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Tener una boca sana y unos dientes fuertes, nos ayudarán a masticar y procesar mejor los alimentos,
favoreciendo la digestión y ayudándonos a mantener una buena salud general. No sólo eso, sino que
además, hará que disfrutaremos más del sabor de las comidas.
• Cáncer bucal. ...
• Traumatismos bucodentales. ...
• Noma.
Entendemos como placa bacteriana, la acumulación excesiva sobre la superficie oral de microorganismos
procedentes de la flora digestiva. Si no se controla, la masa bacteriana se adhiere a las piezas dentales, las
encías y la lengua dando lugar a problemas periodontales de carácter infeccioso.
Esta placa es una capa prácticamente imperceptible de textura gelatinosa que se pega a los dientes y se
introduce en las fisuras dentales dañando las piezas y la estructura gingival. Se trata de una fina película
formada por más de 200 especies bacterianas, agua, células, glóbulos blancos y restos alimentarios.
En definitiva, se trata de una de las principales causas de enfermedad oral. Sufrir problemas de gingivitis,
halitosis, caries o la periodontitis guarda una relación directa con la presencia de placa en la cavidad bucal.
• Placa subgingival: afecta a las fosas del surco gingival y a las bolsas periodontales.
Te enseñamos qué pasos seguir para que la higiene de tu boca actúe con eficiencia frente a la acumulación
de placa bacteriana:
• Usa un dentífrico adecuado a tus condiciones bucodentales. Tu dentista te recomendará el idóneo para
mantener tu dentadura más fuerte y sana.
• Usa un cepillo adaptado a tus necesidades y procura cambiarlo cada 2 o 3 meses. Lo ideal es usar una
dureza de cerdas media y un cabezal accesible.
• Para eliminar los restos de comida de entre los dientes, debes usar hilo dental o cepillos interdentales.
Hazlo, al menos, una vez al día.
• Cuando el espacio interdental es amplio, la seda dental no es una herramienta suficientemente efectiva.
Los cepillos interproximales hacen una gran labor.
• Para que la higiene oral sea más completa, puede ser recomendable utilizar enjuague bucal. El dentista te
recomendará el más adecuado para tu caso. Existen colutorios específicos para todo tipo de necesidades
orales.
• También ayuda a prevenir la acumulación de placa bacteriana en tu boca el uso de un limpiador lingual.
Además del irrigador dental y su función de barrido interdental con agua. De todos modos conviene recordar
que el irrigador es un complemento, pero no un sustituto de la cinta dental o los cepillos interproximales.
• Sigue unas pautas alimentarias correctas y evita picar alimentos dulces entre horas.
• Visita a tu dentista al menos una vez al año. El seguimiento de tu estado bucodental es importante para
detectar problemas a tiempo y evitar males mayores.
• Practica una profilaxis o limpieza dental profesional una vez al año, como mínimo. Es muy importante para
eliminar cualquier acúmulo de placa bacteriana en tu boca.
Cuáles son los tipos de cepillos dentales?
• Cepillos manuales. ...
• Cepillos eléctricos. ...
Las técnicas más utilizadas son las tres primeras: las técnicas de cepillado Bass, Stillman y Starkey, pero te
ofrecemos dos alternativas más por si te apetece ponerlas en práctica en tu rutina.
Es la más recomendada por odontólogos, ya que presenta una amplia aceptación y eficiencia. Se recomienda
un cepillo de cerdas suaves para evitar la abrasión de la estructura dental dura y la lesión de la encía.
Algunos expertos recomiendan utilizar el hilo dental antes para no olvidarnos de hacerlo, mientras que otros
aconsejan usarlo después y aprovechar así el flúor de la pasta para favorecer la limpieza entre los dientes.
• Usa cepillos interdentales o seda dental gruesa para eliminar restos de comida.
• Utiliza un irrigador dental que te ayudará a mantener tus encías más sanas.
A diario, retira y limpia con cuidado la dentadura postiza. Remójala y cepíllala con un cepillo de cerdas suaves
y con un limpiador no abrasivo para dentaduras postizas, a fin de eliminar alimentos, placa dental y otros
depósitos.
• Para la limpieza: Agregar una cucharadita de bicarbonato en un vaso con agua, todas las noches.
• Para evitar formación de sarro: Colocar en un vaso con agua 5 gotas de vinagre. Una vez por semana. Por
las noches.
• Para la desinfección: Agregar 5 gotas de cloro en un vaso con agua. Una vez por semana. Por las noches.