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tomo I
De los orígenes a la construcción
de los Estados Prehispánicos
10000 a. C. - 1540 d. C.
Frecuentemente estos sitios están asociados a necrópolis localizadas fuera del pueblo y
ubicadas cerca de un riachuelo. Los enterramientos se caracterizan por tener
inhumaciones simples o múltiples, en cistas o en pequeñas construcciones en forma de
chullpa, construidas debajo de los abrigos de roca, y que fueron ampliamente descritas
por Ibarra Grasso (1965), antes de que fueran totalmente saqueadas.
Todos estos sitios tienen muchas similitudes con los asentamientos contemporáneos de
las zonas del altiplano meridional de Bolivia o del Norte de Chile y de Argentina
(Hidalgo et al. 1989; Lecoq, 1999). En cuanto a la cerámica, el material se asemeja
mucho a las formas del periodo anterior presentando grandes jarras y cántaros para
preparar y guardar alimentos, cuencos, pucos y escudillas. La decoración que presentan
es de estilo “Yura” o “Yura Poligonal” caracterizado por líneas negras con diseños
geométricos y tiene muchas variantes.
Estudios sobre la cerámica indican que se utilizaban grandes jarras y cántaros para
preparar y guardar alimentos, cuencos en forma de campana invertida, ollas y platos de
uso doméstico. Según Ibarra Grasso (1973) y Querejazu Lewis (1986) la decoración que
presenta este material es de estilo Yura caracterizado por líneas negras con puntos o
cruces. Otro material con fondo gris caracterizado como huruquilla ha preferido
llamarse Yura Sobre Gris (Céspedes y Lecoq varios años).
Esta suerte de contradicción entre los datos arqueológicos y los históricos obliga a
acerse preguntas acerca del tipo de explotación minera que se llevaba a cabo en este
lugar y periodo. Cruz (2008) plantea que no deberíamos esperar una separación estricta
entre el mundo doméstico y el tecnológico minero. La cuestión queda abierta.
Acerca del significado del nombre de la nación, la posibilidad más cercana es que
caracará signifique “el alba”, título que les había concedido el Inca y por tanto se los
conocería como Hanko Charka” o Charca Blanco. La idea del alba, al igual que en el
escudo de armas que solicitaron los charcas al rey en el periodo colonial, el de los
caracara incorpora una “flor blanca que florece”. Se trata de una amancaya, flor de
pétalos alargados que asemejan a Venus también representada en el escudo (Platt,
2013). Hanko Tutumpi Ayra Kanchi, “flor blanca que brota”, fue un jefe guerrero
poderoso antes del Tawantinsuyu; este señor de los caracará intercambiaba regalos con
Pachakuti Inka Yupanqui y más tarde su hijo Uchutuma recibió a la hija del Inca Wayna
Capac, llamada Payku Chimpu, a cambio de su servicio militar en la campaña cusqueña
contra Quito. Desde entonces los charcas blancos serían conocidos con el título
honorífico que les dio el Inca: caracara que significa “el alba”.
En tiempos del Inca Huayna Capac, el señor de la nación Caracara era Tata Paria, aliado
de Coysara y de Gualca, señores de dos naciones cercanas: Charca y Sora. En alianza
con los incas, se dice que los caracaras barrieron a los de Pilaya y Paspaya además de
derrotar a los chuis, momento en que habrían ganado los cocales de Tiraque. La
categoría de Tata Paria se refleja en el culto que le rindieron después de su muerte
pues le hicieron dos sepulturas, una en Macha y la otra en Curata (del Río, 2006).
El territorio ocupado por los caracará abarcaba aproximadamente la región del actual
Norte de Potosí; incluía lo que hoy es la ciudad de Potosí y se extendía por los valles del
Surestede Cochabamba llegando hasta los ríos Grande y Pilcomayo; colindaba al Norte
con los charcas, al Oeste con los quillacas, al Sur con los chichas y al Este con chuis y
yamparaes. Sus principales recursos fueron minerales y también los hatos de llamas y
alpacas, con ellas se facilitaba el acceso a sus tierras distantes en otras zonas ecológicas
consiguiendo en ellas lo necesario para su sustento.Todo su territorio formaba parte del
Urcusuyu y se hallaba dividido en dos mitades: Macha (hanansaya) donde se encontraba
la capital y Chaquí (urinsaya) que ocupaba los alrededores de Potosí. Al mismo tiempo
cada mitad se volvía a subdividir. Las poblaciones que eran parte de este Señorío fueron
Aymaya (ubicada en medio de los charcas), Pocoata, Macha, Sullaga, Surumi, Carasi,
Micani, Moscarí, Chaquí, Visisa, Cayza, Tacobamba, Colo, Caquina, Picachuri,
Caracara, Moromoro y San Marcos de Miraflores. También el valle de Cinti parace
haber formado parte de la confederación Caracara (Fig. 87) Al igual que los charcas, los
caracara formaron un grupo bastante homogéneo donde se hablaba solamente aymara.
El inventario de ceramios realizado por Ibarra Grasso (1973) incluye jarritas con asa
pitón o solamente pitón y un asa vertical, menciona que ellas se usaron para beber
chicha basándose en observaciones etnográficas en los valles de Cochabamba. Probable
organización socio-espacial caracara.