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Ciclos orogénicos en Sudamérica

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En cada continente actual, los eventos geotectónicos mayores, fases de deformación
y ciclos orogénicos, han recibido nombres regionales, aplicables sin inconvenientes
en toda su extensión.

Para el territorio sudamericano mantiene vigencia, con algunas adecuaciones, la


propuesta de de Almeida (1978). En ella un ciclo tectónico incluye el tiempo total
insumido, incluyendo sedimentación, deformación, metamorfismo e instalación
orogénica. Los llamados eventos termotectónicos, por su parte, corresponden al
climax de deformación y metamorfismo, situados en las postrimerías de cada ciclo.
También cabe mencionar que estudios modernos, contando con mapeos detallados, gran
cantidad de edades radiométricas de alta precisión y caracterizaciones geoquímicas
e isotópicas, permiten delimitar varias provincias geotectónicas (también conocidas
como provincias geocronológicas) en el seno de cada una de las divisiones mayores
de los clásicos ciclos. La modificación mayor en el uso actual, concierne al ciclo
Uruaçuano, para el que en la actualidad se acostumbra utilizar la denominación de
ciclo Grenville, tomada de la orogenia Grenville, ocurrida en el Proterozoico
medio-superior en los Appalaches, este de Norteamérica.

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Ciclos orogénicos en Argentina

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Los eventos tectónicos sobresalientes de un ciclo orogénico (sedimentación,
metamorfismo, magmatismo, deformación), se localizan en áreas menores de cinturones
orogénicos. La actividad suele trascender al contiguo antepaís de un orógeno,
produciendo estructuración, relieve, sedimentación y alguna actividad magmática
menor, que puede asignarse al ciclo orogénico en cuestión.

Ciclo Transamazónico
La posición del territorio argentino en Sudamérica, al suroeste del núcleo
continental, resulta en la escasa participación de la corteza cratónica en el
mismo. Las rocas aflorantes más antiguas se ubican en la provincia de Buenos Aires
(Olavarría, Tandil, Balcarce, Martín García) y fueron datadas, según el método U-Pb
en circones, en el intervalo 2.234-2.065 Ma (Cingolani, 2010). Esta corteza
bonaerense es parte del cratón del Río de la Plata y se atribuye a los eventos del
ciclo orogénico Transamazónico, localmente también denominado ciclo Tandileano
(Ramos, 1999).

En rocas graníticas y metamórficas extraídas de perforaciones de Córdoba y Santa Fe


(cuencas Chacoparanaense, Santiago Temple, Ordoñez, Saira y Camilo Aldao), las
edades U-Pb en circones en el lapso 2.189-2.088 Ma (Rapela et al., 2007), se
presentan de manera continua en el subsuelo, al menos hasta la latitud de la ciudad
de Córdoba.
Ciclo Grenville
La corteza asignada al ciclo Grenville (1.200-1.000 Ma), tiene buena representación
aflorante en las Sierras Pampeanas occidentales (Pie de Palo, Villa Unión, Umango),
provincias de San Juan y La Rioja, con menor extensión hacia el sur en la sierra
mendocina de San Rafael (Mendoza) y Bloque de Las Matras en La Pampa (Varela et
al., 2010). Además, el contenido de xenolitos de rocas basamentales ascendidos por
lavas de edad terciaria, determina la posible continuidad en el subsuelo de la
Precordillera sanjuanina, constituyendo el basamento de la sucesión sedimentaria
paleozoica (Kay et al., 1996).

Se asigna también al ciclo Grenville al basamento cristalino de las Islas Malvinas,


datado por los Métodos Rb-Sr y K-Ar, con valores de 1.100-1.000 Ma (Cingolani y
Varela, 1976), corroborado por dataciones U-Pb (Thomas et al., 2000). Se
correlaciona con el cinturón orogénico Natal-Namaqua del sur africano.

Ciclo Brasiliano
Rocas aflorantes del ciclo Brasiliano son escasas en Argentina. Se ubican en el
basamento de las sierras australes de Buenos Aires (Ventania) y en subsuelo en la
perforación Punta Mogotes, Mar del Plata (Tandilia). En ambos casos se las
considera relacionadas con los extensos afloramientos del litoral atlántico de
Uruguay y Brasil, construidos durante el ensamble de Gondwana.

Temporalmente, se relaciona con el ciclo a la cobertura sedimentaria de Tandilia,


grupo La Tinta, depositada sobre basamento transamazónico.

Ciclo Pampeano
El ciclo fue definido por Aceñolaza y Toselli (1976), al estudiar en el noroeste
del país, un conjunto de rocas de bajo grado metamórfico con intrusivos graníticos
(Proterozoico superior?-Cámbrico inferior a medio). En la Cordillera Oriental
(Jujuy, Salta y norte de Tucumán), componen el basamento de la sucesión
sedimentaria del Paleozoico inferior-medio. Posteriormente se adjudicaron al ciclo
asociaciones de mayor grado metamórfico que componen los bloques de las sierras
pampeanas de Tucumán, Córdoba y sur de Santiago del Estero (Rapela et al., 1998).

El ciclo de actividad geodinámica correspondería a las últimas etapas de la


construcción del supercontinente Gondwana. Se ha considerado la posible correlación
entre las actividades del ciclo Pampeano con las de las postrimerías del ciclo
Brasiliano, que fue dividido en tres etapas, Brasiliano I, II y III (da Silva et
al., 2005).

Ciclo Famatiniano
El ciclo es identificado por la intensa actividad tectono-magmática de una faja de
rumbo nornoroeste-estesureste que se extiende desde la Puna jujeña hasta el norte
patagónico. Son característicos los bloques de sierras pampeanas orientales, como
la sierra de Famatina en La Rioja y de San Luis (Sato et al., 2003).

Se admite para el ciclo una primer etapa de actividad tectónica, con la


denominación de Famatiniano s.str. o Fase Oclóyica, de intensa actividad en el
Ordovícico inferior-medio, y una etapa final o Fase Chánica, ocurrida en el
Devónico.

La actividad fuera del eje orogénico, fue acompañada en amplias extensiones del
país por la depositación de sedimentos, desde el noroeste del país, hasta la zona
costera de la provincia de Santa Cruz.

Ciclos orogénicos Gondwánico y Andino


Ambos ciclos están relacionados con etapas de intensa actividad convergente en el
borde continental sudamericano y construyeron, respectivamente, las unidades
orográficas denominadas Cordillera Frontal (Gondwánico) y Cordillera Principal
(Andino).

Fuera del eje andino y a lo largo de toda su extensión, tuvieron desarrollo,


principalmente en el Terciario, potentes coberturas sedimentarias de antepaís.
Características especiales se observan en la Patagonia extra-andina, asiento de un
Plateau ignimbrítico-riolítico jurásico y numerosas mesetas basálticas terciarias.

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