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El Cielo, mayo 31 de 2023

Niño (a) ___________________________________

Hijito muy querido:

No puedo ser indiferente a tus homenajes y por eso quiero llegar a tu alma con un mensaje de
amor y protección, de blancura y de paz.

El amor filial que ha despertado en tu corazón para honrarme en este mes me conmueve y, en
cierto modo me obliga a mostrarme más maternal contigo.

Cuando tú renuncias a tus pequeños caprichos por mi amor. Yo bendigo tu camino y te reservo
una nueva dicha para la mansión de gloria. Cuando tú haces el esfuerzo de cumplir con tus
deberes por insignificantes que ellos sean, estudio, reglamento y me ofreces esas florecillas de
amor, ¡Yo intercedo por ti para que tengas mayores fuerzas, para que no desfallezcas en la
lucha por el bien, para que te parezcas más a mí! Cuanto gozo yo viéndote esforzado en la
lucha, optimista en los mismos fracasos y perseverante en los buenos principios que te he
querido inculcar. Quisiera mirarme en tu alma como un espejo y encontrarme siempre como
Dios me hizo; así pido a mi divino hijo que te haga para que tu felicidad en el Cielo sea mayor.

A muchos no le importa un reclamo maternal que yo les haga. Cuantos se muestran


indiferentes a mi amistad, a mis delicadezas, aún a mi protección… ¿No te parece duro de
recibir por el calor del afecto, el frio de la indiferencia? ¿Cuándo has tenido esa experiencia con
tus amigos, no es verdad que tu corazón ha llorado y sufrido silencioso, pero triste, al notarse
incomprendido? ¡No me causes tú esa amargura! No te hagas responsable de mis lagrimas
¡Que, si te quedan durezas en el alma, tu las ablandas con esta confidencia que te hago… y
ayúdame a salvar a esos pobrecitos que quieren alejarse se mi influjo, que no quieren contar
conmigo… se tu mi brazo para detenerlos al borde del abismo!, ¡Se tu mi voz para anunciarles
la buena nueva de la salvación! Se tu mi corazón misericordioso para amarlos a todos, para
perdonarlos a todos y para salvarlos a todos…

Ayúdame, hijo querido; cuento contigo, necesito de ti; ¿verdad que comprendes esta urgencia
del corazón de tu madre? ¡Me has pedido LUZ! Cuanto me gusta esa petición tuya; Yo te
entrego la LUZ indeficiente que alumbra a toda criatura y que es el resplandor de la gloria del
Padre, a Jesús Eucaristía; comulga con frecuencia, él es tu LUZ.

¿Te sientes débil y por eso imploras una bendición de fortaleza? Tu petición es humilde; te
reconoces de barro débil y propenso al mal… Mi fortaleza, la fortaleza de mi amor, será la tuya.
Invoca siempre mi protección que estaré junto a ti para ampararte y darte fuerzas.

En fin, como regalo de mayo quiero bendecirte y bendecir a todos los tuyos, juntamente con mi
Adorable Hijo; su gracia y amistad te acompañan siempre; como prenda de ella te dejo mi
ROSARIO; ¡rézalo con fervor todos los días…!

Tu Madre… María
Bogotá D.C. mayo 31 de 2023

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