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Estimado lector(a) les presento con cariño y

esmero como prevenir:

El CONSUMO DE DROGAS EN EL
ADOLESCENTE.

Este pequeño folleto forma parte del Progra-


ma Educativo “Previniendo” que quiere ayudar
a padres de familia y profesores a educar a
los adolescentes de manera correcta.
En primer lugar, presento una pequeña defini-
ción del problema. Luego las causas, las conse-
cuencias y las señales que nos pueden alertar
para hacer frente a la dificultad que presenta
el adolescente.
Doy principal importancia a la prevención. En
primer lugar, desde la familia pues reconozco
que son los principales educadores de sus hi-
jos. En segundo lugar, desde el colegio, como
grandes y principales colaboradores de la fa-
milia.
Es mejor Prevenir que tener que lamentar.
Queremos contribuir a que esto sea verdad.

El autor
La droga es toda sustancia, terapéutica o no,
que introducida en el cuerpo por cualquiera de
los mecanismos clásicos (inhalación, ingestión
endovenosa, etc) es capaz de actuar sobre el
sistema nervioso central del individuo hasta
provocar en él una alteración física o intelec-
tual, la experimentación de nuevas sensaciones
o la modificación de su estado psíquico.

TIPOS DE DROGAS

1. Narcóticos.- Son drogas que producen torpeza,


sueño, euforia y asombro, a la vez alivian el dolor.
Las principales son:

• Opio, heroína, morfina


• Marihuana, hachis
• Sedantes depresivos, píldoras para dormir
• El alcohol
2. Alucinógenos.- Son drogas que producen imá-
genes y sonidos, juntamente con sensaciones fí-
sicas de objetos que no se encuentran presentes
o bien distorsionando a los que realmente están
presentes. Los principales:

• LSD
• Terokal

3. Estimulantes.- Aumentan y alteran el meta-


bolismo del cuerpo, se sienten fuertes y ágiles,
capaces de resistir, sueño, hambre. Después del
consumo sobreviene un agotamiento tanto físico
como mental. Principales:

• Cocaína
• Píldoras vigorizantes
• Anfetaminas
La curiosidad, la búsqueda de nuevas experien-
cias llevan al adolescente al consumo de drogas.

Los malos amigos influyen en el muchacho para que


se inicie en el mundo de las drogas.

Problemas familiares fuertes, las drogas se pre-


sentan como evasión de un hogar que se muestra
como un infierno.

Diversión, la droga está unida a pasarlo bien, en


una fiesta o con un grupo de amigos.

El querer ser aceptados por otros; es fuerte la


presión del grupo y teme ser rechazado, por eso
decido entrar en el mundo del consumo de drogas.

Se quiere expresar independencia de la autoridad


6. familiar y escolar.
Deseo de obtener experiencias placenteras, nue-
7. vas, emocionantes y peligrosas.

8. Deseo exagerado de figuración.

Personalidad mal integrada, desajustes emociona-


9. les, intelectuales y sociales.

La ociosidad que permite mucho tiempo libre que


es mal usado en vicios.

Tendencias antisociales tempranas (agresivi-


dad, pandillaje, delincuencia).

Baja motivación para el rendimiento académi-


co.

Escapar del dolor, la tensión o la frustración.

Descontento de su calidad de vida, ausencia de


proyecto de vida.

Falta de información acerca de los peligros del


uso indebido de drogas.
Pérdida de las auténticas amistades.

Abandono de metas, sueños, proyectos, planes


de crecer como personas.

No intenta resolver constructivamente los


problemas y recurre a más drogas como solu-
ción (dependencia física).
Lleva a la violencia que pueden derivar en
actos delictivos.

Perjudica la relación familiar, los padres su-


fren, los hermanos tienen miedo. Todos se
sienten mal por el pariente es consumidor de
droga.

Deteriora los aspectos: físico, intelectual,


6. emocional y volitivo de la persona

Genera dependencia psíquica emocional e incapaci-


7. ta para la acción.
Produce lesiones en el cerebro, posibles cam-
8. bios genéticos y anomalías en la sexualidad.

Altera funciones psicológicas tales como: las recep-


9. tivas, ideativas, instintivas, volitivas y cognitivas.

Predispone al uso de drogas cada vez más fuertes.

Consecuencias graves:

• Esterilidad
• Adicción
• Dependencia absoluta
• Desnutrición
• Daños al cerebro y otros órganos impor-
tantes
• Drogadicción de las personas
• Sobredosis que pueden llevar a la
muerte
SÍNTOMAS DEL CONSUMO DE DROGAS
EN EL ADOLESCENTE

(¿CÓMO DARSE CUENTA DE QUE SU


HIJO CONSUME?)
Cambio radical de carác-
ter y de humor, se vuelve
1 irascible, violento y casi siem-
pre para “en la luna”

Ojos casi siempre rojos e


inyectados. 2
3 Labios resecos y pálidos.
Rendimiento deficiente en el colegio.
Se da el absentismo escolar.
4
Llega frecuentemente
tarde a la casa y no tiene
5 un motivo razonable. Nos
damos cuenta de que
empieza a mentir.

Inquietud e impaciencia, como 6


si el mundo le quedara chico.

Desperdicio de tabaco de
7 color distinto al normal en
los bolsillos de la ropa.

La memoria se distrae y la 8
tensión se agiganta.

Irresponsabilidad en el
cumplimiento de tareas
9 asignadas.

10
Hay amistades que no quieren
ser presentadas a la familia. 10

Nuevas formas de hablar


11 o vestir no acordes a las
costumbres familiares.

Se empiezan a “perder” las


cosas en la casa. El muchacho
12
empieza a robar.

Mentiras frecuentes sobre el


uso del tiempo libre.

Olor frecuente a tabaco,


alcohol, marihuana.
PARA EL CONSUMO DE DROGAS EN EL
ADOLESCENTE

DESDE LA FAMILIA:

Interés de los padres por las actividades


de los hijos; sobre todo las actividades de
la etapa de adolescencia. Hay que estar
presente en las cosas importantes de
nuestros hijos.

Elaborar juntos padres e hijos las reglas


de la familia, dialogar para que el hogar
tenga unas normas de convivencia que
sean respetadas por todos.

Revalorizar el rol paterno como forma-


dor de los hijos en los valores correctos
de la vida. El padre debe enseñarles
valores a sus hijos, no hay que dejarle
este trabajo a la madre. Se debe evitar
la doble moral que confunde a los hijos y
les da mensajes contradictorios.
La droga generalmente se presenta como
una evasión a una realidad frustrante, los
adolescentes quieren escapar de su
hogar que se presenta como un “infierno”.
Es importante que los padres mantengan
un ambiente familiar sano, agradable,
respetuoso, sin insultos ni rencores. Esto
ayudará mucho al adolescente y le
impedirá “fugarse” en busca de
“realidades más felices.”

Los padres deben conocer el entorno de


sus hijos, sus amigos, su ambiente, sus
gustos, sus lugares de preferencia en los
ratos de ocio, sus enemigos y rivales. No
se trata de conocer, sino de intervenir
cuando el entorno se presenta hostil o
dañino para sus hijos. Muchos problemas
con la droga no se darían si se hubiera, por
ejemplo, cortado con los malos amigos o si
se hubiera puesto actividades positivas en
el tiempo libre.
Organizar el horario de tal manera que
pueda haber momentos para compartir
en la familia; es bueno trabajar, pero es
mucho mejor tener tiempo para dialogar
con los hijos, divertirse juntos, correr
juntos, rezar juntos. Esto hará que el
muchacho se sienta bien en su familia y
no busque cosas nocivas afuera.

Favorecer la práctica del deporte y del


arte en la familia. Estos pueden ser es-
pontáneos u organizados (que aprenda
seriamente algún deporte o arte). El que
el muchacho ocupe el tiempo libre de la
mejor manera lo ayudará a alejarse de la
tentación de las drogas.
Es necesario que los padres comprendan
que son los primeros responsables de la
educación de los hijos por lo tanto deben
tomar la iniciativa de coordinación con el
colegio, donde estudian sus hijos. Esta
coordinación debe ser constante, conti-
nua, amplia y profunda. No se trata solo
de acercarse al colegio para justificar
una tardanza, se trata de una relación
cordial, atenta, permanente, previsora
para el mejor cuidado de los hijos.

Sería bueno que el adolescente tenga


siempre un profesional de la psicología
que lo ayude. Hay que quitar las creencias
de que quien va al psicólogo es porque
está loco. El profesional de la psicología
puede ayudar a descubrir problemas de
conducta que empujan al adolescente al
consumo de drogas, generalmente cuando
consume drogas es la prueba de que hay
algo que no anda bien en la conducta del
adolescente.
La familia debe unirse a otras familias
10 para preservar el barrio. A veces se tiene
una actitud muy tolerante con los que
venden droga en el barrio o alrededores.
Hay que juntarse con los vecinos y
denunciar a la policía, no hay que tener el
miedo; el miedo se convierte después en
lágrimas y arrepentimientos.
DESDE EL COLEGIO:

Favorecer la práctica organizada del


deporte y el arte como remedio eficaz en
contra del consumo de drogas; organizar
campeonatos, olimpiadas, talleres de
tiempo libre, temporadas teatrales, con-
ciertos de música y danza, exposiciones
fotográficas, etc.

Desarrollar talleres de Habilidades So-


ciales que ayuden a los adolescentes a
responder de manera adecuada las
propuestas nocivas de las drogas. Estos
talleres deben ser bien organizados,
incluidos en la currícula, ser evaluados,
perfecciona- dos. Insistir en habilidades
sociales como:

• Aprender a decir NO
• Hacer frente a mensajes contradicto-
rios
• La empatía (para que logren entender
como sufrirían los papás si él consu-
miera droga)
• Resolver conflictos de manera adecua-
da y no buscar falsas salidas
• Pedir ayuda
• Seguir instrucciones
• Convencer a los demás
Charlas educativas (dentro de la currí-
3 cula y fuera de ella) sobre el consumo de
drogas. Insistir en:

• Causas
• Tipos de drogas
• Señales de alerta
• Consecuencias del consumo
• Prevención

Trabajo a nivel de experiencias sobre


el consumo de drogas: mostrar videos
donde se aprecie la destrucción que trae
las drogas; invitar a personas rehabilita-
das para que den su testimonio; invitar a
familias que den su testimonio de sufri-
miento por el consumo de drogas de algu-
nos de sus miembros.
Favorecer e implementar talleres de
autoestima que ayuden al adolescente a
valorarse más y mejor, el sentirse valioso
y al ver a la droga como un enemigo de su
vida y de su crecimiento. Estos talleres
pueden estar dentro de la currícula o
hacerse como talleres de tiempo libre.

Enseñanza teórica – vivencial de los prin-


cipales valores para la convivencia huma-
na.

• Respeto a la vida propia


• Respeto a la vida de los demás
• Tolerancia
• Responsabilidad
• Cuidado de la salud
• Pensar con nuestra propia cabeza
• El valor de la prevención, etc.

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Definir el problema es hacerlo concreto, po-
nerle límite y no perderse en exageraciones.
Las causas nos ayudan a entender los motivos
por los que suceden determinados problemas.
El saber el por qué es un primer paso para
poder corregir las dificultades que presenta
el adolescente.
Las consecuencias, a veces fatales, que puede
tener determinado problemas no invitan a no
quedarnos con los brazos cruzados e interve-
nir de manera rápida y oportuna.
Es cierto que a veces no intervenimos porque
no nos damos cuenta o no sabemos distinguir
los problemas propios de la adolescencia. Las
señales de alarma nos previenen y ayudan a
tomar carta en el asunto.

Somos positivos, creemos que las dificulta-


des que presentan los adolescentes se pueden
prevenir desde la familia, como principal res-
ponsable de la educación y desde la escuela
como colaborador eficaz de la familia.

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