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Contenido

1. PROCESOS ADAPTATIVOS A NIVEL DEL SISTEMA MUSCULAR 2


1.1 BASES MOLECULARES DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR 2
1.2 MECÁNICA DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR 8
1.3 ADAPTACIONES METABÓLICAS ENERGÉTICAS PARA EL TRABAJO MUSCULAR Y EL
RENDIMIENTO 9
1.4 INTENSIDADES Y CARGAS DE TRABAJO. 10
1.5 MANIFESTACIONES DE LA FUERZA. 12
1.6 RESPUESTAS ADAPTATIVAS Y RENDIMIENTO 13
2. ENTRENAMIENTO Y RESPUESTA NEUROENDOCRINA 14
2.1 RESPUESTA ADAPTATIVA Y FUNCIÓN DE LAS HORMONAS DE CONTROL DEL METABOLISMO
ENERGÉTICO. 14
2.2 HORMONAS ANABÓLICAS 17
3. BIBLIOGRAFÍA 20

ADAPTACIÓN CARDIO-RESPIRATORIA Y RENDIMIENTO FÍSICO ................................................... 18


FACTORES DETERMINANTES DE LA POTENCIA AERÓBICA ............................................................... 18 4.2
RESPUESTA ADAPTATIVA DEL SISTEMA CARDIO-RESPIRATORIO ..................................................... 20
ADAPTACIONES METABÓLICAS Y RENDIMIENTO AERÓBICO ....................................................... 22
RESPUESTA ADAPTATIVA Y FUNCIÓN DE LAS HORMONAS DE CONTROL DEL METABOLISMO
ENERGÉTICO. ................................................................................................................................................ 22 5.2
METABOLISMO OXIDATIVO Y ENTRENAMIENTO AERÓBICO ........................................................... 23 5.3
MEJORA DE LA RESISTENCIA ............................................................................................................ 24 5.4
EVALUACIÓN DE LA RESISTENCIA .................................................................................................... 25
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................. 27

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UNIDAD 1

1. PROCESOS ADAPTATIVOS A NIVEL DEL


SISTEMA MUSCULAR

1.1 BASES MOLECULARES DE LA CONTRACCIÓN


MUSCULAR
Recordemos que la estructura de las fibras musculares son proteicas, las
llamadas proteínas contráctiles actina-miosina las cuales se complementan con
las proteínas reguladoras troponina y tropomiosina, junto a estas se encuentran
una mayor cantidad de proteínas que forman es citoesqueleto. La cantidad de
dichas proteínas dependen fundamentalmente de la constante destrucción y
construcción normal del funcionamiento orgánico, lo que es denominado
catabolismo y anabolismo. Este proceso de recuperación basado en la
restructuración se logra gracias a la síntesis proteica, la cual se acentúa durante
la práctica de ejercicio, debido a un mayor estímulo para que esta síntesis de
proteínas aumente y fortalezca a cada una de las fibras musculares sometidas a
un trabajo exigente que supera sus condiciones de estabilidad de reposo. Estos
procesos están sujetos en cierta medida a la tensión generada por las fibras
musculares, por lo cual la intensidad del trabajo muscular incide sobre el número
de microfracturas que se producen en la fibra muscular y el consiguiente
fortalecimiento producido por la síntesis proteica en el periodo de descanso.

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Si revisamos la mecánica de la contracción muscular, se puede destacar que
la intensidad del estímulo provocado por la carga de trabajo define el grado
de acortamiento de las fibras musculares, las cuales pueden responder con un
interdigitación de cada uno de los sarcómeros que produzca una tensión de
mayor riesgo de rompimiento de estas moléculas o estructuras proteicas que
forman la fibra muscular, en el caso de los deportistas esto ocurre con alta
frecuencia dentro de sus entrenamientos. Esto fundamenta la relación que se
hace entre la intensidad del trabajo y el tiempo de recuperación que se
programa entre sesiones de entrenamientos de alta carga.

Las diferencias en el grado de acortamiento según número de


estímulos por unidad de tiempo, esto depende de la información que emita el
sistema nervioso desde la corteza motora del cerebro. Finalmente el grado de
tensión generado por un músculo dependerá del número de fibras musculares
que se encuentren en contracción en forma simultánea, el grado de
acortamiento de cada una de estas fibras y la capacidad para generar tensión
que tiene cada una de las fibras. La capacidad para generar tensión de cada
una de las fibras musculares depende principalmente del tipo de fibra al cual
pertenezca, existen fibras clasificadas como rápidas las cuales presentan
características estructurales que favorecen la tensión que esta genera, las
diferencias no radican en los componentes que presentan si no en el desarrollo
de estos componentes las cuales tienen un grado de correlación con el
diámetro transversal de la fibra producido por la hipertrofia de esta fibra, este

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tipo de fibra “rápida” también presenta un mayor desarrollo de su vía
anaeróbica, favoreciendo la entrega de ATP por unidad de tiempo. Por otra
parte las fibras lentas generan menor tensión, sin embargo son más resistentes
a la fatiga y usan como vía esencial la vía oxidativa.

El
El origen de las diferencias entre tipos de fibras
rápidas.
Intermedias y lentas es su inervación, pues la
motoneurona que inerva a las fibras
musculares son la que determinan la
exigencia metabólica que esta tendrá, esto
está determinado desde la etapa de
gestación. Diferencia funcional entre fibras
rápidas, intermedias y lentas. La organización
de lo anteriormente descrito se obtiene a través de la constitución de las
unidades motoras, estas están formadas por una motoneurona las que
inervan a un número determinado de fibras musculares, las que presentarán
iguales características y clasificación. El tamaño de unidades motoras
depende del número de fibras musculares que sean inervadas por una misma
motoneurona, estas pueden formar grandes grupos de más de 1000 fibras o
pequeños grupos como de 3 a 10 fibras por motoneurona, estas últimas
determinarán movimientos de alta precisión y las grandes se ubicarán en
zonas y músculos que generan mayor tensión, como grandes músculos de la
piernas.

La síntesis proteica es un factor de gran importancia en el desarrollo


muscular, para que un músculo se desarrolle requiere de tres componentes
fundamentales , los aminoácidos que formarán las estructuras proteicas, las
hormonas anabólicas que permitirán la síntesis proteica y el estímulo que induce
a la contracción muscular. Si no existe estímulo que provoque la necesidad de
un aumento de la masa muscular, pueden estar en abundancia los
aminoácidos y pueden existir suficientes hormonas anabólicas, sin obtener un
aumento de la masa muscular como tampoco desarrollo de la fuerza. La clave
en la adaptación de un músculo al esfuerzo depende básicamente de su
desarrollo estructural, en la lógica podríamos decir que existe una correlación
entre el diámetro del músculo y la tensión que este genere. Sin embargo,
aunque existe una alta correlación entre las variables señaladas, interfieren
otras variables que también resultan importantes.

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A lo largo de la vida la síntesis
proteica se va adaptando al proceso o
la etapa de desarrollo en que se
encuentra el individuo, en los
niños la síntesis proteica es muy
acelerada, pues está creciendo y
desarrollando cada uno de sus
órganos, la hormona que aumentan la
síntesis proteica en los niños hasta la
pubertad es la hormona del
crecimiento, esta promueve principalmente el crecimiento longitudinal,
conservando la proporción con el desarrollo transversal del músculo
esquelético. Si analizamos que ocurre con el desarrollo de los músculos
esqueléticos en las etapas prepuberales, estos no aumentan el diámetro en
forma significativa ante estímulos provocados por ejercicios de fuerza, cuando
los niños son muy activos e incluyen mayor componentes de fuerza en sus
actividades cotidianas o deportivas, efectivamente aumentan la fuerza , pero
no se debe principalmente a la hipertrofia que dé cuenta de un proceso
excesivo de síntesis de proteínas que forman la fibra muscular, sin embargo
mejoran la tensión provocada por el músculo entrenado, debido a un
mejoramiento del sistema neuromuscular.

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En la pubertad se inicia un
aumento importante del los
componentes proteicos de la fibras
musculares, dando origen a una
franca hipertrofia muscular, esto
contribuye a el mayor desarrollo de las
fibras de contracción rápida, aumento
de sarcómeros en serie y en paralelo y
como consecuencia mayor volumen
transversal de los músculos. El
entrenamiento de fuerza a esta edad
produce modificaciones importantes
en el desarrollo de la fuerza en sus
diferentes manifestaciones
dependiendo del tipo de entrenamiento que se aplique. El entrenamiento a
edades puberales tempranas define el desarrollo muscular, cumpliendo con el
desarrollo y la madurez que se requiere para cada una de las etapas de
desarrollo.

Existen deportes que exigen el desarrollo muscular en mayor medida,


dando énfasis en manifestaciones de la fuerza que quizá son poco estimuladas
en otros tipos de deportes y sobre todo en la vida cotidiana de sujetos no
deportistas, la fuerza máxima es un ejemplo de lo antes expuesto, su desarrollo
es absolutamente dependiente del trabajo físico que realice el deportista.

Las modificaciones a nivel molecular en las diferentes manifestaciones


de la fuerza, no radica más que en el desarrollo de cada uno de los
componentes de la fibra muscular dependiente de las exigencias que este
tenga. Existe también un alto riesgo de no lograr una respuesta adaptativa
óptima al estímulo aplicado cuando la carga supera dicha capacidad de
adaptación, por esta razón la evaluación previa nos da el conocimiento sobre
la capacidad o la resistencia a la carga que tiene cada sujeto. La segunda
alternativa para conocer la capacidad de adaptación al esfuerzo aplicado es
el rendimiento, si este disminuye es muy posible que un menor número de fibras
musculares estén respondiendo al estímulo, por microfracturas sufridas por
algunos componentes proteicos de las fibras muscularse.

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Se observa que tanto en hombres como en mujeres, la fuerza de
prensión de la mano comienza a disminuir lentamente entre los 30 y los 50 años
de edad, y mucho más rápidamente a partir de esa edad, esta fuerza prensil
es representativa de la respuesta neuromuscular que presenta el sujeto. La
disminución media suele ser de un 5% a un 10% entre los 20 años y los 50 años
de edad. Los valores medios de fuerza muscular de las mujeres suelen ser un
20% a un 40% inferiores a los de los hombres. La pérdida de fuerza con la edad
suele ser más pronunciada en algunos grupos de músculos, como los músculos
del cuello, el cuádriceps, los glúteos y los abdominales.

Evolución de los valores


medios de fuerza de presión
de la mano, desde la infancia
hasta la vejez, en hombres
(curva de arriba) y en mujeres
desentarios.
(Fuente: Israel, 1992).

La modificación del diámetro


transversal del músculo, como la
disminución de los valores de fuerza
muscular que se observa con la edad se
debe a que disminuye la masa muscular
y el tamaño de las fibras musculares y a
que disminuye la velocidad de
propagación de la señal que transmiten
los nervios motores a los músculos para
que se contraigan y produzcan tensión.

Algunos deportes requieren del aumento de la fuerza desde sus


inicios, lo cual debe ser reflexionado por entrenadores y padres. El desarrollo
precoz de la fuerza sólo se puede obtener con entrenamiento
sistemático, con muchas repeticiones, con cargas que en muchas ocasiones
superar el desarrollo natural del sujeto. No debemos olvidar la bioética,
es decir el respeto por las respuestas biológicas que protegen el crecimiento y
desarrollo normal del cuerpo humano, que se fundamenta en el grado de
madurez que presenta el sujeto.

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1.2 MECÁNICA DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR

El trabajo muscular está representado por diferentes tipos de tensión, como


lo es la tensión o contracción isométrica, contracción isotónica que se
diferencia por que en la primera hay tensión, sin embargo no se acercan los
puntos de inserción del músculo y la segunda provoca acercamiento de los
puntos de inserción por lo que el músculo se acorta. Las diferencias funcionales
radican en el grado de tensión que se genera, por lo cuál el desarrollo del
músculo es diferente cuando realiza un tipo de contracción u otra. Por otra
parte es importante analizar las diferencias entre las contracciones
concéntricas y contracción de tipo excéntricas, las concéntricas en su proceso,
generan menor tensión que las contracciones excéntricas. Lo anteriormente
señalado entrega las ideas básicas para desarrollar un criterio respecto al tipo
de trabajo que resulta de mayor exigencia y riesgo para el sujeto que lo
practica y de igual forma clasificar el tipo de trabajo que exige y obtiene mayor
desarrollo o hipertrofia en el músculo, y como consecuencia mayor desarrollo
de la fuerza.

Los efectos adaptativos que se obtienen ante diferentes tipos de tensión


determinan la ganancia de fuerza que obtendrá en sus diferentes
manifestaciones, como lo es la fuerza en resistencia, fuerza máxima, fuerza en
velocidad, potencia, etc.

El trabajo muscular no sólo depende de la carga o peso que tenga que


desplazar, sino también de las posiciones en que se encuentren los segmentos
y en la velocidad con que se haga el movimiento, por lo que veremos que los
vectores de fuerza no siempre caerán en el mismo punto del músculo, como
tampoco se encontrará este vector de fuerza el mismo tiempo en cada punto
del músculo, lo cual también señala que el desarrollo y la respuesta adaptativa
del músculo también dependerá de los factores recién señalados. Por otra
parte también la carga determina la velocidad de contracción, por lo que se
considerará dentro de los factores que inciden el la respuesta del sistema
neuromuscular.

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1.3 ADAPTACIONES METABÓLICAS ENERGÉTICAS PARA
EL TRABAJO MUSCULAR Y EL RENDIMIENTO

La vía de los fosfágenos es una vía


de aporte rápido de energía para la
contracción muscular, está cobra
gran importancia cuando la
intensidad del ejercicio es alta y el
requerimiento de ATP es a alta
velocidad. La limitación que tiene
esta vía es que el sustrato
energético la PC es escaso. Lo que
determina que cuando este se
acaba las fibras musculares que
están haciendo uso de este sistema energético debe adaptarse a una nueva
fuente de aporte, ya que esta se agotó. Los trabajo que usan de esta vía de los
fosfágenos son de alta intensidad y de corta duración, con el levantamiento
de pesas por sobre el 80% del máximo, o en una carrera de 100 m. a máxima
velocidad, o en un salto a máxima potencia.

La vía glicolítica es una vía de rápido aporte energético, sin embargo su


velocidad de aporte es menor que el de la vía de los fosfágenos, el sustrato
energético que se usa para esta vía es más abundante, sin embargo su vía
metabólica tiene más procesos que la vía de los fosfágenos, razón por la cuál
tardará más en entregar los ATP para la utilización en el trabajo muscular, como
consecuencia el número de contracciones por unidad de tiempo será menor
y la intensidad del trabajo también.

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La vía aeróbica una vía lenta que depende de sustratos que no se
encuentran el interior de la célula muscular, estos sustratos provienen de la
degradación de las grasas y del aporte de oxígenos de se hace por vía
sanguínea. A su vez la vía aeróbica tiene muchos procesos, la síntesis de ATP,
dependen de varias
enzimas, lo que dará
como resultado una
baja producción de
ATP por unidad de
tiempo. Sin embargo
esta vía puede
aumentar su
velocidad de
producción por
unidad de tiempo, si
se desarrolla la
mitocondria que
es el organelo del interior de la célula muscular que puede adaptarse a
las exigencias, aumentando de tamaño, aumentando sus
repliegues y aumentando sus enzimas.

1.4 INTENSIDADES Y CARGAS DE TRABAJO.

Las intensidades como antes se señaló están determinadas por el número de


fibras musculares involucradas en el trabajo y el número de contracciones que
tengas estas por unidad de tiempo, al mismo tiempo para que esto ocurra el
aporte energético debe hacerse a alta velocidad y para esto es la vía de los
fosfágenos quién hará el aporte como fuente principal. Lo recientemente
explicado es similar en los procesos para los diferentes sujetos según su especie,
sin embargo no todos los seres humanos obtendremos el mismo rendimiento
desde nuestras vías y fuentes energéticas y es así como encontraremos que los
sujetos más entrenados obtienen mejorar más sus vías metabólicas y almacenar
mayor cantidad de sustrato energético, por lo que junto a un mayor desarrollo
de su masa muscular logran incrementar la fuerza.

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La fuerza a carga máxima o la máxima potencia requiere de la
obtención máxima de energía por unidad de tiempo. El propósito es obtener la
máxima energía vía ATP por unidad de tiempo. La velocidad de obtención de
la energía está definida por el sistema que aporte el ATP. El entrenamiento
sistemático de alta exigencia mejora o la capacidad máxima de atención
energética en el tiempo requerido. Para no depender del aporte de la vía
anaeróbica, es necesario que la energía se obtenga vía fosfágeno y no por la
glucólisis anaeróbica que significaría la producción de ácido láctico. Otro
factor importante en el desarrollo de la vía anaeróbica es la máxima
recuperación, a edades tempranas y en proceso formativo debemos
considerar que está en progreso la técnica encuentra la capacidad de
mantenimiento de la técnica, lo que logrará a su vez mejorar la eficiencia
mecánica y aprovechar la mejora del sistema energético. Es fundamental
variar y trabajar en distintas distancias y velocidades, a edades precoces es
imprescindible usar la máxima variedad en las cargas que estimulen la vía de
los fosfágenos.

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1.5 MANIFESTACIONES DE LA FUERZA.

Se denomina fuerza máxima, la capacidad límite de generar fuerza de un


modo voluntario y depende del diámetro de sección transversal, el número de
miofibrillas de actina y miosina en el interior de las fibras musculares y de la
Eficiencia Neuromuscular. Se puede distinguir entre fuerza absoluta o relativa.
La fuerza en velocidad, puede ser definida genéricamente como la
capacidad del sistema neuromuscular de vencer una resistencia a la mayor
velocidad posible. Dentro de esta manifestación encontramos dos
manifestaciones configuradas por el tercer principio de la Biomecánica
(Hochmutch). La fuerza explosiva se explica con la curva fuerza-tiempo (se
necesita un tiempo óptimo para alcanzar la máxima fuerza, así como una
carga intermedia-alta), en esta manifestación tiene mayor relevancia el tiempo
de aplicación de la fuerza tal y como muestra la primera parte del tercer
principio de la Biomecánica. Fuerza rápida, se manifiesta con una gran
velocidad inicial y de trabajo, y se demuestra con la curva fuerza-velocidad (a
velocidad 0, la fuerza es igual a la máxima y viceversa, por lo que a cargas
intermedias se producen la velocidades más altas). Tiene su base en la segunda
parte del tercer principio de la Biomecánica. La fuerza resistencia, es definida
como la capacidad de mantener una manifestación de la fuerza durante un
tiempo determinado. Depende de adaptaciones musculares y del
metabolismo energético, así como de la capacidad del sistema neuromuscular
de resistir la fatiga nerviosa.

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1.6 RESPUESTAS ADAPTATIVAS Y RENDIMIENTO

Se entiende por respuesta adaptativa el conjunto de modificaciones


estructurales, bioquímicas, fisiológicas y metabólicas que permiten mejorar el
rendimiento, estas modificaciones dependen fundamentalmente del estímulo
aplicado y de la capacidad de responder a este por el órgano o sistema que
este en función. Un buen ejemplo es la hipertrofia, donde el número de
microfracturas en las fibras musculares requieren el fortalecimiento de las
estructuras, lo cual se logra a través de las síntesis proteicas. No hay que olvidar
que para que ocurra esto el organismo debe tener un estado fisiológico que se
lo permita y un aporte nutricional proporcional a los requerimientos.
Muchos son los procesos adaptativos que sufre el organismo para lograr
superar las exigencias de las altas cargas de trabajo, al iniciar un esfuerzo la
adrenalina aumenta produciendo varias modificaciones orgánicas que
optimizarán el rendimiento, el hígado aumenta la degradación de glicógeno
para incrementar la glucosa plasmática, se estimula la degradación de las
grasas para que estas sean utilizadas como fuente energética. Aumenta la
irrigación a los músculos esqueléticos, reduciendo porcentualmente el flujo
sanguíneo a las vísceras de manera de favorecer la entrega de oxígeno a los
músculos que participar en el trabajo físico.

El aumento de
actividad muscular
incrementa en forma
proporcional la producción
de calor, lo cual debe ser
disipado a través de los
sistema de termorregulación
del organismo, el aumento
metabólico del organismo
puede aumentar 20 veces, lo
cual aumenta también 20
veces la producción de calor,
por lo que la disipación de
calor debe hacerse en forma proporcionar a esta cifra. La pérdida de agua a
través del sudor es un proceso adaptativo de inmensa relevancia, ya que
gracias a esta respuesta se puede mantener la temperatura corporal dentro de
valores tolerables por el organismo.

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2. ENTRENAMIENTO Y RESPUESTA
NEUROENDOCRINA

2.1 RESPUESTA ADAPTATIVA Y FUNCIÓN DE LAS


HORMONAS DE CONTROL DEL METABOLISMO
ENERGÉTICO.
Se entiende por sistema neuroendocrino las interacciones entre el sistema
nervioso y el sistema endocrino, se refiere a ciertas células que envían hormonas
a la sangre en respuesta a la estimulación del sistema nervioso. Un modelo de
sistema neuroendocrino es el que presenta el sistema nervioso simpático, donde
las células pertenecientes a las médulas de las glándulas suprarrenales son
estimuladas directamente por neuronas del sistema nervioso simpático
secretando la adrenalina, hormona fundamental para diversas funciones que se
activarán en condiciones de ejercicio.

La adrenalina es una de las hormonas trabajan para asegurar la


disponibilidad de glucosa y ácidos grasos libres para el metabolismo energético
muscular. El metabolismo de los hidratos de carbono y de las grasas es
responsable del mantenimiento de los niveles de ATP muscular durante la
realización de ejercicios prolongados.

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La adrenalina posee algunas
acciones metabólicas
muy importantes que
tienen como
consecuencia el aumento de
la glucemia, ácidos grasos
libres y del metabolismo
basal. La adrenalina además
de incidir en el
metabolismo de
los hidratos de carbono y
las grasas aumenta la fuerza
contráctil del miocardio (acción inotrópica positiva) y aumenta la
frecuencia en que se contrae el miocardio
(acción cronotrópica positiva), en consecuencia hay un aumento de trabajo
cardíaco, habiendo una mayor demanda de oxígeno por el miocardio para
poder contraerse. Por lo que indirectamente se incrementa el flujo sanguíneo
hacia el corazón, llevando consigo un mayor aporte de oxígeno. También la
adrenalina produce dilatación de las pupilas (midriasis) y disminución de la
presión intraocular, lo cual amplia el campo visual y favorece la visión durante
el ejercicio.

La adrenalina tiene poderosos efectos sobre el Aparato Respiratorio,


relaja el músculo liso bronquial (efecto broncodilatador), disminuyendo
también las secreciones bronquiales (efecto a-adrenérgico) este es un efecto
que favorece el aumento de volumen de aire ventilado en condiciones de
ejercicio.

En condiciones de cargas de trabajo excesiva se produce una situación de


estrés, lo que provocará una acción combinada de las hormonas cortisol y
adrenalina y el sistema nervioso autónomo (sistema simpático-adrenal) permite
una serie de actividades vegetativas involucrando a varios aparatos
(cardiovascular, digestivo, respiratorio, muscular, etc. y la activación de
diversas vías metabólicas (de los hidratos de carbono y lípidos
fundamentalmente) para proveer las demandas inmediatas de energía
requeridas ante el estímulo agresor o de estrés. Otra hormona que favorece el
aumento de glucosa en sangre en condiciones de ejercicio es el glucagón, en
el ejercicio prolongado esta hormona puede aumentar de 4 a 5 veces en
sangre. La acción del glucagón induce la degradación de glucógeno
hepático, aumentando así la disponibilidad de glucosa en el plasma en caso
de que está disminuya bajo valores normales.

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Debemos recordar que el ejercicio físico favorece la entrada de glucosa a la
célula muscular sin que la insulina aumente, sin duda que esta respuesta
beneficia el sistema de aporte energético al músculo esquelético, sin embargo

esto implica que la glucosa plasmática se reducirá en la sangre, lo cual expone


una disminución de aporte de glucosa al sistema nervioso, esta respuesta se ve
compensada por el sistema nervioso simpático que estimula la degradación de
glicógeno hepático que proveerá al sistema nervioso de energía.

Es el sistema neuro- endocrino el que prepara al organismo para iniciar


el esfuerzo físico, para aportar la energía necesaria, para mantener la
homeostasis, para aumentar el flujo sanguíneo y redistribuir a favor de una
mayor irrigación muscular, así lograr mayor aporte de oxígeno como también
una mayor remoción de ácido láctico desde los músculos que han utilizado el
metabolismo anaeróbico láctico.

Los procesos adaptativos al ejercicio físico y sobrecarga se van


incrementando a medida que el ser humano se va desarrollando y madurando
sus sistemas, los niños en proceso de formación deportiva, no están preparados
para tolerar altas cargas, uno de los procesos más importantes es la regulación
de temperatura, agua y electrolitos. En los niños las pérdidas de agua son de
alto riesgo, razón por la cual estos deben estar siempre bien hidratados.

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2.2 HORMONAS ANABÓLICAS

Las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), la hormona del


crecimiento, el
cortisol y el glucagón facilitan la producción y la salida de glucosa a sangre, sin
embargo sólo las catecolaminas y el glucagón permiten la utilización de la
glucosa como sustrato energético, en el músculo esquelético.

Un
sujeto entrenado
aumenta su capacidad gluconeogénica hepática (remueve más
rápidamente el ácido láctico), también intra ejercicio, transforma más
rápidamente lactato en pirúvico nuevamente (remoción del lactato intra
ejercicio); y también es capaz de soportar mayor concentración de lactato
antes de interrumpir la actividad.

La testosterona es una hormona anabólica proteica por naturaleza, esta


puede aumentar sus niveles con el estímulo del entrenamiento de sobrecarga,
que afecte grandes grupos musculares, de gran intensidad y velocidad.

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El cortisol, sin embargo, aumenta con el entrenamiento de la resistencia,
con el stress de la vida cotidiana, etc. Por lo que su nivel puede ser mayor por
la tarde, aunque por su ritmo circadiano sería mayor a la madrugada, si
estuviéramos en reposo. Y si bien aumenta la disponibilidad de glucosa en
sangre; lo hace también a costa de la gluconeogénesis, (proveniente de
aminoácidos), por lo que es indudablemente catabólica proteica. Por esta
razón no conviene entrenar la fuerza explosiva luego de un trabajo de
resistencia, debido a que el nivel de cortisol plasmático es mayor.

La hormona estimulante de la tiroides también ayuda en el proceso de


recuperación, pero sus niveles son mayores por la noche durante el reposo
nocturno. Entonces, llegamos a la conclusión que es tan importante la
alimentación y el descanso.

Las hormonas catabólicas, degradan proteínas de la célula muscular


(como el cortisol y la progesterona), también son importantes en el proceso de
modulación que sucede al terminar el ejercicio, al cual el organismo responde
adaptativamente fortaleciendo el músculo en una etapa anabólica.

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El entrenamiento de intensidad con una breve duración y periodos de
descanso entre cada repetición requieren del aumento de
ciertas hormonas anabólicas como la testosterona para provocar un
cambio significativo en el aumento de la masa muscular, lo cual contribuye en
forma importante en el desarrollo de la fuerza. Se sabe que las hormonas
anabólicas cumplen un papel vital en la reparación y síntesis de tejidos, en este
caso el tejido muscular, depende de la magnitud con la que se estimule la
mayor o menor hipertrofia muscular que se conseguirá.

El entrenamiento intenso es efectivo sólo si el organismo cuenta con un nivel


aceptable de testosterona que permita la síntesis proteica que permita el
aumento de masa muscular. Estas condiciones se presentan después de la
pubertad, existen indicadores de madurez puberal que permitirán evaluar la
condición fisiológica del deportista.

Existe un riesgo en aumentar la carga


bruscamente cuando el
deportista se encuentra en
periodo puberal, ya que no todos sus
órganos y sistemas han alcanzado la
madurez que le permite la capacidad
adaptativa al la carga que se le está
aplicando. El entrenamiento excesivo
puede amenazar el sistema
osteoarticular que no se encuentra
preparado, por esta razón se debe
hacer énfasis en adquirir previamente
una perfecta técnica de
ejecución y sobrecargas
adecuadas a las posibilidades, sumado
a un importante trabajo para
desarrollar la musculatura de sostén.

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3. BIBLIOGRAFÍA

CHICHARRO, J.L. y FERNANDEZ, A. Fisiología del Ejercicio. Panamericana,


Madrid.
GONZALEZ-GALLEGO, J. Fisiología de la actividad física y el deporte.
Interamericana, Madrid.
MCARDLE, W.D.; KATCH F.I. y KATCH V.L. Fisiología del ejercicio. Alianza
Editorial, Madrid.
WILMORE J.H. y COSTILL D.L. Fisiología del deporte y del ejercicio físico. Ed.
Paidotribo. BARBANY, J.R. Fundamentos de Fisiología del ejercicio y del
entrenamiento. Barcanova, Barcelona.
LÓPEZ CHICHARRO.J. y LEGIDO ARCE J.C Umbral anaerobio. Ed.
Interamericana McGraw-Hill.
SHEPHARD RJ. y ASTRAND PO. La resistencia en el Deporte. Ed.Paidotribo

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