Está en la página 1de 1

Santiago de Cali, 26 de Junio de 2023

CARTA A MI NIÑA

Anoche mientras te veía dormir, rememoraba el día en que llegaste a mi pancita, el día en
que te sentí por primera vez, cuando te movías como un pescadito y cuando respondías a
la voz de tu papá. Recordaba el día en que te pusieron en mi pecho; ese día empecé a sentir
lo que era ser mamá. Sentí angustia, me embargaba un gran temor al pensar si podría ser
una buena mamá, pensaba en si haría lo mismo que mi madre y mi padre me enseñaron,
pensaba en que quería para esta pequeña aquello que conmigo no hicieron o aquello que
mis padres hicieron que a mí no me gustó o que me hizo daño; pero a pesar de este inmenso
temor, empezó mi mundo de la maternidad, un mundo desconocido que solo se empieza a
descubrir en el momento en que te enfrentas a esa realidad, y me enfrenté con todo los
recursos propios que tenía para ese entonces. Hoy, han pasado algunos años y ya has
crecido, tienes algunas dificultades que las maestras, mi familia y mis allegados observan,
pero que yo apenas las estoy haciendo conscientes. Me encuentro conflictuada porque
siento que me he equivocado. En el afán de que no pasaras por lo que yo pasé, he cometido
errores, errores que ahora te están afectando: te mueves por todos los rincones, te escucho
decir que no puedes, que no sabes, lloras y te enojas profundamente cuando no puedes
hacer algo, te rindes fácilmente y cuando te preguntan qué cosas lindas tienes en tu forma
de ser, no sabes nunca qué responder, discutes con frecuencia con tus amigos, respondes
mal a tus profes; y yo no sé cómo ayudarte a ser distinta. Me pregunto constantemente ¿en
qué he fallado?, si me he esforzado por hacer todo bien, por quererte, por darte todo lo que
necesitas; pero hoy, por fin encontré una respuesta, y es que estoy disgustada con mi niña
interior; creo que necesito ir al pasado y recordar cómo era yo de niña, cómo era mi relación
con mis amigos, con mis papás, con mis hermanos y con mis profes; siento que si voy atrás,
y sano las heridas de mi niña interior, podré estar bien con mi yo adulta, y seguramente,
tendré las herramientas suficientes para encontrarme contigo, mi niña, mi hija.

Saludo amoroso,

Mi Yo adulta…

También podría gustarte