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7 - FOTOGRAFÍA Y VÍDEO

7.1 SESIÓN PREBODA


Realizar una sesión fotográfica preboda es habitual entre un gran número de parejas, ya
que es un recuerdo muy bonito. En este sentido, el Wedding Planner es de mucha ayuda. Para
comenzar, seguramente conozca a muchos fotógrafos y la criba para contratar a uno se agilice.

Si el fotógrafo consigue un resultado que agrade a la pareja, se le podrá contratar también


para el día de la boda. Esto hará que los cónyuges ya tengan algo de confianza con él y les
cueste menos sentirse cómodos con la cámara.

El organizador de bodas dará referencias sobre aquellos profesionales a los que conoce. En
caso de decantarse por alguien de quien no se tenga conocimiento, es recomendable pedir una
muestra de su trabajo o book (Guiu, 2005).

Hay que fijarse en aspectos como la nitidez de las fotografías, la calidad del color, el contraste,
la naturalidad, la armonía del encuadre, la originalidad, la presentación del álbum, etc. En
definitiva, en su forma de retratar la realidad (Guiu, 2005).

Para conectar con los novios, el fotógrafo debe conocer cómo son: su historia, su personalidad,
sus gustos y sus aficiones. Esto ayudará a definir el cómo, el cuándo y el dónde del reportaje.

Por ejemplo, tal como explican desde el blog Con velo y a lo loco (2019), si la boda está
inspirada en algún tema o estilo en particular, se puede aprovechar y recrearlo en la sesión
preboda. El lugar, además de bonito, debe tener un significado especial para la pareja.

El Wedding Planner debe ayudar a los cónyuges a elegir el look de esta sesión, ya que suele
generar muchas dudas. A rasgos generales, en los reportajes de ciudad se puede optar por el
tacón, y para el campo será más adecuado un calzado cómodo, unas botas o unas deportivas.

En la playa favorecen los vestidos largos y vaporosos. Para la montaña es mejor un estilo
campestre, unas botas y un vestido, un sombrero, o unos vaqueros.

En cuanto a los tonos, hay que inclinarse por los que realcen los rasgos pero que, a la vez,
complementen el lugar escogido. Hay que evitar los elementos demasiado llamativos, con
logos o con grandes dibujos.

Es mejor optar por prendas más neutras y cómodas, para que la atención no se centre en ellas.
Lo mismo sucede con el peinado y el maquillaje, tampoco deben ser los protagonistas.

Se puede valorar la posibilidad de utilizar las fotografías del reportaje preboda para las
invitaciones o como elemento decorativo de la boda. De ello dependerá la fecha de la sesión.

El mes previo al enlace suele ser una de las etapas más estresantes de la planificación. Hay
que ultimar detalles y los nervios están a flor de piel. Por ello, los profesionales recomiendan
hacer este reportaje con anterioridad. De hecho, es aconsejable que sean ellos quienes fijen la
fecha y la hora, puesto que conocen los mejores momentos de luz.

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7.2 REPORTAJE DEL ENLACE
Las fotografías y el vídeo “son el soporte que permite inmortalizar todo lo que sucede el día
de la boda y, en el futuro, serán la prueba y el testimonio de lo que pasó aquel día y de
cuantos fueron los protagonistas del evento” (Alcázar, 2002).

Tiempo atrás era habitual que las iglesias y los restaurantes obligaran a la pareja a contratar al
fotógrafo con el que mantenían la exclusiva del lugar. Hoy en día pueden recomendarlo,
aunque generalmente no lo imponen.

Al contratar el servicio, hay que establecer los límites: precio, especificaciones del servicio,
número de profesionales que cubrirán la boda y fecha de entrega del material.

Comúnmente, uno acude a casa de la novia y otro a casa del novio, si se desea, o bien uno
mismo cubre los dos espacios en horarios distintos. Para estas fotos es recomendable evitar los
fondos llenos de objetos, son preferibles las paredes limpias y la decoración minimalista.

En casa de los novios hay que hacer fotografías de cada uno de ellos y de los detalles de los
trajes, de los vestidos y de los complementos. También es habitual que posen con sus
familiares más allegados. Otro de los momentos a inmortalizar, en el domicilio de la novia, es
la lectura de los versos y la entrega del ramo por parte del padrino del ramo.

Es conveniente que el fotógrafo visite previamente los espacios en los que se desarrollarán la
ceremonia y el banquete. De este modo, podrá coger ideas para el día del enlace.

Como profesional, siempre intentará ser invisible para no distraer ni a los novios ni a sus
familiares. Durante la ceremonia tomará fotos de la llegada de ambos cónyuges, de los
invitados, del intercambio de anillos, de la firma de los testigos, de los presentes en el altar y
del momento de la salida, principalmente (Alcázar, 2002).

Tampoco puede faltar la tradicional foto de conjunto de los novios con los invitados, que van
desfilando por parejas, familias y grupos de amigos (Guiu, 2005).

Mientras los asistentes se dirigen al banquete, el matrimonio posa para un reportaje en algún
lugar cercano con encanto, del que previamente se habrán fijado los detalles, para lo que será
el grueso del álbum de bodas (Guiu, 2005).

También es habitual hacer algunas fotos con las damas de honor y los best men
. Posteriormente, las instantáneas serán más libres, pero no faltarán las de la llegada de la
pareja a la recepción, las de las mesas, del pastel nupcial, del inicio del baile, etc.

Una de las ideas más divertidas consiste en obtener fotografías desde el punto de vista de los
invitados. Se pueden colocar cámaras desechables de libre uso en las mesas o incluso un
fotomatón, para que quede una copia de esos recuerdos para la posteridad (Tejel y Hernández,
2017).

En los últimos años, los photocalls se han convertido en elementos imprescindibles en las
bodas. Resultan muy divertidos para los asistentes y, además, brindan instantáneas para el
recuerdo. Sin apenas presupuesto se puede hacer un bastidor sobre el que comenzar a decorar
(Tejel y Hernández, 2017).

Para que sea original, hay que disponer de diferentes accesorios y complementos de disfraz

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(gafas, globos, máscaras, bigotes, etc.). Estas instantáneas las puede ir tomando el fotógrafo, o
bien los invitados con las cámaras cedidas o con sus propios teléfonos móviles.

En estos casos, se puede crear un hashtag de la boda para que todas las fotos que cuelguen
los invitados en las redes sociales queden recogidas bajo esa misma etiqueta.

En relación a los vídeos, actualmente son “mucho más frescos, emotivos, sorprendentes, con
unas técnicas narrativas, de producción, grabación y edición muy evolucionados” (Bodas de
cuento, 2013).

Además, “algunas parejas dan incluso más importancia al vídeo que a las fotografías, ya que
este les ofrece la posibilidad de revivir instantes que muchos dicen haber vivido como en una
nube y en los que los nervios y la emoción les impidieron darse cuenta de algunas de las cosas
que pasaban a su alrededor” (Berthelot, 1998).

De igual modo que con la elección del fotógrafo, el responsable del vídeo debe encajar con el
estilo de los contrayentes y tener feeling con ellos, además de ser un auténtico profesional
(Bodas de cuento, 2013).

Después de la boda, la tendencia trash the dress propone hacer otra sesión fotográfica. Como
alternativa al almacenaje de los trajes de los cónyuges, especialmente del vestido de novia, se
realiza un reportaje mucho más atrevido y sin preocupaciones por el estado en el que acabará
la ropa.

En síntesis, la fotografía y el vídeo representan “la intención de tener vivo el momento


disfrutado, captando el estado de ánimo y las emociones, los lugares y las cosas. De ahí su
importancia. [...] Hoy en día no se concibe una boda sin reportaje fotográfico y vídeo digital”
(Blanco, 2010).

Cómo posar en las fotos

Además de estar impecable en cuanto a la indumentaria, hay que tener una buena actitud
para mirar a la cámara, y un gesto y una postura, sobre todo, naturales (Clará, 2014).

Lo mejor es mostrar lo que se siente ese día, pero sin esfuerzos. La postura también es muy
importante, no se debe curvar la espalda ni bajar mucho la barbilla, por ejemplo.
Especialmente, hay que evitar la rigidez (Clará, 2014).

Hay que desechar las fotografías estáticas y frontales, es mejor que sean divertidas,
espontaneas y cercanas.

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RESUMEN
• Respecto al ámbito de la fotografía y del vídeo, puede hacerse un reportaje preboda y otro
del día de la celebración del enlace.

• En la muestra del trabajo del fotógrafo hay que fijarse en: nitidez, calidad del color,
contraste, naturalidad, armonía del encuadre, originalidad, presentación del álbum, etc.

• Para conectar con los novios, el fotógrafo debe conocer cómo son: su historia, su
personalidad, sus gustos y sus aficiones.

• En cuanto al reportaje del enlace, hay que establecer: precio, especificaciones del servicio,
número de profesionales que cubrirán la boda y fecha de entrega del material. Las
instantáneas se toman, principalmente:

◦ en las respectivas viviendas del matrimonio, mientras se preparan para la celebración;


◦ en la ceremonia; ◦ mientras los asistentes se dirigen al banquete, el matrimonio posa
para un reportaje en algún lugar cercano con encanto, fijado previamente; ◦ durante el
banquete se retratan también los momentos más especiales y divertidos.

ESPACIO DIDÁCTICO
Contesta las siguientes preguntas y practica las bases teóricas de este capítulo. No olvides
analizar y responder de acuerdo a lo que entendiste.

1. Antes de contratar al profesional responsable de las fotografías en la boda, se recomienda

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pedir una muestra de su trabajo. Menciona al menos cuatro características de las instantáneas
en las que hay que fijarse.

2. ¿Qué tipo de prendas de vestir son adecuadas para la pareja en la sesión preboda?

3. ¿Cuándo se recomienda hacer la sesión preboda?

4. ¿Cuáles son los aspectos a determinar con el servicio de fotografía y vídeo al contratarlo?

SOLUCIONARIO
1. Antes de contratar al profesional responsable de las fotografías en la boda, se
recomienda pedir una muestra de su trabajo. Menciona al menos cuatro
características de las instantáneas en las que hay que fijarse. Si se ve una muestra del
trabajo del fotógrafo a contratar, hay que fijarse en aspectos como: nitidez, calidad del color,
contraste, naturalidad, armonía del encuadre, originalidad, presentación del álbum, etc. En
definitiva, en su forma de retratar la realidad.

2. ¿Qué tipo de prendas de vestir son adecuadas para la pareja en la sesión


preboda? El Wedding Planner debe ayudar a los cónyuges a elegir el look de esta sesión, ya
que suele generar muchas dudas. A rasgos generales, en los reportajes de ciudad se puede
optar por el tacón, y para el campo será más adecuado un calzado cómodo, unas botas o unas
deportivas. En la playa favorecen los vestidos largos y vaporosos. Para la montaña es mejor un
estilo campestre, unas botas y un vestido, un sombrero, o unos vaqueros. En cuanto a los
tonos, hay que inclinarse por los que realcen los rasgos pero que, a la vez, complementen el
lugar escogido. Hay que evitar los elementos demasiado llamativos, con logos o con grandes
dibujos. Es mejor optar por prendas más neutras y cómodas, para que la atención no se centre
en ellas. Lo mismo sucede con el peinado y el maquillaje, tampoco deben ser los protagonistas.

3. ¿Cuándo se recomienda hacer la sesión preboda? El mes previo al enlace suele ser
una de las etapas más estresantes de la planificación. Hay que ultimar detalles y los nervios
están a flor de piel. Por ello, los profesionales recomiendan hacer este reportaje con
anterioridad. De hecho, es aconsejable que sean ellos quienes fijen la fecha y la hora, puesto
que conocen los mejores momentos de luz.

4. ¿Cuáles son los aspectos a determinar con el servicio de fotografía y vídeo al


contratarlo? Al contratar el servicio hay que establecer los límites: precio, especificaciones
del servicio, número de profesionales que cubrirán la boda y fecha de entrega del material.

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