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OA- 0825 960 faces MAR 10006 c.3 1 CONCUBINATO Y UNIONES DE HECHO Marfa Dora Martinic Galetovie Graciela Weinstcin Weinstein Abogado Abogado Profesora Facultad de Derecho Profesora Facultad de Derecho Universidad de Chile Universidad de Chile - L- CONCEPTO Tradicionalmente se ha sostenido que el Derecho Civil se Dieta en ties principios basicos: 1a propiedad privada, cnel Derecho delos Bienes; la libertad contractual, en el Deroche de las Obligaciones; y of Matrimonio, en el Derecho de ta Familia, La union entre un hombre y una muj nt emi- hid-a Ja Jey da origen a la familia logflima, ‘ue cl ordenamiento juridice regui onstitucidn ¥ efectos personales, Paralclamente a estas uniones matrimoniates legitimamente Convivencia 0 concubinato no se encuentran regulados orpdnicamente Imicstro derecho posilivo. ni en general, por "amavorfa de las legistaciones ue Se inspiraron en el Cédigo Napoleénico, ~&¢ Inspiraron en el Cédigo Napoleénico UNIVERSIDAD DE CHILE ws cy 3560, 1008470555 i I | {Qués¢ enticnde por concubinato o unién conyugal dehecho?. En primer lugar quedan fuera del concepto, aquellas relaciones accidentaleso espyiradicas cn las que no se Hega a constituir una pareja ni dan lugar formaalguna deconvivencia. Estas por lo regular no producen efecto juridico alguno. ‘Tampoco dan lugar a una unién conyugal de hecho aqueltas uniones sexuales impucstas 0 no consentidas, las que generalmente consti- tuyen una figura de cardcter penal. De lo dicho fluyen las dos primeras caracterfsticas que debe scunir una uni6n extraconyugal para‘configurar ef concepto en estudio: debe {ratarse de uniones librementc consentidas y que presentan clerta permancn- ciay estabilidad. La unién que reune a lo menos estas caracteristicas va a producir consecuencias entre las partes y respecto de terceros queno pueden ser ignoradas por el Derecho. Pero, este concepto amplio de concubinato es discutido en ta doctrina, Hay autores, especialmente latinoamericanos, entre nosotros don Fernando Fueyo.Laneri, que estiman que para que un concubinato configure una uniGn conyugal de hecho debien concurrir: adethis, de Tos ya sefialados, clcmentos que configurcn una comunidad ue lecho, mesa y techo ostensible y duradera. En suma, de acuerdo a este concepio estricto ésta solo existiré cuando la vida de la pareja se desarrolle exteriormente como la de un verdadero matrimonio: De lo anterior resulta que actualmente al tratar de estas situaciones se habla de un matrimonio aparente 0 de una uni6n libre, términos que han reemplazado al de “concubinato” que: aparece como obsoleto y que indudablemente tiene en idioma castellano una connotacién peyorativa. Dentro de este concepto esiticto, hay quicnes ademas de Ja estabilidad y permanencia de launiény dela comunidad de vidaestiman que en os convivientes debe concurrir fa aptitud nupcials esto es entre ellos y respecto aellos no debe existir impedimento para contraer matsimonio. Los impedimentos matrimoniales obedecen gencralmente al interés piblico y si cl derecho ampara con mayor amplitud 1as uniones conyugales de hecho, al acogerlas y regularsus efectos, deberé mantener el resguardo de los intereses sociales que dichos impedimentos matrimoniales cautelan. 194 En suid: de acuerdo a esta tiltima tendenvia doctrinaria existe uni6n conyugal de hecho cuando hay una comunidad de lecho, mesa y techo, asidua y duradera y en donde la vida de Ta pareja se desarrolla a los ojos de los demas como si se tralara de un verdadero matrimonio. Lo relevante de esta definicién radica en que introduce un clemiento nucvo para conceptualizar el concubinato, exigiendo como un requisito sine qua non la apariencia de matrimonio, | aapariencia de matrimonio se encuentra ligada al concepto de concubinato notorioaunque ambos no sean necesariamente términos sind- hinios, puesto que es perfectamente posible que un hombre y una mujer mantengan en forma ostencible una relacién amorosa, sin que exista una comunidad de vida aunque la relaciGn sea estable, duradera y publica. Sin embargo, cabe hacer presente que, generalmente, cuando se hahla de concubinato notorio implicftamente se esté haciendo referencia a una pareja que convive presentando una apariencia de tal, Basta recordar a modo de Gjemplo cl articulo 280 N°3 de nuestro Cédigo Civil, que al establecer et concubinato notorio como causal de investigacién de la paternidad, exige que habiéndose comprobado la filiaci6n del hijo respecto de la madre “se acreditare que cila y el presunto padre han vivido en concubinato notorio y durante 61 ha podido producirse legalmente 1a concepcién”. 2.- ELEMENTOS Unestudio deta doctrina y del Derecho Comparado denota que segin sca los efectos que la legistacién otorgue a las unioncs de hecho, distintos son los elementos que exige para que se conforme Ia figura en estudio. Asf, mientras mas efectos se concedan ala unién de hecho, més estricto.es el legislador en cuanto a Jos requisitos constitutivos de la figura. Por cl contratio, aquellas legislaciones que solo se refieren a ella tangencialmente o sefialandole efectos muy limitados, exigen un menor nimero de clementos para reconocer su existencia. Como se ha sefialado distintos son los elementos que deben, concurrir.segin se acepte un conccpto amplio o restringido de unién de hecho, pero por muy aniplio que sea dicho concepto deben presentarse a lo menos la diferencia de sexo; la cohabitacién, la permanencia y estabilidad en Ja relacién de pareja, la que debe ser, ademés, libremente consentida y 195 mantenida, pudiendo cada uno de los convivientes también libremente terminarla? 24. HE ROSEXUALIDAD Por definicién, el concubinato es la unin de un hombre y una mujer, como quiera quesc trata de una unién de tipo conyugal, quedando por consiguiente, excluidas «el concepto las relaciones entre personas del mismo sexo. 2.2. COHABITACION Y COMUNIDAD DE VIDA _ Segiin e! Diccionario de la Real Academia cohabitar significa aa eat acerca - “haces ung. wotrgs”. Feta clomentoc: celenci inato reside cntasselacia. nes sexuales entre el vardn y fa mujer Algunos autores estima c te elemento abarca hecho que los convivientes compartan fin consi S esta circunstancia la que permile distinguir el concubinato de las relaciones circunstanciales 0 casuales. _ El problemsradieaentoncesen determina siesiacohasiaeet debeiro no acompafiada de una comunidad de vida, esioes, conla residencia de Ja parcja en un determinado domicitio, de manera que ante Jos terceros sti vida transcurra como la de un_matrimonio legalmente cclebrado o-si-por-¢l- contrario, basta el hecho que tas selaciones se mantengan en formad a aunque no cxista un hogar comin o incluso las relaciones se mantengan uN|UC NO CXIStE scGrelo para que se dé la situacién del concubinato. (1) En nuestra opiniGn existao no comunidad de techo, para que 1a uni6n conyugal de hecho produzca efectos juridicos como tal, se requicre que-trascienda el_Ambito de lo estrictamente Piivado, credndo en mayor 0 menor grado una apariencia de matrimonio -qué-Indwzcaca Jos tercetos 2 considgrarlos como tal, tanto cn lo meramente: vatrimonial como en materia n 196, En consecuencia, la pareja debe compartir la vida, sin que ésio. importe necesariamente la existencia de un domicilio comin, en términos tales que la convivencia a que de lugar se identifique en mayor © menor medida con aquella a que da origen el matrimonio. La apariencia asf creada no siempre cocxiste con [a intencién de sinwular la existencia de un matrimo- nio, Hs asf como la relaci6n de pareja no debe ser oculta quedando Dor consiguienic_exchiidas del concepto de _unién_conyngal_de hecho aquellas que se desenyuelven en forma clandestina intecmitente, Es precisamente este trato afectivo y publico cl que confiere el carfcter more uxorio a la unin libre que produce efectos jutfdicos, sin que ellatleguc.a constituircn nuestro concepto una posesiGn de estado matrimo- nial, la que solo puede proceder de un matrimonio legalmente celebrado. . ESTABLLIDAD Y PERMANENCIA La relaciGn debe prolongarse a través del tiempo. No existe ‘consenso en la doctrina hi cn las legislaciones que regulan el concubinato cn cuanto al lapso que éstc debe durar para que se configure y produzca efectos juridivos, eae En pafses como cl nuestro, en que Ia legislacién sigue una tendencia abstencionista, estimamos que la duraciGn delaconvivenciadebe doterminarse alendiendo.alas cireunstancias que presente cada caso concre- 10. Osorio y Gallardo sefala un ejemplo que claritica esta cuestién “supon- ‘gamos que una pareja se une a los 21 ailos, viven correcta y fielmente y el var6n muere alos 25 . 1.a unin subsisti6 4 afios. Poco tiempo en verdad. pero como ¢s todo cl que ha permitido la duraci6n de la vida del hombre no cabe pedir mayor estabilidad. Jn cambio, si el varén muere alos 60 afi tras una relacién de cuatro, no bastard ese ticmpo para reconocer el concu- binato. En Jos 60) aftos de ta vida de un hombre afios, puede no tener significacion”. (1) el episodio de cuatro (1) Carbonnier, Jean. Derecho Civil, Manuel Ma. Zortilia Ruiz. T.1.,, Vol., Ill, Boch Barcelona 1961, 197 (1) Osorio y Gallardo. Anteproyecto del Cédigo Civil Boliviano. Publicaciones de a Comisi6n Calificadora Nacional de Boli via. Vol. IJ. Imprenta Lépez. Bs. Aires 1943, pag. 142. Por otro lado, tampoco existe cn las legislaciones que reguian organicamente e] concubinato 0 que Ic atribuyen ciertos efectos civiles un criterio uniforme eno relativo ala duracién que Ja convivencia ha de tener para producir los efectos que dichas Iegistaciones leatribuyen. Por ejemplo. 1a Constitucién Politica de Bolivia exige que la convivencia haya perdurada durante 2afios continuos; el Codigo de Familia de Panama de 1994 establece que 1a convivencia debe mantenerse durante cinco afios consecutivos: cl Cédigo Civil peruano de 1984n su art. 326k eslablece que paraque a unin de hecho produzca los efectos que dicho precepto sefiala, es necesario que ¢sia haya durado por Jo menos dos afios continuos. En nuestro Derecho, si tomamos en cuenta que para establecer Ja (liacién simplemente ilegitima, cl art. 280 exige que durante el concubi- nato notorio haya podido producirse legalmente Ja concepeién, podrfamos estimar extremado cl concepto que bastarfan 120 dfas. 2.4, SINGULARIDAD DELA UNION. Si se considera ala unién libre como base de una familia - constituida al margen de ia regulacién jucfdica, necesariamente debe ser monogémica,:tomando en cuenta que ia singularidad de las uniones de caracter marital responde 4 un patrOn cultural comin a 1a cultura judeo- cristiana occidental. Surge entonces el problema de fos concubinatos adulterinos. L:sto'es gPucde la unin extramatrimonial producir efectos si uno o ambos de Jos_-conviviontes_se encuentran unido con un_tercero por Jegitiine matrimonio? —e A primera vista la respuesta debicra ser negativa, de ahi que parte-de la docttina y dela legistacién comparada exija la (alta de impedi- ‘mentos para contraer matrimonio como un reguisito sine qua non para que ta unién libre produzca efectos jutfdicos por estimar que para que ella produzca tales efectos, los convivientes no deben estar afectosaimpedimen- to alguno y precisamente el vinculo- ‘matrimonial no disuelto es uno de ellos. 198 Sin embargo, esteroquisito no puede scr aplicado con la misma rigurosidad ea el caso que cl matrimonio de uno o de ambos concubinos sc encuentre practica sino jurfdicamente deshecho. Si dicho matrimonio se desenvuelve normalmente es dificil concebir una unién concubinaria more uxorio, lo que por lo demas importarfa un guebrantamiento det deber de fidelidad reciproca que las leyes imponen a los cényuges y cuya infracciGn constituira adulterio. Pero distinta cs 1a situacién si los cOnyuges se ho, o se ha decr SULTCEPY encuentran separados de hecho. o se ha decretado a su respecto cl divorcio no vincular, subsisticndo cnire cllos exclusivamente el vineulo jurfdico. Es posible _que_en-este caso paralclamente_a este matrimonio ano o ambos “cOnyuges mantengan una uniGn extramatrimonial estable, monogamica y duradera, constituyendo en consecuencia, una situacién de hecho, cuyos efectos deben ser reconociclos por el Derecho, dindose cumplimiento al clemento en estudio, 2.5. AUSENCIA DE SOLEMNIDADES. Hay concubinato cuando existe una unién libre y espontinea- mente consentida por las partes y en cuyo inicio y desarrollo no interviene en forma alguna laautoridad piiblica, esto es; hay ausenciadesolemnidades. La cxpresi6n solemnidades esté tomada en su’ sentido estricto por lo que podria faltar atin en aquelios casos en que 1a pareja ha contraido matrimonio religioso en los pafses cn que la ley no otorga a este efectos civiles (1) 0 cl matrimonio contrafdo ha sido declarado nul por haberse celebrado con omisién de algunos de los requisitos prescritos por la ley, 9 ha mediado un convenio privado en que se regulan Jos efectos de la vida en comin, estos casos son considerados por parte de Ja doctrina, como hipétésis de concub=— gato indirecto, ya que Ja pareja no consiente en Ta uni6n libre, sino por el contrario, existe la intencién de contraer matrimonio, intencién que por razones ajenas a ellos resulta frustrada, Escurioso queen nuestro pafs, en quel sinico matrimonio valido es el celebrado ante el oficial del Registro Civil y cumpliéndose las solemnida- des legales, subsistacnalgunaslocalidades apartada dela UndécimaRegiénuna suerte dle matrimonio consuetudinario, el que se perfecctona por medio de un “contrato matrimonial” por el que un hombre y una mujer pactan por escrito vivir como marido y mujer por un tiempo determinado.- En este contrato se establecen estipulaciones en relacién a la situaci6n de los hijos, acompaftando uninventario de los bienes quecada tino aportaaestaunidn y sefialando laforma en que dichos bienes se distribuitfan al término de a misma. (1) Véase el art. 43 de la Ley sobre Registro Civil 199 Elinstrumento piblico correspondiente se realiza normalmen- te, ante 1a renuencia de los notarios chilenos en autorizar este tipo de escritura, ante un notario argentino y, como consecuencia, la inscripcién de loshijoshabidosen dicha unién se efectiaentos registros de dicha repablica. » No cabé duda que antc el Derecho chileno estas uniones constituyen un concubinato, respecto del cual existirfa prueba preconstituida en lo relative al hecho mismo de la unién y alos bienes aportados. En lo que dice relacién con Ia filiacién podria considerarse que acreditada en Chile Iegalmente la inscripci6, esta podrfa secvir de antecedente para la constitu- ciéndela filiaciénilegitima (0 acaso unreconocimiento del hijo que esté por nacer). Distinta es 1a situacién si se trata de un matrimonio nulo putativo, caso en que se discute y ¢s disculible si nos encontramos frente @ tun concubinato al que fa ley cxcepcionalmente otorga cfecios jurfdicos similares a los del matrimonio o si simplemente estamos en presencia de un matrimonio nulo al «que 1a ley, protegiendo ta buena fe de los contrayentes y reconociéndoles ta voluntad de contraer un niatrimonio valido le atribuye jos mismos efectos que a éste. La cuestiGn es en todo caso discutible y la docirina no es uniforme al respecto. Porotraparte, sie tratade un matrimonio simplemente nulo no cabe duda que la solucién resultante es que se trata de un concubinato. Asf,cl tratadista francés Rodiere califica como uni6n de hiecho tanto al matrimonio declarado nulo por cualquier motivo que no sea un vicio de forma, asf como al matrimonio putative cuando la putatividad no ha sido declarada en beneficio de ninguno de los presuntos cOnyuges. 2.6. OTROS ELEMENTOS: Ademds de los clementos ya sefialados y respecto de los cuales existe cierto concenso entre los tratadistas, ta doctrina ha sefialado algunos ‘otros que por su importancia es necesario mencionar. a) El Affeccio. Por. affeccio ha de entenderse 1a amisiad auténtica y el afecto reciproco entre tos convivientes que.es-causa y afecto de laconvivencia misma. 13s por ese afecto que los convivientes cumplen espontincamente deberes propios de una unin matrimonial ya la larga da 200 lugar al trato de un pie de igualdad enire los miembros de la pareja. Procisamente por tratarse de una unin libre, mientras dure. subsista este requisito esencial, subsistird la convivencia y su desaparicién waerrconsigo nino de la relaci6n. —— Este concepto ha sido elaborado por 1a doctrina italiana y recogido por la jurisprudencia francesa. Enlos pafses latinoamcricanos ha sido considcrado endiversa forma. Por via de ejemplo, cl art. 158 del Cédigo de Familia de Bolivia que lleva por epigrafé “Unidn conyugal libre”, establece “Sc cr haber unién conyu- gallibreo de hecho cuando cl varSny la mujer, voluntariamente constituyan hogar y hacen vida comin en forma est fable y singular, con la concurrencia dc losrequisitos establecidos por los artfculos 44 y 46 al 50” (que-sereficren a la aptitud nupcial). Por su parte, cl art. 326 del Cédigo Civil peruano de 1984 dispone: “Es unién de hecho Ja voluntariamente realizad: un hombre y una mujer para alcanzar Tinalidades y cumplir deberes scmejantes a fos det b) La procreacién: Parte de la doctrina italiana estima qué la atsibucién o no de consecuencias jurfdicas a las uniones libres debe quedar condicionada a la existencia de prole, basdndose paraello en los articuios del Cédigo Civil italiano (317 bis y 316) que establecen Ia titularidad en cl ejercicio de la patria potestad y junto con ella la calificacién de familia natural a estas uniones con hijos. Como consecuencia de Io anterior, si no caisten hijos © habiendo éstos alcanzado 1a mayor edad, cesa 1a patria Polestad y Ta unién libre deviene en una relacién de mero hecho. Este criterio no se ajusta a la realidad, porque si bien es cierto que la familia natural no existe sin el requisito indispensable de fa procrea- ciGn_parala_constituciGn de la uniGn Tibre como una relacidn establece y uradera,basiala.convivencia sin necesidad que la pareja tenga descenden- cia, sin que pueda negarse que uno de Tos objetivos fundamentales de una regulacin de la unién concubiniaria es precisamente la proteccion de la familia comén: Oe 201 c) La fidelidad. Silas uniones libres desarrolian un modclo de vida semejante al del matrimonio surge la interrogante si de ellasemanan los Geberes reciprocos que las leyes establecen para los cnyuges, como seria el deher de fidelidad y cl de socorro mutuo. Algunos autores estiman que de Ja unin concubinarla surge una responsabilidad reciproca entre los convivientes que les obliga al cumplimiento de estos deberes. Otros, empero, sosticnen que.no es posible la imposicién de estas obligaciones a quienes no han contraid matcimonio porque sf se discute el alcance de ellas cuando existe un vinculo juridico perfecto, més discutible es su exigibilidad trat4ndose de una simple situaci6n de hecho. (1) L.aafirmacién anterior oquivatdrfa a sostener que sin hijos, 0 emancipa- dos éstos, no hay matrimonio, La__prdctica demuestr iones.se cumplen voluntariay esponténeamente estos deberes como consecucncia de aaffeccio que conslituye a nuestro juicio mas que un requisito, cl elemento que.tipifica, origina y caracteriza estas uniones. ‘Ha detenerse en cnenta que sGlo cuando cstos caracteres -que también pueden consi : iGn- aparezcan junto con_lo_que hemos sefialada,se.podr4 reconocer relevancia a la unién extraconyugal. Asf, los chos-deberes establecidos en Jos arts. 131.133. y 134 de nucstro Cédigo Civil para los cényuges no tienen primordialmente sin perjuicio ancl e una fuerza moral basada cn cl afecto y en la responsabilidad del individuo, En materia de uniones libres, a falta de vinculo jurfdico, su falta de cumplimiento, no licvardraparéjada oira sanciGn que el eventual término dela relacion. 3, LA CUESTION TERMINOLOGICA Las uniones extramatrimoniales tradicionalmente se denomi- nan concubinato, vocablo que viene de concubere. En a actualidad se ha abandonado el uso de esta expresi6n por sv comnotacién peyorativa. Fs asf como la situacién de quienes conviven fuera del matrimonio sc denomina en el Derecho Comparado de diversas maneras. En Italia se utiliza la expresién “convivencia more uxorio”, 202 “familia de hecho”, “familia no fundada en cl matrimonio” y poeticamente “instituci6n en la sombra”, denominando a los mienibros de la pareja convivientes 0 parteneros. En Francia se utilizan tres expresiones para denominar situa- ciones en las que si bien hay relaciones de indole conyugal, 1a otra, ircunstancias son diferentes en una y El (érmino “estupro”, se utiliza para significar las relaciones Pasajeras 0 accidentales, con exclusién de toda convivencia y de toda continuidad en ta relacién, La palabra “concubinage” se utiliza cn cambio, cuando dichasrclaciones son permanentes y estables pero no hay comunidad de techo, En esta expresiGn queda comprendida el concubinato notorio, de acuerdo al sentido gue fa doctrina y la jurisprudencia han dudo al art. 340N® 4 del Codigo Civil francés y finalmente, “el concubinat 0 unién libre” que se refiere a la convivencia que reune los requisitos gue hemos venido sefialando, Linos titimos tiemposta jusisprudencia ha utilizado fa expresién unién libre, En Alemania tampoco existe uniformidad terminol6gica. Parte de la doctrina utiliza el térmiino concubinato o uhiGn extramatsimonial de los que se excluye toda connotacién peyotativa, pero ultimamente han comen- zaddoa wilizarse términos més neutros al respecto, como comunidad de vida, matrimonio sin certificado, relacién asimilable al mattinonio y uniGn no registrada. En Inglaterra, se usan diversas expresiones para referirse al fenomeho en estudio como unién libre, uniones como matrimonio uniones similares al matrimonio, uniones de facto 0 uniones conserisuales 0 informa- les, in Sud América, la denominacién varia de un pais a otro. siendo la mas comunmente utilizada unin libre. En México, por ejempla se la llama “matrimonio por compor- tamiento”. En Colombia para referirse a la concubina se utiliza la palabra amasfa, pero en 1a préctica la expresiGn més utitizada es concubinato. 203 La terminologia utilizada por la doctrina francesa se destaca, sin embargo, por su precisién, al diferenciar tres situaciones que presentan caracteristicas diferentes, evitando todo equfvoco en la utilizacién de las respectivas denominaciones. En nuestro derecho, si bien el Cédigo Civil emplea el término concubinato, la legistacién posterior para referirse a las personas que desarrollan una convivencia more uxorio emplean comunmente la expresion unién fibre, evitando un término que practicamente ha cafdo en -desuso, empleandose para désignar a quienes viven en esta situacién el témino conviviente. 4, CAUSALES Las causas que han dado orfgenal aumento deestas uniones son :iltiples, y su andlisis nos permite formular una clasificaci6n det fendmeno de acuerdo a las mismas 10 que contribuye a especificar su naturaleza y alcance. Al.clasificar el concubinato desde el punto de vista de sus causas, hemos considerado conveniente omitir las clasificaciones tradicio- males que se hacen del fenémeno, A algunas de ellas nos hemos referido en. parrafos anteriores como por ejemplo la. que distingue cntré concubinato en sentido amplio y en sentido restringido; directo ¢ indirecto y las restantes 0 bien carecen de relevancia o quedan subsumidas cn las que sefialarémos a continuaci6n. Los autores europeos distinguen en materia de causales de las uniones libres aqucllas rclativas ala imposibilidad de contraer matrimonio por causas de diversa fndole y las que provicnen de motivos ideolégicos. En América Latina todas estas causales pueden agruparse ent tres categorfas (I) que dan origen a tres Gpos de uniones de hecho perfecta- mente diferenciadas (1) Clasificacién formutada por el autor argentino Oscar Bongonovo en su obra “El concubinato en la legislacién yen a urisprudencia”. De. Hamurabi Buenos Aires 1987. 204 4.1. CONCUBINATO CARENCIAL La primera categoria de causales que inciden en la no celebra- cidndel matrimonio sande tndole econdmica y cultural las que. que la pareja por ignorancia, 0 por falta de los medios ccon6micos para enftentar Ios zaslos,esfuerzos y las complicaciones que acarea el mations. nino formalicen su unién mediante la celebraci¢n del mismo conforme a laley. Lo anterior unidoa Jas carencias de tipo cultural, a la falta de comprensin de los bencficios que para los cényuges y para la prole implica elxégimen legal del_matrimonio configuran el cuadro de esic tipo de unin que podrfamos llamar concubinato carencial. La falta de elementos indispensables, ingresos minimos unidos a analfabetismo, 1a presencia de minorfas etnicas con cultural propia. suma, la marginalidad cconémica, social y cultural configuran esta especie dentro del género unidn libre. Este problema se acéntiia en aquellos pafses Jatinoaméricanosk donde no existe una clase media mayotitariacon un.cierto grado de desarrotio cultural y econémico y una aceptacién de los valores sociales comunmente aceptados que les permita aprehender el concepto de matrimonio como Ja base de la organizacin familiar y social. Bs precisamente en esos pafses en que se ha legislado a fin de crear entre los componentes de ja uniGn libre Obligaciones y der confluyan_n un régimen Tegal comin, 0 propendiendo a_que ella se transformeen matrimonio por cLtranscursodeltiempo y la voluntaddelaley. De este modo se logra que los convivientes carenciales se incorporen paulatinamente a la organizacién social. Fste sistema presenta la ventaja que, sin crear un matrimonio paralclo protegea los micmbros de la familia de heche A modo de ejemplo, puede citarle la ley de la Republica de Panamé.de 1956 que en su arti, 1° establece que “Ja unidn de hecho entre personas Iegalmente capaciladas para contraer matimonfo miantcnida du- rane 10 afios consecutivos en condiciones de singularidad y estabilidad surtird todos los efectos de un matrimonio civil”. Curiosamenté la realidad ha impuesto wna vuelta Una de Tas formas dé matrimonio contemplada en el Derecho Romano, el llamado usus que consistfa en hacer un hombre y una mjor vida marital durantc un aio sin interrupcién de tres noches consecu- tivas, 205 4... RAZONES IDEOLOGICAS Y ECONOMICAS: CONCUBINATO UTOPICO Actualmente, junto a estas uniones de hecho que hemos deno- minado carenciales, se agrupan una seric de uniones libres en las que los miembros dc la pareja en forma consciente y voluntaria no formalizan su uniGn por motivos de indole ideooldgica. Fn este caso los miembros de la pareja conviven como si estuvicran casados, sin tener impediment park contragr matrimonio, ni carocer de Jos medios o conocimientos para-ccle~ brarlo. Sin embargo, ef desarrollo y propagacién de Giertas Meoldgicas en nuestra sociedad contempiranca, particularmente en ios paises desarrolla- dos, conduce a gue estas parejas se abslengan de coniraer matrimon considerar queel vinculo juridico que él se deriva constituyeunaintromision del Eslado en su vida privada, Juntaa estos casos descritos cn la doctrina y cuya extensién en nuestro pafs se desconoce(!), exisfen otros, en que los micmbros de una pareja no se cacn lisa y Hanamente porque dicho matrimonio significarfa la, pérdida de una pensién 0 montepio. HisiGricamente hablando se_da cl caso de aquellos a quienes bastaba cl matrimonio religi celebrar el correspondiente matrimonio civil, vivis ncubinato. (1) Conviene recordar que en Chile no existe un estudio empirico sobre la materia. 4.3, CONCUBINATO SANCION Finalmente, noes posible omitir unareferenciaaaquelloscasos_ en que existé una imposibilidad legal de contraer matrimonio, sea por la cexistencia de un vinculo matrimonial, sea por olro impedimento situaciones que la doctrina conoce como concubinato sanciGn, ya que cn este caso no se trata de situaciones en que no se quiera contraer matrimonio 0 no se sepa lo gue éste cs, sino que por algin obstdculo legal no cs posible contracrlo. 5. El, CONCUB INA‘'TO EN EL DERECHO COMPARADO Hoyendiase observa en el Derecho Comparado una profunda diferencia en elt i jas diversas législaciones dan alas unidades 206 +e de hecho y que vi aquellas que la regulan integralmente, creando una. suerte de unién conyugal paralcla, fasta fas que ni ndo fa tendencia clasica adopotan una posicién ms 0 ménos abstencionista. Entre ambos > exircmos se cncucntran aquellos ordenamicntos jurfdicos. que les sefialan efectos en ciertos y determinados casos. Finalmente, no pucde ignorarse el grupo _cada ver més némeroso de aqueltas que han opiado por atribuir cfectos similaresa los de un matrimonio legalmentcélébrado, transcurrion- do, los_plazos y concurriendo los requisitos ¢ i s Seguramente por la distinta configuracin demografica y dis- {into grado de desarrollo, la tendencia tanto doctrinaria como legistativa en torno al problema del concubinato es abordada desde angulos totalmente diferentes cn cl Derecho Latinoamericano, y en el europeo. 5.1, EL. CONCUBINATO EN LATINOAMERICA En nuestro continente la regulacién de esta situacién presenta Ja misma forma de soluciones aludidas en el parrafo anterior. Asfexisten legislaciones que reglamentan en forma orgdnica y sistemética las uniones conyugales de hecho, como 1a Guatemalteca, Para- guaya y la Boliviana cn el Cédigo de Familia de Bolivia de 1972, que desarroll6 el precepto constitucional contenido enel art. 131 dela Constitu- cidn Politica del Estado de 1945 que establece: se reconoce el matrimonio ‘de hecho en las uniones concubinarias por el solo transcurso de dos afios de fa en comin verificada por todos los medios de prucha 0 el nacimiento de un hijo, siempre que Las partes tengan, capacidad legal para contraer enlace W. (1) ConstituciGn Politica del Estado, art. 131, inc. 2° Editorial Cruz del Sur, Bolivia 1945, Encl otro extremo y, siempre en el 4mbito Latinoamericano, se encuentran Jas legislaciones argentina, uruguaya y chilena en las que solamente ciertos problemas puntualcs derivados de las uniones de hecho son resteltos por disposiciones especificas y especiales, particularmente en materia de filiacién, de seguridad social y de arrendamiento de inmuchles, quedando entregada la solucién de los demas posibles conflictos a que dichas uniones pucdan dar lugar ala decisiGn de los tribunales de justicia. Entre estas dos posiciones contrapuestas se encuentran aquellas legislaciones, 207 como laperuana y la mejicana, que seflaldndole efectos més amplios que las anjerlormente citadas, los_circunseriben_al_Ambito-filiative-y_a-ciertos aspectos de naturaleza patrimonial, -pero 4 endo claramente entre 1a ingtiluciGn matrimonial y 1a concubinaria, En efecto, el Codigo Civil peruano de 1984 esiablece que Ja uni6n de hecho produce efectos jurfdicos siempre que se trate de una relaci6n volunti iamente iniciada y mantenida por un hombre y una mujer, por un perfodo superior a dos afios, surgicndo 1 edad de ganaciales simila matrimonio (art.326). Fn Méjico, a ley establece una obligaci6n alimenticia entre los concubinos que hayan hecho vida marital durante los 5 affos precedentes 0 =} gite hayan enido hijosen comin y siempre queno setrate de un concubinato adullerino, otorgando en estas circunstancias el derecho a heredar al concu- binato en las mismas condiciones que el cényuge. Fn unacuarta categorfa todavia, conviene destacar la Constitu- Gin panamefia queen at, 56 yacitado establece que “launiéndehecho entre personas. Icgalmente capacitadas para contraer_ matrimonio, que_se haya magtenido durante 5 afios en condiciones de singulatidad y estabilidad surte, tos efectos del matrimonio civil”. EI Cédigo de la Familia, de 1994 cnsuarticulo Scstablece las condiciones que deben reunir estas unioncs disponiendo: la unién.de hecho enire personas legalmente-capacitadas para contraer el matrimonio, mante- nida_durante cinco afias consecutivos en condiciones de singulaidad _y estabilidad produce todos los efectos del matrimonio civil. Los_Ariiculos siguientes establecen_la_forma.cn.que-puede costa untign de hee jue pucde hacerse sca mediante inscripcién ‘en cl Registro Civil sea, probéndola judicialmente por medio de testigos. ‘Como curiosidad cn Méjico en el Estado de ‘Tamaulipas. cl Codigo Civil establece, que para_los efectos de la Ley se_considerar matrimonio. Ja convivencia y trato sexual continuado entre unhombre yuna mujer, siempre que entfe Tos sujetos no existan impedimentos para contraer ‘matrimonio, consiituyendo ésle un.caso extremo en que una Tegislacion reGonoce tanto un matrimonio segstrado como uno_no registra. 208 5.2. . CONCUBINATO EN EUROPA uuropa, en cambio, son mas profundas las discrepancias en Ia materia. Sin embargo, existe coincidencia en cuando a que en mayor 0 menor gtado, el matrimonio, como cédula basica de la familia. debe ser protegido. Enuninforme fectuado por el profesor Luis Roussel enviado ociedad In Derecho de Familia en. 1985, se destaca el hecho que sca posible detectar {antos y tan repentinos cambios de compor- Jamicnto dc la poblaciGn como los que aparecen en los indices demogrdticos acontar de la década de cio y dela natalidad fucra de} matrimonio en todos los pafses indi izados. Estas estadisticas podrian llevarnos a pensar que ha aumentado cl niimero de uniones extramatrimoniales y los hogares uniparentales. El inismo profesor, sin embargo, reconoce que ellas por sf solas no permiten deducir cl alcance de fos cambios concernientes a la posicién dle 1a sociedad {rente al matrimonio y a Ia familia. Un signo de esta transformacién cultural en Europa es la aci de conductas considcradas anteriormiénte como ilegitimase inmiorales. Asi, las éncuestas internacionales del autor citadon dejan ninguna duda acerca del desarroilo de formas de vida familiar fuera de fendmeno gencral que afecta a todos los paises ncias entre Jos diversas ino de cllos. aceplacién La manera como cada sistema jurfdico particular aborda los diferentes problemas derivados dc la familia de hecho, parece estar fntima- mente ligado con cl tratamiento que el respectivo sistema jurfdico da al matrimonio_y a sus efectos. Puede decirse entonces que el principal interés dei matrimonio es que produce importantes efectos en lo relativo Fan Aliacion, al regimen de > Bienes y os derechos reciprocos que surgen entre fos cOnyuges. theajy eeeen argen ene los cényuges ue ae 209 [loa hab, nee bam Sin matrimonio, no hay pres flo debe, probar su filiacidn palcrno-materna. ‘Tampoco existe de pleno derecho un régimen de biencs, ni derecho y obligaciones reefprocas, las que dehen probarse frente al tribunal acreditando el comportamiento del que resulte el hecho de 1a uni6n concubinaria, con todas las dificultades que ello acarrca, La familia legitima basadacn el matrimonio conserva entonices un régimen privilegiado en todos los sistemas jurfdicos, salvo cn materia de seguridad social donde se ha realizado una asimilacin mayor entre launi6n libre y la legftima: La forma como cada legislacién regula la familia de hecho se ve afectada en gran medida por la manera como sc reglamenta cl matrimo- nio, pero Ia influencia procede también cn forma reciproca. Un ejemplo de lo anterior es Ja transformacién que en el Derecho Comparado se observa respecto del status de los hijos extramatrimoniales, quienes en general gozan de los mismos derechos que los matrimoniales, desde el momento en que sobre el interés de la familia legitima sc ha hecho predominar el interés de los hijos. ‘También cs importante que una de las relaciones significativas entre el matrimonio y el concubinato es Ja indiferencia con que la sociedad mica las relaciones extramatrimoniales. Empero, los estudios sobre el concubinato en la obra “Los concubinatos en Europa. Aspectos sociojuridicos” realizados por el Centro de Derecho de la Familia demuestra queen mayor o menor grado, el Derecho de cada uno de los pafses a que se refiere cl informe respela el matrimonio y algunos principios basicos en la vida familiar. En csta forma se prueba cl interés pablico permanente en una familia tipo, legitima y esta (endencia se observa tanto en el informe inglés comocncl griego,considerandose queel matrimonio es la base de ta familia, niicleo natural de la sociedad. En general en Europa, la uni6n libre ha sid crilcrioeminentemente pragmatico. Hi caso particular de los pafses nérdicos scdistinguc, porque a mayor niimero de uniones extramatrimoniales, mayor ha sido la tendencia del Estado a asumair responsabilidades que tradicional- 210 mente han sido propias dela familia. En Seca, ea do ain ns ijos en sin atin Ja asimilaci régimen de €: voluntad cr contraio Conviene recalcar, sin: atribyidos al concu matrimonio en todos los patses de Europa, salvo en como Espafia y Succia en que existe una especie de compromisos oficial contra la discriminaci6n en relacién alos concubings. embargo, quepese al aumentodeefectos clara ditincidn entre éstey l afses La tendencia actual en Europa busca un equilibrio entre los diversos intereses y valores en juego. Asf en Suiza se tiende ha tomar medidas positivas en favor del matrimonio, tratando de manera equitativa a Jos concubinos, pero siempre respetando-la libertad individual de los convivientes, como Io exponen Jos autores italianos que estimman que deben enfrentar las consecuencias de su cleccién y de sus actos y afirmando su responsabilidad en relacién a los hijos, que en ningin caso deben suftir tas consecuencias del estado civil de sus padres, De abi que en muchos de los stemas jurfdicos lacxistencia de hijos es fundamental para atribuir efectos al concubinato. Laduraciénylaestabilidaddelauni6nvanainfluirseguramen- te en Jos efectos que a clia atribuirén los jueces, Por otra parte, en algunos paises europens se disciplina el convenio de convivencia y otras veces los juristas précticos han propuesto modelos de dichos convenios, sostcniendo su validez, pero la jurisprudencia de los tribunales de los distintos pafses no parece haberlos acogido decidi- damente, subsistiendo los jueces que se pronuncian definitivamente en contra de su validtez. Precisamente uno_de los puntos més controvertidos_es_la determinaciGn si la cohahitacién exira matrimonial puede ser regida porun convenio privado Iegalniente celcbrado, particndo de la base que antafio-se sostuvo_que cualquier convcnio relative a la constitucién de una unién extramateimonialm, asu conlinuacion © ana indemnizaci6n por la eventual Tupturaunilatcral dela misma eran contrari: alas uenas costumbres y ala moral, y por tanto, nulos por i 24 Numerosos paises han abandonado este punto de vista, de una ‘manera general pero no undnime 0 con serios reparos, se considera que Las partes son cn gran medida libres de reglamentar su cohabitaci6n mediante ‘una convencidn. EnCanad4, como ejemplo de un pafs cn que se aceptan cstos convenios, laley quescformé cl Derecho de Familia: Family Law Reforming Act de 1978, ons art. 54 permite las parejas heterosexuales no casadas y. que conviver jlecer contratos que tienen fuerza vinculante de manera muy andloga a 10s ‘que se autorizan a las personas casadas: Asimismo cn tos paises bajos_y-en_Suecia-tos-contratos de cohabit Gnhan dejan eser‘leail ics y en Ja Republica Federal Alemana- pucden_ackwirir_contratos_previamente_preparados, que definen entre tyra cosas I responsabilidad de los convivientes, pero el valor contraios_e5_disc Vent en ellos un violacién, in que asegura la protectora del matrimo- nig_y de la famili: 6. EL CONCUBINATO EN CHILE 6.1. GENERALIDADES Nuestro Céctigo Civil acogié la actitud abstencionistapropiade los cédigos decimonénicos. 1)e ahf que su texto primitivo guardara estricto sileficio en tomno al Concubinato, Curiosamente, en del Cédigo, don Andrés Bello hin (empleando ia denominacion espafiola_clésica-de- barraganta) en cuanto expresa que Cédigo de las Partidas confiere la. egilimacidninse jure, pero sGlo al hijo de barragana, al hijo natural. Enesta ente proyecto”. paric estd de acuerdo con ellas el pre Esta posicién abiertamente abstencionista se ha mantcnido hasta nucstros dfas. Actualmente nuestra legislacién sélo se refiere directa mente.al concubinato en contadas normas, entre Tas qué cabe citar el art. 280 N° 3° del Cédigo Civil, que establece una de las causales de investigacién dela paternidad simplemente ilegitima, el art. 18 dela Ley N° 14908 de 1962, sobre abandono de familia y pago de pensiones alimenticias y 51 dela Ley N° 4808 sobre Registro Civil, de 1930.(1) : UWF dee wu} it venus bg. when al erect Z Gg, GA hewtelun Las leyes dictadas en materia de Seguridad Social, si_bien, confieren_aparentemente ciertos derechos a la_concubina; no lo hacen atendiendo a.su calidad de tal. sino a la de madre de los hijos naturales det causante, cxigiendo, ademds, la concurrencia di como que s¢ trate de una mujer soltera.o viuda que viva 0 haya vivi pensas del causante de la prestacién. Por lo demés, cabe destacar que la madre, a Ja quese.rcficren las disposiciones aludidas, no necesariamente debe reunit, Tas condiciones para estimarse queha sido sujcto.deunarelacién concubinaria. Deeste modo en nuestro derecho no se observa en la materia 1ciGn semejanteala de otros pafses latinoamericanos como Bolivia, Paraguay, Cuba o Panamé, queen los ditimos 40 afios han desarrollado una legislaciGn imegral en torno alas uniones de hecho, regulandotas tant dice aa (1) EI Art. 51 citado sefiala en un inciso primero lo siguiente: “Los oficiales del Registro Civil visitarén su respectiva comuna o seccién, en la forma que determine el reglamento, a finde procurarta celebracidn del matrimonio-det hombre y 1a mujer que, haciendo vida marital, tengan hijos comunes” relacién con el concepto mismo de la instituciGn, cuanto en lo relativo a sus réquisitos y efectos. De ahf que hasta la fecha practicamente todos los problemas surgidos de las uniones conyugales de hecho han debido ser resueltos jurisprudencialmente, correspondiendo a tos ttibunales determinar cn cada caso las circunstancias fécticas de la cuestiGn controvertida, entre las que ha comrespondido resolver si han concurrido o no los elementos que den lugar luna convivencia que reuna los requisitos necesarios para configurar una relacién de esta naturateza. Cabe destacar, sin embargo, que en esta materia Jos tribunales han’sido, por regla general, llamados a intervenir una vez producida Ja ruptura de la unién concubinaria, por lo que nuestra jurisprudencia cn la materia ha recafdo fundamental mente sabre los efectos patrimoniales a que ella da lugar. ‘TanbiGn is ha comespondide pronunciatse en demandas. en que sc ha reclama \entos parg cl hijo simplemente ilegitimo, basadas én ta asa 3a, del art.289._ Pero sobre los dams problemas que pueden surgif arai7 de wna unidn dé hecho no existe entre nosotros una jurisprud cia que forme doctrina, Ly 290. BAD 213 Jin una sentencia reciente dela Corte Suprema, redactada por el entonces abogado integrante de ese alto tribunal y profesor de’ esta Facultad, don Claudio Isanes Rios, se acoge la definicién de don Federico Puig Pefia en cuanto a que el concubinato es “la unin duradera y estable de dos personas de sexo opucsto, que hacen vida marital contodas Jas aparien- jas de un matrimonio Jegitimo”, El fallo citado se inclina, en consecucncia, por un conceplo estricto de 1a institucién en contraposicién_al concepto amplio que al respecto_se acoge en cl Derecho {rancts, de acuerdo a lo seftalado en otra parte de este trabajo. . Ja sentencia citada recoge la tendencia_predominante cn, la jutisprudencia.cn cuanto a los efectos patrimoniales que se derivan de las ugiones conyugaics de Esto.cs que cllas por si mismas no son.aptas. alguno, 0 sea, el mero hecho dela conviven- para producirefecto pat hecho dela conviy cia, aunque reuna todos los requisitos que doctrinamenic deben concurrir para_que se configure una uniGn conyugal de hecho, no_constituye1in aniecedente suficicntc para que se forme entre Jos convivientes una comu- nidad ni menos js walquicr tipo, sind concurren y sc acredita RG uy Obrien Hoa, lad.) Ler De ere yur dn MOTO tegty MUO WEE Udy WD OD a ody Satan ter Wee ole ur, Fouren\o 9 6, poe wos dacs PH rh Bin 499 WD Kup, Be cata hs bs awe Okun bot Wee, Jue cee te we bo 0 \oias «cheno Lert 6 ELM Nerany. PLL 0 ears 6.3. RELACIONES PATRIMONIALES ENTRE OS CONCUBINOS Mientras la convivencia dure 1o més probable es que no se produzcan entre las partes problemas patrimoniales graves. Como en mu- chios aspectos, el problema surge en ef momento de la ruptura, Como se ha dicho practicamente en todos los casos en que les ha correspondido a nuestros tribunales pronunciarse en relaciGn al concubi- nato ha sido precisamente en cuanto a los efectos patrimoniaies de dicha ruptura, lo que resulta l6givo al no haber régimen legal que regule lo relativo alos bienes habidos durante el concubii jos casos en gic Tos Convivienies hayan preevist Gsla situacién. Sin embargo, nada obsta a que ellos pacten un contrato de sociedad o reglamenten mediante una convenci6n fa forma inistrary liquidar Ta comunidad de biencs. que se forme por la adquisicion de 16 necesario para la mantencién de la vida en comin o derivada del trabajo de conjuntamente, sea de uno de-ellos coma cotabo- aci6n del otro. Estimamos que en principio, tales convenciones tendrfan valor, siempre quedichos convenios teniendo un contenido estrictamente patina nial, se mantuvieran en el plan cito. La sentencia de 1a Corte Suprema de 25 de julio de 1989 anteriormente citada, récoge To que ha sido fa tendencia permanente en cuanto a los efectos patrimoniales que se derivan del concubinato: esto @8, que por ST s0l0 no produce efectos patrimoniales. En consecuencia quien pretende que el concubinato ha dado lugar a la formacién de una comunidad o de una sociedad de bienes debe probar adecuadamente que se hicieron los aportes necesarios 0 que cxistié un trabajo, industria o cualquier otra actividad conjunta que hayan sido la causa de la existencia de los bicnesq ue forma la sociedad de hecho 0 comunidad (1) Blconcubinato, si bien puede ser un antecedente dela sociedad dehecho o dela comunidad de bienes no puede ser considerado como prueba 0 como principio de aquellas. 27 (1)C.deStgo.. 30-mar70-1982. R..79, sec. 2a ig. 18enel mismo sentido C.S. Gaceta Juridica N° 119 afio 1989, pag. 23 Fn el concubinato la ausencia de sociedad 0 de comunidad de bienes, constituye a diferencia de lo que ocurre en cl matrimonio el derecho comin Foudomuko Nuestros tribunales han fallado también que en el caso que ; CEO TO aa a a cones a A CONCUbINT. ‘puap <=- existan vinculos de. cl smuneraciones ala concubina. eon 1a jurisprudencia uruguaya ha dado lugar a las demandas de ia este tipo otorgande a la conviviente derecho a una porcién de los bienes, Hol, ‘estimando que habrfa cn caso contrario a lugar a un-enriquecimiento sin causa. LS eanpuuere Sur curr . Nuestros tribunales no han tenido ocasién de pronunciarse sobre las donaciones enire concubinos. Sin embargo fa doctrina en general estimaqueno hay inconveniente al guno para que éstoscontratenentre si, sca atitulo oneroso 0 a titulo gratuito. Cabe, en consecuencia preguntarse: ;, Qué efectos producen los contratos celebradds por uno de_los convivientes respecto del otf0” ZRes- \ lu do bay ponde por dicho acto o se_ve-afectada su patrimonio a consecuencias de ero Uen aquél” ,Cémo se protegen Jos derechos de los terceros de los actos celebra- © dos por ambos o por uno de los convivientes que los perjudican? ao Lor lec: wo wair Sin duda cada uno de ellos resullaré obligado en los casos en torodiy wX. qucacoede ta obligact afda por el otro como codcudar solidario subsidiario de acuerdo a las reglas gencrales. Wer ouyy~ eon. Pero no concurrenin én ae, afectan ala paris fvo Tos casos en que exista un mandato entre-ellos : o, que de acuerdo a las normas generales haya reportado beneficio del acto, o hecho de su conviviente. Otras_legislaciones, especialmente Ja francesa, fundaban 1a responsabilidad cn la cxistencia de un mandato técito en formas lara que ocurrfa en materi de sociedad conyugal SecTL Sisal ec te Podrfa/estimarse también que el conviviente pucde resultar 218 } | obligado en virtud de la doctrina de la apariencia, conforme’a Ia cual los derechos deben ser protegidos respecto delos terceros qué de buena fe se ven inducidgs a contratar por una situacién aparente. Finalmente, se fundaménta por parte de 1a doctrina Ja respon- sabilidad del conviviente cn la teorfa de 1a culpa, 0 sea, se desplaza el problema del Ambito de lo contractual al de lo cxtracontractual. Los concubinos incurrirén en culpa al hacer creer a los terceros-en especial asus provecdores- que estén casados.(1) La responsabilidad cn este caso serfa de naturaleza extracontractual, " 64, EFECTOS RESPECTO DE LOS HUOS En materia de filiacién, la exisiencia de una unién conyugal de hecho constituye un antecedente para el establecimiento de Ia filiacién sinmplenicnte Hegitima (2). Sere ee asta dD Uns de (1) Ver inciso 2° del art. 137 del Cdigo Civil, [> : wip Lap up (2) Vease cl art. 280 N° 3 del Codigo Civil. Ole Oe. poe ant Uae ; LaCortede Apelaciones de Concepcisn, en sentencia de 31 de dh W dwg agostode.1962, conociendode un juicio de alimentos, fundado precisamente yaw au en est -de investigaci ja paternidad ilegftima. establecié que PUES 2 COUMriLo = consis en una ci siderando que,la actora y cl demandado vivieron juntos en una casa : habitacién como si fueran marido y mujer y en tal condicién se presentaron, montowm y ante terceras personas, dhe. considerarse-que-exi clones graves. Avuds do lO précisasy concordantes con mérito suficiente paraacreditar que durante eso U-ntnded 4 ud ds aii a-vivid-cn-concubil i lemandado y qt durante esta convivencia concibieron al hijo para el cual_se reclaim Hee unuimdd wen alininiae. Porconsiguienne-coniprapadosen la especie doles losreulsitos Jno jaual < fag qNeseftaterctN’ 3° de figo Civi 5 eslimar estabiecida~ uo door Lipa, op [Sgalimente la filiacin ilegitima det alimentario respecto del demandadoy. om oP for ende. su dorecho a impetcar alimentos. Fsfa sentencia de la Corie de cords aduuunbn- Apelaciones de Concepcién hace una interpretacién cabal de la causal de oh | nvestigaci6n dela patemnidad ilegtti efiere el precepto sefalado, Or0y Mebywo interpretande-con-gran-precisién el aleance dea frase “vivir en concubinato Heweprregey Moro” tecag dur You bo un (wou uo» Wrewolacouo deludie, «devi puri 219 (1) C. Concepeién, 31 de agosto de 1962, R.t. 60, sec. la pag. 125). muyiowe 0 wu uy eae en asain bau 02 Vi4o 2 youusud umn _ Si se compara Jas causales de investigacién de Ia filiacién natural, no parece conforme a la equidad establecer que en el caso de concubinalo notorio, cn cl que existe o ha cxistido una vida en comén, una apariencia de matrimonio, los hijos habidos de esa unin, tengan una calidad jurfdica tal, que solamente los habilite para scr titulares del dorecho de alimentos. Cualquiera reforma que incida en 1a materia, sca en relaci6n a la filiacién, sea cn materia de uniones conyugales de hecho deberfa mejorar Ja condicién jurfdica de dichos nifios. MAR 1 Cy 1000S wartinic Galetovic RITULO 220

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