta su salida al mar, vence en
el año 2021.

En la actualidad, el SNT constituye la principal vía de transporte fluvio-marítimo de la


República Argentina. Sumado a ello, es la vía de transporte natural para parte de la
carga de los demás países integrantes de la cuenca del Plata (Bolivia, Brasil, Uruguay
y Paraguay), con los cuales a su vez el Estado argentino está obligado en mantener la
libre navegación según el Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-
Paraná (Ley 24.385).

Teniendo en cuenta la complejidad de un proceso licitatorio de estas características, es


imprescindible que:

a) El Estado Nacional elabore los pliegos para el llamado a licitación de una nueva
concesión, de modo que al momento de finalización del actual contrato ya se haya
adjudicado el nuevo y se garantice la continuidad de la prestación del servicio.

b) En la medida que sea económica y ambientalmente sustentable, se avance en


la profundización y ensanche del canal navegable troncal del Río Paraná y de la Plata.

1.3 Las hidrovías del Mercosur


Las características que diferencian a una hidrovía de un río, son aquellas que se
incorporan al accidente geográfico con el fin de optimizar las condiciones para
navegación. Entre estas encontramos: obras de dragado, ensanche, profundización en
bancos y pasos poco profundos, rectificación de las curvas pronunciadas que dificultan
las maniobras de convoyes de barcazas, la señalización y el balizamiento.

El sistema hidroviario del Mercosur asciende, aproximadamente, a 7.000 km de


extensión, abarcando territorio argentino, brasileño, paraguayo, uruguayo y boliviano. El
sistema está constituido por los ríos Paraná (desde la confluencia de los ríos Paranaíba
y Grande en Brasil hasta la desembocadura en el Río de la Plata), el Paraguay (desde
su nacimiento en el estado de Mato Grosso en Brasil hasta su desembocadura en el
Paraná en Confluencia), el Tietê (en el Estado de San Pablo - Brasil), el tramo inferior
del Uruguay y el Río de la Plata.

37
Dentro de esa cuenca se distinguen dos hidrovías:

a) Tietê-Paraná (desde Piracicaba y Conchas en las proximidades de la ciudad de San


Pablo sobre el Tietê y desde San Simón, sobre el Paranaíba, hasta la
desembocadura del Paraná en el Río de la Plata) con una extensión total de
aproximadamente 4.300 km (2.400 en territorio brasileño y 1.900 en territorio
argentino).

b) Paraguay-Paraná (desde el puerto de Cáceres, en el estado brasileño de Mato


Grosso, hasta el puerto de Nueva Palmira en la República Oriental del Uruguay) con
una extensión de 3.310 km.

La Hidrovía Tietê-Paraná es navegable en territorio argentino hasta Puerto Iguazú,


dado que están operables las esclusas de Yaciretá, aunque correspondería llevar a cabo
algunas tareas de acondicionamiento y señalización para asegurar el tránsito de
barcazas a 10 pies de calado durante el 90% del tiempo. Por su parte, en el territorio
brasileño, finalizada la construcción de la esclusa de Jupiá, la hidrovía se puede navegar
en el total de sus 2.400 kilómetros, aunque con barcazas algo más pequeñas. Para dejar
totalmente expedito el transporte fluvial continuo desde San Pablo hasta Buenos Aires
habría que construir las esclusas de la represa de Itaipú que permitan salvar el desnivel
de 115 metros. Provisoriamente, la transposición de Itaipú podrá realizarse a través de
un trasbordo camionero (by pass).

Ambas hidrovías comparten el tramo desde Confluencia hasta el Océano Atlántico


(aproximadamente 1.240 km).

La Hidrovía Paraguay- Paraná adquiere diferencias muy marcadas según el tramo.


Los 700 km más septentrionales, entre Cáceres y Corumbá presentan las mayores
dificultades. Allí, el río es meandroso, angosto y muy poco profundo. Atraviesa en esta
sección un pantanal que constituye una reserva ecológica para la humanidad dado que
regula el caudal de las aguas de ambos ríos y por lo tanto se enfrentan las mayores
resistencias para acometer tareas de acondicionamiento y profundización. En este
tramo es preciso utilizar barcazas de poco porte y planas.

Desde Asunción a Santa Fe es, en su mayor parte, navegable todo el año. Cuenta con
10 pies de profundidad, pero posee varios pasos críticos hasta Itá Purú y en la
desembocadura del Bermejo, que con la limpieza del lecho permitiría lograr los 12 pies
(3,6 m) de profundidad. Para alcanzar un excelente nivel operativo se requiere la
señalización adecuada en los cambios de cauce.

38
Desde Santa Fe al Océano se extiende la traza fluvio-marítima por donde circulan
buques de gran porte. Desde Santa Fe a Puerto Gral. San Martin el río es navegables
a 25 pies incrementándose a 34 pies a partir de esta última hasta el Océano.

Luego de recorrer en toda su longitud un terreno de suave pendiente de


aproximadamente 3 cm por cada metro de longitud, las aguas se vuelcan al Río de la
Plata a través de catorce bocas en las cuales se destacan:

a) Paraná Guazú: A comienzos de 1999, después de dos años de trabajo, quedó


inaugurado el Canal Martín García con 32 pies de calado, que permite una alternativa
para la salida oceánica del Paraná, utilizando el brazo del Paraná Guazú. Este canal
permite un alivio de tráfico de los grandes barcos, sobre todo en épocas de cosecha. La
ventaja del Paraná Guazú, además de su profundidad natural, es que evita las curvas
pronunciadas del Paraná de las Palmas.

b) Paraná de las Palmas: El Paraná de las Palmas, con sus 120 km une el Río Paraná
con el Río de la Plata (Canal Emilio Mitre). En general la profundidad supera los 50 pies
requiriendo escaso dragado en no más de 3.000 metros.

Ya en el Río de la Plata, nos encontramos con el Canal Emilio Mitre, que nace en el
canal de acceso al puerto de Buenos Aires y se vincula con el Paraná de las Palmas.

1.3.1 Cargas sobre la Hidrovía


Las hidrovías atraviesan regiones de gran productividad económica y otorga una vía de
acceso desde países continentales como Bolivia y Paraguay, regiones del centro de
Brasil, como Mato Grasso y Mato Grosso do Sul, y el Norte y Centro de Argentina con
el Océano Atlántico.

El tráfico de bajada de la Hidrovía Paraguay-Paraná con cargas provenientes de


Paraguay, Bolivia y Brasil supera ampliamente a la carga en subida, manteniendo una
relación de 4 a 1. Entre las cargas ascendentes, el combustible representa
aproximadamente un 80% del total mientras que la soja y el mineral de hierro prevalecen
en la ruta descendente. Un 80% de la oleaginosa transportada por la hidrovía proviene
de Paraguay con destinos a puertos argentinos o a Nueva Palmira (Uruguay); mientras
que el 100% del mineral de hierro es cargado en Brasil con destino mayoritario a San
Nicolás, Argentina.

En cuanto a la hidrovía Tietê-Paraná se estima que el tipo de cargas que se transportará


será de mayor valor agregado, reemplazando el más costoso flete camionero.

1.3.2 Área de influencia de las hidrovías

La superficie de los países integrantes del Mercosur (República Argentina, República


Federativa de Brasil, República del Paraguay, República Oriental del Uruguay,

39
República Bolivariana de Venezuela13 y Estado Plurinacional de Bolivia14) alcanza los
14.869.775 km2. En ella viven más de 295 millones de personas, siendo el Producto
Bruto Interno (PPA) cercano a 4,45 billones de dólares al 2017.

Hasta la incorporación de Venezuela al bloque se podrían distinguir, a grandes rasgos,


tres zonas. Una primera zona la constituiría una franja costera marítima de
aproximadamente 700.000 km2, de 3.500 km de largo y 200 km de ancho. En esa franja,
limítrofe con el Océano Atlántico, se concentraría la mayor parte de la población del
Mercosur (alrededor de 110 millones de habitantes) y generaría la mayor parte del
Producto Bruto Interno (aproximadamente un 65 a 70% del mencionado PBI).

Hacia el interior, tenemos otra importante superficie de territorio que puede llegar a 3,5
millones de km2, un largo de 3.500 km y un ancho de 1.000 km, con una población
cercana a los 40 millones de habitantes y un producto bruto que puede estar en el 20 a
25% del total. Esta zona es la que estaría recorrida por las dos hidrovías: Paraguay-
Paraná y Tietê-Paraná.

La tercera zona sería la conformada por los territorios norte y oeste de Brasil, oeste de
Argentina y el Chaco Paraguayo. La población que vive en estas regiones podría llegar
a 50 millones de habitantes (especialmente importante a este respecto es el nordeste
de Brasil) y su producto bruto podría estimarse en un 10% del total.

Cuando se alude a los beneficios que traería un mayor aprovechamiento del tráfico
fluvial, habría que destacar que el mismo repercutiría favorablemente en la región que
hemos mencionado en segundo lugar, aunque terminaría beneficiando también a la
primera zona (por posibilitar una gran disminución de la concentración poblacional y
económica) y a la tercera zona.

Es innegable que el transporte marítimo, el más barato de todos los medios, favorece
enormemente a la economía argentina, pero sus beneficios se concentran casi con
exclusividad en la zona costera mencionada anteriormente. De ahí que cuando hay que
ir del interior a los puertos marítimos, para volver nuevamente al interior, los costos de
dicho medio de transporte se encarezcan enormemente. Mirado el problema desde esta
perspectiva se advierte que el aprovechamiento del tráfico hidroviario ayudaría a
descomprimir la zona costera que ya presenta problemas muy agudos de seguridad y
contaminación en los alrededores de San Pablo y de Buenos Aires.

También sería beneficioso para las zonas más alejadas de los puertos marítimos ya
que, a través de los enlaces ferro-hidroviarios, las mercaderías -fundamentalmente
commodities con precios relativamente bajos- podrían fluir hacia esos puertos.

13
Suspendida de manera indefinida desde diciembre de 2016.
14
En proceso de adhesión.

40
Figura 1 – 7 Principales vías fluviales y enlaces terrestres de Sudamérica.

1.3.3 Beneficio de las hidrovías

Los sistemas hidroviarios en el contexto de la economía del transporte representan una


serie de ventajas sobre los modos carreteros y ferroviarios. Prueba de ello es que la
mayoría de los países con economías avanzadas desarrollaron este tipo de transporte
antes y después del desarrollo del ferrocarril y del sistema camionero.

Entre las ventajas de las hidrovías se pueden citar:

a) Costos más baratos para cargas de gran volumen, de menor valor agregado y para
traslados a grandes distancias.
b) Facilidad de movimientos de cargas voluminosas e indivisibles.
c) Economía de combustibles.
d) Menores inversiones en infraestructura (rutas, puentes, viaductos, ramales férreos,
señalizaciones, etc.).
e) Menor impacto ambiental.

41
Cabe señalar que por su menor velocidad no puede competir con otros modos para
distancias cortas y para productos perecederos. Igualmente, por no ser un transporte
puntual (puerta a puerta) necesita complementarse con otros modos para llegar a
destino.

Capítulo 2
Evolución histórica de la comercialización agrícola en
Argentina

2.1 Evolución de la comercialización de granos

La expansión de la producción agrícola argentina comenzó en la década de 1870. Hasta


entonces, la ganadería predominaba ampliamente en las actividades del campo y los
cultivos de trigo y maíz eran precarios y se limitaban a pequeñas parcelas en los
alrededores de las aldeas.

El crecimiento de ambas producciones fue la resultante de la coincidencia de diversos


factores: fuerte corriente inmigratoria a partir del último cuarto del siglo XIX, rápida
colonización de la región pampeana, revolución del transporte terrestre a través del
ferrocarril y del marítimo con el motor a vapor; y creciente necesidad de alimentos en el
continente europeo.

El sistema productivo que se generaliza es el de "mediería". Los ganaderos arrendaban


fracciones de campos a inmigrantes, suministrándoles animales de trabajo,
otorgándoles créditos para la compra de herramientas e implementos agrícolas. El
propósito principal era aumentar las siembras de alfalfa, pero paralelamente se
desarrollaron los demás cultivos.

Hacia 1875 se sembraron 100.000 hectáreas; y quince años después, en 1890, ya se


implantaron 1.200.000. En esos años, dado que la colonización del sur de Buenos Aires
y este de La Pampa estaba en sus comienzos, el grueso de la producción (más del 50%)
provenía de la provincia de Santa Fe. El centro comercial y financiero de la región
agrícola era Rosario, que en medio siglo decuplicó su población, pasando de 23.000
habitantes en 1869 a 223.000 en 1914.

La modernización de la industria molinera con la introducción del motor a vapor


contribuye a una fuerte reducción del precio de la harina y evita la necesidad de
continuar importándola desde Europa. En 1900, año a partir del cual comienzan a
llevarse estadísticas en forma regular, la superficie sembrada con trigo era de 3.400.000
hectáreas, en tanto que los otros cultivos anuales no alcanzaban los 2 millones (600.000
de lino y 1.300.000 de maíz).

Lo cierto es que, en los primeros cinco años del siglo XX, la Argentina asume el rol de
gran exportador de cereales en esos tres rubros.

Fue un momento excepcional en la vida del país y era natural que se plantearan nuevas
necesidades y problemas. Entre ellos, sin dudas, el de más urgente solución era el de
la organización adecuada del comercio de granos.

Obedeciendo a esa necesidad, a comienzos de siglo se organiza el comercio


acopiador cuya actividad se concretaba bajo la forma de asesoramiento al productor,
financiación de sus actividades, movilización, depósito y venta de las cosechas.

42
La dispersión de los agricultores en áreas muy extensas, relativamente pobladas, su
alejamiento de los centros de consumo, el problema del transporte y la falta de medios
económicos explican que el acopiador fuese producto del medio geográfico y humano.

Suministraban los insumos que los colonos necesitaban en sus explotaciones; les
adelantaban fondos y soportaban con ellos los riesgos propios de la actividad, en épocas
en las que no sólo el clima era determinante del resultado del esfuerzo en el campo,
sino también la hostilidad del medio casi salvaje, las plagas, la precariedad de los
medios de transporte y los avatares del contexto.

Desde siempre, los acopiadores atendieron no sólo los problemas técnicos y


comerciales de sus clientes, sino que fueron consultores y hombres de confianza,
haciéndose presentes con su apoyo aún en circunstancias difíciles.

Con el acopiador se organiza la segunda etapa del proceso comercial de granos. Al


concentrar las producciones locales se facilitó enormemente la contratación y el envío
a los centros de consumo. Surge así la actividad del corredor de cereales.

Al actuar como mediadores en los negocios, los corredores estaban obligados a un


conocimiento profundo de los factores que incidían en los mismos: la organización del
transporte, la distinción de calidades, la determinación de los plazos de entrega y recibo,
la sincronización de los embarques, la estipulación de los precios y su cobro, etc.

Por el lado de la demanda, la presencia de los industriales molineros ha sido


tradicional en el mercado de cereales. Resulta interesante consignar que en 1895 el
país contaba con 695 molinos y, en el censo de 1913 esa cifra se redujo a 408
establecimientos. Ello tuvo su explicación en el hecho de que muchos se fusionaron con
otros de mayor importancia, aumentando notablemente los volúmenes de producción y
los capitales invertidos.

Finalmente, recuérdese la actuación del gremio de los exportadores en aquellos


comienzos del siglo XX. Desde que el país iniciara sus primeras ventas de cereales al
exterior hacia 1874, la exportación se convirtió en un factor dinamizador para el
crecimiento económico nacional. Los obstáculos eran muchos, dado que faltaba un
ordenamiento adecuado de las condiciones de ventas y embarques, la formación de
"standards" (se trabajaba con los “standards” de Londres que no se adaptaban a
nuestras calidades), falta de uniformidad en los conocimientos de embarques,
informaciones del exterior deficientes o escasas, etc.

En este marco de la actividad, la Bolsa de Comercio de Rosario paulatinamente


comienza a tomar participación en el comercio cerealista. Se inicia con la creación de
una Comisión Arbitral de Cereales en 1893, y se acentúa a partir de 1899 con la
constitución de la Cámara Arbitral, la primera del país, que tomó funciones amplias en
todo lo que concierne a la fijación de precios y formación de tipos oficiales de
comercialización, redacción del boleto de compraventa, etc.

El sistema de operaciones, sin embargo, no requería por entonces y hasta varios años
después, la presencia de las partes contratantes en un lugar determinado: las
principales operaciones se efectuaban en las casas exportadoras, a la vista de muestras
de la mercadería que llevaba el vendedor, y las pocas transacciones realizadas en el
local social no eran objeto de registro.

Fue recién en 1908, con la constitución del Centro de Comisionistas y Consignatarios


de Cereales de Rosario, y más aún con la creación del Mercado General de

43
Productos Nacionales de Rosario de Santa Fe (nombre original del Mercado a
Término de Rosario S.A. -ROFEX-), que el recinto de la Bolsa pasó a ser el ámbito
natural de las operaciones cerealistas más importantes del país, no sólo de contratos a
término sino también de negocios de mercado abierto.

Las razones de concentración en Bolsa de las operaciones de granos fueron:

a) La posibilidad de contar con un marco general de seguridad dado por la existencia


de la Cámara Arbitral de Cereales, que se transformaba en el organismo idóneo para
resolver los problemas de índole contractual suscitados entre compradores y
vendedores, mediante la aplicación de reglamentaciones obligatorias para las
partes.
b) Disponer diariamente en sus pizarras de las cotizaciones de los productos
transados, fijadas sobre la base de datos serios y consensuados entre los distintos
gremios.
c) Tener acceso a informaciones actualizadas sobre los diversos factores mundiales
que contribuían a la formación de los precios.
d) Contar con una entidad para la liquidación y garantía de las operaciones futuras
como era el Mercado a Término.

Pero, además, una razón económica justificaba el interés de los vendedores en


canalizar sus negocios por la Bolsa: permitir que la oferta de granos, atomizada y
dispersa en manos de enorme cantidad de acopiadores y productores, se concentrara
en un reducido número de corredores para enfrentar en condiciones más equilibradas
una demanda fuerte, representada por las escasas firmas exportadoras que actuaban
en el mercado.

Como puede apreciarse, estas fundamentaciones, en gran medida, subsisten hasta


nuestros días, en que las Bolsas, con los precios de sus mercados de disponible y de
futuros, se constituyen en las referencias casi obligadas para la negociación de los
productos agrícolas.

2.2 Factores que determinaron cambios en los modos de


comercialización

En el transcurso de los años que median desde los comienzos de la expansión de la


agricultura en Argentina, se han operado cambios de todo orden, tanto en las formas de
cultivo como en las incorporaciones tecnológicas y en las normativas, que determinaron
transformaciones en el sistema de comercialización.

2.2.1 La cosecha tradicional y la cosechadora mecánica

Tal vez la innovación más espectacular y dramática fue la que se originó con la aparición
de la cosechadora que simplificó una de las operaciones más complejas y costosas: la
cosecha y trilla tradicional.

En nuestra agricultura pampeana, la cosecha de cereales constituyó durante muchos


años un hecho de fuerte gravitación en la vida económica y laboral no sólo del medio
rural sino también del país en su conjunto, en especial de aquella Argentina fuertemente

44
dependiente de la agricultura de las últimas décadas del siglo XIX y de las primeras del
siglo XX.

Las cosechas eran una especie de movilización general de los recursos productivos
(mano de obra, medios de transporte, actividad comercial, etc.), los que eran puestos a
su máximo nivel de actividad para recoger, acondicionar y comercializar los frutos de un
ciclo agrícola anual, operaciones que requerían de cientos de miles de personas.

Se comenzaba por la recolección, que consistía en cortarlo y emparvarlo, luego se


realizaba su trilla o desgrane y, por último, el transporte de la producción a las estaciones
ferroviarias donde se los estibaba y luego se lo enviaba por ferrocarril en forma gradual
a los puertos o a los molinos. Cada una de estas tareas requería de una legión de
hombres en largas jornadas de trabajo.

La agricultura de esas décadas le dio mucho a la Argentina; hizo de un país pastoril,


casi desierto y desconocido una de las naciones más avanzadas del mundo en menos
de cincuenta años. Los pueblos pequeños y medianos de las áreas agrícolas adquirían
año tras año una euforia comercial y humana inusitada en el comienzo de la cosecha.
Una legión de obreros de las procedencias más diversas confluía en el lapso de una o
dos semanas y eran rápidamente absorbidos por cientos de productores deseosos de
cosechar sus cultivos y materializar así las expectativas de todo un año.

Además de absorber la mano de obra disponible del medio rural e, incluso, de las
principales ciudades, las cosechas de trigo y de lino y la posterior de maíz, daban lugar
entonces a un fenómeno migratorio único entre países de ultramar. Una cierta cantidad
de inmigrantes europeos (se estima que en la primera década del siglo XX alrededor de
100.000 arribaban anualmente como inmigrantes golondrinas), especialmente de países
del Mediterráneo, llegaban todos los años al comienzo del verano y después de
intervenir en la recolección de los tres principales granos de esa época regresaban a
sus países a fines del otoño, para volver al año siguiente.

El trigo maduraba en Santa Fe y Córdoba entre cuatro y seis semanas antes que en el
sur de Buenos Aires. Ello permitía a los obreros trabajar primero en el norte y
desplazarse después hacia el sur, prolongando así considerablemente su período de
trabajo.

La cosechadora o corta trilla, como se la denominaba en el medio rural, comenzó a


difundirse en los últimos años de la década del 20. Se las importaba de EE.UU. y eran
conocidas como de arrastre, dado que no tenían movilidad propia, sino que requerían
ser tiradas por un tractor o por caballos o bueyes. Su empleo revolucionó totalmente la
cosecha de trigo y demás cereales. En una sola mecanizada se hacía el corte y la trilla,
reemplazando así una serie de pasos engorrosos que requería esta etapa de la
producción.

En su forma tradicional, la cosecha era un hecho excepcional, una "conmoción" que


transformaba las pequeñas y medianas localidades de las áreas agrícolas, mientras que
en la actualidad es poco más que una operación normal. Antes del empleo de la
cosechadora, la recolección del trigo desde que se lo cortaba hasta que se lo entregaba
en el centro de acopio insumía unas 45 horas-hombre por hectárea; en la actualidad,
esa misma operación, enormemente simplificada por la cosechadora, el granel y el
transporte por camión, apenas insume 3 horas-hombre.

El aspecto más saliente desde el punto de vista de la comercialización estaba


constituido por el hecho de que las máquinas empleadas en la trilla o desgranada
pertenecían normalmente al acopiador. De esta forma tenían un instrumento comercial,

45
a pesar de que no era el único, que les permitía mantener una posición de privilegiada
en la negociación de la cosecha.

Era frecuente en esa época una modalidad de comercialización, desaparecida


totalmente, que consistía en vender en parva o en troja. El acopiador se hacía cargo
de la trilla o la desgranada.

En el aspecto calidad de la producción, la recolección previa del trigo y del maíz, y su


acondicionamiento en parva o troja favorecía el secado del grano, aunque en años
lluviosos la calidad podía verse deteriorada, dado que esas operaciones se efectuaban
a la intemperie.

El empleo de la corta trilla cambió las características de la cosecha de granos. La


adquisición de estas máquinas, bastante menos costosas que las anteriores, estuvo al
alcance del productor que adquirió mayor independencia frente al acopio que le enviara
la trilladora o desgranadora, para luego comprometerlo para la venta de su producción.

2.2.2 El embolsado y el granel

La adopción del granel en la sustitución de la bolsa fue un hecho de mucha importancia


en la economía agrícola. Representó una doble reducción de costos: ahorro de mano
de obra (costureros y levantadores de bolsas) y eliminación del envase. Con respecto a
este segundo aspecto, cabe acotar el enorme empleo de bolsas que requería nuestra
importante cosecha de granos en esa época. La importación de yute era un rubro de
mucha importancia de la balanza comercial y Argentina era uno de los principales
compradores de arpillera de la India. Como hecho histórico, es dable mencionar que la
Bolsa de Comercio de Rosario contaba en ese entonces con una "rueda de yute",
existiendo en la plaza de Rosario una activa comercialización de bolsas vacías.

El granel no se adoptó en forma simultánea en todo el proceso que va desde la cosecha


en el establecimiento agrícola hasta su embarque o entrada al molino. Comenzó por
empleárselo desde el centro de acopio hacia delante, hacia el puerto o molino, en los
años de la década de 1930 y aún bastante antes en algunos casos. Por esos años, y
por algunas décadas más, se lo embolsaba al momento de la trilla y así se lo
transportaba al centro de acopio; a partir de allí una parte de la producción continuaba
en bolsas en las etapas posteriores de la comercialización y otro era desembolsado y
pasaba a manipulárselo a granel.

Las proporciones dependían de las instalaciones con que contaba cada acopiador y
también de los medios de transporte de que disponía para su envío a puerto o a molino.
Los acopiadores, y las cooperativas, efectuaron crecientes inversiones durante muchos
años para ampliar su capacidad de manipuleo, almacenaje y transporte a granel de los
granos. Su incorporación a todo el proceso desde la cosecha, o sea, la eliminación total
de la bolsa, se dio en la década de 1960 y no requirió más que unos pocos años para
generalizarse.

2.2.3 La tractorización de los cultivos

Si bien los primeros tractores entraron al país a fines de la década del 20, su difusión y
empleo generalizado en la producción de granos comenzó a partir de 1950. Entre 1930
y 1950 tuvieron sólo una participación limitada en nuestra agricultura como

46
consecuencia de los bajos precios agrícolas, la abundancia de mano de obra y la
imposibilidad de importarlos durante los años de la Segunda Guerra.

Los efectos de la tractorización fueron diversos, pudiéndose señalar:

a) Potenció al agricultor y le permitió realizar un laboreo más intensivo y oportuno del


suelo. La agricultura basada en la tracción a sangre era más limitada en su ritmo de
trabajo y tenía menores posibilidades de adaptación a las características cambiantes
que imponían las variaciones climáticas. Muchas tareas agrícolas no pueden
programarse sobre un calendario estricto. Su momento óptimo de realización
depende de las lluvias, la humedad del suelo, la temperatura, etc. Los animales
tenían una capacidad de trabajo rígida como medio de tracción: podía empleárselos
durante una cantidad de horas por día y no más. El tractor, en cambio, además de
su mayor potencia y ritmo de trabajo, podía estar en funcionamiento durante las 24
horas del día cuando fuera necesario. Todo ello incidió, como es lógico, en el manejo
del cultivo y en los rendimientos unitarios.

b) Contribuyó a superar el problema de la creciente reducción de la mano de obra que


comenzó a originarse en algunas zonas a partir de los años de posguerra.

c) Posibilitó incrementar la superficie disponible para los cultivos. Cuando las labores
se efectuaban con tracción a sangre era necesario asignar durante todo el año parte
de la superficie de la explotación al mantenimiento de los caballos, restándole así
tierras a los distintos cultivos. Con la introducción del tractor puede estimarse que la
superficie destinada a los cultivos comercializables se incrementó entre un 5 y un
10%.

d) Posibilitó la aparición de la figura del "contratista" y la introducción de los cereales


en las explotaciones de gran superficie.

2.2.4 Expansión del cultivo de la soja

La soja es uno de los granos cuya importancia económica a escala mundial se desarrolla
intensamente a partir de los años ’50 a pesar de que su cultivo puede ser considerado
como uno de los primeros desarrollados por el hombre. Originaria de Asia oriental, la
soja se difundió vertiginosamente en Estados Unidos a partir de la Segunda Guerra
Mundial debido a las necesidades crecientes de materias grasas y el desarrollo de las
técnicas de alimentación animal.

En Argentina, los primeros esfuerzos oficiales y privados para introducir el cultivo se


remontan a la década del ’20, aunque su producción no pasó de volúmenes
insignificantes. Recién hacia fines de los ‘60, la importación de semillas de origen
americano para su multiplicación en el país, la intensificación de estudios sobre
requerimientos agroclimáticos y técnicas culturales a cargo del INTA y de universidades,
la acción de apoyo y promoción de una empresa privada fabricante de aceite que
adquiría casi toda la producción, sumados a la fijación de precios sostén y el
establecimiento de créditos para la siembra por parte del sector oficial, fueron generando
las condiciones propicias para consolidar este cultivo.

El área sembrada empezó a crecer notablemente desde comienzos de la década del


’70, superando apenas siete años después el millón de hectáreas. El sur de la provincia
de Santa Fe se destacó claramente como la principal zona productora, por la excelente

47
adaptación agronómica y sus buenos rindes, quedando demostrada su importancia por
el hecho de que el gobierno consideró al cultivo de interés provincial.

En un primer momento la soja reemplazó casi totalmente al girasol de segunda, con lo


cual se ganó en productividad. Desde entonces se popularizó en la conocida zona
Rosafé, que comprende centro y sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba y norte de
Buenos Aires, la siembra de soja de segunda sobre rastrojos de trigo dado que demostró
para el productor niveles de rentabilidad superiores a otros cultivos tradicionales.

Los altos precios internacionales que alcanzó el grano provocaron un fenómeno que dio
en denominarse el “boom de la soja”, que generó en la región de Rosario un excedente
de riqueza sin precedentes.

Este proceso adquirió en pocos años un desarrollo espectacular, llevando en buena


medida a desplazar superficies anteriormente dedicadas a granos forrajeros (maíz y
sorgo) y pasando la soja a ocupar las tierras más productivas de la pampa argentina. La
incorporación de un paquete tecnológico adecuado que posibilitó bajos costos de
producción y mayores rendimientos, comparativamente con los demás países
exportadores, colocaron a la Argentina como excepcionalmente apta para la producción
de soja.

Estas circunstancias confirieron a la soja una importancia singular para la economía


nacional y, fundamentalmente para la zona de influencia de Rosario donde se concentra
el grueso de la producción. Asimismo, representó un vuelco trascendente en la
operatoria de la Bolsa de Comercio de Rosario, ya que se constituyó en el principal
producto de negociación en sus mercados.

Consecuentemente, esta oleaginosa ocupó especial dedicación de la Cámara Arbitral


de Cereales, tanto por los aspectos cualitativos como por los conflictos derivados de su
comercialización. En lo atinente a la calidad comercial de la soja, hasta el año 1980 las
“bases de comercialización” establecidas por la Junta Nacional de Granos fijaban
bonificaciones y descuentos en el precio en función del contenido de proteínas y de
materia grasa. Con tal motivo, los laboratorios de la Cámara, donde se analizaba la
mayor parte de la soja comercializada en el país, fueron dotados de modernos aparatos
de medición, que posibilitaron superar las 50.000 determinaciones analíticas anuales.
La modificación de las bases de comercialización eliminando dichas bonificaciones a
partir de aquella fecha implicó una declinación significativa en la operatoria de los
laboratorios de la institución.

En otro orden, una cuestión preocupante para la región provocada por el proceso de
intensificación agrícola vivido al cabo de veinte años desde la irrupción de la soja, fue la
degradación de los suelos. El sistema productivo predominante durante ese tiempo fue
el monocultivo de soja o el doble cultivo trigo-soja realizado en forma convencional con
enterrado o quema de los rastrojos de trigo previo a la siembra de segunda. La falta de
rotación luego de tantos años provocó un paulatino descenso de los rindes por
empobrecimiento o agotamiento de la materia orgánica de los suelos. Esta situación,
que llegó a ser crítica en varias zonas del sur santafesino, motivó en los últimos tiempos
la adopción de labranzas conservacionistas, principalmente la siembra directa, que
trajeron aparejado un cambio en la mentalidad del productor, desarraigando viejas
prácticas y conceptos.

Lo cierto es que, desde mediados de la década del ’80, la soja se convirtió en el principal
producto agrícola, y el complejo sojero (grano, aceite y harina) provocó cambios notorios
en la estructura de las exportaciones nacionales. Los cereales y las carnes fueron
durante muchísimo tiempo los principales rubros del comercio exterior, sin embargo,

48
desde 1985 el complejo soja pasó a ser el componente líder de las exportaciones de
origen agropecuario, aportando el grueso de las divisas que genera este sector de la
economía nacional. En la campaña 2009/10 la soja alcanzó una participación máxima
del 54% en el volumen total de producción de granos y oleaginosas de la República
Argentina.

2.2.5. El doble cultivo

La implantación de un segundo cultivo sobre un rastrojo de trigo y en un mismo año


agrícola es una práctica tradicional en Santa Fe, Córdoba y norte de Buenos Aires, no
así en el centro y sur de esta última provincia dado que el período estival es más corto.

Durante muchos años el trigo fue el rubro clásico de este esquema de doble cultivo y el
de segunda siembra -el girasol era el más frecuente, aunque en algunos pocos casos
se hacía también maíz, especialmente las variedades más precoces- era una especie
de complemento eventual cuyos resultados eran un tanto azarosos, y de ahí que su
difusión fuera un tanto limitada.

Esta situación comenzó a cambiar radicalmente a partir de comienzos de la década de


1970 con la introducción de la soja. Además de adquirir una gran difusión, la adopción
de esta oleaginosa en el proceso hace que la importancia relativa o prioridad se invierta
o, por lo menos, ambos cultivos se nivelen.

Muchos productores hacen trigo para disponer después de tierra para la siembra de
soja, otros enfocan el doble cultivo como una unidad integral o un rubro más y confrontan
la suma de sus ingresos con aquellos de los cultivos alternativos, principalmente el maíz,
para decidir el uso del suelo.

La difusión que adquirió este esquema de rotación trajo aparejados cambios en el


sistema de comercialización, sobre todo en el área Rosafé, atento a que la capacidad
de almacenaje disponible en la campaña no resultaba suficiente para conservar la
cosecha de ambos productos. De hecho, una de las modalidades de comercialización
más habitualmente utilizadas, los negocios "a fijar precio", ha estado ligada al doble
cultivo.

2.2.6 Desarrollo de la industria aceitera

A comienzos de la década del ’70, sólo cuatro fábricas trituradoras de semillas


oleaginosas procesaban soja, en tanto que en la actualidad hay 36 plantas activas (año
2019). La capacidad instalada activa actual asciende a de 206.091 toneladas diarias. El
detalle de las plantas y sus respectivas capacidades detalladas según provincia y grupo
empresario se encuentra en las Tablas 1 - 3 y 1 - 4 del Capítulo 1 de esta Parte 1.

El parque industrial actual es muy moderno, ya que la mayoría de las plantas fueron
construidas durante los últimos veinte años y su tamaño les permite aprovechar
plenamente las economías de escala.

A medida que Argentina fue aumentando su nivel de producción de soja, también fue
diversificándose y mejorando su participación en el mercado internacional, atento a que
el consumo interno de aceites y harinas proteicas es muy pequeño en términos relativos.
En los años 2010, 2011 y 2012, gran parte de esa producción se derivó a la industria de
biocombustibles, lo que redujo sensiblemente el porcentaje de aceites exportados e

49
incrementó la participación de Argentina como proveedor de biodiesel al mundo
posicionándolo como líder mundial en ese sector. Por ello, las importantes cantidades
destinadas al mercado internacional de los productos del complejo sojero (65% del
aceite de soja y el 94% de la harina en el ciclo 2018/19) hacen que nuestro país esté
fuertemente expuesto a las políticas que incentiven o desalienten el intercambio
comercial de este tipo de productos.

Las exportaciones de aceites y harinas oleaginosas le han posibilitado al país acceder


a una gran cantidad de destinos, en tanto que las ventas al exterior de oleaginosas sin
industrializar enfrentaban un mercado altamente concentrado.

2.2.7 Los puertos privados

Hacia fines de la década del ’70, el aumento registrado en la producción de granos, con
el consecuente incremento de los saldos exportables de cereales, oleaginosas, aceites
y subproductos, puso en evidencia las carencias de la estructura portuaria nacional y
las ineficiencias crónicas de los elevadores terminales administrados por el Estado. Las
descomunales filas de camiones cargados de granos esperando turno en los puertos y
las estadías interminables de los buques en radas aguardando espacio para embarcar,
constituían un paisaje normal en épocas de cosecha y configuraban un ítem relevante
del denominado “costo argentino”.

Con intención de dar solución al problema, la Bolsa de Comercio de Rosario, al igual


que otras entidades intermedias, gestionó insistentemente ante el gobierno nacional,
que se autorizara la construcción de terminales de embarque en terrenos de dominio
privado en costas o puertos.

Las tratativas llegaron a buen término y en 1979 se autorizó la construcción de puertos


privados, mediante una modificación de la Ley de Granos. A partir de ese año, varias
empresas exportadoras de granos y fabricantes de aceites y subproductos decidieron
invertir en la instalación de sus propias estaciones de embarque, inaugurando un
fenómeno inédito al escalonar terminales sobre el río Paraná, principalmente en torno a
la ciudad de Rosario, y en menor medida en algunos puntos del litoral atlántico.

Las inversiones se sucedieron y la capacidad de embarque de granos del país creció


rápidamente, dotando de mayor eficiencia a la operatoria portuaria y contribuyendo a
disminuir drásticamente los costos de elevación por tonelada embarcada.

Pese a la pronta respuesta de la actividad privada, transcurrieron muchos años de


innumerables trámites burocráticos y reglamentaciones anacrónicas, pugnando por una
legislación que diera estabilidad jurídica a las nuevas instalaciones portuarias y
encuadrara la transparencia y competitividad de sus operaciones. Recién en 1992 sería
sancionada la ley 24.093, conocida como Ley de Puertos, que autorizó al Poder
Ejecutivo a habilitar puertos comerciales e industriales, incluyendo las terminales
particulares que se encontraban funcionando con autorización precaria.

Lo cierto es que en la década del ’80, los puertos graneleros privados constituyeron una
realidad que transformó por completo la comercialización de cereales y modificó la
fisonomía y la operatoria del área de influencia de Rosario.

Las nuevas terminales contaron con alto desempeño en la recepción y la carga, fáciles
redes de acceso para camiones y vagones, comodidades para estacionamiento, pesaje
y almacenaje, así como modernos métodos automáticos de embarque con control

50
computarizado. El conjunto de puertos construidos en menos de diez años representó
una inversión de varios cientos de millones de dólares en infraestructura básica y una
significativa tasa de reinversión en mantenimiento.

Ya en 1988 los puertos privados embarcaban el 60% del total de granos y subproductos,
y la gran mayoría de dichas instalaciones se ubicaba en la franja costera comprendida
entre Puerto General San Martín y Rosario, que se convirtió en la principal boca de
salida de los saldos exportables de productos agrícolas y derivados, posición que no
abandonaría más.

La explicación de este emplazamiento se encuentra en su estratégica situación, asistida


por una vasta red caminera y ferroviaria, en el vértice de una amplia región que
concentra la mayor parte de la producción de granos, aceites y subproductos, y en las
altas barrancas que presenta la costa fluvial y en la profundidad natural y el caudal del
río Paraná en la zona, que posibilitan la operatoria de buques de gran calado durante
todo el año.

2.2.8 Cultivos GM (genéticamente modificados) y siembra directa

La normativa argentina regula los avances y desarrollos tecnológicos en biotecnología


agropecuaria desde los inicios de estas actividades en la República Argentina en el año
1991 hasta la actualidad. Su objetivo es garantizar que los organismos genéticamente
modificados (OGM) con los que se realizan ensayos experimentales en una primera
instancia y los que eventualmente obtengan un permiso de comercialización, sean
seguros para el agroecosistema e inocuos para el consumo humano y animal.

La autorización para la comercialización de un cultivo transgénico está a cargo las


autoridades del MAGyP, y se basa en los informes técnicos elaborados por:

 La Dirección de Biotecnología y la Comisión Nacional Asesora de


Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), y
 El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y su
Comité Técnico Asesor en el Uso de Organismos Genéticamente
Modificados (CTAUOGM).
 Dirección de Mercados Agrícolas del MAGyP.

La Dirección de Biotecnología y la CONABIA evalúan el comportamiento agronómico


del OGM y los posibles riesgos que puede causar la introducción del cultivo transgénico
en los agroecosistemas. La evaluación consiste en dos etapas. Durante el desarrollo del
OGM, la Dirección y la CONABIA evalúan la información genética introducida en el
OGM, todas sus características y su comportamiento en el agroecosistema (expresión
fenotípica). Una vez establecida la seguridad del OGM en sí se evalúa su potencial
comportamiento en la producción agropecuaria y los potenciales efectos sobre la salud
en relación con el manejo (no incluye consumo) del OGM. Durante esta evaluación no
sólo se analiza el OGM y se toman medidas preventivas para evitar riesgos, sino que
también se analiza la capacidad del solicitante (institución o persona física que pretenda
hacer ensayos con OGM) respecto al uso y manejo de OGM.

El SENASA y el CTAUOGM evalúan los riesgos potenciales para la salud animal y


humana derivados del consumo, como alimento, del cultivo transgénico o sus

51
subproductos. Estudian la presencia de tóxicos, alérgenos y de posibles modificaciones
nutricionales que se podrían haber introducido por la transformación genética.

Para los Organismos Vegetales Genéticamente Modificados (OVGM), también es


necesario un dictamen sobre los impactos productivos y comerciales del material
genéticamente modificado respecto de su liberación a gran escala. Esta evaluación se
realiza la Dirección de Mercados Agrícolas.
Luego de considerar los tres informes técnicos mencionados, el Secretario de
Agricultura, Ganadería y Pesca toma la decisión final y autoriza la siembra, consumo
(humano y animal) y comercialización del cultivo GM (evento de transformación)
analizado15.

La tasa de adopción en Argentina de cultivos genéticamente modificados o transgénicos


es una de las más altas en el mundo, con un alto grado de aceptación entre los
productores en virtud de las ventajas que representó esta tecnología. Las ventajas que
acarreó y acarrea la adopción de esta generación de cosechas GM han sido:
a) Un control más efectivo de plagas y malezas, con el consiguiente avance de la
frontera agropecuaria a áreas impensadas con anterioridad y el consecuente
aumento de producción;
b) Una reducción en los pesticidas utilizados, contribuyendo positivamente a la
biodiversidad, protegiendo a otros organismos y contribuyendo a un medio ambiente
más seguro;
c) Prácticas de cultivo más sustentables y de eficiente uso de los recursos;
d) Conservación de la humedad del suelo, la estructura, los nutrientes y el control de
la erosión del suelo a través de prácticas de siembra directa.

La superficie total de transgénicos en Argentina fue de 24 millones de hectáreas en la


campaña 2018/2019. Cerca de 17,7 millones de hectáreas correspondieron a soja, en
su mayoría tolerante a herbicida, pero con un porcentaje creciente de las nuevas
variedades apiladas con resistencia a insectos. En la misma campaña se sembraron 5,8
millones de hectáreas con maíz GM, mientras que, en cuanto a algodón, se cultivaron
unas 400.000 hectáreas de variedades GM. Las características presentes en estos
cultivos son la tolerancia a herbicidas y la resistencia a insectos (Bt), y se encuentran
solas o combinadas. La tendencia, en la mayoría de los casos, es a combinar
características en el mismo cultivo. Estos guarismos indican que aproximadamente el
100% de la superficie sembrada con soja y algodón, y el 97% de maíz fueron cultivados
con híbridos o variedades GM. Argentina se mantiene como el tercer país productor de
transgénicos, después de Estados Unidos y Brasil.16

15
https://www.magyp.gob.ar/sitio/areas/biotecnologia/evaluaciones/
16
http://www.argenbio.org/cultivos-transgenicos

52
Tabla 2 – 1. Evolución de la superficie cultivada con OGM en Argentina (en miles de
hectáreas).

Soja Maíz Algodón


Total
TH Bt X TH Bt TH Bt X HT Bt TH Bt X TH
96/97 370 - - - - - - - 370
97/98 1.756 - - - - - - - 1.756
98/99 4.800 - 13 - - 5 - - 4.818
99/00 6.640 - 192 - - 12 - - 6.844
00/01 9.000 - 580 - - 25 - - 9.605
01/02 10.925 - 840 - - 10 - - 11.775
02/03 12.446 - 1.120 - - 20 0,6 - 13.587
03/04 13.230 - 1.600 - - 58 7 - 14.895
04/05 14.058 - 2.008 14,5 - 55 105 - 16.241
05/06 15.200 - 1.625 70 - 22,5 165 - 17.083
06/07 15.840 - 2.046 217 - 88 232 - 18.423
07/08 16.600 - 2.509 369 82 162,3 124 - 19.846
08/09 17.000 - 1.536 320 800 72 210 - 19.938
09/10 18.182 - 1.408 256 992 42,3 47 367 21.294
10/11 18.700 - 1.599 287 1.640 7,7 55,9 552,3 22.842
11/12 18.800 - 1.400 400 2.400 - 69 506 23.575
12/13 19.120 - 1.322 365 2.689 - 52 378 23.926
13/14 20.438 62 975 312 2.457 - 66 484 24.794
14/15 20.500 643 700 280 2.380 - 54 396 24.953

Fuente: Argenbio. Http://www.argenbio.org

De aquí vamos a la introducción de una práctica que en nuestro país tiene su máxima
expresión: la siembra directa. La siembra directa permite producir sin degradar el suelo,
mejorando en muchos casos las condiciones físicas, químicas y biológicas del mismo.
Además, logra hacer un uso más eficiente del agua, recurso que en cultivos de secano
es generalmente el factor limitante en la producción. Así, el sistema logra niveles
productivos altos con estabilidad temporal y en armonía con el ambiente.

53
Sobre la base de datos proporcionados por AAPRESID, en la campaña 2018/19 se
implantó poco más del 90% del total de las hectáreas cultivadas en el país con utilización
de siembra directa. En términos de porcentaje, la superficie de soja bajo siembra directa
para la 2018/19 alcanzó el 94% y la de maíz el 92%, seguidos por el trigo y el sorgo con
valores del 87% y 86%, respectivamente. Por debajo se encuentran la cebada y el
girasol, para los que la siembra directa se adopta en un 78% y 74%, respectivamente.
En el gráfico 2-1 puede apreciarse la evolución de la superficie destinada a esta práctica
y su constante crecimiento. El gráfico 2-2 muestra la evolución de la superficie bajo
siembra directa en relación con los principales cultivos argentinos.

Gráfico 2-1. Evolución de la superficie en Siembra Directa en Argentina.

Fuente: Aapresid, Informe para la campaña 2018/2019.

Gráfico 2-2. Evolución de la superficie en siembra directa por cultivos.

Fuente: Aapresid, Informe para la campaña 2018/2019.

La combinación de la práctica de siembra directa y el uso de semillas modificadas


genéticamente permitió maximizar el potencial productivo de las semillas, con lo que se
elevó el rendimiento promedio. También se extendió la frontera agropecuaria. Todo ello

54
contribuyó a un notorio aumento de la producción, disminuyó costos de laboreo y
fertilización y permitió al agricultor argentino ingresar sus productos a una arena
internacional plagada de subsidios con altas ventajas competitivas.

2.2.9 Utilización de plásticos: el silo bolsa

Sobre finales de la década del ’90, el desarrollo tecnológico de la agricultura y la


ganadería en Argentina provocó profundos cambios en los sistemas productivos.

De acuerdo con un informe de Agricultura de Precisión del INTA de Manfredi, la


conservación de granos secos se ha realizado tradicionalmente con estructuras de tipo
permanentes, metálicas o de mampostería. Pero en la Argentina, en los primeros años
del corriente siglo, y como una continuación de la importantísima incursión de la
plasticultura en la conservación de forrajes, han aparecido técnicas que podemos
denominar “e conservación provisoria” o “de campaña”, cuyas principales diferencias
son su corta duración de uso, sin infraestructura fija y de muy bajo costo (podemos
indicar como promedio un costo de almacenaje con este sistema de aproximadamente
3,25 dólares por tonelada17).

En el lapso de sólo 7 años, los plásticos tomaron un protagonismo superlativo en la


conservación de forrajes y granos.

Son múltiples las ventajas que se derivan de la utilización de este innovador sistema de
almacenamiento desde el punto de vista del productor:

 Permite almacenar en origen a un bajo costo.


 El sistema ofrece una gran versatilidad y la posibilidad de complementarse con
otros sistemas de almacenaje.
 Permite maximizar la utilización del equipo de cosecha (puede absorber de 3 a
4 cosechadoras al mismo tiempo).
 Ante adversidades climáticas, permite que, en caso de falta de piso por exceso
de lluvias, la cosecha pueda ser almacenada en el campo, esperando mejores
condiciones para transportarla. Esto lleva a optimizar la cosecha, reduciendo las
pérdidas de rendimiento por los posibles retrasos.
 Permite extender los tiempos de venta de la producción, con una mejor
administración y planificación de las mismas, y realizar un manejo más eficiente
de la comercialización.
 Independiza a la cosecha de la disponibilidad de camiones, lo que implica un
ahorro en fletes al poder transportar la cosecha fuera de estación, cuando el
costo es menor. Además, posibilita evitar la necesidad de enfrentar el costo del
flete corto a los acopios y/o cooperativas.
 Permite programar fletes más económicos desde el campo al acopio o al puerto,
en diferentes momentos del año para evitar la concentración de la actividad
 No requiere tratamientos insecticidas adicionales, lo que se traduce en un menor
daño ambiental y en menores costos de poscosecha.
 Evita la necesidad de tener que vender en época de cosecha cuando los precios
se deprimen.
 Ofrece la posibilidad de separar diferentes tipos de semillas y calidades de
grano, consiguiendo un beneficio económico importante. Esto, a su vez, genera
un importante aporte a la trazabilidad, identificando la producción más fácilmente
según la calidad.

17
Fuente: Márgenes Agropecuarios, edición Nº 418, abril de 2020.

55
De acuerdo a datos relevados por ingenieros agrónomos del INTA de Manfredi, junto a
especialistas de las empresas dedicadas a este rubro, se estima que durante la
campaña 2000/01 se embolsaron con esta tecnología 2,5 millones de toneladas de
grano seco. El 45% del grano embolsado habría sido soja, el 29% maíz, el 14% trigo y
el resto se habría repartido entre girasol, sorgo, arroz y otros granos. Lo que se destinó
al embolsado de grano en la campaña 2001/02 se estimó en 11,5 millones de toneladas;
aumentando en 2002/03 a 14 millones, a 16 millones en 2003/04, a 19 millones en
2004/05 y alcanzando los 20 millones de toneladas en la campaña 2005/06.

Según estimaciones de la DIyEE-BCR, en la campaña 2018/19 se habrían almacenado


en silos bolsa un total de 45 millones de toneladas de soja, maíz y trigo. Para la campaña
2019/20, factores coyunturales que incrementaron la demanda por esta herramienta de
almacenaje provisorio llevaron la estimación a 60 millones de toneladas de granos con
destino al circuito comercial (incluyendo cereales, oleaginosas y cultivos industriales).

2.3 El rol del Estado en el comercio de granos

2.3.1 El control gubernamental

El control es connatural a la organización de los países y a la actividad de sus habitantes.


Los derechos individuales están sujetos a las leyes que reglamentan su ejercicio, y
dentro de esa reglamentación se encuentra comprendido el control.

El poder de establecer controles o fiscalizaciones no puede discutirse válidamente; la


extensión que ha de dársele a esa función sí es una cuestión política. Por ello, al
ocuparse del control es indispensable distinguir entre: control, intervencionismo
(dirigismo) y estatismo.

2.3.2 Antecedentes históricos de las regulaciones sobre el comercio


argentino de granos

Las regulaciones de los gobiernos sobre el comercio de granos comienzan en la década


del ’20 a escala internacional con el objetivo de organizar el comercio ante los
importantes cambios que se estaban produciendo en el contexto mundial.

Ante estos movimientos, Argentina, a efectos de no desaparecer como exportadora en


el mercado mundial y para poder mantener a la producción interna durante el período
de crisis, adopta también una serie de medidas que se implementaron a través de una
legislación oficial. Surgen así diversos organismos oficiales tendientes al ordenamiento
y regulación del comercio de granos.

Con anterioridad a estos eventos el comercio agrícola en Argentina era totalmente libre,
con la creación de entidades que contemplaban los intereses de las partes en una
operación con productos agrícolas y el gobierno con una mínima intervención en el

56
desarrollo comercial. Las medidas oficiales estaban orientadas a proteger el comercio
exterior.

En ese contexto, en 1932 el Poder Ejecutivo remite al Congreso Nacional dos proyectos
de ley, uno para la construcción de una red de elevadores y otro para la reglamentación
de la producción, el comercio interno y la exportación de granos (proyecto de Ley de
Granos).

Al año siguiente, el Parlamento sanciona la Ley 11.742 de construcción de la red de


elevadores y en 1935 la Ley 12.253, por la cual se creó la Comisión Nacional de Granos
y Elevadores, entidad autárquica con participación de las organizaciones privadas que
inició sus funciones en 1936 con la misión de tender al ordenamiento del comercio de
granos y administrar la red oficial de elevadores.

La ley de construcción de elevadores dispuso el proyecto y la construcción de una red


de elevadores de campaña con sus correspondientes terminales en los puertos de
exportación. El objeto era no sólo almacenar los cereales y abaratar los costos de
movimiento y transporte, sino también permitir el secado de la mercadería, su
clasificación y formación de grandes lotes homogéneos. La norma legal establecía que
debía determinarse la ubicación, capacidad y tipo de elevador a construir.

La Ley de Granos (N° 12.253), cuya aplicación estaba a cargo de la Comisión, le dio
facultades sobre fijación de tipos y zonas, detallando minuciosamente su formación para
el trigo, maíz, lino, cebada y avena, sobre el control el comercio de granos y sobre el
fomento de la genética.

Desde el dictado de la ley, las Cámaras Arbitrales, Bolsas de Cereales y Mercados a


Término debieron funcionar bajo el control directo de la Comisión.

En ese momento, la comercialización externa estaba centralizada en muy pocas firmas


y el objetivo de gran parte de las reglamentaciones era permitir que también los
acopiadores pudieran participar del comercio exterior.

En 1933, se creó por decreto N° 31.864, la Junta Reguladora de Granos, organismo


estatal integrado por representantes de la actividad privada, cuya misión fue adquirir
todo el trigo, el lino y el maíz que se le ofreciese, productos que venderían a los
exportadores de acuerdo con los precios del mercado internacional.

La Junta Reguladora de Granos era un organismo totalmente financiero que dependía


del Banco de la Nación, el que, a través de la Junta, compraba a los agricultores y
después vendía o malvendía según los casos.

57
Tenía como fin la compra de trigo, maíz y lino que le ofreciesen, con el propósito de
garantizar los precios básicos fijados por el Poder Ejecutivo y evitar que los productores
perdiesen los aumentos habidos en el mercado.

Las partidas adquiridas eran destinadas solamente a la exportación, vendiéndolas a


precios internacionales, debiendo absorber el Estado las diferencias si se producían
situaciones deficitarias, las que serían cubiertas con los márgenes resultantes de la
compraventa de las letras de cambio que integraban el Fondo de Margen de Cambio.

La Junta tuvo intensa actividad hasta la campaña 1934/35 cuando comienzan a mejorar
los precios internacionales y decae su participación.

Por entonces, en 1936 inicia sus actividades la Comisión Nacional de Granos y


Elevadores a partir de la sanción durante el año anterior de la Ley de Granos (N° 12.253)

Con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial que imposibilitaba algunos tráficos


comerciales, el Estado vuelve a intervenir por medio de la Junta Reguladora de Granos
con funciones extraordinarias. Se dispone la compra, con carácter monopólico, de todo
el trigo, el lino y el maíz.

En el ’44, la Junta Reguladora de Granos pasa a ser “Junta Reguladora de la Producción


Agrícola”, ampliando su universo a todos los productos del campo para lo que formula
planes de regulación y posteriormente sus funciones comerciales pasaron al IAPI
(Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) en 1946, que pasa actuar como
comercializador oficial por medio de la Gerencia de Productos Agrícolas, monopolizando
la compra y venta de toda la producción y dependiendo del Banco Central. La Comisión
Nacional de Granos y Elevadores, encargada de la administración de éstos y del
ordenamiento en la comercialización de granos, vio recortadas sus funciones en 1949,
año en que se limitó su autarquía, se excluyó de su dirección la participación de los
privados y se la transformó en una Dirección Nacional dependiente primero del Banco
Central y luego del Ministerio de Economía.

En el mismo año 1946, se prohíbe la operatoria en el mercado a término y la fijación de


precios de pizarra por la Cámara Arbitral de Cereales. También se procede a la
expropiación de los elevadores terminales de propiedad de empresas exportadoras.

De tal forma, tanto las funciones de comercialización, por un lado, cuanto las de
ordenamiento y regulación del comercio, junto con la administración de la red oficial de
elevadores, por el otro, se llevaron a cabo por medio de dos organismos independientes
pero que actuaban simultáneamente sobre los mismos procesos del sector.

58
Esto continuó hasta 1955, cuando inicia sus funciones el Instituto Nacional de Granos y
Elevadores (INGE), creado por Ley N° 14.378 que concentró en un único ente ambas
ramas funcionales.

Al producirse la caída del gobierno constitucional, el Instituto es intervenido y se dicta,


en octubre de 1956, el Decreto-Ley 19.697, por el que se crea la Junta Nacional de
Granos (JNG) que pasa a depender del Ministerio de Economía, que será el encargado
de definir su política a partir de entonces.

Este organismo único tenía como principales funciones intervenir en la comercialización


de granos en apoyo de los precios mínimos fijados por el Estado, pero en un marco de
libre concurrencia, o sea, abandonando el carácter monopólico que tenía previamente.
Entre sus disposiciones figuran expresamente la de reglamentar el comercio granario y
administrar los elevadores de la red del Estado.

También se autoriza la reapertura de los mercados a término y de las Cámaras


Arbitrales.

A partir de la cosecha 1955/56, gradualmente se volvió a un sistema de comercio


relativamente libre, manteniéndose los precios mínimos y la facultad estatal de la
compra para garantizarlos.

Posteriormente, las leyes que rigieron el comercio de granos fueron reordenadas y


actualizadas mediante el dictado del Decreto-Ley 6.698 del año ’63, cuyo texto corregido
y ampliado constituyó la Ley de Granos y cuyo objetivo era ordenar la comercialización
de granos.

Una idea de su contenido y extensión lo da la nómina de los capítulos que la integran:


organización, funciones, atribuciones, patrimonio, recursos financieros, fondo de
comercialización, actividad comercial de la Junta, control del comercio de granos,
clasificación de granos, elevadores, depósitos, silos e instalaciones, certificados,
conservación de los granos, infracciones, sanciones, disposiciones penales,
disposiciones generales y complementarias.

Durante el lapso de existencia de la Junta Nacional de Granos, la política oficial en


relación con el mercado de granos se desarrolló con diferentes matices de intervención
que alcanzaron su máxima expresión en el ‘73/’76 con el retorno del monopolio oficial
del comercio.

59
La ley N° 20.573 de 1973 disponía que la comercialización de la producción de granos
y otros productos agrícolas y también sus productos y subproductos de la industria
primaria, estará a cargo del Estado con carácter exclusivo y excluyente, a través de la
Junta Nacional de Granos.

Esta ley fue derogada por el Decreto-Ley N° 21.288 del 5 de abril de 1976,
restableciéndose el Decreto-Ley N° 6.698 del ’63.

En 1976, con la instauración del nuevo gobierno de facto, se tiende a la desestatización


y privatización de actividades productivas y servicios, en el marco de una progresiva
liberalización de los mercados internos y de exportación. En tal sentido, la JNG
disminuyó sensiblemente las compras en el mercado interno, que se mantuvieron en
niveles importantes sólo para el trigo.

La JNG mantuvo una presencia importante en la compra de mercadería durante los


primeros años de la década del ’80, pero centrado en las regiones del NOA y el NEA, a
través de los planes de compra con rebajas en el descuento por flete que se le realizaba
al productor.

Así, la JNG, que hasta 1976 concentraba la actividad comercial granaria, pasa a
dedicarse, prácticamente, a funciones subsidiarias como la tipificación, controles de
calidad, comercialización de excedentes a precios sostén y a la administración de los
elevadores terminales e instalaciones de campaña.

En 1978 también comienzan a construirse terminales portuarias privadas (como


consecuencia de la flexibilización producida en las normativas vigentes), las que
coexisten con la red oficial administrada por la Junta.

En 1982 el Poder Ejecutivo Nacional establece reglamentaciones para el


funcionamiento de las operaciones a término (control de los mercados existentes,
publicidad de los precios, plazos para la liquidación de los contratos, etc.) y para las
operaciones a fijar precio (fechas de vencimiento para las fijaciones, utilización de los
precios pizarra para la fijación, etc.).

Con el advenimiento de la democracia en 1983 aumenta la participación oficial en el


mercado interno. De tal forma, en el período ‘83/’89 se despliega nuevamente un
importante programa de compras de trigo, girasol y producciones extra-pampeanas
como maíz y sorgo del NOA y el NEA.

Al iniciarse, en 1989, un nuevo periodo de administración política, y comenzar la


desregulación de la economía, una de las primeras experiencias se centra en el sector
granario. Así, a partir de la campaña 1989/90, la Junta Nacional de Granos deja de
regular el mercado interno de trigo luego de la eliminación de los programas de compra

60
y otra serie de acciones, que finalmente desembocan en la liquidación final del
organismo.

A través del Decreto N° 2.284 del 31 de octubre de 1991, se dispuso la disolución de la


JNG. Todo el esquema de privatización del organismo ocurrió entre noviembre-
diciembre de 1991 y febrero-marzo de 1992, donde se incluye la venta de todas las
instalaciones de propiedad de la Junta.

Las normas adoptadas en materia de desregulación a principios de la década del ’90


incorporaron a los contratos a término, futuros y opciones de cualquier naturaleza al
régimen de oferta pública previsto en la Ley 17.811 (hasta entonces solo aplicable a los
títulos valores).

En coincidencia con esta definición, se dictó posteriormente el Decreto 1.926/93 por el


cual se asignaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV) facultades para autorizar el
funcionamiento de los Mercados a Término, aprobar sus estatutos, reglamentos,
mecanismos de operación e instrumentos. Este decreto establece que la CNV deberá
dar intervención a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación
(actualmente a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca) en la consideración de
toda cuestión relacionada con la naturaleza específica del producto subyacente de estos
contratos.

El Poder Ejecutivo Nacional con el objetivo de asegurar la plena vigencia de condiciones


de transparencia y competitividad en los mercados agropecuarios, estableció también
una reglamentación general para el funcionamiento de las Cámaras Arbitrales de
Cereales del país (Decreto 931/98).

Las Cámaras Arbitrales tienen como función medular la resolución de los conflictos o
divergencias que puedan suscitarse en su seno, en relación con cuestiones atinentes a
la comercialización de granos. Las resoluciones emanadas de dichas instituciones
tienen fuerza obligatoria para las partes que voluntariamente optan por someterse a las
mismas en calidad de jueces arbitrales y, consecuentemente, deben acatar sus
pronunciamientos.

La Secretaría de Agricultura pasó a fijar los criterios a que deberían ajustarse las Bolsas
y Cámaras Arbitrales de Cereales para la captación, generación y suministro de
información pública orientadora del mercado de granos, y auditar la correcta aplicación
de dichos criterios. Dichos criterios fueron establecidos por el Decreto 1.059/99.

En 1996, por el Decreto 1.343/96, se crea como organismo desconcentrado de la


Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, la Oficina Nacional del
Control Comercial Agropecuario (ONCCA). Dicho organismo será, de allí en más,

61
responsable de fiscalizar el estricto cumplimiento de las normas de comercialización del
sector agropecuario.

La Resolución N° 554/99 de la SAGPyA estableció, por medio de la ONCCA y en el


ejercicio de las funciones de policía comercial del mercado de carnes y granos, que para
actuar en el mercado de granos los operadores deberían inscribirse en un registro de
matriculados. La falta de inscripción impediría todo tipo de transacción incluyendo las
realizadas en bolsas y mercados, no pudiendo asimismo las autoridades aduaneras
expedir a los exportadores o importadores el permiso de embarque o descarga
pertinente.

Desde el 2003, Argentina se ha beneficiado de precios relativos favorables en el


mercado internacional de bienes. Inicialmente, esto causó una expansión de la
producción agrícola, específicamente en cuanto a producción intensiva de cultivos se
refiere. Sin embargo, las políticas aplicadas en el período 2002-2015 tuvieron una fuerte
presión en el sector, lo cual impactó la rentabilidad agrícola hacia el final del período. La
combinación de impuestos y cuotas a la exportación de productos agropecuarios
primarios y los controles al tipo de cambio tuvieron un impacto sustancial en el ingreso
de los productores agrícolas y redujeron los incentivos para la inversión y adopción de
tecnología.

Luego del 2002, los impuestos a la exportación de productos agrícolas representaron


una fuente de impuestos alta y creciente. Desde el 2008 hasta finales de 2015, los
gravámenes a la exportación (ad valorem) de soja, trigo y maíz fueron del 35, 23 y 10
por ciento, respectivamente.

En el año 2005, la ONCCA pasa a ser un organismo autárquico y dicta una serie de
medidas que tienen por objeto un control más estricto de la comercialización de granos
y legumbres, a tono con el espíritu de las normas conjuntadas dictadas con la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

En el 2008 se impusieron restricciones adicionales a la exportación de trigo bajo la figura


de cuotas (ROE Verde), buscando garantizar un excedente del consumo doméstico;
luego de estimar el consumo, las autoridades emitían permisos para la exportación del
excedente. Sin embargo, la producción se sobreestimó o subestimó con frecuencia, y
las cuotas de exportación se otorgaron de forma discrecional. Esto trajo consigo
incertidumbre en las transacciones y empujó a la baja los precios de los productores
(además del efecto de los impuestos a la exportación). Esta reducción en los precios
llevó a una menor producción en los siguientes años.

Por el Decreto 1.366/2009, se crea el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca,


otorgando rango ministerial a Agricultura, luego de 1981.

62
En el año 2011 se disuelve la ONCCA y una buena parte de sus competencias y
recursos se transfieren al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Otras facultades
y actividades relacionadas con las compensaciones y los subsidios son depositadas en
la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (UCESCI),
organismo dependiente del Ministerio de Economía.

La conjunción de precios con tendencia alcista en el mercado internacional de granos,


con gran demanda sobre países con un perfil netamente exportador como Argentina, y
las expectativas inflacionarias que comenzaron a perfilarse en el año 2006 derivaron en
mayores controles por parte del Estado Nacional, como así también en medidas con
distinto grado de intervención.

Para el año 2012 se crea el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroalimentaria


(RUCA). Se deroga la Res. 7.953/2008 ONCCA (registro). El registro es obligatorio para
las personas físicas o jurídicas que intervengan en la cadena agroalimentaria de los
mercados de lácteos, ganados y carnes y granos, y sus subproductos y/o derivados.

En el año 2014, a través de una resolución conjunta de la CNV y la SAGPyA (Res. Conj.
628/2014 y 208/2014), se reglamenta el registro de contratos en mercados. A partir de
esto, todas las operaciones de compraventa deben registrarse inmediatamente después
de concertadas en sistema informatizado nacional. Da origen a SIO-GRANOS, servicio
conjunto de las Bolsas de Cereales. Los productos y subproductos deben contar con un
análisis de calidad efectuado por un Laboratorio autorizado.

Para marzo de 2015, la AFIP a través de la resolución 3.745/2015 se reglamenta el


régimen de información de compraventa de silo bolsas, en donde fabricantes y dueños
de silos bolsa deben informar mensualmente las ventas de bolsas para almacenaje de
granos.

En diciembre del 2015, el gobierno entrante introdujo grandes cambios en la política


agrícola al eliminar los gravámenes a la exportación de la mayoría de los productos
agrícolas (excepto al complejo soja). Se abolieron las restricciones a la exportación y se
desregularizó el mercado cambiario. Como resultado del cambio en los precios relativos,
los ingresos de la producción agrícola mejoraron.

La reducción de los derechos de exportación fue del 35 al 30 por ciento para los granos
de soja y del 30 al 27 por ciento para la harina y aceite de soja, con la introducción de
reducciones adicionales de 0,5 por ciento mensual a partir de enero del 2018.Sin
embargo, luego de una fuerte volatilidad en el mercado cambiario sobre fines de agosto
de ese año, se realizaron nuevas modificaciones en el esquema impositivo.

63
El Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 793/18 del día 4 de septiembre puso en
vigencia un nuevo esquema de retenciones que, en principio, estaría vigente hasta el
31 de diciembre de 2020. Según el mismo, todo producto exportado tributará un derecho
de exportación del 12% del valor imponible o precio Oficial FOB, si lo hubiera, tal como
sucede con la mayoría de los bienes del complejo agrícola. Sin embargo, a esta alícuota
se le fijó un tope máximo de $ 4 por cada dólar de valor de la exportación (granos y
complejo soja), aunque para algunos bienes específicos se aplica un techo más bajo de
$ 3 por dólar de valor exportado (subproductos industrializados).

En relación al complejo sojero las imposiciones de la nueva norma se sumaron a los


derechos de exportación previamente vigentes, con una sola excepción: para aquellos
que estaban sujetos a la reducción escalonada de la alícuota de tributación del orden
del 0,5% mensual, esta rebaja se hace de una sola vez hasta dejarla en un 18%. En
concreto, ello significa que productos como el poroto, el aceite o la harina de soja
tributarán el 18% más el 12% o tope de $ 4/dólar de valor de exportación, según
corresponda, en tanto que el biodiesel tributará el 15% previamente vigente más el 12%
o tope de $ 4/dólar de valor de exportación. De esta manera, se eliminó el diferencial en
la alícuota de los derechos de exportación entre los porotos de soja y los productos
industriales, desincentivando el agregado de valor local.

Ese mismo año, la Resolución General Conjunta N° 4.248 del Ministerio de


Agroindustria, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA),
del Instituto Nacional de Semillas (INASE) y de la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP), dio origen al Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA). A
partir del mismo se unificaron 4 registros en un único sistema que elimina trámites y
reduce en más del 50% la información requerida. SISA integra el Registro Fiscal de
Operaciones de Granos (RFOG); el Registro Fiscal de Tierras Rurales Explotadas
(TIRE); el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) y el
Padrón de Productores de Granos Monotributistas. De esta forma, los productores solo
tienen que presentar dos declaraciones juradas por año, en lugar de las siete que debían
entregar hasta ese momento. El régimen de suspensiones y exclusiones del RFOG fue
reemplazado por un sistema de scoring, y cada productor/operador es calificado según
su grado de cumplimiento con la normativa vigente.

En diciembre de 2019, la asunción de una nueva gestión en el gobierno nacional trajo


aparejada nuevas modificaciones en el esquema impositivo. Los derechos de
exportación sobre la soja volvieron al 30 por ciento, mientras que las retenciones al
maíz, trigo, sorgo, girasol y cebada quedaron en el 12%.

En marzo de 2020, a través del Decreto 230/2020, se incrementó la alícuota para las
retenciones al complejo soja en tres puntos porcentuales. En contrapartida, se
determinaron bajas para los derechos de exportación sobre gran parte de los productos
agroindustriales referentes a las denominadas economías regionales. Junto a este
esquema se implementó una “redistribución solidaria” mediante reintegros a los
pequeños productores de soja, con cosechas menores a las mil toneladas.

64
Tras esta medida, los derechos de exportación para quedaron en 7% para el girasol
(antes 12%) y harinas y aceites de trigo (antes 12%). Con 5%, el arroz pulido (antes
9%), aceite de girasol (antes 12%), girasol confitero (antes 12%) y maíz flint envasado
(antes 12%), harinas y aceites de sorgo (igual) y maíz pisingallo (antes 9%).
Permanecen con el mismo nivel de retenciones el trigo granos (12%), sorgo (12%) y
maíz granos (12%).

En las últimas décadas, la agricultura ha sido un sector dinámico de la economía


argentina. El rápido crecimiento de la productividad sumado al incremento de la
demanda global de productos agrícolas hace que la agricultura sea un sector clave de
la economía nacional. Al mismo tiempo, el sector agrícola ha estado sujeto a una política
cambiante en la que se han alternado períodos de apertura relativa y estabilidad
macroeconómica con períodos de alta inflación y restricciones considerables al
comercio. A pesar del continuo cambio en las “reglas del juego”, el desempeño de la
agricultura ha tenido un papel significativo para la nación.

2.3.3 Herramientas para la fiscalización o intervención en el


comercio de granos

Las herramientas o mecanismos que se utilizaron para intervenir en la economía fueron


múltiples y algunos de ellos subsisten en la actualidad. Se recurrió a precios máximos,
retenciones o derechos de exportación, insumos caros por ser producidos por
actividades altamente protegidas, cupos de exportación, permisos, tablitas o pautas
cambiarias, tipos de cambio diferenciales, dobles y múltiples mercados para las divisas,
seguros de cambio, altas tarifas o aranceles a las importaciones, y hasta el cierre de
ventas al exterior.

De todas formas, tal como se menciona a principio de este capítulo, hay que distinguir
entre los instrumentos que tienen por objeto intervenir en la actividad y los que sirven
para controlar la comercialización de granos.

 Herramientas de intervención:
 Precios máximos
 Precios sostén o precios mínimos
 Sistema de garantías públicas al comprador
 Cupos de ventas al exterior
 Precios mínimos (FOB) de venta al exterior
 Tipos de cambio diferenciados para el comercio exterior
 Derechos de exportación diferenciados entre productos complementarios,
suplementarios y/o derivados
 Reintegros a las exportaciones
 Subsidios o compensaciones
 Licencias de importación y exportación no automáticas
 Destinación suspensiva de importación temporaria con o sin transformación

65
 Herramientas de control:
 Registro Único de la Cadena Agroalimentaria
 Registro Fiscal de Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres Secas
 Distintos tipos de registros para las industrias u operadores de las cadenas
agroalimentarias (faenadores avícolas, engordadores/invernadores de porcinos,
molienda de trigo, etc.)
 Registro de Peritos Clasificadores de Cereales, Oleaginosos y Legumbres
 Registro Nacional del Comercio y Fiscalización de Semillas
 Registro de Empresas Fitosanitarias
 Registro de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior
 Sistema Federal de Fiscalización de Agroquímicos y Biológicos
 Libro de existencias de mercadería
 Declaración de existencias física de mercadería
 Declaración de existencias de granos de propia producción
 Declaración de capacidad productiva a través de la superficie agrícola según
cultivo
 Declaraciones de la industrialización mensual y de la producción de los productos
derivados de la industrialización
 Formularios de Cartas de porte para el transporte camionero y ferroviario
 Formularios para las operaciones de depósito por medio de la Certificación
Primaria de Depósito de Granos o para las operaciones de retiro o transferencia
de mercadería dentro de depósitos, con las respectivas Certificación Primaria de
Depósito de Granos
 Formularios para las operaciones de compra venta, por medio de la Liquidación
Primaria o Secundaria de Granos, según corresponda
 Registro de las operaciones primarias y secundarias de granos y legumbres
 Detalle de Movimientos totales de Granos en Acopios
 Detalle de Cereales y Oleaginosos utilizados y productos del proceso industrial
 Detalle de Operaciones Primarias con entrega en destino de los corredores
 Detalle de las compras realizadas por los exportadores de cereales y oleaginosas
 Detalle de las compras realizadas por la industria de cereales y oleaginosos
 Certificados de calidad

Cuadro de texto 2 - 1

Intervención estatal: las States Trading Enterprise

Las normas del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade), que gobiernan las
negociaciones globales de bienes y servicios, reconocieron a las empresas comerciales
del Estado (ECE o, su versión en inglés State Trading Enterprise – STE) como
participantes legítimos en las operaciones internacionales.

El artículo XVII del GATT 1994 establece que dichas empresas (en sus compras o
ventas que involucren importaciones y/o exportaciones) deben respetar los principios
generales de no discriminación y deben realizarse de acuerdo a “consideraciones
comerciales”. Asimismo, instituye que sus miembros deben proporcionar

66
periódicamente a la Organización Mundial de Comercio (OMC) información relacionada
con nuevos compromisos, cambios en las políticas, así como todo otro material que se
les solicite.

En la Ronda Uruguay se define a las ECE como “las empresas gubernamentales y no


gubernamentales, incluidas las entidades de comercialización, a las que se hayan
concedido derechos o privilegios exclusivos o especiales, con inclusión de facultades
legales o constitucionales, en el ejercicio de los cuales influyan por medio de sus
compras o ventas sobre el nivel o la dirección de las importaciones o las exportaciones”.

Características generales

Basados en la definición de la Ronda Uruguay, más de 30 países miembros han


informado a la OMC la presencia de ECE en sus sectores agrícolas. En función al valor
de sus exportaciones, y hasta fines de la década del 90, las principales entidades
estatales eran la Junta Canadiense de Trigo (Canadian Wheat Board, CWB), la Junta
de Productos Lácteos de Nueva Zelanda (New Zealand Dairy Board), la Junta
Australiana de Trigo (Australian Wheat Board) y Queensland Sugar Corporation, QSC
(para las exportaciones de azúcar). Tal como se menciona, todas estas entidades
estaban orientadas a las exportaciones, en contraposición a aquellas dedicadas a las
importaciones como son las de Indonesia (Badan Urusan Logistik), Japón (Japan Food
Agency), Corea, México, Egipto, etc.

Entre el período 1993/94 y 1997/98, el 32% de las exportaciones mundiales de trigo


eran manejadas por las Juntas de Australia y Canadá. La misma situación se presentaba
en Nueva Zelanda, donde la Junta comercializaba aproximadamente el 30% de las
exportaciones de productos lácteos de todo el mundo y entre 1994 y 1998 Queensland
Sugar Corporation controló el 11% de las exportaciones mundiales.

Las juntas exportadoras antes mencionadas compartían el principio conocido como


“single desk”, es decir, poseían un control total sobre las exportaciones. En algunos
casos, gozaban de un control total sobre el comercio doméstico. Tal era el caso de la
CWB, que podía negociar el trigo y la cebada de Canadá Occidental en el mercado local
y de exportación. Hay otros casos, en los que las anteriores “juntas” comparten la
comercialización con otras firmas privadas, como ocurría en Nueva Zelanda y en
Australia. Si bien intervenían en la mayoría de las exportaciones de sus respectivas
commodities, competían con otras firmas para obtener y vender la producción en los
mercados domésticos. QSC obtenía toda la producción de azúcar sin refinar de
Queensland y luego la comercializaba a las refinerías y era el único exportador. No
obstante, QSC no negociaba azúcar refinada. Actualmente, Queensland Sugar Limited
se encarga de realizar las ventas directamente a las refinerías (más del 90% se destina
a Asia). Asimismo, administra las terminales de almacenamiento, manejo y embarque
en una red integrada.

67
El sistema de “price pooling” o fondo común fue utilizado en diferentes formas por las
cuatro juntas señaladas para asegurar la estabilidad de precios a los productores y para
controlar la comercialización de sus respectivos productos.

Por este sistema, por ejemplo, los productores recibían un pago inicial equivalente a,
aproximadamente, el 80% del precio final proyectado para el momento de la entrega de
parte de la Junta Canadiense de Trigo. También recibían pagos adicionales de existir
precios superiores a los calculados inicialmente. El gobierno garantizaba el pago inicial
y estaba obligado a hacerse cargo en caso de las pérdidas o del déficit del pool.
Contrariamente, el gobierno de Australia no garantizaba el pago inicial a los productores.

También se observaban diferencias en la forma de determinar el precio de cada pool.


Por ejemplo, en la Junta Canadiense los precios se promediaban para un amplio rango
de años comerciales, calidad, puntos de entrega y costos de comercialización. En
contraste, Australian Wheat Board operaba pools especiales para 45 clases y grados
específicos de trigo, descontando los costos de flete y comercialización de los precios.

La Junta de Nueva Zelanda realizaba los pagos a sus cooperativas miembros de


acuerdo al costo de producción y a los valores estimados de los productos. Asimismo,
las cooperativas podían recibir primas por producción o descuentos por menor calidad.

De las juntas referidas, sólo la de Nueva Zelanda posee cierto control sobre el
procesamiento de los productos, por medio de contratos con las cooperativas miembros,
promoviendo la producción de determinados productos mediante un sistema de primas
y descuentos, y estableciendo joint ventures y subsidiarias en otros países para luego
procesar los productos de acuerdo a los requerimientos específicos de cada mercado.

Entre las políticas que pueden utilizar las ECE se encuentran los subsidios a la
exportación, fijación de precios, controles sobre la oferta, aranceles, restricciones
cuantitativas, etc. Ninguna de las principales juntas utilizó subsidios explícitos a las
exportaciones. Por otro lado, las juntas de Australia, Canadá y Nueva Zelanda no
utilizaban programas de apoyo a los precios, aunque los pagos iniciales garantizados
por el gobierno de Canadá pueden ser considerados una forma de respaldo a los
productores.

En relación a las políticas de control de la oferta, CWB combinaba la asignación de


cuotas y “pedidos de entrega”, donde los productores, por contrato, deben entregar una
parte o toda la cantidad del cereal en fechas específicas. Queensland Sugar
Corporation, antes de 1991, limitaba la oferta de azúcar estableciendo cantidades
máximas que podían entregar los ingenios azucareros a QSC. Cualquier cantidad
adicional recibía un precio inferior. Dichos controles dejaron de existir cuando el
gobierno expandió el área destinada a la producción de azúcar y redujo el diferencial de
precios.

68
En todos los casos, las juntas utilizaban acuerdos de oferta a largo plazo o créditos
a la exportación y garantías para incrementar las ventas a los mercados externos. Por
ejemplo, Canadian Wheat Board ha firmado contratos anuales con Japón para la
provisión de trigo y cebada y, en algunos casos, el gobierno garantizaba préstamos a
determinados importadores.

Otro punto a destacar es el régimen de propiedad. La estructura puramente estatal


se ha debilitado. New Zealand Dairy Board nació como la unión de cooperativas para
obtener poder a través de fondos comunes. Hacia comienzos del siglo veinte, la mayoría
de las fábricas de productos lácteos de Nueva Zelanda eran propiedad de cooperativas.
A medida que expandían su alcance y comenzaban a vender al exterior, se hacía cada
vez más difícil atender a los mercados externos a través de un creciente número de
pequeñas empresas. Por ello, en 1923 el gobierno establece la Dairy Export Produce
and Control Board para controlar las exportaciones. Para competir eficientemente en los
mercados, las cooperativas se fueron consolidando a través del tiempo y para 1996 sólo
ascendían a 12 compañías. Estas compañías tuvieron que trabajar juntas cuando en el
año 1996 el gobierno les transfirió los activos de la antigua Junta. Hacia finales de 2000,
más del 95% de la industria estaba representada por dos compañías: New Zealand
Dairy Group y Kiwi Cooperative Dairies. Un año después, en julio de 2001, el 84% de
los productores involucrados aceptaron la fusión de ambas compañías y la Junta
creando Fonterra Group Limited, que es propiedad de 10.000 productores. Actualmente
exporta más del 95% de los productos lácteos a clientes y consumidores de más de 140
países.

Canadian Wheat Board fue una agencia del gobierno desde 1935 hasta 1998, año en
que pasa a tener una estructura de gobierno compartido, donde la responsabilidad de
las operaciones y la administración correspondían tanto a la Junta (10 de los 15
miembros son representantes elegidos por los productores) como al Gobierno Federal.
El monopsonio de la CWB finalizó en agosto del 2012 cuando el Gobierno estableció
que los productores de trigo, trigo candeal y cebada de Alberta, Saskatchewan,
Manitoba y parte de la Columbia Británica pueden negociar con cualquier empresa
comercial y no deben vender obligatoriamente a CWB. En 2015, CWB fue adquirida por
Global Grain Group, un joint venture entre Bunge y Saudi Agricultural and Livestock
Investment Company, dando lugar a una nueva firma llamada G3 Canada Ltd.

En 1923 el gobierno de la Commonwealth transfirió el control de la industria azucarera


al gobierno de Queensland, creándose la Junta de Azúcar. En 1991 el Parlamento
establece la Queensland Sugar Corporation que sería reemplazada en el año 2000 por
Queensland Sugar Limited, entidad sin fines de lucro, que tiene un monopolio sobre el
total de la producción de azúcar. Actualmente opera por cuenta de siete compañías, que
representan el 95% aproximadamente de las exportaciones y es responsable por la
adquisición y almacenamiento del azúcar sin refinar proveniente de Queensland, de la
negociación de acuerdos de embarque, de la supervisión de los mercados de
exportación, distribución de los resultados provenientes de las ventas y coordinación de
los controles sobre la producción.

69
Australian Wheat Board (AWB) fue una entidad del gobierno hasta 1999, año en el cual
se transformó en una compañía privada, controlada por productores. Hasta el año 2001,
AWB era la única empresa dedicada a la venta de trigo al exterior. Sin embargo, en ese
mismo año, el gobierno permitió la exportación a otras dos empresas: Wheat Australia
para exportar a Irak y CBH a Indonesia. En noviembre de 2005, el gobierno de Australia
inició una investigación sobre AWB Limited, ya que se alegaba que la compañía había
pagado coimas a Irak con el objetivo de asegurar la venta de trigo bajo el programa Oil
for food. A la luz de la evidencia, el gobierno iraquí suspendió las compras, el gobierno
de Estados Unidos limitó las operaciones de Australia y el poder de veto sobre las
exportaciones se transfirió, temporariamente, al Ministerio de Agricultura australiano
mientras se consideraba el futuro del monopolio privado de exportación. En julio de
2008, el Parlamento aprobó la nueva ley de exportación de trigo a granel, bajo la que se
estableció un nuevo ente regulador, Wheat Exports Australia, que acredita a múltiples
compañías exportadoras realizar las ventas externas. Así, Australia terminó con un
sistema protegido que, desde la Segunda Guerra Mundial, permitía a AWB o a su
predecesor, Australian Wheat Board, operar un monopolio de exportación o, como en
años recientes, dominar las mismas.

Consideraciones finales

Las empresas comerciales del Estado son más importantes en agricultura que en otros
sectores. Los países tienden a considerarlas apropiadas para alcanzar objetivos
domésticos de precios sostén para los productores, sostenimiento de la seguridad
alimentaria, economías de escala en la producción y comercialización, etcétera -siempre
con el objeto de proteger al sector productor. Si bien operan en una amplia gama de
commodities, las ECE más activas han sido las conformadas para granos y productos
lácteos.

Las principales preocupaciones en relación con este tipo de empresas se centran en la


falta de transparencia respecto de su existencia y sus actividades, ya que muchas veces
los países miembros no notifican o notifican irregularmente sobre estos puntos. Por lo
tanto, una buena cantidad de prácticas potencialmente incompatibles con las normas de
la OMC escapa al escrutinio y control de la organización. Por otra parte, la relación entre
los gobiernos y las empresas comerciales del Estado y sus actividades pueden dar lugar
a distorsiones en el comercio internacional. Las ECE pueden utilizarse como
instrumento para aplicar medidas comerciales incompatibles con los acuerdos de la
OMC, tales como subsidios a la exportación.

70
El principal objetivo de la Ronda de Doha18 es liberar el comercio mundial y extender los
beneficios a los países menos desarrollados19.

De acuerdo con la marcha de las negociaciones en curso, y específicamente respecto


de las empresas comerciales del Estado las últimas tratativas sugieren:

- Conservar la actual definición bajo el artículo XVII del GATT.


- Eliminar los subsidios a la exportación alcanzados a través de poderes monopólicos.
- Tomar mayores y mejores medidas de vigilancia y control.
- Implementar un tratamiento diferencial y especial para los países en desarrollo (PED):
 Autorización explícita para mantener o utilizar poderes monopólicos para
preservar la estabilidad de los precios del consumidor y para asegurar la
seguridad alimentaria y para aquellos países con una limitada participación en
el comercio mundial.

Teniendo en cuenta los cambios ocurridos en el mercado internacional de commodities


agrícolas en los últimos 15 años, se observa una tendencia mundial hacia una menor
intervención estatal.

18
La Ronda Doha es una serie de encuentros llevados a cabo en el seno de la OMC y que se inicia con la Declaración
de la Cuarta Conferencia Ministerial, celebrada en Doha (Qatar) en noviembre de 2001. La Declaración estableció un
mandato original para negociaciones sobre agricultura y servicios, y otros trabajos entre los países integrantes de la
organización.
19
http://www.wto.org/spanish/tratop_s/dda_s/dda_s.htm

71
Capítulo 3
Funcionamiento y organización del comercio de granos

3.1 Sistema de comercialización

3.1.1 Concepto

Se entiende por sistema de comercialización a un conjunto de elementos que


comprende todas las actividades económicas que llevan a cabo las necesarias
funciones físicas, transmiten la información relacionada y coordinan la producción, de
acuerdo con las demandas del consumidor. Esta concepción considera al sistema en su
integridad y a la coordinación entre las distintas etapas como un ingrediente fundamental
para la eficiencia de la totalidad del sistema.

Cuando se menciona la eficiencia del sistema, se está haciendo referencia a dos tipos
de eficiencia: la técnica y la relacionada con el descubrimiento del precio.

La eficiencia técnica da cuenta de las relaciones insumo-producto involucradas en la


tarea de engendrar utilidad a través de todo el sistema. El producto cambia de forma
(adquiere valor forma), se llevan a cabo funciones de almacenaje y transporte (adquiere
valor tiempo y espacio), todas las actividades económicas son financiadas y el producto,
finalmente, llega a manos del consumidor. Tradicionalmente, la eficiencia de estas
actividades ha sido considerada como una función de la tecnología disponible. Por
ejemplo, en el caso de la producción, un determinado tipo de tecnología dicta la
combinación de tierra, capital, fertilizantes, agua, etc. para producir una determinada
cantidad de producto con una cierta disponibilidad de insumos, del modo más eficiente
posible. En el caso de la industria procesadora, la tecnología disponible impone
restricciones respecto cómo se pueden hacer las cosas. Sin embargo, la combinación
de actividades eficientes individualmente no garantiza la eficiencia del sistema. Ésta
varía de acuerdo con cuán eficientemente las distintas actividades, al ser combinadas,
se funden en un sistema comercial total. La importancia radica en el grado de
coordinación alcanzada entre las distintas fases.

La eficiencia en el descubrimiento del precio está relacionada con lo anterior. Es la


capacidad del sistema para poner en marcha un cambio y alentar la reasignación de
recursos para mantener una consistencia entre lo que se produce y lo que el consumidor
demanda. El mecanismo de precio, por lo tanto, es fundamental como sistema de
comunicación para retransmitir los deseos del público consumidor a quienes producen.
El precio se convierte en una señal. Aquí también, cuanto mayor es la coordinación entre
las distintas etapas, mayor es la eficiencia.

El sistema de comercialización es un juego de funciones económicas que, lejos de estar


rígidamente estructurado, es interactivo y flexible. El funcionamiento de un sistema
depende del resultado neto de todas las decisiones tomadas por los individuos que
operan en cada una de las fases. Como las decisiones no se toman en el vacío, el
ámbito en el que se opera determina qué decisiones pueden tomarse.

Al hacer referencia al mercado de granos, se está considerando al conjunto de


instituciones, instrumentos y prácticas comerciales orientados a la transferencia de
productos agrícolas entre agentes económicos. Dicho mercado de granos está
compuesto por un mercado físico, principalmente, y un mercado de futuros.

72
El mercado físico tiene como meta final la entrega de los bienes en cuestión, por lo que
es el tema principal de lo que se va a desarrollar a continuación. En cuanto al mercado
de futuros, su objetivo es la cobertura del riesgo que implican las posibles variaciones
en los precios de los bienes.

3.1.2 Características

La comercialización de productos agrarios tiene importantes y muy peculiares


características que la diferencian de la de otros bienes, como los originados en el sector
industrial. Dichas características han condicionado y condicionan la organización y el
manejo de la comercialización de granos.

a) Atomización de la producción.
La producción agropecuaria se genera, salvo raras excepciones, en miles de
productores, contrariamente a lo que ocurre con la mayor parte de los productos
industriales. Éstos, en su mayoría, son elaborados por un limitado número de
empresas que ejerce cierta influencia sobre el mercado. Consecuentemente, se
hace importante el proceso de acopio que permite reunir cantidades adecuadas de
producto para comercializar.

b) Estacionalidad de la producción.
No es necesario abundar sobre los motivos, pero es importante mencionar el hecho:
la mayor parte de los productos agrarios en nuestro país se cosechan y afluyen al
mercado en un corto lapso (básicamente en el primer semestre). En la Tabla 3 – 1,
se muestra el calendario de siembra y cosecha de los principales cultivos en
Argentina. Dado que estos productos son destinados a ser consumidos durante todo
el año se hace relevante la necesidad de capacidad de almacenaje para su traslado
en el tiempo.

Tabla 3 – 1 Calendario de siembra y cosecha de los principales cultivos en Argentina.

CULTIVO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Avena grano Siembra Cosecha
Avena pastoreo Siembra Pastoreo desde los 60 días
Cártamo Siembra Cosecha
Cebada grano Siembra Cosecha
Colza o Canola Siembra Cosecha
Girasol Cosecha Siembra
Lino Siembra Cosecha
Maíz grano 2° Cosecha Siembra
Maíz temprano Cosecha Siembra
Maíz tardío Siembra Cosecha Siembra
Mijo Cosecha Siembra
Moha Cosecha Siembra
Soja 1° Cosecha Siembra
Soja 2° Siembra Cosecha Siembra
Sorgo granífero Cosecha Siembra
Trigo Cos Siembra Cosecha

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INTA.

Por otro lado, las curvas de precios se ven afectadas por esta influencia estacional,
pudiendo apreciarse en el Gráfico 3 – 1 el patrón que siguen las cotizaciones de soja en
nuestro mercado. Se caracterizan por una fuerte presión descendente en época de

73
cosecha y se van apreciando a medida que avanza la campaña comercial y escasea la
mercadería.

Gráfico 3 - 1 Componente estacional del precio pizarra de soja (promedio del período
2006 a 2018).

1,060

1,040

1,020

1,000

0,980

0,960

0,940

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario.

c) Especialización espacial.
Por razones ecológicas y de rentabilidad, la producción de cada rubro de la actividad
agraria se concentra regionalmente generando la necesidad de transporte de la
producción. Ver los cuatro mapas que se exhiben en la Figura 3-1.

d) Concentración de la demanda.
Además de las distancias de las zonas de producción a los centros de
comercialización y consumo, hay otras razones que justifican la existencia de
intermediarios especializados en el comercio de granos. La principal de ellas es el
relativamente reducido número de demandantes en el mercado interno
(exportadores y procesadores). La participación de los corredores de cereales
posibilita concentrar la oferta dispersa en lotes de mayor volumen para equiparar el
poder de mercado de demandantes y oferentes.

e) Variabilidad incontrolable de la oferta.


En la producción agraria tienen suma importancia determinados factores naturales
que, como las lluvias, la temperatura, etc., influyen en los volúmenes de cosecha
haciendo que los mercados agropecuarios se caractericen por una pronunciada
variabilidad con marcada incidencia en los precios.

f) Necesidades de financiamiento.
Los primeros gastos que demanda la iniciación de un ciclo agrícola (compra de
semilla, fertilizantes, agroquímicos varios, y/o contratación de servicios de siembra,
fumigación, etc.) se producen antes de la finalización del precedente o, al menos,
antes del cobro del retorno total de la campaña presente. Esto hace necesario que
el productor cuente con recursos previo a la liquidación final de su cosecha presente,

74
generando necesidades financieras que, en general, exceden las disponibilidades
de capital propio. Debido a estas características estructurales, nuestro país contó a
través de toda su historia, con empresas intermediarias con capacidad comercial,
técnica y financiera.

g) Alta dependencia de los mercados internacionales.


El hecho de que la mayor parte de nuestras cosechas tengan por destino final su
venta al exterior, sea como grano o como producto elaborado o semielaborado,
determina que los precios del mercado interno sean altamente dependientes de las
cotizaciones de los mercados internacionales. Por ello se dice habitualmente que
nuestro país es tomador y no formador de precios. Sobre este punto en particular,
se hacen algunas aclaraciones en el Cuadro de texto 3 - 1.

Figura 3 – 1. Especialización espacial de la producción

Producción Producción

TRIGO SOJA

Prom. 2006 - 2010 Prom. 2006 - 2010

Producción Producción

MAIZ GIRASOL

Prom. 2006 - 2010 Prom. 2006 - 2010

Referencia: 1 punto = 1.000 ton.

Fuente: CONICET – www.laargentinaenmapas.com.ar

75
Cuadro de texto 3 – 1. La ley de un único precio y el encadenamiento de precios

La Ley de un Único Precio establece que, si no existen barreras al comercio, un


producto no puede tener dos o más precios distintos en un mismo mercado. Aplicado al
comercio internacional, ello significa que cuando el precio en diferentes países se
expresa en una misma moneda, el valor de un bien homogéneo debe ser igual.
Matemáticamente,

P = e . P*

donde: P = precio del producto en moneda nacional;


P* = precio del producto en moneda extranjera;
e = tipo de cambio spot expresado como unidades de moneda local por unidad
de moneda extranjera.

Esta ley funciona bien para commodities que gocen de un activo mercado internacional,
siempre y cuando el gobierno permita que el commodity se negocie libremente entre
países.

Desde el punto de vista de los mercados geográficos, podemos considerar que hay
mercados locales, regionales, nacionales o internacionales. Hay bienes y servicios
cuyos altos costos de transporte o problemas logísticos evitan que compradores y
vendedores distantes operen entre sí, por lo que tienen un mercado geográfico pequeño
(tal como podría ser el caso de los servicios de acopio o almacenaje para el productor).
Hay otros cuyo transporte es más económico, por lo que tienden a tener mercados
regionales o nacionales, como en el caso del ganado en pie. Y, por último, tenemos los
productos a granel -como el trigo o la soja- que son fácilmente transportados y se
comercializan en mercados internacionales.

A partir de lo anterior se puede construir un esquema teórico en el que los precios están
alineados y difieren sólo en el costo del transporte (el costo de agregar valor espacio al
mismo tipo de producto). Así, el precio quedaría constituido por dos componentes: por
un lado, un valor uniforme para el producto en todo el mercado; y, por otro lado, el costo
de agregar valor espacio a dicho producto.

Tomemos como ejemplo lo que pasa en el mercado nacional de soja. El grano tiende a
desplazarse desde las áreas con excedente de oferta hacia aquellas que tienen déficit
del producto. En nuestro país, ¿dónde están ubicados los puntos terminales con déficit
del producto? Siendo una nación con oferta excedentaria del producto, se tiende a llevar
la soja hacia las terminales de despacho oceánicas o hacia las fábricas que procesan el
producto para luego exportarlo.

Rosario es un centro de concentración de la demanda por soja para exportación


(alrededor del 80% del total despachado al exterior a escala nacional entre materia
prima procesada y sin procesar), lo que la convierte en una plaza altamente competitiva,
y los precios que surgen del mercado local son la referencia a partir de la cual se detrae
el costo del transporte para las localidades de origen de la producción. Tal vez por ello,
el mercado de soja de Rosario sea el ejemplo que, en la práctica, refleje más
perfectamente la teoría de la ley de un único precio. Dicha construcción teórica se
muestra en la Tabla 3 - 2.

76
Tabla 3 – 2. Formación teórica del precio de la soja en localidades de origen

Precio CAC (FAS Rosario) Flete Valor en origen


Origen
(US$/t) (US$/t) (US$/t)
Junín, Bs. As. 250,5 15,5 (134 km) 235,0
Tostado, Sta. Fe 250,5 28,7 (490 km) 221,8
Las Lajitas, Salta 250,5 42,0 (1.165 km) 208,5

Fuente: Elaboración propia en base a datos de CAC-BCR (noviembre 2019) y MAGyP (tarifas de julio 2019).
Nota: Existen otros costos de comercialización entre el valor FAS Rosario y el valor en origen recibido por el productor,
pero es el flete el costo más relevante en este encadenamiento de precios.

En la arena internacional, bajo condiciones competitivas, hay una tendencia a que los
precios de un mercado permanezcan alineados de acuerdo con la ley de un único precio.
Para ver esto, hay que tener en cuenta primeramente que en la medida que los
principales demandantes sobre la mayor parte de la producción de granos argentina se
encuentran en otros países, “nuestro mercado” es la arena internacional, donde
competimos con otras naciones exportadoras de granos. Dado que el volumen operado
en nuestro país no es lo suficientemente significativo en relación a la cantidad
comercializada a nivel mundial, Argentina es tomadora de precios.

¿Cómo sería el encadenamiento de precios que es dable observar para un producto


tradicional, como es la soja? A continuación, hacemos un cálculo meramente teórico de
dicho encadenamiento a partir de valores vigentes a enero de 2020.

US$/t
Precio C&F China 380
Menos
Flete UR-BB a China 41
= Precio FOB Up River 339

Menos
Gastos de fobbing
Retenciones (30% s/FOB) 101,7
Carga y descarga en puertos, Senasa, inspecciones,
comisión corredor FOB y gastos comerciales
en la compra de la mercadería 13
Total gastos de fobbing 201
= Precio FAS Rosario 224,3

Menos
Gastos de comercialización, acondicionamiento y transporte 45,4
= Precio en tranquera en localidad a 250 km de Rosario 178,9

Para ver cómo influye la ley de un único precio y el encadenamiento de precios en la


práctica, suponga que tiene lugar un aumento en la demanda por soja de parte de los
consumidores de China, con lo cual el precio que están dispuestos a pagar sube 3
dólares la tonelada en la condición C&F puerto chino.

Entonces, la diferencia de precio superará al costo del transporte, dando lugar a una
ganancia. En la búsqueda de dicha ganancia, los operadores ofertarán más poroto y,
con la mayor oferta, habrá una presión bajista para el valor C&F puerto chino, a la vez
que el aumento en la demanda en puertos de origen incrementa el precio FOB en los
países productores. Con ello, la diferencia entre el FOB y el C&F (o lo que es lo mismo,

77
el precio en origen y el precio en destino) volverá a estrecharse hasta sólo representar
el costo del transporte.

Esto significa que la búsqueda de rentabilidad por parte de los agentes económicos
reducirá los beneficios extraordinarios, porque las diferencias de precios dentro del
mercado volverán a alinearse en consistencia con la ley de un único precio. Mientras
tanto, los operadores habrán desarrollado la muy útil función de desplazar la soja desde
el mercado más barato hacia el de mayor valor. En el primero habrán ayudado a mejorar
el precio del productor y en el segundo a recortar el precio que el consumidor debe
pagar. Este proceso de comprar barato en un mercado para vender con una ganancia
en un mercado cotizando más caro se conoce como arbitraje.

3.2 Etapas del sistema comercial

3.2.1 Introducción

El comercio de granos en la República Argentina se refiere a la comercialización de una


producción anual que alcanzó en la campaña 2018/19 más de 140 millones de toneladas
entre granos cereales y granos oleaginosos.

Las producciones de los cultivos tradicionales están destinadas a satisfacer los


siguientes consumos:

a) Autoconsumo: es decir, aquella parte de la producción que se absorbe en chacra


(como semilla, forraje, etc.) y que no ingresa en los canales comerciales.

b) Industrialización: para la obtención de productos tales como harina, pellets y aceites,


que pueden tener como destino el consumo interno o externo, dependiendo el
producto y la campaña.

c) Exportación: como grano tal cual o como producto industrializado.

En términos globales, la demanda proveniente de la industria cuyo objetivo es satisfacer


el consumo local es la de mayor rigidez. El segundo tipo de demanda en cuanto a que
resulta relativamente rígida es la que está destinada al autoconsumo. La demanda más
flexible es la que satisface las necesidades de la exportación, de ahí que se califique en
forma permanente el volumen de mercadería destinada al comercio exterior como saldo
exportable. El volumen de esta demanda responde tanto al tamaño de la producción
(exportándose el excedente) como al de los niveles de precios.

En el circuito comercial cabe distinguir su estructuración teórica en tres etapas, una


primaria, una secundaria y una terciaria. La diferenciación en etapas surge del análisis
de las obligaciones normativas relacionadas con la fiscalización y el control del comercio
de granos y de quiénes son los participantes en cada una de ellas.

3.2.2 Etapa primaria

Teóricamente, el nivel primario está dado por las transacciones o por la relación
comercial entre productores y acopiadores o cooperativas, industriales, exportadores,

78
etc. Estas operaciones generalmente se desarrollan en las ciudades o localidades del
interior del país en donde los agentes comerciales tienen infraestructura de almacenaje
o de procesamiento de granos o, tienen la infraestructura de transporte para asegurar
el traslado del grano desde su explotación hacia el punto de elaboración o exportación.

En la etapa primaria el producto se comercializa tal como sale de la chacra o explotación,


por lo que los gastos de ponerlo en las condiciones de comercialización usualmente
corren por cuenta del vendedor.

De todas formas, es frecuente observar explotaciones agrícolas de gran tamaño que


cuentan con instalaciones adecuadas para el acondicionamiento de la mercadería (silos,
secadoras, zarandas) que les posibilitan prescindir de los servicios ofrecidos por los
acopios. Sin embargo, son los acopios o cooperativas la contraparte habitual de las
transacciones que se dan dentro de esta fase.

Los mercados en esta fase no se realizan en recintos ya que las operaciones son
concertadas entre las partes. Al encontrarse la oferta atomizada, el poder de
negociación del productor es relativamente bajo, particularmente si se tratan de
agricultores chicos o medianos. (Considérese la siguiente situación: varias decenas de
productores de una misma zona que deben recurrir a uno o dos acopios cercanos para
acondicionar y almacenar su mercadería). Por otra parte, la relación entre depositarios
y productores es muy estrecha por los servicios adicionales al almacenaje que brindan
los primeros.

En esta situación es de gran relevancia la existencia de mercados referentes, de donde


se puedan tomar precios que orienten a las dos partes sobre el valor del producto que
se está negociando. En Argentina la mayor parte de las transacciones primarias se
pactan tomando como referencia los precios de las Bolsas de cereales, a los que se
descuentan los gastos de comercialización y transporte desde la localidad de origen
hasta la localidad de destino referente.

3.2.2.1 Sujetos participantes por la oferta20

Dentro del universo de productores agropecuarios que participan en el mercado, se


pueden diferenciar a los que son propietarios de los que son arrendatarios21. Los
propietarios son aquellos productores que trabajan su propia tierra, mientras que los
arrendatarios son los que trabajan tierras de terceros pagando por ello una retribución
monetaria o bien una determinada cantidad física de mercadería en concepto de renta.

Dentro del grupo de productores propietarios se encuentran el productor clásico


capitalizado y el propietario rentista. En el primer caso, el productor trabaja en forma
directa su terreno y no concurre al mercado de tierras. En el segundo caso, se
encuentran los productores que han cedido toda su tierra para que sea trabajada por
terceros a través de contratos de arrendamiento, aparcería o mediería. En este caso, la
renta que recibe el propietario por el alquiler de su campo puede consistir en un
porcentaje de la cosecha obtenida o una retribución fija en dinero.

20
Pizarro, J. B., y otros; "Formas de producción en el Área Maicera Tradicional Argentina", INFORME TECNICO N° 240;
INTA; 1990.
Pizarro, J. B., y otros; "Formas de organización social de la Producción en el Área Maicera Tradicional Argentina",
INFORME TECNICO N° 259; INTA; 1991.
21
Según el censo agropecuario realizado en el año 1937 los productores arrendatarios representaban 62% del total, en
el año 1987 esa proporción era del 13% y en el 2002 del 11,5%.

79
En esta etapa existe una figura muy usual dentro de la comercialización de granos de
nuestro país: los contratistas rurales, que en virtud del rol que cumplen se convierten
en oferentes de producto. Dentro de este grupo existen dos tipos de empresarios cuyas
actividades poseen características muy distintas entre sí:

a) Los contratistas de máquinas, que brindan servicios a terceros de laboreo,


siembra, protección de cultivos y cosecha. Por dichos servicios reciben como pago
dinero y/o especies -granos-.
Esta actividad está exenta de riesgo ya que no participan de los resultados de la
explotación agropecuaria, sino que ofrecen sus servicios al productor recibiendo por
ello una contraprestación definida de antemano.

b) Los contratistas tanteros, que toman campos de terceros a través de la celebración


en forma oral o escrita de contratos por una o más cosechas, comprometiéndose a
entregar, después de la recolección, un porcentaje de la misma o una cantidad fija
previamente estipulada. En el caso del contratista tantero, éste corre con todos los
riesgos inherentes a la actividad productiva y por tal motivo conserva la mercadería
cosechada, una vez pagada la renta al propietario de la tierra.

En casi todos los casos, los productores contratistas son propietarios y arrendatarios a
la vez porque además de trabajar su tierra explotan tierras de terceros. Este sector es
uno de los mejor dotados en maquinarias para la realización de las labores y la
recolección de granos.

Hasta aquí se presentaron las formas más tradicionales de la oferta de granos en la


etapa primaria. Hay que destacar el alto porcentaje de producción que entra al circuito
de comercialización, especialmente en la región pampeana. El productor se caracteriza
por una muy baja retención de granos para su consumo directo y para la alimentación
de los animales. Contrariamente a lo que ocurre con el maíz en Estados Unidos, donde
casi un 45% de la producción es consumida en la misma explotación como alimento de
animales, o en otros países, donde este porcentaje resulta ser aún mayor.

A partir del Plan de Convertibilidad impuesto en la Argentina en 1991 y la apertura de la


economía que se produjo desde ese entonces, surgieron nuevos integrantes en la oferta
primaria. Estos nuevos operadores forzaron el sinceramiento de la situación de muchas
explotaciones y obligaron a una reconversión en las formas de producir y actuar,
cediendo terreno la agricultura tradicional y en pequeña escala a otras alternativas.

a) Los pools de productores. Son asociaciones de productores que tienen como


objetivo la adquisición de insumos con descuento (pool de compra), la mejor
negociación en la compraventa de sus granos (pool de venta) o el llevar adelante todo
el proceso productivo (pool de siembra). Jurídicamente pueden formarse como
sociedades de hecho (SH),"agrupaciones de colaboración", "uniones transitorias de
empresas" (UTE) o fideicomisos.

Aunque las sociedades de hecho constituyen la manera más simple y sencilla de


asociación, conllevan un elevado riesgo para los socios y para quienes contratan con
ellos.

Las agrupaciones son consorcios de dos o más empresas con una organización común,
que no reciben aportes de capital de sus miembros. Se integran bienes complementarios
para que el administrador asigne mejor los recursos naturales, económicos y humanos.
Actúa sobre campos alquilados o cedidos por los miembros. La agrupación no gana ni
pierde; quienes lo hacen son sus participantes. En el contrato de agrupación está
regulado cuáles bienes están bajo la administración común, en qué proporción cada uno

80
contribuirá al fondo operativo común, cuál será la participación de cada uno en los
resultados, el plazo de duración de la asociación, las causas de rescisión, las formas de
llevarla a cabo, etc.

Las UTE o uniones transitorias de empresas son un tipo parecido de asociación pero
para una obra determinada, para un objetivo más preciso. La unión culmina con la
finalización del objetivo22. Mientras que el Fideicomiso, si bien no se trata de un contrato
asociativo, permite agrupar los aportes de productores para constituir un patrimonio de
afectación para dar cumplimiento al objetivo específico trazado por el pool. En este caso
los productores no son los titulares de los bienes cedidos en propiedad fiduciaria pero
recibirán sus ventajas en carácter de beneficiarios (más adelante se desarrolla la figura
del fideicomiso agropecuario para mayor claridad).

Los requerimientos organizativos del pool cambian en parte la forma de trabajo de los
productores, con más responsabilidades desde el punto de vista grupal y empresarial.
Los productores deben responder y organizarse para cumplir el objetivo de entrega23
comprometido, tanto en volumen como en calidad. La situación es distinta cuando la
entrega se realiza a un acopiador o cooperativa, ya que en este caso no se obliga a
cumplir con ninguno de estos requisitos.

En esta forma de organización todos tienen que contribuir para un buen funcionamiento.
Hay muchos productores conservadores que no quieren cambiar o no quieren
arriesgarse y asumir una obligación. Frecuentemente los agricultores están vinculados
con el acopiador o cooperativa por poseer algún grado de endeudamiento o reciprocidad
anterior, que los inhibe para asumir un emprendimiento de estas características.

b) Los fideicomisos agropecuarios24 consisten en un contrato mediante el cual uno o


más sujetos (fiduciantes) transfieren bienes a otro sujeto (fiduciario) con el objetivo de
constituir un patrimonio de afectación que será administrado profesionalmente por el
fiduciario con los lineamientos establecidos en el contrato en favor de otro/s sujeto/s
denominado/s beneficiario/s que pueden ser los propios fiduciantes o un tercero. La
figura del fideicomiso es muy utilizada en el agro ya que es una estructura muy eficiente
para llevar a cabo cualquier tipo de actividad agropecuaria. Esto se debe a la flexibilidad
que permite para realizar negocios en cortos períodos de tiempo, como, por ejemplo, un
par de campañas agrícolas, que otras estructuras más rígidas, como las sociedades no
permiten tal posibilidad25. Adicionalmente los bienes aportados al fideicomiso son
administrados por un sujeto profesional (recomendable) que se ocupa de todas las
cuestiones administrativas vinculadas al negocio pudiendo contratar otros profesionales
para su desarrollo. El objeto del fideicomiso siempre será llevar adelante una explotación
productiva ya sea agrícola, ganadera o lo que las partes intervinientes se propongan
desarrollar vinculada al negocio agropecuario. Lo habitual es que los fideicomisos se
organicen para más de una campaña para poder absorber los costos fijos de la
estructura.

Las partes que intervienen en el fideicomiso agropecuario son las siguientes:

Fiduciantes o Fideicomitentes: son los sujetos que aportan los bienes el fideicomiso
y pueden ser de los más diversos:

22
Uriburu, Carlos A.; "Características de las principales sociedades comerciales"; Revista PRECIOS
AGROPECUARIOS; N° 150; Mayo 1994.
23 Se refiere a los pools de venta, que son los que interesan como oferta en la comercialización de granos.
24 El fideicomiso se encuentra regulado en el Código Civil y Comercial de la Nación: artículos 1166 a 1707.
25 Ver Mariano Carullo en “Fideicomiso Agropecuario”: “Tratado de Fideicomiso”: parte especial / Gabriel Gotlib; Mario
Alberto Carregal; Fernando Martín Vaquero; coordinado por Mariana Carla Gruskin.- 1 ed. CABA: La Ley, 2013

81
Productores: ya sea que aporten los campos, hacienda, insumos o sus labores.
Inversores: son los que aporten el dinero necesario para llevar adelante el negocio
pudiendo ser en efectivo, valores o en especie.

Proveedores de maquinaria y contratistas: de maquinarias para llevar a cabo la


explotación, aunque normalmente son contratados por el fiduciario y por tanto no son
partes del fideicomiso.

Fiduciario: Es la persona física o jurídica que se encarga de administrar los bienes


fideicomitidos y llevar adelante el objeto del fideicomiso a cambio de una retribución.

Cabe aclarar que el fiduciario es quien lleva adelante la administración del negocio
fiduciario, pero normalmente no es él el que realiza la explotación en sí, ya que para ello
podrá contratar un operador técnico que tendrá a su cargo la explotación agrícola,
ganadera, etc. y a otros profesionales de acuerdo a las necesidades del negocio
subyacente.
Si bien el código no establece calidad profesional en el fiduciario para llevar a cabo este
tipo de emprendimientos lo recomendable es que sea una persona o sociedad con
experiencia en el tema ya que la administración fiduciaria de un negocio de estas
características conlleva obligaciones legales, contables, impositivas y administrativas
que están lejos del alcance de un profano pudiendo comprometer su propia
responsabilidad y la de los demás participantes del negocio.

Beneficiarios: Son los sujetos en cuyo beneficio se administrará el fideicomiso y los


destinatarios del rendimiento de la explotación. Pueden ser los propios fiduciantes o
terceros que adhieran al contrato con posterioridad. El fiduciario puede ser beneficiario
también en la medida de que priorice los intereses de los restantes beneficiarios por
sobre los propios.

Fideicomisario: Legalmente es el destinatario final de los bienes una vez agotado el


objeto del fideicomiso. Normalmente son los propios beneficiarios o los fiduciantes no
pudiendo nunca ser el propio fiduciario.

Dinámica del fideicomiso agropecuario: Una vez que las partes se hayan puesto de
acuerdo sobre las características y el objeto de la explotación a realizar suscribirán un
contrato designando la persona que actuará como administrador fiduciario. El ejemplo
más sencillo es aquel donde hay un fiduciante principal que aporta los campos donde
se llevará a cabo la explotación y otros fiduciantes que realizan aportes en dinero o en
especie. El objeto del fideicomiso será la siembra y explotación sobre los campos
cedidos al fideicomiso por una o más campañas agrícolas. El fiduciario designado
administrará los bienes fideicomitidos y con los aportes de los restantes fiduciantes
adquirirá semillas e insumos, etc. y contratará a los diversos proveedores que se
encargarán de llevar adelante la explotación agropecuaria. Una vez levantada y vendida
la cosecha el producido se reinvierte en la próxima campaña y luego del plazo
establecido en el contrato finalmente los fondos obtenidos del negocio (neto de los
impuestos y gastos de la explotación) se distribuirán entre los sujetos designados como
beneficiarios en las proporciones establecidas en el propio contrato de fideicomiso que
pueden ser los propios fiduciantes u otros. Es importante destacar que el Fiduciario al
ser el titular de los bienes fideicomitidos deberá encontrarse registrado en el registro
único de operadores de la cadena agroalimentaria (RUCA), registro fiscal de operadores
de granos, etc. y deberá cumplir con todas las obligaciones legales fiscales y
administrativas debiendo rendir cuenta a los beneficiarios.

c) Los fondos de inversión directa (FID) constituyen un mecanismo para la captación


de recursos a través del régimen de oferta pública, con el objetivo de inversión en

82
proyectos de economía real (agropecuarios, inmobiliarios, ganaderos, forestales, etc.),
orientados a generar un flujo de fondos que permitan al inversor obtener una rentabilidad
en un plazo determinado. La forma jurídica de organización es la figura del fideicomiso
financiero26 y resulta la más apropiada por su versatilidad, seguridad y flexibilidad al
momento de llevar a cabo el proyecto. A diferencia de los fideicomisos agropecuarios
detallados precedentemente, que se estructuran como negocios privados, cuentan con
autorización de la Comisión Nacional de Valores (CNV) para hacer oferta pública de los
valores negociables que emiten y necesariamente el fiduciario debe revestir carácter
profesional (ya sea porque se trata de una entidad financiera o una sociedad
especialmente autorizada por la CNV para actuar como tal).

En tanto se estructuran como fideicomisos financieros con oferta pública, la captación


de los fondos corresponderá ser realizada a través del mercado de capitales mediante
la emisión de Valores Negociables a suscribir por los inversores, quienes en
consecuencia revestirán tanto la calidad de fiduciantes como de beneficiarios. Previo a
ello, deberá gestionarse ante la CNV la autorización de oferta pública, y el posterior
listado de los títulos en uno o más mercados autorizados. Por su parte el Fiduciario
destina y gestiona los fondos obtenidos a través del mercado de capitales para la
consecución del proyecto agropecuario organizado pero el negocio subyacente deberá
ser llevado a cabo por un operador técnico que se encargará del desarrollo y la
explotación del proyecto agropecuario. La rentabilidad del inversor estará dada por el
éxito del proyecto en el tiempo, para lo cual debería ser conducido por profesionales
idóneos y especialistas en su materia, altamente capacitados y reconocidos en su
medio. Además de ello, dado el largo plazo que supone el mantenimiento de las
inversiones, los fiduciantes/beneficiarios no tienen posibilidad de rescatar
anticipadamente su inversión, aunque sí podrían vender los valores de deuda fiduciaria
en mercado secundario27.

d) Los fondos comunes de inversión cerrados agrícolas. Los fondos comunes de


inversión28 son patrimonios integrados por bienes y/o derechos, pertenecientes a
diversas personas a las cuales se les reconocen derechos de copropiedad
representados por cuotapartes. A diferencia de los fideicomisos que suponen un
patrimonio separado de las partes, la naturaleza jurídica del FCI es la de un condominio
indiviso de propiedad de los cuotapartistas, no es una sociedad y no tiene personalidad
jurídica. Son administrados por una sociedad gerente y los activos del fondo deberán
depositarse en una sociedad depositaria que necesariamente debe ser una entidad
financiera y, al igual que los fideicomisos financieros organizados como fondos de
inversión directa, cuentan con autorización de oferta pública, en este caso, de las cuotas
partes emitidas por el FCIA. Su objeto y políticas de inversión y demás condiciones de
funcionamiento están contenidos en el “Reglamento de Gestión” que marca las pautas
de actuación de la Sociedad Gerente sobre el patrimonio del fondo.

26 El artículo 1690 del Código Civil y Comercial de la Nación define al fideicomiso financiero como “un contrato de
fideicomiso sujeto a las reglas precedentes (del fideicomiso en general), en el cual el fiduciario es una entidad
financiera o una sociedad especialmente autorizada por el organismo de contralor de los mercados de valores para
actuar como fiduciario financiero, y beneficiarios son los titulares de los títulos valores garantizados con los bienes
transmitidos”. Su característica distintiva es que emiten valores negociables (títulos de deuda y certificados de
participación) y están administrado por una entidad financiera o sociedad especialmente autorizada por la CNV. Los
títulos valores referidos en el artículo 1690 pueden ofrecerse al público en los términos de la normativa sobre oferta
pública de títulos valores. En ese supuesto, el organismo de contralor de los mercados de valores debe ser autoridad
de aplicación respecto de los fideicomisos financieros, quien puede dictar normas reglamentarias que incluyan la
determinación de los requisitos a cumplir para actuar como fiduciario (art. 1691 CCCN).
27 Son ejemplos de Fondos de Inversión Directa Agropecuaria los organizados por AGD (“FIDEICOMISO
FINANCIERO AGRÍCOLA AGD I y II” Fondo de Inversión Directa) y Los Grobos (FIDEICOMISO FINANCIERO
AGRÍCOLA GROBO I y II – Fondo de Inversión Directa) disponibles en www.cnv.gov.ar.
28 Los Fondos Comunes de Inversión se encuentran regulados por la Ley 24.083 y por la Normas que emite la CNV
(T.O. 2013)

83
La sociedad gerente se encarga de la administración de los fondos aportados por los
inversores, emitiendo valores negociables sobre ese dominio colectivo denominados
"cuotas-parte". En el caso particular de los FCI agrícolas, éstos se constituyen con una
cantidad máxima de cuotas-parte (es decir, son fondos cerrados) las cuales, una vez
que fueron suscriptas, no pueden ser rescatadas hasta la disolución del fondo o la
finalización del plan de inversión29.

Al igual que los FID, este tipo de inversiones lleva implícito el riesgo de producción
inherente a la actividad. Por tal motivo se reduce el riesgo productivo a través del alquiler
de campos en distintas zonas de acuerdo a la estrategia de siembra. Así se minimiza la
pérdida patrimonial del cuotapartista ante la eventualidad de que los rendimientos en el
momento de la cosecha no sean los esperados. A continuación, se siembra, utilizándose
tecnología de punta, incluyéndose buena semilla y el uso intensivo de agroquímicos,
contemplando la adecuada protección de los cultivos y buscando aprovechar todas las
ventajas de operar en escala. La maximización de las ganancias provenientes del capital
invertido se logra con la obtención de ventajas en la comercialización de los productos;
las ventas de grandes volúmenes permiten reducir los gastos operativos, ya sea con la
intervención de corredores o vendiendo directamente a fábricas o exportadores.

Estos fondos inyectan un gran dinamismo en el mercado y mejoran la perspectiva de


negocios de todos los sectores que participan en el mismo. Los productores, porque
obtienen una renta elevada por el arrendamiento de sus campos e incluso pueden
participar en el negocio. Los intermediarios del sector, porque brindan todos los servicios
de máquinas y herramientas para la siembra, laboreos intermedios y cosecha de la
producción, con los que se suscriben acuerdos convencionales. Los profesionales y
técnicos del agro, porque encuentran nuevas fuentes de trabajo. Las compañías de
seguros, porque deben emitir pólizas de seguro para cubrir los daños que pudieren sufrir
los cultivos. Por último, los mercados de futuros y opciones por los volúmenes
importantes que deberían volcarse en los mismos a los efectos de otorgar coberturas a
las operaciones.

3.2.2.2 Sujetos participantes por la demanda

Los agentes principales que intervienen como demandantes en la etapa primaria son
los acopiadores y las cooperativas de primer grado. Sin embargo, actualmente, es
creciente el número de industriales y exportadores que adquieren la mercadería
directamente de los productores, debido a las estrategias de integración vertical
implementadas por algunas empresas del sector -por medio de acuerdos de compra
directa, por la instalación de plantas de acopio propias, o por importantes convenios de
canje insumo/producto-, o bien, por la tendencia actual de obviar a los intermediarios. A
continuación, se mencionan únicamente a los demandantes "tradicionales" de la etapa
primaria, mientras que el resto se menciona en la sección de etapa secundaria.

Los acopiadores son empresas con fines de lucro que mantienen una relación
comercial directa con los productores y, al igual que las cooperativas, se ubican en las
zonas productoras y tienen a su cargo el acondicionamiento y conservación de los
granos. El negocio natural del acopio es el de operar como depositario de granos,
aunque ello no quita que le ofrezcan al productor servicios complementarios, como son
la venta de lubricantes y combustibles, el suministro de insumos, el otorgamiento de
créditos para la explotación, etc.

29 Son ejemplos de Fondos Comunes de Inversión Agropecuarios los siguientes: “ADBLICK GRANOS FONDO
COMÚN DE INVERSIÓN CERRADO AGROPECUARIO”, FONDO COMÚN DE INVERSIÓN CERRADO “GNNW SBS
FCIC GANADERO W86” y MEGAINVER ESTRATEGIA AGRO I FONDO COMÚN DE INVERSIÓN CERRADO,
disponibles en www.cnv.gov.ar.

84
En el momento de la cosecha, en la mayoría de las áreas de producción, es el acopiador
el encargado de suministrar los camiones para el traslado desde la chacra a sus
instalaciones. Una vez que son descargados allí, los granos pierden su identidad y
pasan a constituir un todo con el resto. El concepto de pérdida de identidad significa
que, una vez descargada la mercadería, el productor deja de ser el propietario de la
misma, para convertirse en el dueño de una cantidad equivalente cualitativa y
cuantitativamente.

También el despacho a puerto es de suma importancia para el acopio, por motivos


fundamentales: hacer espacio para poder lograr un mayor índice de rotación30 de
mercaderías, operar más giros al elevador y facturar al exportador las ventas contra-
entrega, modalidad frecuentemente utilizada en la actualidad.

La mercadería existente en sus instalaciones puede ser de su propiedad o de terceros,


sean estos productores que entregaron grano en depósito o, exportadores o industriales
que ya la adquirieron y esperan la fecha de entrega establecida en la operación.

La ganancia o retribución bruta proviene, por un lado, de los servicios de


acondicionamiento de granos prestados a los clientes, y por otro, de la diferencia entre
el precio de compra al productor y el obtenido por la venta de los granos. Los ingresos
provenientes del acondicionamiento del cereal son cada vez más bajos debido a la gran
competencia. La retribución por almacenaje puede ser importante en la medida en que
los acopios puedan cobrar por ello una tarifa y, a su vez, vendan la mercadería pactando
un almacenaje más bajo o igual a cero. Lo mismo sucede con el flete siempre que el
acopio pueda concretar operaciones con distancias más cortas y por consiguiente
obtener precios más bajos que los cobrados al vendedor; o bien que cobre fletes de
camiones y venda utilizando vagones como medio de transporte.

Una utilidad interesante para el acopio tiene origen en lo que se llama "beneficio de
mezcla". Como recibe una gran cantidad de partidas de granos de distintas calidades,
con frecuencia no necesita efectuar el acondicionamiento para obtener mercadería en
condiciones Cámara, sólo basta con mezclar el cereal. En este caso el acopio habrá
cobrado al productor por un acondicionamiento que en realidad no hizo, ahorrando los
costos que ello implica.

Las cooperativas de primer grado, por otra parte, son sociedades formadas por los
productores que tienen como principal cometido la comercialización de los granos de
propiedad de aquellos. Se rigen por una ley especial y, a diferencia de los acopiadores,
no les está permitido comprar mercadería a sus asociados, sino que éstos les entregan
su producción, autorizándolas a efectuar la venta a un precio convenido. En cuanto a la
administración y representación, es ejercida por un consejo de administración cuyos
miembros son elegidos por asamblea y deben ser asociados. A su vez, este órgano
delega facultades y atribuciones en el gerente, que depende de él en forma directa.

Las cooperativas están agrupadas en organizaciones de segundo grado, siendo la más


grande la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Agricultores Federados

30Se entiende por Rotación o Giro de la Instalación, a la cantidad de grano comprada y vendida en relación
de la capacidad de la planta de silos. Esta constituye una medida de eficiencia del acopio y, generalmente,
cuanto mayor sea la rotación, mayores serán las utilidades.

85
Argentinos (AFA) constituye un caso especial de cooperativa de primer grado con
delegaciones en distintas zonas. Y resulta un caso especial porque en su actuación se
asemeja a las cooperativas de segundo grado.

Las cooperativas de segundo grado suelen actuar como exportador, por lo que
pueden suceder dos cosas: a) que necesite la mercadería para un próximo embarque,
y en consecuencia le compre los granos a la cooperativa de primer grado; o b) que en
ese momento no necesiten mercadería y por lo tanto todas las órdenes de venta sean
llevadas a la rueda de la Bolsa y se vendan a otros exportadores o industriales. En esta
alternativa, la cooperativa de segundo grado actúa como un corredor (etapa secundaria)
y cobra una comisión del 0,5% a la cooperativa de primer grado y del 1% al comprador,
por los servicios prestados.

La administración y representación de las cooperativas de segundo grado las ejerce un


consejo directivo cuyos miembros son elegidos por asamblea y deben ser asociados.
En lo que respecta a la representación, existe una diferencia con las cooperativas de
primer grado. Mientras que, en estas últimas, cada socio tiene un voto, en las de
segundo grado se puede optar, según determine el estatuto, por cuatro criterios
distintos: 1) un voto por cada cooperativa de primer grado; 2) una cantidad de votos
proporcional a la cantidad de socios de cada una de ellas; 3) una cantidad de votos
proporcional al volumen de operaciones que realiza; y 4) una forma mixta que contemple
estas dos últimas variantes.

Los acopiadores independientes, en general, no tienen ningún tipo de integración


comercial, pero sí cuentan con organizaciones gremiales que los representan (centros
y sociedades gremiales, federaciones, etc.).

3.2.3 Etapa secundaria

Se está ante una operación secundaria cuando en la relación comercial el oferente es


un agente distinto al productor. El vínculo comercial se establece entre el acopio o las
cooperativas y, como contraparte, la exportación o la industria. Al igual que en la fase
primaria, las transacciones se pactan entre las dos partes, existiendo el riesgo de
contraparte al no existir un tercero que garantice el cumplimiento de estos contratos.
Las operaciones, entonces, son pactadas telefónicamente o por internet en las mesas
de negocios de las empresas acopiadoras, exportadoras, industriales, cooperativas y
corredoras.

3.2.3.1 Sujetos participantes por el lado de la oferta

En general, en esta etapa los acopiadores y las cooperativas pasan a actuar como
vendedores. Sus funciones y objetivos fueron analizados en el segmento referido a los
sujetos participantes por el lado de la demanda de la fase primaria.

Los proveedores de insumos (semillas, fertilizantes, agroquímicos, combustibles, etc.)


constituyen también una parte importante de la oferta de granos, ya que generalmente
venden buena parte de sus productos mediante operaciones de canje. El productor paga
los insumos con una determinada cantidad de mercadería al momento de la cosecha,
merced a lo cual el grano recibido como pago debe ser colocado por los proveedores
en el mercado.

86
3.2.3.2 Sujetos participantes por el lado de la demanda

En esta etapa los exportadores actúan como compradores, constituyendo uno de los
eslabones más importantes de la cadena de comercialización de granos dado el fuerte
perfil que tiene el país como proveedor del mercado internacional.

Otro sector participante es el de los industriales. Para ellos los granos son la materia
prima necesaria para la elaboración de diversos productos. Dentro del sector industrial
primario, encontraremos los siguientes:

a) Molinos harineros.
b) Fábricas de alimentos balanceados. Se dedican exclusivamente a la elaboración de
alimentos para animales, mezclando cereales forrajeros premolidos con harinas de
alto contenido proteico (sean éstas vegetales o animales, como por ejemplo las de
carne o pescado) y vitaminas y minerales varios.
c) Molinos arroceros. Llevan a cabo el procesamiento de los granos de arroz para
adecuarlo para el consumo humano.
d) Fábricas aceiteras. Del procesamiento de las semillas oleaginosas, estas plantas
fabrican aceites oleaginosos, harinas, tortas, y pellets y expellers oleaginosos.
e) Industrias elaboradoras de alcohol y otros productos o bebidas que se obtienen por
proceso de fermentación.
f) Fábricas de almidón, glucosa, etcétera.

En líneas generales, estas diferentes industrias tienen necesidad de proveerse de


granos a lo largo de todo el año. El que aprovechen o no la teórica caída de precios
durante la época de cosecha depende de varios factores. Entre ellos podemos
mencionar la capacidad financiera, la infraestructura de almacenamiento que posean, la
rentabilidad que pueda representar la compra de la mercadería en ese momento en
lugar de encauzar los fondos hacia otras alternativas (costo de oportunidad), las
expectativas del mercado y otros.

Existen otros demandantes, tal es el caso de los mayoristas para el consumo interno.
Ellos compran a los acopiadores para revender a los minoristas, que a su vez abastecen
al consumo interno de granos sin procesar. En general, operan con granos forrajeros.

3.2.3.3 Sujetos participantes en la intermediación. El corretaje

Dentro de las figuras que participan en la intermediación en la etapa secundaria,


encontramos a las cooperativas de segundo grado, tal como mencionamos en los
párrafos dedicados a las cooperativas, como demandantes de etapa primaria. Cuando
la cooperativa de segundo grado vende granos a exportadores o industriales, en nombre
de sus cooperativas miembro, actúa como intermediario y cobra una comisión por ello.
La comisión por los servicios prestados es del 0,5% a la cooperativa de primer grado y
del 1% al comprador.

Tenemos también que considerar a los corredores de cereales, cuya función principal
es acercar la oferta y la demanda.

Los corredores no sólo operan entre el acopiador (que en este caso sería el vendedor),
y el industrial, exportador o mayorista (compradores de la producción de granos), sino
que pueden participar en toda la cadena de comercialización. En los últimos años es
creciente la participación del corredor de cereales en operaciones primarias, vendiendo

87
por cuenta y orden de los productores y en operaciones de ventas realizadas por
proveedores de planes canje.

Estas empresas de corretaje en ningún momento detentan la propiedad de la


mercadería. La función de acercamiento entre oferta y demanda se complementa con
una serie de servicios relacionados con la logística y el financiamiento en los negocios,
el asesoramiento en estrategias comerciales y cuestiones impositivas, y el seguimiento
integral de los negocios, entre otros. Una de las funciones de mayor importancia, en
estos tiempos de acceso fácil y rápido a un gran caudal de información, es la de
mantener a sus clientes informados con datos de calidad y estratégicos sobre la
evolución del mercado.

En ejercicio de su función, el corredor interviene en las negociaciones que existen entre


las partes, suscribe el respectivo boleto de compraventa, en el que se lo denomina
"corredor o comisionista"; efectúa y recibe pagos por cuenta y orden de una de las
partes, generalmente de los vendedores; organiza las entregas en el punto acordado
por las partes; lleva un registro de las operaciones concertadas por su intermedio;
financian las ventas de cereales de los productores por los que intervienen e, inclusive,
ocasionalmente otorgan fianza respecto del cumplimiento de la entrega de las
mercaderías a favor de los compradores.

Su retribución consiste en una comisión variable que cobran a una o a ambas partes.

Brindan transparencia al comercio de granos, ya que, en general, operan en el marco


institucional de una Bolsa o un mercado. También hacen que la oferta sea más fluida,
facilitando así el posible ingreso de nuevos compradores. En definitiva, contribuyen al
fortalecimiento de la oferta, de por sí atomizada, ante una demanda concentrada, y, por
ende, con una posición comercial más fuerte.

Los corredores deben estar inscriptos en el Registro Público de Comercio, en el Registro


Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) que lleva el MAGyP y en el SISA (Sistema
de Información Simplificado Agrícola) de la Administración Federal de Ingresos Públicos
(AFIP). Muchos de ellos son, además, operadores del mercado a término y de los
mercados de valores negociables, registrando contratos a su nombre o de terceros,
recibiendo en este último caso una comisión por las operaciones concertadas y
registradas en los mercados.

3.2.3.4 Otros sujetos participantes

Dentro de la etapa secundaria existen instituciones de gran relevancia que intervienen


mediante la prestación de sus servicios, colaborando así en la agilización de los distintos
procesos.

En primer término, las Bolsas de Comercio o de Cereales tienen como función


primordial facilitar la circulación de los bienes; ofrecer el ámbito adecuado para una
formación objetiva de los precios, al posibilitar el encuentro de oferentes y demandantes;
y asegurar la transparencia del mercado mediante la difusión amplia de los precios y
condiciones de los negocios realizados. Las Bolsas no participan comprando o
vendiendo ni garantizando el cumplimiento de los contratos negociados.

En cuanto a su forma jurídica, las Bolsas son asociaciones civiles sin fines de lucro
(aunque la Ley 17.811 que las regula admite que también se constituyan como
sociedades anónimas, no hay en la actualidad Bolsas de Cereales con esa forma
jurídica). Sus asociados son personas físicas o jurídicas pertenecientes a los distintos

88
sectores de la cadena de comercialización. Los distintos sectores están agrupados en
Cámaras o Centros gremiales que funcionan como entidades adheridas a las Bolsas.

En el ámbito de las Bolsas funcionan los mercados. Los mercados de futuros y opciones
(existen uno en Argentina: Matba Rofex S.A., surgido en 2019 a partir de la fusión del
Mercado a Término de Rosario S.A. y el Mercado a Término de Buenos Aires S.A.) son
sociedades anónimas independientes de las Bolsas, pero vinculadas a las mismas como
entidades adheridas. Por su parte, el mercado físico o de disponible no tiene una
constitución formal, se desarrolla en el seno de la Bolsa y está regulado por las
disposiciones y reglamentos que dicta la propia institución, en los que se establecen las
condiciones y requisitos que deben reunir los operadores, sus obligaciones y
responsabilidades, régimen de sanciones, etc.

Las Bolsas más importantes en cuanto a la comercialización de granos en la Argentina


son la Bolsa de Comercio de Rosario y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, seguidas
por las Bolsas de Cereales de Bahía Blanca, la de Córdoba, la de Entre Ríos y la Bolsa
de Comercio de Santa Fe (ver cuadro de texto 3-2).

La Bolsa de Comercio de Rosario tiene entre sus objetivos principales:


- Auspiciar la realización de transacciones en productos y subproductos agrícolas;
materias primas, monedas, metales preciosos, títulos valores, títulos de crédito
y otros activos.
- Proveer todo lo relativo a la cotización de títulos valores.
- Promover la creación de cámaras compensadoras.
- Fomentar el régimen arbitral, a través de las Cámaras Arbitrales y de su Tribunal
de Arbitraje General.
- Organizar laboratorios de análisis físicos, químicos, biológicos, etc. para la
realización de ensayos de cereales, oleaginosos, forrajeras y otros productos
agrícolas, harinas, aceites, suelos, semillas, etc.
- Publicar y difundir información sobre bienes negociados.
- Aceptar la incorporación de entidades participantes y adherentes.
- Defender los intereses de asociados, cámaras y entidades participantes y
adherentes.
- Fomentar y participar en iniciativas y actividades que beneficien a la producción
y el comercio del país y de la región.

Otras instituciones que participan en esta etapa son las Cámaras Arbitrales, algunas de
las cuales funcionan dentro del ámbito de las Bolsas de Comercio o de Cereales. Son
órganos de tipo técnico, que cumplen un rol central por las funciones que desempeñan,
entre las que podemos mencionar como las más importantes:

a) Reglamentación de las operaciones de compraventa.


b) Tribunal arbitral: de existir controversias entre los contratantes, se inicia un proceso
arbitral de trámite rápido (conforme el respectivo reglamento), posibilitando que en
poco tiempo se resuelva el problema, garantizando un ágil desarrollo del comercio
de granos.
c) Fijación del precio de pizarra: una subcomisión formada por representantes de todos
los sectores que intervienen en la comercialización de granos, denominados
"semaneros", establece los precios diarios de pizarra, que son precios orientativos
(generalmente precios promedios ponderados) de las transacciones concertadas en
el mercado físico del día hábil inmediato anterior. Los precios Cámara se establecen
sobre las siguientes condiciones: por mercadería disponible puesta sobre vagón o
camión en el puerto de referencia, con pago al contado y en condiciones según
estándares y bases de comercialización.

89
d) Laboratorio de análisis: se ocupa de realizar el análisis de calidad de la mercadería
entregada para determinar si la misma cumple con las condiciones pactadas. Sobre
la base de esta información, se establece si corresponden rebajas o bonificaciones
sobre el precio acordado.

Cuadro de texto 3-2

¿Por qué y para qué existe un mercado concentrador de granos en la Bolsa de


Comercio de Rosario?

La Bolsa de Comercio de Rosario nació en 1884 a partir de la visión de un grupo de


comerciantes emprendedores, decididos a organizar un ámbito donde reunirse para
realizar transacciones mercantiles y crear una entidad que representara y defendiera los
intereses del comercio, la producción y las finanzas de la ciudad y la región. Las
limitaciones en materia de comunicaciones propias de esa época, convencieron a los
fundadores de la importancia de contar con un recinto donde pudieran confluir todos los
interesados.

Su primer mercado organizado fue el de compraventa de oro, acciones y títulos de


crédito; pero pronto, gracias al perfil agrícola orientado hacia la exportación que iba
adquiriendo el país y a la importancia de la agricultura de la región, los negocios de
cereales fueron representando una proporción cada vez más significativa de aquellas
transacciones. Así, acabó por conformarse lo que hoy conocemos como Mercado Físico
de Granos en el seno de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Rosario tenía grandes potencialidades para acoger la comercialización de granos,


merced a su cercanía tanto con la oferta como con la demanda. Por hallarse enclavada
en la zona núcleo de la Pampa Húmeda, la principal región cerealera de la Argentina,
estuvo a la cabeza del explosivo proceso de colonización que vivió el país en el último
cuarto del siglo XIX. Hoy en día, en un radio de 300 km alrededor de la ciudad de Rosario
se obtiene más del 45 por ciento de la producción total de granos.

Por el lado de la demanda, Argentina tuvo, desde los orígenes de la comercialización,


un fuerte perfil exportador. Teniendo en cuenta que gran parte de la producción nacional
se destinaba al exterior y que los puertos ubicados sobre la margen del río Paraná
constituían la principal ventana al mundo, era natural que Rosario se transformara en
centro de confluencia vital para la operatoria de granos y subproductos.

El hecho de contar con un sitio para reunirse, donde además recibían información de
interés sobre comportamiento de los mercados mundiales, les otorgaba a compradores
y vendedores las ventajas de conocer a qué precios se concretaban otros negocios de
similares características, palpar al momento las expectativas y necesidades de compra

90
o de venta, entre otros beneficios. Esto contribuía a generar transparencia en el
mercado, haciendo más fluido el comercio.

El corretaje fue partícipe fundamental del período de expansión del comercio de


cereales. La dispersión de las colonias agrícolas en áreas muy extensas y apenas
pobladas, alejadas de los puertos y centros de consumo, el problema del transporte y la
escasez de medios económicos explican que el corredor fuese una resultante del medio
geográfico y de la realidad social que caracterizaban al país. Al actuar como mediadores
en los negocios de los colonos y almacenes de acopio, los corredores tenían un
conocimiento profundo de todos los aspectos que incidían en los mismos: la
concertación de los precios y condiciones de venta, la distinción de calidades, la
determinación de los plazos de entrega y recibo, la disposición de los cobros y los pagos,
la asistencia financiera a sus clientes, la organización del transporte a los puertos, entre
otros tantos factores.

La posibilidad de concentrar esa oferta dispersa y atomizada en la Bolsa, a través de


los corredores, daba a los productores y acopiadores la oportunidad de obtener mejores
condiciones de venta para sus granos. Los compradores, por su parte, se beneficiaban
al encontrar en un único lugar grandes volúmenes de grano ofrecido para satisfacer sus
necesidades de originación de mercadería.

Se puede decir que el mercado concentrador, en su función de reunir la oferta y la


demanda dispersas, facilita el intercambio en un marco de transparencia y confianza.

La transparencia se gana a través de la elevada concurrencia de operadores, tanto de


la parte oferente como de la demandante, y del alto tonelaje de granos negociados. Esta
característica, como se mencionó, contribuye a que todos los participantes del mercado
puedan conocer las condiciones de comercialización de modo tal de facilitar la toma de
decisiones y la formación de expectativas.

La confianza, por su parte, se logra a través del tiempo. Con la reiteración del trato, los
participantes del mercado llegan a conocerse profundamente, compartiendo códigos y
costumbres. Quizás la tradición más reconocida en la Bolsa es el respeto de la palabra
empeñada. No cumplir con los compromisos asumidos puede significar el fin de una
firma. El conocimiento de una conducta deshonrosa conlleva la inmediata pérdida de
confianza del resto de los participantes y el vacío comercial. Además, los mecanismos
arbitrales que el mercado ofrece sirven para brindar un marco de seguridad y
previsibilidad a los negocios.
La existencia de un mercado concentrador como el existente en el ámbito de la Bolsa
de Comercio de Rosario otorga entonces una serie de beneficios:

• Descubrimiento de precios competitivos. Las cotizaciones que se forman pueden


considerarse buenos indicadores del valor corriente de los productos y de las

91
condiciones reales de comercialización. Contar con esta información hace que el
comercio de granos sea más fluido y confiable, sentando las bases para el intercambio.

• Precios transparentes y de público conocimiento. Los distintos eslabones de la


cadena comercial de granos de todo el país pueden tomar los precios operados en el
recinto de la Bolsa como referencia para sus transacciones y proyecciones, por tratarse
de valores que reflejan las condiciones actuales de oferta y demanda.

• Confianza. La interacción continua y repetida hace que disminuyan los incentivos


para el oportunismo, a medida que los operadores tratan de asegurar su fuente de
colocación o abastecimiento a través del tiempo. Es este fin el que le confiere
importancia a la palabra empeñada y a la buena fe en los negocios.

• Marco de seguridad otorgado por una institución que, a lo largo de su trayectoria,


fue ganándose el respeto y el prestigio dentro del sector. Para ser operador habilitado
para actuar en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario, deben cumplirse requisitos
patrimoniales y de idoneidad, ajustarse a un reglamento que especifica las obligaciones
y responsabilidades, los códigos de ética a los que deben sujetarse y el régimen de
sanciones al que están sometidos.

• Régimen arbitral. A diferencia de un juicio ordinario, la solución de controversias


por amigables componedores generalmente no implica un punto de discontinuidad en
las relaciones comerciales. Los tribunales arbitrales que funcionan en la Bolsa de
Comercio de Rosario están formados por personas idóneas, que dominan los usos y
costumbres del comercio de granos y que fallan conforme a su leal saber y entender.
Finalmente, la celeridad en el dictado de laudos otorga una importante ventaja en
términos de tiempos muertos para la resolución de conflictos y, en última instancia, una
ventaja en costos.

Puede concluirse por todo lo expuesto que, en el seno de la Bolsa de Comercio de


Rosario, el mercado concentrador de granos se formó de manera natural con el objeto
de satisfacer una necesidad latente de un grupo de individuos. Esta plaza fue
evolucionando a lo largo del tiempo para darle un marco característico que regula y da
forma a la interacción entre los operadores, mediante un conjunto de reglas escritas y
tácitas.

La ciudad de Rosario agregó a sus ventajas comparativas de localización mejoras


competitivas que le permitieron transformarse en uno de los principales mercados de
negociaciones de físico de productos agropecuarios no sólo del país, sino también del
mundo. Este hecho debe ser apreciado tanto por los participantes de la cadena agrícola
como por los hacedores de políticas públicas, con el fin de resguardarlo y bregar para
que conserve su rol de referente en la comercialización de granos.

92
3.2.4 Etapa terciaria

3.2.4.1 Mercado de exportación o mercado FOB

En la etapa terciaria se realizan transacciones entre exportadores e importadores de


granos, aceites y subproductos, por mercadería colocada libre de gastos a bordo de un
buque en el puerto de origen de la mercadería. Esta condición del negocio es conocida
como FOB (Free on Board), de allí la denominación que obtiene el precio. La
importancia de conocer cómo se desenvuelve esta operatoria reside en el perfil de
nuestro país como exportador neto de granos y sus productos derivados. Los valores
de este mercado son representativos del valor de la mercadería argentina en el comercio
mundial.

En estas transacciones intervienen empresas exportadoras de distinta escala y cuyo


capital de origen puede ser nacional o extranjero. Al igual que en el comercio
internacional de los otros tipos de productos primarios (metales, energía, minerales), en
general, las compañías transnacionales o “trading companies” suelen tener una fuerte
presencia en el sector exportador y el comercio interno en los principales países
productores exportadores de granos, como así también en los grandes países
consumidores importadores. Esto se verifica en Argentina, razón por la cual sobre este
punto se realizan algunas consideraciones en el ítem estrategias de comercialización a
escala internacional.

Las empresas exportadoras tienen como objetivo fundamental obtener una


rentabilidad a partir de la venta al exterior de mercadería. Estas empresas intervienen
también en los mercados de futuros o a término con el objeto de calzar egresos e
ingresos, o cubrir posiciones, o también pueden hacerlo con el objetivo de originar
mercadería, pero, en principio, la especulación no forma parte de sus intereses
fundamentales.

Casi todos los productos de la cadena agroindustrial que se venden al exterior quedan
englobados en el marco de la Ley 21.453 que establece, entre otros puntos, la
obligatoriedad de registrar mediante declaración jurada las ventas realizadas al exterior.
De acuerdo a la legislación vigente, el exportador está obligado a abonar en concepto
de impuestos a la exportación de productos agroindustriales un determinado porcentaje,
que varía de acuerdo al producto que se trate. La base imponible considerada para el
pago de estos derechos de exportación es el precio FOB oficial que diariamente
establece el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca a través de la Subsecretaría
de Mercados Agropecuarios31. Esto se basa en lo establecido por el Código Aduanero
Ley 22.415 PEN, de 1981, y el Decreto 1.177/1992 Comercio Exterior, con su
posteriores complementos y modificaciones.

Para poder actuar como exportadores de granos y subproductos, las empresas deben
cumplir con una serie de requisitos legales tales como inscribirse en el Registro de
Importadores y Exportadores de la Dirección General de Aduanas (DGA) de AFIP, en el
RUCA del MAGyP y en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria
(SENASA), satisfacer los requerimientos que impone el Banco Central de la República
Argentina (BCRA) en relación al ingreso y liquidación de las divisas declaradas en la
operación de exportación realizada. Además, para concretar operaciones con entidades

31
Los precios FOB oficiales están disponibles en https://dinem.agroindustria.gob.ar/dinem_fob.wp_fob_consall.aspx.

93
vinculadas al exterior las firmas exportadoras deben cumplir con la normativa de precios
de transferencia.

3.2.4.2 Estrategias de comercialización a escala internacional

En el ámbito del comercio internacional, la negociación del tipo de productos que aquí
se consideran tiene una serie de características propias que lo distinguen de la
comercialización doméstica descripta hasta este punto. En primer lugar, y al contrario
de lo que ocurre en la comercialización interna de productos primarios donde la oferta
se encuentra atomizada, en el mercado internacional de commodities agrícolas existen
relativamente pocos países vendedores, mientras que las naciones importadores
conforman un grupo mucho más numeroso.

Por otro lado, la comercialización internacional de productos agropecuarios se


caracteriza por una disparidad entre la estacionalidad de la oferta y las necesidades de
la demanda. Mientras que este tipo de consumo en general mantiene una cierta
estabilidad a lo largo del año, la producción de cada bien se obtiene en un momento
calendario específico. Ello genera que los importadores se interesen en asegurarse el
abastecimiento de mercadería con antelación, anticipando sus compras en plazos que
pueden superar incluso el año, o bien estableciendo compromisos a largo plazo con
condiciones de precios a fijar.

Las empresas de negociación internacionales, conocidas como traders


internacionales, se ocupan de interconectar la oferta y la demanda de modo de
satisfacer las necesidades peculiares de los importadores con las disponibilidades de
los vendedores. De este modo, asumen la responsabilidad y los riesgos asociados al
transporte, la financiación y la comercialización global de los commodities; organizan la
logística necesaria para desarrollar su actividad y procuran la cobertura de sus
transacciones en mercados de derivados.

Entre los riesgos que las empresas de comercialización internacional deben administrar,
además de los que surgen por las variaciones de los precios de la mercadería y los
fletes, se destacan las fluctuaciones de los tipos de cambio, diferencias en condiciones
pactadas de la mercadería, demoras o interrupciones en la logística que involucra el
transporte, trasbordo, carga y descarga de los buques, descalce en los plazos de pago
y cobro de las transacciones y riesgos políticos, incluyendo las modificaciones
imprevistas en la normativa comercial de los países involucrados en la operatoria.

Por tal motivo, es habitual observar que una empresa exportadora forma parte de un
grupo empresario transnacional, o trader internacional. Al formar parte de una estructura
global que le otorga un conocimiento muy detallado de las condiciones vigentes en el
mercado internacional y una ventaja competitiva con respecto a las firmas que sólo
operan localmente, les permite a las empresas exportadoras transnacionales operar con
mayor grado de eficiencia.

En resumen, la actividad principal de las empresas exportadoras y la de las empresas


de trading internacionales se encuentran bien diferenciadas. Mientras que las primeras
se encargan de comprar la mercadería en origen, acondicionarla y/o procesarla, y luego
venderla a la empresa de comercialización internacional; el trader global compra la
mercadería al exportador y la vende a otra compañía comercializadora o a un
importador.

94
Por lo tanto, muchas compañías de comercialización transnacionales suelen ostentar la
propiedad de terminales portuarias en las principales naciones productoras
exportadoras de productos primarios, pero, generalmente, bajo la modalidad de
unidades de negocio diferenciadas.

Las empresas exportadoras suelen preferir vender la mercadería FOB, bien sea a las
unidades de negocios de sus propias casas de trading internacional o de terceros, o
directamente a los consumidores extranjeros. Bajo esta modalidad, el exportador no se
verá involucrado en el mercado de fletes marítimos internacionales concentrándose en
la compraventa de granos o subproductos.

La empresa de trading internacional, a su vez, vende la mercadería en condición CIF o


C&F en puerto de destino, ya que su negocio se basa en la coordinación y logística
internacional de fletes, por lo que cuenta con una ventaja competitiva en este segmento.

En Argentina existen empresas exportadoras de distinta escala, de las cuales las más
grandes ostentan, en muchos casos, la propiedad de las terminales portuarias a través
de las cuales se embarcan los granos. Algunas de estas compañías son de capitales
extranjeros y forman parte de grupos empresarios transnacionales, como ADM, Bunge,
Cargill, Dreyfus (LDC), COFCO, Glencore, etc. Otras empresas pertenecen a capitales
nacionales tales como Molinos Agro, Aceitera General Deheza o Vicentín, entre otras.

En ocasiones se presenta la duda respecto de la causa por la cual las empresas de


trading internacional no tienen residencia en nuestro país. Un informe elaborado por
CIARA-CEC32 menciona una serie de motivos por lo que ello ocurre, entre los que
destacan: a) la necesidad de autorizar la venta al exterior de acuerdo a lo que establece
la Ley 21.453 (solicitud de DJVE); b) las onerosas multas en caso de no cumplimentarse
la exportación (van desde el 15% al 90% del valor FOB total de la operación); c) la
inflexibilidad para modificar períodos de embarque u otras condiciones de venta; d) la
necesidad de efectuar el pago de impuestos a la exportación anticipadamente al
embarque; e) las limitaciones que imponen los controles de cambios vigente para la
operatoria fluida en mercados internacionales; y f) las trabas legales que suelen regir
para la compra, reventa u otras operaciones con mercadería extranjera que impiden la
celebración de contratos de compras con origen opcional.

Además, el artículo 321 del Código Aduanero exige declarar el precio final de la
mercadería en el permiso de embarque correspondiente, no admitiendo modificaciones
posteriores. Ello dificulta la realización de contratos con precio a fijar, una modalidad de
uso habitual, o los ajustes en precio ante ajustes por cantidades embarcadas en más o
en menos.

Cuando se trata del traspaso de la propiedad efectiva de la mercancía por parte de


quienes están involucrados en el comercio exterior, las estrategias habituales de
negociación son:

a) Comprar la mercadería puesta en un punto terminal (una condición similar a la


condición FAS -Free Alongside Ship- o libre de gastos al costado del buque) y
venderla en condición FOB (Free on Board o libre de gastos en la bodega del buque).

Los operadores que actúan bajo esta modalidad se denominan exportadores. Su


responsabilidad es asegurar la contratación de un puerto, tomar los recaudos
necesarios para descargar los camiones o los vagones, almacenar la mercadería y,

“Esquema de comercialización internacional de productos agrícolas argentinos” Cámara de la Industria Aceitera de la


32

República Argentina (CIARA) y Centro de Exportadores de Cereales (CEC), Buenos Aires, noviembre de 2010.

95
en el momento propicio, cargarla en el buque. Estas actividades llevan asociados
gastos, comúnmente conocidos como gastos de fobbing, que, en principio, no
deberían superar a la diferencia entre el precio FOB pactado para la venta y el precio
al que se adquirió la mercadería en el mercado interno. Por lo tanto, el beneficio de
las empresas exportadoras surge del margen obtenido en la diferencia entre el
precio de venta FOB y el precio de compra en mercado interno más los gastos de
este negocio.

En este sentido, para conocer el valor que el exportador podría pagar en el mercado
interno se suele recurrir al cálculo de la capacidad teórica de pago de la exportación,
teniendo en cuenta su estructura de costos. También se lo suele conocer como
cálculo del precio FAS Teórico. Para ello, se parte del precio FOB y se deducen
todos los costos que tiene la exportación para cerrar este negocio. En la Tabla 3 - 4
se detallan los gastos que actualmente se deducen de los valores FOB para
determinar la capacidad teórica de pago, o precio FAS Teórico. En dicha tabla se
efectúa el cálculo correspondiente a distintos granos, teniendo en cuenta los costos
de las terminales portuarias ubicadas sobre el Paraná cercanas a Rosario, o puertos
del Up River. Cabe destacar que este valor teórico no es un precio que coincida con
la realidad del mercado, sino que es una aproximación del valor al que puede estar
el precio del mercado disponible local.

Este cálculo se utiliza principalmente para estimar el grado de competitividad en el


sector y de transparencia que existe en el mercado. Por lo tanto, al comparar esa
capacidad teórica de pago, o FAS Teórico, con el precio real del mercado se obtiene
una idea del nivel de competitividad en la plaza de un determinado producto. Se
puede decir que la exportación está trabajando con contramargen cuando el precio
FOB es menor al precio de mercado interno más los gastos de exportación (o gastos
de fobbing). Por oposición, el sector estará trabajando con un margen positivo
cuando el FOB supere la sumatoria del precio del mercado interno y los gastos de
fobbing. Cuando el resultado es cero (es decir, el FAS de mercado coincide
exactamente con el precio FAS Teórico) se dice que el mercado trabaja a paridad.

Por razones que se analizan más adelante, es posible observar que, con frecuencia,
el mercado opera a paridad o con un pequeño contramargen. Esto último nace de
estar trabajando con una construcción teórica, en la que se considera una estructura
de costos que pondera los gastos de empresas exportadoras de distinta escala.
Muchas empresas de exportación poseen sus propias terminales portuarias, lo que
les permite cargar como gastos de elevación sólo los costos variables directos de
esa actividad. Muchas empresas exportadoras no utilizan corredores de FOB; otras
sí. En definitiva, la realidad para cada empresa y en cada momento del mercado es
diferente.

b) Comprar la mercadería FOB y venderla C&F o CIF.

Los operadores que realizan este tipo de negocios son generalmente


coordinadores o traders internacionales. El coordinador es responsable de la
contratación del flete marítimo, que acercará la mercadería al lugar de destino. El
costo de este flete y el seguro correspondiente no debería, en principio, superar a la
diferencia entre el precio CIF pactado para la venta y el precio FOB obtenido al
comprar la mercadería. Si se está ante una operación C&F el costo que se adiciona
al FOB es únicamente el del flete.

Tabla 3-3 Flujos Internacionales de Comercio

96
Empresa de Comercialización Mayorista o broker Doméstico
Internacional FOB Origen Elevador de
(Cliente en Destino)
Exportación
CIF Puerto de Destino
CIF Instalación del cliente

↓ ↓ ↓

Puede comprar a un elevador de


Compra a elevadores de El comprador internacional puede
exportación FOB en puerto de
exportación en origen, condición comprar el producto directamente
origen o comprar CIF en puerto
FOB, y vende a sus clientes a los elevadores de exportación
de destino a una empresa de
condición CIF puertos de destino FOB origen
comercialización internacional

↓ ↓ ↓

El comprador internacional es
Vende los productos condición
responsable del flete, la calidad y
Administra fletes y seguros de los CIF instalaciones del cliente
la cantidad desde el momento
productos internacional y entrega los
que el producto abandona la
productos a las instalaciones
terminal de exportación

↓ ↓ ↓

Los precios son más bajos al no


Es responsable de la calidad y de Tiene múltiples clientes,
estar incluidos los fletes ni el
la cantidad del producto debiendo determinar la cantidad
seguro dentro de su valor (la
embarcado y calidad que cada uno necesita
venta se realiza a precios FOB)

↓ ↓ ↓

Si el comprador internacional
Si compra FOB a un exportador
posee sus propios medios y
El seguro cubre cualquier cosa en origen, debe encargarse del
equipamientos de flete y
que le suceda al producto en el flete y cubrir el producto (precios,
logística, y compra en grandes
mar seguro) mientras el mismo se
cantidades, entonces ésta suele
encuentra en tránsito
ser la estrategia más conveniente

↓ ↓ ↓

El comprador internacional
Debe cubrirse contra las
deberá gestionar las
fluctuaciones de los precios del Gestiona todos los fletes
fluctuaciones de precios mientras
grano mientras el producto se domésticos
el producto se encuentra en
encuentra en altamar
tránsito

↓ ↓ ↓

El comprador internacional no es
El cliente es responsable del Esta estrategia es la de menor
responsable del producto hasta el
transporte desde el barco hasta la costo y mayor riesgo,
momento en que llega a su
instalación de procesamiento o especialmente cuando se
instalación (procesamiento o
almacenamiento compran pequeñas cantidades
almacenaje)

↓ ↓ ↓

Ventajas Ventajas Ventajas

 El cliente internacional (comprador de  El comprador internacional no es  El comprador internacional controla


mercadería en condiciones C&F) no responsable por el flete en ningún toda la logística, haciendo más
es responsable por el producto hasta tramo del proceso eficiente el uso de sus recursos
que el mismo llega al puerto de  Los mayoristas (o brokers)  El comprador internacional compra
destino domésticos suelen tener mejores el producto a un costo menor ya que
 La empresa de comercialización relaciones con el cliente el precio no incluye fletes ni seguros
internacional ofrece más opciones de internacional, empresas de  El comprador internacional se
originación. comercialización internacional y asegura una cantidad y calidad
 Permite transportar volúmenes más terminales de exportación acorde a sus necesidades, así como
grandes y testear la calidad en origen  En muchos casos, el mayorista (o la entrega en tiempo de la
 Reduce problemas con los fletes broker) doméstico tiene mejor mercadería
oceánicos para el comprador externo logística interna que el comprador
 Es más confiable en términos de final por el mayor volumen que
puntualidad en la entrega maneja Desventajas
 La posibilidad de comprar al
elevador de exportación, FOB  Mayor riesgo para el comprador ya
Desventajas origen, reduce los costos de fletes que cualquier inconveniente que
para el comprador internacional surja durante el traslado de la

97
 El cliente internacional (comprador en  Mayor experiencia en la agregación mercadería será su propia
condiciones CIF) es responsable del (mayoreo) y en el análisis de calidad responsabilidad
transporte a partir que el producto es en destino y en origen  Si las cantidades son pequeñas y
entregado en el puerto de destino esporádicas, puede ser más difícil
 Los precios son mayores al tener asegurarse tarifas de fletes
incluidos fletes y seguros Desventajas favorables
 Si el comprador internacional posee  Requiere que la operación involucre
su propio medio de transporte o flete,  Agrega un paso adicional a la a los equipos de gestión de riesgo,
pierde ingresos por la negociación de cadena de compras, aumentando el fletes y logística de la empresa, lo
fletes al comprar en condición CIF costo del producto, especialmente cual puede ser oneroso y requerir la
cuando compra CIF asignación de un tiempo que ya no
 El comprador no puede realizar podrá destinarse al objetivo principal
análisis específicos hasta que el de la empresa compradora
producto llegue a su instalación
 Debe confiarse en el mayorista
(broker) doméstico para la entrega
en tiempo y en condiciones de
calidad y cantidad requeridas

Fuente: “How the Global Oilseed and Grain Trade Works”, 2011 U.S. Soybean Export Council.

La gran competitividad que existe en el mercado internacional de granos hace que, en


el caso del exportador, la diferencia entre el precio FOB de venta y el precio de mercado
interno más los gastos de fobbing sea escasa, o incluso inexistente. Cualquier diferencia
que dé lugar a posibilidades de arbitraje es inmediatamente aprovechada por los
operadores del mercado, con lo cual las oportunidades reales de ganar dinero a través
de la compraventa de mercadería física en un mismo momento en el tiempo son
reducidas.

Una situación similar se da en el caso de los coordinadores. La diferencia entre el precio


CIF pactado y el precio FOB más el flete y el seguro marítimo por lo general es muy
pequeña o inexistente dado que, al surgir la oportunidad, los operadores realizan
rápidamente sus arbitrajes y restablecen el equilibrio.

Este efecto hace que las grandes empresas de trading privilegien las operaciones que
puedan realizarse internamente de principio a fin. El trader recibirá el cereal de su
operador localizado en un país productor, que adquiere la mercadería a precio FAS, y
la venderá C&F a su comprador en un país consumidor.

Resulta evidente que el negocio del trader no puede centrarse únicamente en la venta
de mercadería física, debido a los bajos márgenes que ofrecen estas operaciones. Las
estrategias de toma de posiciones de riesgo en diversos mercados complementan la
actividad del operador y le permiten lograr una mayor rentabilidad.

A esta altura sería lógico preguntarse por qué, a pesar de los bajos márgenes que
ofrecen las operaciones de compraventa de granos, las firmas de trading en granos
insisten en llevarlas a cabo. Es necesario comprender que:

 Cuando la empresa exportadora controla toda la cadena de comercialización de un


producto, incluso bajos márgenes pueden resultar ampliamente rentables dados los
altos volúmenes que se manejan. En este sentido, cabe destacar que muchas
empresas exportadoras son propiedad de grandes empresas transnacionales que
cuentan con sus propios equipos de trading internacional.
 La propiedad o posesión efectiva de la mercadería permite tomar diversas
posiciones de riesgo en los mercados.
 La información manejada por el trader es superior a la conocida por el resto de los
participantes del mercado, lo cual le proporciona una ventaja comparativa.

Teniendo en cuenta los tres puntos anteriores, el trader se encuentra en una posición
que le permite obtener ganancias extras realizando arbitrajes en los mercados de

98
futuros. Aprovechan las diferencias que suelen presentarse entre los valores teóricos de
las distintas posiciones y los efectivamente negociados en el mercado.

Otro tipo de operaciones comúnmente realizadas es la toma de posiciones opuestas en


diferentes mercados, también con el objetivo de obtener provecho de desarbitrajes
transitorios en alguno de ellos. Los traders, además, pueden realizar operaciones de
índole puramente especulativa cuando consideran que los precios tomarán un rumbo
determinado.

En el Cuadro de texto 3 - 3, puede apreciarse en qué forma funciona usualmente el


mercado FOB.

Cuadro de texto 3 – 3

Ejemplo de funcionamiento del mercado FOB

En agosto, vende soja a Irán para embarcar en diciembre a un C&F Shanghai


Empresa A de US$ 250/t.
En agosto, compra soja FOB Up River para embarcar en diciembre a US$ 225/t

Empresa B En agosto, vende soja FOB Up River, embarque diciembre, a US$ 225/t.
En septiembre, compra soja FOB Up River, embarque diciembre, a US$ 220/t.

Empresa C En septiembre, vende soja FOB Up River, embarque diciembre, a US$ 220/t.
En octubre, compra soja FOB Up River, embarque diciembre, a US$ 240/t.

Empresa D En octubre, vende soja FOB Up River, embarque diciembre, a US$ 240/t.
En diciembre, compra soja FAS terminal portuaria de San Martín, a US$ 215/t.

Mes Empresa A Empresa B Empresa C Empresa D


V US$ 250
Agosto
C US$ 225 V US$ 225
Septiembre C US$ 220 V US$ 220
Octubre C US$ 240 V US$ 240
Diciembre C US$ 215
Margen US$ 25 US$ 5 (US$ 20) US$ 25

Resultado final:

Venta al exterior US$/t 250


Compra mercado interno US$/t 215
Margen bruto final US$/t 35

99
Tabla 3 - 4 Cálculo del FAS teórico a partir del FOB Up River de granos.

CALCULO DEL FAS TEORICO A PARTIR DE FOB UPR DE GRANOS


23/8/2019
TRIGO MAIZ SOJA
ITEMS
USD/tn USD/tn USD/tn
FOB OFICIAL SAGPyA (embarque cercano) 198 167 347
TRIBUTOS A LA EXPORTACIÓN 13,3 11,2 85,7
a. Alícuota Derechos de Exportación 6,70% 6,70% 24,70%
FOB DE MERCADO cercano (*) 225,0 145,6 351,6
GASTOS EN PUERTO UPR 5,20 5,36 6,43
a. Costo elevación 3,00 3,00 3,00
b. Almacenaje 0,00 0,00 0,00
c. SENASA (Certif. fitosanit. y arg. calidad) 0,50 0,50 0,50
d. Independence Surveyor 0,38 0,38 0,38
e. Despachante de Aduana 0,05 0,05 0,05
f. Comisión corredor FOB 0,63 0,80 1,87
g. Estibaje (crane tax) 0,63 0,63 0,63
TOTAL GASTOS (PUERTO + DEX) 18,46 16,55 92,13
MATba-Rofex Spot US$ (**) 170,0 148,0 256,0
GASTOS COMERCIALES 5,55 4,25 7,23
Gastos variables 3,16% 2,76% 2,76%
a. Diferencia por calidad (tenor graso, proteína, PH, etc.) 0,400%
b. Impuesto de sellos 0,028% 0,028% 0,028%
c. Impuesto a las transferencias bancarias 0,600% 0,600% 0,600%
d. Registro en Bolsa 0,050% 0,050% 0,050%
e. Comisión corredor FAS 1,000% 1,000% 1,000%
f. Prefinanciación de la exportación 0,980% 0,980% 0,980%
g. Financiación por IVA 0,103% 0,103% 0,103%
Gastos fijos
h. Análisis 0,18 0,16 0,17
USD /tn 200,99 124,80 252,24
FAS TEORICO
$ /tn 11.044,58 6.857,78 13.860,36
RESULTADO NETO USD / tn 31,0 -23,2 -3,8
Nota: UPR = Up River Paraná.
(*) Cuando no hay operaciones u ofertas de compra o de venta FOB, se pone como precio de mercado el FOB oficial
(**) Ante el acuerdo firmado entre el Gobierno y CEC, se debería tomar como precio de disponible para trigo y maíz los valores de
mercado vigentes publicados por el Ministerio de Agricultura. De lo contrario, pueden utilizarse los valores de la posición más
cercana de los mercados de futuros o a término (MATBA o ROFEX), o los precios orientativos de CAC Rosario.
Alícuota DEX
a1.- Derechos o retenciones sobre las exportaciones según rigen desde el Decreto 793/2018. Se adelanta rebaja de soja y
subproductos al 18%, y se incorpora una alícuota del 12% o $4/U$S o $3/U$S a todos los productos de exportación
Gastos en puerto
b.- Hay 30 días libres, luego se pagan 3 centavos de dólar/t/día Se calcula un almacenaje medio de 3 días.
c.- SENASA. SENA021 Certificación fitosanitaria de exportación. Código PV006: Categoría 3 = $ 30 /t para granos (obligatorio);
Código PV004 Categoría 1 = $23/t para subproductos (opcional). Aranceles últimos según Anexo 1 de Resolución 189/2018 del
f- Se calcula el share de las empresas de capitales nacionales sobre el 1% (comisión) del valor FOB en el tonelaje embarcado
durante el año 2018. Varía con cada producto.

Gastos com erciales por com pra grano


a.- GIRASOL: Base para materia grasa: 42%. 2% por cada punto porcentual que excede o falta respecto de la base. Información
2017/18 s/ Complejo
a- TRIGO: deLaboratorios
La base de BCR
proteína es de (Dic
11% a Nov).
y se Lasobases
adiciona se encuentran
descuentan en la punto
2% por cada Normaporcentual
IX de calidad
quepara el girasol.
se supera o está en
menos respecto de la base. Media 2018/2019 según Complejos laboratorios Rosario de 11,05%. PH: 80,03%. El precio FOB es
para proteínapagan
c.- Sellado 12%. 50%
Las bases del trigo
cada parte; se se encuentran
agrega el IVA. en
En la NormaAires
Buenos XX. = 0,5%. En Rosario = 0,05%
d.- Registro Bolsa en Rosario = 0,05% cada parte
f-Se considera tasa de interés LIBOR 6 meses (2,89% al 13/12/18) más 1/2 punto para transnacionales y 5% para firmas
nacionales. Se pondera uno y otro grupo de acuerdo al total exportado por cada uno en el año completo anterior. Período
g-Se considera tasa de interés LIBOR 6 meses (2,89% al 13/12/18) más 1/2 punto para transnacionales y 5% para firmas
nacionales. Se pondera uno y otro grupo de acuerdo al total exportado por cada uno en el año completo anterior. Se está
Gastos fijos de FAS en US$/tn
h- Gastos de análisis más usuales, por CACR, /camión (28 t) Trigo (grado y cont. Protéico) $589; Maíz (grado) $551; Sorgo
(grado) $561; Girasol (físico, acidez y m. grasas) $654; Soja (a. físico) $561.

100
3.2.4.3 Descripción de una operación en el mercado FOB

Se estableció previamente que las empresas dedicadas a la comercialización


internacional de granos poseen una estructura a escala mundial que les permite tener
contactos en puntos donde se encuentran los consumidores y los productores. Por lo
general, existe dentro de dicha estructura una oficina que concentra toda la información
referida a necesidades y ofertas de productos, y que tiene como misión indicar a las
empresas subsidiarias qué operaciones deben realizarse. Para ello es necesario contar
con información en tiempo real y en tiempos oportunos, no sólo acerca de la oferta y la
demanda mundial, sino también sobre el mercado de fletes, los precios, la evolución de
los cultivos, las existencias de granos, los consumos estimados, las políticas en
comercio exterior de los países de origen y destino, etcétera.

El contacto con el comprador puede realizarse directamente (ya sea porque la operación
se efectúa de punta a punta dentro de la empresa exportadora, o porque la misma tiene
contacto directo con el cliente) o a través de un corredor FOB o FOB Broker.

Por lo general, cuanto mayor es el volumen negociado por el exportador tiende a


privilegiarse el contacto directo con el cliente. Las firmas se apoyan más en los
corredores FOB cuando realizan negocios en países donde no poseen tanta
experiencia. Además, es común para las empresas mantenerse un contacto con más
de un broker para recibir la mayor cantidad de información posible y evitar que la misma
esté parcializada.

3.2.4.3.1 La figura del broker

La función principal del broker es llevar transparencia al mercado, brindando información


a los compradores y a los vendedores desde un punto de vista global, abarcando lo que
sucede en Argentina, en nuestro caso, y en el resto del mundo. Analiza el mercado y
asesora a sus clientes informándoles acerca de las tendencias del sector y de las
acciones que están tomando los otros participantes del mercado. Se trata de una
actividad muy específica que, en nuestro país, llevan a cabo menos de diez firmas; todas
con sede en la ciudad de Buenos Aires.

El broker cobra su información con negocios, recibiendo una comisión puede estar en
alrededor de 1% del valor de la operación. Sin embargo, todo depende del tipo de
producto que se despacha.

El hecho de que sus clientes operen en el mercado internacional de granos y necesiten


para ello una gran variedad de datos, obliga al broker a poseer una estructura a escala
mundial, ya sea a través de oficinas propias o mediante contactos con otros corredores
(llamados co-brokers) en países en los cuales tiene escasa llegada.

El broker busca identificar las necesidades de su cliente: qué tipo de cereal necesita,
cuándo lo necesita y en qué cantidades mensuales y anuales debe recibirlo, dónde
puede comprarlo, qué mezclas son las más convenientes. Aun conociendo todos estos
datos, el corredor FOB jamás toma posiciones en el mercado. Obviamente, nunca
podría llevar a cabo su objetivo principal, al menos en forma objetiva, si tuviese intereses
creados. Por el contrario, se vería tentado de transmitir información que beneficie
comercialmente a sus posiciones.

155
Se tiene conocimiento de que la cantidad de contratos cerrados anualmente por un
corredor FOB es reducida, aunque el tamaño promedio de dichos contratos es
considerable (cercano a las 25.000 toneladas en el caso de los granos). Resulta sencillo
comprender que contratos por un tonelaje inferior resultarían muchas veces poco
rentables, dadas las pequeñas comisiones que se cobran. Existen contratos de bajo
volumen (entre 2.500 y 10.000 toneladas), pero surgen cuando quien compra es un
molino o una aceitera.

Los contratos pueden pactarse con entrega inmediata de la mercadería contra el pago;
o a futuro, con entregas parciales. Cualquiera sea el acuerdo entre las partes, el corredor
FOB tiene como política no avalar las operaciones que se realizan a través suyo. La
mejor garantía que un broker puede ofrecer es su palabra, y la confianza que ésta
genera al presentarle a un comprador un buen vendedor, o viceversa.

Al producirse el encuentro de las partes y llegarse a un acuerdo de compraventa, el


corredor les confirma el negocio. Entonces, recibe toda la información referente a la
operación y se encarga de efectuar la comunicación entre los actores (fechas de entrega
de la mercadería, puertos, buques, cantidades).

3.2.4.3.2 La figura del forwarder

Dentro de la estructura de empresa de trading de granos, es la persona que proporciona


apoyo al área comercial y le competen todos los aspectos relacionados con la ejecución
de los contratos.

El forwarder jamás se involucra en las negociaciones con los clientes; sólo realiza el
soporte administrativo de los contratos, manteniendo informado al personal comercial
acerca de las transacciones que se encuentran abiertas, sus fechas de embarque,
puertos de origen y de destino correspondientes. También lleva un registro periódico de
las operaciones que el área comercial realiza, para que ésta conozca la situación de
cada negocio y sea capaz de establecer diferencias entre los resultados que se
obtuvieron y los que anteriormente fueran estimados por el trader.

3.2.4.3.3 La confección del contrato

El forwarder es el responsable de confeccionar el contrato que reflejará el acuerdo entre


el exportador y su cliente. Existen modelos del contrato prefijados a los que se les
agregan los términos particulares pactados por las partes en el negocio. A cada
modalidad o incoterm (ver Cuadro de texto 3 - 4) le corresponde un contrato tipo
redactado previamente, al que se aplican supletoriamente las normas del GAFTA (Grain
and Feed Trade Association) en el caso de los cereales y las del FOSFA (Federation of
Oils, Seeds and Fats Associations) en el caso de las semillas oleaginosas y aceites.

GAFTA es un organismo internacional creado para establecer los estándares utilizados


en la redacción de los contratos. Se puede recurrir al mismo, con acuerdo previo de las
partes, en caso de que surjan litigios o desacuerdos. Todo lo dispuesto por GAFTA actúa
como una "ley" subyacente, primando sobre la voluntad del comprador y la del vendedor.

Ciertos países o compradores individuales no están interesados en el GAFTA, por lo


que el contrato contiene puramente lo establecido en el acuerdo privado entre las partes,
y todo conflicto se resuelve apelando a la justicia del país que se hubiese convenido de
antemano.

156
Una vez confeccionado el contrato, es responsabilidad del forwarder hacer el
seguimiento y tomar todas las precauciones necesarias para que el cobro pueda
efectuarse. La venta de un producto determinado puesto libre a bordo de un buque
(FOB) puede ser cobrada de variadas maneras, como veremos en el siguiente apartado.

3.2.4.3.4 El pago en un negocio FOB

Por lo general, el pago se recibe de contado contra entrega de los documentos de la


operación (directamente entre las partes o con la intervención de un banco que entrega
los documentos al cliente una vez que el pago fue transferido). Esta forma es usual en
operaciones de poco monto, cuando las partes ya se conocen o cuando el comprador
es una empresa de prestigio en el mercado.

También es frecuente el uso de las cartas de crédito, que son pagos muy seguros (están
libres de riesgo de incumplimiento) y que, la mayoría de las veces, admiten su
transferibilidad. Hay que considerar que la utilización de cartas de créditos implica un
costo mayor que el pago directo.

Una carta de crédito o crédito documentario puede definirse como un compromiso


emitido por un banco, actuando por cuenta del comprador (el Ordenante), o en su propio
nombre, de pagar al Beneficiario el importe indicado en los documentos, siempre y
cuando se cumplan las condiciones del crédito documentario. Una carta de crédito
responde así al deseo del vendedor de recibir dinero en efectivo y a la voluntad del
comprador de acceder al crédito.

Esta operación consiste en un triángulo contractual:

 En primer lugar, el contrato de compraventa entre comprador y vendedor.


 En segundo lugar, el pacto sobre solicitud de crédito y garantía o el pacto de
reembolso entre el Ordenante y el Banco Emisor.
 En tercer lugar, el crédito documentario entre el Banco Emisor y el Beneficiario. Si
el crédito documentario es confirmado por un tercer banco, el confirmante establece
su propio compromiso contractual con el Beneficiario, que es adicional al del Banco
Emisor.

Podemos establecer, entonces, que para la apertura de una carta de crédito es


necesario contar con la presencia de dos bancos como mínimo: uno situado en el país
del vendedor y otro establecido en el país del comprador. Puede suceder que se trate
de dos sucursales de una misma entidad que opera internacionalmente.
Las partes en un crédito documentario son:

 El Banco Emisor,
 El Banco Confirmador, si lo hubiese, y
 El Beneficiario.

Además, intervienen:
 El Ordenante,
 El Banco Avisador,
 El Banco Designado Pagador, y
 El Banco Transferente, si es el caso.

El proceso de emisión de una carta de crédito es el siguiente:

157
1. El comprador y vendedor conciertan un contrato de venta en el que se establece el
pago por medio de crédito documentario.
2. El comprador da instrucciones a su banco (el Banco Emisor) para que emita un
crédito a favor del vendedor (Beneficiario).
3. El Banco Emisor solicita a otro banco en el país del vendedor que avise, y a veces
también que confirme, el crédito documentarlo.
4. El Banco Avisador o Confirmador notifica al vendedor la emisión del crédito.

El crédito documentario ofrece tres ventajas básicas:

 Facilita la financiación.
 Aporta protección jurídica.
 Garantiza que los documentos sean examinados por expertos.

El forwarder se encarga de realizar todo el seguimiento de este documento, para evitar


la aparición de discrepancias que puedan generar conflictos con la otra parte. Cuando
se suscitaran controversias con el cliente, el forwarder lo comunicará al personal del
área comercial.

También se vincula con compañías de seguros cuando alguna operación involucra al


trader con la contratación de un seguro para las mercaderías. Cuando el riesgo es del
exportador, el forwarder debe hacer un seguimiento para verificar que no ocurran
accidentes que puedan afectar a los bienes.

El forwarder no se involucra en la contratación del flete, aunque es quien recibe la factura


para pagar este servicio.

Además, interactúa con despachantes de aduana (cuya estructura es especial en cada


puerto) que le permiten prestar este servicio con menores costos de los que incurriría
un trader, al tener que tramitar directamente con el Estado la entrada y salida de bienes
al país.

Cuadro de texto 3 - 4

Los Incoterms

Los incoterms son un conjunto de reglas internacionales publicadas por la Cámara


Internacional de Comercio (CIC) para la interpretación de los términos utilizados en
comercio exterior.

El objetivo de los incoterms es la prevención de las discrepancias, resultantes de las


diferencias en prácticas comerciales vigentes en varios países. Para ello, describen
claramente cuáles son los deberes del comprador y los del vendedor.

Los términos están agrupados en cuatro categorías:

1. Grupo E. El vendedor pone los bienes a disposición del comprador en su propia


instalación, y ésa es su única obligación.
2. Grupo F. El vendedor debe entregar los bienes al transportista indicado por el
comprador.
3. Grupo C. El vendedor paga por el traslado de los bienes, pero no acepta ninguna
responsabilidad por la pérdida o rotura de la mercadería luego de su despacho.
4. Grupo D. El vendedor soporta todos los costos y riesgos de trasladar los bienes
hacia el lugar de destino.

158
Siglas que preceden al nombre de Medios de Tipo de venta
Grupo Siglas
la localidad o del puerto transporte en ...
E EXW Ex Works (locación de entrega de origen) Cualquiera Origen

F FCA Free Carrier (locación de entrega de origen) Cualquiera Origen

F FAS Free Alongside Ship (puerto de embarque) Marítimo Origen

F FOB Free On Board (puerto de embarque) Marítimo Origen

C CFR Cost and Freight (puerto de destino) Marítimo Origen

C CIF Cost, Insurance and Freight (puerto de destino) Marítimo Origen

C CPT Carriage Paid to (locación de destino) Cualquiera Origen


Carriage and Insurance Paid to
C CIP Cualquiera Origen
(locación de destino)
D DAF Delivered At Frontier (locación en frontera) Terrestre Destino

D DES Delivered Ex Ship (puerto de destino) Marítimo Destino

D DEQ Delivered Ex Quay (puerto de destino) Marítimo Destino

D DDU Delivered Duty Unpaid (locación de destino) Cualquiera Destino

D DDP Delivered Duty Paid (locación de destino) Cualquiera Destino

3.3 Modalidades de contratación

De los distintos tipos de contratos de físico que se dan en el sistema comercial granario,
los más usuales son los que se exponen a continuación.

3.3.1 Compraventa con pago contra entrega actual

En este tipo de contratos el pago sólo se realiza contra recibo extendido por el recibidor.
Si la mercadería se entrega conforme, lo usual es que el comprador pague el importe
total de cada recibo, dentro de las 48 horas de presentada la liquidación parcial (aunque
puede acordarse el pago a las 72 o 96 horas).

De existir desacuerdos entre el entregador y el recibidor en cuanto a la calidad o


condiciones en que se encuentra la mercadería, se lacran muestras y se envían a la
Cámara Arbitral de Cereales para ser analizadas. Cuando el entregador y el recibidor
no llegan a un acuerdo sobre la calidad o condición de la mercadería y una de las partes
se rehúsa a extraer muestras, la otra puede solicitar a la Cámara Arbitral el envío de un
Recibidor Oficial.

El pago será equivalente al 97,5% del valor convenido (puede variar según lo pactado),
haciéndose efectivo dentro de las 48 horas de la presentación de la liquidación parcial.
Una vez que se cuenta con el resultado del análisis de la Cámara, se procede a la
liquidación final. El saldo se abona dentro de los 5 días hábiles de presentada la
liquidación final.

159
3.3.2 Compraventa con pago contra entrega futura (forward)

Bajo esta modalidad, tanto el pago como la entrega de la mercadería se realizan en el


futuro.

Con estos contratos los vendedores pactan un precio con los compradores por
mercadería que aún no se cosechó. Es usual que el cobro y la entrega de la mercadería
se pacten para época de cosecha. El proceso de pago, en el momento que corresponda,
es igual al caso anterior.

Hasta la campaña 2000/01, alrededor de un 20% de la producción de los cinco


principales cultivos era negociado a cosecha, es decir, previo a que se recolectara
efectivamente la mercadería. A partir de la 2001/02, con la salida de la convertibilidad -
y la consiguiente devaluación de la moneda-, la ruptura de los términos contractuales,
producida por las medidas adoptadas por las autoridades nacionales, y la generalización
del uso de los silos bolsa para el almacenaje de granos secos, el porcentaje de contratos
pactados con pago y entrega a cosecha disminuyó.

En la última década, esta tendencia se revirtió y el porcentaje de negocios realizados a


cosecha retornó a los valores previos. Para la campaña 2018/19, considerando los tres
principales cultivos, un 20,5% de la producción fue comprometido antes de la cosecha.

Este tipo de operaciones son una gran herramienta de arbitraje para aquellos
vendedores que no utilizan los mercados de futuros institucionales como mecanismo de
cobertura del riesgo precio, dado que en cosecha los precios de los productos agrícola
son inferiores por la presión que ejerce la oferta del grano recolectado.

3.3.3 Compraventa “a fijar” precio

En muchas oportunidades, tanto los acopios como las cooperativas no pueden


almacenar el grano depositado por el productor durante un lapso prolongado por falta
de espacio físico (especialmente en época de plena cosecha y en regiones donde se
realizan dos cultivos al año). En consecuencia, la necesidad de espacio para atender
los requerimientos de otros clientes, es una de las razones principales que motivan las
operaciones de venta “a fijar”.

En estas transacciones, el acopio o cooperativa entrega al industrial o al exportador la


mercadería. En ese momento se determina su calidad y cantidad. Pero el precio queda
pendiente de determinación para un momento posterior a opción del vendedor, dentro
del plazo estipulado por contrato para dicha fijación.

En muchos casos, el comprador, sobre todo el exportador que cuenta con mayor
solvencia financiera, suele realizar adelantos financieros a cuenta del precio final de la
mercadería entregada, a una tasa de interés fija. De esta manera, el vendedor se hace
de los fondos y el comprador está garantizado con los granos que tiene en su poder.

Existen límites en cuanto a la cantidad de toneladas cuyo precio puede fijarse en un


mismo día, llamados máximo de fijación y mínimo de fijación, que se establecen
contractualmente.

En la mayoría de los casos la operación se instrumenta a través del boleto de


compraventa que se registra en las Bolsas.

160
Las operaciones a fijar precio presentan ventajas para los vendedores. El productor
soluciona su problema de almacenaje y no se ve obligado a vender rápidamente a
cualquier precio. El acopio o cooperativa, a su vez, puede aumentar la rotación de la
mercadería almacenada, haciendo más rentable su negocio.

En cuanto a los compradores, los negocios a fijar precio les permiten asegurarse la
mercadería que necesitan para su procesamiento o exportación. El comprador puede
utilizar la mercadería desde el momento en que la recibe, a pesar de no haberse fijado
el precio de la misma. Jurídicamente la compraventa está perfeccionada a pesar de no
existir precio determinado. El riesgo que corre el comprador de una suba del precio del
grano recibido a fijar, se cubre generalmente en el mercado de futuros (tomando una
posición compradora o adquiriendo un call).

Existen distintas formas de fijar el precio, que pueden pactarse cuando se lleva a cabo
el negocio:

a) Por pizarra ciega. El vendedor fija el precio sin conocer las cotizaciones de pizarra
de la Cámara Arbitral de Cereales convenidas. Usualmente es común que el
vendedor avise que fijará el precio antes de la apertura del mercado del día anterior,
hasta las 11 o 12 horas aproximadamente.
b) Por pizarra tuerta. Como variante de la modalidad anterior, el vendedor puede fijar
el precio antes de que se cierren los negocios del día o media hora antes del cierre
del mercado de Chicago, dependiendo de lo que ocurra antes. Por lo tanto, aunque
no conoce el precio, el vendedor puede tener una idea de cómo evolucionaría el
mercado en ese día.
c) Por pizarra vista. El vendedor fija precio una vez conocida la pizarra del día.
d) Por precio de mercado. Se fija sobre la base del precio que la empresa compradora
ofrece en el mercado disponible.
e) Con primas o descuentos sobre pizarra. Existen, actualmente, pocos negocios con
bonificaciones o primas, éstas sólo se producen por la entrega de mercadería de
mayor calidad. En cuanto a los descuentos, podemos decir que en general, son por
gastos de almacenaje.
f) Por mercado de futuros.

3.3.4 Compraventa con pago anticipado y entrega futura

Los motivos por los que cuales se realizan estas operaciones son, por un lado, la
necesidad del vendedor de obtener una financiación; y, por otro, la necesidad del
comprador de asegurarse la originación de la mercadería. También pueden recurrir los
compradores a este tipo de operaciones cuando tienen dificultades para recibir la
mercadería, por encontrarse desbordada su capacidad de almacenaje.

Las partes acuerdan la cantidad, calidad, precio y fecha de entrega. El comprador paga
el valor de la mercadería en forma anticipada, siempre exigiendo al vendedor el
otorgamiento de garantías (avales bancarios, seguros de caución, fianzas, etc.). El
precio es siempre neto de intereses por el período que media entre el pago y la entrega.

En cuanto a las garantías, debemos aclarar que varían en cada caso. Cuanto mayor es
el riesgo que corre el comprador, sea por la extensión del plazo o por la poca solvencia
patrimonial del vendedor, más exigente será la garantía. En determinados casos sólo
se aceptan avales bancarios de entidades de primer nivel.

161
Mediante este tipo de transacciones, el productor asegura un financiamiento para el
desarrollo de su actividad.

3.3.5 Operaciones de canje

En la etapa primaria de la comercialización de granos, el acopio o cooperativa suele


proveer al productor de una serie de insumos como pueden ser los agroquímicos,
fertilizantes, semillas, combustibles, etc. A cambio, el productor se compromete a
entregar una determinada calidad y cantidad de granos luego de la cosecha.

Este tipo de transacción es sin lugar a dudas, una forma de financiación, ya que, en la
relación de canje, se encuentran implícitos los intereses correspondientes al pago
diferido de los productos entregados por el proveedor de insumos.

No obstante, también pueden realizarse operaciones de canje por grano disponible,


aunque en realidad esta operación responde más a una venta de insumos con pago en
especies.

3.4 Términos de la contratación

A continuación, se describen los términos contractuales más usuales en los negocios


de compraventa de granos con entrega física. No obstante, tratándose de un mercado
libre, el comprador y el vendedor pueden pactar condiciones totalmente diferentes. Esto
significa que los contratos no están estandarizados.

3.4.1 Objeto del contrato

La mercadería debe cumplir con ciertos estándares o bases estatutarias de


comercialización, aprobados en la Resolución 1.075/1994 por la (en aquel momento)
Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. Debe ser sana, seca, mercantible y no
debe tener olores objetables. Si es de calidad superior al grado o base de negociación,
corresponderá una bonificación respecto al precio pactado y, en caso contrario, una
rebaja.

Salvo pacto en contrario, todas las operaciones se realizan con mercadería a granel y
el precio se fija cada 1.000 kilogramos de peso neto (equivalente a una tonelada
métrica).

En cuanto a la cantidad cabe hacer algunas consideraciones. Si el contrato es por un


kilaje determinado, se debe cumplir con exactitud lo estipulado. En contratos de hasta
100 toneladas, se dará por cumplido el contrato si se entrega un 3% de más o de menos
respecto de dicha cantidad. Cuando los contratos superan las 100 toneladas, la
tolerancia será del 1%. De todos modos, existe una cláusula que suele incluirse en
determinados contratos llamada "MÁS O MENOS", que permite al vendedor entregar
hasta un 3% por sobre o por debajo de lo acordado si el contrato es superior a las 100
toneladas; y hasta un 5% si el contrato es de hasta 100 toneladas.

3.4.2 Lugar de entrega

162
Desde el punto de vista del lugar donde se realiza la entrega, podemos clasificar el tipo
de operación de la siguiente manera:

a) Compraventa con entrega y recibo EN PROCEDENCIA. Se recibe la mercadería


en el lugar de venta de la misma. El comprador se hace cargo del flete. En el
10% de los negocios efectuados bajo esta modalidad, tanto la calidad como el
peso se determinan en el lugar de procedencia. En el 90 % restante se toma
como peso válido para efectuar la liquidación, el de procedencia (se pesan los
granos antes de salir del acopio), y la calidad se determina en destino. Esta forma
de comercialización es la que se denomina: peso en procedencia y calidad en
destino. También en este caso, el gasto del flete corre por cuenta del comprador.

a) Compraventa con entrega y recibo EN DESTINO. La entrega y recepción de la


mercadería se concreta sobre camiones o vagones en el establecimiento privado
o puerto de embarque que indique el comprador. El vendedor es quien debe
afrontar todos los gastos que impliquen el transporte y acarreo de los granos
hasta que se produzca la entrega. Lo anterior no impide que el comprador se
haga cargo de los mismos y luego los descuente al momento de la liquidación.
Los gastos de pesada corren por cuenta del comprador.
El vendedor debe soportar los honorarios del entregador, que es la persona que
lo representa en el lugar de destino. Si existe desacuerdo entre el recibidor y el
entregador en cuanto a la calidad de la mercadería, se trata de negociar en ese
momento. De persistir la controversia, se lacran muestras y se las manda a la
Cámara Arbitral de Cereales para que dictamine sobre el asunto. La gran
mayoría de los negocios se hacen bajo esta modalidad (aproximadamente el 90
%).

Es importante aclarar que pueden pactarse modalidades diferentes a las descriptas,


dependiendo siempre de cada caso en particular.

3.4.3 Forma de entrega

La condición bajo la cual puede realizarse la entrega es:

a) Sobre camión. Es la forma más utilizada. Cuando se trata de largas distancias, los
costos son mayores que en el caso de los vagones. Sin embargo, es siempre más
económico para distancias cortas. Excepto que se pacte lo contrario, el vendedor no
tendrá la obligación de entregar, ni el comprador de recibir más de 200 toneladas
diarias por cada contrato.

b) Sobre vagón. Desde la privatización de los ferrocarriles, la utilización de este medio


de transporte ha crecido sustancialmente. Ello se debe a que es un medio
considerablemente más económico que el camión. Si bien se han observado
mejoras en lo que se refiere al servicio, todavía hace falta mucha inversión en
vagones y demás obras de infraestructura. Actualmente, la mayoría de las
principales terminales portuarias tienen recepción de vagones.
Lo usual, en el resto del mundo es la utilización de este medio de transporte, sobre
todo en Estados Unidos, debido a que resulta económicamente más barato.
Además, en época de cosecha, el camión se necesita para el traslado de chacra a
silo. De ahí que el movimiento lógico sea utilizar los camiones para el flete corto, y
los vagones del acopio al puerto. Es necesario mencionar que no todos los acopios
cuentan con estaciones ferroviarias cercanas, y que este medio no es rentable para
distancias inferiores a 200 kilómetros.

163
c) Sobre camión o vagón. La opción se considera estipulada a favor del vendedor,
quien debe ejercerla dentro de la primera mitad del período contractual de entrega,
dando aviso al comprador. Si el vendedor no hubiese ejercido la opción, transcurrido
el plazo señalado, el comprador podrá asignarle cupo de camiones.

3.4.4 Plazo de entrega

En virtud del tiempo que se pacta, los términos de la entrega pueden clasificarse de la
siguiente manera:

a) Entrega disponible. El vendedor debe entregar la mercadería dentro de los 30 días


de la fecha en que se concretó la operación.

b) Entrega disponible con fecha limitada. La entrega debe producirse hasta la fecha
determinada en el contrato. En este caso, el vendedor no tiene los 30 días de plazo,
sino que debe finalizar la entrega el día establecido previamente.

c) Entrega diferida. La entrega no se efectúa cuando se celebra la operación, sino que


se extiende en el tiempo. El plazo se fija por contrato y puede ser para un mes
determinado.

d) Entrega inmediata: En este caso en particular, el vendedor debe efectuar la entrega


dentro de las 48 horas de concertada la operación.

Las partes pueden pactar un plazo de entrega diferente a los descriptos según sus
propias necesidades.

Más allá de los lineamientos hasta aquí presentados, en octubre de 2004 se dieron a
conocer las “Reglas y usos del comercio de granos”, tratamiento impulsado por las
Cámaras Arbitrales y discutido con las entidades representativas de los sectores que
las integran. Todas las entidades de la producción y el comercio de granos firmaron un
Acta Intersectorial de Adhesión a dichas Reglas que, a partir de la fecha mencionada,
integran las pautas y condiciones a que las partes se someten al celebrar un contrato.
En marzo de 2016, se firmó una nueva Acta Intersectorial que puso en vigencia la
actualización de las Reglas. Por su importancia, estas Reglas son transcriptas en su
totalidad en el Cuadro de texto 3 - 5.

Cuadro de texto 3 – 5

REGLAS Y USOS DEL COMERCIO DE GRANOS


Anexo Acta Intersectorial
3 de marzo de 2016

TÍTULO I - DISPOSICIONES GENERALES

Art. 1 - Reglas de interpretación

1. Las presentes Reglas y Usos serán de aplicación general en los contratos relacionados con:
la producción, comercialización o industrialización de frutos, productos agropecuarios,
subproductos, derivados y afines, o productos de la naturaleza, sea en su estado original o

164
elaborados; la prestación de servicios vinculados a dichas actividades; o cualquier clase de
relación -contractual o no-entre las partes vinculadas a dichas actividades, así como para
interpretar el sentido de las cláusulas y/o condiciones convenidas, siempre que las partes no
hubieran pactado lo contrario.

2. Toda vez que en un contrato de los enumerados en el inciso anterior figure la expresión
“Condiciones Cámara” y/o cuando las partes hayan sometido la solución de sus divergencias
a la jurisdicción de una Cámara Arbitral, se entenderá que la aplicación de estas Reglas y
Usos ha sido pactada en forma irrevocable.

Art. 2 - Cómputo de plazos

1. Los plazos y términos para la entrega de la mercadería se considerarán expresados en días


corridos. Los referidos al pago o a las actividades que deban desarrollarse con intervención
de las Cámaras, Bolsas o Mercados, se entenderán como días hábiles administrativos para
el comercio de granos.

2. Cuando el vencimiento de un plazo se opere en un día inhábil, el mismo se extenderá


automáticamente al primer día hábil posterior.

Art. 3 - Fuerza mayor. Caso fortuito.

1. La prueba del caso fortuito y/o de la fuerza mayor incumbe a quienes las invoquen a su favor,
salvo que la Cámara interprete que dicha prueba resulta innecesaria por ser de público y
notorio conocimiento para el Tribunal. Las partes no podrán invocar estas causales cuando
ellas ya existieran en el momento de concertarse la operación.

2. La Cámara resolverá si el caso fortuito y/o la fuerza mayor planteada por una parte impiden
temporaria o definitivamente el cumplimiento de una obligación. En el primer supuesto,
determinará el plazo por el cual debe considerarse prorrogado el contrato y la forma en que
se distribuirán los perjuicios y/o gastos ocasionados por la demora en el cumplimiento. Si la
imposibilidad de cumplimiento fuera considerada definitiva, podrá declarar la resolución del
contrato sin culpa del obligado.

Art. 4 - Cesión. Subrogación.

1. Cesión. Las partes no podrán ceder ni transferir la posición contractual ni las obligaciones
nacidas del contrato sin la expresa conformidad de todas las partes y demás intervinientes.
El cedente quedará obligado juntamente con el cesionario, salvo que haya sido expresamente
liberado.

2. Cesión del cobro. Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso anterior, el vendedor podrá ceder
o transferir el derecho al cobro del precio, con la conformidad escrita del corredor y la
notificación fehaciente al comprador.

3. Subrogación. El corredor o cualquier tercero que hubiese pagado una obligación ajena,
quedará automáticamente subrogado en los derechos del acreedor y legitimado para ejercer
contra el deudor originario las acciones de repetición ante la jurisdicción pactada en el
contrato.

165
Art. 5 - Interpretación del contrato

Para la interpretación y ejecución de los contratos a los que se refiere el art. 1º del presente, se
tendrá en cuenta la normativa aplicable y las demás circunstancias generales y comerciales de
mercado vigentes a la fecha de la concertación del mismo.

Art. 6 - Operaciones en el Mercado a Término

Las cuestiones litigiosas o problemas originados por operaciones de los Mercados a Término
serán resueltas conforme lo dispuesto en los reglamentos o resoluciones de esos Mercados, y
supletoriamente por las presentes Reglas y Usos, en tanto sean compatibles con dicha
operatoria.

Art. 7 - Casos no previstos

Los casos no previstos en estas Reglas serán resueltos por la Cámara según criterios de
equidad, a su leal saber y entender.

Art. 8 - Concurso preventivo o quiebra

En caso de quiebra o concurso de las partes, la Cámara Arbitral a la que ellas se hayan sometido
conservará su jurisdicción para resolver las cuestiones controvertidas en los términos de la
legislación concursal. El laudo que se dicte quedará sujeto, en cuanto a su ejecución forzada, a
lo dispuesto por dicha ley y demás disposiciones legales aplicables.

Art. 9 - Intervención de corredor

1. La intervención de un corredor en un contrato de compraventa implicará, salvo pacto en


contrario, el otorgamiento a éste por parte del vendedor, de facultades suficientes para
convenir y/o firmar en su nombre fijaciones, ampliaciones, anulaciones, rescisiones,
prórrogas, recibos de mercadería, así como para facturar y percibir el precio.

2. Las declaraciones y registros del corredor interviniente respecto de las modalidades pactadas
o de las comunicaciones habidas entre las partes con su participación, servirán para
interpretar o probar los hechos relativos a los contratos, según el caso.

3. El corredor tiene obligación de suministrar a la Cámara interviniente toda la documentación


y/o información que ésta le solicite, con relación a un negocio en el cual haya participado.

4. Cuando se hubiese incluido en el contrato una cláusula de "pago irrevocable" al corredor, la


misma únicamente podrá ser revocada por el vendedor, o por apoderado con facultad
suficiente, si demostrara una causa que lo justifique y la inexistencia de obligaciones

166
pendientes para con el corredor. La revocación deberá efectuarse siempre por escrito y ser
notificada en forma fehaciente al corredor y al obligado al pago.

5. La suscripción y/o la participación en el contrato por el corredor y las partes, implica para
todos ellos la aceptación de la jurisdicción de la Cámara Arbitral convenida, para resolver
todas las cuestiones, reclamaciones o controversias que surjan de las relaciones en él
establecidas.

Art. 10 - Facultad resolutoria

1. De acuerdo con los usos y costumbres del mercado, en todos los contratos a los que resulten
aplicables las presentes Reglas, se entenderá incluida de manera expresa la facultad de cada
una de ellas de resolver el mismo por incumplimiento de la contraparte, salvo pacto expreso
en contrario.

2. Igualmente, se entenderá siempre pactada la mora en forma automática al vencimiento del


plazo estipulado y sin necesidad de notificación alguna, no siendo necesaria la intimación al
cumplimiento ni el otorgamiento de un nuevo plazo.

3. La resolución surtirá efectos desde que la parte interesada comunique a la incumplidora su


voluntad de resolver.

4. Luego de vencido el plazo de cumplimiento de una obligación y mientras el contrato no haya


sido declarado resuelto, las prestaciones pendientes sólo podrán ser cumplidas con la
conformidad expresa o tácita de la contraparte. La aceptación sin reservas de una prestación
luego de vencido el plazo contractual pactado, implica haber prorrogado tácitamente, hasta
esa fecha, el plazo de vencimiento original de la obligación y la renuncia a efectuar cualquier
tipo de reclamo posterior vinculado con esa obligación.

TÍTULO II - COMPRAVENTA

Capítulo I - Modalidades

Art. 11 - Compraventa con pago contra entrega

1. El contrato de compraventa con pago “contra entrega” es aquel en el que el precio ha sido
establecido por las partes y se ha convenido que el pago se hará con posterioridad a la
entrega de la mercadería.

2. Las partes podrán determinar libremente el plazo en que deberá hacerse el pago. En los
casos en que nada se establezca a este respecto, se tomará la operación como “al contado”.

3. En caso de incumplimiento en la entrega por parte del vendedor o en la recepción de la


mercadería por el comprador, la contraparte tendrá derecho a reclamar el cumplimiento en
especie o la recepción de la mercadería conforme a las reglas generales, o bien resolver el
contrato por incumplimiento y reclamar la indemnización de los perjuicios. La demora o la falta
de pago del precio, dará lugar a la fijación de los intereses que determine la Cámara.

167
4. Los perjuicios a los que alude el apartado precedente se limitarán exclusivamente a la
diferencia que hubiera entre el precio pactado y el precio de mercado correspondiente al día
del incumplimiento, con más los intereses que determine la Cámara, no siendo necesaria la
demostración del perjuicio.

5. En los negocios en que se hubiesen pactado condiciones especiales o diferentes de las


habituales, el incumplimiento de cualquiera de las partes dará derecho a la contraria a
reclamar una compensación que fijará la Cámara en cada caso.

Art. 12 - Compraventa con pago anticipado

1. Cuando el comprador haya pagado el precio de la mercadería con anticipación a la entrega, y


el vendedor no entregare la mercadería al vencimiento del plazo, el comprador tendrá derecho
a reclamar el cumplimiento en especie conforme las reglas generales o resolver el contrato
por incumplimiento de la parte contraria.

2. En este último caso, el comprador podrá, a su opción, reclamar la restitución del importe
pagado con más sus intereses desde la fecha del pago o el valor de la mercadería a la fecha
del incumplimiento.

Art. 13 - Compraventa “a fijar precio”. Generalidades.

1. Habrá contrato de compraventa “a fijar precio” cuando las partes establezcan que el mismo
será fijado luego de concertado el negocio y en un plazo determinado de tiempo; en tal caso,
se presume que el vendedor se reserva la facultad de elegir el día en que se fijará el precio
de la totalidad o de parte de la mercadería vendida. Las partes podrán convenir que la
mercadería será entregada con anterioridad o posterioridad a la fijación.

2. Las partes podrán convenir libremente la forma de determinar el precio, pudiéndose fijar
según el mercado a término, mercado disponible, entre otros.

3. Si nada hubiesen convenido, éste será fijado por la Cámara Arbitral a cuya jurisdicción las
partes hubiesen sometido las controversias relativas al contrato, sobre la base del valor
corriente en plaza del lugar de la entrega, para mercadería con la calidad y en las condiciones
del contrato, con entrega inmediata y pago al contado (Precio de Cámara o de Pizarra).

4. Si no hubiese "Precio de Cámara" para el día de la fijación, cualquiera de las partes estará
legitimada para solicitar a la Cámara del lugar de entrega de la mercadería, la determinación
del valor de la misma; la Cámara estará obligada a expedirse, a su leal saber y entender,
proporcionando un precio "estimativo" especialmente para ese contrato.

5. Cuando no hubiese ninguna Cámara Arbitral que regularmente fije precios para ese lugar de
entrega, a pedido de cualquiera de las partes, el precio "estimativo" será determinado, a su
leal saber y entender, por la Cámara Arbitral a cuya jurisdicción arbitral se hubiesen sometido.

6. Los precios "estimativos" fijados serán pasibles de reconsideración, de acuerdo con la


reglamentación que cada Cámara determine. Resuelta la reconsideración interpuesta, el
precio estimado será definitivo e irrecurrible.

168
Art. 14 - Compraventa “a fijar precio”. Fijaciones.

1. Salvo pacto en contrario, el vendedor deberá comunicar al comprador la fijación que realiza,
antes del inicio del mercado con el cual quiere ejercitarla.

2. Las partes podrán convenir límites máximos y mínimos para las fijaciones. Si nada hubiesen
convenido, en los contratos superiores a 1000 (un mil) toneladas, el vendedor no podrá fijar
diariamente más de un 20% (veinte por ciento) del tonelaje total del contrato.

3. Las partes deberán establecer una fecha límite para que el vendedor ejerza la facultad de fijar
el precio. A falta de acuerdo expreso, cualquiera de las partes podrá solicitar que la Cámara
la determine. De no mediar tal solicitud, la fecha límite quedará fijada a los 180 (ciento
ochenta) días corridos desde la fecha de concertación de la operación.

4. Si la fecha límite convenida por las partes resultara un día inhábil, la fijación se realizará
conforme el valor del primer día hábil siguiente. Si las partes no hubiesen establecido un día
determinado como fecha límite pero sí el mes, se entenderá que vencen el último día hábil de
ese mes.

5. En cualquier caso que el vendedor no hubiese ejercido la facultad de fijar el precio, se tendrá
por fijado en la fecha límite. Si se hubiesen establecido limitaciones a la cantidad a fijar, se
respetarán esas limitaciones, teniéndose por fijado el precio proporcionalmente para cada
parcial en los días anteriores a la fecha límite.

Art. 15 - Compraventa “a fijar precio”. Incumplimiento.

1. Las partes podrán convenir el pago de multas por incumplimiento, las que tendrán los efectos
de una cláusula penal. Cuando la multa esté expresada bajo la forma de un porcentual, el
mismo se entenderá referido al equivalente en dinero del valor del tonelaje incumplido a la
fecha del incumplimiento.

2. Si las partes nada hubieran convenido al respecto, la Cámara determinará, de acuerdo a las
circunstancias del caso, la indemnización que deberá pagar el incumplidor, que no podrá
exceder del 10% (diez por ciento) del equivalente en dinero del valor del tonelaje incumplido.

3. En caso de incumplimiento, declarada y comunicada a la otra parte la resolución, si se


hubieren efectuado fijaciones de precios con anterioridad, la cumplidora podrá optar por
aplicar a la mercadería fijada y no entregada o no recibida, la multa convenida por
incumplimiento o bien la diferencia de precio, observando las reglas de la buena fe
contractual.

Art. 16 - Compraventa “según muestra”

1. En las compraventas “según muestra lacrada” el vendedor está obligado a entregar


mercadería similar a la de la muestra de venta. Se considerará que la mercadería es similar,
si los defectos de la muestra de entrega no exceden, con relación a la muestra de venta, de
los parámetros establecidos en el artículo 52 para promediar resultados.

169
2. En caso de mercadería ya recibida, si las partes no se pusieran de acuerdo a los fines de la
liquidación final, la Cámara determinará mediante análisis y cotejos de ambas muestras la
bonificación o rebaja total que corresponda.

3. Salvo constancia expresa en la muestra de venta, tanto a efectos del recibo como de la
liquidación de mercadería recibida, se considerará que la mercadería representada en la
muestra de venta era libre de olor objetable e insectos vivos.

Art. 17 - Compraventas con warrants

1. Cuando en una compraventa se hubiese pactado el pago del precio “contra warrants”, a los
efectos del pago, la obligación del vendedor se considerará cumplida mediante la emisión de
un warrants, endosado a favor del comprador.

2. Cuando en un contrato “a fijar precio” se hubiese pactado, como garantía para el vendedor,
la entrega de warrants sobre la mercadería entregada, el endoso que el comprador realice a
favor del vendedor será a los efectos de garantizar el pago del precio, y el vendedor deberá
restituirlo una vez cobrada la mercadería amparada en el título.

Art. 18 - Contratos de “canje”

1. Se regirán por las normas relativas a la compraventa aquellos contratos en los cuales las
partes se hubiesen recíprocamente obligado a entregar mercadería, sean granos, semillas,
insumos, maquinaria o cualquier otra especie.

2. Si una de las partes hubiese cumplido su prestación con anterioridad a la otra, se aplicarán
las reglas previstas para los contratos con pago anticipado. En el caso del inciso 2 del artículo
12, el acreedor podrá optar por reclamar el valor original de los productos entregados en canje
con más sus intereses desde la fecha de entrega, o el valor de la mercadería adeudada a la
fecha del incumplimiento y sus intereses.

3. Si se hubiese previsto “entrega contra entrega”, el incumplimiento de una de las partes dará
lugar a la contraria, en caso de optar por la resolución, a reclamar la diferencia que hubiese
experimentado el valor de lo no entregado, entre la fecha del contrato y la del incumplimiento,
y sus intereses.

Capítulo II – Condiciones de la mercadería

Art. 19 - Condiciones generales

1. En la compraventa de granos, productos y subproductos, sea para exportación o consumo


interno, la mercadería estará sujeta a las normas de comercialización vigentes y sin
especificación de cosechas, salvo estipulación en contrario.

170
2. En la compraventa de otros productos no comprendidos en el inciso anterior pero que resulten
abarcados por las presentes Reglas y Usos de acuerdo a lo estipulado en el art. 1º, los mismos
estarán sujetos a las normas de comercialización corrientes en plaza que correspondan a
cada tipo de fruto o producto.

Art. 20 - Cantidad vendida. Excedentes o faltantes.

1. Cuando se hubiese vendido un kilaje fijo, en los contratos de hasta 120 (ciento veinte)
toneladas, se dará por cumplido el mismo si se entrega hasta un 3% (tres por ciento) de más
o de menos respecto de dicha cantidad. En contratos superiores a 120 (ciento veinte)
toneladas, dicha tolerancia será del 1% (uno por ciento).
2. La cláusula “más o menos” da derecho al vendedor para entregar un 5% (cinco por ciento) de
más o de menos en contratos de hasta 120 (ciento veinte) toneladas y un 3% (tres por ciento)
de más o de menos en contratos superiores a 120 (ciento veinte) toneladas.

3. Cuando se hubiese expresado la cantidad en tonelaje “o lo que resulte” de la descarga de un


determinado medio de transporte, se entenderá que las partes han consentido una tolerancia
en más o en menos del 10% (diez por ciento) del tonelaje total indicado.

4. Si no se hubiese indicado tonelaje y sólo se hubiese expresado en unidades de transporte, la


cantidad vendida se entenderá referida a la capacidad promedio del medio de transporte de
que se trate, que será determinada por la Cámara conforme los usos del lugar.

5. La mercadería entregada en exceso de las tolerancias establecidas en los apartados


precedentes se liquidará al precio que las partes pacten por esa cantidad entregada en
exceso.

6. A los fines del cumplimiento del kilaje convenido en el contrato, se entenderá que el mismo
está referido a mercadería en condiciones cámara. En caso de corresponder la aplicación de
mermas por humedad u otros rubros, se tomará el kilaje neto resultante luego de aplicada la
merma.

Art. 21 - Omisión de lacrar muestras

1. Los granos, frutos, productos y subproductos entregados sin lacrar muestras, se considerarán
recibidos de conformidad en cuanto a calidad y condición y no sujetos a ulteriores reclamos.

2. La regla del inciso anterior no será de aplicación en el caso que, al momento de la descarga,
el representante del vendedor hubiese aceptado una rebaja, asentando tal circunstancia en
el recibo de mercadería o en la carta de porte.

Art. 22 - Productos para la conservación de muestras

Cualquiera de las partes tiene derecho a colocar en las muestras productos destinados a su
conservación, siempre que no alteren o disimulen la calidad y/o condición de la mercadería
original.

Art. 23 - Uniformidad de la carga

171
1. La mercadería presentada para el cumplimiento de un contrato, a ser depositada bajo el
régimen de pérdida de identidad, deberá ser uniforme en calidad y condición en cada unidad
de transporte. A tales fines, se considerará que cada vagón, camión (comprensivo de chasis
y acoplado) o barcaza, resultan una unidad de transporte.

2. Cuando se determine que la carga está integrada por partidas de distinta calidad y/o condición
y una parte de la unidad se encuentre fuera de las tolerancias de recibo, la totalidad de la
unidad podrá considerarse de rechazo, aun cuando presumiblemente el promedio del
conjunto se encuentre dentro de las tolerancias.

Capítulo III – Entregas y recibos

Sección I - Entrega y recibo “en destino”

Art. 24 - Entrega sobre camiones

1. Salvo pacto en contrario, el vendedor no tendrá obligación de entregar ni el comprador de


recibir más de 200(doscientas) toneladas diarias por cada contrato.

2. A los efectos del cumplimiento del contrato, se considerará que la mercadería ha sido
presentada dentro del plazo establecido cuando el camión arribe al lugar de destino hasta las
17 (diecisiete) horas.

Art. 25 - Ordenamiento de entregas. Cupos.

1. Cuando se trate de mercadería a entregar sobre camiones en elevadores terminales u otros


destinos en los que la asignación de cupos sea uso y costumbre, el comprador deberá asignar
al vendedor los cupos para la entrega de la mercadería dentro del período contractual.

2. El incumplimiento por parte del vendedor del cupo asignado no importará automáticamente el
incumplimiento del contrato, siempre que dentro de los 2 (dos) días siguientes solicite al
comprador la asignación de nuevos cupos. En tal caso, el comprador podrá otorgar el
segundo cupo aún hasta después de vencido el plazo contractual. Si el comprador no fijare
nuevos cupos o el vendedor estimare excesivo el plazo de los mismos, este último podrá
recurrir a la Cámara a efectos de su determinación.

3. Cuando el vendedor omitiere solicitar un nuevo cupo dentro del plazo previsto en el párrafo
precedente o cuando incumpliere el segundo cupo asignado, el comprador podrá considerar
incumplido el contrato y ejercer sus derechos aun cuando no se hubiese vencido el plazo de
entrega convenido.

4. Cuando el comprador tuviera más de un contrato con el mismo vendedor y corredor, por el
mismo producto y para el mismo destino, deberá asignarle los cupos en orden cronológico
respecto de la fecha de concertación de cada una de las operaciones, aun cuando las mismas
hayan sido efectuadas bajo diferentes modalidades, siempre respetando el período
contractual de entrega.

172
5. Si el comprador no hubiera otorgado los cupos para la recepción de la mercadería durante la
vigencia del período contractual, el vendedor podrá transferirle al comprador la propiedad de
la misma emitiendo un certificado de depósito a su favor y requerir a la Cámara el pago del
valor de la misma. De no existir acuerdo entre las partes la Cámara determinará la forma de
entrega y los derechos y obligaciones de cada parte.

Art. 26 - Entrega libre

Fuera de los casos previstos en el apartado primero del artículo precedente, en los destinos en
los que la asignación de cupo no sea uso y costumbre para la entrega de la mercadería, cuando
el vendedor tuviera más de un contrato con el mismo comprador y para el mismo destino, deberá
despachar los camiones en orden cronológico respecto de la fecha de concertación de cada una
de las operaciones, aun cuando las mismas hayan sido efectuadas bajo diferentes modalidades,
siempre respetando el período contractual de entrega.

Art. 27 - Puesta de la mercadería a disposición del comprador en destino

1. Una vez llegada la mercadería a destino y puesta a disposición del comprador, éste entregará
una constancia del arribo.

2. La mercadería deberá ser revisada dentro del plazo máximo de 36 (treinta y seis) horas
corridas del arribo, incluyendo al menos un turno hábil de trabajo, siendo obligación del
comprador aceptar o rechazar la mercadería dentro de dicho plazo.

Art. 28 - Estadías de camiones

1. Es obligación del comprador, de manera inmediata al arribo del camión al lugar de destino,
colocar la constancia de la fecha y hora en la carta de porte.

2. La Cámara determinará las estadías a cargo del comprador, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso y los usos y costumbres del lugar de destino a la fecha en que se
produjeron.

Art. 29 - Entregas sobre vagones

No se considerará incumplido el contrato - pactado con o sin cupo - cuando el vendedor, en forma
coordinada con el comprador, haya cargado y despachado los vagones dentro del período
contractual, siempre que la entrega de la mercadería se concrete dentro de los 10 (diez) días
siguientes.

Art. 30 - Ventas sobre camión/vagón

1. En las ventas efectuadas para entregar “sobre camión/vagón”, la opción se considera


estipulada en favor del vendedor, quien deberá ejercerla dentro de la primera mitad del

173
período contractual de entrega, dando aviso al comprador. Ejercida la opción, la entrega se
regirá por las reglas referidas al medio de transporte elegido.

2. Si el vendedor no hubiese ejercido la opción, transcurrido el plazo señalado en el apartado


precedente, el comprador podrá asignarle cupo de camiones.

Art. 31 - Aplicación de las entregas

1. Habiendo más de un contrato entre las partes por la misma mercadería y para el mismo lugar
de destino, en la aplicación de las entregas prevalecerá en primer lugar lo concerniente al
período contractual y, luego, el orden cronológico de la fecha de concertación de cada una de
las operaciones.

2. El inciso anterior no será aplicable en aquellos contratos en los que la mercadería haya sido
previamente abonada o que resulte de contratos de cobranza o canje u otros pactos entre las
partes. En tales casos, el comprador tendrá la opción de definir el orden y la modalidad de
aplicación.

Art. 32 - Rechazo por calidad y/o condición. Derecho a reponer y/o reingresar.

1. Presentada la mercadería dentro del plazo contractual, si ésta resultara de rechazo, el


vendedor tendrá derecho a presentar nueva mercadería con sujeción a las siguientes normas:

a) Si el plazo para la entrega pactado en el boleto lo permite, deberá reponer mercadería


dentro de dicho plazo.

b) Si el rechazo se produjera en el último día del plazo contractual para la entrega, el


vendedor podrá –por única vez– reponer la mercadería rechazada dentro de los 3 (tres)
días hábiles siguientes al del rechazo o al de notificada la resolución de Cámara que así
lo declare. Dentro de las 24 (veinticuatro) horas del rechazo, el vendedor deberá notificar
al comprador que hará uso de este derecho y/o solicitar cupos para ello.

c) Cuando se trate de entrega y recibo en procedencia y la mercadería presentada por el


vendedor fuese de rechazo, éste podrá presentar una nueva dentro de las 24 (veinticuatro)
horas siguientes, haciéndose cargo, en su caso, de las estadías, fletes y/u otros gastos
que ello genere.

2. Si el vendedor no ejerciera su derecho a reponer, el comprador podrá considerar incumplido


el contrato y hacer uso de los derechos que le acuerdan las presentes reglas.

3. En las ventas con cláusula “a no reponer rechazo” no será de aplicación lo dispuesto en el


inc.1) ap. b) y c) del presente artículo.

Sección II - Desacuerdos en el momento de la entrega y recibo

Art. 33 - Arbitraje sobre muestras lacradas por las partes

174
1. Existiendo desacuerdos entre recibidor y entregador sobre la calidad y/o condición de la
mercadería, ambas partes podrán optar por sacar muestras, las que firmarán, lacrarán y
sellarán o precintarán conjuntamente y enviarán como mínimo por duplicado, con los detalles
del caso a la Cámara Arbitral correspondiente.

2. La Cámara resolverá inmediatamente y con los efectos de un laudo arbitral, si la mercadería


es o no de recibo.

Art. 34 - Condiciones de las muestras

Las muestras correspondientes a consultas o entregas efectuadas en cualquier carácter deberán


presentarse en envases permeables, excepto cuando se requiera análisis por humedad, en cuyo
caso deberán emplearse envases impermeables.

Art. 35 - Recibo Oficial

1. Si una de las partes rehusara sacar muestras, si el desacuerdo versara sobre la forma de
extraer la muestra, o si se interrumpiera la entrega o recibo por desacuerdos en la calidad y/o
condición, cualquiera de las partes podrá pedir a la Cámara que corresponda, la designación
de un recibidor oficial para que las extraiga y envíe a la Cámara.

2. Las partes interesadas tienen derecho a presenciar la actuación del recibidor oficial, pero
cualquier observación sobre su proceder sólo podrá hacerse ante la Cámara Arbitral
correspondiente. Este organismo resolverá en definitiva, si la mercadería es de recibo o de
rechazo.

3. La decisión de la Cámara Arbitral correspondiente es susceptible de reconsideración, la que


deberá solicitarse dentro de las 2 (dos) horas hábiles de comunicada la decisión de la Cámara.

4. El comprador, o aquel que recibe por su cuenta, está obligado a facilitar al recibidor oficial el
libre acceso al lugar y proveer, a requerimiento de la Cámara, los elementos y la colaboración
necesarios para el normal cumplimiento de sus funciones. Si a consecuencia de la falta de
cooperación de dicha parte no se pudiera extraer la muestra, la Cámara quedará facultada a
fallar dando la mercadería “de recibo”, con los gastos a cargo del comprador, sin lugar a
recurso alguno.

5. La falta de cumplimiento del fallo emitido podrá dar lugar a la aplicación de las sanciones
estatutarias previstas para quienes incumplen los laudos arbitrales.

Art. 36 - Pago de los gastos

1. Producida cualquiera de las incidencias a que se refieren los artículos anteriores, la Cámara
determinará a cargo de quién serán los gastos originados.

2. Como principio general, los gastos que origine la intervención del recibidor oficial, serán a
cargo de la parte que hubiese resultado con fallo adverso.

175
Capítulo IV – Liquidaciones y pagos

Art. 37 - Por mercadería sujeta a análisis

1. Entregada y recibida una mercadería vendida según muestra lacrada, condiciones cámara
y/o normas de calidad, su liquidación y pago se efectuará de la siguiente manera:

a) En las entregas parciales, se abonará a las 48 (cuarenta y ocho) horas, contra


presentación de las facturas correspondientes.

b) En caso de comprobar que la mercadería entregada excede las tolerancias establecidas,


el comprador podrá retener la mayor rebaja que pueda corresponder. El recibo de la
mercadería con la observación de “condicional”, hace suponer, salvo acuerdo en contrario,
que la mercadería excede las tolerancias e implicará la posibilidad de retener hasta el 10%
(diez por ciento) de su valor a cuenta de la liquidación final.

c) El saldo se abonará dentro de los 5 (cinco) días hábiles de presentada la liquidación final.

d) En caso de solicitarse reconsideración de análisis o arbitrajes que impidan practicar la


liquidación final, el vendedor podrá optar por facturar el 70% (setenta por ciento) del saldo
pendiente, el cual deberá ser abonado dentro del plazo de 72 (setenta y dos) horas.

e) Si al momento en que el comprador debe efectuar el pago de la liquidación parcial, la


mercadería ya hubiese sido analizada y estuviese en condiciones de confeccionarse la
liquidación final, el vendedor podrá practicar ambas liquidaciones simultáneamente, siendo
las mismas pagaderas dentro de las 72 (setenta y dos) horas de su presentación.

2. La falta de pago de las facturas parciales o finales dentro de los plazos fijados, hará incurrir
en mora al comprador y el vendedor podrá facturar los intereses que correspondan en cada
caso.

Art. 38 - Por mercadería recibida conforme

Cuando las partes nada hubieran convenido, recibiéndose la mercadería en calidad y condición
“conforme”, el pago por el importe total deberá efectuarse dentro de las 72 (setenta y dos) horas
hábiles de presentada la liquidación correspondiente y la documentación que acredite la entrega.

Capítulo V – Incumplimientos

Art. 39 - Principios generales

1. El incumplimiento de cualquiera de las partes a las obligaciones principales nacidas del


contrato, dará derecho a la contraria a ejercer las acciones tendientes a procurar su
cumplimiento “en especie” o a resolver el contrato por incumplimiento y exigir el pago de los
daños y perjuicios.

176
2. Sin perjuicio de lo establecido en el inciso anterior, se tendrá como expresamente incluida la
facultad de cada una de las partes de resolver el contrato por el incumplimiento de la otra,
salvo pacto expreso en contrario.

3. La resolución por incumplimiento podrá ser declarada por la cumplidora mediante


comunicación fehaciente a la otra parte o bien ser resuelta a través de un laudo arbitral dictado
por la Cámara.

4. Una vez comunicada la voluntad de resolver el contrato, la parte cumplidora no podrá ejercer
las acciones para procurar el cumplimiento del mismo “en especie” y sólo podrá exigir el pago
de los daños y perjuicios.

Art. 40 - Criterio para la fijación de la diferencia de precio

1. La Cámara determinará en el laudo la fecha en que se ha producido el incumplimiento.

2. Para la fijación de la diferencia de precio en los términos de los artículos precedentes, se


tomará el valor corriente en plaza de la mercadería en las condiciones del contrato, a la fecha
del incumplimiento. En caso de resultar ella inhábil, se tomará el valor correspondiente al
primer día hábil siguiente.

Art. 41 - Boletos con varios vencimientos

1. Cuando en un boleto existan varios vencimientos para el cumplimiento de las obligaciones,


ya sea de entrega de la mercadería o del pago del precio en cuotas, salvo pacto en contrario,
se considerará cada vencimiento como un contrato independiente.

2. Si se incumpliera una obligación y las partes nada hubieren pactado al respecto, sin perjuicio
de lo señalado en el inciso anterior, la parte cumplidora podrá solicitar a la Cámara que
declare la caducidad de los plazos acordados, acreditando las circunstancias que hicieran
presumir los futuros incumplimientos o que ya se encuentran incumplidos dos o más
vencimientos de una misma obligación.

TÍTULO III – DEPÓSITO

Art. 42 - Generalidades

1. Siempre que exista entrega de mercadería entre las partes y no pueda determinarse
fehacientemente a qué título lo ha sido, se presume que la misma fue entregada en depósito,
para su guarda y almacenamiento.

2. En los casos de entrega de la mercadería a los fines de su acondicionamiento u otros, además


de las reglas propias, se aplicarán las del contrato de depósito, el que se considera
necesariamente accesorio del contrato principal.

177
3. Cuando la mercadería depositada sea fungible o consumible y el depósito se haga a pérdida
de identidad, el contrato se regirá por las normas correspondientes al depósito irregular.

Art. 43 - Tarifa de almacenaje

1. Habiéndose convenido una tarifa, se considerará que los gastos de conservación de la cosa
y los riesgos propios del almacenaje están comprendidos en ella.

2. Si las partes no hubiesen convenido la tarifa de almacenaje, la Cámara la determinará en


función de las tarifas corrientes en la zona donde el almacenaje se haya prestado.

Art. 44 - Devolución de la mercadería

1. El depositante puede, en cualquier tiempo, solicitar la devolución de la mercadería.

2. Salvo que se hubiese pactado un plazo para el almacenaje, el depositario podrá intimar al
depositante a retirar la mercadería, bajo apercibimiento de venderla por su cuenta y orden.
La intimación deberá ser hecha por un medio fehaciente y deberá darse un plazo no inferior
a 15 (quince) días hábiles.

3. El depositario cumplirá su obligación de restituir, aun cuando la mercadería que restituye no


sea de idéntica calidad a la recibida. En tal caso, las diferencias se ajustarán mediante una
liquidación de las bonificaciones o rebajas que correspondan.

4. Sin perjuicio de ello, salvo pacto en contrario, el depositante no estará obligado a recibir en
devolución mercadería que difiera en más de un 5% (cinco por ciento) del valor de la
entregada. Las diferencias referidas a rubros de calidad se calcularán de acuerdo a lo previsto
en la respectiva norma de comercialización; las referidas a rubros de condición se calcularán
a criterio arbitral.

TÍTULO IV - DETERMINACIONES ANALÍTICAS Y CERTIFICACIONES

Capítulo I - Determinaciones analíticas y certificaciones

Art. 45 - Tareas de los laboratorios

1. La Cámara, por medio de sus laboratorios, efectuará las determinaciones analíticas


necesarias para la comercialización de los granos, productos y subproductos agropecuarios,
por cuenta de quien o quienes lo soliciten y sobre la base de la/s muestra/s presentada/s a
tal fin.

2. Asimismo efectuará las determinaciones que corresponda a fin de que la Comisión Directiva
o la Subcomisión respectiva, según el caso, arbitren sobre descuentos, diferencias de calidad,
recibos con intervención de la Cámara, etc. sobre la base de la/s muestra/s lacrada/s o
precintada/s reglamentariamente.

178
Art. 46 - Solicitudes de análisis y presentación de muestras

1. Las determinaciones analíticas representativas de una operación comercial se practicarán a


pedido de cualquiera de las partes, mediante la presentación de solicitud, en formato
electrónico o “Carta Cámara” y las muestras lacradas, termoselladas o precintadas de mutuo
acuerdo, en condiciones de inviolabilidad y autenticidad.

2. La Cámara podrá rechazar las muestras que a su criterio no cumplan tales condiciones.

3. Las solicitudes de determinaciones analíticas podrán ser presentadas por el comprador y/o el
vendedor -directamente o a través de sus representantes- dentro de los 8 (ocho) días hábiles,
contados a partir de la fecha de la descarga. En caso que sea presentada por una sola de las
partes, ésta se hará responsable de la autenticidad y lo demás inherente a la presentación.

Art. 47 - Pedido de análisis por interrupción de entregas

1. Cuando la entrega de la mercadería se interrumpiera y quedara suspendida por mayor tiempo


que el plazo establecido para efectuar el envío de muestras y solicitud de análisis, cualquiera
de las partes podrá solicitar los análisis que correspondan sobre la entrega parcial.

2. La liquidación de la mercadería correspondiente a las entregas parciales aludidas


precedentemente, se considerará, a todos los efectos, como una liquidación final.

Art. 48 - Pérdida o deterioro de las muestras

Si una de las partes comunicara a la Cámara que su juego de muestras se ha perdido o


deteriorado, la Cámara intimará a la contraparte la presentación del suyo. Si también la parte
intimada alegare extravío o deterioro de muestras u otra causa, se liquidará conforme a las bases
pactadas.

Art. 49 - Reconocimiento de muestras abiertas

1. La Cámara se reserva el derecho de no entender en todo asunto sobre ventas por muestras
abiertas, que no sean previamente reconocidas por los interesados.

2. En las ventas según muestras abiertas, regirán las disposiciones aplicables a los negocios
sobre muestras lacradas, una vez que la muestra abierta haya sido reconocida por ambas
partes. Las disposiciones de este artículo no son de aplicación a las operaciones primarias.

Capítulo II - Recursos

Art. 50 - Reconsideración

179
Se entiende por reconsideración la instancia por la cual cualquiera de las partes contratantes, en
disconformidad con el resultado analítico de calidad emitido para la liquidación del contrato,
recurre ante la Cámara Arbitral, a fin de que se practique un nuevo análisis que ratifique o
rectifique el resultado original.

Este recurso podrá ser interpuesto en los términos del art. 51 y en la medida que éste resulte
aplicable, aun cuando el primer análisis hubiese sido efectuado por alguna de las partes del
contrato o por un laboratorio que no pertenezca a una Bolsa o Cámara Arbitral.

Art. 51 - Procedimiento

1. La parte que no esté conforme con el resultado analítico emitido por la Cámara, podrá solicitar
reconsideración dentro del plazo de 8 (ocho) días hábiles a contar de la fecha de emisión del
certificado. Para ello, deberá presentar la solicitud indicando los antecedentes pertinentes y
los rubros analíticos cuya reconsideración se solicita.

2. Una vez declarado admisible el recurso de reconsideración, la Cámara notificará a las partes
involucradas el día y hora en que se efectuará la nueva determinación, invitándolas a
concurrir. Las determinaciones correspondientes a la reconsideración se practicarán en la
fecha indicada, con o sin presencia de las partes.

3. La reconsideración se practicará sobre una nueva muestra lacrada.

4. Si lo dispuesto anteriormente no fuese posible, el interesado deberá solicitarle a la Cámara


que se practique repetición del análisis sobre la muestra existente en el archivo con la cual
se realizó el primer análisis, aplicando los mismos criterios que para reconsideración.

5. En los casos en que la entrega esté representada por varias muestras lacradas, se formará
un nuevo conjunto.

6. En el certificado emitido como consecuencia de la reconsideración se aclarará el resultado


definitivo que se deberá tener en cuenta para la liquidación. En aquellos granos cuya
comercialización se rige por normas de comercialización se consignará, además, el grado
resultante.

Art. 52 - Márgenes para determinar el resultado definitivo

A los fines de la determinación del resultado definitivo, se tendrán en cuenta los siguientes
márgenes:

1. Para los distintos rubros analíticos establecidos en las normas de comercialización, salvo las
excepciones que se detallan en los apartados siguientes, se confirmará el resultado cuando
la diferencia no sea mayor del 10% (diez por ciento) respecto de aquél, y se promediará
cuando la disparidad oscile entre 10,1% (diez coma uno por ciento) y 20% (veinte por ciento),
siempre que se trabaje con valores analíticos superiores a 1% (uno por ciento). Para valores
inferiores se duplicarán tales márgenes.

180
2. Sin perjuicio de ello, se establecen los siguientes márgenes específicos:

a. Cuando entre la primera determinación de peso hectolítrico y el resultado de la


reconsideración, exista una diferencia de hasta 0,25 (cero coma veinticinco) kilogramos,
se confirmará el resultado primitivo y se promediará cuando las diferencias fluctúen entre
0,26 (cero coma veintiséis) kilogramos y 0,75 (cero coma setenta y cinco) kilogramos.

b. Para los análisis por panza blanca en trigo pan, granos quebrados y/o partidos en soja,
vitreosidad en trigo fideo, capacidad germinativa y calibre sobre zaranda de 2,5 (dos coma
cinco) milímetros en cebada para maltería, cuerpos extraños y granos verdes intensos en
alpiste, y granos descascarados y rotos en mijo, se confirmará el resultado cuando la
diferencia no sea mayor del 5% (cinco por ciento) respecto de aquél y se promediará
cuando la disparidad oscile entre 5,1% (cinco coma uno por ciento) y 10% (diez por ciento).

c. Para los análisis de rendimiento de granos enteros y de granos enteros y quebrados en


arroz, se confirmará el resultado cuando la diferencia no sea mayor del 3% (tres por ciento)
respecto de aquél.

d. Para los análisis por materia grasa cuyas diferencias no excedan del 2% (dos por ciento)
del valor primitivo, se confirmará el resultado original. En los análisis por acidez, cuyas
diferencias no excedan del 20% (veinte por ciento) del valor primitivo, se confirmará el
resultado original.

e. Para los rubros de carbón en trigo y cebada y cornezuelo en centeno, cuando la diferencia
no sea mayor de 0,02 (cero coma cero dos) se confirmará el primer resultado; cuando sea
superior a esta cifra y hasta 0,05 (cero coma cero cinco) se promediarán los mismos.

f. En los mismos análisis por semillas de trébol, chamico y bejuco, se confirmará el primer
resultado, cuando la diferencia con la reconsideración no sea mayor de 2 (dos) semillas.

g. En los análisis por humedad, se confirmará el primer resultado cuando la diferencia no sea
mayor de 4% (cuatro por ciento) respecto de aquél.

h. En los análisis por proteína, cuyas diferencias no excedan del 3% (tres por ciento) del valor
primitivo, se confirmará el resultado original.

i. En los análisis donde se contemple el grado, se confirmará el primer resultado cuando los
rubros que lo conforman se mantienen dentro del mismo.

3. Lo expresado anteriormente no resultará de aplicación en aquellos casos en que el resultado


de la reconsideración provoque un cambio de grado o en las bases y/o tolerancias de recibo.
Bajo esa circunstancia, se practicará un tercer análisis.

Art. 53 - Tercer análisis

1. Cuando los resultados de la reconsideración superen los márgenes establecidos en el artículo


precedente para confirmar o promediar, se practicará un nuevo análisis.

2. El tercer análisis se realizará en base a un conjunto formado con porciones iguales, tomadas
de las muestras usadas para el primer y segundo análisis.

181
3. En tal caso, el resultado definitivo será el promedio de los tres valores, cuando existan
diferencias equivalentes entre el valor más bajo y el intermedio y entre éste y el más alto; en
caso contrario, el resultado definitivo será el promedio de los dos más cercanos.

Art. 54.- Porcentajes. Aproximación.

1. Los resultados que se expresan en porcentajes se asentarán en los certificados


correspondientes al décimo o al centésimo, según el requerimiento del rubro en cada norma
de comercialización.

2. Si fuera necesario aproximar, el procedimiento se aplicará cumpliendo las siguientes pautas,


tomando en consideración el valor del dígito siguiente a la cifra a redondear:

a) De 1 (uno) a 4 (cuatro) se mantendrá la cifra precedente.

b) De 5 (cinco) a 9 (nueve) se aproximará a la cifra inmediata superior a la precedente.

Art. 55 - Diferencias entre las muestras

1. Si abierta la muestra con la que se solicitó la reconsideración, se constataran diferencias


notables respecto de la que dio origen al primer análisis, se citará a las partes para que se
pongan de acuerdo sobre la forma de proceder.

2. De no lograrse acuerdo, la Cámara resolverá el procedimiento a seguir.

Art. 56 - Aranceles

Los aranceles de la Cámara en las reconsideraciones se regirán por las siguientes pautas:

a) Si el resultado primitivo se confirmara, se aplicará la tarifa que resulte del cálculo del importe
aplicado a cada uno de los ensayos reconsiderados, incrementada en un 50% (cincuenta por
ciento).

b) Si correspondiera promediar el resultado del primer análisis con el de la reconsideración, se


aplicará la tarifa que resulte del cálculo del importe aplicado a cada uno de los ensayos
reconsiderados, sin incremento.

c) En caso que correspondiera efectuar un tercer análisis, se seguirán las siguientes pautas:

1. Cuando la diferencia entre el resultado del tercer análisis y el original sea mayor, en valor
absoluto, al margen máximo establecido para promediar, la reconsideración será sin
cargo.

182
2. Cuando la diferencia entre el resultado del tercer análisis y el original sea igual o inferior
al margen máximo establecido para promediar, se aplicará la tarifa que resulte del cálculo
del importe aplicado a cada uno de los ensayos reconsiderados, sin incremento.

Art. 57 - Apelación

Agotada la instancia de reconsideración, la parte disconforme podrá recurrir en apelación, si


correspondiera. Regirán en este supuesto, las disposiciones reglamentarias vigentes.

Art. 58 - Repetición de reconsideración

1. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo precedente, las partes podrán optar por efectuar
una repetición de la reconsideración ante la misma Cámara, conforme las reglas que a
continuación se indican.

2. La solicitud de repetición de reconsideración deberá hacerse ante la Cámara dentro de los 5


(cinco) días hábiles de emitido el certificado de reconsideración, acompañando, de ser
posible, un nuevo juego de muestras.

3. La Cámara consultará a la contraparte a efectos de que preste conformidad con este


procedimiento. En caso afirmativo, se procederá siguiendo las reglas previstas para la
reconsideración.

4. Si la parte contraria no prestara conformidad a este procedimiento, la solicitud se entenderá


como un pedido de apelación y se procederá en consecuencia.

5. La conformidad de las partes al procedimiento previsto en este artículo implicará la aceptación


del resultado definitivo que emita la Cámara y la renuncia irrevocable a plantear recurso de
apelación u otro que pudiera corresponder.

Capítulo 4
La Cámara Arbitral de Cereales

4.1 Del origen de la Bolsa de Comercio de Rosario y la Cámara Arbitral de


Cereales

Con el fin de crear en la ciudad de Rosario un Centro Comercial, se reúnen el 18 de


agosto de 1884 un grupo de comerciantes locales que aprueba por unanimidad en
octubre del mismo año, el Estatuto de constitución y forma la primer Comisión.

Inaugurado y puesto en funcionamiento el 10 de febrero de 1885, el Centro Comercial


de Rosario funciona como ámbito de reunión para la concreción de operaciones
mercantiles.

183
Desde la creación del Centro Comercial, la actividad agrícola paulatinamente comienza
a gravitar respecto de otras actividades que en dicho centro se realizaban. En los años
noventa, el Centro Comercial tiene que entender sobre ciertos litigios originados en
operaciones de compraventa de trigo y maíz. La Comisión Directiva los resuelve
basándose en los principios que rigen la ética comercial, ya que no se contaba con una
Reglamentación adecuada.

Dado estos acontecimientos y otros que fueron ocurriendo, en 1893 se modifican los
Estatutos y se crea una COMISION DE COMERCIO constituida por 20 miembros,
pertenecientes a las diversas actividades que se desarrollaban por esa época. Esta
Comisión desempeñará la función de "Junta Arbitral y Conciliadora para dirimir lisa y
llanamente las cuestiones que se susciten entre sus socios". Esta misma, nombrará de
entre su seno una COMISIÓN ARBITRAL DE CEREALES que se encargará
exclusivamente de temas agrícolas, esta comisión es el antecedente directo de la
Cámara Arbitral de Cereales, funciono entre 1893 y 1898 desempeñando una labor muy
importante en el comercio agrícola.

Sobre fines de 1898, se crea una Comisión que elabora un proyecto de cambio del
Estatuto del Centro Comercial Rosario y es así que a principio de enero del 1899 en
Asamblea General Extraordinaria, se concretan diversas reformas. Entre ellas, “El
Centro Comercial” pasó a llamarse Bolsa de Comercio del Rosario, y se crean las
CÁMARAS DE COMERCIO y CÁMARA ARBITRAL DE CEREALES, anteriormente
llamadas comisiones.
Esta modificación al reglamento institucional da origen a la primer Cámara Arbitral de
país, cuya composición fue de doce miembros: 5 exportadores, 1 molinero, 1
comisionista, 1 acopiador y 4 corredores.

El 20 de Enero de 1899, el Presidente y Secretario de la Cámara Sindical de la Bolsa


de Comercio de Rosario, se reúnen con la Comisión formada previamente para dar
inicio a la primer Reunión de la Cámara Arbitral de Cereales de la que surgirán sus
autoridades respectivas.

Cuadro de texto 4 –1
Cámaras arbitrales del país

La CÁMARA ARBITRAL DE CEREALES DE LA BOLSA DE COMERCIO DE ROSARIO33


fue fundada el 20 de enero de 1899 como parte integrante de la Bolsa de Comercio de Rosario.
La Comisión Directiva actual está constituida por 44 miembros, de los cuales 22 son vocales
titulares y 22 suplentes.

La CÁMARA ARBITRAL DE LA BOLSA DE CEREALES DE BUENOS AIRES fue


fundada el 26 de mayo de 1905 (bajo el nombre de Cámara Gremial de Cereales) formando
parte de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. A partir de 1960, comienza a desvincularse
de ésta, trasladándose a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, incorporándose en forma
definitiva en 1965 al cuerpo institucional de ésta, manteniendo su autonomía como organismo
técnico arbitral. La Comisión Directiva la componen, 30 miembros, con 15 vocales titulares y
15 vocales suplentes.

La CÁMARA ARBITRAL DE CEREALES DE LA BOLSA DE COMERCIO DE SANTA


FE fue fundada en el año 1912, como parte integrante la Bolsa de Comercio de Santa Fe. La

33
Sitio web: https://www.cac.bcr.com.ar/es

184
Comisión Directiva está constituida por 16 miembros, de los cuales 8 son vocales titulares y 8
suplentes.

La CÁMARA ARBITRAL DE CEREALES DE ENTRE RIOS fue fundada el año 1937,


autorizada por una Resolución de la Comisión de Granos y Elevadores. La Comisión Directiva
está constituida por 7 miembros titulares, e igual número de suplentes.

La CÁMARA ARBITRAL DE CEREALES Y AFINES DE CORDOBA fue


autorizada a funcionar en el año 1967, por una Resolución de la Junta Nacional de Granos.
La Comisión Directiva está constituida por 12 miembros titulares y 12 miembros suplentes y
una Comisión Revisora de Cuentas conformada por 3 miembros titulares y 2 suplentes.

La CÁMARA ARBITRAL DE CEREALES DE BAHIA BLANCA fue puesta en


funcionamiento en el año 1975, autorizada por una Resolución de la Junta Nacional de Granos.
La Comisión Directiva está constituida por 14 miembros titulares y 14 suplentes.

4.2 Composición y funciones de la Cámara Arbitral de Cereales


de Rosario

4.2.1 Composición

La Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario, está constituida


por asociados representantes de los distintos sectores que participan en la actividad de
su competencia respectiva.

La composición y funcionamiento de la Cámara es reglada de acuerdo con lo dispuesto


en el Estatuto y Reglamento General de la BCR. El mismo prevé que estará compuesta
por 22 miembros titulares e igual número de suplentes, que en representación de los
distintos sectores participan en la siguiente proporción:

185
Los miembros que la componen se renuevan totalmente cada año. Su ejercicio inicia el
1° de diciembre y finaliza el 30 de noviembre del año siguiente y pueden ser reelegidos
en forma indefinida.

Los sectores, cada año presentan las listas de miembros que los representarán a
cada uno de ellos. La presentación se efectúa en la Secretaría administrativa de la
BCR hasta el quince de noviembre, y pasarán a formar parte de la comisión en el
nuevo ejercicio.

El primer día hábil de diciembre el Presidente del Consejo Directivo, convoca a los
miembros designados por los sectores a una reunión, para que entre ellos, designen a
quienes desempeñarán los cargos de presidente, vicepresidente y secretario.
El estatuto de la Bolsa prevé para la Cámara las siguientes obligaciones y funciones:
1) Actuar como Tribunales Arbitrales en operaciones sobre bienes o productos de
su competencia.
2) Dictar y/o proponer ante quien corresponda normas generales o especiales
destinadas a regir las transacciones sobre bienes o productos que sean materia
de su competencia.
3) Asesorar al Consejo Directivo acerca de la designación del personal rentado y los
equipos o elementos necesarios para el buen desempeño de sus actividades.
4) Presentar al Consejo Directivo una memoria anual de su desempeño, como
asimismo remitirle copia de las actas correspondientes a sus reuniones.
5) Expedir los informes o dictámenes que les solicite el Consejo Directivo.
6) Fijar diariamente los precios corrientes de pizarra para los productos y
subproductos de su competencia, conforme las disposiciones del reglamento
interno y de las normas legales en vigencia.
7) Propiciar la reglamentación de procedimientos sobre análisis de cereales,
oleaginosos y subproductos y, sobre modalidades de entrega y recibo de las
mercaderías.
8) Expedirse en los arbitrajes por calidad y/o condición, en las consultas y en los
cotejos sobre muestras de cereales, oleaginosos y subproductos que sean
sometidas a su consideración.

186
9) Asesorar al Consejo Directivo acerca de la fijación de tarifas y aranceles que se
cobran por su intervención arbitral, y a la Mesa Ejecutiva para la fijación de precios
por la realización de análisis.
10) Proponer, ante los organismos que corresponda, disposiciones referidas a
clasificación de los granos y graduación de su calidad, teniendo en cuenta
especialmente los efectos sobre el mejoramiento de la producción y la facilidad de
las negociaciones.

4.2.2 Funciones

4.2.2.1 Resolución de conflictos

La Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario, es un Tribunal


Arbitral al cual le corresponde laudar en toda cuestión sobre asuntos de su competencia
que surja entre sus asociados, entre éstos y terceros, o entre terceros-, que las partes
en conflicto sometan a su consideración.

Actúa en carácter de árbitro arbitrador y amigable componedor, recibiendo antecedentes


y pruebas que las partes presenten y dictará sentencia según su leal saber y entender.
La Cámara Arbitral desarrolla esta actividad, conforme derechos y obligaciones
previstas en el Estatuto de la Bolsa de Comercio de Rosario, el Reglamento de
Procedimientos para la Solución de Controversias ante las Cámaras Arbitrales (Decreto
P.E.N. Nº 931/98) y las Reglas y Usos del Comercio de Granos, en cuestiones tales
como:

a) Arbitraje contractual

El sistema de arbitraje resulta ser un modo eficiente para la resolución de conflictos y


se ha constituido en una verdadera necesidad para el comercio de granos.

La celeridad con que se resuelven los litigios, la especialización de los árbitros que
intervienen en procesos sobre cuestiones de su propia actividad, la confianza que
implica para las partes ser juzgadas por un tribunal voluntariamente elegido por ellas, el
menor costo y la mayor confidencialidad, así como el menor desgaste que produce entre
las partes, lo convierten en un sistema idóneo para resolver desacuerdos originados en
las relaciones comerciales de granos.

Las demandas arbitrales son litigios derivados de incumplimientos contractuales o


diferendos en los que el tribunal, luego de una tramitación sumaria destinada a
esclarecer los hechos, dicta un laudo resolviendo la cuestión.

La Cámara intervendrá en cuestiones que sus asociados o terceros le planteen,


relacionadas con la producción, comercialización o industrialización de productos
agropecuarios, subproductos, derivados y afines, o de productos de la naturaleza, sea
en su estado original o elaborados; la prestación de servicios vinculados a dichas
actividades; o cualquier clase de relación -contractual o no- entre las partes vinculadas
a dichas actividades, cuando:
 Su jurisdicción y competencia resulten de la suscripción de la cláusula
arbitral, sin necesidad de que las partes celebren compromiso arbitral. La
aceptación de la jurisdicción arbitral podrá ser expresa o tácita, e importará

187
el compromiso de acatar sus laudos y resoluciones, y la aceptación de sus
Reglamentos.
 Previo a la presentación de la demanda, los contratos o instrumentos sean
registrados en la Bolsa de Comercio de Rosario.

b) Pautas generales para resolver litigios (Decreto PEN 931/9834)

El Presidente o el miembro de la Comisión Directiva que a tal efecto se designe, dirigirá


el procedimiento arbitral. Lo hace sobre la base de los principios de celeridad, economía
procesal, inmediatez, concentración, igualdad, eficacia y buena fe.

Las partes pueden hacerse representar o asesorar por personas de su elección. El


procedimiento se inicia por la presentación de la demanda por escrito, en la que se debe
expresar una relación de los hechos y razones que se cree tener, y exponer el reclamo
concreto. Además se debe acompañar la documentación y sugerir las medidas de que
intente valerse como prueba.

De la demanda se corre traslado al demandado. Este debe contestar – y en su caso


reconvenir – con los mismos requerimientos que para la demanda, debiendo además
reconocer o negar los hechos invocados por la actora, la autenticidad de la
documentación, y dar las explicaciones correspondientes sobre los hechos que se le
atribuyen.

El tribunal puede correr, entre las partes, tantos traslados como considere necesarios
para el mejor esclarecimiento de las cuestiones debatidas.

En los casos que lo considere necesario, el tribunal producirá las pruebas ofrecidas por
las partes o cualquier otra que estime conveniente, pudiendo recurrir a los medios de
prueba usuales (asesoramiento de expertos o peritos, testigos, etc.).

En el momento en que el Director del Procedimiento estime que la causa está en


condiciones de laudar, girará el expediente a estudio de los árbitros.

El laudo se pronunciará sobre las cuestiones introducidas y pretensiones deducidas por


las partes durante el juicio. Deberá ser fundado (salvo que las partes hubiesen
convenido que las razones no se expongan) y se basará en razones de equidad, sin
sujetarse a formas ni disposiciones legales.

La parte disconforme con el laudo podrá (dentro de los cinco días de notificado) deducir
recurso de reconsideración a fin de que la Cámara reexamine las cuestiones litigiosas,
confirmando, modificando o revocando el laudo.

El laudo consentido o la resolución recaída sobre la reconsideración, es definitiva y


produce el efecto de cosa juzgada. Tiene el carácter y efecto de una sentencia judicial,
siendo de cumplimiento obligatorio. El interesado podrá, en caso de incumplimiento,
solicitar a la Bolsa la aplicación de sanciones previstas en su Estatuto o Reglamento
General.
El laudo definitivo es irrecurrible. Sin perjuicio de ello, podrá requerirse judicialmente
(dentro de los cinco días de notificado) la nulidad del fallo definitivo cuando el mismo
haya violado en forma manifiesta pautas de procedimiento o disposiciones de orden
público.

34
Decreto PEN 931/82: https://www.cac.bcr.com.ar/es/sobre-cac/marco-reglamentario/decretos-y-
reglamentos/arbitraje-de-amigables-componedores-decreto

188
Por otro lado, la Cámara evacuará consultas que formulen los sectores, dentro de las
atribuciones establecidas reglamentariamente, pero se abstendrá de responder aquellas
relacionadas con cuestiones que por su contenido o naturaleza pudieran constituir en
forma anticipada un fallo.

c) Arbitraje por calidad y condición de la mercadería.

La Cámara entenderá en todos los conflictos que se produzcan como consecuencia de


diferencias de calidad y/o condición originadas en los recibos de mercadería, cuando
una de las partes lo solicite.

En los arbitrajes de mercadería las partes buscan que la Cámara establezca si la misma
es de “recibo” o “rechazo”, es decir si se encuentra dentro de las pautas reglamentarias
acordadas contractualmente, tomando como referencia las normas de calidad para la
comercialización dictadas por el organismo oficial respectivo .

Cuando se produce este tipo de controversia, existen dos modalidades operativas que
resuelven el conflicto:

c.1) Cotejo Inmediato: Existiendo desacuerdos entre recibidor y entregador sobre la


calidad y/o condición de la mercadería, ambas partes podrán optar por sacar muestras,
las que firmarán, lacrarán y sellarán o precintarán conjuntamente y enviarán como
mínimo por duplicado, con los detalles del caso a la Cámara Arbitral correspondiente.

c.2) Recibidor Oficial: Cuando una de las partes se rehúse a practicar una nueva
extracción, cualquiera de las partes podrá pedir a la Cámara que corresponda, la
designación de un Recibidor Oficial para que las extraiga y envíe a la Cámara para su
arbitraje, conforme lo establecen las normas reglamentarias.

Ambos procedimientos tienen rápido tratamiento. Cuando el litigio es por “calidad”, el


Laboratorio de la BCR practicará el o los ensayos respectivos para que la Cámara se
expida, con los efectos de laudo arbitral, si la mercadería es de “recibo” o rechazo”.
Si el litigio es por “condición”, se convoca a la Subcomisión de semana de la CAC, la
cual actuará y dictará sentencia inmediatamente.

Mientras se sustancia la disputa, los camiones o vagones permanecen a la espera del


veredicto respectivo.

4.2.2.2 Análisis de calidad

La Cámara por medio de los Laboratorios de la BCR efectúa distintos tipos de ensayos
y determinaciones analíticas sobre granos, productos y subproductos agropecuarios y
sobre las muestras que presenten a tal fin.

De acuerdo con el art 46. De Reglas y Usos (…) Las determinaciones analíticas
representativas de una operación comercial se practicarán a pedido de cualquiera de
las partes, mediante la presentación de solicitud, en formato electrónico o “Carta
Cámara” y las muestras lacradas, termoselladas o precintadas de mutuo acuerdo, en
condiciones de inviolabilidad y autenticidad. (…)
(…) Las solicitudes de determinaciones analíticas podrán ser presentadas por el
comprador y/o el vendedor -directamente o a través de sus representantes- dentro de
los 8 (ocho) días hábiles, contados a partir de la fecha de la descarga. En caso que sea
presentada por una sola de las partes, ésta se hará responsable de la autenticidad y lo
demás inherente a la presentación. (…)

189
La Cámara emite un certificado de calidad con los resultados que permite aplicar las
bonificaciones y rebajas para la liquidación final.

4.2.2.3 Fijar los Precios de Cámara.

La Comisión Directiva de la Cámara nombra una Subcomisión de su seno formada por


cinco (5) miembros, la cual deberá mantener una equilibrada representatividad de
acuerdo a lo establecido a continuación:

En el mes de Diciembre de 2020, por medio de la Resolución de Cámara N° 293/2020


se aprobó un procedimiento para llevar a cabo la fijación de precios pizarra y un
procedimiento para los posibles pedidos de reconsideración (protestas), a través de
plataformas virtuales. Asimismo, la CAC aprobó el protocolo para que los semaneros
actuantes convaliden los precios fijados mediante firma electrónica.

Diariamente la Subcomisión de Semana, aludida precedentemente, establece el valor


corriente en plaza por mercadería condiciones cámara, con entrega “enseguida” y pago
al contado.

Para su determinación se toman en cuenta los volúmenes y cantidades que suministran


los operadores del mercado mediante el Sistema Integrado de Declaraciones, y todo
otro antecedente que, a criterio de los actuantes, se considere oportuno ponderar.

A partir del 1° de marzo de 2013 comenzaron a considerarse los extendidos del mercado
MATBA ROFEX, posición “delivery”, como un elemento más para la ponderación de los
precios pizarra por parte de la Subcomisión de semana actuante.

La Subcomisión fija diariamente precios de trigo, maíz, girasol, soja y sorgo cotizados
en pesos por toneladas, a granel, puestos sobre camión/ vagón Zona Rosario.

Los valores fijados, se publican en la Pizarra de la Rueda de Cereales para conocimiento


de los operadores presentes y se informa por medio de e-mail35, sitio web36, aplicación37
de la de la Cámara Arbitral, y red social (Twitter38) detallándose, los precios de los
productos cotizados ese día, fecha y hora de fijación. Asimismo, se deja constancia de
lo actuado en planillas especiales para tal fin, que son firmadas diariamente por los
semaneros actuantes.

35
Suscribite para recibir diariamente por mail en https://www.cac.bcr.com.ar/es/form/contactenos-general
36
Sitio web: https://www.cac.bcr.com.ar/es
37
Disponible para Android: https://play.google.com/store/apps/details?id=app.CAC.BCR
38
Twitter @CamArbitralRos https://twitter.com/CamArbitralRos

190
Respecto de los precios fijados, se puede solicitar reconsideración hasta quince (15)
minutos después de su fijación en pizarra. Se requiere para ello, que lo hagan al menos
tres (3) socios de la Bolsa de Comercio, perteneciente a diferentes firmas comerciales.

La Subcomisión que actuó en la fijación, resolverá el correspondiente pedido de


reconsideración, para lo cual convocará a los peticionantes a exponer los argumentos
que motivan su disconformidad y posteriormente procederá, en función a las
evaluaciones obtenidas, a "confirmar el precio " o "rectificar el precio fijado".

Los precios de cámara son orientativos y no obligatorios para ningún segmento de la


comercialización. Los precios se fijan por la mañana del día hábil siguiente a la
realización del mercado.

Cuando no se conozcan operaciones sobre determinado producto, la Subcomisión


informará “sin cotización”; también, aunque hubiese informes sobre negocios
efectivamente realizados, la Subcomisión no fijará precio si considera que las
operaciones informadas no son representativas de la realidad del mercado.

191
Esquema: Sistema Integrado de Declaraciones

Sistema de Declaraciones

Exportadores Corredores

Aceiteros Cooperativas
Base de Datos
Molineros

Declaración de los Declaración de los


Compradores Vendedores

Planilla de Precios Ponderados


(toneladas y precios)

Posición Delivery

SUBCOMISIÓN DE SEMANA

PRECIOS DE PIZARRA

APP WEB CAC

MAIL TWITTER

4.3 Muestreo

4.3.1 Conceptos generales

La extracción de muestras representativas en las operaciones de recibo de granos en


cualquiera de las etapas de comercialización, reviste particular importancia, por cuanto
los resultados de los análisis de calidad y la posterior liquidación del lote entregado
dependen necesariamente de la forma en que tales muestras sean obtenidas.

192
Independientemente del cuidado que se ponga al efectuar el análisis de la muestra, éste
no reflejará la calidad del lote entregado si la muestra no ha sido extraída en la forma
apropiada.

A fines de propender una correcta extracción de muestras y posterior manipuleo, resulta


necesario reglamentar el uso del instrumental y la mecánica operativa de aplicación en
cada uno de los distintos casos que se presentan en el recibo de granos, tanto para la
actividad privada como para la oficial.

4.3.2 Fundamentos y objetivos del muestreo39


La obtención de una muestra representativa para determinar la calidad de una partida
es la operación básica sobre la cual se desarrollará la tarea posterior de evaluación.

El objetivo del método es la obtención de una muestra de características similares, en


todos los aspectos, a las características medias del lote del cual ha sido tomada.

4.3.3 Instrumental

4.3.3.1 Calador de bolsa

Pieza de acero cónica y acanalada, compacta en el extremo


correspondiente al vértice, y en el otro provisto de un mango,
generalmente de madera dura, perforado totalmente y por donde se
desliza la mercadería para su observación.

Se utiliza para granos embolsados. Se introduce totalmente en la


bolsa con la parte acanalada hacia abajo y se retira con un movimiento
de rotación hacia arriba para dejar caer el grano.

4.3.3.2 Calador cilíndrico o calador sonda

Consta de dos tubos metálicos, uno dentro de otro con un espacio mínimo entre ambos.
Cada uno de los tubos posee una serie de perforaciones, equidistantes entre sí, cada
una de las cuales corresponde a un compartimento en el tubo interior. Cada
compartimento o celdilla tiene una capacidad aproximada de cincuenta centímetros
cúbicos. Las perforaciones de los tubos se superponen al girar, desde la parte superior,
un tubo con relación al otro, por lo que el calador puede penetrar en la masa del grano
y salir de ella con los compartimientos cerrados o abrirse para tomar la muestra en el
instante adecuado.

Se utiliza para mercadería a granel. Se introduce en la masa con los compartimientos


cerrados, se abre dejando entrar los granos, se cierra y se extrae el calador, volcando
luego su contenido sobre un lienzo o catre para su inspección.

En este aspecto en Abril de 2018, la Cámara Arbitral por medio de la Resolución N°


1/2018, contempló a su servicio de Recibidor Oficial, el uso de equipos sonda
automático, de amplia difusión en el comercio de granos. A los fines de lograr una

39
Resolución SAGyP N° 1075/94 – Norma XXII Anexo A

193
muestra representativa de la partida a evaluar, la CAC redactó un procedimiento que
cumple con lo prescripto en la Resolución ex SAGyP 1075/94 - Norma XXII – Muestreo
en Granos acerca del proceso de extracción. En cuanto a su alcance, su uso está
indicado para mercadería a granel (cereales y oleaginosas), transportada en camiones
o cualquier otro contenedor que permita el total acceso por la parte superior de la carga.

Calador sonda manual Calador sonda automático

4.3.3.3 Sacamuestras cucharín

Está formado por una pieza cónica de metal,


que se une a un mango de madera por medio
de una abrazadera.
Se usa para extraer mercadería a granel y en
movimiento. Se introduce en el flujo de granos
a intervalos frecuentes y regulares.

194
4.3.3.4 Homogeneizador y divisor de muestras

Aparato portable compuesto por una tolva receptora de grano


con forma de cono invertido de una capacidad variable,
comunicada por su base al cono por medio de una válvula que
permite cortar o posibilitar el paso del grano.

El cono, recinto donde se produce la expansión del grano,


continúa su base con la corona divisora, que consta de 72
celdas radiales que dividen la muestra en partes iguales,
derivándolas a las bandejas cónicas ubicadas debajo de la
corona. Estas se encuentran de a dos, cuatro, o seis, una
debajo de la otra y reciben el grano separado por la corona
divisora desviándolo a 2, 4, o 6 salidas o recipientes, donde se
recibe finalmente el grano.

Se utiliza para producir la mezcla de los granos o porciones de


granos que componen una muestra, a la vez que se efectúa una
división de la misma en un número variable de partes semejantes.

4.3.4 Extracción de la muestra

Se procederá según la mecánica operativa detallada a continuación:

4.3.4.1 Mercadería a granel40

El método a usar depende de la accesibilidad del grano a la toma de muestras,


pudiéndose utilizar Calador Sonda y/ o Cucharín, según acuerdo de partes.

En camiones
Se calará cada vehículo, utilizando un calador sonda de una longitud suficiente como
para alcanzar el fondo, introduciéndolo en forma perpendicular al mismo.

Chasis: se realizará un mínimo de TRES caladas distribuidas en dos de los cuatro


ángulos del camión, a 0,40 mts., aproximadamente de la pared, y en el centro,
extrayendo además 250 grs. del conjunto de boquillas, si las hubiere.

Acoplado: se procederá en forma similar al chasis, pero realizando un mínimo de CINCO


caladas, cuatro en cada ángulo del vehículo, y una equidistante en la zona central del
mismo. Se extraerá además 250 grs. del conjunto de boquillas si las hubiera.

40
Fuente: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/25000-29999/28301/res1075-57-21-12-1994.jpg

195
En vagones:

El procedimiento varía según el tipo de vagón.

a) Graneleros: las muestras serán obtenidas a través de las puertas laterales


usando calador sonda que permita llegar lo más a fondo posible. Se realizarán
como mínimo TRES caladas por cada puerta lateral, una en dirección al centro
y dos hacia los laterales.

Si ello no fuera posible, la obtención de muestras válidas para lacrar se realizará


durante la descarga con cucharín.

b) Vagones tolva: se extraerán muestras a través de cada una de las compuertas,


con calador sonda, en un mínimo de OCHO caladas por vagón. De no ser
posible, se usará sacamuestras cucharín durante la descarga.

196
En carrilines:

Se efectuará una calada en el centro del mismo usando calador sonda y luego, a medida
que se va descargando, se completa la muestra recogiendo con cucharín.

4.3.4.2 Mercadería no homogénea

En los casos en que los sondeos hayan detectado zonas en donde el grano presenta
una marcada falta de homogeneidad, sea por calidad inferior o fuera de condición, se
deberá sacar una muestra separada de dicha zona, ubicando mediante sucesivas
caladas, la importancia del volumen en cuestión.

4.3.4.3 Mercadería en movimiento

Se utilizarán procedimientos manuales o automáticos que permitan la extracción


periódica y continua de la muestra, y aseguren la representatividad del conjunto. Se
utilizará un sacamuestras cucharín que se introducirá en distintos sectores del flujo del

197
grano con la mayor frecuencia posible y a intervalos regulares de acuerdo al flujo de la
mercadería.

4.3.4.4 Mercadería en bolsa

Cuando el lote contiene menos de 10 bolsas se muestrean todas. Cuando contiene entre
10 y 100, se muestrean como mínimo 10 bolsas.

Para un número mayor de bolsas, en la Resolución 1075/1994 - NORMA XXII


MUESTREO EN GRANOS41 se indica en una tabla el mínimo de bolsas a muestrear a
partir del total de muestras del lote a evaluar.

Las partes pueden acordar muestrear un número mayor de bolsas o la totalidad de las
mismas.

Se elegirán en función de su ubicación en la estiba, procurando todos los costados de


la misma desde arriba hasta abajo.

Se utilizará calador de bolsa de tamaño adecuado, introduciéndolo en forma diagonal


aproximadamente en la zona central superior de la bolsa, procurando llegar lo más a
fondo posible.

Si las partes resuelven de común acuerdo no utilizar calador, se procederá a la apertura


de las bolsas, extrayéndose muestras de cada una de las abiertas, para la formación
del respectivo conjunto.

4.3.5 Formación y presentación de las muestras

La determinación correcta de la calidad comercial deberá partir de una muestra que sea
el fiel reflejo de la realidad. Para ello es necesario que la muestra a analizar sea
correctamente compuesta, envasada y conservada adecuadamente.

4.3.5.1 Muestra original

Es una porción representativa de todas las caladas y extracciones tomadas de un


vehículo.

Para su formación se vuelca el contenido de todas las caladas del vehículo sobre un
lienzo, catre o batea, sobre el cual se procede a efectuar la mezcla proporcional de cada
una de las porciones tomadas, a efecto de lograr una completa homogeneización del
grano obtenido.

Posteriormente se procede a dividir el total mediante el uso de un aparato divisor de


muestras obteniendo como resultado una muestra cuyo peso no deberá ser en ningún
caso inferior a los 2 Kg.

Se usarán envases que permitan la segura identificación, inalterabilidad e inviolabilidad


de cada muestra. Los envases podrán ser permeables o impermeables, salvo para el
caso de certificación de humedad, para lo cual deberá lacrarse en envase hermético.

41
Fuente: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/25000-29999/28301/res1075-53-21-12-1994.jpg

198
4.3.5.1.1 Determinación de la condición de la mercadería

Sobre la muestra original, y previo al lacrado, se realizarán de acuerdo a lo


reglamentado para cada producto, los análisis y apreciaciones de los factores de
condición que requiere la mecánica operativa de aplicación al recibo de la mercadería.
En todos los casos se deberá reponer la totalidad de la muestra utilizada, sin
alteraciones, al recipiente donde se está acumulando la mercadería para su posterior
lacrado.

4.3.5.2 Muestra conjunto

Es la que queda constituida en aquellos casos en que el contrato respectivo se halle


representado por dos o más muestras originales, es decir, dos o más vehículos
entregados.

La muestra conjunto obtenida se utilizará como base para la obtención de las muestras
finales o lacradas.

4.3.5.3 Muestra final o lacrada

Es una porción representativa de la muestra original o de la muestra conjunto sobre la


cual se efectuarán los análisis de calidad correspondientes.

Para su formación deberá reducirse la muestra mediante la utilización del


homogeneizador muestras, obteniéndose no menos de cuatro porciones cuyo peso no
será inferior a 400 gr. excepto cuando se trate de girasol o avena, en cuyo caso podrá
oscilar en 300 gr.

En envases constará la información requerida para poder identificar inequívocamente


las muestra, de manera impresa o asociada a un código de lectura electrónica, así como
los sellos y firmas del recibidor y del entregador. Su cierre deberá ser inviolable
asegurándolo por medio de lacre, precinto o termosellado.

4.3.5.3.1 Uso de la muestra final

Para el caso de operaciones primarias, una de las muestras se utilizará para realizar el
análisis de calidad correspondiente a efectos de la liquidación. Los restantes se
destinarán al archivo del comprador o depositario, y al depositante o remitente.

Para el caso de operaciones secundarias, como mínimo dos muestras se retendrán en


la Cámara Arbitral, una de las cuales se utilizará para realizar el análisis de calidad y la
segunda permanecerá en archivo. Los restantes se destinarán al comprador
(exportador, industria), al depositario (caso de instalaciones oficiales) y al entregador o
remitente.

199
4.4 Reconsideraciones del análisis de granos

Se entiende por reconsideración a la instancia por la cual una de las partes de una
operación de compraventa de granos, en disconformidad con el resultado analítico de
calidad emitido para la liquidación del contrato, recurre ante la Cámara Arbitral, a fin de
que se practique un nuevo análisis que ratifique o rectifique el resultado original.

El recurso podrá ser interpuesto por cualquiera de las partes dentro de los 8 días hábiles
a partir de la fecha de emisión del certificado. Para ello, deberán presentar una solicitud
donde se indiquen los antecedentes pertinentes y los rubros analíticos por el cual se
solicita la reconsideración.

La reconsideración se practicará sobre una nueva muestra lacrada, de manera que se


garantice su integridad e inviolabilidad. Si no fuese posible, el interesado deberá
solicitarle a la Cámara que practique la repetición del análisis sobre la muestra existente
en el archivo con la cual se realizó el primer análisis, aplicando los mismos criterios que
para reconsideración. En el caso que la entrega esté representada por varias muestras
lacrada, se formará un nuevo conjunto.

Una vez declarado admisible el recurso, la Cámara invita a las partes y les notifica el
día y la hora en que se efectuará la nueva determinación, la que se realizará con o sin
la presencia de las mismas.

De acuerdo con el art 57 de Reglas y Usos, si al realizar la apertura de la muestra con


la que se solicitó la reconsideración, se constataran diferencias notables respecto de la
que dio origen al primer análisis, se solicitará a las partes para que se pongan de
acuerdo sobre la forma de proceder.

En el certificado emitido como consecuencia de la reconsideración se aclarará el


resultado definitivo que se deberá tener en cuenta para la liquidación. En aquellos
granos cuya comercialización se rige por normas de comercialización se consignará,
además, el grado resultante.

En todos los casos se tendrán en cuenta los márgenes para determinar el resultado
definitivo de acuerdo a los Art 52, 53 y 54 de Reglas y Usos42.

4.5 Intervención en grado de apelación

De acuerdo al art 57 de Reglas y Usos, finalizada la instancia de reconsideración, la


parte disconforme podrá apelar, si correspondiera. Regirán en este supuesto, las
disposiciones reglamentarias vigentes.

El Instituto Argentino de Sanidad y Calidad Vegetal (actualmente Servicio Nacional de


Sanidad Agropecuaria – SENASA) es el encargado de intervenir en la apelación de los
resultados analíticos emitidos por las Cámaras Arbitrales u otros organismos o
entidades que entiendan en la materia.

42
Reglas y Usos del comercio de Granos (2016) https://www.cac.bcr.com.ar/sites/default/files/2018-
04/reglas_y_usos_del_comercio_de_granos_2016.pdf

200
4.6 Normas de calidad para la comercialización

En Diciembre de 1994, la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca,


aprueba la Resolución 1075/94. La cual establece las Normas de Calidad, Muestreo y
Metodología para granos y subproductos, ordenándolos en un único texto.

A continuación se incluyen a modo de ejemplo los cuadros de resúmenes para las


normas de calidad de trigo pan, maíz, girasol, soja y sorgo. La totalidad de las normas
de calidad vigentes están disponibles en la página web de la Cámara Arbitral de
Cereales en Normas de Comercialización (https://www.cac.bcr.com.ar/es/arbitraje-y-
calidad/normas-de-comercializacion)

4.6.1. Trigo Pan - Norma XX - S.A.G.P.y A.1262/2004

201
4.6.2. Maíz - Norma XII - S.A.G.y P.1075/1994

4.6.3. Girasol - Norma IX - S.A.G.y P.1075/1994

202
4.6.4. Soja - Norma XVII - S.A.G.P.y A.151/2008

4.6.5. Sorgo - Norma XVIII - S.A.G.P.y A.554/2011

203
Capítulo 5
Aspectos impositivos en la comercialización de granos

5.1. Nociones generales

En general, podemos definir al impuesto como la prestación, comúnmente en dinero,


que el Estado exige a los contribuyentes, en virtud de una ley, sobre la base de la
capacidad contributiva, para cubrir los gastos que le demanda el cumplimiento de sus
fines.

Para fijar o establecer un impuesto deben considerarse principios generales que surgen
de la Constitución Nacional y que básicamente son: legalidad (no puede haber tributo
sin ley), igualdad (de acuerdo al artículo 16 de la C.N., todos los habitantes son iguales
ante la Ley, siendo la igualdad la base del impuesto y las cargas públicas),
proporcionalidad (que los impuestos sean proporcionales a la capacidad contributiva
de todos los habitantes), no confiscatoriedad (los tributos son confiscatorios cuando
absorben una parte sustancial de la propiedad o de la renta, violando, por lo tanto, el
derecho de propiedad).

Básicamente, la diferencia entre impuesto y tasa consiste en que, en el impuesto la


prestación exigida al obligado es independiente de toda actividad relacionada con el
Estado. La tasa, en cambio, requiere una especial actividad del Estado, materializada
en un servicio individualizado. Se supone que existe una actividad estatal en beneficio
del llamado a contribuir, como por ejemplo en la Tasa Judicial.

Suele señalarse la diferencia en términos de la indivisibilidad del servicio cuya


financiación atiende el impuesto y la divisibilidad de aquel cuyo financiamiento atiende
la tasa, esto es, un servicio individualizado hacia el sujeto pasivo.

La imposición puede tener como finalidad obtener recursos en dinero para financiar los
gastos públicos, redistribuir más equitativamente la riqueza o eliminar o reducir
determinadas actividades.

Cualquiera sea la finalidad por la cual se establece un impuesto, el mismo debe reunir
dos características: uno, eficacia recaudatoria, es decir, que sea de fácil y efectiva
recaudación; y dos, contemplar la capacidad económica para pagarlos.

Cualquiera sea la finalidad por la cual se establece un impuesto, el mismo debe reunir
dos características: uno, eficacia recaudatoria, es decir, que sea de fácil y efectiva
recaudación; y dos, contemplar la capacidad económica para pagarlos.

Los impuestos pueden clasificarse según distintos criterios. Si se considera la


posibilidad de traslación pueden distinguirse entre directos o indirectos. Los primeros
son soportados efectivamente por los contribuyentes designados a tal fin (contribuyente

204
de jure). Los segundos se trasladan a sujetos distintos del contribuyente de jure; es el
contribuyente de facto quien soporta la carga. En nuestro país, es ejemplo de impuesto
directo el Impuesto a las Ganancias, y de impuesto indirecto el Impuesto al Valor
Agregado.

Esta clasificación es tenida en cuenta para la asignación de potestades tributarias a la


Nación y a las provincias en Argentina, según la C.N. Atendiendo a ello nos encontramos
con lo siguiente:

 Impuestos directos: son fijados por las Provincias por el poder no delegado a la
Nación (Ejemplos: impuesto inmobiliario, impuesto de sellos, etc); o los establecidos
por la Nación a título de excepción por tiempo determinado, que originalmente son
de competencia provincial (ejemplo: impuesto a las ganancias, impuesto sobre los
bienes personales, etc).
 Impuestos indirectos: pueden ser fijados por las Provincias (ejemplos: impuesto
sobre los ingresos brutos) o por la Nación (ejemplos: impuestos indirectos internos,
IVA, impuestos indirectos externos o aduaneros, derechos de exportación, etc).

Considerando la forma en que se establece la alícuota en relación al monto imponible,


los impuestos suelen clasificarse en fijos (suma invariable por cada hecho imponible
independientemente del monto involucrado), graduales (varían en relación con una
graduación de la base imponible pero son fijos dentro de cada categoría), proporcionales
(alícuota constante de la base imponible), progresivos (alícuota creciente a medida que
aumenta la base imponible) y regresivos (alícuota decreciente a medida que aumenta
la base imponible).

Otra clasificación es impuestos reales o personales. En el primer caso gravan en función


del patrimonio, en forma independiente del titular de los bienes (impuesto a los bienes
personales o el inmobiliario provincial). Ganancias es un ejemplo de impuesto personal
ya que considera características y condiciones del contribuyente.

Si lo que se considera es su aplicabilidad, los impuestos se clasifican en monofásicos


(se grava una sola fase de la actividad), plurifásicos acumulativos (se abona en cada
etapa de la industrialización, distribución y comercialización, incorporándose al
productor y pagando el nuevo impuesto sobre la liquidación del anterior, como en
ingresos brutos) o plurifásicos no acumulativos (se grava el mayor valor incorporado en
cada etapa, excluyéndose en cada una el impuesto liquidado en la anterior, como el
IVA).

5.2 Impuestos sobre las exportaciones (y reintegros)


5.2.1 Derechos de exportación

Los derechos de exportación son instrumentos de política del cual han hecho uso casi
una tercera parte de los países que forman parte de la Organización Mundial del

205
Comercio (OMC)43, no encontrándose prohibidos por esta organización, y se han
aplicado a una amplia variedad de productos. Muchos son los argumentos esgrimidos
por los gobiernos para recurrir a los derechos de exportación; de entre los habituales se
encuentran la estabilización de los precios domésticos, la alteración de los resultados
en la distribución del ingreso, la reasignación de recursos y el incremento de los ingresos
fiscales.

Argentina tiene una larga historia en la cual su política tributaria ha incluido el uso de los
derechos de exportación (habitualmente conocidos como retenciones). Sin embargo, su
aplicación en forma permanente por prolongados períodos de tiempo se dio a partir de
1968. El aumento de la recaudación fiscal y el control del nivel de los precios internos
han sido los dos fundamentos más utilizados para su implementación y para la
modificación al alza sobre el comercio de los productos agropecuarios. Más aún, si se
considera el primer elemento, se aprecia que resulta un tributo de fácil y rápida
recaudación.

Las críticas al uso de derechos de exportación se basan en las distorsiones que se


generan sobre la producción. Este gravamen sobre el valor bruto de la exportación es
equivalente a un gravamen sobre la totalidad de la producción. De prolongarse en el
tiempo, y dependiendo del nivel de la alícuota y del nivel de precios de los productos,
un gravamen de esta naturaleza puede reducir la producción al recortar el margen de la
actividad productiva. Hay una disminución relativa del precio del producto frente a los
precios de los insumos, lo cual impacta sobre la adopción de la tecnología en el largo
plazo, profundizando el fenómeno de disminución de la producción.

También han existido políticas de aplicación de alícuotas diferenciadas en derechos de


exportación entre los productos de un mismo complejo, con la meta de favorecer las
ventas externas de productos con mayor valor agregado y contrarrestar las políticas de
aranceles de importación diferenciados, en detrimento de los bienes con mayor valor
agregado, que aplican países consumidores - importadores. Otro instrumento utilizado
con efectos y motivos similares a los aranceles diferenciados de exportación son los
reintegros a la exportación.

La variabilidad en las alícuotas, el nivel de las alícuotas y las alícuotas diferenciadas de


derechos de exportación (DE) dentro de determinados complejos granarios, como así
también el uso de reintegros a la exportación, puede apreciarse en la Tabla 5-1. Allí se
exhiben los últimos treinta y cinco (35) años de cambios en las alícuotas de los
principales productos exportados por el sector agrícola.

El Código Aduanero es la norma que regula los derechos de exportación (Capítulo 6 del
Título 1 de la Sección IX) en Argentina. A través del mismo y de distintas normativas se
establece que para los productos agrícolas contenidos en la Ley N° 21.453 la base

43
Piermartini, R., ERSD (2004). "The Role of Export Taxes in the Field of Primary Commodities". World
Trade Organization (WTO), Geneva, Switzerland.

206
imponible es el precio FOB oficial fijado por la autoridad competente. A los efectos
prácticos, esto significa que la alícuota del derecho de exportación no se calcula sobre
el precio FOB44 declarado en la venta al exterior sino sobre un valor que diariamente fija
el Ministerio de Agroindustria de la Nación.

44
Sigla de comercio exterior que responde al acrónimo Free on Board, que, en castellano, significa “libre
a bordo en [la bodega del buque cargando en el puerto de despacho del producto]”. Es un término que se
utiliza en comercio exterior cuando el transporte de la mercadería es realizada en buques y que implica
que el vendedor vende el producto a un determinado precio libre de todos los gastos hasta depositarla en
el interior de la bodega del buque en el puerto de despacho.

207
Tabla 5 – 1 Evolución de las alícuotas de derechos (DE) y reintegros de
exportación (RE) de los principales productos exportados
5.3 Impuesto al valor agregado (IVA)

5.3.1 Generalidades

Este gravamen, vigente desde el 1-1-1975, se rige por la Ley del impuesto cuyo último
texto ordenado corresponde a 1997 (Decreto N° 280/97) y sus modificaciones, y se
incorporó a la legislación, principalmente, en reemplazo del Impuesto a las Ventas en el
orden nacional y el Impuesto a las Actividades Lucrativas en el ámbito provincial y otros
gravámenes menores.

Grava el valor incorporado en cada una de las etapas de producción, industrialización,


distribución y comercialización. Es decir, se trata de un impuesto plurifásico, no
acumulativo y es indirecto porque se va trasladando hasta llegar al consumidor final,
que es, en definitiva, quien lo soporta. Por lo tanto, es un impuesto que grava el
consumo.

El impuesto se aplica sobre ventas de cosas muebles, obras, locaciones y prestaciones


de servicios e importaciones definitivas de cosas muebles. El hecho imponible nace
en el momento en el que se confecciona la factura correspondiente o se procede a la
entrega del bien y, en el caso de los servicios, cuando se termina la ejecución o
prestación del mismo. En la Tabla 5-2 se exhibe en qué momento se perfecciona el
hecho imponible cuando se trata de operaciones del comercio de granos, que difieren
del tradicional negocio en granos de pago contra entrega.

Tabla 5–2. Surgimiento del Hecho Imponible (HI)

Surgimiento del hecho imponible


Operación
Pago anticipado En el momento de confeccionar la factura

A Fijar Precio En el momento de fijar el precio

Canje Cuando se produce la entrega el grano

La base imponible del impuesto está constituida por el precio neto de la venta, de la
locación o de la prestación de servicios, neto de descuentos y similares que se hubiesen
efectuado. De acuerdo con el articulado de la ley, este impuesto se computa en forma
de débitos y créditos fiscales, con lo cual se logra el efecto no acumulativo.

La alícuota general del impuesto es actualmente del 21% y se incrementa al 27% para
las ventas de gas, energía eléctrica y aguas reguladas por medidor y
telecomunicaciones. Hay algunas actividades en las que la alícuota es reducida en un
50% respecto a la general. Entre ellas, y en relación al sector agrícola, se mencionan
como las principales:

209
 Las ventas, las locaciones y las importaciones definitivas de: animales vivos de la
especie bovina, carnes y despojos comestibles, las frutas, legumbres y hortalizas
frescas, refrigeradas o congeladas; granos –cereales y oleaginosas, excluido el
arroz - y legumbres secas – porotos, arvejas y lentejas
 Las siguientes obras, locaciones y prestaciones de servicios vinculados a los bienes
mencionados anteriormente: labores culturales, siembra y/o implantación, aplicación
de agroquímicos y/o fertilizantes, cosecha.

Los que tengan habitualidad en la venta de cosas muebles, los que presten servicios
gravados y los que sean locadores, en el caso de locaciones gravadas, que no tengan
opción de incluirse en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes
(Monotributo), están obligados a inscribirse como responsables.

La ley establece un régimen especial para los exportadores, facultándolos a


computar contra el impuesto que adeudaren por sus operaciones gravadas, el impuesto
que por bienes, servicios y locaciones que destinaren efectivamente a las exportaciones
les hubiera sido facturado, en la medida en que el mismo esté vinculado a la exportación.

Los agentes de retención y percepción son responsables del cumplimiento de deuda


ajena y la Ley 11683, en su artículo 6, inciso f), expresamente los enumera, siendo
responsables en forma personal y solidaria con los deudores.

5.3.2 El impuesto al valor agregado (IVA) en el comercio de granos

5.3.2.1 Generalidades

En el mercado de granos el hecho imponible que genera el pago del impuesto difiere
según el tipo de operación celebrada entre el productor agropecuario y el comprador de
la mercadería.

Como regla general, el débito fiscal surge en el momento en el que el obligado al ingreso
del impuesto (vendedor del cereal o prestador del servicio de que se trate) entrega el
bien o emite la factura respectiva o documento equivalente, el que fuera anterior.

En los casos en que la comercialización de productos primarios provenientes de la


agricultura y ganadería se realice mediante operaciones en las que la fijación del precio
tenga lugar con posterioridad a la entrega del producto (negocios a fijar precios), el
hecho imponible se perfeccionará en el momento en que se proceda a la determinación
de dicho precio.

Cuando los productos mencionados en el párrafo anterior se comercialicen mediante


operaciones de canje por otros bienes, locaciones o servicios gravados, que se reciben
con anterioridad a la entrega de los primeros, los hechos imponibles correspondientes
a ambas partes se perfeccionarán en el momento en que se produzca la entrega de los
productos primarios.

210
El impuesto se calcula mediante la aplicación de la alícuota fijada sobre el precio neto
de la venta, locación o prestación del servicio, neto de descuentos y similares
efectuados de acuerdo a las costumbres de la plaza. Son integrantes del precio neto
gravado:

 los servicios prestados juntamente con la operación gravada o como consecuencia


de la misma
 los intereses, actualizaciones, comisiones, recupero de gastos y similares percibidos
o devengados con motivo de pagos diferidos o fuera de término.

Del monto en concepto de impuesto a pagar determinado de esta manera (débito fiscal),
el responsable debe deducir el gravamen que en el período fiscal que se liquida se le
hubiera facturado por compra o importación definitiva de bienes, locaciones o
prestaciones de servicios y hasta el límite del importe que surja de aplicar sobre los
montos totales netos, la alícuota a la que dichas operaciones hubieran estado sujetas
en su oportunidad (crédito fiscal). El saldo de dicha operación determina la posición
frente al IVA de dicho agente.

El impuesto resultante se liquidará y abonará por mes calendario sobre la base de


declaración jurada efectuada en un formulario oficial y utilizando un aplicativo
informático que distribuye la AFIP.

Cuando se trate de responsables cuyas operaciones correspondan exclusivamente a la


actividad agropecuaria, se puede optar por practicar la liquidación en forma mensual y
el pago por ejercicio comercial o por año calendario. Los contribuyentes que realicen la
opción de pago anual estarán exceptuados del pago del anticipo. Sin embargo, la
percepción del impuesto también podrá realizarse mediante la retención o percepción
en la fuente.

5.3.2.2 Formas de compensación

En los casos en los cuales el crédito fiscal obtenido en la compra de insumos supere al
débito fiscal generado por la venta de granos, existe un saldo a favor del contribuyente
que se puede trasladar y aplicar a los débitos fiscales correspondientes a los ejercicios
fiscales siguientes.

Sin embargo, esta diferencia a favor es un mero saldo técnico, producto de la diferencia
entre créditos y débitos fiscales y en consecuencia, no reviste el carácter de libre
disponibilidad.

211
Por el contrario, cuando los débitos superen a los créditos fiscales del período más el
saldo a favor de declaraciones juradas anteriores, se debe depositar la diferencia a favor
del fisco.

En aquellos casos en los cuales una de las partes es pasible de ser retenida por las
ventas que lleva a cabo, la situación cambia, porque las retenciones que se le practican
al vendedor son impuestos que éste está pagando y, por lo tanto, actúan como un
ingreso directo de IVA que se produce con anterioridad al momento de vencer la
declaración mensual o anual. Es por ello que se permite que toda persona que acredite
la existencia de una retención de IVA a favor la utilice en el mes correspondiente como
ingreso directo a cuenta del impuesto a determinar dicho mes.

Los saldos de impuesto a favor del contribuyente emergentes de ingresos directos


(saldos de libre disponibilidad), podrán ser objeto de compensaciones y acreditaciones,
o en su defecto, les será devuelto o se permitirá su transferencia a terceros
responsables.

5.3.2.3 Régimen de retención del IVA

La Ley del impuesto faculta a la AFIP a reglamentar que la percepción del impuesto
podrá realizarse mediante la retención o percepción en la fuente.

Mediante Resoluciones Generales, la AFIP estableció un régimen de retenciones del


IVA en las operaciones de compraventa de granos no destinados a la siembra –cereales
y oleaginosos-, y legumbres secas –porotos, arvejas y lentejas-, caña de azúcar y
algodón en bruto.

Los sujetos obligados a actuar como agentes de retención son:

 los adquirentes de granos que revistan la calidad de responsables inscriptos en el


IVA
 los acopiadores, cooperativas, consignatarios, acopiadores-consignatarios y los
mercados de cereales a término o de futuros que actúen como intermediarios.

Por otra parte, los sujetos pasibles de tales retenciones son las personas físicas,
sucesiones indivisas, empresas o explotaciones unipersonales, sociedades,
asociaciones y demás personas jurídicas de carácter público o privado, que revistan la
calidad de responsables inscriptos en el IVA.

Desde la óptica fiscal, el agente de retención es un sujeto pasivo que actúa en carácter
de obligado directo y a título propio, por mandato de la ley, aunque en calidad de
responsable solidario por deuda ajena.

212
Desde la óptica del contribuyente, el agente de retención reemplaza al fisco, ya que lo
obliga a anticipar importes en concepto de tributos. Es decir, el agente de retención es
un responsable solidario para con el sujeto retenido pero, una vez practicada la
detracción de la suma correspondiente, cesa esa condición y comienza a tener
responsabilidad propia.

En el caso de que la ley lo determine como un sustituto, o como un responsable directo,


se halla obligado al pago de tributos de terceros, siendo, por consiguiente, el sujeto
pasivo de la relación jurídica tributaria principal.

En el caso específico del comercio de cereales, el acopiador compra, liquida y paga el


grano que le vende el productor agropecuario. Éste se limita a entregar el cereal y recibir
el monto neto resultante de detraer del precio de venta el porcentaje de retenciones.
Una vez que se le han practicado las retenciones correspondientes, el productor pierde
su responsabilidad ante el fisco, sin perjuicio de la obligación de conservar el certificado
de retención emitido por el acopio que corresponde a impuestos ya pagados, aunque
aún no estén en poder de la AFIP. En los casos en que no se reciba el certificado de
retención se debe denunciar a la AFIP, ya que si así no lo hiciere, éste es también
responsable frente al organismo oficial.

El importe de la retención se determinará aplicando sobre el precio neto de venta, que


resulte de la factura o documento equivalente (liquidaciones primarias y secundarias
electrónicas de granos aprobadas por Afip), las alícuotas que correspondan para cada
caso.

Las alícuotas están establecidas en las resoluciones generales pertinentes. Las mismas
difieren según si las operaciones de venta de los productos alcanzados por el IVA son
efectuadas por quienes se encuentran incluidos o no en el “Registro Fiscal de
Operadores en la Compraventa de Granos y Legumbres Secas”.

La retención deberá practicarse en el momento en que se efectúa el pago de los


importes -incluidos aquellos que revistan el carácter de señas o anticipos que congelen
precios- atribuibles a la operación.

El régimen de retención no será de aplicación cuando el pago por la compra de insumos


y bienes de capital, y/o por la prestación de locaciones y servicios, se efectúe con granos
(operaciones de canje). Sin embargo, si el pago en especie fuera parcial y el importe
total de la operación se integre, además, mediante la entrega de una suma de dinero,
la retención se practicará sobre dicho importe.

El ingreso de las retenciones practicadas se efectuará conforme al procedimiento que


establece la AFIP en las distintas resoluciones generales.

Cuando en la comercialización interviene un acopiador se produce una doble retención,


dado que este sujeto es agente de retención en el momento de comprar los granos al

213
productor y agente pasible de retención cuando vende posteriormente a los
exportadores.

Los acopiadores, cooperativas y consignatarios deberán ingresar el importe de las


retenciones practicadas en cada mes calendario, pudiendo compensar las sumas de las
retenciones a ingresar (las retenciones practicadas al productor primario) con los saldos
a favor de libre disponibilidad en el IVA, cualquiera sea su origen (pagos a cuenta,
retenciones y/o percepciones sufridas por la aplicación de cualquiera de los regímenes
vigentes).

El monto de las retenciones tendrá para los responsables inscriptos el carácter de


impuesto ingresado, debiendo su importe ser computado en la declaración jurada del
período fiscal en el cual se sufrieron. También serán computables aquellas retenciones
atribuibles a operaciones de venta realizadas en el aludido periodo fiscal y que hayan
sido practicadas hasta la fecha en que se produzca el vencimiento para la presentación
y pago de la declaración jurada del IVA, correspondiente al precitado período.

En aquellos casos en que las retenciones originen saldo a favor del responsable, el
mismo tendrá el carácter de ingreso directo y podrá ser utilizado como saldo de libre
disponibilidad o bien se podrá solicitar su devolución.

5.3.2.4 SISTEMA DE INFORMACIÓN SIMPLIFICADO AGRÍCOLA

La inclusión en el Sistema de Información Simplificado Agrícola, “SISA”, es de carácter


obligatorio para los siguientes sujetos respecto de la producción y comercialización de
granos y semillas en proceso de certificación -cereales y oleaginosas- y legumbres
secas:

a) “Productores”.

b) “Operadores” que intervengan en la cadena de comercialización.

c) Propietarios, copropietarios, usufructuarios y ocupantes -cualquiera fuera su título- y


sus subcontratantes -cualquiera fuera su modalidad de contratación- de inmuebles
rurales explotados situados en el país, en la medida en que en ellos se desarrolle la
producción de granos y semillas en proceso de certificación.

El SISA establece un mecanismo de calificación de la conducta fiscal basado en un


sistema de “scoring”, a fin de otorgar un “ESTADO” a los sujetos que se encuentren
incluidos en el “SISA”.Los estados son 1-bajo riesgo,2-mediano riesgo- y 3-alto riesgo-
Las retenciones y percepciones de IVA a practicar a cada sujeto dependerán de su
estado en el SISA.

214
Los agentes de retención están obligados a verificar:

 la inclusión del operador en el registro


 la identidad del operador
 la documentación que lo acredita como operador
 que el operador no se encuentre incluido en las nóminas de bajas que publica la AFIP
 y la veracidad de las operaciones

5.3.2.5 Sistema de devolución a los exportadores

La producción de granos argentina representa un porcentaje muy bajo de la oferta


mundial. Sin embargo, ese porcentaje aumenta si relacionamos las exportaciones
locales sobre el comercio mundial de granos.

Ante esta situación, cualquier impuesto que grave la producción exportable reduce la
competitividad de nuestros productores dado que es imposible “exportar” el tributo,
entendiéndose por ello la posibilidad de trasladar los efectos del impuesto al valor
agregado a los compradores del resto del mundo.

Por la imposibilidad de trasladar el IVA al comprador del exterior, las exportaciones


están exentas del gravamen del IVA por disposición expresa de la ley del tributo.

De esta forma, los exportadores podrán computar contra el impuesto que adeuden por
sus operaciones gravadas, el impuesto que por bienes, servicios y locaciones que
destinen efectivamente a las exportaciones en cualquier etapa en la consecución de las
mismas, les hubiera sido facturado, en la medida que el mismo esté vinculado a la
exportación y no hubiera sido ya utilizado por el responsable.

Si esta compensación no pudiera realizarse o sólo se efectuara parcialmente, el saldo


resultante les será acreditado contra otros impuestos a cargo de la AFIP, o en su
defecto, les será devuelto o se permitirá su transferencia a favor de terceros
responsables.

Esta acreditación, devolución o transferencia procederá hasta el límite que surja de


aplicar sobre el monto de las exportaciones realizadas en cada ejercicio fiscal, la
alícuota del impuesto.

Para tener derecho a la acreditación, devolución o transferencia, los exportadores


deberán inscribirse en la AFIP, en la forma y tiempo que la misma establezca, quedando
sujetos a los deberes y las obligaciones previstos por ley y las resoluciones generales
que se dicten al respecto.

215
Asimismo, los exportadores deberán determinar mensualmente el impuesto computable
mediante declaración jurada.

Los exportadores que soliciten la acreditación, devolución o transferencia de los


importes correspondientes al IVA que se les haya facturado deberán cumplir con una
serie de disposiciones en materia de presentación de documentación que establece la
AFIP por medio de resoluciones generales.

5.3.2.6 Conclusiones

El sistema de retenciones en el IVA en la comercialización de granos es particularmente


ventajoso para el Estado pero requiere de trámites que hacen del mismo un sistema
poco ágil y complicado, sobre todo para lograr el acceso y la permanencia en el mismo
por parte de los productores.

Entre las ventajas que el sistema de retenciones le reporta al fisco, se puede destacar
el hecho de que se recaudan impuestos sin costo alguno, debido a que son los agentes
de retención los encargados de cobrar una parte del tributo. Esto implica un ahorro de
fondos muy importante para el Estado, desde el momento en que se delegan algunos
pasos de la mecánica de la recaudación del impuesto en aquellos particulares que
tienen una vinculación económica y comercial más directa con el sujeto pasivo del
mismo.

Desde la óptica del fisco, se considera que el régimen de retenciones es un gran aliado
en la lucha contra la evasión. A su juicio, el sistema permite la identificación precisa de
un sector de la economía muy atomizado como es el compuesto por los productores
agropecuarios, desde el momento en que deben cumplir con reglas uniformes todos los
eslabones de la cadena y por el control cruzado con los agentes de retención.

5.4 Impuesto a las ganancias

5.4.1 Generalidades

El Impuesto a las Ganancias es progresivo, es decir que la alícuota del mismo se eleva
a medida que se incrementa la base imponible y, por lo tanto, representa un instrumento
muy efectivo para la distribución del ingreso.

El objeto del impuesto son las ganancias obtenidas por las personas de existencia
visible o ideal; y, en el caso particular de la explotación agropecuaria, se destacan las
rentas de tercera categoría, que son aquellas que provienen del suelo y su explotación
económica.

216
Para obtener la ganancia neta sujeta a impuesto y se sustraen de la ganancia bruta los
gastos necesarios para obtenerla y para mantener y conservar la fuente.

En la valuación de los bienes de cambio en existencia y para el caso de cereales y


oleaginosas se deben seguir los siguientes métodos:

 Con cotización conocida: las existencias se valúan al precio de plaza menos gastos
de venta, a la fecha del cierre del ejercicio.
 Sin cotización conocida: al precio de probable realización menos gastos de venta, a
la fecha del cierre del ejercicio.

Las sementeras comprenden todos los gastos relativos a semillas, fertilizantes,


agroquímicos, mano de obra directa y gastos directos que conforman los trabajos
culturales de los productos que a la fecha de cierre del ejercicio no se encuentren
cosechados o recolectados. Las sementeras se deben valuar al importe que resulte de
actualizar cada una de las inversiones desde la fecha en que fueron efectuadas hasta
la fecha de cierre del ejercicio o al probable valor de realización a esta última fecha.

5.4.2 Régimen General de Retención del impuesto a las ganancias

Está regida actualmente por la Resolución General N° 830 de la AFIP, que establece
una retención sobre los pagos que se efectúen por una serie de conceptos, entre ellos:

 Intereses por operaciones en entidades financieras, agentes de bolsa o mercado


abierto.
 Intereses por financiamiento.
 Alquileres de bienes muebles e inmuebles.
 Regalías.
 Ventas de bienes de cambio, bienes muebles, locaciones de obras y/o servicios.
 Ejercicio de profesiones liberales u oficios, síndicos y directores de S.A.
 Operaciones de transporte de carga nacional e internacional.

5.4.3. Régimen de retención en la comercialización de granos: RG


(AFIP) 4325

Esta RG establece un régimen de retención del impuesto a las ganancias, aplicable a


cada uno de los importes correspondientes al pago de las operaciones de venta de
granos y semillas en proceso de certificación -cereales y oleaginosas- y legumbres
secas, así como -en su caso- sus ajustes, intereses, actualizaciones y otros conceptos,
consignados en la factura o documento equivalente.

217
Están igualmente alcanzados por el presente régimen las comisiones u otras
retribuciones derivadas de la actividad de corredor de granos, se facturen o no por
separado, y los pagos que efectúen las personas humanas o jurídicas, por cuenta propia
o de terceros, actúen o no como intermediarios.

Quedan obligados a actuar como agentes de retención:

a) “Operadores” que actúen como intermediarios de conformidad con lo previsto por el


Artículo 19 y el primer párrafo del Artículo 20 de la Ley de Impuesto al Valor Agregado,
texto ordenado en 1997 y sus modificaciones. (Inciso sustituido por art. 1° punto 1. de
la Resolución General N° 4324/2018 de la AFIP B.O. 29/10/2018. Vigencia: a partir del
día de su publicación en el Boletín Oficial)

b) Los exportadores.

c) Los adquirentes de los productos indicados en el artículo anterior, que revistan la


calidad de responsables inscriptos en el impuesto al valor agregado, no comprendidos
en los incisos precedentes.

Las retenciones se practicarán a las personas humanas o jurídicas, enajenantes,


destinatarios o beneficiarios -actúen o no como intermediarios- , de los pagos que se
efectúen por cuenta propia o de terceros correspondientes a las operaciones
comprendidas en el Artículo 1°, sólo cuando se domicilien, residan o estén radicados en
el país, y siempre que sus ganancias no se encuentren exentas o excluidas del ámbito
de aplicación del impuesto.

Cuando intervengan Mercados de Futuros y Opciones, el sujeto pasible de la retención


será aquel a cuyo nombre se encuentre inscripto el contrato.

El monto de la retención se determinará aplicando sobre el importe total de cada


concepto que se pague, las alícuotas que, según la condición del sujeto de que se trate,
se fijan a continuación:

a) Responsables que acrediten su inscripción en el impuesto a las ganancias y se


encuentren incluidos en el Sistema de Información Simplificado Agrícola “SISA”, según
el estado asignado:

1. ESTADO 1 – Bajo Riesgo: no sufrirán retención del gravamen.

2. ESTADO 2 - Mediano Riesgo: DOS POR CIENTO (2%).

3. ESTADO 3 - Alto Riesgo: QUINCE POR CIENTO (15%).

b) Sujetos que acrediten su inscripción en el impuesto a las ganancias e “INACTIVOS”


en el Sistema de Información Simplificado Agrícola “SISA”: VEINTIOCHO POR CIENTO
(28%)

218
c) Sujetos que no acrediten su inscripción en el impuesto a las ganancias: TREINTA
POR CIENTO (30%).

IMPOSIBILIDAD DE RETENER. PERMUTA. DACION EN PAGO

Cuando el pago por la compra de los productos comprendidos en el Artículo 1º, se


efectúe en su totalidad mediante la entrega de insumos y/o bienes de capital y/o
mediante prestaciones de servicios y/o locaciones y el agente de retención se encuentre
imposibilitado de practicar la retención, el mismo deberá informarlo en el SICORE.

PAGO A CUENTA A CARGO DEL SUJETO PASIBLE DE RETENCION

En los supuestos de imposibilidad de retención por parte del agente, los responsables
mencionados sujetos a retención deberán ingresar un importe equivalente a las sumas
que no le fueron retenidas, considerando las alícuotas previstas.

5.5 Impuesto a los créditos y débitos bancarios

5.5.1 Generalidades

La ley 25413 (BO 26/03/2001), denominada “ley de competitividad” reimplantó este


impuesto, conocido vulgarmente como “impuesto al cheque”. Fue reglamentado a través
del decreto 380/01 y normas complementarias, comenzando a regir a partir del 3 de abril
de 2001.

Su antecedente inmediato fue el derogado impuesto a los débitos en cuenta corriente,


dispuesto por la ley 23760. Dicho tributo fue derogado por las mismas autoridades que
lo reimplantan años después, por considerárselo un impuesto sumamente distorsivo.
Pero, una vez más, la necesidad recaudatoria superó a la teoría y la técnica impositiva.

Como principal característica, podría afirmarse que se trata de un gravamen instantáneo


que afecta a cada débito o crédito en particular midiéndose la carga tributaria en cada
caso en función del tratamiento que la normativa aplicable dispone respecto de ese
hecho imponible.

Los hechos imponibles gravados son los créditos y débitos en cuenta corriente bancaria,
cayendo el tributo sobre los titulares de las cuentas respectivas, actuando como agentes
de liquidación y percepción las entidades financieras.

La alícuota general vigente es del 6‰ (seis por mil), sobre el crédito y otro tanto sobre
el débito bancario, con lo que la “entrada y salida” de dinero de las cuentas corrientes
significa una erogación del 12‰ o 1,2% en concepto de este impuesto.

219
5.5.2 El impuesto al cheque en el comercio de granos

En todos los eslabones de la cadena del comercio de granos se aplica la alícuota general
del 6‰. Excepto los corredores y los comisionistas o consignatarios.

Existe una alícuota reducida del 0,75‰ para los créditos y débitos (lo que hace un total
del 1,5‰ o 0,15% entre entrada y salida de la cuenta corriente bancaria), siempre que
se trate de cuentas corrientes utilizadas en forma exclusiva para la realización de
operaciones de intermediación. Se encuentran alcanzados por esta alícuota los
corredores y comisionistas de granos, que estén debidamente registrados.

A través del Decreto 344/2017 se estableció la Exención de las Cuentas utilizadas en


forma exclusiva por los Corredores de Cereales que operan en los mercados físicos
(disponibles y forwards), que involucren movimientos de fondos de terceros, en la
medida en que estén inscriptos y activos concurrentemente en RUCA y RFOG.

En virtud de que en el corretaje de granos se opera permanentemente con fondos de


terceros en cuentas bancarias propias, el efecto de este impuesto sobre la actividad es
sumamente gravoso. Más aún si se tiene en cuenta que los plazos de pago son
extremadamente breves, generando una alta rotación de los activos que se refleja en
un uso muy intensivo de la cuenta corriente. Por tal motivo, algunas casas de corretaje
han recurrido a descontar el impuesto de los fondos que efectivamente deben girar a
sus clientes mientras que otras han incorporado en forma parcial o total el costo de
gravamen en su comisión.

5.6 Impuesto sobre los ingresos brutos

5.6.1 Generalidades

El Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIB) recae sobre los ingresos provenientes del
ejercicio de actividades empresarias civiles y comerciales con fines de lucro.

El IIB es uno de los principales gravámenes provinciales y su eliminación ha sido objeto


de amplias disputas entre la Nación y las provincias durante los últimos años.

Un rasgo esencial de ese impuesto es que grava en cascada todas las etapas de
producción y venta, con efectos distorsivos sobre el funcionamiento del sistema
económico. En este orden de ideas pueden mencionarse dos efectos negativos de este
tipo de imposición:

 Afecta diferencialmente a los distintos sectores gravados según el grado de


integración vertical entre las etapas de producción primaria y comercio final al

220
menudeo. De este modo, la naturaleza del impuesto tiene un elemento que induce a
las firmas a alterar los métodos y técnicas de producción y, fundamentalmente, la
forma en que se organiza la misma, incentivando al corrimiento artificial de etapas
hacia atrás o hacia adelante para minimizar la carga impositiva.
 El impuesto afecta a su vez a la industria local. Por un lado, la afecta diferencialmente
con relación al producto importado que se ve gravado únicamente en su etapa
comercial. Por otro lado, los exportadores carecen de la posibilidad de recuperar el
impuesto pagado en forma implícita en el precio de sus insumos.

Si bien el IIB es considerado un impuesto distorsivo que conspira contra aquellos


productos que se destinan a la exportación, al ser una de las principales fuentes de
ingresos de las jurisdicciones provinciales, es muy poco probable que se elimine en el
corto plazo.

Para cambiar la actual estructura impositiva provincial, sería necesario acordar un Pacto
Fiscal entre provincias y Nación, mediante el cual se le asignen a las provincias otros
recursos que compensen la caída en la recaudación, ya sea a través de coeficientes
más elevados de coparticipación de impuestos nacionales o bien mediante la
implementación de nuevos impuestos.

5.6.2 Características

El Impuesto sobre los Ingresos Brutos alcanza el ejercicio habitual y a título oneroso en
jurisdicción provincial del comercio, industria, profesión, oficio, negocio, locaciones de
bienes, obras y servicios o de cualquier otra actividad a título oneroso –lucrativa o no–,
cualquiera sea la naturaleza del sujeto que la preste y el lugar donde se realice (zonas
portuarias, espacios ferroviarios, aeropuertos, terminales de transporte, edificios y
lugares de dominio público, etc.).

A los efectos de determinar la habitualidad, se debe tener en cuenta especialmente la


índole y naturaleza de las actividades que dan lugar al hecho imponible, el objeto de la
empresa, profesión o locación y los usos y costumbres de la vida económica. En
general, se entiende por habitual el desarrollo durante el ejercicio fiscal de hechos, actos
u operaciones –con prescindencia de su cantidad o monto– por quienes hagan profesión
de los mismos.

Los ingresos brutos obtenidos por sociedades comerciales o cualquier organización


empresaria, cooperativas, fundaciones, asociaciones y empresas o explotaciones
unipersonales se consideran alcanzados por este impuesto independientemente de la
frecuencia o periodicidad y de la naturaleza de la actividad que los genere. No están
gravadas las exportaciones ni las sumas percibidas por los exportadores en concepto
de reintegros o reembolsos.

La base imponible está constituida por el total de ventas de bienes o ingresos por
prestación de servicios, los intereses y actualizaciones de préstamos de dinero,
financiación, punitorios, etc. Este monto será neto de descuentos y similares. No integra
la base imponible el IVA ni impuestos internos.

221
Para ciertas actividades, la base imponible está constituida por la diferencia entre el
importe de compras y ventas. Tal es el caso de la comercialización de productos
agrícolas efectuada por los acopiadores. No obstante, en estos casos, el contribuyente
puede optar por liquidar el impuesto aplicando las alícuotas pertinentes sobre el total de
los ingresos brutos (esta opción no es utilizada por los acopiadores).

El pago del impuesto se hace mediante anticipos mensuales y ajuste final anual.

5.6.3 Aplicación del impuesto en la comercialización de granos

5.6.3.1 Sobre el productor agrícola

El tratamiento de los productores primarios varía según la provincia de que se trate. En


algunas de ellas, como es el caso de la provincia de Santa Fe, los productores están
exentos. En otras están gravados, variando las alícuotas (por ejemplo, en la provincia
de Buenos Aires la tasa del impuesto es del 1%).

La liquidación del impuesto a los ingresos brutos a productores, en las jurisdicciones en


que corresponde, se realiza por el mecanismo de retención. En estos casos, los
acopiadores, consignatarios, cooperativas, exportadores y todos aquellos compradores
primarios, como así también los corredores (cuando intermedian en las ventas de
productores), actúan como agentes de retención, calculan el impuesto que corresponde
sobre el importe bruto de la cada venta y lo retienen en el momento de la liquidación al
productor. El agente de retención debe luego ingresar al fisco los importes retenidos.

5.6.3.2 Sobre el acopiador

La base imponible para los acopiadores, en el caso que realicen compraventa de


granos, está determinada por el total de sus ventas.

En el caso de que los acopiadores realicen operaciones de consignación, la base


imponible está constituida por las comisiones del período.

En el caso de que los acopiadores comercialicen insumos por cuenta propia, la base
imponible está determinada por el total de ventas netas del período, aplicándose la
alícuota general. Si la comercialización de insumos se realiza actuando por cuenta y
orden del proveedor de los mismos, la base imponible está determinada por las
comisiones que perciba por su intervención.

222
Cuando se realizan operaciones de canjes, la facturación de los insumos genera el
nacimiento del hecho imponible. La comercialización de granos de cereales y
oleaginosas no destinados a la siembra y legumbres secas, efectuadas por cuenta
propia por quienes hayan recibido esos productos de los productores agropecuarios
como pago en especie por otros bienes y/o prestaciones realizadas a éstos, tributa por
la diferencia entre precios de compra y venta.

A su vez, todos los servicios de planta (paritarias, secado, desinfección, almacenaje,


etc.) que brinda el acopiador y que se instrumentan a través de la liquidación en los
formularios electrónicos de certificación o liquidación, o mediante facturas A (según el
criterio de cada acopiador), están gravados por el impuesto sobre los ingresos brutos a
la tasa correspondiente.
Por último, los servicios de flete estarán gravados cuando el acopiador los realice con
vehículos propios.

5.6.3.3 Sobre los corredores

En el caso de corredores, comisionistas, consignatarios, o cualquier tipo de


intermediario, la base imponible está constituida por los ingresos en concepto de
comisiones.

5.6.3.4 Sobre los exportadores

Como se dijo más arriba, las exportaciones y los reintegros o reembolsos que reciben
los exportadores están exentos del impuesto sobre los ingresos brutos. No obstante, las
empresas exportadoras están alcanzadas por el impuesto por sus restantes
operaciones gravadas a las alícuotas que correspondan para cada una.

5.7 Impuesto de sellos

El impuesto de sellos es un tributo que forma parte de la totalidad de los regímenes


tributarios provinciales. En lo que a la comercialización de granos se refiere, el impuesto
grava los contratos en que se instrumentan las operaciones de compraventa, sean
primarias (donde una de las partes es necesariamente un productor) o secundarias.

La adopción, en la generalidad de los casos, del principio de la territorialidad para sujetar


los actos, contratos y operaciones a la imposición de este gravamen, ha provocado no
sólo dificultades para establecer con certeza la jurisdicción con derecho de gravar,
cuando la jurisdicción se concreta en una de ellas y los efectos se cumplen en otra u
otras, sino también ha suscitado inconvenientes por la existencia de doble tributación.

223
En este punto se procura describir las condiciones en que funciona el impuesto de sellos
en la provincia de Santa Fe y en otras jurisdicciones en las cuales se desarrolla la
comercialización de granos.

5.7.1 Provincia de Santa Fe

El impuesto de sellos de esta provincia grava todos los actos, contratos y operaciones
de carácter oneroso que se realicen en territorio provincial, por el solo hecho de su
instrumentación o existencia material. También están sujetos al pago de este impuesto
los contratos instrumentados en otras jurisdicciones, cuando de su texto o como
consecuencia de los mismos, resulte que deban ser negociados, ejecutados o cumplidos
en ella.

El código fiscal de esta provincia prevé que si los instrumentos hubieran sido repuestos
correctamente en la provincia de origen, podrá deducirse del impuesto que
correspondiera tributar en Santa Fe el monto ingresado en aquella. Pero para que esta
deducción surta efecto, se requiere que exista reciprocidad en la provincia de origen.
Como tal reciprocidad no está prevista en las legislaciones de otras provincias, esta
posibilidad de deducción no se concreta en la realidad de los negocios de compraventa
de granos.

Por tal motivo, deben pagar el impuesto en Santa Fe, no sólo los boletos de compraventa
de granos (o la liquidaciones primarias electrónicas de granos) que se hubiesen
instrumentado en la provincia, sino también los instrumentados en otras jurisdicciones
(habitualmente Córdoba, Buenos Aires, Chaco, Santiago del Estero, Tucumán, Salta,
etc.) en la medida que los mismos produzcan efectos jurídicos en Santa Fe (por ejemplo,
cuando la mercadería es de origen de otras provincias, pero la tradición –entrega– se
produce en puertos o terminales ubicadas en territorio santafesino, o el pago de la
misma se efectúa en ella).

La alícuota general del impuesto de sellos para contratos de compraventa de cereales,


oleaginosos, productos o subproductos de la agricultura, es del uno por mil (1‰) cuando
el impuesto se paga en el Nuevo Banco de Santa Fe. Si los contratos son registrados
en la Bolsa, la alícuota del impuesto es del medio por mil (0,50‰).

En general, el impuesto se calcula sobre el valor económico de la operación; esto es,


sobre el importe bruto incluyendo el IVA. A tal efecto, se debe tener en cuenta lo
siguiente:

 En el caso de operaciones de compraventa el valor de la operación surge de


multiplicar los kilogramos comprometidos por el precio pactado más el IVA.
 Si se trata de negocios a fijar precio, se toma para el cálculo el precio de pizarra
del grano negociado vigente a la fecha de instrumentación.
 En el caso de operaciones de consignación el impuesto se calcula sobre el valor
de la comisión más IVA.

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 En los actos y contratos sin valor determinado o determinable (por ejemplo,
contratos en los que se acuerda que el vendedor entregará mercadería en
depósito a la época de cosecha pero sin definir la cantidad ni el precio) se
abonará en concepto de impuesto de sellos una suma fija a cuenta del impuesto
que pudiera resultar una vez conocido el importe final de la operación.

El código fiscal contempla exenciones de este impuesto. Por ejemplo, las operaciones
realizadas por las cooperativas con sus socios.

En el caso de operaciones primarias, el acopiador actúa como agente de retención del


impuesto que corresponda, deduciendo el importe del mismo (y el derecho de registro
que corresponda) en el formulario de liquidación (LPG de compraventa o de
consignación).

En las operaciones secundarias (instrumentadas en un boleto de compraventa de


granos) el impuesto es a cargo del comprador y del vendedor en partes iguales (igual
criterio se sigue con el derecho de registro del boleto en Bolsa).

5.7.2 Provincia de Buenos Aires

El criterio de esta provincia en materia de impuesto de sellos es gravar todos los


contratos instrumentados en esta jurisdicción, cuando en los mismos conste que a la
fecha de celebración del contrato los bienes se encontraban ubicados en territorio de la
provincia de Buenos Aires, o, no habiendo constancia de la ubicación de los mismos,
que el domicilio del vendedor esté ubicado en esa jurisdicción. También están gravados
los contratos instrumentados en otras jurisdicciones, cuando en los mismos conste que
a la fecha de celebración del negocio los bienes se encontraban ubicados en la provincia
de Buenos Aires o, no habiendo constancia de la ubicación de los mismos, que el
domicilio del vendedor esté ubicado en esa jurisdicción.

Este criterio da lugar a que operaciones de compraventa de granos procedentes de la


provincia de Buenos Aires, con entrega en la provincia de Santa Fe, aunque estén
instrumentados en esta provincia, deban tributar el impuesto de sellos de las dos
jurisdicciones, provocando un fenómeno de doble imposición.

5.7.3 Provincia de Córdoba

El código fiscal de esta provincia establece un criterio similar al de la provincia de Santa


Fe, es decir gravar los contratos instrumentados en esa provincia y los instrumentados
en otra jurisdicción cuando produzcan efectos jurídicos en Córdoba.

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5.7.4 Provincia de Entre Ríos

Se encuentran gravados los actos, contratos y operaciones celebrados en la provincia


y, también, los celebrados fuera de ella en la medida que produzcan efectos en ella (se
entiende que producen efectos en la provincia, cuando de sus textos o como
consecuencia de ellos, algunas o varias prestaciones deban ser ejecutadas o cumplidas
en ésta o cuando se presten o hagan valer ante cualquier autoridad administrativa o
judicial de la provincia o en entidades financieras establecidas en ésta). Se presumen
otorgados en la provincia de Entre Ríos los instrumentos en los que no consta el lugar
de su emisión.

Las operaciones de compraventa en que intervengan cooperativas agrícolas están


exentas.

5.7.5 Provincias de Santiago del Estero, de La Pampa, de Jujuy, de


Formosa y de Corrientes.

Estas provincias siguen un criterio similar al de provincia de Buenos Aires, que podría
denominarse “de ubicación de la mercadería”. Se encuentran gravadas las operaciones
de compraventa de cereales, oleaginosos, productos o subproductos de la agricultura,
registrados o no en Bolsas, mercados, cámaras o asociaciones con personería jurídica,
celebrados en esas provincias o cuando en los respectivos instrumentos o registros
concertados fuera de ellas conste que a la fecha de la celebración del contrato dichos
bienes se encontraban ubicados en esas provincias o, no habiendo constancia de la
ubicación de los mismos, que el domicilio del vendedor esté ubicado en esas
jurisdicciones.

5.7.6 Provincias de Salta y de Tucumán

Estas provincias siguen un criterio similar a las de Santa Fe y Entre Ríos, que podría
denominarse “de territorialidad y de efectos jurídicos”. Es decir que están gravados los
contratos celebrados en esas provincias y, también, los celebrados fuera de las mismas
cuando de su texto o como consecuencia de los mismos, resulte que deban ser
negociados, ejecutados o cumplidos en ellas.

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