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La pregunta "¿Qué es la Psicología?

" es más desafiante para los psicólogos que la pregunta


"¿Qué es la Filosofía?" para los filósofos. Para la Filosofía, la pregunta sobre su sentido y
esencia es fundamental, mientras que en la Psicología, esta pregunta cuestiona incluso la
existencia misma del psicólogo. La falta de una respuesta clara dificulta justificar la importancia
del psicólogo como especialista. Aunque la eficacia del psicólogo no es necesariamente ilusoria,
su fundamento es incierto, ya que no se ha demostrado que se base en una ciencia sólida.
Muchos trabajos parecen mezclar filosofía sin rigor, ética sin exigencia y medicina sin control.
Esto se debe a la naturaleza ecléctica, la falta de crítica en la asociación de experiencias
etológicas y la utilización de observaciones e hipótesis en el estudio y tratamiento de
enfermedades mentales y nerviosas.

Preguntar "¿Qué es la Psicología?" es una pregunta importante y no trivial. Durante mucho


tiempo, se intentó definir una ciencia por su objeto y su método. Sin embargo, esto limitaba la
ciencia a investigar un área específica. Con el tiempo, se comprendió que cada ciencia genera su
propio objeto y se apropia de su campo de estudio. Así, el concepto de una ciencia comenzó a
estar más vinculado a su método que a su objeto. El "objeto de la ciencia" adquirió un nuevo
significado, no solo siendo el ámbito de problemas a resolver, sino también la intención y
alcance del sujeto de la ciencia, es decir, su enfoque teórico.

La pregunta "¿Qué es la Psicología?" puede ser respondida resaltando la unidad en su campo a


pesar de la variedad de enfoques metodológicos. Una respuesta destacada fue dada por el
profesor Daniel Lagache en 1947 en relación a una pregunta planteada por Edouard Claparède
en 1936. Aquí, la unidad de la Psicología se encuentra en su posible definición como teoría
general de la conducta, una síntesis que abarca la psicología experimental, clínica, psicoanálisis,
psicología social y etnología.

Sin embargo, si se examina con detalle, es posible argumentar que esta unidad se asemeja más a
un acuerdo de coexistencia pacífica entre profesionales que a una esencia lógica obtenida a
partir de una constante revelada en una variedad de casos. De las dos tendencias que el profesor
Lagache busca conciliar: la naturalista (psicología experimental) y la humanista (psicología
clínica), parece que la segunda tiene un mayor peso. Esto podría explicar la ausencia de la
psicología animal en esta discusión. Aunque la psicología animal está dentro de la psicología
experimental, principalmente como material para aplicar el método, una psicología es llamada
clínica, psicoanalítica, social o etnológica más por su objeto que por su método. Todos estos
adjetivos apuntan a un mismo objeto de estudio: el ser humano, ya sea hablador o callado,
sociable o insociable.

Por lo tanto, surge la pregunta sobre si es riguroso hablar de una teoría general de la conducta
antes de resolver el problema de si existe continuidad o ruptura entre el lenguaje humano y el
animal, y entre la sociedad humana y la animal. Esta cuestión podría no ser decidida por la
filosofía, sino por la ciencia, incluida la psicología. Sin embargo, la psicología no puede
definirse previamente sin prejuzgar lo que debe juzgar. De lo contrario, la psicología, al
proponerse como teoría general de la conducta, adopta una idea particular del ser humano.
Entonces, es necesario que la filosofía cuestione de dónde proviene esta idea y si está arraigada
en alguna filosofía subyacente.

Enfoquémonos en abordar la pregunta fundamental desde una perspectiva opuesta, investigando


si la unidad de un proyecto podría conferir eventualmente unidad a las diferentes disciplinas
llamadas psicológicas. Para lograr esto, necesitamos retroceder en nuestro método de
investigación. Determinar en qué áreas se superponen implica investigarlas por separado y
compararlas en la actualidad, incluso en el caso del profesor Lagache, quien lleva una década en
esta tarea. Determinar si los proyectos convergen requiere comprender el sentido de cada uno de
ellos, no solo cuando se pierde en la automatización de la ejecución, sino cuando surge de la
situación que lo motiva.

Responder a la pregunta "¿Qué es la Psicología?" implica, en nuestra opinión, la obligación de


trazar una historia de la psicología, pero centrada únicamente en sus direcciones y en relación
con la historia de la filosofía y las ciencias. Esta historia sería teleológica por naturaleza,
destinada a llevar el sentido original de las diversas disciplinas, métodos o proyectos hasta la
pregunta formulada, aprovechando la disparidad actual que legitima esta pregunta.

I. La Psicología como Ciencia Natural

Aunque etimológicamente "psicología" significa "ciencia del alma", es interesante notar que una
psicología independiente está ausente en los sistemas filosóficos antiguos, donde el "psyche"
(alma) se consideraba como un ser natural. Los estudios sobre el alma se distribuían entre la
metafísica, la lógica y la física. El tratado aristotélico sobre el alma es, en realidad, un tratado de
biología general, una parte de la física. Hasta el siglo XVII, los cursos de filosofía trataban del
alma en el contexto de la física. La física trataba el alma como una forma de cuerpo viviente, no
como una sustancia separada de la materia. Estudiar los sentidos externos e internos era similar
a estudiar otros órganos del cuerpo. El alma era un objeto natural de estudio, una forma dentro
de las formas naturales, a pesar de su función principal de conocer esas formas. La ciencia del
alma se consideraba parte de la fisiología en su sentido original de teoría de la naturaleza.

Este enfoque antiguo se relaciona directamente con aspectos de la psicología moderna: la


psicofisiología, anteriormente considerada principalmente como psiconeurología (y ahora
también como psicoendocrinología), y la psicopatología como disciplina médica. Es relevante
recordar que, antes de las revoluciones de Harvey y Lavoisier que permitieron el desarrollo de
la fisiología moderna, Galeno revolucionó la comprensión al demostrar que el cerebro, no el
corazón, es el órgano de la sensación, movimiento y sede del alma. Galeno estableció la base
para descubrimientos continuos en neurología y desarrolló la teoría de los espíritus animales,
que luego fue reemplazada por la electroneurología en el Siglo XVIII. A pesar de sus
peculiaridades, las investigaciones sobre la localización cerebral durante los primeros años del
siglo XIX, incluyendo a Broca, estuvieron influenciadas por Gall y su concepción pluralista de
las relaciones entre funciones y órganos cerebrales.

En resumen, la psicología actual, en sus ramas de psicofisiología y psicopatología, tiene sus


raíces en el Siglo II y en las antiguas concepciones de la relación entre el alma y la naturaleza.

II. La Psicología como Ciencia de la Subjetividad

La evolución de la física aristotélica en el siglo XVII marca el final de la psicología como


ciencia para-física, como estudio de un objeto natural, y da paso al nacimiento de la Psicología
como ciencia de la subjetividad.

Los responsables del surgimiento de la psicología moderna como ciencia del sujeto pensante
son los físicos mecanicistas del siglo XVIII. La realidad del mundo ya no se confunde con el
contenido de la percepción; esta realidad se obtiene y plantea mediante la reducción de las
ilusiones de la experiencia sensorial. La pérdida cualitativa de esta experiencia compromete la
responsabilidad del espíritu (sujeto) en relación con la razón matematicista y mecanicista. Esta
responsabilidad es vista como culpabilidad por los físicos. La Psicología se desarrolla como un
intento de justificar al espíritu. Su propósito es ser una ciencia que explique por qué el espíritu
está inherentemente obligado a engañar a la razón respecto a la realidad. La psicología se
convierte en una especie de física de los sentidos externos para explicar las contradicciones de
las que la física mecanicista culpa a los sentidos en el proceso del conocimiento.
A. Física de los sentidos externos Así, la Psicología como ciencia de la subjetividad inicia como
una psicofísica por dos razones: primero, para ser tomada en serio por los físicos, debe ser una
especie de física; segundo, debe encontrar en la estructura del cuerpo humano la razón detrás de
las ilusiones perceptuales. Sin embargo, esto no significa un retorno a la antigua concepción de
la ciencia del alma como parte de la física. La nueva física es matemática, y la Psicología tiende
a imitarla. Busca determinar constantes cuantitativas de la sensación y sus relaciones.

Figuras clave en esta fase son Descartes y Malebranche. Descartes, en "Reglas para la dirección
del espíritu", propone reducir las diferencias cualitativas de los datos sensoriales a diferencias
de figuras geométricas. Para él, los datos sensoriales son información de un cuerpo por otros
cuerpos, y lo que es informado por los sentidos externos es la "fantasía", que es un cuerpo real y
figurado.

La psicología comienza a imitar la nueva física, buscando constantes cuantitativas y relaciones


matemáticas en las sensaciones. Esta dirección se extiende a través de Wundt, quien establece
una psicología experimental con la esperanza de descubrir un determinismo analítico similar al
de la mecánica y la física. Fechner y Helmholtz contribuyen a esta rama. Sin embargo, la
psicología de la forma, analítica y matemática, del sentido externo, recibe críticas de psicólogos
como Ehrenfels y Bergson, quienes enfocan en las cualidades de la forma y la percepción de
totalidades como formas orgánicas dominantes sobre sus partes.

Nota: Este texto es una exposición detallada de cómo la psicología se transforma de una ciencia
de los objetos naturales a una ciencia de la subjetividad a través de su relación con la física y la
percepción.

B.- La Ciencia del Sentido Interno

La ciencia de la subjetividad no se limita a desarrollar una física del sentido externo; también se
presenta como la ciencia de la conciencia de sí o la ciencia del sentido interno.

El término "Psicología" surge en el siglo XVIII, con el sentido de "ciencia del Yo" (Wolff). La
historia de esta psicología puede entenderse como una historia de contradicciones, de las cuales
las Meditaciones de Descartes fueron la ocasión, aunque no sean la única causa.

Cuando Descartes, al comienzo de la Meditación III, se adentra en su "interior" para conocerse


mejor, se enfoca en el Pensamiento. El "interior" cartesiano, la conciencia del "Ego cogito", es
el conocimiento directo que el alma tiene de sí misma como entendimiento puro. Las
Meditaciones son llamadas metafísicas por Descartes porque intentan comprender la naturaleza
y la esencia del "Yo pienso" en la aprehensión inmediata de su existencia. Sin embargo, esta
meditación cartesiana no es una revelación personal. La reflexión que da al conocimiento del
Yo la rigurosidad de las matemáticas no es una observación de sí misma. Esta observación
interna no tiene nada en común con el sentido interno de los aristotélicos, que conciben los
objetos internamente en la cabeza.

En contraste con la perspectiva aristotélica, Descartes sostiene que el alma se conoce directa y
fácilmente a sí misma. Esta afirmación es polémica, ya que según la visión aristotélica, el alma
no se conoce directamente; su conocimiento es solo a través de la reflexión y el reconocimiento
de sus efectos.

A lo largo del tiempo, esta controversia ha influido en el desarrollo de la psicología. Kant


argumenta que el sentido interno fenoménico es solo una forma de intuición empírica y que el
Yo, sujeto de todo juicio de apercepción, es una función organizativa de la experiencia. Kant
cuestiona la posibilidad de una psicología matemática o experimental. A lo largo de la historia,
esta discusión ha influido en las diferentes corrientes de la psicología, desde la empirista hasta
la introspección y más allá.

C.- La Ciencia del Sentido Íntimo

El término "psicología clásica" puede tener diferentes significados según la época y la


perspectiva. Los ideólogos consideraron clásica la psicología escocesa que predicaba un método
inductivo, mientras que otros consideraron clásica la psicología atomística y analítica de los
sensualistas e ideólogos. Sin embargo, para algunos, como Maine de Biran, esta psicología ya
era clásica antes de ser rechazada por los teóricos de la psicología de la Gestalt.

Maine de Biran considera que la psicología se convierte en la técnica del diario íntimo y la
ciencia del sentido íntimo. Descubre que el análisis psicológico no simplifica sino que complica,
y que el hecho psíquico primitivo es una relación vivida con esfuerzo. Llega a la conclusión de
que la conciencia requiere el conflicto de un poder y una resistencia, y que el hombre es una
organización viviente secundada por una inteligencia. La observación interna también requiere
una comprensión de la fisiología del movimiento voluntario y la patología de la afectividad.

En resumen, la psicopatología ha estado relacionada con otras disciplinas psicológicas a lo largo


de la historia. Ha evolucionado desde Galeno hasta Freud, pasando por diferentes enfoques y
corrientes. La pregunta de qué idea de la psicología seguir se ha debatido durante más de un
siglo, influenciada por las investigaciones de figuras como Maine de Biran y las diferentes
interpretaciones de la relación entre el sentido interno y la conciencia de sí mismo.

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ChatGPT
El texto habla sobre la evolución de la psicología a lo largo del siglo XIX y XX, así como la
relación entre la psicología, la filosofía y la sociedad. Destaca que la psicopatología juega un
papel importante en el debate entre lo físico y lo psíquico, y cómo la relación entre estos dos
aspectos ha pasado de ser somato-psíquica a psicosomática.

Se menciona que en el siglo XIX, la psicología se convierte en una ciencia de las reacciones y el
comportamiento humano. Se hace una comparación entre Maine de Biran y Gall en cuanto a la
definición del hombre como organización viviente con inteligencia. Se habla de cómo la
psicología se convierte en una biología de la conducta humana debido a razones científicas,
técnicas y políticas, como el desarrollo de la industrialización y la igualdad social.

Se destaca que la psicología del comportamiento tiene dificultades para definir claramente su
propósito y sentido, ya que se basa en la objetividad científica y la medición, pero a menudo
olvida considerar las circunstancias históricas y sociales en las que opera.

El autor critica la falta de sentido o propósito inherente en la psicología del comportamiento y


cómo los psicólogos a menudo se convierten en "instrumentos" de un enfoque utilitario en lugar
de considerar la dignidad y la individualidad del ser humano. Se plantea la cuestión de quién
designa a los psicólogos como instrumentos de este enfoque y cómo esta instrumentalización
puede llevar a una mentalidad dirigista y superior.

Finalmente, se menciona la necesidad de que la filosofía continúe cuestionando el estatus de la


psicología y su relación con la sociedad, y se presenta un consejo metafórico sobre las opciones
de camino que se pueden tomar en la vida, relacionándolo con la elección entre el Panteón y el
Departamento de Policía al salir de la Sorbona.

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