Está en la página 1de 3

UNIVERSIDAD DEL MUSEO SOCIAL ARGENTINO

Cátedra: Metodología del Servicio Social


DOCUMENTO Nº 2

Concepto de: “Campo de Relaciones Vinculares Simétrico- Dinámicas”

En primer lugar, la “idea” de “campo” que inicia este concepto, deviene de la


física, donde se entiende a un “campo” como un área donde se observan
“influencias” (gravitacionales, eléctricas o magnéticas) de tal modo que toda
partícula que ingrese a ese “campo”, se verá alterada en su movimiento por la
existencia de un campo, que aunque no se vea como un “ente” material, no por
ello se puede negar su influencia a partir de parámetros observados

La segunda palabra que presenta este concepto, “relaciones”, habla del vínculo
que establecen entre sí las persona, el tipo de “enlace”, de “enganche”,
mientras que la idea de “simetría” se inscribe tanto más en el concepto de
proximidad equitativa, que en la idea de “igualdad”. Una relación simétrica
supone la existencia de un cierto grado de equiparamiento posicional, a fin de
propiciar una relación dialogal que posibilite una lectura clara, tanto de la
perspectiva de posibles acuerdos, como de discrepancias.

El posicionamiento relativo en los campos de relaciones simétrico-


dinámicas entre personas, determinan un cierto grado de equidad vincular.
Simétrico no implica desjerarquizado, sino que contextualiza la relaciones
humanas y grupales en un marco donde tiene sentido el intercambio por el
posicionamiento en equidad, entre marcos de distinto origen y desarrollo, y
direccionados hacia un fluido intercambio de miradas e intereses.
Supone también la aceptación y reconocimiento colectivo, del valor relativo
de los posicionamientos de los distintos actores. Esto impacta directamente en
toda pretensión de posicionamientos o leguajes hegemónicos.

Fig.1

1
En la Fig. 1 se aprecia que el “campo de intercambio” (área verde claro) se
encuentra rodeada por “actores” de distinto color (intereses, magnitudes,
formas, perspectivas angulares, etc.), pero, de algún modo, todos equidistan de
un centro virtual, equidistante de todos ellos, fuera del alcance de las
posiciones singulares, más siempre en centro del proceso dinámico. Si
imaginamos a estos actores en movimiento dinámico y con velocidades
diferentes, en torno al centro virtual, el posicionamiento relativo no varía.
Los intentos de diálogo con pobladores de “culturas del silencio”, (sectores
sociales subalternos o excluidos) se observa que es necesario un trabajo
previo, y luego un esfuerzo sostenido en el establecimiento de un “espacio” de
simetría, en el establecimiento de un diálogo técnico-pueblo.
Esta dificultad de la relación dialogal técnico-pueblo, frecuentemente dio
paso a una relación vincular paternalista, donde los técnicos, profesionales y
operadores, se dirigían a los pobladores desde un posicionamiento del
conocimiento de la “verdad” y el ejercicio del poder. Expresa en hipotético
médico de unidad sanitaria periférica, “mamita, en una semana me traes al
bebé, así veo como sigue...”. Del mismo modo, las escuelas suelen detentar
una cosmovisión de los sectores subalternos desde el ejercicio del saber y el
uso del poder.

Ahora bien, cabe la pregunta, ¿es posible un posicionamiento dialogal con


sectores del silencio?. Sugerimos varias posibles respuestas a esta pregunta.
¿Que entendemos por diálogo? ¿Solamente un recorrido lógico formal,
verbalizable? Entonces pareciera sumamente dificultoso, de resultados
absolutamente inciertos.
Pero si adecuamos la comunicación al aspecto de mayor preponderancia en
la cosmovisión de los interlocutores (conciencias de hegemonía mágica,
afectiva, racional o integral, en la Matriz de Conciencia), la respuesta es otra,
en este caso el logro en el nivel de comunicación (y por ende de simetría),
estará vinculado con el grado de comprensión y compromiso integral del
profesional actuante, así como de su capacidad de comunicarse en lenguajes
no verbales.

En síntesis, el concepto de Campo de Relaciones Vinculares Simétrico


Dinámicas, parte del supuesto básico que la comunicación no se limita al
canal lógico-verbal y que la acción del “actor convocante” (trabajador social o
quien fuere) es propiciar y garantizar un espacio de intercambio y acuerdo,
desde el respeto absoluto de las posicionamientos y dimensiones de cada
integrante del proceso. Como los campos nunca son estables, la
direccionalidad resultante de esta dinámica, debiera propiciar el pasaje de

2
posiciones de baja criticidad a otras de mayor abstracción crítica, para
finalmente llegar a niveles de conciencia desarrollados e integrales.

Dr. Jorge PÉREZ BELMONTE, UMSA 2.004

También podría gustarte