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Hay ocasiones donde lo viejo no nos deja recibir lo nuevo, como aquel niño
que no suelta su juguete porque está muy aferrado a él y no permite que le
sea cambiado por uno nuevo y mejor.
Jesús nos enseño acerca de los odres viejos cuando declaro en Mateo 9:17
En lo natural el vino nuevo se fermenta dentro del odre de forma que rompe
los odres viejos que no ceden ante la energía liberada por la fermentación del
vino.
El vino nuevo se ha de echar en odres nuevos, las cuales ceden ante las
energías liberadas.
Este es el sentido literal de la imagen usada por Jesús.
Cuando nuestra vida entera NO está dispuesta a ceder a lo que Dios tiene
para nosotros simplemente nos quebramos como aquellos odres viejos.
Romanos 12:2
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la
renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios,
buena, agradable y perfecta.
Es verdad aquel dicho que dice “no juegues a ser cristiano porque satanás no
juega a ser diablo”
Nos amoldamos a una estructura religiosa donde nos hemos visto relegados
por las nuevas generaciones y sus modos; pero cuando Dios empuja a la
iglesia a cambiar su antigua manera de pensar y a renovar su entendimiento
es cuando podemos hacer frente a los engaños de satanás y el mundo a
nuestras vidas.
No nos podemos quedar con lo que funciono hace un tiempo porque aunque
Dios sigue siendo el mismo ayer, hoy y por lo siglos de los siglos siempre
tiene una estrategia y una forma para manifestar su poder a través de su
pueblo para su honra y su gloria.
No te quedes como odre Viejo, Dios quiere rehacerte y para ello necesitamos
morir a nuestras propias opiniones, todo lo que estorba para que sea
depositado el vino nuevo en tu vida.
Cuando se hizo el odre tuvo que morir un animal para que su piel fuera
usada, nuestro yo interior, el orgullo, egoísmo, altivez, prepotencia, todo mi
yo interior debe morir frente a esta nueva palabra de parte de Dios para tu
vida, de lo contrario nada podrá hacer que veas la buena voluntad, perfecta y
agradable de Dios en tu vida y familia.
Dios está buscando Odres nuevos para derramar su vino nuevo en aquellos
que nos dispongamos a pasar el proceso; no será fácil pero valdrá la pena!