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Yo Creo Vos Sabes Retoricas Del Creer en
Yo Creo Vos Sabes Retoricas Del Creer en
algo ya establecido? Los autores de esta obra nos presentan un sistema corre-
lacionado de estudios que, en su conjunto, propone delinear una modalidad
prometedora de aproximación a este problema. tratan en efecto la creencia
como una modalidad cognitiva que sirve a la vez como fundamento de un
saber y como una adhesión personal (e interpersonal) a la parte o al todo del
universo simbólico de un grupo. la creencia se convierte, de este modo, en la
airmación de uno entre muchos mundos posibles, en un acto a la vez indivi-
dual y contingente, inmerso en el lujo de la credibilidad, que funciona como
vía de comunicación dentro de un colectivo social.
Esto ofrece dos ventajas básicas para cualquier estudio de la creencia
desde una perspectiva cientíico-social. En primer lugar, vincula un estado
o una actividad subjetiva no solamente con un sistema cognitivo y simbólico
más amplio, sino también con los procesos intersubjetivos de la vida social.
Y, más aún, lo hace de manera tal que convierte dicho vínculo, más que en
un postulado explícito o en una vaga presuposición, en una pregunta abierta
para el investigador. desde esta posición aventajada, cada estudio de caso
muestra cómo el vínculo en cuestión tiene lugar en un contexto situado y hasta
que punto es un resultado parcialmente previsto o surgido de la interacción
humana de los agentes. La estructura misma del libro releja y refuerza este
acercamiento ecléctico, multidireccional y dialógico.
En segundo lugar, estos estudios –y la conclusión que pone a todos ellos
en contexto– proponen que comencemos a centrar nuestra atención en la
creencia como actividad práctica. es así como la creencia es externalizada y
puesta en actividad a través de la narración. Así como lo hacen los narradores,
también nosotros reordenamos los detalles en una forma hipertextual, ligán-
dolos tanto a la particularidad de nuestras vidas como a redes más amplias de
símbolos, hasta el punto de llegar a inscribirnos a nosotros mismos y a nues-
tras audiencias en la trama del relato. Por medio de nuestra actividad narrativa,
tendemos un puente que salva la brecha entre los mundos reales y los mundos
posibles. Para mi modo de ver, esta dinámica trae aparejadas consecuencias
de especial relevancia, capaces de producir un efecto potencialmente saluda-
ble dentro del mundo académico, no solamente en el ámbito del Folklore sino
también en una amplia gama de campos y de actividades. Su impacto será
sentido en los estudios de temas marginales o estigmatizados, tales como los
que abordan algunos de los autores, que se ocupan, entre otros aspectos, de
curaciones logradas por intervención de fuerzas sobrenaturales o del avistaje
de ovnis. al prestar atención a las diversas maneras mediante las cuales in-
dividuos de diferentes posiciones sociales elaboran y comunican narrativas de
16 MaRía inés PalleiRo
Ryan J. cook
departamento de antropología. loyola university. chicago
Setiembre de 2007
Traducción de María Inés Palleiro
INtROduCCIóN
El archivo de materiales
Todos los trabajos que conforman esta obra, en efecto, tienen en común
la relexión sobre las creencias desde diversos ángulos y campos disciplinares.
De esta forma, hemos conigurado un archivo de materiales esencialmente
heterogéneo.
cuando hablamos de archivos, evocamos en nuestra mente un conjunto
de signiicaciones que tienen que ver con lo antiguo, asociado en el lenguaje
común con lo viejo; más aún si se trata de una disciplina como el Folklore
que, según la “vieja” deinición de Thoms, se dedica al “estudio de los usos…
de los tiempos antiguos” (1846:34). La misma tradición anticuarista que dio
origen al Folklore parece entonces inscribir su objeto de estudio dentro de un
YO CREO, VOS ¿SABéS? 21
los distintos archivos, para los que se proponen distintos itinerarios de acceso,
alrededor del eje también lexible y complejo de las creencias.
dimensiones de análisis
las contribuciones individuales están ancladas en un marco general
relacionado con el estudio de la construcción discursiva de las creencias, en
distintas dimensiones de análisis. tales dimensiones no son excluyentes entre
sí, sino que se entrecruzan y superponen de forma dinámica.
una primera dimensión propone una lectura de los trabajos orientada a
indagar en la forma en la que los universos de creencias ponen en discurso
problemas vinculados con identidades sociales. como hemos planteado ante-
riormente, los mundos posibles que los relatos construyen ponen en juego la
adscripción directa o indirecta de sus narradores a ciertos grupos de perte-
nencia y los vínculos con otros grupos en un contexto cultural más amplio. en
este sentido, nos referimos a la construcción discursiva de las creencias como
dispositivos que recrean, en un plano iccional, aspectos relacionados con di-
námicas endo y exogrupales cotidianas propias de la experiencia histórica.
Otra de las dimensiones de análisis tiene que ver con la actuación o per-
formance. En este caso, privilegiamos la construcción estética del mensaje en
el acto de enunciación, orientado a lograr una adecuada recepción por parte de
la audiencia. en esta dimensión, nos interesa remarcar los mecanismos de arti-
culación de las creencias en mensajes narrativos, en relación con modalidades
de adhesión a ciertos mundos posibles. Para ello, enfocamos la mirada tanto
en las prácticas entonacionales como en las estrategias gestuales y mímicas
empleadas como recursos que permiten la “corporización” de las creencias
para asegurar la forma eicaz de su comunicación.
una tercera dimensión está dada por el debate en torno al status de reali-
dad de las creencias. tal dimensión apunta a la discusión de la legitimidad de
ciertas manifestaciones narrativas de las creencias en contextos socioculturales
determinados, y de su lugar en el universo de la ciencia y el conocimiento.
Esta dimensión se orienta entonces a la relexión del signiicado que los in-
terlocutores nativos otorgan a ciertos tópicos narrativos, en contraste con los
usos populares –e incluso académicos– de las creencias, con sus connotacio-
nes habituales, que remiten a un conocimiento falso, pobre o mediado por la
superstición.
Otro aspecto de interés es el carácter ejemplar que se trasmite en la
representación narrativa de las creencias. nos referimos en este punto a la
26 MaRía inés PalleiRo
1
la grafía del lexema enxemplum sigue la forma etimológica del español medieval, que
agregó una nasal al vocablo latino exemplum, para posteriormente castellanizarlo bajo la forma
enxemplo que aparece en manuales de predicatoria medieval.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 27
Mapa de lectura
Producido a partir de búsquedas heterogéneas, corpus variados, estilos
diversos de escrituras, este libro no puede ser leído con un recorrido único,
desde un marco teórico unívoco, para su aplicación en casos concretos. nues-
tro trabajo no es unidireccional, sino que se dispersa y se despliega en varios
caminos. De ahí que propongamos encontrarnos, entre nosotros, con el lector,
con los lectores, en las encrucijadas, en los trayectos largos, los rincones, los
atajos y hasta en los senderos sin salida.
no nos enmarcamos en una teoría determinada ni aplicamos conceptos.
sí abrimos lugares a ideas, deconstrucciones, pensamientos, y a otros modos
de ver, de comprender, de buscar, de hacer y de decir.
la teoría nos ayuda a comprender y a decirnos, en un entramado amplio,
complejo y diverso. Creemos en la teoría porque creemos en las palabras. Y
trabajamos con palabras que se cruzan en todas partes, en un recorrido de las
lecturas a las escrituras, de las entrevistas a las conversaciones informales, y
las reuniones de grupo que abren y sedimentan discursos y silencios.
Pensamos el libro como un objeto cientíico a la vez que literario (com-
puesto de letras, de palabras), producto de un trabajo grupal, como cierta
textualización posible de ideas y discursos. Pensamos el libro como cruce de
voces: de las nuestras, de las de otros textos, de los lectores y de nuestros inter-
locutores en el campo. Este campo es también un cruce de voces, de horizon-
tes, de expectativas. de este modo, pretendemos un trabajo integral en torno
al eje de “las creencias y los mundos posibles”, y no tan sólo una sumatoria de
trabajos individuales. Buscamos, así, darle a la teoría un lugar en el despliegue
discursivo, aunque este no sea de un orden de mayor generalidad, que debe
ser justiicado o contrastado por los ejemplos singulares. En otras palabras, la
teoría no es para nosotros la abstracción de un conjunto de casos, sino un juego
de lenguaje diferente que ofrece ciertas posibilidades particulares al análisis,
al diálogo y a la comprensión.
El libro consta principalmente de tres partes que, como se dijo, el lector
podrá recorrer a su manera. una sección la constituye la presente introduc-
ción, que muestra los objetivos, preguntas, temáticas y contenidos del libro. A
continuación se encuentran los diferentes artículos. al internarse en la obra,
el lector podrá comenzar por cualquiera de ellos. A partir de su recorrido, y
tomando en cuenta las referencias al pie de página, se encontrará con numero-
sos enlaces hacia la sección de “Itinerarios conceptuales”, que es la última de
las tres partes mencionadas. estos itinerarios consisten en recorridos basados
28 MaRía inés PalleiRo
El archivo de relatos
Primeramente, trabajaré con un corpus de base constituido por dos relatos
con el mismo título “Juan catorce”, referidos por distintos narradores y con
recorridos narrativos diferentes. Estos relatos que provienen de mi trabajo de
campo del año 1987 en la provincia de La Rioja (Argentina), fueron narrados
respectivamente por Ariel Sotomayor, de 16 años, en la localidad de Amus-
china (departamento san Blas de los sauces) y por andrea cerda, de sólo
11 años, en la localidad de Chilecito. La confrontación contrastiva de estos
relatos me permitirá advertir algunos mecanismos de transformación de los
*
doctora en letras. sección Folklore del instituto de ciencias antropológicas de la uni-
versidad de Buenos aires. investigadora del conicet. e-mail: inespalleiro@gmail.com
**
Algunos aspectos de este artículo fueron desarrollados en una ponencia inédita presen-
tada al VII RAM (Reunión de Antropología del MERCOSUR) de Porto Alegre 2007.
32 MaRía inés PalleiRo
delimitaciones conceptuales
considero la creencia como una modalización de la “certeza” (greimas
& Courtès 1982). La modalización consiste en una operación relativizante,
que expresa un posicionamiento del sujeto con respecto a un estado de cosas
cuyo valor de verdad se sostiene a partir de una adhesión personal o interper-
sonal.1 caracterizo el relato folklórico como una manifestación narrativa de
la identidad cultural de un grupo. a partir de esta caracterización, me interesa
investigar la gravitación del universo de creencias colectivo en el proceso cons-
tructivo de un archivo de relatos folklóricos. en dicho proceso constructivo,
apunto a destacar las operaciones de desdoblamiento utilizadas por el narra-
dor para crear un “mundo posible” iccional. Este “mundo posible” del relato
funciona como duplicación analógica del universo de referencia real, del que
se distancia en mayor o menor medida de acuerdo con el grado de elaboración
poética. Tal elaboración se produce mediante las operaciones de desdoblamien-
to, transformando el texto en un discurso regido por relaciones secundarias.
1
en este sentido, cabe destacar además la estrecha vinculación entre creencia, conoci-
miento y representaciones culturales, señalada inteligentemente por cook (2004).
“Juan catoRce”: la constRucción discuRsiva... 33
2
Es así como Aristóteles destaca la universalidad de la poesía, que se ocupa de lo que
“puede suceder”, en contraste con la dimensión de la historia, que se ocupa de lo efectivamente
ocurrido. Esto lleva al ilósofo a airmar que la poesía es entonces más universal y ilosóica
que la historia. Algo similar ocurre con el universo de las creencias, situado en el horizonte de
lo posible. Relaciono de este modo en mi análisis esta dimensión modalizada de la poesía –que
la sitúa en una dimensión relativizante que en términos aristotélicos podría ser deinida como
un enunciado de posibilidad– con el proceso de construcción discursiva de mundos posibles.
34 MaRía inés PalleiRo
3
Conviene recordar que el motivo constituye la unidad narrativa mínima del nivel temá-
tico, cuya combinación más o menos estable con otros llega a conigurar un “tipo”.
“Juan catoRce”: la constRucción discuRsiva... 35
4
Para una profundización del problema de las interrelaciones entre las categorías de “icción”,
“historia” y “creencia” en el relato folklórico, véase Palleiro (1992 b). Realizo allí un análisis de este
mismo testimonio de córdoba, en su confrontación contrastiva con otros “cuentos” y “casos” de tra-
tos con el diablo de mi archivo de narrativa folklórica, para poner de maniiesto la gravitación de la
creencia en el proceso constructivo de los distintos relatos. en este trabajo, esbozo la línea de investi-
gación surgida a partir de las Conclusiones de mi Tesis de Doctorado, que orienta mi trabajo posterior,
dedicado a la edición crítica de las distintas piezas de mi archivo. un análisis de estos materiales,
relacionado con el discurso de la imagen, fue publicado en mi artículo “la salamanca de Marino
córdoba: narración y autoría en un discurso visual”, incluido en Fischman y Hartmann (2007).
40 MaRía inés PalleiRo
clásica hasta nuestros días5. entonces, el análisis del relato “Juan catorce”,
en su confrontación intertextual con otros discursos orales y literarios, me ha
permitido identiicar la presencia de una “retórica del creer” que tiene que ver
con el universo de representaciones culturales colectivas, elaboradas por el
narrador ariel sotomayor con la impronta de su estilo individual.
5
en el Quijote de cervantes, por ejemplo, el “pozo” es reemplazado por una “cueva”,
la de Montesinos, por la que el héroe desciende a las profundidades del mundo inferior con
la ayuda de una “soga”, similar al “correón” mencionado en el relato de sotomayor. entre las
múltiples reelaboraciones literarias de este tópico, cabe mencionar, en la literatura hispano-
americana la de Zorro de arriba, zorro de abajo, de José María Arguedas y, en el discurso
fílmico, la de la película En compañía de lobos, de Neil Jordan, analizada en Palleiro (2005),
entre otras tantas. Este juego de conexiones intertextuales pone de maniiesto la inluencia de
la oralidad folklórica en la literatura de las más variadas latitudes y períodos históricos, que
se vale de fuentes folklóricas para su reelaboración estética con el sello individual de cada
autor. También los narradores folklóricos imprimen su marca personal en la articulación de
sus relatos, mediante el manejo de recursos estilísticos.
6
Para una profundización del concepto de “repertorio”, véanse Palleiro (2002) y Palleiro
(2006).
“Juan catoRce”: la constRucción discuRsiva... 41
7
en un trabajo siguiente, analizo la conexión intertextual de este relato con la leyenda
urbana de “el gigante del once” de Buenos aires, a partir de la presencia de un protagonista
de tamaño y fortaleza desmesuradas. destaco asimismo el vínculo con el personaje del golem,
de la tradición judía, resigniicado en el contexto porteño. Para una interesante relexión acerca
de la recreación de matrices folklóricas en contextos globalizados, véase Díaz Viana (2004)
44 MaRía inés PalleiRo
General francesa en tiempos de Napoleón (Nisard 1864 cit. por Cantel 1993).
se trata de escritos registrados en cuadernos o “folletos” de pocas páginas,
impresos en rústica con un papel grueso y a menudo de escasa calidad. En el
nordeste brasileño, los folhetos eran impresos por lo general en las mismas
imprentas del sertão o hacienda. Los opúsculos, en verso –o, con menor fre-
cuencia, en prosa–, tenían una organización propia, distinta de la del libro or-
dinario. Se empleaba en ellos un portugués coloquial, con faltas de ortografía
y aún con errores de redacción.
la literatura de cordel nordestina está inspirada por la caatinga y por la
vida dura de los sertanejos nordestinos, asociados con os cangaceiros. los
cangaceiros son “hombres políticos”, devenidos en arquetipos heroicos de
valores populares con una ética propia (Cantel ibidem). Muchos de los prota-
gonistas de los “cantares” registrados en estos folhetos, como el del Lampeão
que ahora me ocupa, llegan a conigurar ciclos que cantan sus aventuras y sus
glorias en este y en el Otro Mundo. Presentan una inspiración mesiánica que
llega a incluir no sólo sus proezas en vida sino también sus viajes al cielo y
al inierno, y aún su canonización popular. Tales personajes arquetípicos son
héroes errantes, en conlicto con la justicia, que van de fazenda en fazenda,
protagonizando aventuras en las cuales su valentía los lleva a un enfrentamien-
to con el orden instituido, en defensa de una justicia de los oprimidos que los
coloca en la posición mesiánica de profetas populares.
El citado Cantel vincula tales arquetipos con héroes medievales como el
Roland francés, protagonista del poema épico la Chanson de Roland, inspi-
rada en una doble vertiente, culta y popular. Este estudioso sostiene que esta
gesta medieval inspiró a los poetas populares nordestinos, y señala incluso
el uso de términos referidos a héroes de la gesta francesa en los folhetos
brasileños, documentados también por Câmara Cascudo (“Você falou-me en
Roldâo/ Conhece dos Cavaleiros/ dos Doze Pares de França/ dos destemidos
guerreiros…”). establece asimismo un paralelo entre las gestas medievales,
inspiradas en la nostalgia del mundo feudal europeo, y el aliento épico de los
cantares del sertão. Destaca de este modo que las primeras, inspiradas en his-
torias de princesas y emperadores del mundo carolingio, y ambientadas en el
contexto regio de las cortes francesas del viejo Mundo, tienen una modalidad
de composición que combina elementos de la historia medieval con motivos
folklóricos. los cantares de los cangaceiros nordestinos, asimismo, articulan
aspectos históricos del contexto rural brasileño con motivos folklóricos presen-
tes en la saga medieval, tales como la fuerza descomunal y la invulnerabilidad
sólo afectada por la traición. estas características se corresponden también con
“Juan catoRce”: la constRucción discuRsiva... 47
las del héroe folklórico de los relatos orales recogidos por mí en el contexto
argentino, cuyas vinculaciones entre el contexto histórico local y los motivos
folklóricos, he señalado más arriba. la autoría de estos textos narrativos ver-
siicados, compuestos en sextillas octosilábicas con acompañamiento musical
“de viola”, y registrada luego por escrito, es atribuida a un “grupo de cantores”
entre los cuales câmara cascudo menciona a inácio da catingueira, Romano
do Teixeira, Bernardo Nogueira, Fabiâo das Queimadas y Manuel Cabeceiro,
sin consignar la autoría personal de cada cantar, ni anota datos especíicos
sobre la performance de cada uno.
Me centraré aquí en dos segmentos de la saga de estos cangaceiros,
clasiicada por Câmara Cascudo dentro del “ciclo social” de “cantoría”. Este
ciclo se caracteriza por tener como protagonistas a los cangaceiros do sertão
brasileño, que tienen como rasgos distintivos, al igual que el de “Juan Catorce”
del contexto argentino, la valentía, la fuerza, el ingenio y el coraje personal,
que los lleva a emprender proezas extraordinarias. De modo similar a lo que
ocurre en las versiones argentinas, la estrategia retórica fundamental es el
manejo del recurso de la hipérbole, y la estructura compositiva se basa en la
acumulación episódica de acciones que corresponden a hazañas o “pruebas”
que el héroe logra superar gracias a sus habilidades.
a diferencia del personaje folklórico Juan catorce, tanto virgolino como
Antônio Silvino son, al igual que don Nazario Cerda, personas de existencia
histórica. la saga de los cangaceiros se entrelaza ciertamente en los cantares
con hechos históricos concretos, como el ataque del Lampeão a la localidad
de Mossoró.8 todos estos hechos aparecen mencionados en los cantares, en
los que la dimensión histórica se entreteje con la matriz folklórica de “El
hombre forzudo”, para dar lugar a la narración en verso de “pruebas” o haza-
ñas descomunales. tales hazañas van desde el enfrentamiento del Lampeão
con la policía en el ámbito terrestre y en la dimensión histórica del sertão, al
enfrentamiento con el mismo diablo en el ámbito sobrenatural y en la dimen-
sión mítica del Purgatorio y del Inierno, que guarda algunas similitudes con
la versión argentina del descenso de Juan catorce al inframundo. esta hazaña
tiene como intertexto la saga de su “colega” Antônio Silvino, quien también se
8
câmara cascudo documenta en efecto la existencia histórica de este ataque, ocurrido
el 13 de junio de 1927, cuando “os cangaceiros viajabam a cavalo”, como así también la
devoción popular en el cementerio de la misma localidad, luego de su muerte. documenta
también la prisión de Antônio Silvino en la penitenciaría de Recife, en el año 1914, seguida
de su indulto en 1937.
48 MaRía inés PalleiRo
enfrenta con los “soldados” en un contexto histórico concreto, tal como relata
la voz del cantador (Assim como sucedeu/ ao grande Antônio Silvino… / no
ano da vinte… [se enfrentó] con a força de Policía …” a la cual desafía en un
discurso directo en primera persona: –“Foi inimigo,/ mato… /nâo pregunto a
quem…”). Resulta evidente aquí la presencia de la dimensión histórica, dada
por la mención concreta de los enfrentamientos y subrayada por la introduc-
ción de datos cronológicos. de modo similar, antônio silvino, en un discurso
en primera persona atribuido a su propia voz, reiere al primer enfrentamiento
con las fuerzas del orden, a la edad de quince años (“Com quinze anos eu fui/
cercado a primeira vez/… vinham quatorze paisanos/ desees inda matei seis…
dez soldados…”). Nótese en esta cita la acumulación de datos numéricos que
acentúan el efecto de realidad del discurso narrado.
la fuerza del accionar de los cangaceiros traspasa, como ya anticipé, la
esfera del mundo terrestre y, al igual que en la versión de “Juan Catorce” de
ariel tomás sotomayor, se extiende en la saga de antônio silvino al ámbito
de lo sobrenatural: “cai uma banda do céu/ seca uma parte do mar/ o purga-
torio respria/ vê-se o inferno abalar… / As almas deixam o degrêdo, /corre o
Diabo com mêdo / o céu Deus manda trancar…”. el mismo enfrentamiento
con el diablo, guarda una clara analogía con la versión de Sotomayor, en la que
también es la valentía del héroe lo que le permite salir victorioso. Como bien
apunta câmara cascudo, este motivo está unido, en la saga de silvino “rei do
sertão”, al tópico del desafío al diablo, propio de la payada de contrapunto.9
Resulta evidente aquí el entramado textual entre la historia de los conlictos
con la policía en el sertão y la dimensión mítica del enfrentamiento con dios
y con el diablo en un ámbito sobrenatural.
el vínculo de semejanza entre ambos cantares es reconocido por el mismo
cantor, que inicia la relación de la saga del Lampeão a partir de la ya citada
comparación analógica con la de antônio silvino (“Assim como sucedeu/ ao
grande Antônio Silvino/ sucedeu da mesma forma / com Lampeão Virgoli-
9
este estudioso documenta al respecto la presencia de dicho tópico en obras tales como
el Santos Vega, basado en la leyenda folklórica del payador que reta al diablo a vencerlo en
una payada. a este personaje del folklore argentino, cantado, entre otros, por Rafael obligado
(1815-1920), en versos octosilábicos, se le atribuye el haber desaiado a una payada de contra-
punto al mismo diablo. en el poema de obligado, es vencido por el “forastero” Juan sin Ropa,
considerado por la crítica no solo como personiicación metafórica del demonio, sino también
como un símbolo del progreso técnico que dejó atrás a la cultura del gaucho y de los payadores.
Para un estudio actualizado sobre la payada y la performance de los payadores en la argentina,
véanse los trabajos de Ercilia Moreno Chá, además de los ya clásicos de Lehmann-Nitsche,
citados por câmara cascudo.
“Juan catoRce”: la constRucción discuRsiva... 49
10
Resultan atinadas al respecto las observaciones del citado Câmara Cascudo, quien
apunta que, en la igura del cangaceiro, “o sertanejo não admira o criminoso mas o homen
valente”, dado que “todos os cangaceiros são dados como vítimas da injustiça …” en un sertão
en el que “…os habitos sociais…” anteriores a 1911 estaban signados por “a herança feudal”
que “pesava como uma luva de ferro” y donde la gente se “defendia a mão” y “os fazendeiros
perdian o nome da familia”. en ese contexto eran frecuentes las “guerras de familia” en un
ámbito violento de “ferocidades imprevistas e completas” en el que surgían héroes y santos
“canonizados pelo povo”, capaces de enfrentar el poder de los patrones y de desaiar al mismo
diablo, de acuerdo con un sentido de justicia basado en una ética propia, reivindicada por el
pueblo y plasmada en el discurso de los cantadores que celebra las sagas de estos héroes y
santos populares. Muchos de estos aspectos están presentes, en efecto, en los cantares aquí
considerados, como aspectos diferenciales del ciclo.
50 MaRía inés PalleiRo
A modo de conclusión
la confrontación contrastiva de narraciones orales y escritas puso de
maniiesto los itinerarios de dispersión de una misma matriz narrativa en
contextos y canales enunciativos diferentes, así como permitió evidenciar la
impronta de cada narrador en la elaboración estilística del recorrido particular
de distintos relatos. Las diferencias de género discursivo entre la narrativa en
prosa y la narración versiicada, unidas a la distinción entre “cuento” e “histo-
ria” inciden también en la modalidad de coniguración estilística de la matriz
narrativa. Tal distinción tiene que ver con el mayor o menor grado de elabo-
ración iccional del enunciado, que crea una tensión dinámica entre icción y
realidad. los marcos contextuales relacionados con las creencias colectivas
gravitan de manera decisiva en la organización de los relatos y dan lugar a
conexiones intertextuales con esferas de discurso diferentes.
“Juan catoRce”: la constRucción discuRsiva... 51
diante esta retórica, la fuerza física y el ingenio del protagonista, que le sirven
para superar las “pruebas”.
La misma matriz es resigniicada en el contexto nordestino, con un sesgo
diferencial vinculado a la cultura del sertão brasileño. se mantiene la exalta-
ción de la valentía del héroe, trabajada también aquí a través del recurso de
la hipérbole, unida a un juego polifónico entre discurso directo y discurso
indirecto. El manejo de este recurso le sirve para presentar al héroe como un
paradigma hiperbólico de la justicia que desafía a un orden social opresivo,
donde la valentía del cangaceiro minimiza su criminalidad, legitimando tal
acción en un contexto hostil.
las transformaciones del relato “Juan catorce” en boca de distintos
narradores, y su confrontación intertextual con “historias” locales reveló la
permeabilidad de las matrices folklóricas para la incorporación de variaciones
vinculadas con el contexto histórico, social y cultural del grupo, trabajadas
por cada enunciador con una impronta personal. Parte del virtuosismo para la
performance estética de cada uno de los narradores consiste en su competencia
en el dominio de las convenciones de cada género, puesta de maniiesto en
hechos concretos de actuación narrativa ante una audiencia. tal virtuosismo
les permite elaborar estéticamente elementos constitutivos de la identidad
diferencial del grupo, en contextos y canales diferentes.
Agradecimientos
un agradecimiento especial a nico conti por sus aportes acerca de las
vinculaciones entre Folklore y fenómenos no ordinarios.
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“Juan catoRce”: la constRucción discuRsiva... 55
APÉNdICE
“JuAN CAtORCE”
Que había una vez un chico que le decían en la escuela que el padre andaba
robando una yegua.
Y que iba a la escuela, y que los chicos le hacían burla que el padre de él andaba
robando yeguas. Y que él les pegaba, a los otros chicos.
Y después, él leha venido a decir al padre que si era cierto que robaba una yegua,
y él ha dicho que sí, porque ellos eran pobres, que no tenían con qué comprar leche.
Y diái, dice que él iba a rodar tierra pa’que pued’ alimentarse bien.
Y diái, que se ha ido.
Y que se llamaba Juan Catorce, el chico.
Y que ha ido, el Juan Catorce, y que ha encontrado un hombre arrancando ár-
boles.
Y diái, dice que le ha hecho una adivinanza, el Juan Catorce, al hombre. Y que
le dijo que si no la adivinaba, que se tenía que ir con él a rodar tierra.
Y que le ha dicho la adivinanza, que era: “Chiquitito como un ratón, cuida la
casa como un león”. Y que el hombre no la ha adivinado, y se ha ido con él a rodar
tierra.
Y que han ido por una parte, y han encontrado un hombre arando.
Y diái, le han hecho la misma adivinanza, y le han dicho también que si no la
adivinaba, que se tenía que ir con ellos a rodar tierra. Y diái, que el hombre no la ha
adivinado, y se han ido los tres.
Y ahí han ido; han ido, y diái, que han encontrado un puesto.
Y que ellos gritaban, y no contestaba nadie, en el puesto. Y que la puerta del
puesto estaba cerrada con un candado. y que el candado era lo que era la adivinanza,
nomás.
Y que han llegado, y diái justo parece que andaban pa’l cerro, los dueños del
puesto, nomás.
Y diái que ellos han hecho fuego, y estaban cocinando, y han ido a buscarlos a
los dueños, dos.
Y diái se ha quedado uno.
y diái ha salido un changuito, negrito y ruludito.
Y que le ha dicho al hombre que le dé la comida, y si no, lo va a hacer sonar. Y
que el hombre le ha dicho que no la iba a entregar. Y ha venido, y lo ha hecho sonar,
al changuito, el hombre, y le ha comido tooda la comida.
Y diái, se ha quedado otro, y los otros dos se han ido.
Y diái, también se le ha aparecido el negrito, y le le ha hecho lo mismo, le ha
quitado la comida.
Y diái, que la tercera vez, se ha quedado el Juan Catorce.
Y diái los otros dos se han ido, y diái quedó él, y diái, que le ha salido el negrito,
y diái le dice que le entregue la comida. Y que él le ha dicho que no la iba a entregar.
56 MaRía inés PalleiRo
Y ha ido pa’l’otra casa, el Juan Catorce, y la tercera chica le ha dicho que a ella
la cuidaba un negrito, ese al que él le ha cortado la oreja.
Que era un diablito, el negrito ése.
Y diái sale el diablito, y que él se ríe, porque ya lo ha conocido, que era el diablo
al que él le ha hachado la oreja.
Y diái, que el diablito dice: –¡Yo me vuá ir p’adentro, que le tengo miedo a ése!
–que dice el diablito.
Y diái que Juan Catorce se ha quedado con la chica, y que él le ha dicho que la
iba a hacer subir pa’donde ella vive, pa’l pago de ella.
Y que la ha llevado para el hueco, a ella, y que las ha buscado a las otras dos, y
que las ha llevado, también.
Y que los dos homres que habían quedado arriba, que le habían dicho al Juan
Catorce que cuando quiera que lo saquen, que les mueva el correón.
y bueno, lo ha movido al correón, y la ha hecho subir a la primera chica, y de
ahí, la ha sacado.
y la chica estaba contenta, ahí arriba.
Y diái, después la ha hecho subir a la otra, a la segunda.
Y después, a la más chica, a la shulca. Y que la shulca ha venido, y le ha dicho
que por la ayuda que le ha dado él pa’que la haa subir par’arriba, que le daba un pa-
ñuelito de virtú, “que es muy poderoso”, le ha dicho [En este segmento de discurso,
el narrador adopta una entonación más aguda y pausada, para reproducir la voz de
“la shulca”]
Y diái, le ha dicho que cuando él quiera cualquier cosa, que diga:-¡Pañuelito de
virtú, que Dios me dio, que me haga lo que yo quiera! [Para la emisión de este último
segmento de discurso referido, el narrador utiliza nuevamente un tono más agudo y
pausado, para la voz de “la shulca”]
Y diái que la otra hermana le ha regalado una espada, la espada de oro y que la
otra le ha regalado una vaina para la espada.
Y diái que ahí estaba una piedra de oro, grande así [El narrador extiende ambos
brazos y manos, separándolos enre sí, para indicar mediante este ademán el tamaño
de la piedra]
Y diái que cuando han subido todas las chicas, que ha movido el correón, el Juan
Catorce, pa’que lo suban a él también.
Y diái que los hombres lo han empezado a subir, y han calculado cuando el Juan
catorce estaba justo parado al lado del hueco, y ahí le han cortado el correón, y diái
él se ha caído par’ abajo.
Y diái que han atado la piedra, con el pedazo de correón que les quedaba, pa’ co-
rrerla, y así l’ han corrido, y han tapado la entrada al hueco que lleva al Otro Mundo.
Y diái que el Juan Catorce se ha enojado, y ha dicho: –¡Pañuelito de virtú, que
Dios me dio, que me haga un mundo más abajo! [El narrador emplea una entonación
más aguda y pausada para el segmento de discurso correspondiente a la voz de Juan
Catorce]
58 MaRía inés PalleiRo
Y diái que ha salido, el Juan Catorce, y que ha sacado un cuchillo que llevaba pa’
cortarle la carne al águila, y ahí nomás le ha cortado la otra oreja, al diablito.
Y diái, que le dice: –¿Transformate ahora mismo en un caballo, antes que te haga
sonar otra vez! –que le dice el Juan Catorce al diablito. [En el segmento de discurso
atribuido a la voz de Juan catorce, el narrador emplea una entonación más aguda y
aumenta al mismo tiempo la velocidad de emisión]
Y diái que ha ido, el diablito, y se ha transformado nomás en caballo.
Y que s’ iba mocho, ‘l caballo, porqu’el Juan Catorce lastenía a las orejas del
caballo, y le dice: –¡Largá bien el trote; si no te vuá hacer sonar! –que le dice al dia-
blito el Juan catorce.
y diái, se iban, al galope, nomás, el Juan catorce y el diablito.
Y que el caballo le decía que le dé las orejas: –¡Porque voy mocho!- que le dice
[El narrador emplea un tono de voz más grave y aumenta la velocidad de emisión para
reproducir la entonación suplicante del discurso del diablito]
Y después se iban, y han llegado al pago de él, del Juan Catorce.
Y que había bailes, ahí, y todo eso, en el pago.
Y diái han llegado, y se han ido a la casa de él, del Juan Catorce. Y ahí se ha
bajado, el Juan catorce, y le ha entregado las orejas; y diái se ha venido, el diablito,
de vuelta pa’l Otro Mundo.
Y diái ha llegado, Juan, y ahí estaban las chicas ésas.
Que ya se habían casado, las otras dos, y que a él le ha quedado la shulca.
Y diái ha venido, él, y dice que otros changos andaban queriendo casarse con
la shulca.
Y dice que la shulca había dicho que el que le desenvaine la espada ésa, que se
iba a casar con ella.
Que la espada había quedado pegada en la piedra, nomás, la que tapaba el hueco
pa’entrar al Otro Mundo.
Y dice que los otros no la podían desenvainar.
Y diái que ha venido el Juan Catorce.
Que se había vuelto muy viejo, el Juan Catorce, de tanto estar ahí, en el Otro
Mundo.
Y diái que ha venido, y que la ha desenvainado, a la espada.
Y diái que los otros changos que estaban ahí con él, que le han quitado la vaina.
Y que él la tenía, a la espada, pero sin la vaina. Y que los otros changos, que gritaban:
–¡Yo la he desenvainado! [El narrador emplea una entonación más grave y aumenta
la velocidad de emisión para reproducir el discurso directo atribuido a la voz de “los
changos”]
Y que la chica ha visto que los changos esos que gritaban, que le han quitado
la vaina al viejito. Y ha ido, y ha dicho que no, que el viejito era el que la ha desen-
vainado.
Y diái que el viejito ha sacado el pañuelito ese que le ha dado ella, y se ha lim-
piado la nariz.
60 MaRía inés PalleiRo
Y diái que la chica lo ha conocido al pañuelito, y que dice: –¡Ah, usté era el que
me ha sacado del hueco!
–¡Sií! –dice él.
–¿Y por qué está tan viejo?
–¡Yy, los años que pasan! –que ha dicho él.
Y diái, que le dice la chica: –¿Y cuándo se va a casar?
–¡Yy… no sé! ¡Estoy muy viejo! –que le dice él.
Y diái, que la chica ha dicho: –¡Pañuelito de virtú, que Dios le dio, que le haga
lindo, ya, jovencito, y todo! [Durante el transcurso del diálogo anterior, el narrador
utiliza un tono de voz más grave y pausado para la voz de Juan catorce; uno más agu-
do, para la de la chica; y una entonación no marcada, para la del narrador general]
y diái se ha hecho lindo y jovencito, y todo, nomás, el Juan catorce.
Y que ahí nomás se han casado, los dos, el Juan Catorce y la shulca.
Y que han hecho una iesta grande, con bailes y todo eso.
Y diái que se han quedado todos festejando, en el pago, allá, y diái yo me he
venido para acá.
Clasiicación tipológica: Tipo No. 301, “The three stolen princesses”: 1) Superna-
torual origin: the hero has a supernatural origin and strenght –sometimes, he is the
son of a bear. 2) The descent: with two extraordinary companions, he comes to a
house in the woods whose owner is a monster. This monster punishes the companions,
but is defeated by the hero. The hero is let down through a well into a lower world. 3)
Stolen maidens: in the lower world, there are three princesses, stolen by a monster.
The hero goes to rescue them. 4) Rescue: in the lower world, the hero ights with the
monster and rescues the maidens. The maidens are pulled up by the hero’s compan-
ions, and stolen. 5) Betrayal of the hero: he himself is left below by his treacherous
companions, but he reaches the upper world through the help of a bird to whom he
feeds with his own lesh. 6) Recognition: he is recognized by the princesses when he
arrives on the wedding day, by presenting rings, or sending his dogs to steal from
the wedding fesat, or by presenting a magic sword. He punishes the impostors, and
marries one of the princesses.
CuANdO LAS CREENCIAS ExPRESAN uNA MOdALIdAd
dE CONOCIMIENtO: NARRAtIvAS OvNI, “LuCES MALAS”
y PROyECtOS CIENtÍFICOS
PatRicio PaRente*
1
Por ejemplo, en Argentina también encontramos las denominaciones de “farol de cam-
po” o “buenas compañeras”, y en diferentes regiones del globo una amplia gama de términos
adjudicados a esta clase de tópico narrativo cuya variedad, en líneas generales, está basada
en los lugares de observación (“luz de Mafasca”, “luz del Pardal”, etc.) o en la apariencia y los
comportamientos atribuidos (“luz mala”, “el farol”, mães de ouro, Jack o’ Lantern, etc.).
naRRativas ovni, “luces Malas” y PRoyectos cientíFicos 65
2
Para un examen en profundidad de la actitud interpretativa diferencial respecto de los
relatos de luces, que excede el propósito de este trabajo, deberíamos también tomar en cuenta
los estudios etnográicos e históricos del área sobre la forma de explotación económica y el
borramiento oicial de pertenencias indígenas (Escolar 2004), y atender a la vez al contexto
actual de la extracción minera.
66 PatRicio PaRente
vimos una luz roja y verde en aquella dirección [hacia el norte] y nos detuvi-
mos… yo prendí las balizas y le hacíamos… le prendíamos y le apagábamos
las luces del camión para ver que… que es, y en un momento dado, fue ahí
que se nos vino encima.
La irrupción de lo extraordinario
Dentro de la variedad de relatos “tradicionales”, que aquí identiicamos
como aquellos que presentan una ausencia marcada de las huellas de sus
autores concretos, encontramos los que narran los encuentros con el diablo,
cuyo escenario por excelencia comprende lugares aislados, como ser carreteras
y encrucijadas de caminos (Méheust en Cabria 2002). Asimismo, entre los
comportamientos endilgados a los aparecidos iguran la capacidad de emer-
ger sin motivo alguno ante el testigo, de no ser por el mero interés de “jugar”,
“platicar” o “asustar poquito” (Vergara Figueroa 1997:19).
naRRativas ovni, “luces Malas” y PRoyectos cientíFicos 67
3
en este aspecto, nos permitimos distanciarnos de los estilos marcadamente compara-
tistas utilizados por gran parte de la literatura ufológica popular (Vallée 1972), como de los
representantes de cierta línea de investigación folklórica (Ward 1977; Sanarov 1981, Sandell
1970) que han privilegiado la descripción de las regularidades temáticas de los relatos sosla-
yando la importancia analítica del contexto sociocultural en el que toman lugar.
68 PatRicio PaRente
4
de todas formas, en esta región pampeana y en Barreal, las narrativas no han sido recu-
peradas en el marco de una promoción turística. Para un trabajo centrado en torno a narrativas
OVNI que han sido naturalizadas y oicializadas como “platos voladores” por parte de ciertas
instituciones sociales, con objeto de promover un turismo esotérico en Capilla del Monte,
Provincia de Córdoba, véase el trabajo de tesis de Otamendi (2005).
5
En un trabajo previo, perteneciente a esta misma colección, hemos advertido que en
historias de encuentros con duendes toma lugar una tensión entre enunciados prescriptivos y
referenciales, que aparece de forma diferencial si es que los textos aparecen en soportes escri-
tos u orales, o si se coniguran como testimonios, cuentos y leyendas (Parente 2006). Para un
análisis de las distintas categorías en torno a las narrativas ovni (narrativas folk, literatura
de icción y testimonios) véase el tratamiento del debate entre Lagrange, Mèheust y Meurger
en cabria (2002).
naRRativas ovni, “luces Malas” y PRoyectos cientíFicos 69
6
el antropólogo, actualmente investigador del conicet (consejo nacional de investi-
gaciones Cientíicas y Técnicas), al momento que sitúa su experiencia se encontraba realizando
su indagación doctoral, que no estaba enfocada en la narrativa de luces sino en un estudio
histórico-etnográico de los procesos de re-etnización Huarpe y su relación con el Estado. El
trabajo de relexión de la experiencia tomó forma como una monografía presentada en un se-
minario de doctorado, y actualmente se encuentra una versión reelaborada y escrita en inglés
publicada en: http://www.earthlights.org/pdf/lights-in-calingasta-valley.pdf
70 PatRicio PaRente
7
el informe, elaborado por el Prof. erling strand, se encuentra disponible en: http://
www.hessdalen.org/reports/hpreport84.shtml
8
la cooperación entre el Østfold university collage y el consejo nacional de investi-
gación (CNR) italiano permitió la creación del Comité Italiano para el estudio del Fenómeno
Hessdalen (ciPH), la realización de congresos y simposios internacionales, intercambios
estudiantiles entre ambos países, y la creación de sitios web para difundir los resultados. Para
acceder a la historia del desarrollo del proyecto Hessdalen en su relación especíica con los
especialistas italianos, véase: http://www.itacomm.net/ph/2005_Hauge.pdf
72 PatRicio PaRente
…no existe duda alguna, a partir de los datos registrados, de que el fenómeno
posee características de auto-regulación desde el punto de vista energético, y
hasta ahora no es posible identiicar el mecanismo de origen natural que es
capaz de actuar espontáneamente con tal sorprendente eiciencia (teodorani,
2002).11
9
Según los cientíicos, los radares utilizados detectaron velocidades de hasta 30.000
km/h.
10
Conversación personal con Stelio Montebugnoli, Roros, Noruega, 19 de agosto de 2007;
y con David Akers, Hessdalen, Noruega, 20 de agosto de 2007.
11
A comienzos de los `70, en otro proyecto de monitoreo técnico ubicado del otro lado del
Atlántico, un físico airmó que se había jugado una especie de “juego” entre los investigadores
y los sucesos que pretendían dar cuenta.
naRRativas ovni, “luces Malas” y PRoyectos cientíFicos 73
12
De modo similar, Conti (en prensa) sugiere que la distinción efectuada por el discurso
cientíico entre “fulmini globulari” (“rayos globulares”) y “luci sismici” (“luces sísmicas”) pue-
de estar basada en una clasiicación arbitraria aplicada sobre un mismo tipo de manifestaciones
lumínicas. Más aún, la hipótesis del autor consiste en que cierto tipo de categorías, como los
“ignes fatui” (fuegos fatuos), de origen culto, son una reelaboración del folkore popular.
74 PatRicio PaRente
13
Aunque ambos cientíicos anunciaron la detección de señales extraterrestres mediante
sus estaciones experimentales, después se llegó a la conclusión que las mismas procedían de
fuentes naturales conocidas (Lemarchand 1992).
14
el proyecto seti en argentina ha comenzado sus primeras observaciones astronó-
micas en 1986, y hoy en día forma parte de un programa de cooperación internacional con
diversas instituciones cientíicas. El proyecto se encuentra radicado en el Instituto Argentino
de Radioastronomía, Berazategui, Buenos Aires, donde tengo previsto, a in de profundizar
este análisis, la realización de un trabajo de campo. Para más información, visitar el website:
http://www.iar.unlp.edu.ar/seti/
naRRativas ovni, “luces Malas” y PRoyectos cientíFicos 75
15
Entre ellas se incluyen: que la supuesta inteligencia pueda y quiera comunicarse; el uso
de una correcta estrategia de observación y elección de frecuencia; el logro de una sincronici-
dad que permita coordinar una transmisión y recepción simultánea; y inalmente, el problema
del reconocimiento del origen de la señal (lemarchand op. cit).
16
Para el autor, el hecho que profesionales de la salud compartan con ciertas religiones la
legitimidad otorgada a “curas milagrosas”, atribuidas a determinados personajes históricos, no
genera una contradicción, más bien, señala el acuerdo implícito entre distintos actores sociales
sobre la omnipotencia de un poder extra-ordinario que actúa por fuera de leyes naturales sin
representar ningún conlicto (Klass 1991).
76 PatRicio PaRente
sea evidente para “los otros”. Como airma uno de los investigadores, y tal
como hemos comentado más arriba, “ese medio existe, son las ondas electro-
magnéticas” (op. cit: 124). Un método para construir conocimiento que, en el
discurso de este proyecto cientíico, es representado como eicaz y por sobre
todo objetivo.
Ahora bien, sabemos que los hechos cientíicos no hablan por sí mismos,
puesto que su legitimidad es prescripta por los especialistas que, en calidad
de testigos coniables de los experimentos, los construyen dotándoles de sig-
niicado (Latour 1993) en un proceso de discusión y consenso (Popper 1977).
Es por eso que la evocación del carácter “universal” del método elegido para
llevar a cabo un presunto contacto, basada en la premisa de que existen leyes
naturales que actúan de forma independiente del arbitrio humano, dice poco
acerca del consenso necesario entre los especialistas que intentan construir
conocimiento en torno a este problema.
Primeramente, porque la decodiicación de una señal requiere de una
hermenéutica desarrollada por un grupo acotado de especialistas, formados en
ciertas disciplinas cientíicas y en un contexto especíico de actividades: el es-
pacio de sus prácticas de laboratorio. en tal espacio, como menciona lagrange
(2001), el programa SETI prioriza radiotelescopios que escanean un cielo muy
lejano y de forma extremadamente selectiva. además, siendo la sensitividad de
los detectores instrumentales algo limitada (y limitante), es difícil establecer
una decisión que determine de modo concluyente cuán desconocido puede
resultar el origen del mensaje recibido. No obstante, los textos que dan cuenta
del Proyecto asumen que los actores cientíicos, haciendo uso de medios técni-
cos y de un leguaje matemático, representan el papel de mediadores neutrales
y legítimos entre un mundo lejano y nuestra realidad humana.
Por otra parte, a pesar de los desalentadores resultados y las reconocidas
diicultades que afrontan los emprendimientos SETI, hasta hoy en día, salvo
algunos casos de excepción,17 sus miembros en general han desestimado la
verosimilitud de los testimonios oculares de luces y ovnis y soslayado, en
silencio, la importancia de las conclusiones de los especialistas de las ciencias
naturales que se han propuesto estudiarlos. Y esto parece estar basado, por un
17
Sólo un cientíico miembro del Proyecto SETI de Italia ha demostrado el suiciente
interés sobre el Proyecto Hessdalen como para promover una conexión institucional que con-
tinúa hasta hoy en día. La Institución de Radioastronomía de Italia es bastante prudente y, de
alguna forma, escéptica al respecto. Conversación personal con Nico Conti, Bologna, Italia,
9 de agosto de 2007.
naRRativas ovni, “luces Malas” y PRoyectos cientíFicos 77
Agradecimientos
un agradecimiento especial a Marsha adams, david akers, Renzo ca-
bassi, nico conti, Pierre lagrange, erling strand y gunhild tobiessen por los
diálogos enriquecedores y por su generosa contribución a esta iniciativa.
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80 PatRicio PaRente
PatRicia coto*
Apertura
Cuando se inicia la relexión sobre la religiosidad popular, en particular
en cuanto al tema de creencias de diversa índole (curaciones, apariciones,
vínculos con el mundo sobrenatural, etc.), es necesario remitirse a Linda Dégh
y Andrew Vászonyi (1988), que han analizado acertadamente los matices de
creencia absoluta y sus relativizaciones, en las leyendas que circulan en un
grupo. asimismo, se considera fundamental no perder de vista el circuito del
rumor que se transforma en leyenda urbana y, luego, en crónica de informa-
ción, y los procesos de retroalimentación que se producen entre estas especies
narrativas de acuerdo con los postulados de Patrick B. Mullen (1989). Sin
embargo, en este artículo se desea analizar especíicamente las narrativas que
surgen, maniiestan y retroalimentan estas creencias, con la metodología de
descripción y análisis de contextos de Hermann Bausinger (1989) y se desea
proponer la consideración del contexto ideológico. Se deine como contexto
ideológico, en esta investigación y en anteriores (Coto 2006), todas aquellas
manifestaciones discursivas que revelan la intersubjetividad del emisor y de
sus receptores, entre quienes se cuenta la recopiladora, como miembro exo-
grupal. Las relexiones sobre contexto ideológico se apoyan especialmente en
las consideraciones de teun van dijk (2000) sobre la posibilidad de analizar la
*
licenciada y Profesora en letras de la universidad nacional de la Plata. e-mail:
gabrielattilio@infovia.com.ar
84 PatRicia coto
En camino
el artículo es parte de una investigación mayor sobre narrativas orales de
migrantes provincianos, radicados en barrios suburbanos de la ciudad de la
Plata, a ochenta kilómetros de la ciudad autónoma de Buenos aires, capital
de Argentina. Se pidió a los informantes que narraran historias sobre creencias
arraigadas en la zona. el barrio de villa nueva, en el suburbio de Berisso, a
doce kilómetros de La Plata, posee una pequeña capilla denominada Nuestra
señora de loreto, advocación de la localidad originaria de la mayoría de los
vecinos, provenientes de santiago del estero. la recopiladora esperaba gran
cantidad de narraciones sobre esta imagen mariana. sin embargo, los relatos
se centraron con predominio en la devoción de la virgen María, con el nombre
de María Rosa Mística, imagen de gran valoración masiva, entronizada en un
templo, en el centro de la Plata. al ingresar a la capilla del barrio berissense,
llama la atención la gran estatua de nuestra señora de loreto, traída desde san-
tiago del Estero, en la década del cuarenta y otra, más pequeña, de María Rosa
Mística, traída a ines de la década del ochenta. En el ámbito de actividades
barriales, se observa que, una vez al año, el 10 de diciembre, por la festividad de
nuestra señora de loreto se realiza una peregrinación por las calles del barrio,
con su imagen transportada en un autobomba de los Bomberos voluntarios de
Berisso. Asimismo todos los meses, el día 13, se realiza una peregrinación au-
toconvocada por los vecinos, que caminan desde la capilla, por la avenida que
une Berisso con la Plata, para homenajear a María Rosa Mística, en el templo
platense donde se encuentra la imagen considerada original.
la veneración a esta advocación mariana surgió con mucha fuerza en la
Plata, a partir del hallazgo de una estatua, en los sótanos de la iglesia nuestra
señora de las victorias. el cura Párroco ubicó la imagen en un sector lateral
del templo y, en oportunidad de haber contraído un cáncer de garganta, según
su testimonio, ampliamente recogido por los medios de prensa, se curó por
la mediación de María Rosa Mística. a partir de ese momento, la imagen fue
colocada en un lugar más destacado y se le construyó, posteriormente, un
santuario. De modo que, todos los días trece de cada mes, se realizan peregri-
naciones de distintos lugares de la Plata y de la Provincia de Buenos aires y
1
el presente trabajo tiene como sustento teórico una tesis de doctorado, a defenderse en
la Universidad Nacional de La Plata. Entre los autores trabajados, además de los aquí citados,
merecen destacarse García Canclini (1992) y Jansen (1988).
veRsiones naRRativas de cReencias... 85
En tema
las informantes fueron particularmente mujeres mayores santiagueñas y
santafecinas, que residen desde la fundación del barrio en 1940. La modalidad
para registrar las entrevistas ha ido desde la manera de grabar una comunica-
ción especialmente armada por la informante, hasta el diálogo natural, por la
llegada de visitas ocasionales o por charlas mientras aguardaban la realización
de la Misa, en la capilla del barrio. Las que se utilizaron en este artículo en
especial fueron registradas en la puerta de la capilla. como contexto situacio-
nal, aunque hayan sido grabadas, se puede insistir en que estas narraciones
fueron conversaciones espontáneas, surgidas en el marco de la reunión que se
produce habitualmente en la espera del comienzo de la Misa. se transcribe a
continuación una grabación efectuada a aurora díaz, enfermera santafecina,
casada con un migrante santiagueño y radicada en el barrio desde 1940.
Para mí, lo que yo te puedo contar es lo más grande que conozco del milagro
de la Santísima Virgen a mí me pasó personalmente porque mi hija en aquel
tiempo estaba trabajando en el Hospital de Berisso, haciendo residencia, y
vino un día y me dijo:
–¡Ay, mamá, vos que tenés tanta fe, rogá a la Santísima Virgen por una doc-
tora…
Yo no me puedo acordar el nombre, que me dijo… recién casada y quedó em-
barazada. Esperaba su bebé y empezó a andar mal del vientre y se hizo ver.
Ella, como médico, se supuso, se dio cuenta enseguida que era malo lo que te-
nía. Iba de cuerpo continuamente, este… Se le hace un estudio y se encuentran
con que en el útero junto al bebé se estaba desarrollando un cáncer. Entonces
le pidieron a ella autorización para sacarle el bebé para tratar de salvarla o, si
ella quiere intentarlo y conservarlo y ella considera que lo lógico es esperar a
que su hijito nazca. Entonces espera. Y ella me decía:
–¡Ay, mamá, pobrecita, no hace más que llorar, el único hijo, calculá y ella tan
jovencita, recién casada. Rogá por ella.
86 PatRicia coto
Entonces fuimos [se reiere al marido] a Rosa Mística y rogamos por ella, como
por tantas cosas nuestras. un día vino contenta y me dice:
–Mamá, no sabés lo que pasó –dice– ¿Te acordás de aquella doctora que yo te
dije que rogaras por ella?
¿Vos sabés lo que pasó? Llegó la hora de tener el bebé y le hacen la cesárea,
pensando que le van a sacar el cáncer y se encuentra con que nó había náda,
más que como una bolita de tenis o más chiquita, creo, junto al bebé. ¿Y los
médicos qué dicen? Y –dice– se quedaron asombrados –dice.
¿Qué pasó? Ella se había encomendado a la Santísima Virgen.
seleccionados son: milagro, santísima virgen, fe, rogar, cáncer, salvar, nada,
asombrados, encomendar. Estos lexemas pueden ser analizados con el método
de deiniciones contextuales propuestos por Juan Ángel Magariños de Moren-
tin y sus colaboradores (1993).
en la igura de una mujer. Podría agregarse que todas las mujeres centran su
actuar en una actividad espiritual, que se maniiesta verbal y paraverbalmente.
En este punto, podríamos preguntarnos qué papel corresponde a los hombres
en estas narraciones, cuando, por ejemplo, los médicos aparentemente son
hombres racionales, cientiicistas, que quedan asombrados y sin explicación,
frente a la descripción de aquello que se atribuye a una intervención ajena a
la técnica médica. Asimismo, para el logro de la curación, enfermos y fami-
liares deben desplazarse espacialmente a un centro de salud, lejano, material
y espiritualmente. Paralelo a ese desplazamiento, obligado y aparentemente
traumático, se produce el desplazamiento al santuario de la imagen mariana,
que en modo claro es más cercano espiritualmente.
vinculado con estos aspectos, dentro del contexto societal de Hermann
Bausinger, se puede observar cómo aparece la iglesia católica en estas narra-
ciones. es llamativa la carencia de menciones a sacerdotes. sólo en un caso se
habla de asistencia a la Misa, pero no hay ninguna descripción de actividades
de un sacerdote, que podría conirmar y apoyar las prácticas particulares de
este grupo. Esta omisión, junto con la lejanía atribuida a los médicos, podría
centrar las narraciones solamente en personas caracterizadas por la fe, por la
enfermedad y, en última instancia, por las oraciones escuchadas y los milagros
producidos que, posiblemente, sean ajenos a técnicas cientíicas o a cultos
institucionalizados.
*
licenciada en ciencias antropológicas por la universidad de Buenos aires/ universidad
de Morón. E-mail: elenahourquebie@yahoo.com.ar
1
Entendiendo que la religiosidad no es equivalente a dogma, iglesia, liturgia o clero y que
hay experiencias religiosas absolutamente independiente de aquellos. Así, la religiosidad es
puesta en relación con experiencias individuales e intersubjetivas, de la existencia fundadora
de sentidos de la “conciencia colectiva mitogénica constituyente” y de aquellas manifestaciones
espirituales de menor o nula organicidad formal (Chapp y otros 1991:29)
2
Uno, tanatológico, dedicado a San La Muerte y otro, deinido también por Santamaría
(ver Chapp y otros 1991) como culto anómico, el del Gauchito Gil.
100 NOEMÍ ELENA HOURQUEBIE
tal como señala Mannoni (op cit:18) “la creencia se explica, en resumi-
das cuentas por el deseo”, deseo (en este caso de ayuda) que actúa a distancia
sobre el material consciente, según el descubrimiento de Freud. Por lo tanto,
y aunque nuestro entrevistado aún no ha podido veriicar la eicacia del santo
tatuado, ya que todavía no le pidió nada, observamos que la credulidad ha
recaído en San La Muerte cuando airma “te ayuda una banda”, sin haberlo
comprobado. Es que no apela a un conocimiento veriicado por su experien-
cia, sino a un saber que proviene de la creencia en la palabra de otros que lo
persuadieron de la eicacia de sus favores.
3
Nombre icticio, al igual que los restantes que se utilizan a lo largo del trabajo. Este
joven posee dos tatuajes de san la Muerte en su cuerpo.
¿CóMO HACER COSAS CON TATUAJES? 103
en tal sentido, en una entrevista4 con Andrés,5 quien por primera vez
ingresa a un dispositivo de máxima seguridad y que con sus escasos 17 años
es ya padre de un niño de tres, ilustra al respecto:
4
Señalamos que, en este caso, las iniciales A y E identiican al joven entrevistado y a
la entrevistadora.
5
Andrés posee causas judiciales anteriores en la provincia de Buenos Aires y egresó
desde comisaría con su padre en varias oportunidades. Fue expulsado de la casa por no
colaborar económicamente. su padre actualmente está detenido. Por otra parte, los tíos lo
acogen afectivamente, y si bien tiene un hijo de 3 años de edad, ya hace dos que se encuentra
desvinculado de su pareja.
104 NOEMÍ ELENA HOURQUEBIE
Cabe señalar el valor que el joven otorga a la familia, como lo más queri-
do, y por otra parte, lo engañoso que resulta San La Muerte, ya que no castiga
directamente al transgresor, sino que lo hace a través de la muerte de quien
más quiere. Esta cualidad justiica su inclusión entre los cultos populares tana-
tológicos (Santamaría 1991). Podemos así vincular este texto con el enunciado
de otro joven7 que tiene tatuado a San La Muerte en su brazo y, reiriéndose al
santo tatuado, señala: “Si te tienen que matar, te matan igual”. Esta concepción
se vincula con la noción de destino, frente al cual es poco lo que el hombre
puede hacer para modiicarlo. Además, nos remite al papel maniiesto de la
credulidad en un ser sobrenatural constituyendo, incluso, una mistiicación
institucionalizada a nivel popular, mediante la cual la creencia sobrevive a la
desmentida. Como, por ejemplo, la muerte de compañeros que no pudieron ser
evitadas pese a la protección de san la Muerte.
Por otro lado, su efectividad como “abogado en los negocios, en el juego,
en los matrimonios mal avenidos, contra el mal de ojo, etc.” es ilustrada por de
París (1988:68) a través de la recuperación de plegarias, oraciones “secretas” y
una canción que igura en el cancionero guaraní. También en los santuarios a
Portador de la foto registrada en archivo bajo el n° 71. Tatuó su nombre “Claudio”, sobre
7
8
ocasionalmente he tenido acceso a un santuario en el barrio la carolina de ingeniero
allan donde se observan, hacia un lado de la calle el santuario de la virgen de itatí y el del
gauchito gil y ,hacia el otro, el de san la Muerte.
9
Se reiere a Cristo o a San José, a quienes “en el catolicismo se les reza para tener una
buena muerte” (Miranda Borelli 1976:14).
106 NOEMÍ ELENA HOURQUEBIE
este santo: la muerte Pirú,10 Ayucaba (en el Alto Paraná), San Esqueleto11 (en
el folklore del Paraguay), Señor que lo puede todo (en Formosa).
Destacamos que las doce imágenes de San La Muerte registradas en
nuestro corpus de tatuajes12 se hallan de pie. Dos son esqueletos, el resto:
personajes encapuchados (ver fotos Nº 1, 2 y 3). Todos llevan guadaña13 en
alto, uno de ellos ensangrentada, siendo la única que agrega un toque de color
rojo, ya que todos los demás tatuajes son monocromos (negro). Otra lleva un
sombreado, que según su portador,14 se trata precisamente de una “sombra, un
fantasma”, tal como consideran a la propia muerte.15
10
Pirú signiica laco en guaraní. La muerte Pirú es una expresión castellano-guaraní que
quiere decir la muerte laca. Otra expresión del mismo origen es la de Ayucaba, que se emplea
en la zona de Eldorado, Misiones, por parte de los paraguayos que cruzan el Paraná.
11
desde antes de la llegada de los jesuitas a Paraguay los indios veneraban los huesos
humanos. con el tiempo se intentó erradicar esta costumbre, pero los nativos mezclaron sus
visiones mágicas con la imagen de un cura exiliado a trabajar con los enfermos terminales por
creer en la medicina con yerbas. El padre se negó a recibir alimentos y terminó esquelético,
sentado en una roca junto a su bastón, muerto. De ahí que su imagen se hizo común y pasó
a llamarse San Esqueleto, San La Muerte o Señor de la Buena Muerte. La dirección del sitio
web consultado es: http://kodashi8.blogdiario.com/
12
sobre un total de 280 fotografías, estrictamente las de san la Muerte representan el
4%, sin considerar calaveras, diablos, u otras asociadas con diversas creencias.
13
Según la leyenda referida por Bejarano, los tupí guaraníes tenían un hechicero que era
vidente y podía predecir el futuro con una exactitud notable. Se comenta que el hechicero por
las noches recibía un extraño llamado y entonces él, armándose de una “guadaña”, se dirigía
a la orilla de un arroyo muy torrentoso y se sentaba debajo de un árbol muy frondoso a ayunar
y a hundirse en profundas meditaciones. en estado de transición podía predecir el destino de
mucha gente, el destino de la tribu, la posibilidad de inundaciones o de sequías y hasta tomaba
conocimiento de quién o quiénes iban a morir en el transcurso de ese año.
14
En una fotografía registrada en un archivo personal bajo el Nº 3.73. Se trata de un San
La Muerte que, según el relato del joven, se lo hizo “un pibe cerca de mi casa, que tiene la
maquinita” y está sin terminar, porque cayó detenido.
15
En una fotografía registrada en un archivo personal bajo el Nº 8.212, San La Muerte.
Maniiesta que su portador “Es un fantasma”.
¿CóMO HACER COSAS CON TATUAJES? 107
A: No, no le tengo miedo, solamente porque yo, yo amo a una persona que es
mi hijo y por ahí, ¿vio? Si yo no le cumplo, ¿entiende? Me lleva un ser querido,
y no me gustaría eso, voy a sufrir mucho.
E: –¿Y San La Muerte se le presenta a cualquier persona?
A: –Y no, depende. Depende porque el que creía… Si usted cree en él, y des-
pués deja de creer, ahí se le empieza a aparecer.
Así lo conirma Andrés cuando dice: “yo toda la gente que conozco que
son chorros… ¡eh!… tienen San La Muerte”.
Podemos preguntarnos entonces: ¿Qué le ofrecen a cambio? Vino, velas o
sangre, o bien, muchas veces los autocortes (cortes realizados generalmente en
el antebrazo por el propio joven, para realizar una demanda) pues, unas gotas
de sangre sobre su estampa constituye una forma de sellar el pacto.
Andrés, durante una entrevista, nos remite a una novela de Stevenson, titula-
da El diablo de la botella (que él tiene en su celda y la facilita para leer) para ex-
plicar la fuerza del pacto con el diablo. esto da un indicio, incluso, del basamento
intertextual en el que se fundamenta la creencia pues, además advierte que: “San
La Muerte te envicia. Después quiere más y más. Te hace maldades”.
Por otra parte, en una nota periodística aparecida el 15 de marzo del 2007,
en el diario La Gaceta de Tucumán, titulada “Los dibujos que marcan la piel.
Historias urbanas”, se lee:
Algo peor, cuentan, les sucede a aquellos que se tatúan a San La Muerte:
después de estamparse el dibujo, ya no se puede vivir en paz. Aunque los ta-
tuadores no saben de dónde vienen estas leyendas16 que resultan poco creíbles
(…) [los tatuados] evitan a los santos tenebrosos (Jaramillo 2007).
16
Se reiere también a que el número de tatuajes debe ser impar, ya que es creencia ge-
neralizada que de lo contrario, puede atraer a la mala suerte, por lo que muchos cumplen con
el rito del número impar.
108 NOEMÍ ELENA HOURQUEBIE
H: Tengo una historia que me contó Américo hace poco. Ponéle: yo hago un
pacto con él. Un pacto con él es que tenés que pactar y en la estampita de él
tiene que caer tu sangre, se tiene que secar, dejar la sangre ahí. Dice [se reiere
a Américo] que un chico en el barrio de él había hecho eso. él era también de
San La Muerte y de San Jorge. Dice [continúa reiriéndose a lo que Américo le
dijo] que una vuelta… Eh, bueno, los padres eran tranza [vendedores de droga],
pero el hijo era chorro, era delincuente. Dice que un día fueron adonde estaban
los padres, adonde se habían ido de vacaciones, como eran tranza tenían plata,
se fueron de vacaciones a Mar del Plata y quedó él solo, y fue él a la esquina
como todas las noches a juntarse con sus amigos a drogarse, a tomar alcohol
y lo invitó y le dijo: Vamos a mi casa que estoy solo. Y bueno, se levantaron,
fueron. Eh… El pibe este cocinó. Eh… a todo esto el padre había hecho un
pacto con San La Muerte también… eh…
E: ¿Y el pibe lo sabía?
H: Eh, sí. Eh, ponéle… una fecha, ponéle la fecha de hoy: diecinueve de
febrero, había hecho un pacto él: que él quería tener plata, que quería tener
bien a su familia, y que si le llegaba a faltar algo [a San La Muerte, de lo que
le prometía] le entregaba a uno de sus hijos, al que… a la que más quería.
Tenía… eran 4 hijos… Eran 4 hijos, o sea 3 hijos y una nena, una mujer de
16, 17 años… Bueno, a todo esto, todos los 19 le llevaba lo que él le había
pactado, no se qué era; a un campo se lo llevaba y lo enterraba, todos los 19,
todas las fechas… Bueno y el chavón tuvo 2 autos. Le fue de maravilla, y una
vuelta se cansó de siempre todo lo mismo: ir al campo siempre, hacer toda
esa secuencia siempre. Todo lo mismo, hasta que un día se separó [rompió el
pacto], no quiso hacer más eso. Fue un 19 y tenía que hacerlo y no lo hizo.
Bueno, y… se le empezó yendo… eh… Se separó de la señora, un hijo se le
enfermó, a una hija le agarró… ¿Cómo se llama esa enfermedad que se le da
vuelta la lengua y…?
e: epilepsia.
H: Una epilepsia y… bueno, y al hijo que más quería él, que era el que andaba
robando… y bueno, fue perdiendo. Tenía, ponéle un chalet, fue perdiendo el
chalet, fue perdiendo autos, perdió su esposa, había fallecido un hijo, a la hija
le agarró epilepsia, otro hijo me parece que quedó inválido, que quedó en sillas
17
En este caso, las iniciales las iniciales H y E identiican al joven entrevistado y a la
entrevistadora.
¿CóMO HACER COSAS CON TATUAJES? 109
Foto 4 Foto 5
18
se ha constatado su presencia en el domicilio de algunos jóvenes: san telmo, tortu-
guitas.
¿CóMO HACER COSAS CON TATUAJES? 111
19
Podemos apelar a una división teórica entre gauchófobos y gauchóilos, según la acep-
ción etimológica que se le adjudique al término “gaucho” Así, hay quienes adhieren a que
proviene de la voz quechua “huacho” o “guacho” que signiica huérfano, animal que quedó sin
madre y por extensión se aplica al hombre que no tiene padres conocidos, o al que anda solo
o aislado. Otros, en cambio, aceptan la procedencia de la voz araucana “gachu” que signiica
amigo (Basualdo 1942).
20
traducción de diego cagnola.
112 NOEMÍ ELENA HOURQUEBIE
21
la creencia se extiende en muchos casos al grupo familiar. Por lo tanto, cabe señalar el
testimonio de una madre que comenta que su hijo prometió al Gauchito mantener a la familia
de un compañero suyo mientras estaba detenido, y robaba con tal in.
22
Se observa que la difusión de esta creencia cuenta con un mercado diversiicado de
productos que va desde vasos de cerveza con la imagen del Gauchito Gil, a trajes bordados,
pasando por rosarios, estampas y/o velas. de ese modo, se incorporan insumos tradicional-
mente ligados a ofrendas religiosas con otros ajenos.
114 NOEMÍ ELENA HOURQUEBIE
A: ¿Hace cuánto que ando? Y hace como… cinco años, cuatro años… y
bueh… yo es la primera vez que caigo en cana. ¡Venía re bien! Yo venía con
el Gauchito, el Gauchito me venía ayudando. [Y prosigue] Y bueno, vine a
robar acá a Capital. En Provincia había encanado, pero así como encané, zafé.
Por robo a mano armada, población en banda y caliicado, también. Estuve
una semana y zafé. Y vine a robar acá a Capital y… lamentablemente tengo la
misma carátula, pero ahora estoy cumpliendo mi condena.
23
Es que en cuatro o cinco años de conducta delictiva nunca fue derivado a instituto ú
otro régimen alternativo, egresando de comisaría con su grupo familiar.
24
Ya que desde la situación legal se encuentra su causa en proceso y aún no se ha sustan-
ciado el juicio, y por ende, dictado sentencia ni condena.
¿CóMO HACER COSAS CON TATUAJES? 115
E: ¿Tu mamá?
A: Sí, tiene acá. Porque le hicieron promesa y se lo tuvieron que hacer.
E: ¿Tu mamá estuvo presa alguna vez?
a: no, no, nunca estuvo presa.
E: ¿Pero hizo promesa?
A: Pero hizo una promesa y se lo tuvo que hacer tatuar.
25
Se reiere a aquellas devociones que tienen por objeto de culto personas que han sido
santiicadas por el pueblo, es decir, que en el proceso de canonización no ha intervenido la
iglesia católica como institución. en general se los sublima, se les tributa culto y se les atri-
buyen poderes extraordinarios, como a los santos de la religión oicial.
¿CóMO HACER COSAS CON TATUAJES? 117
Conclusiones
en la estructura narrativa de los relatos producidos por los jóvenes hay
indicadores estructurales de la leyenda folklórica, ya que remiten a situacio-
nes vividas por personas conocidas del narrador, o por él mismo, se localizan
en un tiempo y espacio cercano, y cuentan con la credibilidad, al menos de
quien la trasmite. Resultan así, apropiados los axiomas que Mannoni cita, en
el sentido de que no hay creencia inconsciente y que la creencia supone el so-
porte del otro. Estos conceptos nos remiten a la participación de un núcleo de
valores que permiten la inscripción y el reconocimiento del sujeto dentro de un
grupo y la identiicación de los miembros a través de las creencias circulantes.
Podríamos aplicar además, en este análisis, el concepto que Ricoeur (2001)
elabora respecto del “ser-como”. nuestro grupo de análisis se compone por
jóvenes que desean ser como estos personajes legendarios y transitaron para
ello, por tres estadios: preiguración, coniguración y transiguración de su
mundo interior al de la acción, uniendo deseo, imagen y discurso.
ambas leyendas tienen su arraigo en el pasado y llegan hasta el presente,
una de raíz indígena tupí guaraní, y otra, surge como consecuencia histórica
de la inmigración y el mestizaje mostrando al gaucho “alzado”27 como un
26
Estos autores fueron citados por Barnes (1995).
27
Por “alzado” se entiende “desertor de la milicia”.
118 NOEMÍ ELENA HOURQUEBIE
28
santamaría (op. cit.: 2) menciona, entre los numerosos cultos anómicos o incluidos en
complejos contrarrepresivos que hay en Argentina, a los siguientes: Bazán Frías (Tucumán),
José Dolores (Pocito-San Juan), Bairoletto (Gral. Alvear- Mendoza), Olegario Alvarez (Saladas)
y Martina chapanay (cuyo). esto es, la negación individual y persistente del orden normativo
como modo de contestación o enfrentamiento. A la vez remite a alguien famoso por adquirir
después de su muerte, sobre todo si ésta fue a manos de la justicia ordinaria, un estatuto sim-
bólico superior, tal como ocurre en los cultos sacriiciales, o en los cultos de santiicación.
29
Adhiero a la deinición de Folclore que presenta Martha Blache y Magariños de Mo-
rentín, en relación a que se trata de un comportamiento social con calidad de mensaje, con
¿CóMO HACER COSAS CON TATUAJES? 119
Agradecimientos
un agradecimiento especial a Marta Blache y silvia Balzano por ayudar-
me a pensar, con su lectura analítica y crítica enriquecedora.
A los jóvenes institucionalizados que me permitieron retratar estas imá-
genes y se dispusieron a dialogar sobre el tema.
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MaRtín BRoide*
*
carrera de ciencias antropológicas de la Facultad de Filosofía y letras de la univer-
sidad de Buenos aires. ePiF, sección Folklore, instituto de ciencias antropológicas de la
universidad de Buenos aires (uBa). e-mail: mbroide@gmail.com
124 MaRtín BRoide
de los lectores
este trabajo está realizado a partir de un corpus constituido principal-
mente por una serie de entrevistas que realicé, durante el año 2006, a algunos
integrantes del centro de lectura para todos1 del colegio santo domingo
Savio, en el barrio de La Cava, Béccar, Buenos Aires.2 además, cuenta con
material obtenido por medio de conversaciones informales y un poema escrito
por uno de los jóvenes entrevistados.
Yo mismo coordiné, durante el 2004 y el 2005, este Centro, que consistió
en un taller a contraturno de dos horas semanales, extracurricular y para jó-
venes de entre doce y diecisiete años. El proyecto, que tenía como propuesta
que los participantes se formasen como lectores en voz alta, o lectores para
1
dentro del marco del programa Proyecto escuelas del Futuro (PeF) de la universidad
de San Andrés, inanciado por la fundación Bunge y Born. El proyecto del Centro de Lectura
para Todos, que se ha realizado también en otras instituciones, lleva la coordinación general
de Ana María Kauffman y Ana Siro.
2
la cava es un barrio de casas precarias, donde viven más de diez mil personas. es lo
que, en Buenos Aires, se conoce “villa miseria”. El colegio Santo Domingo Savio pertenece
institucionalmente a la parroquia de Nuestra Señora de La Cava.
una Playa, un PoeMa... 125
otros, fue desarrollándose a lo largo de estos dos años con un grupo de entre
quince y veinte participantes.
de este grupo, elegí trabajar sólo con seis de sus integrantes. Jony y Paulo,
de diecisiete años,3 estaban en el último año de la escuela secundaria, el tercero
del Polimodal. Analía, Darío y Ana Belén tenían quince años y cursaban en el
primer año del Polimodal. Martín, de trece años, estaba cursando el octavo año
del ciclo egB (educación general Básica). todos ellos de primera generación
en Buenos aires, con padres nacidos en el interior de argentina, por lo general
en la zona noreste, o en países limítrofes.
la decisión de trabajar sólo con un segmento del grupo se vincula con los
objetivos del trabajo, dado que no me propongo realizar, al modo clásico, una
etnografía total de un grupo, sino detenerme especíicamente en los procesos
que hacen a la lectura y la literatura. La elección particular de estos seis inte-
grantes se debe tanto a la búsqueda de una heterogeneidad de edad y género
como a ainidades personales y al curso del azar.
el centro de lectura no fue (nunca se propuso ser) sólo un espacio para
una práctica de técnicas de lectura en voz alta, de interpretación vocal. Con el
devenir de los encuentros, se constituyó una identidad grupal, construida en
torno no sólo al ser lector sino también a una vivencia de un espacio de liber-
tad, generado a partir de la palabra poética. ésta era al menos mi sensación,
muchas veces corroborada por palabras de los otros participantes.
Yo era consciente de la manera en que estaba constituido mi propio espa-
cio poético. Mis recuerdos de infancia, mi historia como lector, me llevaban a
una relación con los libros y, a través de ellos, con la literatura, que, incluso,
era mi objetivo compartir en este taller.
Pero, ¿qué signiicados tenía para los otros participantes esta vivencia
que yo interpretaba como la apertura de un espacio poético? ¿De qué manera
la construían, de qué formas la experimentaban? ¿De qué manera estábamos
realizando esta construcción en conjunto, como grupo?
de la escritura
Este artículo está construido desde una aproximación etnográica a la
lectura, en la que la literatura se despliega como un campo de elaboración de
identidades. A través de un enfoque enmarcado en las relaciones entre inter-
subjetividad y mundos posibles, el foco se encuentra puesto en las creencias
que sostienen las prácticas sociales.
3
Todos los datos de las edades reieren al curso de la segunda mitad del año 2006.
126 MaRtín BRoide
4
Voy a emplear indistintamente uno u otro término a lo largo de este trabajo.
una Playa, un PoeMa... 127
defensa del espacio poético, quiero ir, sí, en busca de cómo este espacio está
construido. Pero también defenderlo, sostenerlo, abrirle un lugar, en esta época
de palabras deshabitadas.
5
En términos mucho más generales, es necesario desprenderse de la concepción espa-
cial de la ciencia clásica, en la que “el espacio es el medio homogéneo donde las cosas están
distribuidas según tres dimensiones y donde conservan su identidad a despecho de todos los
cambios de lugar” (Merleau-Ponty 2003:18), para concebir el espacio desde la experiencia
perceptiva, en la que el lenguaje tiene un rol no menor.
128 MaRtín BRoide
6
Y Borges, en un sentido amplio del término “interlocutores”.
7
Para ampliar acerca de las críticas al concepto de cultura, ver Rockwell (1980) o Abu-
Lughod (1991). Para una recuperación de este concepto incorporando las críticas, ver Ortner
(2005)
8
no resisto a la tentación de hacer una propuesta general acerca del concepto de cultura:
la cultura como pregunta, como duda.
una Playa, un PoeMa... 129
como signos opacos que apuntan tanto a su sentido primero o literal como más
allá de sí mismos (Ricoeur 1976 [1969]). De esta manera es posible la inter-
pretación, al reconstruir el entramado simbólico como un sistema coherente
de interrelaciones.
Pienso en árboles, porque estos símbolos son, de algún modo, puntos
ijos en un vacío que se hace paisaje. A través de esos puntos podemos trazar
líneas, dibujos diversos. Puntos ijos de los que surge el movimiento. Nada
está quieto.
¿Dónde se puede leer? Según Analía, “el lugar es lo que mucho importa
también”. Tal vez por eso, entrando al espacio en el que llevábamos adelante
los encuentros del centro de lectura, Paulo dijo una mañana:
acá se respira otro aire. No sé si es por los árboles [haciendo referencia a los
árboles que están, en ese aula, junto a las ventanas] o por los libros, pero se
respira otro aire [El subrayado es mío].
9
Véase también Petit (1999:81).
130 MaRtín BRoide
es como que sentís que… como, por ejemplo… está una película, ¿no?… y hay
un fantasma que está ahí, que nadie lo ve, ¿no? Pero se está presenciando todo
el hecho. Yo me imagino así: que yo soy como un fantasma que está ahí y está
mirando paso por paso qué pasa, y qué piensa el otro, todo… yo me imagino
que estoy en la cabeza de uno, de este lado, y del otro lado también. Es como
raro… no sé cómo explicarlo [El subrayado es mío].
También dice Analía que “el libro es el mundo y uno se siente como Dios
que es el dueño del mundo”. Hay, implícitas, ideas de libertad y de poder, a
través del desdoblamiento. Al devenir en Dios o en fantasma, dentro del libro,
el lector tiene la posibilidad de hacer y ver cosas que le están vedadas en la
vida cotidiana.
Otro punto a retener es que el puente, la bisagra, es la imaginación, el
acto de imaginar. También Ana Belén lo expresa así, al decir que “cuando te
cuentan algo vos también te imaginás que estás ahí dentro y que estás viendo
todo, y es lo mismo que cuando estás leyendo un libro”. Según estos lectores,
es la imaginación la que permite el viaje, el desdoblamiento. Creen en las
posibilidades de la imaginación.
Retomando, tenemos una coniguración simbólica atravesada por una
oposición muy general, totalizadora, entre un mundo y otro. La bisagra que
los une es el libro, y este movimiento es concebido a través de la idea de un
desdoblamiento. el lector asume una identidad de viajero, de fantasma o de
Dios. Lo que permite ese desdoblamiento es el acto de imaginar.
ésta es la base de la coniguración simbólica de la literatura para este grupo
de lectores. es la creencia en esta posibilidad, la adhesión a este mundo posible,
la que da el soporte a la forma en que la lectura literaria es representada.
todos nosotros adherimos a pensar como-si11 el libro y la imaginación
fuesen vehículos de un viaje a otro mundo, del acceso a la otredad total. y a
través de esta adhesión común es que podemos hablar de una identidad social,
de un ser compartido con una comunidad imaginada. Hablar en términos de
imaginación, de libros, de viajes, es también la elección de compartir un te-
rreno con otros lectores.
Jorge Larrosa dice que “para establecer algún tipo de continuidad entre
el que salió uno y el que llegó otro es precisa una construcción narrativa”
(2003:615). Esta continuidad es la que permite un proceso de identiicaciones
11
ver, en la introducción de este libro, el apartado sobre creencia e identidades sociales.
132 MaRtín BRoide
por ahí antes había libros en nuestra casa y nosotros no sabíamos nada. y
ahora sentíamos curiosidad de ver esos libros [El subrayado es mío].
12
La oposición temporal no es la única forma en que se plantea la dinámica nosotros-
otros. ésta se construye también en referencia al grupo del Centro de Lectura, al barrio en
general y a las historias familiares, entre otras cosas. El antes-después, sin embargo, es el
eje principal sobre el que se construye narrativamente la identidad lectora. Queda para un
trabajo futuro el análisis más detallado de la identidad lectora a partir de una diversidad de
dinámicas.
134 MaRtín BRoide
13
“Habrá siempre más cosas en un cofre cerrado que en un cofre abierto” (Bachelard
2000:91).
una Playa, un PoeMa... 135
M: ¿Te acordás del momento especíico con tu papá que te enteraste que leía
poesía… que escribía poesía?
J: Sí, cuando… cuando agarré uno de sus cuadernillos.
M: Pero ¿qué? ¿Lo agarraste así de prepo o él te lo mostró?
J: No, lo agarré de prepo. Así de la nada.
M: ¿Y qué sentiste?
J: Eh… Asombro. Porque… eh… fue como… hereditario
M: claro.
J: ya estaba escrito, digamos.
14
Ver, en la introducción de este libro, el apartado de “Creencia, relexividad e intersub-
jetividad”.
15
“El sentido de quienes somos depende de las historias que contamos y nos
contamos”(Larrosa 2003:607)
136 MaRtín BRoide
Era como… / este libro está bueno: ¿quieren leerlo? / Bueno, lo leemos/, y no lo
entendíamos. Pero después, cuando fue pasando, íbamos nosotros, buscamos
nuestro propio libro, lo leíamos. Por ahí antes había libros en nuestra casa y
nosotros no sabíamos nada. y ahora sentíamos curiosidad de ver esos libros,
¿qué tenía ese libro? Entonces los vamos hojeando, vamos leyendo y después…
porque todos los libros son interesantes.
Creo que es necesario hacer una distinción entre dos usos de los térmi-
nos libro y lectura. Por un lado, el sentido literal. el libro como objeto, como
dispositivo en el que es posible acceder a una experiencia de literatura. La
lectura como actividad, como acción. Pasar los ojos por unas manchas de tinta,
descifrarlas, interpretarlas, comprenderlas. Así podemos pensar los libros que
estaban en la casa y no llamaban la atención.
El segundo sentido de libro y lectura se constituye al pensar estos térmi-
nos como símbolos que condensan, representan y metonimizan la literatura en
general. como palabras legitimadas por la escuela, los medios, la sociedad en
general, libro y lectura resultan adecuados para hablar del tema. sin embargo,
envuelven, en su interior, toda una serie de prácticas que no terminan en la
lectura y en el libro en su sentido primero.
así podemos interpretar el “siempre me gustó leer”. “leer”, en este caso,
no representa literalmente a una persona sentada o acostada frente a un libro,
sino otras prácticas de literatura, tales como escuchar y contar relatos orales,
oír a otra leyendo un libro en voz alta, robar poemas para llevar fuera de los
libros, entre otras cosas. Todas prácticas que implican una relación singular
con la palabra. todas prácticas potencialmente desterritorializantes.16
Así, la dinámica antes-después no representa tanto un cambio radical en
las prácticas de los lectores, de la no-literatura a la literatura, sino la legiti-
mación de un proceso mucho más largo y heterogéneo. La identidad lectora
sedimenta y resigniica toda una historia de prácticas de lectura en el descu-
brimiento del libro y permite, a quien la cuenta, trazar un antes y un después
en el que comprender y legitimar su gusto por la literatura.
La narrativa habilita a dar un nombre a ese proceso de resigniicación. A
la vez, habilita a la persona a encontrarse en ese nombre y a encontrarse con
otros que se llaman a sí mismos lectores, que entran en otros mundos al leer
libros.
En otra entrevista, comencé también preguntando acerca de la historia
personal de la relación con los libros. tras un breve comentario acerca de un
día en el que una psicopedagoga leyó en una clase de la escuela un poema de
Bécquer, Jony pasa de inmediato a hablar de la escritura, sin que medie una
diferenciación de una y otra. veamos dos fragmentos de esta entrevista:
16
Para pensar el vínculo entre la relación que la literatura permite con las palabras y la
apertura de otros mundos posibles, ver el apartado de mundos posibles en la introducción de
este libro, o, particularmente, Ricoeur (1988).
138 MaRtín BRoide
17
de hecho, si pienso en mi propia historia, me encuentro con un recorrido inverso. de
un lector solitario, encerrado en el libro, en la infancia, a un uso de la palabra literaria en con-
textos muy diferentes: lecturas compartidas en voz alta, radio, incorporación de fragmentos
en el habla cotidiana, entre otras prácticas. no poco de esto lo debo a mi experiencia en el
centro de lectura.
una Playa, un PoeMa... 139
y salimos al jardín del Patronato para seguir haciendo otras lecturas. lecturas
de lenguajes no verbales. El del tilo que se lee con los ojos en otoño y con la
nariz en primavera. El de las violetas que nos regalan en invierno ramitos para
todos. O el de los barcos de papel en que los chicos escriben buenos deseos
y que siempre echamos a navegar en el cordón de la vereda los días de lluvia
(Colángelo 2003).
Creer en la literatura (una orilla)
Recuperar iguras del sueño como quien
gana terreno al mar y fundar en esa mínima
playa el temblor de un pequeño poema
RoBeRto JuaRRoZ (2005)
leer el tilo, leer las violetas. leer las estaciones. con los ojos, con la
nariz.
Quiero, a modo de cierre, hacer una recapitulación de la forma en que
la literatura, más allá del soporte del libro, se constituye como una forma de
relacionarse con el mundo.
Retomemos estas palabras de analía:
si llueve… tengo que ir a mi casa y escucho como caen las gotas… se viene…
se viene la inspiración como esas gotas
es ver las cosas comunes… lindas, o feas… sea lo que fuere… de un ámbito
distinto… de otra perspectiva. Sería la poesía. Algunos lo ven como un cuento,
otros como poesía.
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una Playa, un PoeMa... 143
analía canale*
*
Profesora y licenciada en ciencias antropológicas de la Facultad de Filosofía y letras
de la universidad de Buenos aires. Becaria del conicet. e-mail:analiacanale@hotmail.
com
146 analía canale
Se puede decir que, en general, estas son las ideas que guían los estudios
posteriores sobre las actividades festivas en su relación con las concepciones
del mundo. Dentro de la antropología, se despliegan algunas líneas que van
a orientarse hacia la textualización de las creencias en las formas verbales o
narrativas, es decir a la relación entre mito y rito (especialmente en autores
como Levi-Strauss), y otras que van a centrarse en las formas rituales y sus
componentes simbólicos como manifestaciones materiales o corpóreas del
universo ideacional (Turner 1980).
en paralelo con estas dos líneas investigativas, podemos considerar el
estudio seminal de Bajtín sobre la cultura popular medieval, como ejemplo de
la necesaria conjunción de ambos abordajes. Bajtín, partiendo de los estudios
literarios, interpreta la obra de Rabelais y
el lugar histórico que ocupa entre los creadores de la nueva literatura europea
[que] está indiscutiblemente al lado de Dante, Bocaccio, Shakespeare y Cer-
vantes. (…) Sin embargo, su cualidad principal es la de estar más profunda-
mente ligado que los demás a las fuentes populares (Bajtín 1994:8).
1
ingresar en: http://www.unesco.org/culture/intangible-heritage/masterpiece_anexx.
php, consulta realizada el 15/11/06.
2
No discutiremos aquí la pertinencia de estos términos para conceptualizar los procesos
descriptos, excediendo ampliamente los objetivos y límites de nuestro trabajo, sino que sólo
los mencionamos como vocabulario de uso habitual en la bibliografía consultada.
TRADICIONALIZACIóN Y SINCRETISMO... 149
3
elegimos citar literalmente este fragmento y a este autor por razones de espacio, ya
que resume eicazmente lo que se reitera con frecuencia en la bibliografía. Hemos encontrado
varias versiones de la leyenda de Huari y similares interpretaciones de los registros arqueo-
lógicos, mencionados como antecedentes en la mayoría de los trabajos sobre el carnaval
orureño.
150 analía canale
Las diabladas
Las actuales formas estéticas y organizativas de las agrupaciones cele-
brantes se establecen a principios del siglo XX, con la institucionalización de
los conjuntos de danzarines, las bandas musicales correspondientes y el reco-
nocimiento de artesanos especializados en la realización de máscaras. La que
es considerada como primera agrupación en institucionalizarse fue formada,
llamativamente, por trabajadores de la industria de la carne y no ya por mine-
ros, quienes serían los tradicionales integrantes. Asimismo se hace mención a
4
sobre las relaciones entre el culto a personajes diabólicos y la explotación mineral en los
Andes se puede consultar la magistral obra de Michael Taussig (1993), El diablo y el fetichismo
de la mercancía en Sudamérica. Sobre la amplia difusión de las asociaciones entre riqueza y
personajes maléicos, así como una interpretación muy interesante acerca de la ambigüedad
de los “pactos” con el Diablo, véase Isla (1999).
152 analía canale
Foto 2
Foto 1
en cuanto a la coreografía y los personajes de la performance, cabe
señalar el papel central del “Arcángel” o el “Ángel” (ver Foto 1), cuya vesti-
menta diiere signiicativamente del resto, simulando un uniforme militar con
reminiscencias romanas tal como suele aparecer en las imágenes de ángeles
o santos guerreros católicos. el conjunto de los diablos está compuesto por:
“Lucifer” y “Satanás”, que dirigen la coreografía (ver Foto 2), y los diablos,
que representan a los siete pecados capitales; sus contrapartes femeninas son:
la “china Supay”5 y la “china diabla”, que conducen las “escuadras” de bai-
larinas, las diablesas. las “escuadras”, como se denomina a los subconjuntos
de danzantes, realizan iguras coreográicas como “el paseo del diablo”, “el
saludo”, “el ovillo”, “la estrella o irma del diablo”, que se intercalan en el
desarrollo de la dramatización del “relato”, reforzando el sentido de cada una
de las instancias narrativas del mismo.
5
originalmente el papel de la china Supay, que representa a la lujuria y la tentación de
caída en el pecado original, era realizado por hombres trasvestidos. además la denominación
supay o supaya, proveniente del aymara y el quéchua, es ambigua en cuanto al género sexual
de la entidad.
154 analía canale
6
Fragmento de “Ropa blanca” de Los Chilados de Almagro. CD Con el corazón en
juego.
156 analía canale
de las cuales se busca no sólo ijar la atención del público sobre la actuación,
sino también apelar a sus conocimientos y valores previos para lograr una eva-
luación favorable (Canale 2005). Veamos, un ejemplo de esto, donde aparecen
referencias a las actividades populares del juego de apuestas y el tango:
7
Fragmento de “Siluetas porteñas” estrenada en 1949 por del Centro Murga los Locos
por las Pebetas. cd Con el corazón en juego.
8
Fragmento de “En la vida”, década de 1950. CD Con el corazón en juego.
TRADICIONALIZACIóN Y SINCRETISMO... 157
9
el título de esta sección aparece en la publicación “el corsito”, como parte del logo.
Dicha publicación reúne material sobre el carnaval, histórico y de actualidad, de nuestro país
y del mundo. es editada por el área circo, murga y carnaval del centro cultural Ricardo Rojas
de la Universidad de Buenos Aires, coordinada por Coco Romero, desde febrero de 1995.
10
Momo es “una abstracción, personiicación del sarcasmo, hija de la noche y hermana
de las Hespérides en la teogonía hesiódica” (Grimal 1994:365)
158 analía canale
11
Glosa de presentación (fragmentos), de Tato Serrano, Los Quitapenas, 1996, citada en
Vainer (2005).
12
Canción de Presentación (fragmento), sobre música “Sobreviviendo” de Víctor Heredia,
Gambeteando el Empedrado, 1997. Citada en Vainer (2005).
13
Canción de presentación u Homenaje: estribillo de “Porque yo soy murguero”, letra de
Martín Merlino y Félix Loiácono sobre música “Bombo, caudillo y pueblo” de cacho cas-
taña, Centro Murga Pasión Quemera de Parque Patricios, 1995. Material obtenido en trabajo
de campo.
14
Homenaje (fragmento): “El volcán murguero” letra de Leo sobre música “Motorpsico”
de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota, Viva la Pepa, 1999. Material obtenido en trabajo
de campo.
TRADICIONALIZACIóN Y SINCRETISMO... 159
15
Glosa de retirada, de Félix Loiácono, 1996. Material obtenido en trabajo de campo.
16
“Momo: (gr.) dios burlesco y satírico, hijo del sueño y de la noche. Fue expulsado del
olimpo debido a su espíritu de crítica y de haber juzgado imperfectas las obras de los dioses.
se lo representa con una máscara y un bastón, cuya empuñadura tiene la forma de un muñeco.
Después del medioevo y hasta nuestros días es el dios del carnaval” (Diccionario de Mitología
Universal 1963).
160 analía canale
una vida festiva y una vida normal. Más bien se plantea una simultaneidad
de ambas, que podríamos interpretar a través de la actividad continua duran-
te el año que desarrollan las murgas. No hay, entonces, un tiempo limitado
para el carnaval como evento periódico preestablecido socialmente, sino una
continuidad expresada en las palabras “siempre” y “cada noche”, tanto como
por el uso del tiempo verbal presente. tampoco encontramos la idea de la
vida cotidiana como ensoñación o adormecimiento, frente a una vida festiva
real. En estos textos, aunque la realidad está también marcada por el dolor u
opuesta a la alegría, no se diferencia del ámbito en el que tiene lugar la acción
de los murgueros, y que se maniiesta a través de distintas conjugaciones en
presente de los verbos: “traer el carnaval”, “estar al lado del pueblo”, “vivir de
otra manera”, “cantar”, “bailar”, “luchar”, “alegrar”, “encarar”.
17
Citado en Ritmo de Murgas Nº 4, Año 1, Revista de la Asociación Civil M.U.R.G.A.S.,
p. 2.
TRADICIONALIZACIóN Y SINCRETISMO... 161
Foto 3
Para cerrar este acápite, analizaremos brevemente un fragmento de can-
ción, donde se maniiestan cualidades tanto de las formas tradicionales como
referencias a Momo:
162 analía canale
18
canción de presentación (fragmento): “y al Momo vienen cantando”, letra de cristian
alarcón, los cachafaces de colegiales, 2006. cd Carnaval porteño Vol. 1
TRADICIONALIZACIóN Y SINCRETISMO... 163
Agradecimientos
un agradecimiento especial a natalia gavazzo por el acceso a la biblio-
grafía especíica sobre el carnaval de Oruro y a Cecilia Cabrera por ceder
gentilmente imágenes de su archivo personal.
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CREENCIA, IdENtIFICACIóN gRuPAL y PRÁCtICAS
COtIdIANAS EN EL dISCuRSO PubLICItARIO
MeRcedes Miño*
*
carrera de ciencias de la comunicación de la Facultad de ciencias sociales de la
universidad de Buenos aires. ePiF, sección Folklore, instituto de ciencias antropológicas,
universidad de Buenos aires (uBa). e-mail: mercedes.mino@gmail.com
1
serían cuestiones a abordar en otro artículo las características nutricionales del actimel
(para ver si realmente es lo que promete en cuanto a necesidades humanas y adecuación nutri-
cional), así como un estudio económico del impacto creciente de los lácteos industrializados
en el presupuesto familiar (dado que son lo que más crece de la primera encuesta de gasto de
hogares –Engho 1975– a Engho 2006 y son proporcionalmente más signiicativos en el presu-
puesto de los que menos ingresos tienen, por lo que el intento de generalizar su consumo es
particularmente dañino para los más pobres).
168 MeRcedes Miño
desarrolló una teoría de la semiosis que está basada en un signo triádico y di-
námico, y por esto diferente del signo dual de la lingüística. el signo explicado
por Peirce tiene tres partes: objeto, signo o Representamen e interpretante.
En su deinición más clásica de signo, airma:
mismo objeto. El efecto ideológico lo que hace es congelar esta relación entre
el discurso y su objeto, borrando la marca de otros discursos y presentando a
ese discurso como la única representación posible de ese objeto. Uno de los
aportes más interesantes de esta teoría es que presenta a la ideología no como
un discurso en sí mismo, sino como una dimensión que atraviesa a todos los
discursos sociales sin excepción. de esta manera, la semiótica da herramientas
para realizar un análisis discursivo que contemple además nociones ideológi-
cas y relaciones de poder, tan apropiadas cuando se habla de cualquier discurso
que atraviesa los medios masivos de comunicación, en especial uno que mueve
tanto dinero como lo es el publicitario.
2
En inglés se les dice cultures a estas colonias, el mismo término utilizado para designar
a las culturas humanas.
3
información disponible en: http://www.actimel.com.ar y http://www.actimel.com para
otros países.
172 MeRcedes Miño
El “desafío Actimel”
El aviso televisivo que será tomado para este artículo se enmarca dentro
de la campaña que presenta el “Desafío Actimel”.
Cabe aclarar que La Serenísima-Danone ya venía realizando campañas
publicitarias para este producto con anterioridad, enfocando la argumenta-
ción en distintos beneicios, no obstante, ésta es la primera vez que propone
la ingesta diaria del producto por medio del “desafío actimel”. la propuesta
consiste en tomar un actimel por día durante dos semanas para poder com-
probar los beneicios del producto (no enfermarse, tener mayor sensación de
vitalidad, etc.). Esta invitación resulta realmente un desafío más que nada
desde el punto de vista del marketing y las ventas de dicha empresa, no sólo
porque permitiría aumentar sustancialmente las ventas del producto en caso
de que las personas adhieran a esta creencia, sino porque de esta manera se
lograría posicionar al producto como una necesidad diaria, de forma tal que
podría generar sentimientos de culpa en caso de no ser comprado para uno
mismo o para los seres queridos.
4
Fenómeno que reiere al doble proceso de globalización y atención a lo local, como es el
caso mismo del actimel de danone. Mediante un proceso de globalización es impuesto en la
mayoría de los países, y mediante un proceso de localización su comunicación será adaptada
a las costumbres de cada lugar.
5
Cabe aclarar aquí que lo que sí varía notablemente de país a país es el tono de la
comunicación utilizado, ya que en algunos países, como Rusia, se basan en el humor para
vender este producto.
cReencia, identiFicación gRuPal... 173
este concepto de tomar “uno por día” para resultar más efectivo se apoya
no sólo en esta campaña publicitaria, sino en acciones complementarias de
marketing y logística. Por ejemplo, el sitio argentino de actimel cuenta con
una sección llamada “¿Querés recibir Actimel en tu casa?”, en la cual cualquier
persona interesada puede completar sus datos con el in de recibir una entrega
diaria a domicilio del producto. de esta manera, se garantiza la ingesta de uno
por día, en una acción promocional que remite al lechero que pasaba por las
casas en el antiguo Buenos aires (de hecho, no se registra esta opción en otros
sitios web de actimel de otros países).
La campaña mencionada tiene la particularidad de incorporar la igura
de Pancho ibáñez,6 quien ya había participado en otras publicidades de La
Serenísima y de Actimel, pero sólo como locutor en este último caso. En esta
campaña se lo ve hablando a cámara y presentado el “desafío actimel”, ac-
tuando como el claro aval del producto y la propuesta.
La campaña se compone de dos tipos de piezas publicitarias: las que
explican (con la cara visible de Pancho Ibáñez y de algún profesional de la
salud) el Desafío Actimel, y las llamadas “testimoniales”, que presentan casos
de personas comunes que ya lo han probado y comentan que el producto les
ha dado resultado.
Se destaca además que toda la campaña se caracteriza por basarse en
medidas cuantiicables del estilo “El 93% de las personas que se sumaron, lo
recomendarían” o en datos precisos, tales como ofrecer en una placa el nombre
de la persona que está hablando, y su número de documento nacional de iden-
tidad, ubicación y ocupación. También participa un médico en esta campaña,
que es siempre el mismo, y que aparece con su nombre, apellido, especialidad
y número de matrícula profesional. El único que no tiene presentación de nin-
gún tipo en esta campaña es Pancho Ibáñez.
Los ambientes interiores siempre son de un aspecto aséptico y por lo
general incluyen algún elemento computarizado, que da una sensación cien-
6
su nombre verdadero es Juan Francisco ibáñez, es argentino y tiene una larga trayec-
toria como locutor, actor y conductor de televisión. Ha trabajado en el cine nacional con una
ilmografía que va desde 1966 hasta la actualidad y es muy conocido por haber conducido el
programa de tv “el deporte y el hombre”. desde hace muchos años, ha sido elegido la voz y
cara de la serenísima, por tener una imagen asociada a la calidad y la excelencia y sobre todo,
al deporte y la vida sana, apareciendo así en gran cantidad de comerciales de dicha empresa.
como se señalaba en el apartado sobre el actimel, a pesar de haber sido la serenísima com-
prada por una empresa multinacional de mayor poder económico, han mantenido a Pancho
Ibáñez como igura de la marca, por tener gran aceptación, credibilidad y conianza por parte
de las audiencias en general. Es considerado públicamente una “igura de autoridad”.
174 MeRcedes Miño
tíica y futurista, y los ambientes exteriores siempre cuentan con mucha luz
natural.
En las piezas testimoniales, que tienen una corta duración, lo importante
no es tanto lo que dicen las personas que aparecen, de hecho sus líneas son
muy breves, sino por un lado la sumatoria de testimonios, a lo largo de todo el
país, y por otro la verosimilitud de sus casos. En ese sentido es que aparecen
representadas diferentes circunstancias: estudiantes, jubilados, amas de casa,
obreros de la construcción, comerciantes, ejecutivos; algunos preocupados
por su propia salud y otros por la salud de algún ser querido a quien instan a
tomar el producto diariamente. Dados los diferentes periles de persona que
son mostrados en estas publicidades, se puede pensar que el propósito de esta
comunicación es imponer el producto de manera universal a la totalidad de la
población. Es decir, el objetivo implícito no se orienta solamente a que el sec-
tor joven, deportista y dispuesto a realizar sacriicios por su salud o su igura
adopte esta conducta de consumo, sino que además se intenta posicionarlo
como un producto de primera necesidad que, como tal, debe ser consumido
por cualquier persona.
7
El uso del término gente no es casual ni inocente. Como dice Beatriz Sarlo: “desde
hace unos pocos años, el pueblo se ha debilitado como categoría política y cultural.
Los políticos hablan de la gente, tratando de puriicar su discurso de todo eco que pro-
venga de esa larga novela histórica que tuvo al pueblo como protagonista” (2001:22).
La palabra pueblo permitía pensar en culturas populares, conlicto y lucha de clases, mientras
que la palabra gente es usada por los medios para designar a las clases medias urbanas, y como
sólo reiere al género humano, no da cuenta de ningún tipo de conlicto social.
176 MeRcedes Miño
los sentimientos sino que asemeja más a la música utilizada de cortina para
los noticieros y documentales.
Con respecto a las tomas de cámara, podemos advertir que en el momento
en que Pancho Ibáñez le habla directamente a la audiencia, lo hace con la cá-
mara de frente y a su misma altura. esta toma de frente de Pancho ibáñez se
realiza con un continuo movimiento de cámara que retrocede a medida que el
otro avanza, para estar siempre a la misma distancia de él. Esto le otorga gran
dinamismo al comercial. Además, las palabras que dice son acompañadas de
irmes y seguros movimientos de la mano derecha, muy característicos de su
lenguaje corporal como igura pública, que demuestran precisión, seguridad y
conianza. Por otra parte, su mirada a cámara realiza un contacto del eje O-O,
de ojos en los ojos, que demuestra toda una retórica visual de identiicación
entre su igura y los televidentes.
Es recién en los últimos planos de esta publicidad cuando la cámara rea-
liza un “picado”, tomando la escena desde arriba. Lo que puede apreciarse en
ese momento es la gran cantidad de personas que desilan, y su movilidad,
connotando así la masividad del producto y el estado de actividad en el que
sus consumidores se encuentran. Por otra parte, existen dos líneas divisorias
del asfalto en forma de cruz que pueden apreciarse con esta toma desde arriba,
generando un efecto de simetría y orden. Pancho ibáñez pisa la intersección de
ambas, y sigue caminando por la línea recta, guiando al grupo desde el centro.
Teniéndolo siempre a la vanguardia, el grupo cruza la línea, esta suerte de
barrera hacia una vida diferente.
En cuanto a las iguras retóricas presentes en esta publicidad, la más
fuerte está dada por la igura misma de Pancho Ibáñez, que funciona como
una metáfora, en el sentido de símbolo, en tanto se presenta como un modelo
de identiicación. Es la igura de antonomasia, el modelo emblemático.
Los rasgos temáticos, como su nombre lo indica, son los que nos permi-
ten tener un acercamiento a los temas, sub-temas y motivos que aparecen en
el discurso analizado (también de los que no aparecen) y que, junto con los
retóricos, nos proporcionarán importantes herramientas a la hora de analizar
los rasgos enunciativos, por ejemplo el tipo de enunciatario construido en el
texto.
siguiendo el análisis de este mismo comercial, al comienzo del mismo
Pancho ibáñez camina solo por la calle, logrando captar la atención del tele-
vidente. una vez captada su atención, lo interpela con las siguientes palabras:
“A vos, que te interesa tu salud, La Serenísima tiene algo muy importante
cReencia, identiFicación gRuPal... 177
8
Público-objetivo a quienes va dirigida una campaña y de quienes se espera respuesta,
cuya delimitación es frecuentemente fruto de una investigación de mercado.
178 MeRcedes Miño
9
en el mundo de habla inglesa el nombre “marketinero” de este mismo fermento del
actimel “L. casei Immunitas™”. información disponible en: http://www.actimel.com
cReencia, identiFicación gRuPal... 179
En recepción
Por otra parte, se destaca que las personas que han sido entrevistadas
son consumidoras de actimel a partir de los comerciales televisivos de este
producto, tienen una vida activa y se preocupan por su salud. tienen entre 20
y 50 años, de ambos sexos, y son habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y
el conurbano bonaerense.
las entrevistas realizadas en recepción parecen dejar ver grandes simi-
litudes entre el enunciatario construido en la publicidad y los consumidores
empíricos. En líneas generales, los consumidores son personas que se interesan
por su salud, y que creen en la igura de Pancho Ibáñez. Las palabras “con-
ianza” y “seriedad” son las que más aparecieron en respuesta a la pregunta
10
Un ejemplo de esto lo constituyó el comercial de Banco Galicia, en el que Carlos
Bianchi y Marcelo tinelli hacen un intercambio de vidas por un día, pero ambos eligen y
confían en este Banco.
180 MeRcedes Miño
A modo de cierre
vivimos en una sociedad discursiva, semiotizada, en la cual no podemos
hablar de objetos reales, o cosas en sí mismas. Todo lo que tenemos a nuestro
alrededor es signo de algo más, que a su vez determinará nuevos signos, entre
ellos prácticas sociales. nuestra vida misma se rige por un sistema de signos y
normas discursivas que nos indica qué se debe comer y qué no, cómo debemos
vestirnos y comportarnos, dónde se puede fumar y dónde no, qué cosas tienen
sentido y cuáles no. la manera como adherimos a este sistema es por medio
de la creencia, que no se da en todas las personas por igual, pero que marca en
líneas generales aquello que es verosímil o no para una sociedad.
la publicidad es especialmente un área en la cual la creencia es necesaria
y fundamental para hacer sentido y poder funcionar difundiendo pautas de
conducta. En el caso del aviso analizado de Actimel, la igura de Pancho Ibá-
ñez es la que detenta toda la credibilidad y conianza que el producto requiere,
mediante un fuerte mecanismo de identiicación. Se trata de una identiicación
con admiración hacia una igura aspiracional, hacia un modelo emblemático.
Esta igura funciona de esta manera solamente dentro del territorio argentino,
en el marco de un proceso de contextualización llevado a cabo en las comuni-
caciones y acciones que realizan las empresas multinacionales. Sin embargo,
puede percibirse detrás de esta cara conocida toda una red global que legitima
la existencia de un producto de este tipo, de la mano de una idea del cuidado
del cuerpo que parecería ser cada vez más sólo alcanzable desde el consumo.
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182 MeRcedes Miño
*
carrera de ciencias antropológicas de la Facultad de Filosofía y letras de la universi-
dad de Buenos aires. ePiF, sección Folklore, instituto de ciencias antropológicas, universi-
dad de Buenos Aires (UBA). E-mail: lorad@gmail.com
1
Señalamos que Internet es la red de redes informáticas distribuidas por el mundo que
intercambian información entre sí mediante protocolos TCP/IP (Cevallos 2005). De forma que
la emergencia de la complejidad de la web se produce por la interacción de elementos simples
desprovistos de toda inteligencia que concluye generando “un cerebro y una piel globales,
inesperados y superpoderosos” (Piscitelli 2005: 22). En ese sentido, la comunicación luida
entre usuarios ya no se limita a la esfera económica, dado que ha comenzado a formar parte
de la vida cotidiana de los sujetos, en varias regiones del planeta. el permanente proceso de
transformación de las relaciones mundiales, como consecuencia de la expansión de las interco-
nexiones entre lugares distantes mediante redes informáticas, ha facilitado el acceso a la red de
millones de usuarios a nivel mundial. Cabe destacar, entonces, que la web posee una geografía
propia (Castells, 2001) hecha de redes y nodos que procesan lujos de información generados
y controlados desde determinados lugares. Esto se debe a que los procesos simultáneos de
concentración espacial, de descentralización y conexión, son continuamente reelaborados por
los lujos globales de información y hacen surgir nuevas coniguraciones territoriales.
184 FLORA DELFINO KRAFT
2
Señalamos que si bien el término hoax, que en inglés signiica engaño, se reiere a
un mensaje de correo electrónico con un contenido “falso o engañoso” y que normalmente es
distribuido en cadena por la red, nosotros extendemos el alcance de esta modalidad comuni-
cativa a todos los e-mails que son difundidos en “cadena”. Diferenciamos a este mecanismo de
circulación del denominado spam o correo “no deseado” que se trata de mensajes electrónicos
habitualmente de tipo comercial, enviados en forma masiva a múltiples destinatarios, con ines
publicitarios, por las empresas.
3
un interesante examen sobre la relación entre folklore y medios de comunicación se
encuentra en los trabajos de Roberto Benjamín (2004).
4
El trabajo de Fine (1994) “Rumores de expiación. Leyendas y beneicencia empresaria”
constituye un interesante aporte sobre este tipo de relatos.
vínculos viRtuales... 185
5
De modo que, la inseguridad no es un problema sino el efecto que genera en la población
el constante bombardeo mediático de información policial. Es así que se debe tener en cuenta
que los medios masivos de comunicación emergen como entidades neutrales desprovistas de
intencionalidad, desideologizadas, sin embargo, construyen un mundo de acuerdo a sus propios
intereses y favorecen la consolidación y difusión de ideas y representaciones de la realidad,
propias de los sectores hegemónicos (Pereyra op. cit.).
vínculos viRtuales... 187
6
Indicamos que si bien la mayoría de estos mensajes tienen adjuntada alguna imagen,
que pueden ser presentaciones del programa Microsoft PowerPoint o bien, como archivo JPG
que es un tipo de ichero gráico de mapa de bits. También se presentan como enunciados
religiosos que no contienen representaciones.
7
Aunque no es el propósito de este trabajo, señalamos que puede inferirse también
una diferencial adhesión a estos enunciados, teniendo en cuenta la diferenciación de género.
En efecto, a partir de la observación de las direcciones electrónicas que iguran en los e-mail
reenviados por los usuarios, se advierte una mayor incidencia de estas expresiones enviadas
o recepcionadas desde las casillas de correo de las mujeres. Por lo tanto, queda planteada esta
problemática para desarrollarla en otra oportunidad.
8
En un próximo trabajo nos proponemos relexionar acerca del discurso cientíico
como estrategia de validación de las creencias religiosas en algunos de estos mensajes elec-
trónicos.
9
Aunque no profundizaremos en las características particulares de este santo y su
efecto en diferentes sectores sociales, advertimos que en los últimos tiempos ha cobrado
mayor difusión.
10
Para una mayor profundización acerca de la organización jerárquica del registro escrito,
véase el interesante trabajo de Goody (op. cit.).
188 FLORA DELFINO KRAFT
11
Tal como señalan Bauman y Briggs (1996) la noción de brecha intertextual entre di-
ferentes discursos releja los procesos de contextualización, que suponen entextualizaciones.
esto remite a la conversión de fragmentos de un discurso en un texto delimitado con el propó-
sito de extraerlo del contexto original, para luego ser recontextualizados en otro contexto dife-
rente. de esa forma, el proceso comunicativo inherente a la dimensión de tradición surge como
resultado del “uso del pasado” y tiene lugar mediante la recontextualización de actuaciones.
así, este proceso comunicativo supone una instancia de diálogo con enunciados anteriores.
12
este documento ha sido creado en el programa de Word al que se le incorporaron
archivos de imágenes en JPeg: Joint Photographic Experts Group (se trata de un algoritmo
diseñado para comprimir imágenes). la particularidad del programa Word se encuentra en que
cualquier usuario fácilmente puede modiicarlo agregándole referencias de su interés. Como
anteriormente indicamos, si bien no es habitual tales cambios en los textos, en este caso pode-
mos inferir que sí ha sido alterado pues la tipología del enunciado general no se corresponde
con la frase ubicada en el comienzo.
13
La letra de canción a la que hacemos referencia es de Diego Torres, titulada :”Usted”.
El estribillo dice: “no olvide que la espero, no espere que la olvide; si por usted me muero,
me muero cuando ríe, corazón; no olvide que la quiero, no quiera que la olvide…”. Además,
vínculos viRtuales... 189
es posible considerar que puede extenderse esta devoción de sujeto a sujeto, también como
referencia al interés particular del “ángel de la guarda” hacia el receptor del mensaje.
14
las citas textuales de los mensajes conservan, dentro de las posibilidades de la presente
edición, la grafía de los originales.
15
Hemos reparado en otros aspectos inherentes a esta problemática en el apartado “ora-
lidad y escritura” de esta misma publicación.
190 FLORA DELFINO KRAFT
16
Consideramos que en este caso el número 19 puede estar relacionado con el día canóni-
co de su celebración, el 19 de abril del año 303, en que fue su martirio. Estas referencias están
contenidas en un “volante” que se trasmite en relaciones “cara a cara” por algunas personas
que aseguran haber sido beneiciadas por la intervención de este santo.
vínculos viRtuales... 191
17
Para la institución eclesiástica cristiana, la necesidad de descartar de los fenómenos
las causas empíricas que pueden ser explicadas mediante el discurso cientíico ha modiicado
la noción de imposible imperante en la europa medieval. en consecuencia, las intervenciones
de seres espirituales son fenómenos que rara vez acontecen (campagne op cit).
192 FLORA DELFINO KRAFT
que la constancia de esta representación social puede estar relacionada con una
necesidad elemental de seguridad y cambio.
18
La construcción social de la realidad surge de experiencias subjetivas que, para ser
inteligibles, deben ser interpretadas y, al ser comunicadas, se transforman en objetivas por
presentarse como exteriores al sujeto.
vínculos viRtuales... 193
19
Estos autores destacan que estas otras realidades, que desvían la atención total de la
vigilia en la realidad por excelencia de la vida cotidiana, aparecen enclavadas dentro de ella y
surgen como “zonas limitadas de signiicado”.
20
el conocimiento sobre la realidad experimentada en forma indirecta se distancia de
la empiria, acercándose a la creencia por estar relacionada, como en este caso, con un canal
comunicativo virtual.
21
Para una referencia a la modalidad de vinculación entre sentido e imagen, véase
Zunzunegui (1989).
194 FLORA DELFINO KRAFT
22
cabrera (op cit) observa que imaginar es representarse algo e implica una derivación
en relación con las sensaciones inmediatas y las asociaciones de la memoria. en ese sentido
la imaginación es la facultad de evocar imágenes que dupliquen el mundo de las percepciones
directas. De modo que la imaginación es un aspecto fundamental para entender la posibilidad
y el modo del conocimiento de la realidad. en efecto, imaginar es yuxtaponer, combinar, arti-
cular y sintetizar imágenes o ideas para reproducir un orden o producir un orden diferente
23
la concepción de “mundos posibles” hace referencia a modalidades de cognición lógi-
ca, que expresan los heterogéneos enunciados sociales, y relejan el pasaje de un saber objetivo,
compartido, al subjetivo de la certeza individual. (Hintikka citado en Palleiro 2004). Para una
mayor profundización sobre esta cuestión, véase el apartado “Lineamientos Conceptuales”
en esta misma publicación.
vínculos viRtuales... 195
24
Destacamos que la singularidad de esta reticular coniguración comunicacional se
basa en que el uso de la red sigue la distribución desigual de la infraestructura tecnológica,
la riqueza y la educación del planeta (Castells, op.cit.). en ese sentido, puede entenderse las
desigualdades sociales presentes a nivel global, que surgen como condicionantes previos que
limitan localmente el acceso de las personas a la web. Es por eso que la disponibilidad de
recursos infraestructurales, conjuntamente con el nivel educativo releja, de alguna forma, la
pertenencia a un determinado nivel socioeconómico de los usuarios de Internet.
196 FLORA DELFINO KRAFT
25
Señalamos que la opción programada de “reenviar” se encuentra habitualmente en
la parte superior de los mails recibidos una vez abiertos, como así también en el “buzón de
entrada” de los mismos. esta elección comunicativa es propia de los diferentes servidores de
correo, como por ejemplo, Yahoo, Gmail, Hotmail, etc.
vínculos viRtuales... 197
a mi las [cadenas] que me ponen de pésimo humor las que terminan con
mensajes satánicos incluso las religiosas al estilo recemos por el bin (sic)
del mundo: si no mandás esto tendrás calvicie eterna o algo por el estilo son
patéticas!
26
la dirección correspondiente a este sitio, consultado en septiembre de 2006, es http://
www.genteloca.com/salon/12949/cual-fue-la-cadena-de-mail-mas-ridicula-que-leiste.html
198 FLORA DELFINO KRAFT
Los que no me gustan son esos mensajes que te obligan a mandárselos a otros.
Me parecen una estupidez: si se los mandás a tantos: te pasará tal cosa, si a
tantos otros: tal otra y por las dudas, mandámelo a mí también para que así sé
que lo mandaste. Te presionan.
29
Acerca de la complejidad de los mecanismos de reciprocidad como beneicio adaptativo
en la estrategia de cooperación, puede consultarse el trabajo de axelrod (2004). este autor
señala la problemática que se establece entre el beneicio individual de la cooperación mutua,
en tensión con la explotación de los esfuerzos cooperativos de otros.
200 FLORA DELFINO KRAFT
30
En ese sentido Gouldner considera que la norma de la reciprocidad “plantea dos exi-
gencias mínimas relacionadas entre sí: 1) la gente debe ayudar a quien le ha ayudado y, 2) la
gente no debe perjudicar a quien le ha ayudado”. (op. cit.:232). Es que mientras el receptor esté
en deuda con el donante por el beneicio recibido, se presenta un período de estabilidad en el
cual “no se debe perjudicar a aquellos de quienes se ha recibido un beneicio” (op. cit.:238).
De ese modo la retribución se establece tanto como gratiicación de lo previamente recibido,
como así también, por haber interiorizado esa norma moral.
vínculos viRtuales... 201
31
En relación con este tema, Quirós examina la problemática que acontece cuando el
observador antropológico y el mundo nativo coinciden. un aspecto destacado dentro de esta
diicultad es que se tiende a la separación radical de los discursos del sentido común y de los
cientíicos; entre lo creencial y lo real. Esta cuestión deriva en una adscripción a las categorías
de los especialistas de nuestra sociedad. Por lo tanto, se desprende la necesidad de estrategias
metodológicas para la producción del conocimiento en antropología económica. y en general,
necesarias en todas las perspectivas de la disciplina antropológica.
32
Recordamos que para Malinowski la estructura social establece los mecanismos ins-
titucionales por medio de los cuales los individuos satisfacerían sus necesidades. Es que las
202 FLORA DELFINO KRAFT
necesidades tanto derivadas como integrativas serían las que se encontrarían sobreañadidas a
las necesidades básicas del hombre (Firth op. cit.).
33
En este sentido, destacamos que esta modalidad del proceso mental consiste justamente
en el “silogismo de la hierba” que involucra predicados de clases diferentes. De esa forma se
pueden interconectar ideas, por ejemplo, un boleto “capicúa” con la “suerte”; o en este caso,
el reenvío del mensaje con el acontecimiento esperado. esto se diferencia del “silogismo ca-
tegórico” que es otra forma de organizar el conocimiento. En esta otra modalidad, base de la
lógica, se identiican clases que diferencien sujetos de predicados (Bateson & Bateson 2000).
Dejamos planteada esta problemática que será objeto de un desarrollo posterior.
vínculos viRtuales... 203
Consideraciones inales
Hemos señalado que la circulación de “mensajes en cadena de la suerte”
en este soporte informático se distancia de las referencias de la institución
canónica, por encontrarse relacionadas con una dimensión existencial de los
usuarios. Asimismo, consideramos que estos rituales comunicativos devienen
en rutinas mediacionales que promueven la transmisión de los enunciados
folklóricos virtuales. Por otra parte, estas modalidades de representación vin-
culadas a las creencias en seres inmateriales se encuentran favorecidas por la
facultad creativa y reproductiva de la imaginación. Indicamos también que la
satisfacción de los “deseos” de los usuarios se encuentra básicamente conec-
tada a una necesidad ontológica de previsión y transformación, que conduce al
establecimiento de mecanismos de reciprocidad. desde esta perspectiva, pode-
mos advertir que en el espacio “seguro”, transnacional y virtual se construyen
relaciones mediante la circulación de objetos preciosos. Planteamos entonces
que las creencias, como dispositivo subjetivo e intersubjetivo entre usuarios,
incide en la manifestación de un reconocimiento de las relaciones existentes
entre las personas. la referencia constante y mediática sobre hechos delictivos
genera una sensación de temor, tanto a relacionarse con personas desconocidas
como a circular por espacios públicos potencialmente señalados como “peli-
grosos”. de este modo, tales discursos sobre la “inseguridad” pueden llegar a
transformarse en mecanismos de control estatal mediante la ijación espacial
de los sujetos. Por lo tanto, es posible entender que en una sociedad en donde
se promueve el aislamiento social, los vínculos virtuales basados en creencias
sobre la protección y el prodigio pueden ser utilizados como mecanismos
idealizados de aproximación entre sujetos abstractos.
Agradecimientos
un agradecimiento especial a ana María dupey por el pertinente seña-
lamiento acerca del distanciamiento de estas expresiones con respecto al dis-
curso canónico y a Guillermo Quirós por su valiosa contribución con material
teórico para el análisis de este trabajo.
204 FLORA DELFINO KRAFT
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alFRedo RuiZ*
este trabajo trata, en su recorrido conceptual, del modo en que las creen-
cias se constituyen como tópico de la Psicología cognitiva. inicialmente
se recortaron como eje desde el cual podían leerse las generalidades de un
procesamiento cognitivo disfuncional que serviría para explicar la patología
entendida como distorsión. en otro nivel, más profundo y menos descriptivo,
aborda también el modo en que las creencias se imbrican con la condición
misma de “ser humano” y entretejen las particularidades de la subjetividad en
manifestaciones narrativas. de este modo, el relato, desde las posibilidades
del lenguaje, del afecto y de los signiicados culturales, se cristaliza en una
narrativa personal que expresa con toda su fortaleza la arquitectura iccional
del “sí mismo”.
El artículo, más que un itinerario conceptual despersonalizado y anónimo,
representa una construcción personal de un recorrido teórico y clínico que
plasma como relato algunas de mis propias preguntas a la disciplina.
*
Psicólogo. Magister en neurociencias, universidad nacional de córdoba, Facultad
de ciencias de la educación de la universidad nacional del comahue, Río negro. e-mail:
alfredoruiz@speedy.com.ar
208 ALFREDO RUIZ
1
“Los errores sistemáticos que se dan el pensamiento mantienen la creencia del paciente
en la validez de sus conceptos negativos, incluso a pesar de evidencia contraria” (Beck y otros
1983:21)
los sisteMas de cReencias... 211
mental” que deja pasar todo lo positivo y retienen lo negativo, se parte de una
situación particular y se arriba a una conclusión que impregna la totalidad de
la situación dando lugar a una “visión de túnel”. Como ejemplo, puede citarse
una persona que juzga que sus vacaciones fueron un desastre porque debió
tomar con varias horas de demora el vuelo de regreso, sin considerar otros
aspectos de la estadía.
estas modalidades de procesamiento cognitivo nombradas como “dis-
torsiones cognitivas” representan la forma que adoptan las creencias en el
modelo cognitivo del procesamiento de la información; esto es, patrones
cognitivos implícitos que condicionan la percepción del mundo, las acciones
ejercidas sobre él y las emociones concomitantes. La intervención terapéutica
se orientó hacia la corrección de las distorsiones mediante propuestas activas
de contrastación y falsación de esas hipótesis cognitivas. se desarrollaron
técnicas cognitivo conductuales que operaron hacia la modiicación del patrón
disfuncional con el propósito de procurar comportamientos más adaptativos y
disminuir las disfuncionalidad.
ORGANIZACIÓN COGNITIVA
PENSAMIENTOS SUPUESTOS DISTORSIONES COG-
AUTOMÁTICOS SUBYACENTES NITIVAS
“la jubilación está muy cercana o “No puedo ajustar las cosas en
muy distante” el tiempo”
“el ritmo de trabajo es vertigi- “No tengo recursos” Maximización de ries-
noso” “No tengo posibilidad de adap- gos eventuales
“los cambios me resultan ago- tación”
biantes” “Si no encuentro la forma voy Minimización de recur-
“Nadie sabe bien cómo se va a mal” sos personales
hacer” “Mis posibilidades son limita-
“Yo no doy más” das”
Pensamiento
“Esto es demasiado para mí” “No tengo recursos para seguir” Catastróico
“Tengo un volcán adentro” “Esto me produce mucha pre-
“No sé si pueda tolerar lo que sión, puedo estallar”
falta” “En esto estoy sola”
“Uno se da cuenta que a nadie le “Si uno cuenta con uno, no
importa nada”. cuenta con nadie”
“Al inal todo depende de mí, y si
no, soné”
TRIADA COGNITVA
Sí MISMO MUNDO FUTURO
Vulnerable psicológicamente
Incierto Aleatorio
Sola frente a los problemas de
Exigente Puede escapar a la intención
la vida
de control
los sisteMas de cReencias... 219
Conclusiones
el surgimiento del paradigma cognitivo representó una nueva propuesta
teórica que incorporó a los factores internos como “factores internos cogni-
tivos” produciendo transformaciones en las propuestas psicoterapéuticas. Se
comenzó a incluir el nivel de “creencias” como factores intervinientes en el
procesamiento cognitivo y se identiicó entre las causas de patología de pa-
cientes patrones distorsionados de pensamientos especíicos. Las cogniciones
toman la forma de pensamientos automáticos que representan patrones de
aianzados de ideas; las creencias a un segundo nivel de registro, más profun-
do y estables; que operan como patrones cognitivos que guían las acciones y
evalúan el mundo. De este modo, la mente se transformó en un dispositivo atri-
bucional e inferencial que trasciende el mero dato fenomenológico y opera al
servicio de la anticipación, la predicción y planiicación del comportamiento.
El paradigma cognitivo narrativo que sucede a este enfoque cognitivo, la pro-
ducción de signiicados ocupa una posición central. El lenguaje como discurso
permite, tal como se puntualiza en los itinerarios conceptuales de este volu-
men, la construcción de una matriz narrativa que condensa la multiplicidad de
la experiencia del sujeto y otorga su particularidad en el sí mismo.
2
Nota de los editores: Para una relexión sobre los marcos cognitivos en relación con la
organización narrativa de la creencia, véase Karrer (2007) citado en los Itinerarios concep-
tuales. Para una relexión sobre las matrices normativas y su relación con la organización
narrativa de la creencia, véase Palleiro (2004).
220 ALFREDO RUIZ
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ItINERARIOS CONCEPtuALES
Mundos posibles
esta noción se vincula con las diferentes formas de representación del
mundo. nos interesa recuperar en este sentido la aproximación de Hintikka
a los mundos posibles. Desde una óptica ilosóica vinculada con la lógica
modal, el concepto de “mundos posibles” permite considerar el problema de
la creencia en su relación con el conocimiento y las identidades sociales en su
relación con los procedimientos de articulación de universos narrativos, cons-
truidos como mundos posibles análogos o semejantes al universo real, pero
diferentes de él por su modalidad de construcción como sistemas autónomos,
regidos por leyes propias. Tales leyes tienen que ver con operaciones de dupli-
cación analógica del universo real, que transforma tales mundos posibles en
sistemas que se autorreieren. En esta aproximación, recuperamos también la
222 MaRía inés PalleiRo
1
Según Lyotard, el relato posee las siguientes características: proporciona criterios de
valoración positiva o negativa; admite una pluralidad de juegos de lenguaje más allá de los
meramente denotativos, tiene una forma de transmisión en el que contar, oír y ser se funden
en un dispositivo compacto; y por último, se inscribe en una dimensión temporal.
2
En particular, Hintikka sostiene que la relación entre los mundos se establece mediante
reglas compartidas de compatibilidad, accesibilidad y concebibilidad. Es decir que todo mundo
debe ser concebible, compatible y accesible con aquél con el que se pone en relación (Palleiro
et al. 2004).
YO CREO, VOS ¿SABéS? 223
interés para un abordaje desde la perspectiva del Folklore, como campo disci-
plinar dedicado a estudiar las diversas expresiones de identidades grupales. en
efecto, los procesos de construcción de las creencias en la narrativa folklórica
ponen de maniiesto la conexión entre mundos reales y mundos alternativos,
que se vinculan a su vez con las dinámicas de representación de pertenencias
sociales y coniguraciones identitarias.
El “como si”
de esta forma, el universo de creencias, mediado por el discurso, aparece
en cierta medida como un universo iccionalizado que duplica el universo
real en una suerte de “como si” analógico (Mannoni 1969, Zizek 1992). Esta
creación de “mundos posibles” es analizada por ariel sotomayor como un
“cuento”. este relato entrecruza referencias contextuales permanentes para
anclarlo en un tiempo y espacio reales, pero creando a la vez una nueva lógica
dentro del mundo ictivo construido como un “mundo posible” autónomo del
referente real en el trabajo de María Inés Palleiro. Es así como una de las na-
rraciones transcurre en una escuela, en donde son frecuentes las burlas cotidia-
nas entre compañeros que forman parte, también, del relato de icción. Como
contrapartida, otro relato es presentado como “historia” protagonizada por un
“mentiroso” en un contexto de existencia real. Esta tensión entre “icción” e
224 MaRía inés PalleiRo
Ficcionalidad y referencia
Reisz de Rivarola, en su trabajo sobre “Ficcionalidad, referencia, tipos
de icción literaria”, caracteriza los procesos de iccionalización del discurso
como operaciones de duplicación o desdoblamiento analógico de los com-
ponentes de la situación comunicativa: el emisor, el receptor y el referente.
Efectúa además una clara distinción entre la cualidad de lo ictivo, a la que
deine como una modiicación de la modalidad de esencia del universo real,
y la iccionalización, basada en las mencionadas operaciones de discurso. El
universo del relato se construye a partir de una duplicación ictiva del mundo
real, que reformula elementos vinculados a la experiencia histórica del grupo,
y los utiliza como recursos argumentativos encaminados a persuadir al audi-
torio del carácter verosímil de la narración (Palleiro 1992a).
3
Para referirse a las características del pensamiento y la expresión oral, ong recurre
a un conjunto de parámetros que enumeraremos a continuación. Airma que las culturas
orales se distinguen por ser “acumulativas antes que analíticas”, redundantes o “copiosas”,
“conservadoras y tradicionalistas”, por estar “cerca del mundo humano vital”, por tener
“matices agonísticos”, por ser “empáticas y participantes antes que objetivamente apartadas”,
“homeostáticas” y “situacionales antes que abstractas”. De acuerdo con tales parámetros, los
textos orales se caracterizan por la acumulación reiterativa de elementos cercanos al universo
de experiencias de los participantes del hecho comunicativo, y apuntan a preservar un legado
tradicional, articulado a partir de una dinámica de contraposiciones, en un equilibrio vital con
la situación concreta en la que se produce y se recibe el mensaje.
4
un avance de este trabajo puede consultarse en una ponencia de la autora cuyos datos
iguran en la Bibliografía General (Naya en prensa).
226 MaRía inés PalleiRo
Oralidad y escritura
otro aspecto relacionado con este problema es el de la dinámica entre
oralidad y escritura, que puede ser abordado desde una perspectiva cognitiva
(Havelock 1982, 1995). Podemos airmar al respecto que existe una tensión
creativa recíproca entre oralidad y escritura, sostenida por el hecho de que la
dimensión oral gobierna gran parte de las interacciones de la vida diaria de
cualquier comunidad humana por más dominio de la tecnología escrituraria
que esta tenga. En las manifestaciones narrativas que integran los archivos
de esta obra, hemos podido advertir la presencia de modalidades cognitivas
propias de la oralidad que conviven con estructuras de pensamiento lógico
en una combinación muchas veces yuxtapuesta, y que nos permite concebir
la posibilidad de esbozar una deconstrucción en recorridos múltiples.5 estos
aspectos pueden apreciarse en universos de discurso tales como la publicidad,
que recurren con frecuencia a fórmulas mnemotécnicas y a “microrrelatos”
orales fáciles de ser retenidos en la memoria, para inducir al receptor/usuario a
determinadas conductas de consumo. Así por ejemplo, según puede advertirse
en el trabajo de Miño, la campaña publicitaria del producto lácteo comercial
que analiza la autora propone la fórmula del “Desafío Actimel”, que se reitera
a lo largo de la publicidad en varias ocasiones, basada en un microrrelato
sobre ciertas bacterias nocivas para el organismo humano, contra las cuales
dicho producto constituye una “barrera protectora”. esta reiteración sirve a la
5
la tensión entre la dimensión de la oralidad y de la escritura de gran parte de nuestros
archivos se puso de maniiesto en nuestra tarea de transcripción, en la que nos enfrentamos con
continuas repeticiones,que sirven ciertamente a los narradores como recursos mnemotécnicos
o ayudamemoria, y como formas de mantener la ilación del coloquio, contraponiéndose con
las exigencias de los mecanismos de cohesión lógica y coherencia textual propios del código
de la escritura.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 227
6
También Goody y Watt (1996), del mismo modo que Havelock, sostienen la persisten-
cia de lo que denominan un pensamiento no lógico en las sociedades modernas con cultura
escrita, y enfatizan el carácter aditivo -y no alternativo- de la escritura con respecto a la
transmisión oral.
228 MaRía inés PalleiRo
7
Destacamos que la estructura lexible del hipertexto es la que posibilita los recorridos
virtuales por los diferentes sitios de Internet. la particularidad de estos mecanismos hiper-
textuales se encuentra en los recursos de base informática que guían la “navegación” en la red
(Piscitelli 2005), ya que mediante los links se establecen vínculos que relacionan las diversas
informaciones.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 229
Conciencia metalinguística
Asimismo, también cabe señalar el tema de la diferencia de grado en la
utilización relexiva del canal y del código, o lo que se denomina la “con-
ciencia metalingüística” (swearingen 1990). En nuestro archivo de versiones
orales y registros escriturarios y virtuales, pudimos comprobar la existencia
de un alto grado de conciencia en el uso del canal y del código, que da lugar en
ocasiones a una relexión metanarrativa acerca de la lexibilidad estructural de
la oralidad folklórica. tal es el caso de los relatos de la narradora oral andrea
Cerda analizados por Palleiro, que incluyen una relexión sobre la modalidad
de transmisión intergeneracional de un repertorio de relatos orales “de menti-
rosos”, aprendidos de boca de su abuelo. Esta relexión pone de maniiesto el
grado de conciencia metalingüística de la narradora, que da lugar a la puesta
en discurso de los procesos de reelaboración personal de relatos pertenecientes
al acervo de la memoria colectiva.
230 MaRía inés PalleiRo
La metáfora
La metáfora es una igura retórica que consiste en una condensación de un
conjunto de signiicaciones en un determinado segmento de la cadena signi-
icante (Le Guern 1985) Así por ejemplo, el “toro Astas de Oro” mencionado
en el relato oral de cerda analizado por Palleiro, concentra un conjunto de
signiicaciones relacionadas tanto como el animal “toro” designado mediante
el mecanismo denotativo, como con aspectos vinculados con las creencias
del grupo, tales como la identiicación animista del animal con el universo
semántico de lo demoníaco y con las riquezas metalíferas de la zona del Fa-
matina. la teoría psicoanalítica relaciona la sustitución propia del mecanismo
metafórico, con operaciones de represión del deseo, que llevan a reemplazar
unos signiicantes por otros (Le Galliot 1981). El héroe folklórico representa,
más que un protagonista literal de la acción, una condensación metafórica de
las virtudes o cualidades que cada grupo considera como valiosas (la valentía
en el caballero medieval, la astucia en el pícaro, la santidad en los relatos ha-
giográicos o historias de santos de raíz folklórica).
el discurso publicitario, por su parte, recurre a tales procedimientos, pre-
sentando un producto como condensación metafórica de aquellas propiedades
consideradas como valiosas por un conjunto o clase de consumidores, para
quienes intenta construir a través del producto un “mundo posible” de perfec-
ción ideal (el jabón que deja la ropa más blanca con poco esfuerzo, para quienes
desean limpiar una prenda que carece de la cualidad de blancura, por ejemplo).
la metáfora constituye, en síntesis, una estrategia retórica y una operación de
pensamiento asociada con mecanismos de condensación simbólica.
La metonimia
La metáfora tiene como correlato el procedimiento metonímico, que
consiste en desplazar determinados elementos de la cadena signiicante ha-
cia otros. Este procedimiento está relacionado con la fragmentación que, en
términos psicoanalíticos, enmascara el “el deseo de lo que falta” y expresa de
este modo la ausencia de completad (le galliot op. cit.). así, por ejemplo, en el
discurso folklórico, el elemento desencadenante de la acción narrativa es una
situación metonímica de carencia o falta, identiicada por Propp como una in-
variante funcional o regularidad en el esquema de composición folklórica, con
el rótulo de “función ca”. el discurso de la publicidad, analizado por Miño,
232 MaRía inés PalleiRo
juega con el movimiento metonímico del “deseo de lo que falta” para generar
conductas de consumo, poniendo en relación de contigüidad diferentes ele-
mentos en los que el deseo se transmite de uno a otro. éste es el caso de querer
comprar el auto para obtener el mundo posible del poder, la seducción y el con-
fort. Al igual que la metáfora, la metonimia constituye al mismo tiempo una
estrategia retórica y una modalidad de pensamiento, relacionada en términos
psicoanalíticos con operaciones de desplazamiento vinculadas con la represión
del deseo. es así como la publicidad trata de “liberar” de esta represión a los
consumidores, mediante la sugerencia de compra de un producto.8
8
Para un estudio de la metáfora y la metonimia en relación con las iguras retóricas desde
una perspectiva del análisis del discurso, véase el primer volumen de esta misma colección
Formas del Discurso, Cap. 8, pp. 127-131.
9
Verón realiza una lectura de la teoría de la semiosis ininita de Charles Peirce a la luz de
la teoría de los discursos sociales. Pierce (1987), autor con una formación basada en la mate-
mática y la lógica y considerado, juntamente con saussure, como uno de los fundadores de la
semiótica, deine al signo como una entidad con tres instancias: el Representamen, el Objeto
y el Interpretante. El representamen es “algo” que representa a otro “algo” u objeto, para “al-
guien” que lo interpreta. Estos tres elementos en conjunción siempre funcionan produciendo
un nuevo signo, que será a su vez interpretado y generador de otro, encadenándose todo este
proceso en lo que el autor denomina como semiosis ininita.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 233
La semiosis social
cada discurso funciona como un signo dinámico dentro de la semiosis
social, a la que graica como una gran red. Siguiendo a Peirce, Verón considera
como signo dinámico a aquel que ofrece ininitas potencialidades de desplie-
gue para la producción de sentido.10 cada texto es así la consecuencia de un
proceso de producción, y pueden rastrearse en su textura marcas o huellas
que dan cuenta tanto de sus condiciones de producción como de los discursos
previos en los que sustenta. Dicho discurso genera a la vez nuevas condiciones
de producción de los discursos que le sucederán. Verón se reiere a este proce-
so como el resultado de una “gramática de producción” y una “gramática de
reconocimiento” de los discursos en un contexto social dado. de esta manera
se va tejiendo una red social de producción de sentido, en la que cada discurso
es a la vez causa y efecto de otro. Miño, en su artículo, da cuenta de esta red
social de producción del sentido en el discurso publicitario.
10
Peirce realiza en efecto, una distinción entre el “objeto dinámico” que integra un pro-
ceso de semiosis ininita y el “objeto inmediato” tal como se presenta al observador para ser
analizado.
234 MaRía inés PalleiRo
El contrato de lectura
El “contrato de lectura” de un discurso es la relación o vínculo especíico
propuesto entre enunciador y enunciatario, establecido por diferentes marcas,
que van “desde los dispositivos de apelación hasta las modalidades de cons-
trucción de las imágenes y la de los tipos de recorridos propuestos al lector”
(Verón 1988) Esta relación puede estar marcada por la distancia (pedagógica,
complementaria, impersonal, etc.) o por la simetría (complicidad, similitud,
etc.).11 Es importante remarcar, de todas formas que, como aclara el citado
verón, “la interpelación no es una característica distintiva entre la distancia y
la complicidad, porque en la distancia también se interpela al lector” (Verón
1986:108). Esto se advierte con claridad en los discursos publicitarios anali-
zados por Miño en esta obra. en estos casos, el contrato de lectura propuesto
entre enunciador y enunciatario está marcado por la distancia complementaria.
Esta complementariedad se da en términos de una relación pedagógica, en la
cual el enunciador tiene un saber e instrucciones para transmitir al enunciata-
rio, a través de enunciados persuasivos como el siguiente: “Probá Actimel du-
rante dos semanas y podrás notar la diferencia”. se vale entonces de recursos
tales como la exposición lógica y la enumeración de las ventajas del producto,
para proponer este contrato de lectura particular.
11
Podemos encontrar ejemplos que van desde la prensa escrita pasando por los noticieros
televisivos hasta las revistas femeninas, analizadas por Verón (1986). En el discurso de estas
revistas, el autor hace hincapié en el hecho de que las zonas temáticas tocadas son siempre
las mismas (y al mismo tiempo). Por ejemplo, en determinado momento todas hablarán de la
moda del verano, del bronceado, etc. Por lo tanto, la dimensión enunciativa se vuelve vital a
la hora de lograr la diferenciación entre una revista y otra. es así como cada una construye
una relación particular con el lector y es ahí donde juega la competencia. así, algunas revistas
femeninas presentarán un contrato de lectura más frío y distante, mientras que otras apelarán
más a la cercanía y complicidad.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 235
12
Para un interesante estudio de los procesos de actualización del pasado desde el pre-
sente, o de retradicionalización, véase Fischman (2004). En trabajos posteriores (Fischman
2006), este autor profundiza estos conceptos a propósito de los procesos de retradicionaliza-
ción de la tradición judía en el contexto argentino. explora allí la constitución de la tradición
judía para “la primera generación de judíos socializada en argentina” y cómo la apropiación
de símbolos religiosos en contextos laicos pueden constituir un mundo posible.
236 MaRía inés PalleiRo
13
este planteo de Mannoni (op. cit.) lo desarrolla en el trabajo: “Ya lo sé, pero aún
así…”. Allí, toma un caso de la literatura etnográica del libro Soleil Hopi. en este escrito el
autor se reiere a la creencia infantil en los Katcina (unos seres sobrenaturales) establecida por
los adultos a través de un engaño con máscaras y discursos que es sostenida y transformada
en el momento de la iniciación. Cuando es iniciado, al neóito se le explica que, si bien los
Katcina que él había conocido como niño eran en realidad sus tíos y padres, en el pasado, los
verdaderos Katcina sí se presentaban en las danzas. La explicación se completa indicando que,
actualmente, aunque representados por los adultos, estos seres se maniiestan de forma invi-
sible. Es así como la creencia en los Katcina sobrevive transformada. En esta transformación
son fundamentales dos elementos, que hacen al sostén de la creencia luego de la iniciación:
el primero, el discurso que plantea que los Katcina sí venían verdaderamente en el pasado; el
segundo, que este nuevo saber se mantenga en secreto a cierta parte de la sociedad, a ciertos
otros que, en este caso, son los niños, quienes permanecen mistiicados.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 237
y sustentada en el pasado, pero tiene además una proyección futura, que tras-
lada el cumplimiento de las expectativas por ella generadas hacia un mundo
posible. Es a través de este proceso que las creencias orientan algunas de las
costumbres sociales. así, por ejemplo, puede entenderse la creencia infantil de
mostrar los zapatos como prueba de existencia de los Reyes Magos, de quienes
esperan recibir algún obsequio. En este caso, son las referencias previas de los
adultos que representan su pasado las que sostienen las expectativas futuras
de los niños. otro aspecto interesante en relación con la institucionalización
de las creencias desde el campo de la intervención terapéutica a partir de la
narrativa es un caso abordado a través de las categorías de la clínica cognitiva
en el artículo de Ruiz.
14
El autor considera que los motivos racionales que buscamos sólo pretenden hacer
convincente lo que ya creemos. De ahí surge lo que denomina como “el círculo vicioso de
la creencia”. Para Zizek, las creencias no dan cuenta de un estado interno sino externo. Son
de este modo objetivas, en el sentido de que son objetivables y transferibles en las relaciones
humanas.
238 MaRía inés PalleiRo
15
Merece recordarse aquí que, a propósito del análisis de las razones de la efectividad de
la cura shamanística, Lévi-Strauss plantea que ésta se produce a través de una experiencia que
rearticula bajo un sistema ciertos estados confusos y no organizados, asociados con las creen-
cias. A este proceso, eminentemente lingüístico, lo llama “eicacia simbólica”. Este concepto
está lejos de referirse a lo que comúnmente se piensa como una cura psicológica. Más bien,
la curación toma lugar en el marco de una mitología en la que creen tanto la persona enferma
como la sociedad de la que es miembro. Es de este modo la opinión pública la que legitima el
sistema en que se desenvuelve el shamán.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 239
Performance e identidad
Dentro de esta dimensión performativa de análisis, consideramos que
existen diversas formas de interacción social relacionadas con eventos públi-
cos, participativos y regidos por un calendario, donde pueden apreciarse ele-
mentos simbólicos ligados con procesos de coniguración identitaria (Stoeltje
1992). Tal es el caso de las iestas de carnaval, analizadas por Analía Canale
en esta obra. Por su parte, turner caracteriza el ritual como “una conducta
formal prescrita en ocasiones no dominadas por la rutina tecnológica, y rela-
cionada con la creencia en seres o fuerzas místicas” (Turner 1973:21). Desde
nuestra perspectiva, podemos extender esta caracterización a otros tipos de
actuaciones sociales. Puntualmente, las actuaciones rituales, que se ubican en
el margen de las rutinas cotidianas, están legitimadas por una creencia previa
en los símbolos rituales, que a la vez se ve fortalecida por el propio ritual. Es
en estas prácticas sociales donde se maniiesta la apropiación diferencial de
sus signiicados múltiples por parte de los diversos grupos sociales y donde
los conlictos propios de los procesos sociales pueden ser resueltos. Especí-
icamente, en los denominados “ritos de pasaje” o “iniciáticos”, la creencia
resulta un aspecto relevante de este proceso. tal relevancia está dada por la
adhesión subjetiva del sujeto que participa de dicho rito a la existencia de un
mundo posible vinculado con fuerzas místicas, que le permite dejar de lado
su estado anterior y pasar a uno nuevo. el comportamiento de otros grupos,
integrados por mayor o menor número de personas, procedentes tanto de sec-
16
El autor menciona que Freud descubre un campo que precisa de la invención de un
dispositivo para explorarlo: el inconsciente, cuya particularidad reside en que, al momento que
el analista y el analizante creen en él, lo crean. Por lo tanto, en este contexto, las creencias son
aprehendidas en referencia a la contingencia de un acto (op. cit.).
YO CREO, VOS ¿SABéS? 241
tores populares como de otros colectivos aún mayores como el mismo Estado-
Nación, está regido por vínculos de creencia que establecen lazos de cohesión
entre sus miembros. Tales vínculos se ponen de maniiesto en actuaciones o
performances colectivas en las que se maniiesta la adhesión a las ideas, los
valores y la forma de construcción de la alteridad de cada grupo.17 cada nueva
performance da lugar a una resigniicación actualizadora de tales adhesiones.
en este sentido, las expresiones preformativas pueden tener intencionalidades
diversas, que responden a motivaciones también diferentes, relacionadas con
aspectos que se extienden desde los reclamos étnicos, a la mirada alternativa
de producciones culturales, hasta la recuperación de saberes devenidos ocultos
o dejados de lado.18
17
Véase al respecto el análisis de Bialogorski y Fischman (2000) de la dimensión perfor-
mativa de ciertas celebraciones patrióticas, realizado a partir del lanzamiento de un cd con
arreglos musicales de compositores contemporáneos, de canciones patrias como la del Himno
nacional argentino de charly garcía.
18
Para una profundización de este aspecto, relacionada con la pertinencia del Folklore
para la resigniicación de estos saberes, véase Fischman (2004).
242 MaRía inés PalleiRo
análisis en los distintos contextos de celebración del día de san Patricio. nos
ocupamos tanto de las celebraciones litúrgicas como de los festejos callejeros
con tintes carnavalescos, y de los “festivales celtas” con música y danza, con
un alto grado de elaboración estética. Enfatizamos en este sentido el distinto
grado de adhesión a la igura del santo irlandés en términos de creencia por
parte de los asistentes. es así como mientras algunos adherían al sistema de
creencias cristalizado por la celebración canónica, otros simplemente interac-
tuaban en los festejos callejeros con la intención de reunirse en torno a una
igura convocante, asociada con la práctica festiva del canto, la danza y el
consumo de cerveza.19 La ya mencionada dimensión poética de toda actuación
o performance está presente en la deinición de este concepto que da Bauman
(1974). Este autor considera toda actuación como un mensaje estéticamente
marcado, puesto en acto ante una audiencia que evalúa tanto su eicacia co-
municativa como la calidad artística del performer. en los distintos mensajes
analizados en esta obra, que se extienden desde los relatos orales plasmados en
el discurso verbal, a los discursos icónicos como los del tatuaje corporal, hasta
los foros de discusión en el soporte virtual de Internet, los mensajes publici-
tarios y otras manifestaciones preformativas como los festejos del carnaval,
se otorgó especial relevancia a su dimensión estética. Se subrayó además el
carácter performativo de estos mensajes, capaces de hacer cosas no sólo con
palabras sino también con imágenes y con otras formas comunicativas en un
contexto social.
19
en dicha publicación, hemos explorado las modalidades de celebración en ámbitos
rurales, transnacionales y urbanos, y las operaciones de resigniicación populares y canónicas
en canales virtuales y códigos publicitarios.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 243
20
Para un estudio especíico de las interconexiones y deslindes entre las categorías de
“icción”, “historia” y “creencia” en el relato folklórico, véase Palleiro (1992b).
21
De forma similar a este enfoque, De Ipola (1997), enfocando su estudio en las circuns-
tancias que hacen a la credibilidad de rumores carcelarios entre detenidos políticos, entiende
a las creencias como una “conianza acordada”, en la que una “lógica de pertenencia” tiene
primacía sobre una “lógica objetiva de las ideas”. las creencias de los detenidos constituyen
sentidos sociales en torno a las experiencias, y al mismo tiempo presuponen identidades so-
ciales ya constituidas, la credibilidad en ciertas narrativas constituye un colectivo social que
genera resistencia e intenta conjurar el contexto amenazante.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 245
un universo verosímil, basado en las creencias y valores del receptor que de-
codiica la coherencia del mensaje.
Leyendas de creencia
el carácter verosímil de ciertos discursos los puede convertir en acepta-
bles para ciertos actores sociales, pero puede dar lugar a su vez a disputas y de-
bates entre distintas opiniones. Una especie en la que este verosímil narrativo
resulta un aspecto de especial relevancia es la leyenda. el discurso legendario
se caracteriza en efecto por dar lugar a la aseveración, a tomar una posición o
a discutir sobre la credibilidad del hecho narrado (Dégh 1998). Sin embargo,
como la misma autora señala, las creencias resultan siempre un efecto de dis-
curso, que se encuentra en un estado de suspensión. Es así como el narrador
siempre establece un grado de distancia con respecto a la adhesión al valor de
verdad de lo narrado. La polémica generada en torno a la falsedad o verdad
de ciertos discursos presupone una tensión entre posturas reconocidas social-
mente como autorizadas para emitir un juicio, y aquéllas que no.22 así, nos
encontramos con creencias folklóricas/no oiciales y creencias dominantes u
oiciales que permiten distinguir, por lo menos analíticamente, a los discursos
que operan fuera de las estructuras de poder de aquéllas que son socialmen-
te imaginadas con autoridad cultural o epistémica para proferir los juicios
de verdad sobre la realidad (Hufford 1995). Es así como el trabajo de Coto
encuentra en las manifestaciones narrativas de curación milagrosa atribuida
a María Rosa Mística una tensión con respecto a las opiniones autorizadas
institucionalmente, tanto religiosas, sostenidas por sacerdotes, y cientíicas,
representadas por los profesionales de la medicina.
22
Cabe aclarar que el carácter folk como el oicial endilgado a determinados enunciados
puede variar de acuerdo a los distintos actores, contextos sociales o períodos históricos.
246 MaRía inés PalleiRo
Creencias y conocimiento
en muchas ocasiones, las narrativas asociadas con la creencia son dife-
renciadas de los denominados “discursos de conocimiento”, por el solo hecho
de que estos últimos disponen de los recursos técnicos y simbólicos para
establecer su legitimidad (Hufford op. cit.) sin embargo, ambas modalidades
discursivas pueden compartir determinados métodos de inferencia basados
en experiencias comúnmente aceptadas como válidas. Esto puede advertirse
en el trabajo de Parente, que reelabora el archivo de relatos sobre OVNIS
recopilados en el trabajo de campo de su tesis de licenciatura, desde esta
nueva perspectiva. El autor advierte en él que las estrategias de legitimación
de narrativas OVNI ponen al descubierto puntos en común entre narrativas de
experiencia personal y el discurso de especialistas de la ciencia. Es por eso que
nos preguntamos hasta qué punto ciertas narrativas de creencia pueden estar
dando cuenta de un modalidad particular de expresión de conocimiento.
23
en el libro mencionado más arriba hemos analizado la incorporación de elementos
ejemplarizantes del canon de la cultura católica en un texto medieval (Palleiro 2006), las
leyendas ediicantes y su vínculo con el discurso del alcohol en Internet (Delino Kraft 2006),
los mensajes religiosos en relatos orales y escritos de encuentro con el duende (Parente 2006),
y la micronarrativa ejemplar del tatuaje entre adolescentes en situaciones de conlicto con la
ley penal (Hourquebie 2006).
248 MaRía inés PalleiRo
24
Es posible, entonces, que el usuario que creó el archivo haya utilizado un nombre icti-
cio para no ser identiicado y a la vez para favorecer la idea de que el mensaje “lo trasciende”;
aunque el ignorar su procedencia no invalida su circulación.
25
Por tratarse de actuaciones formalizadas es posible considerar a este mecanismo
como una rutina mediacional que pone en práctica procesos de tradicionalización de estos
enunciados (Bauman 2000).
YO CREO, VOS ¿SABéS? 251
sus discursos textos que fueron producidos por otras personas y en otras cir-
cunstancias.26 en estas apropiaciones inevitables, se juega la intertextualidad
dentro de la que se inscribe el encuentro antropológico, como uno más entre
otros encuentros discursivos.27
26
Al respecto Borges ha mencionado que “la lengua es un sistema de citas”.
27
Este fenómeno de intertextualidad crea un mundo intersubjetivo. Los actores que parti-
cipan del encuentro antropológico, cuya subjetividad podemos pensar como un entretejido de
discursos, creen muchas veces en estos textos que ponen en juego. A través de los encuentros
y desencuentros en el trabajo de campo, se forma un entramado de textos a los que puede darse
una adhesión en común. Estos textos son muchas veces productos de las propias mediaciones
del encuentro antropológico, de las apropiaciones y resigniicaciones de los actores. Una idea
de Rappaport nos sirve para ampliar el concepto. Pensando en procesos de co-colaboración
de antropólogos y movimientos indígenas en Colombia, esta autora plantea que “el trabajo en
colaboración consiste en algo más que escribir” (Rappaport 2005:3). El trabajo de campo, en
este sentido, es una instancia de producción de conocimiento que resulta aun más signiicativa
que la escritura y publicación de la investigación. El principal argumento para ello es que, en
los mismos momentos de debate, se da una co-teorización que se produce tanto a partir de los
cuerpos teóricos antropológicos como de los conceptos desarrollados por los interlocutores y
que enriquece el pensamiento de ambos, generando formas de pensar en conjunto. Rappaport
propone, entonces, redeinir el concepto de “campo” y crear nuevas formas de teoría. Estas
nuevas formas no deben necesariamente adoptar la modalidad de la escritura, sino que se
plantean en los momentos en que se produce la interpretación colectiva.
28
Aunque con esta última caracterización el autor reiere especíicamente a las historias
personales, creemos poder extender este triple juego (autor, narrador, protagonista) a otras
narrativas en las que, aunque el narrador y autor no se construya explícitamente a sí mismo
como protagonista, está poniendo en juego problemáticas de identidad.
252 MaRía inés PalleiRo
texto puede pensarse fuera de sus relaciones con otros textos, el lenguaje debe
plantearse como un fenómeno de intertextualidad; y el giro pragmático, según
el cual este fenómeno de intertextualidad debe contemplarse en el marco de
prácticas discursivas atravesadas por relaciones de poder. la identidad enton-
ces, es un fenómeno que se construye en el contexto de dispositivos semánticos
en los que se producen, median y resigniican voces y textos, entretejidos en
narrativas, que son las que permiten algún tipo de continuidad en el ser que es
transformado por la experiencia.
Retomando la idea del trabajo de campo sostenida por Bauman, podemos
pensar el encuentro antropológico como un dispositivo semántico. de esta
manera, además de un fenómeno de intertextualidad, el campo antropológico
es un espacio en el que se producen y resigniican identidades personales y
sociales, y en el que se coniguran y negocian adscripciones y autoadscripcio-
nes.29 El encuentro antropológico se desarrolla, al menos en parte, a través del
lenguaje, pero hay una gran diversidad de lenguajes. el lenguaje del encuentro
antropológico no es sólo un lenguaje para nombrar, un lenguaje-instrumento,
sino también un lenguaje en el que nos construimos, en el que somos. Ideal-
mente, en los conceptos no es posible creer ni descreer. Por eso, para pensar
el encuentro antropológico relexivamente desde la creencia, tenemos que
plantear que éste se construye desde una diversidad de saberes. La producción
de manifestaciones narrativas es tan importante como la conceptualización,
e incluso la segunda se encuentra muchas veces inscripta en la primera. en
términos de Larrosa, “pensar no es sólo razonar o calcular o argumentar, como
nos han dicho una y otra vez, sino que es sobre todo dar sentido a lo que somos
y a lo que nos pasa” (op. cit.:86). es así como, en el marco del trabajo de campo
del artículo “una playa, un poema” de Martín Broide se da una conversación
entre el antropólogo y dos de sus interlocutoras habituales acerca de cómo
se representan el momento de la lectura. en un momento, una de las inter-
locutoras cuenta que, al leer, ella imagina que es como un fantasma, porque
puede ver a todo el mundo sin ser vista. lo dice casi exclamándolo, incluso
sorprendiéndose de sí misma. Es un descubrimiento, y las otras dos personas
29
Retomando los conceptos de Rappaport a la luz de estos planteos, el encuentro antro-
pológico es no solo una práctica de coproducción de conceptos, sino también una práctica
de co-producción de identidades Es para pensar, a partir de esta idea, el sentido del término
“teoría”. ¿Está la teoría formada únicamente por conceptos, con las características del co-
nocimiento cientíico, o podemos incluir en ella elementos de otros modos de conocimiento
tales como las narrativas? Pensamos esta distinción entre saber cientíico y saber narrativo tal
como la plantea lyotard.
YO CREO, VOS ¿SABéS? 253
Creencias y lenguajes
en el nivel de la creencia, estas ideas tienen consecuencias insoslayables.
La creencia no es ya sólo la creencia del otro, sino la creencia compartida que
es, ante todo, creencia en el lenguaje, creencia en la misma posibilidad de
conversar y que luego será también adhesión a ciertos símbolos singulares, a
ciertos mundos posibles. La producción de sentido, a través de conceptuali-
zaciones, de manifestaciones narrativas, de disputas, búsquedas, transforma-
ciones al interior del lenguaje, es también una producción de identidades en la
que se ponen en juego adhesiones a través de la creencia.
254 MaRía inés PalleiRo
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PROLOguE
For many years, research in the human sciences has been shaped
(perhaps skewed) by a set of related assumptions, inherited as much from
everyday speech as from scholarly discourse, concerning belief. First among
them is the idea that belief and knowledge are totally distinct kinds of things.
Following this line of thinking, “belief” is an inference or an accusation
made about the inchoate states and processes of others minds, based to
some degree on their actions or speech. The more naturalistic approaches
content themselves with attaining a reasonable accuracy for their inferences,
though that accuracy is always calibrated from the observer’s point of view.
In the etic extreme, this can result in the infamous “black box” mind of the
behaviorists, a model with no room for such things as belief, will, choice,
etc. The more interpretive approaches, Weberian or Geertzian, attempt to
get as far as possible inside the skins and minds of research subjects, though
acknowledging that certain technical and ethical issues put limits on the
eficacy of such an endeavor. Taken to its extreme, interpretivism carries us to
a misty, unmarked territory in which there is no sure way to know where the
Self ends and the Other (or rather, Self’s construction of the Other) begins.
Such an entrenched practice of separating belief and knowledge has led
to spurious, or at the very least unhelpful, dichotomies on the order of “You
believe, but we know”. Sometimes the “we” refers to practitioners of Western
desupernaturalized sciences and the “you” to representatives of indigenous
anthropomorphic religiosity; in another context, “we” are standard-bearers
of scientistic rationality and “you” are pre- or postmodern exemplars of
irrationality within our society. In each case such a division informs much
social science-and, not coincidentally, much knowledge politics. In an
increasingly rational-technical-scientiic society, arguments from knowledge,
with the objectivity and universality that term connotes, are increasingly
(if not completely) effective against counterposed arguments grounded in
statements of belief.
Yet we would do well to inquire more closely about whose interests are
served by maintaining the belief-knowledge dichotomy. For that matter, we
ought also to question whether this division exists at anything other than
an ideological discursive level. Consider how classic Western epistemology
deines knowledge as justiied true belief: how useful or inluential might the
dichotomy prove if it can be shown to rest on a tautology?
262 MaRía inés PalleiRo
The structure of the book itself reflects and reinforces this eclectic,
multidirectional, dialogic approach.
Second, these studies –and the conclusion that puts them all in context–
begin to shift our attention toward belief as a practical activity. Belief is
externalized and activated through narration. We as narrators reorder details
“hypertextually,” linking them to the particularities of our lives and to wider
networks of symbols-in effect writing ourselves and our audiences into the
story. Through our narrative activity we bridge the gap between actual and
possible worlds.
To me, this latter move is of greater consequence for its potentially
salutary effect on scholarship, not just for folklore but for a broad range of
ields and activities. Its impact will certainly be felt in studies of stigmatized or
marginalized subjects; consider the insight several of the authors provide into
the work done by narratives of supernatural healing and UFO sightings. By
paying close attention to how individuals in multiple different social positions
elaborate and communicate personal narratives, the authors indicate not only
how such differently positioned narratives can be brought into engagement in
the same ideological arena, but how insightful an analysis that considers such
heterogeneous materials in the same manner can be.
However, I suggest this narrative approach to belief will prove
equally important when applied to the study of nonexpert knowledge in a
contemporary world increasingly determined by experts in scientiic and
technical ields, ields whose contents are rapidly receding from the reach of
all but a few specialists. The studies reveal how only certain possible worlds
are discursively naturalized as THE world. At the same time, a number of
the studies (e.g., narratives of miraculous healings, folktales of the Devil,
advertisements for hyper-healthful foods) also show how belief-narratives can
support the epistemic status quo and yet allow, even encourage, narrators and
audiences to question it.
For the issues it raises and the directions it indicates, it is my sincere
hope that this volume inds its way into the hands of many readers, expert
and otherwise. Like the best of social science, it has the potential to reframe
how we engage with the world and with others. It does so, most effectively and
most appropriately, when the authors create narratives that involve us and
then make us relect on the nature of that involvement.
Ryan J. cook
dept. of anthropology – loyola university chicago
September 2007
abstracts
of the artIcles
“a beach, a poem.
towards an anthropological approach to poetic space”
MaRtín BRoide
“A beach, a poem” outlines an anthropologic approach to poetical
space, by means of the analysis of interviews realized to young readers. Such
interviews took place in 2006, in a peripheral zone of Buenos Aires city. The
aim of this article is to study the discursive construction of the symbolic spaces
YO CREO, VOS ¿SABéS? 267
“systems of believes.
a cognitive perspective of its origin and function”
alFRedo RuiZ
The aim of this article is to set out a conceptual route of “beliefs”
from the perspective of Cognitive Psychology. Initially, the author offers an
approach to the concept of “belief” from an epistemic point of view, and he
studies some consequences of such approach in the ield of psychological
therapy. In such approach, he distinguishes two conceptual itineraries: one
connected to the rationalist thought, bounded to the truth, and other related
to narrative thought, closer to verisimilitude. Finally, the article provides a
clinical case study, in order to analyze how these cognitive categories work
in psychological therapy.
abstract of the
conceptual ItInerarIes
relect the methodology of this work. That is how each article is the result of
a collective dialogue with the others as well as with the theoretical guidelines
from different disciplines.
The irst part of these Itineraries deals with the conceptual axis of the
work. We consider belief as a modal category; that is to say, as an expression
of the attitudes of the speaker towards reality, linked both to subjectivity and
to intersubjectivity. In this sense, we deine belief as a modal expression of the
true value of certain aspects of reality. From this standpoint, we explore the
relationships between knowledge and belief, considering also some aspects
related to the theory of possible worlds. Likewise, we study the dynamics
between the ictionalization process of textual discourse and the rhetoric
construction of a “discursive effect of reality” in ictional texts. We also take
account of the presence of social beliefs in Folkloric discourse. In this sense,
we mean that believes form part of a special kind of message, the folkloric
one, whose semantic content expresses some aspects of the differential identity
of a social group. We also pay attention to the medium of transmitting and
receiving each message, as well as to the channels of discourse, including
the mediation technologies of reproducing and framing communicative
information. Among the different discursive genres, we specially deal with
narrative ones. In this sense, we explore different narrative species, from
oral folk versions to UFO narratives and oral tales of miraculous healings,
to advertising speech and the iconic speech of tattoo, along with some
narratives registered in the context of cognitive psychological therapies.
We also analyze the virtual discourse of e-mails in Internet regarding to
“luck bonds” as well as some texts containing registered interviews of
reading experiences along with other discursive performances, such as the
in “murgas” performed in carnival feats. In all these social messages, we
study the discursive construction of “rhetoric of belief”, with its igurative
language. In this sense, we pay special attention to metaphor and metonymy,
considered not only as igures of speech but also as cognitive operations of
condensation and replacement of certain things, ideas, qualities of actions
of different “universes of believes”. For instance, metaphors use igurative
terms belonging to certain semantic universes, such as “devil,” to refer both
to literal and to igurative terms. In this way, narrators can tell “John is a
devil,” establishing relationships of similarity, in a condensation of qualities
belonging both to human and supernatural discursive universes. In the same
way, metonymy replaces the name of one thing with the name of something
else closely associated with it, establishing relationships of contiguity between
270 MaRía inés PalleiRo
two things such as “wing” for “angel,” replacing, for instance, the whole for
a part. In short, we study such igures of language, such as metaphor and
metonymy, along with hyperbole (or emphatic exaggeration), personiication,
antithesis (or contrast) and others, as rhetoric expressions of belief.
The second part of the conceptual itineraries proposes different levels of
discursive analysis related to the aforesaid “rhetoric of belief”. That is how
irst level refers to belief and social identities, the second, to performance and
belief. The other levels deal with and the status of reality of believes, as well
as with belief and “exempla” (that is to say, short tales included in didactic
discourses to illustrate a moral point); and with believes, relexivity and
intersubjectivity. The election and development of each level obeys to merely
instrumental criteria, related to the plurality of aspects of belief we ought to
analyze in the different articles.
Finally, it is worth clarifying that these the theoretical guidelines and
the levels of analysis have arose from the concrete discursive analysis of
different narrative and non narrative expressions of belief, as well as from the
collective work in which each individual article is grounded.
tHe autHoRs
I belIeVe, you knoW?
rhetorIcs of belIeVIng In socIal dIscourses
Index
Acknowledgements.......................................................................................... 7
Previous words ............................................................................................... 9
Presentation ..................................................................................................11
Prologue.........................................................................................................13
Introduction
rhetorics of believing
articles
conceptual itineraries
Bibliography ...............................................................................................255
Prologue ......................................................................................................261
Abstracts of the articles .............................................................................. 265
Abstract of the conceptual itineraries ........................................................ 268
ÍNdICE
agradecimientos ............................................................................................. 7
Palabras Previas .............................................................................................. 9
Presentación ...................................................................................................11
Prólogo .......................................................................................................... 13
Introducción
Itinerarios conceptuales
Prologue.......................................................................................................261
Abstracts of the articles .............................................................................. 265
Abstracts of the conceptual itineraries....................................................... 268
Index.............................................................................................................271
se terminó de imprimir en
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abril de 2008