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En una escala de 1 a 10, por ejemplo, se evalúa cada riesgo frente a un conjunto de
factores que suelen ser algo así como la probabilidad de ocurrencia, la gravedad de la
ocurrencia y la probabilidad de que se detecte la ocurrencia.
En el ejemplo anterior, podemos clasificar los riesgos de ejemplo como: mango roto (2
madera empleada, 9 inservible, 8 pequeñas fisuras no detectadas); la cabeza del martillo
se desprende del mango (4 pude suceder si la madera se contrae, 9 entraña un peligro y el
martillo queda inservible, 1 fácil de detectar).
Clasificamos los riesgos para ver cuáles son aceptables y cuáles son inaceptables.
Podemos usar una tabla para comprar resultados o multiplicar los tres números
obtenidos para cada riesgo con el sistema de numeración anterior y tener
una clasificación de cuáles son los riesgos más importantes.
Siguiendo el ejemplo, tendríamos: mango roto 114; cabeza del martillo desprendida 36.
Aunque la peligrosidad de que se escape la cabeza del martillo es mayor, como es fácil
de detectar, el resultado numérico es el más bajo.
Toma de decisiones
Una vez que conocemos y entendemos mejor los riesgos, podemos determinar qué
acciones vamos a llevar a cabo. Estas acciones pueden ser medidas para reducir o
eliminar los riesgos o no hacer nada porque la posibilidad de ocurrencia sea baja y
pueda arreglarse fácilmente si ocurriese.
Esta metodología es fácil de usar una vez que comprendemos cómo llevarla a la práctica
y nos ayudará a asignar recursos para la reducción de riesgos y un contexto a la hora
de abordar los riesgos, comenzando por los más críticos en primer lugar y así
sucesivamente.
II
Establecer el contexto:
El tamaño y la estructura organizativa.
La actividad está diseñada para ser llevada a cabo por la organización, en ella
se desarrolla la situación en la que cada riesgo se describe en términos de lo que
podría suceder y las causas, tanto internas como externas de la organización, que han
dado lugar a los riesgos, así como los procesos existentes que pueden prevenir,
solucionar o mitigar los riesgos.
Este proceso registra los riesgos en un Programa de Riesgos y Oportunidades que forma
parte integral del Sistema de Gestión de la Calidad.
Tratamiento de riesgos:
En este paso se explica las opciones que existen para tratar el riesgo que se ajusta a
las siguientes categorías:
Evitar el riesgo.
Cambiar las consecuencias.
Beneficios y costes.
Seguimiento y revisión: