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Tarea 2
Tarea 2
Según la conferencia del capellán y el enfermo del Dr. Nicolás García, en Tenerife
España. En marzo del 2013: Jesús de Nazaret dio siempre prioridad a las
necesidades: espirituales, psicoafectivas, y materiales y antepuso las mismas a
todas las leyes y regulaciones de los hombres, tanto de carácter religioso como
secular.
La capellanía en hospitales tiene una amplia gama de materias a tratar, está la
veremos en partes, iniciando por:
1.- ANTES DE LA VISITA
a) El llamado.
Todo aquel que quiera servir a Dios debe de estar seguro de tener el llamado y la
capacitación de Dios para hacerlo. Como en todas las áreas del ministerio cristiano,
no todos somos llamados a la misma labor. 1 Corintios 12:28 Y a unos puso Dios
en la iglesia, primeramente, apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego
los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas.
Dentro de los hospitales somos enviados a aquellos que padecen necesidad de
asistencia espiritual, y a sus familiares y personas de su entorno.
Atender personas enfermas demanda ser sensibles a la realidad del sufrimiento
humano. Lo que requiere generosidad y aptitud de servicio. Estar dispuestos a
servir y acompañar a los demás en su batalla contra la cruda realidad de la
enfermedad y del dolor.
El sufrimiento, y el tiempo de crisis de las personas enfermas, justifican
sobradamente la asistencia religiosa evangélica en los hospitales.
El capellán debe de ser capaz, por ejemplo, de empatizar con los demás. Romanos
12:15 Gozaos con los que gozan; llorad con los que lloran.
b) Los objetivos:
Mateo 25: 34-46
El capellán debe de intentar, con el favor del Espíritu Santo aprovechar la situación
para que el sufrimiento, como trance impuesto, se transforme en una ocasión de
madurez y el perfeccionamiento espiritual y humano del enfermo. Pero siempre
desde el interés real por las personas. No como un chantaje a cambio de que se
acerquen a la Fe. Sino con respeto mutuo.
De ahí de que tomemos conciencia de que debemos centrarnos no en la
enfermedad, sino en la persona para que descubra que exista la posibilidad de
lograr una mejor visión del mundo. Puede sonar exagerado, pero no lo es.
Al hacerlo, debemos de tener como objetivos entre otros los siguientes:
Recuerden el respeto mutuo.
Colaborar en la humanización de su asistencia.
Acompañarles en su proceso de enfermedad.
Identificarnos con su dolor.
Mostrarles el amor y la voluntad de Dios.
Llevarles consuelo, Fe y esperanza. 2 Corintios 1:3-6
Promover cambios positivos en ellos.
Ayudarles en trámites.
Ponerles en contacto con los servicios sociales, si fuera necesario.
Aprender de ellos.
Etc…
Dando especial atención a aquellos que están más solos. Con poca y ninguna
familia, atemorizados, deprimidos o desesperados, ya sean extranjeros,
inmigrantes o marginados.
c) Las motivaciones.
Algunas personas desean ser capellanes, como otros pastores, por el “prestigio del
ministerio”. Otros consideran el hospital, y la labor de la capellanía, como una
pecera. Para pescar en beneficio de la congregación. Estas son motivaciones
equivocadas. Pues el hospital no es lugar para proselitismo. Sino para el servicio
desinteresado, movido por un amor hacia las personas, ágape, genuino, como el
amor con el que Dios nos ama.
d) La preparación.
B.- El dolor
El dolor es la forma en que el cuerpo responde a una lesión o enfermedad. Todas
las personas reaccionan de una manera diferente al dolor, lo que para ti puede ser
un fuerte dolor, no necesariamente lo es para otra.
La mejor manera que conozco para ayudar a alguien que sufre, es pidiendo a Dios
que intervenga y podemos muchas veces pedirle al paciente que se sume en
oración.
c.- La presentación
d.- La actitud
e.- La conversación.
El que sufre calma su dolor cuando puede hablar de él, por lo que tiene necesidad
de ser escuchado con atención, respeto y comprensión. Pero nadie habla de sus
penas, preocupaciones, temores, esperanza, alegrías y tristezas a menos que
tenga unos oídos que escuchen con sinceridad.
Alguien escribió hace tiempo que tenemos dos oídos para escuchar y una boca
para hablar lo que quiere decir que debemos de escuchar el doble de lo que
debemos de hablar.
Por nuestro egocentrismo nos resulta más difícil escuchar que hablar.
a.- la evaluación
Evalué su visita para poder mejora como capellán, pensando que esta es la mejor
manera de ser mejore cada día.
b.- Lo inevitable
Por muy bien que hagamos nuestra tarea, descubriremos y nuestra labor y su
éxito no siempre se traduce en la recuperación de la salud física del enfermo.
Pero nuestra intervención debe de aportar bienestar si no físico, si emocional y/o
espiritual, al enfermo y sus acompañantes.
Es posible que cuando se produce el fallecimiento de un paciente, debamos de
estar ahí para apoyar y ayudar a la familia a superar el trauma psicológico que
supone la separación de un ser querido, aun cuando este y/o la familia sea o no
sea cristiana.
Bibliografía: iglesia-berea.com/capellania-de-hospitales
CAPELLANIA EN CARCELES
Dentro de este ministerio se debe de buscar una atención integral, en la cual se
ayude en la atención física, emocional y espiritual tanto de la persona que esta
privada de su libertad, como de sus familiares, para que estos puedan encontrar
un camino que los pueda ayudar, así como consuelo y tranquilidad para los
guardianes.
CAPELLANIA EN FUNERARIAS
En esta área se trabajará de la mano con la tanatología, ayudando a los dolientes
con su perdida llevándolos a una conciliación con su perdida, debemos de tomar
en cuenta que este proceso no es solo en ese momento, ya que la perdida no es
pasajera, y el proceso no es corto, este va a depender de cada persona.