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,..
EN LOS NINOS
CON TEA
Rituales, estereotipias, intereses y retahílas
Estrategias prácticas para el día a día
Equipo DELETREA
María Llorente, Juan Martos, Raquel Ayuda, Sandra Freire,
Ana González e Isabel Gutiérrez
Como no podía ser de otra manera, dedicamos este libro a
Ángel Riviere, del que tanto aprendimos y del que seguimos
aprendiendo. Tus enseñanzas siguen enriqueciéndonos en el
transcurso del tiempo.
Prólogo ........... ..... .......... .. ... .. ......... ........... ......... ... ... ... ...... .. ...... ....... .. . 11
Nota de la ilustradora ...... ..... ........ .... .. ... .. ... .. .... .... .... .... ..... ....... ... ... ..... . 15
Capítulo 1
Entendiendo la inflexibilidad en los niños con TEA ... ..... .. .. ..... ...... ...... ... 17
Introducción ......... ... .... .. ..... .. .. .. ..... .. .... .... .... ... ........ .... .. ... .... 19
¿Cómo se manifiesta la inflexibilidad en los niños con TEA? .. ... 22
¿Se debe intervenir sobre la inflexibilidad? .... ....... ... ..... ....... ... 26
Ventajas y beneficios de la flexibilidad ... ...... .... ............ ..... .. ... 30
Capítulo 2
Aleteos, giros y otros bailes .. .. .... .... ... ... .. ......... ... ....... .. .......... ..... ....... ... 33
Las estereotipias y las autoestimulaciones:
¿qué son y por qué se realizan?... ... .. .. .... .... .. .......... ..... ..... ... .. . 35
Estrategias generales de intervención para abordar
las conductas sensoriomotoras de carácter repetitivo.... .......... 43
Pensando en las causas: estrategias centradas
en la función de las conductas repetitivas.. .... ... .. ... .. ..... .......... 47
Algunas situaciones comunes y preguntas frecuentes ........ ..... 49
7
INFLEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
Capítulo 3
Nada cambia, todo permanece: la insistencia en la invarianza ... ... ......... 55
¿Qué es la insistencia en la invarianza y cómo se manifiesta?... . 57
¿Por qué los niños con TEA necesitan orden
y predictibilidad del entorno?................................ ..... .... ....... 60
Estrategias para abordar la tolerancia a los cambios .... .. .......... 62
Algunas situaciones comunes y preguntas frecuentes ....... ...... 73
Capítulo 4
Cada cosa en su sitio. Los rituales de conducta ...... .. .................... .... .. .... 77
¿Qué son los rituales de conducta y cómo se manifiestan? ....... 79
Algunos rituales frecuentes en los niños con TEA ............ .. ...... 80
Diferencias entre los rituales del TEA
y del Trastorno Obsesivo Compulsivo .......... .. .... ......... ............ 83
Estrategias generales para abordar los rituales de conducta ..... 84
La inflexibilidad en el juego: ideas para la intervención ............ 88
Algunas situaciones comunes y preguntas frecuentes ... .......... 91
Capítulo 5
Retahílas, preguntas repetitivas
y otros usos estereotipados del lenguaje ................................. .. ... ........ 97
¿Cómo se manifiesta la inflexibilidad
en el lenguaje de los niños con TEA? ...................................... 99
Generando bienestar ligado al lenguaje:
pautas generales de prevención de la inflexibilidad..... ..... ..... 104
Pautas para abordar las preguntas
y comentarios de carácter repetitivo ............... .. ......... ..... .... . 106
Estrategias para el manejo de los rituales verbales ................ 108
Abordaje de las emisiones ecolálicas con perfil obsesivo ... .. .. 11 O
Algunas situaciones comunes y preguntas frecuentes ........... 111
8
Í NDICE
Capítulo 6
Diplodocus, velociraptor, branquiosaurio
y demás seres prehistóricos: los intereses restringidos .......... ...... ... ..... 121
¿Qué son los intereses restringidosy cómo se manifiestan? .... 123
Estrategias generales de intervención
para abordar los intereses restringidos .... .. .. ........ ........ .. .... .. . 130
Algunas situaciones comunes y preguntas frecuentes .... .... .. . 136
Capítulo 7
Potenciando el pensamiento flexible y la capacidad creativa ... ...... ..... . 139
Pensamiento flexible: ¿qué es y para qué sirve?.... .. .... .. .. .. ..... 141
El problema del pensamiento inflexible
en los niños con TEA .. .... ...... .. ........ ...... ................... ........ .... 143
Pautas para reforzar el pensamiento flexible .. .. ...... .. ...... .... ... 147
Algunas situaciones comunes y preguntas frecuentes .... .... .. . 154
9
Prólogo
Las primeras definiciones del TEA se remontan a la primera mitad del siglo XX.
Desde entonces, la inflexibilidad y el patrón rígido de conducta han formado
parte de los rasgos nucleares o primarios del trastorno. Inicialmente se hablaba de
"insistencia en la invarianza" o de "necesidad de la perseveración de la mismidad'
para referirse a esa necesidad de entornos en los que nada cambia. A lo largo de
los años se ha profundizado algo más en esta característica nuclear del autismo
y se ha estudiado su correlato a nivel neurobiológico (la implicación de los ló-
bulos frontales). Además, se han ampliado las manifestaciones conductuales que
se incluyen dentro de ese problema de inflexibilidad de las personas con TEA.
Aun así, y aunque parezca que se ha avanzado mucho en este campo, realmente
seguimos bastante "perdidos".
Hoy en día apenas contamos con manuales, guías o programas centrados en ex-
plicar y abordar esta dimensión de los TEA. La inflexibilidad se menciona en to-
dos los documentos que tratan sobre el autismo, pero sin llegar a profundizar en
el tema y sin conseguir aclarar las dudas que muestran muchas familias. Tampoco
disponemos de guías que nos enseñen a interpretar y abordar cada una de las
manifestaciones conductuales que se engloban dentro del término inflexibilidad.
Con este libro pretendemos poner nuestro granito de arena en ese "vacío", res-
ponder a algunas de las preguntas que nos hacen muchas familias y reflexionar
sobre la manera de concebir y abordar ese problema de la escasa flexibilidad en
las personas con TEA.
11
I NFLEXIBILIDAD EN LOS N I ÑO S CON TE A
Hay otro elemento en este libro del que nos sentimos enormemente agradecidos y
orgullosos: las ilustraciones. Los dibujos que acompañan a estas páginas han sido
elaborados por Nora Rosa, una joven con autismo que, desde la primera infancia
ha mostrado un interés muy intenso hacia el dibujo. Ella es el ejemplo perfecto
de cómo un interés absorbente puede terminar en una carrera profesional. Nora
ha escuchado nuestras ideas sobre los dibujos, ha captado a la perfección lo que
queríamos transmitir con cada uno de ellos y ha sabido darles ese "toque" suyo
personal que tanto nos gusta. Sin lugar a duda, su trabajo es un valor añadido a
este libro. Gracias Nora por tu implicación, profesionalidad y talento.
13
Nota de la ilustradora
Recuerdo empezar a interesarme por el dibujo en torno a los 4 años. En esa época
dibujaba muchos animales. Con el paso de los años mi imaginación experimen-
tó un importante crecimiento y comencé a dibujar animale~ antropomórficos y
seres humanos.
Dicen que las personas con autismo tenemos pasiones muy intensas y mi pasión
ha sido desde siempre el dibujo y, desde hace unos años, el diseño gráfico. Mi
entusiasmo por el dibujo me llevó a pintar a Mickey Mouse disfrazado de mos-
quetero en el armario de mi habitación. Eso supuso un enfado de mi madre y un
buen castigo para mí. Ya no hago esas cosas, pero sigo dedicando mi tiempo libre
a dibujar, hacer cómics y crear historias. Desde el año pasado estoy haciendo un
cómic que se llama "Aventuras en el mundo salvaje", que intentaré publicar en
cuando esté terminado.
Cuando dibujo siento una mezcla de relajación y felicidad, por eso aprovecho
cualquier rato libre para dibujar. A veces incluso algún profesor me ha tenido que
recordar que guardase mi cuaderno de dibujo porque había empezado la clase.
Sé que hay personas que quieren eliminar las pasiones de los niños con autismo.
Para mí eso es un gran error. Si a mí me hubiesen prohibido pintar, m e habrían
privado de muchos momentos felices. Soy incapaz de imaginarme mi vida sin
mis dibujos y sin el arte.
Además, toda esta pasión por dibujar está marcándome el camino de mi futura
profesión. Me gustaría ser ilustradora de dibujos animados. Creo que valgo para
ello y sé que cada día estoy más cerca de conseguirlo.
DIJ=
o 11) =
""
~
~ ..
17
Capítulo 1
Entendiendo la inflexibilidad
en los niños con TEA
Introducción
En cada descanso y cada vez que cambia de lado en la cancha, Rafa Nadal bebe
agua y a continuación coloca las botellas perfectamente alineadas y con la etique-
ta al frente.
Estas personas no tienen un trastorno del espectro autista (TEA) y por eso, los
saltos repetidos acompañados de gritos se llaman manifestaciones de júbilo y
alegría, pero no se etiquetan como estereotipias motoras, colocar las botellas de
agua es una estrategia de concentración y no un comportamiento ritualizado y el
rosario es un simple amuleto, nada que ver con una fijación obsesiva o un objeto
de apego anómalo. Qué diferente sería ese panorama si estuviésemos hablando
de personas con TEA. En ese caso, veríamos en codos los ejemplos anteriores
un claro patrón de conducta rígido e inflexible y utilizaríamos términos como
19
INFLEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON T EA
Con mucha probabilidad, no solo cambiarían los términos que usamos para re-
ferirnos a ese tipo de comportamientos, sino que también aparecería algún psi-
cólogo, educador o médico con un programa de intervención dirigido a eliminar
todo ese repertorio conductual anómalo. ¿Cómo expresaríamos la alegría ante
la victoria de España en el mundial si nos prohibiesen saltar y gritar?, ¿cómo
se sentirían muchos deportistas si les obligasen a eliminar esas costumbres que
muestran en cada partido? Nadie exige esos cambios porque entendemos y tole-
ramos esas conductas. No despiertan en nosotros extrañeza porque se dan en un
contexto de significado compartido (la mayoría de las personas saltan de manera
repetitiva para celebrar una victoria y los que inicialmente no lo hacen, se ter-
minan contagiando por el resto). Además, no generan ningún tipo de estigma
social. Son conductas que se comprenden, se comparten y no provocan rechazo.
Nada que ver con lo que les ocurre a las personas con TEA. Para ellos, sus ma-
nifestaciones de inflexibilidad ni se comparten ni se comprenden ni se aceptan.
Aletear las manos, dar vueltas sobre sí mismo, colocar las piezas de un encajable
siguiendo siempre el mismo orden, llevar a todas partes una cuchara de madera,
dibujar una y otra vez números, entusiasmarse describiendo las características de
los trenes de alta velocidad u ordenar los botes de jabón de manera meticulosa
antes de entrar en la ducha son algunas de las conductas que se engloban dentro
del término "patrones restrictivitos y repetitivos de comportamiento, intereses y
actividades". Este término hace referencia a una de las características definitorias
de los TEA: la inflexibilidad mental y comportamental.
En esa categoría tan amplia también se incluyen las respuestas peculiares que
muestran muchas personas con TEA ante determinado tipo de estimulación sen-
sorial. Nos referimos tanto a las manifestaciones de hipersensibilidad sensorial
(por ejemplo, malestar intenso ante determinados sonidos u olores) como a las
respuestas de hiposensibilidad (búsqueda frecuente de sensaciones fuertes rela-
cionadas, por ejemplo, con el tacto o con los olores).
El primer paso para llegar a esa aceptación y tolerancia es ser capaces de compren-
der esas conductas. Y para entender esta característica del TEA necesitamos saber
qué implica ser una persona flexible. ¿Qué es exactamente eso de la flexibilidad?
Una definición que nos gusta mucho por su sencillez y claridad es aquella que
explica la flexibilidad como "la capacidad para cambiar el pensamiento o la ac-
ción de acuerdo con los cambios que se producen en el ambiente". Es decir, ser
flexible implica ser capaz de cambiar, de modificar, de moverse, de no quedarse
"enganchado" a un pensamiento, conducta o plan. Una persona flexible cambia
sus planes en función de las circunstancias, modifica sus decisiones para que se
ajusten mejor a una situación, se mueve de un punto de vista a otro para final-
mente elegir el que más le convence. Frente a eso, una persona inflexible muestra
más dificultad para cambiar, "moverse" y "desengancharse". Se queda engancha-
da a una opinión o punto de vista, le cuesta moverse de un plan a otro, aunque
las circunstancias hayan cambiado, se queda "atascado" en un aspecto concreto
de una situación o muestra dificultad para cambiar la secuencia de pasos con la
que aprendió a realizar una determinada actividad.
Gran parte de la inflexibilidad que muestran las personas con TEA se puede
entender a través de esa idea de no-cambio, de quedarse como "enganchado".
Vamos a ver algunos ejemplos. El niño que reacciona con malestar y llantos cuan-
do sus padres cambian el recorrido que normalmente hacen para ir a la escuela
muestra dificultad para "desengancharse" del recorrido original que siguieron el
primer día de clase. La niña que se enfada cuando le indican que se ha acabado
el tiempo de pintar y que ahora toca ir al rincón de cuentos, con su enfado ma-
nifiesta su dificultad para cambiar su atención de una actividad a otra. El niño
que se niega a ponerse la camiseta amarilla que llevó meses atrás cuando fue al
dentista está mostrando una dificultad para cambiar la asociación que ha hecho
entre esa camiseta y el dolor que sintió en la consulta.
Esa dificultad para cambiar, para "no quedarse atascado o enganchado" a algo
explica, como hemos comentado, parte de la inflexibilidad que muestran las per-
sonas con TEA. Pero no la explica en su totalidad. En el patrón de conductas re-
petitivas y restrictivas que definen al autismo entran en juego otras competencias
como es la capacidad de anticipar y la capacidad de generar ideas nuevas. Aunque
estos conceptos se explicarán a lo largo de los siguientes capítulos, adelantamos
ahora algunas ideas básicas.
21
INFLEXIBILIDAD EN LOS N I ÑOS CON TEA
Inflexibilidad conductual:
Producción
repetitiva de
sonidos y/o
palabras
Repetición d e sonidos
(vocalizaciones, ruidos guturales)
1 o palabras por el placer y
satisfacción que produce
escucharlos.
J
L_ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ~ - - - - - - - - - - -
23
INFLEXIB ILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
Inflexibilidad cognitiva:
1 Tendencia a elaborar
razonamientos, juicios y
t
nsamiento Malestar ante cualquier error, por
1 opiniones excesivamente mínimo que sea (excesivo perfeccio-
cotómico ' polarizadas (las cosas son
nismo).
_____ _______ _
_.
blancas o negras, sin que
existan los grises).
24
ENTENDIENDO LA I N FLEXIBI LIDA D EN _os •, , ~,OS CON TEA
Como vemos, las manifestaciones de inflexibilidad en los niños con TEA son
muy variadas y abarcan un repertorio amplio de conductas. Sabemos, por la
investigación, que estas conductas se mantienen en el tiempo, aunque pueden
variar mucho a medida que pasan los años, cambiando su intensidad, frecuencia
y también su forma. Por ejemplo, nos podemos encontrar niños que durante
los primeros años de vida mostraron estereotipias motoras simples (aleteos y ba-
lanceos), pero a medida que fueron creciendo, sustituyeron esas conductas por
rituales de conducta más elaborados. Los intereses y preocupaciones absorbentes
también pueden ir cambiando en cuanto a su contenido a lo largo de los años.
Los datos son menos claros cuando tratamos de explicar los mecanismos subya-
centes a esas conductas. En la actualidad parecen cobrar fuerza las posiciones que
defienden que los problemas de modulación sensorial explicarían gran parte de la
inflexibilidad conductual (estereotipias motoras, conductas autoestimulatorias,
producción repetitiva de sonidos), mientras que los déficits en funciones ejecu-
tivas (especialmente la alteración en las capacidades de anticipación y de gene-
ración de ideas nuevas) estarían en la base de la inflexibilidad cognitiva. Aunque
estas posiciones parecen ser las dominantes, los datos todavía no son capaces de
explicar, en su conjunto, el patrón de inflexibilidad mental y comportamental
que caracteriza a los TEA.
•
En los últimos años también se ha puesto el foco de atención en el vínculo
que existe entre la ansiedad y la inflexibilidad. La implicación de la ansiedad
en el patrón de conductas e intereses repetitivos de las personas con TEA está
ampliamente aceptada, aunque se barajan varias hipótesis acerca del tipo de
vínculo que existe entre ambos factores. Por una parte, se entiende que las
conductas repetitivas como los aleteos, les ayudan a manejar y reducir los nive-
les de ansiedad. Esa postura es la que defienden mayoritariamente las propias
personas con TEA.
25
INFLEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
Es fácil ver a Dani aleteando sus manos cuando algo le entusiasma o le genera
una gran satisfacción. Cuando aparecen sus personajes favoritos en la televisión
o ve su imagen en alguna revista, lo primero que hace es aletear. Es como si sus
brazos tuviesen un muelle que se estira y encoge con mayor o menor intensidad
en función de su grado de entusiasmo. Le invade la emoción y los brazos salen al
vuelo. Esta escena apenas dura unos segundos y, en cuanto el nivel de entusiasmo
se regula, vuelve a ejercer control sobre su cuerpo y retoma aquello que estuvie-
se haciendo. ¿Debemos cortarle, prohibirle o recriminarle esa manifestación de
alegría?
Cuando Alex vuelve del colegio suele encerrarse en su habitación. Permanece allí
durante diez minutos, tiempo que dedica a pasear de un lado a otro mientras
verbaliza cosas que ha escuchado en clase o fragmentos de diálogos de películas.
Cuando sale, se muestra más relajado y tranquilo. De hecho, él llama a sus paseos
"mi yoga en movimiento" y recurre a ellos siempre que ha tenido un conflicto o
un mal día. Vistos desde fuera, sus paseos pueden resultar "raros", entonces, ¿es
necesario pedirle que deje de hacerlos?
Inés tiene una manía peculiar. Nunca bebe agua mientras come. Una vez que
finaliza la comida, bebe todo lo que necesita. No sabe explicar el origen de esa
conducta, pero tiene muy claro que la sensación de mezclar alimentos con agua
le resulta desagradable. Siendo una manía sin una finalidad ni motivo aparente-
mente claro ¿debemos pedirle que la cambie?
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ENTENDI ENDO LA IN FLEXIBI LIDAD EN LOS NI ÑOS CON TEA
Carlos disfruta colocando sus animales en fila, juego que realiza varias veces al
día entre expresiones de alegría y satisfacción. Una v~ que termina de colocarlos,
mira orgulloso su fila y se tumba para mirar la sombra que los animales proyectan
en el suelo. A continuación, los guarda y sigue con su rutina diaria. Ese juego
es repetitivo y no tiene una funcionalidad evidente, así que, ¿debemos retirarle
los animales cuando comience con el ritual y redirigirle para que haga algo más
"provechoso" con ellos?
Los cuatro ejemplos anteriores tienen varias cosas en común. Aunque codas esas
conductas (los aleteos, los paseos, la insistencia en no beber ¾,O-Ua durante lasco-
midas y la tendencia a alinear animales) pueden resultar extrañas, no interfieren
en las rutinas y dinámicas familiares de sus protagonistas. Tampoco afectan a sus
aprendizajes ni limitan sus oportunidades de interacción social. Son conductas
puntuales, corcas y asociadas a momentos muy específicos. Además, no generan
ningún tipo de malestar o daño a nadie (ni a ellos ni a sus familias) más bien,
codo lo contrario. Los paseos ayudan a Alex a relajarse, no beber agua hace que
Inés disfrute más de su comida, los aleteos ayudan a Dani a expresar su alegría y
Carlos disfruta y se entretiene colocando animales en fila.
Visto de este modo, la respuesta a la pregunta que encabeza este aparcado debería
ser "no". Las manifestaciones de in.flexibilidad que no
interfieren en la calidad de vida de las personas
con TEA ni en la de sus familias, que no generan
estrés o malestar, que no afectan a sus rutinas dia-
rias ni a sus aprendizajes y que no fomentan el
aislamiento social, se deberían respetar y acep-
tar sin tratar de cambiarlas o eliminarlas. Por
ello, si alguien se pregunta si debe intervenir
sobre un determinado comportamiento
in.flexible, debería responder haciéndo-
se primero otra pregunta: ¿ese com-
portamiento afecta a la calidad de
vida y al bienestar emocional de
la persona con TEA o de su fa-
milia? Si la respuesta es "no", esa
misma debe ser su contestación al
primer interrogante.
I N FL EX I BILIDAD EN LO S NI ÑOS CON TEA
Hoy en día contamos con muchos testimonios de personas adultas con TEA que
han expuesto y explicado sus puntos de vista y su forma de ser. Todas ellas rei-
vindican su derecho a mostrarse tal y como son y a expresar su neurodiversidad
sin ser juzgadas ni señaladas por el resto de la sociedad. Rechazan esa concepción
de sus estereotipias, rituales o entusiasmos como algo negativo y piden respeto
para ellas y para su autismo. En relación con las conductas repetitivas (inflexibi-
lidad conductual), cuando se ha preguntado a las personas con TEA las razones
por las que realizan, se han obtenido cuatro tipos de respuestas. Estas personas
reivindican y defienden su derecho a llevar a cabo ese tipo de comportamientos
repetitivos porque estos les ayudan a:
Pero las cosas no siempre son así de sencillas. No existiría ningún debate sobre
la necesidad de abordar y reducir la inflexibilidad que muestran las personas
con TEA si todos los ejemplos fuesen como los que hemos descrito. Muchas
familias perciben la rigidez de sus hijos como un factor sumamente estresante
que condiciona la convivencia familiar. Muchas expresan su preocupación por
el grado en el que las conductas repetitivas, los intereses absorbentes o el re-
chazo a todo lo nuevo afectan no solo al bienestar emocional de sus hijos y al
del resto del núcleo familiar sino también a sus oportunidades de aprendizaje
y éxito social. ¿Realmente la calidad de vida se puede ver tan afectada por ese
problema de falta de flexibilidad? Vamos a analizar este punto a través de nue-
vos ejemplos.
Lucía disfruta dejando caer objetos al suelo para producir unos sonidos que le
apasionan. Prácticamente cada cosa que tiene en su mano termina en el suelo.
En clase está resultando complicado conseguir su participación en situaciones
estructuradas de aprendizaje porque cuando intentan que pinte, Lucía deja caer
los lápices uno detrás de otro. A la hora de hacer encajables, enhebrar bolas en
un cordón o construir una torre con cubos, pasa algo similar. Antes de que pue-
da realizar la actividad, los materiales de trabajo acaban esparcidos por el suelo.
Parece que en los últimos meses necesita que los ruidos sean más intensos, por lo
que busca objetos más pesados o lanza cosas pequeñas, pero con más fuerza. En
28
ENT ENDIENDO LA INF L EXIBILIDAD EN LOS NIÑ OS CON TEA
casa resulta difícil habituarse a ese ruido casi permanente y los vecinos del piso de
abajo, aunque son amables, también han expresado su malestar.
Cuando Rubén se disgusta por algún motivo, repite una serie de preguntas refe-
ridas a conductas inadecuadas que sabe que no tiene que hacer y espera a que su
madre o su padre le respondan siempre igual. - "No se pega, ¿verdad?" - "no, no
se pega" ; "N o se grita,
· ¿verd ad~" . - "no, no se gnta
· " ; "No se pe11·izca, ¿verd ad .~-
"no, no se pelliza". Si no le responden o le contestan de otra manera, se pone muy
nervioso y termina realizando esas conductas que está describiendo (pega, grita y
pellizca). Muchas veces, aunque le contesten como él desea, parece que "entra en
bucle" y las respuestas también van aumentando su irritabilidad.
Por obras en el colegio de Rocío ahora los niños entran al centro por una puerta
diferente a la que estaban acostumbrados. El primer día de clase Rocío fue inca-
paz de entrar en el colegio. Se tiró al suelo y pataleó con todas sus fuerzas para
evitar cruzar esa "puerta incorrecta". El disgusto fue enorme y la rabieta fue muy
intensa. Aunque trataron de convencerla de mil maneras, fue imposible. Al día
siguiente se repitió exactamente la misma escena.
cuando se dan con una frecuencia elevada, de una manera muy intensa y durante
un tiempo prolongado. En esas circunstancias, dejan de ser "inofensivas" y co-
mienzan a afectar de manera negativa al desarrollo de la persona y a su entorno.
Por ello, se debe intervenir sobre cualquier conducta que por su frecuencia, in-
tensidad y duración tengan un efecto negativo en el bienestar de la persona con
TEA.
H emos visto las situaciones en las que es necesario abordar las manifestaciones de
inflexibilidad porque limitan y condicionan el desarrollo de la persona con TEA.
Pero, además, reforzar el pensamiento y la conducta flexible tiene otras ventajas.
La flexibilidad tiene un claro valor adaptativo.
30
ENTENDIENDO LA I N FLEXIBILIDAD EN LOS NI NOS CON TEA
31
IN FLEX IB ILIDAD EN LOS NI ÑOS CO N TEA
Por último, también existe una relación estrecha entre la flexibilidad y la capaci-
dad creativa (tema que se abordará con más detalle en el último capítulo). Una
mente flexible es una mente creativa, capaz de generar ideas nuevas y de hipote-
tizar sobre diferentes alternativas. La creatividad exige a nuestro funcionamiento
mental no quedarse atascado en una idea o pensamiento concreto. Para producir
nuevas ideas hay que cambiar rápidamente de un pensamiento a otro. De nuevo
la palabra "cambio" parece ser la clave.
Existen manifestaciones muy variadas de esa escasa flexibilidad. Además el tipo de respuestas
¡ v~rían mucho de una persona a otra, pero también en una misma persona a lo largo de los
1 anos.
ll
En la flexibil~ad son cla~e la ;pac~dad de cambiar, la ~apac~dad de anticipación y la capa-cidad
de generar ~uevas ideas. _ _ _ _
1 Existe un claro vínculo entre la inflexibilidad que muestran las personas con TEA y la ansiedad
¡que les genera la intol.erancia a la incertidumbre.
l Se debe intervenir sobre aquellas conductas inflexibles que por su intensidad, frecuencia y
1 duración afecten negativamente a la calidad de vida de las personas con TEA o de su entorno.
~
in;rv~~ción ; iempre debe pla~te; r ; d~~e el respeto y la-compre~sión. El objetivo no
que cambien su forma de ser ni sus preferencias. La meta es que consigan aprender las
strategias y herramientas nece~~~s~ara hacer frente a los cambios sin sufrir ni angustiarse.
32
ALETEOS, GIROS Y OTROS BAILES.
MI CEREBRO SE DIVIERTE CON LAS SOMBRAS:
LAS ESTEREOTIPIAS MOTORAS Y LAS AUTOESTIMULACIONES
..
33
Capítulo 2
Aleteos, giros y otros bailes.
Estereotipias motoras
En este momento, estas conductas son de etiología desconocida. No se sabe por qué
se producen, pero la ciencia y la investigación avanzan para intentar identificar cuáles
son los mecanismos que subyacen a dichas conductas. Como ya se ha mencionado
en el primer capítulo, como hipótesis causales se habla de un posible déficit de fun-
cionamiento de los lóbulos frontales, problemas de modulación sensorial, déficit en
las funciones ejecutivas y, en el caso concreto de las estereotipias motoras, de proble-
mas de regulación de los péptidos opiáceos. En ese largo camino que debe recorrer la
investigación, y a la espera de hallazgos relevantes, la intervención debe guiarse por
procesos de observación y análisis funcionales que nos ayuden a aumentar la com-
prensión de estas conductas y a ofrecer, de ese modo, el mejor apoyo para mejorar la
calidad de las personas con TEA. Es decir, el objetivo de la intervención tiene que ser
que estas conductas no supongan una interferencia real en su desarrollo.
A las estereotipias se les atribuye una falta de intencionalidad, una falta de pro-
pósito. Se dice que son conductas "sin meta'', sin un objetivo específico sobre su
entorno (haciendo referencia a la falta de "sentido de la actividad"). Aparente-
mente, el niño que balancea todo su cuerpo sobre el eje central, colocando una
pierna delante y otra detrás, no tiene otro propósito sobre el entorno más allá de
su propio movimiento. Es difícil desligar el componente de "autoestimulación"
de estas conductas.
Parece que para Marcos los tiempos de espera son complicados. Si en ese rato
hubiese tenido un cuento de pegatinas que le gusta mucho, la espera le hubiese
resultado menos incómoda y además habría realizado una "actividad funcional"
que le impediría poner en marcha su danza. Al tener la información sobre el
contexto y sobre la situación concreta en la que se activan estas conductas, nos
damos cuenta de que hay otra forma de interpretarlas. Con esa información po-
demos llegar a la siguiente conclusión: "Marcos comienza con su danza cuando
no tiene nada suficientemente motivante para hacer. Así que en esos momentos
es importante ofrecerle alternativas de actividad interesantes para él".
Pablo tiene una estereotipia muy característica: golpea el dedo pulgar contra el
dedo corazón de forma rítmica y con gran intensidad, además lo hace con los de-
dos de ambas manos. Tras una observación y un análisis funcional de esa conduc-
ta, se comprueba que Pablo hace ese movimiento cuando le mandan a recoger su
cuarto y, en lugar de recoger, permanece solo en su habitación centrado en ese
movimiento de dedos. Hay otras situaciones en las que también se ha observado
esta conducta: aparece cuando ve en la televisión alguna escena que le produce
satisfacción y risa o en clase cuando le ponen delante una ficha (se pone de lado,
sin mirar la ficha y, en lugar de coger el lápiz, se activan sus manos).
Claramente sus conductas tienen una relación directa con las demandas del en-
torno. Este es un aspecto clave en el proceso de intervención. No estamos restan-
do importancia al conocimiento de los posibles mecanismos neurológicos que
subyacen a las estereotipias, sin embargo, independientemente de cuáles sean
esos factores o mecanismos, puede haber un efecto causal relacionado con el
entorno. La conducta puede estar provocada por factores ambientales y, muchas
veces, como en este ejemplo, la conducta puede tener distintas funciones.
37
INFLEXIBILIDAD EN LOS NI ÑOS CON TEA
En el caso de Pablo, una misma conducta (la forma) parece tener mensajes dife-
rentes, que podrían ser: "no quiero recoger", "no sé lo que tengo que hacer", "me
encanta esa escena'', "no sé hacer la ficha'', "no sé lo que quieres que haga", "nece-
sito ayuda''. Parece algo muy lógico pensar que, si enseñamos a Pablo a expresar
estas necesidades, la presencia de esas conductas repetitivas podría debilitarse.
Compensar déficits es una clave fundamental para abordar este tipo de conduc-
tas. La mejor estrategia de intervención es aumentar las competencias y dotar
al niño de habilidades funcionales. Como decía Ángel Riviere, para trabajar las
estereotipias lo más efectivo es "incidir sobre ellas de forma indirecta''.
No queremos cerrar este apartado de las estereotipias motoras sin mencionar otro
aspecto que nos resulta significativo, aunque es igualmente válido para todas las
conductas de las que vamos a hablar en este capítulo. A las estereotipias motoras,
las autoestimulaciones y el uso repetitivo de objetos se las engloba dentro de lo
que se denominan "conductas sensoriomotoras de carácter repetitivo" y se consi-
deran, de "bajo nivel". Ya sabemos, como se ha explicado en la introducción de
este libro, que este tipo de conductas también están presentes en personas con
TEA con buenas habilidades adaptativas en general. El caso de Lucas es un buen
ejemplo de ello:
38
ALETEOS, GIROS Y OTROS BAI LES
tiva que no pasa en absoluto desapercibida. Cuando habla de cosas que le emo-
cionan o ve algo que le gusta mucho (o incluso cuando lo piensa), gira sus manos
intensamente doblando los codos, a la vez que hace una mueca con la boca y
mira al suelo. A sus profesores esta conducta les parece socialmente incorrecta y
piensan que puede generar mucho rechazo por parte de sus compañeros. Por ello
han decidido eliminarla dentro del instituto. Para conseguir ese objetivo le han
colocado unos dibujos de manos en su mesa, para que cuando no esté escribien-
do coloque ahí sus manos y así evite realizar ese movimiento. Cuando está en el
patio, si no está jugando con nada, le indican que se meta las manos dentro de
los bolsillos. Lucas llegó a casa con mucha angustia, llorando y diciendo que en
el instituto le prohibían mover las manos y que no quería volver allí.
Las autoestimulaciones
39
\Mf LE.Xl8lLIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
40
ALETEOS, GIROS Y OTROS BA ILES
41
INFLEX IB ILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
En este caso, como en cualquier otro, nos tenemos que preguntar ¿el problema
son las conductas que presenta? O, por el contrario, ¿pueden ser sus dificultades
para realizar, por ella misma, actividades funcionales lo que está provocando esas
conductas?, ¿el entorno no le es suficientemente significativo y por eso busca otro
tipo de sensaciones?, ¿el entorno le altera, le irrita y lleva a cabo esas conductas
para regularse?, ¿es una forma de activación, una forma de responder al entorno?,
¿utiliza esas conductas para canalizar o reducir la entrada sensorial? La observa-
ción y el análisis, como hemos mencionado anteriormente, es lo que nos va a
permitir entender mucho mejor la conducta y diseñar estrategias de intervención
para cada caso en particular.
La fascinación por escuchar una y otra vez sonidos que ellos mismos producen
(sonidos guturales, vocálicos, silábicos o incluso de palabras que repiten de forma
constante), es otra conducta que aparece con bastante frecuencia sobre todo en
niños de corta edad o en personas con necesidades de apoyo muy significativas.
También es frecuente verlos colocando la palma de su mano en la comisura de los
labios mientras emiten sus sonidos característicos, produciendo una vibración y
haciendo que la mano actúe como caja de resonancia. Comprender el placer que
obtienen e identificar todos los aspectos relevantes de esas acciones y sensaciones,
nos permitirá plantear un proceso de enseñanza respetuoso, donde la persona
con TEA sea el eje central. Sus características y las cosas que hace son el principio,
el lugar de partida para cualquier proceso de enseñanza y aprendizaje.
Hay niños que solo tienen este tipo de actividad repetitiva en ausencia de un
juego funcional; sin embargo, hay otros que, aun poniendo en marcha este tipo
de conductas por unos instantes, en otros momentos sí pueden usar los objetos
42
ALETEOS, GIROS Y OTROS BAILES
de forma funcional. Usar los cuentos exclusivamente para pasar las páginas una y
otra ve:z, de adelante hacia atrás y de atrás hacia delante, utilizar los coches para
girar sus ruedas, golpear cualquier objeto que tengan en sus manos o mover las
cosas a modo de péndulo son ejemplos de acciones estereotipadas con los obje-
tos. En la base de este tipo de comportamientos puede estar la fascinación por las
propiedades físicas de los objetos (más que por su función), la atención centrada
en los detalles de las cosas y no en la globalidad, así como la necesidad de disfru-
tar con lo conocido, con lo que ellos pueden controlar.
Un buen registro nos va a ayudar, como hemos comentado, a conocer las causas de
la conducta. ¿Realiza las estereotipias cuando se aburre o cuando se siente sobrecar-
gado por la estimulación?, ¿produce sonidos autoestimulatorios cuando la tarea es
muy complicada o cuando ve algo que le encanta? El análisis funcional de la con-
ducta nos permitirá responder a ese tipo de preguntas y comprender los aspectos
del contexto que desencadenan y mantienen esas conductas. Implica recoger in-
formación sobre los acontecimientos que preceden a la conducta (antecedentes), la
conducta en sí (forma, intensidad y frecuencia) y las consecuencias que tiene sobre
el medio (físico y social). Es importante que la información recogida en el registro
refleje no solo datos sobre la persona sino también sobre el entorno en el que se dan
las conductas. Un posible modelo de registro sería el siguiente:
43
INFLEXIB I LIDAD EN LOS NIÑOS CON TE A
Usar sus preferencias sensoriales y sus juegos repetitivos para convertirlos en ac-
tividades compartidas.
"Introducirnos" en sus juegos es un buen principio para conseguir que nos pres-
ten atención. Partimos de sus actividades y nos convertimos en "facilitadores"
(por ejemplo, haciendo girar con ellos peonzas, tapas de botes, etc.). A partir de
ahí podemos ir introduciendo turnos en el juego, modificando un poco las accio-
nes para que incluyan otro tipo de actividades ajenas a sus conductas repetitivas
o alternando sus actividades con otros juegos más funcionales (inicialmente muy
cortos).
Trabajar desde muy pequeños con actividades que les ayuden a relajarse.
Manejar los niveles de ansiedad de cada niño para disminuir la cantidad de ac-
tividades no funcionales que realizan, es una clave fundamental en el proceso de
intervención. Se pueden usar masajes corporales asociados a rutinas (antes de
acostarse, antes de empezar a trabajar, etc.), masajes con objetos que les aporten
distintas sensaciones, así como ejercicios de mindfulness o yoga para niños.
Suele ser muy útil tener preparadas algunas actividades y juegos especialmente
para los tiempos de espera, las transiciones de unos lugares a otros y los momen-
tos de cambio de una actividad a otra.
Negociar y limitar el tiempo que pueden dedicar a su actividad, combinándolo con una
oferta alternativa de lo que pueden hacer.
Hay que trabajar para que toleren las limitaciones que marcamos en el número
de veces que puede realizar su juego o conducta repetitiva. Con los niños más
pequeños o con más necesidades de apoyo, esas negociaciones en lugar de ser
verbales deben ser "demostrando y mostrando". Por ejemplo, "juegas tres veces
a poner el sonido que te gusta (sacamos nuestros dedos para que lo visualice) y
después "se acabó" (usando el signo manual y después ayudándole a que realice la
actividad funcional que le hemos mostrado y anticipado con la agenda)".
Se puede utilizar la agenda visual para mostrar la actividad funcional que rea-
lizará primero y el tiempo de "juego libre" que vendrá después. La idea es que
aprendan a tolerar la demora en la realización de sus conductas repetitivas (con
negociaciones en sus agendas visuales) . Con ello, además, se favorecerá el desa-
rrollo de cierto control voluntario sobre las mismas.
46
ALETEOS, GIROS Y OTROS BA I LES
Se puede confeccionar una caja con objetos para girar y redirigirle a ella cuando
coja cualquier otra cosa con la intención de darle vueltas. No se trata de prohibir
la conducta sino de enseñarle con qué objetos concretos puede llevarla a cabo. De
igual manera, se puede marcar el tiempo de realización usando un temporizador
o enseñarle de manera visual los lugares y momentos concretos en los que esa
conducta o juego no se puede realizar (sin olvidarnos de ofrecer una actividad
alternativa para ese tiempo).
Entregar objetos, emplear imágenes para comunicar o usar signos básicos, ade-
cuando esos recursos a las funciones que pueden cumplir las conductas este-
reotipadas: "Si se precipitan mis estereotipias cuando me expongo a una tarea,
quizás puedo aprender a pedir ayuda y no necesitaré expresar mi necesidad con
esa estereotipia'' .
Como hemos ido explicando en las páginas anteriores, para intervenir en las
conductas repetitivas tenemos que comprender y conocer su causa, es decir, la
función que tienen para la persona que las realiza. A través del análisis funcional
y partiendo de los datos obtenidos en el registro podremos descubrir la finalidad
de la conducta. Será esa información la que nos permitirá seleccionar la estrategia
de intervención más adecuada.
2. mejorar sus habilidades de juego funcional para que pueda obtener diver-
sión y disfrute con un repertorio de actividades más variadas y
Por último, en el caso de que las conductas repetitivas aparezcan como un recurso
de manejo del estrés, sería adecuado plantearse estrategias como las que descri-
bíamos en el apartado anterior. En concreto,
48
ALETEOS, GIROS Y OTROS BAILES
> Ocuparle con algo en las manos o con algo que tenga que hacer para ayudarle
a que pueda permanecer sentado,
Hay que tener en cuenta que, al principio y hasta que comprenda lo que
puede y no puede hacer y tenga posibilidades de ir controlando sus im-
pulsos, lo normal es que persista en su necesidad de levantarse y acercarse
a la televisión. Para que vaya adquiriendo mayor autocontrol y capacidad
de inhibir ese impulso, una vez que le hemos mostrado las normas, estas se
deben practicar durante tiempos cortos de televisión (por ejemplo, se pue-
de comenzar viendo un capítulo breve de alguna serie). Durante ese tiem-
po, habrá que ayudarle físicamente para que permanezca sentado, pero sin
causar malestar. Habrá que programar a diario un rato corto de "práctica".
Es un proceso de enseñanza que requiere su tiempo pero, poco a poco y
con paciencia, se conseguirá.
No consigo que haga el puzle porque lo único que quiere hacer es girar las piezas
> Ayudarle físicamente para que realice el encajable rdpidamente y con éxito.
> También podemos usar un solo objeto que asociemos a esa conducta y que sea
totalmente funcional girarlo, por ejemplo, una peonza de las pequeñitas que se
gira con dos dedos.
50
ALETEOS, GIROS Y OTROS BAI LES
> Usar un apoyo visual para indicarle la forma correcta de ir por la calle.
Con niños pequeños podemos usar un apoyo visual que indique que "hay
que ir de la mano de mamá o papá".
> Animarle a llevar en la otra mano un objeto acorde con su edady, a serposible,
con carga estimular.
Puede llevar un carrusel, una mochila de ruedas, etc. o también ser el encar-
gado de llevar la bolsa de la compra. La estrategia consiste en reforzar, durante
ese tiempo, conductas incompatibles con la conducta que queremos trabajar.
> Explicarle que las manos se ensucian y hay que limpiarlas si vamos tocando todo.
51
INFLEX I BILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
que vaya interiorizando la norma de cómo se camina por la calle, que las
paredes no se tocan y que, si se hace, habrá que limpiarse las manos.
En casa se puede tener un tablero con distintas superficies para que, antes
de salir o al llegar, pueda jugar un rato en él. De este modo se estará con-
textualizando su conducta de tocar superficies a un lugar y un momento
concreto, lo que ayudará a que esa tendencia a tocar superficies no aparezca
de forma generalizada en cualquier contexto.
Hay que tener en cuenta que es muy probable que necesite "desfogarse"
de las altas demandas del aula, pero si pasa todo el tiempo con esta con-
ducta, no se favorecen esquemas de juego, se potencia el aislamiento y, en
algunas ocasiones, los niveles de excitación pueden aumentar de forma tan
significativa que se produzca cierta desregulación y muchas dificultades
para volver al aula de nuevo. Por ello, es importante usar apoyos que le
indiquen cuándo acaba su juego individual (alarmas, signo de "se acabó",
agenda con la secuencia "juego solo y después juego con niños").
> Alternar momentos de juego en solitario entre tiempos de juego compartido con
otros.
53
e
NADA CAMBIA, TODO PERMANECE:
LA INSISTENCIA EN LA INVARIANZA
SS
Capítulo 3
Nada cambia, todo permanece:
la insistencia en la invarianza
En los niños con TEA, por la propia naturaleza del autismo, el desarrollo de las
habilidades a las que nos estamos refiriendo no se produce ni establece como
sería esperable, dando lugar, por tanto, a fallos en el funcionamiento ejecutivo
y en el desarrollo de las habilidades de interacción y de comunicación social.
Estos fallos influyen de manera decisiva en que las conductas de insistencia en la
invarianza y resistencia a los cambios persistan más allá del tiempo de transición
58
NADA CAMBIA, TO D O PERMANECE: LA I NSIST ENC IA EN L A INVAR IANZA
En el caso de los nifi.os con TEA, además, también ocurre que los problemas y
dificultades para procesar e integrar adecuadamente la información sensorial, que
dan lugar a manifestaciones de hipo o hipersensibilidad a los estímulos, influyen
en que algunos entornos sean considerados como impredecibles o incluso ame-
nazantes y, por tanto, desencadenen conductas de insistencia en la invarianza.
Insistencia en
la lnvarianza
Ansiedad
59
IN FLE X IBI LI DAD EN LOS NI ÑOS CON TEA
> Durante las comidas Sara no permite que puedan estar juntos alimentos
de distintos colores. Cuando eso ocurre, además de negarse a comer, el
plato puede acabar en el suelo.
> A los padres de Pedro les cuesta mucho llevarle a médico. Simplemente
con acercarse a la puerta del centro de salud, su hijo comienza a llorar
y se tira al suelo. La visita a cualquier médico le provoca una sensación
de miedo y angustia enorme y todos los pasos que implican la consulta
(esperar en la recepción, entrar en la consulta, dejarse explorar, etc.) su-
ponen una "pelea''.
Si, como hemos visto anteriormente, no se poseen los recursos y medios su-
ficientes para poder anticipar ni predecir lo que puede ocurrir en los entor-
nos en los que se desenvuelven los niiíos con TEA, emergerán conductas de
invarianza, de resistencia al cambio, cuya finalidad no es otra que tratar de
protegerse de situaciones que se perciben como amenazantes y potencialmente
peligrosas.
60
NADA CAMBIA, TODO PERMANECE: LA I NSISTENCI A EN LA INVAR IANZA
Pongámonos en la piel y la cabeza de los niños con TEA. Si las dificultades para
anticipar, predecir, organizar, planificar, ofrecer soluciones, inhibir conductas
inadecuadas, secuenciar de manera apropiada acontecimientos temporales, etc.,
son habituales y muy frecuentes, la mejor y más adaptativa respuesta es tratar de
tener orden, estructura y la mayor predictibilidad posible en los entornos a los
que se enfrentan.
Hay que decir, sin embargo, que los entornos que nos rodean son frecuente-
mente cambiantes. El autobús que solemos coger para desplazarnos al colegio
puede estropearse. La tienda a la que acudimos a surtirnos de algunos productos
alimenticios ha cerrado por obras. La visita prevista para comer en casa de los
abuelos se ha tenido que suspender porque mamá se ha puesto enferma. Pueden
ser múltiples y muy diversas las situaciones en las que se producen cambios. No
obstante, una característica común de los cambios en los ejemplos anteriores
es que estos ocurren dentro del mundo de las cosas y los objetos, ocurren en el
mundo físico. Cuando se trata de este tipo de cambios, es bastante más fácil po-
ner en marcha estrategias efectivas de apoyo y ayuda para abordar la tolerancia a
los cambios.
timientos y las emociones. Estos cambios son muy rápidos y automáticos, car-
gados de sutilezas (p.ej., una mirada puede decir mucho más que las palabras o
incluso puede conllevar significados muy distintos en función del contexto y de
la situación). Cuando se trata de este tipo de cambios, también podemos hacer
uso de estrategias de ayuda y apoyo, pero dada la naturaleza del autismo y su
peculiar dificultad para acceder al mundo mental del otro (y de uno mismo), se
hacen más complicadas de aplicar y establecer.
62
NADA CAMBIA, TODO PERMANECE: LA INSISTENCIA EN LA INVARIANZI
Sabemos que los niños con TEA procesan mucho mejor la información visual.
:.:na estrategia fundamental e imprescindible para favorecer la capacidad de pre
dicción y anticipación es, por tanto, la utilización de apoyos visuales. Los apoyos
visuales (fotografías, dibujos, pictogramas, pero también lenguaje escrito por sí
e sen solo o combinado con los elementos anteriores), además, cumplen otras dos ca
r.anza racterísticas que son relevantes: nos permiten que la información sea concreta y
egias que esa información permanezca y no desaparezca. Con los apoyos visuales ayu
oma damos a los niños a que puedan anticipar: que puedan conocer lo que va a ocurrir
esaria y puedan establecer orden y predictibilidad. La agenda visual es la estrategia más
importante y, además, es una estrategia que, como hemos comentado antes, se
considera directa.
El siguiente ejemplo muestra una agenda sencilla que planifica y anticipa cómo
será la sucesión de acontecimientos temporales de la jornada escolar.
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nu Indudablemente, las agendas poseen una especie de llave mágica que nos permite
los afrontar las dificultades a las que dan lugar las distintas maneras en las que se ma
nifiesta la intolerancia a lo nuevo, la intolerancia a la incertidumbre. Por ejemplo,
y recogiendo alguna de esas dificultades que hemos descrito en el primer apar
tado de este capítulo, si queremos abordar el problema que plantea Pedro a sus
padres cuando tienen que llevarle al médico, podemos programar los pasos de
esa actividad y anticiparlos en su agenda. Hacer las cosas poco a poco, exponien
do a Pedro gradualmente a la situación con niveles de exigencia que pueden ir
incrementándose, hace fácil que se pueda abordar esa dificultad. De esta manera
63
INF LEXI BI LIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
C omo hemos visto, las agendas permiten introducir orden y estructura en los
entornos, guiando la acción y actividad del niño y, por tanto, permiten anticipar
y predecir lo que va a ocurrir. Pero también permiten introducir los cambios per-
tinentes que puedan ocurrir y así informar con la antelación necesaria para que
funcione como estrategia de tolerancia al cambio.
64
NADA CAMBIA, TODO PERMANECE : LA INSISTENCI A EN LA INVARIANZA
Por ejemplo, una vez anticipada la jornada escolar con el uso de la agenda como
veíamos en las páginas anteriores, podría ocurrir que ese día no se pueda salir al
patio porque está lloviendo. Es probable que a los alumnos con TEA les resulte
difícil de aceptar ese cambio. En ese caso, se utilizaría la misma agenda, pero
ahora informándole de dicho cambio mediante una cruz en rojo (no se puede
salir al recreo) y proporcionándole una actividad alternativa (en este ejemplo, que
se va a la biblioteca).
IMPORTANTE
Este tipo de apoyos se utilizan, de manera similar, ante cualquier rutina en la que
el niño con TEA insista en seguir unos pasos, secuencias o acciones siempre de la
misma manera. Volviendo a los ejemplos del primer apartado, retomamos el caso
de Juan para describir como usar los apoyos visuales para ayudarle a aceptar cam-
bios en el itinerario que siguen para ir al colegio. En este caso, la insistencia en la
invarianza se manifiesta a través de esa imposición de un mismo camino día tras
día. Una estrategia que podría utilizar su familia sería mostrarle de manera visual
los tres recorridos diferentes por los que se puede llegar al colegio (se pueden ha-
cer fotografías o incluso un pequeño vídeo de cada recorrido). Una vez expuestos
esos caminos en el calendario semanal, se le anticipa el camino que cogerán cada
día: lunes, camino que pasa por el parque; martes, camino que pasa enfrente de
la farmacia; miércoles, camino que pasa por delante del supermercado, etc. Si el
nivel de comprensión del niño lo permite, también sería adecuado incluir un día
en el que él pueda elegir el camino que quiere seguir. De esta manera se irá ha-
bituando a las pequeñas modificaciones y aceptando que las cosas que se pueden
hacer de distintas maneras.
65
INF L EXI BI LI DAD EN LO S N IÑ O S CON TE A
> Realizar la agenda contando con el propio niño con TEA y fomentando la
posibilidad de elección: ofrecer alternativas para la elección de actividades,
de postres en las comidas, etc. La posibilidad de elegir estimula la capaci-
dad de autodeterminación.
> Incluir en la agenda alguno de los intereses de los niños, ya que esto in-
crementará la motivación por la realización de las actividades propuestas.
Además, ello permite que se pueda "negociar" la posibilidad de practicar
algún ritual o rutina durante un tiempo determinado (p.ej., ver dibujos
animados en la 1V).
> Ser concreto, claro y explícito con las normas que puedan establecerse para
su seguimiento y/o cumplimiento.
> Una vez que el niño se haya familiarizado con las agendas, introducir en
estas un pictograma que represente una "actividad sorpresa'' (por ejem-
plo, representada con signos de interrogación) . Al principio esa actividad
sorpresa tendrá que ser algo del agrado del niño. De esta manera se irá
trabajando la mayor tolerancia a la incertidumbre, ya que se asociará la
incertidumbre con algo que al final resulta positivo.
66
NADA CA M BIA, TODO PER MA N ECE: LA INSISTENCIA EN LA INVA RIAN ZA
,r
> Actividades de comprensión y ordenación explícita de historias tempora-
les.
67
INFLEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
68
NA DA CAMBIA, TODO PERMAN ECE: LA INSISTENCIA EN LA INVAR IANZA
"'--
RESPIRO HONDO ••
1-3
. .• CUENTO HASTA 10 ~
~
PIENSO EN lASCOSAS
QUEMEGUSTAN
).
\ ~
Otra estrategia básica que se utiliza para reducir la incertidumbre que ge-
neran las situaciones sociales es utilizar guiones de conducta a través de los
cuales se especifica qué se espera del niño en una situación determinada.
Los guiones de conducta ayudan a hacer explícito lo que esperamos del
niño en esa situación social y con ellos se reduce la ansiedad e incertidum-
bre que estas situaciones les provocan. Por ejemplo, si el niño va a acudir
a una fiesta de cumpleaños, podríamos elaborar un guión (escrito o con
pictogramas), en el que se especificaran cada uno de los pasos que compo-
nen esa situación:
69
I NF LEX IBILI DAD EN LOS NI Ñ OS CO N TEA
Los estímulos que percibimos a través de los sentidos, es decir, la estimulación senso-
rial, constituye con frecuencia una fuente de malestar, importante malestar en mu-
chas ocasiones, para las personas con TEA. Ellas mismas nos vienen informando de
ello desde hace tiempo. Para algunas de estas personas manejarse con los habituales
colores, formas, sonidos, tamaños y texturas que nos rodean puede ser un suplicio
diario. El mundo puede ser muy amenazante y hostil. Algunas personas con TEA
describen sus experiencias con el ruido como el detonante de un intenso malestar.
Esto puede
hacerque -;
pierda el
control
4 (ID
Esto me
molesta y
enfada
bastante
8 ~
Esto hace
queme
ponga e
nerviosa
cB
Esto a
veces me
molesta un
poco
I Esto nunca
me molesta ni
me pone
nerviosa o e
71
INFLEXIBILIDAD EN LOS K II\OS CC\ ,E;
► Adaptar los entornos siempre que sea posible. Se trata de crear entornos
amigables y accesibles a los niños con TEA. Progresivamente va calando
en nuestras sociedades esta idea esencial. Uno de los grandes centros co-
merciales, que tiene sedes en la mayor parte de las ciudades de nuestro
país, ha incorporado una hora semanal de atenuación del ruido. Tam-
bién algunas salas de cine ofrecen una sesión "amigable para el autismo"
en la que las películas se proyectan con un volumen más bajo.
72
NADA CAMBIA, TODO PERMA N ECE: LA I NSIST ENCIA EN LA INVAR IAN Z A
Cuando planifico con mi hijo la agenda con los apoyos visuales que uso (pictogramas)
quita del tablero los que no quiere hacer
Esto puede ocurrir en algún momento. Hay que ser persistente y utilizar estrategias
como la denominada "ley de la abuela" que en realidad es un principio de la psico-
logía del aprendizaje que se llama "principio de Premack" y que dice, en términos
sencillos para entenderse: "hacer uso de cosas, actividades que gustan mucho como
premio de cosas o actividades que gustan menos". U n ejemplo habitual: "primero
haces los deberes y desp ués ves tu serie de dibujos animados': Se trata, por tanto, de
ubicar en la agenda aquella actividad que gusta menos y, después, una actividad
favorita o que gusta mucho. También suele ser necesario que la actividad que gusta
menos dure poco tiempo e ir aumentando su duración de manera gradual.
Tengo la impresión de que mi hija no entiende los pictogramas, entonces ¿cómo puedo
hacer la agenda?
73
I N FLE XIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
del nivel cognitivo), que se necesite empezar con objetos reales o partes represen-
tativas de objetos reales (p.ej., el envase vacío del yogur que le gusta, la cuchara
que usa en la comida, el cubo y la pala puede representar el recreo si hace uso
de un arenero, etc.). Un poco más adelante pueden combinarse objetos reales
con sus fotografías correspondientes para, gradualmente, retirar los objetos y, un
poco más adelante, introducirse combinaciones de fotografías y pictogramas. La
flexibilidad en el uso de los apoyos visuales y su adecuación a las necesidades de
los niños deben guiar nuestra actuación.
Es frecuente que los niños con TEA muestren rechazo ante los cambios de ropa
(ropa nueva o cambios derivados del paso de una estación a otra). Los zapatos son
uno de los complementos con los que suelen mostrar mayor dificultad. Como se
ha comentado a lo largo del capítulo, el abordaje de esta conducta pasa por crear
un plan de habituación. El primer consejo antes de comprar zapatos nuevos para
un niño con TEA sería buscar unos similares a los que ya usa en cuanto a la fle-
xibilidad del material, forma o anchura (así será menos probable que los zapatos
nuevos le resulten incómodos).
> Durante una semana, dejarlos en su habitación en un lugar visible (por ejem-
plo, delante del armario), pero sin pedirle que se los ponga. De esta manera
los zapatos, poco a poco, dejarán de ser algo "novedoso y desconocido".
> Tras esa semana, durante varios días pedirle que se los ponga solo durante
unos minutos. Así llevar esos zapatos también dejará de provocar una sen-
sación nueva.
> Tras varios días realizando el paso anterior y cuando tolere llevarlos durante
esos minutos sin enfadarse ni mostrar malestar, se le pide que se los ponga
en casa mientras realiza alguna actividad que le gusta (jugar con la tablee,
ver sus dibujos favoritos, comerse una bolsa de patatas, etc.). Esto se debe
repetir a diario y hasta que consiga aceptar esa situación estando tranquilo.
74
NADA CAMBIA , TODO PERMANECE : LA INSISTENCI A EN LA INVA RIANZA
> El último paso será pedirle que use los zapatos para salir de casa. En este
punto, ese calzado ya no implicará ninguna novedad, con lo que posible-
mente será tolerado sin grandes problemas.
Muchas familias describen este tipo de vivencias en la puerta del colegio. Aque-
llos días en los que, por alguna razón, es otra persona la que va a buscar al niño,
el encuentro comienza con un enfado, llantos y rechazo a abandonar el centro. Es
una situación complicada e incómoda para todos los implicados.
Es importante que se lleve ese apoyo visual al colegio, ya que cuando acabe la
jornada, y antes de salir de clase, la profesora o profesor le deberá mostrar de
nuevo el pictograma para recordarle con quién se va a encontrar a la salida y qué
actividad va a realizar.
75
INFLEXI BI LIDAD EN LOS N IÑOS CON TEA
- - --~---~ --- - - -
Recuerda:
'
La insistencia en la invarianza, en que nada cambie y que todo permanezca lo más invariable
posible, es la manera en que los niños con TEA se enfrentan al entorno físico y social para tratar
de obtener sensaciones de orden, predicción y seguridad.
Sin embargo, los entornos en los que se desenvuelven los niños cambian con mucha
frecuencia, de la misma manera que puede ocurrir con la estimulación sensorial.
76
CADA COSA EN SU SITIO.
LOS RITUALES DE CONDUCTA
77
Capítulo 4
Cada cosa en su sitio.
Los rituales de conducta
Siempre que entra en el cuarto de baño, Antonio tiene que ordenar codos los ob-
jetos que encuentra en él: vasos, jabón, coalla, etc. Todo perfectamente colocado
en su sitio. Después, se asegura de dejar bien cerradas las puertas y los cajones.
Ahora ya puede hacer pis.
79
INF LEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
Los rituales ocurren con mucha frecuencia, pudiendo presentarse varios rituales
en diversos momentos de un mismo día, lo que termina interfiriendo en el fun-
cionamiento adaptativo de manera significativa. En el entorno escolar, ralentizan
los procesos de aprendizaje y restringen las oportunidades de interacción. En el
hogar llegan a consumir gran parte del tiempo, afectando a las rutinas y dinámi-
cas familiares. Además, estos patrones de acción son percibidos como "inevita-
bles", pudiendo generar un fuerte sentimiento de malestar o irritabilidad cuando
se interrumpen o no se pueden realizar.
2. Mientras duran las campanadas debes tener levantado el pie izquierdo y así
asegurarte de comenzar el año con buen pie.
4. Después del brindis, debes coger una maleta, llenarla de ropa y dar una
vuelta a la manzana. Así, el próximo año estará repleto de viajes.
> Rituales asociados a tareas o rutinas concretas. Son aquellos relacionados con
el aprendizaje rígido de secuencias de acción. En estos rituales se puede
observar que el niño siempre quiere hacer la tarea de una manera previa-
mente establecida: realizar un puzle siguiendo un orden determinado o tener
que girar las piezas varias veces antes de encajarlas. Aquí también se incluyen
los rituales que se ponen en marcha en alguna de las rutinas diarias; por
ejemplo, el niño que se desnuda completamente antes de hacer pis o el que tiene
que seguir una secuencia de pasos bien ordenados para empezar a comer.
> Rituales asociados a situaciones concretas. Estos rituales suelen estar relaciona-
dos con la prevención del estrés y la necesidad de poner orden en un entorno
impredecible. Pueden comenzar ante una situación nueva y generalizarse a
otras situaciones similares. Este sería el caso del niño que va a un centro co-
mercial por primera vez, no tiene información suficiente de lo que va a hacer
o hay demasiados estímulos que le molestan y genera un ritual con el que
canalizar la ansiedad. Ese ritual, que al principio le sirvió para afrontar esa
situación, después lo pone en marcha en cualquier centro comercial.
> Rituales asociados a interacciones. Consisten en tener que hacer o decir siempre
lo mismo en algunas situaciones de interacción (como los saludos) o con de-
terminadas personas. Son rituales relacionados con las dificultades de comu-
nicación social. Cuando el niño no tiene herramientas suficientes para enfren-
tarse a los momentos de interacción de una manera flexible y dinámica puede
crear ciertas "muletillas" que le resultan funcionales en estos momentos.
> Rituales asociados al uso o gestión del tiempo. Son rituales que muestran una
adherencia rígida a cumplir con un horario autoimpuesto. Surgen ante la
falta de habilidades adaptativas y flexibles. Carla sabe que tiene que levan-
tarse a las 7:30, desayunar a las 8:00 y salir de casa a las 8:30 para llegar a
tiempo al cole. Si, por algún imprevisto, tarda más en tomar el desayuno
o sale de casa más tarde, en lugar de ser más rápida en el resto de las tareas
para llegar a tiempo, se bloquea, comienza a verbalizar el horario que de-
bería haber cumplido y, finalmente, llega tarde.
> Rituales para acceder al aprendizaje. Las secuencias de pasos son una de las
estrategias más usadas para favorecer los aprendizajes de las personas con
TEA. Las empleamos para enseñar, por ejemplo, los "pasos para poner la
mesa'' o la "secuencia de pasos para el vestido" y tienen efectividad porque
se apoyan en una forma de aprendizaje estructurada y fija. Al igual que
enseñamos estas estrategias, muchos niños ponen en marcha sus propias
"secuencias de pasos para .. . " como manera de mecanizar y poner en mar-
cha diferentes rutinas.
82
CADA COSA EN SU SITIO. LOS RITU A LES DE CON DUCTA
Luca es un experto en crear sus propias secuencias de pasos. Tiene una para cada
rutina del día. Así ha aprendido a tener autonomía en muchas tareas, como la
del vestido: tiene un orden minucioso para ponerse cada prenda de vestir. El
problema llega cuando su familia tiene prisa e intenta ayudarle a acelerar este
proceso. En esos momentos Luca se enfada y termina por desnudarse para volver
a empezar a vestirse él solo tal y como lo tiene aprendido.
A pesar de que existen similitudes entre los dos trastornos, también nos encon-
tramos diferencias. Una de las principales es que en el TOC la persona tiene ideas
intrusivas, pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) anee las cuales siente
la necesidad de realizar ciertos comportamientos (compulsiones) que se repiten
una y otra vez.
Otro aspecto que los diferencia, tiene que ver con el contenido de los pensamien-
tos u obsesiones que desencadenan el ritual, así como con el sentimiento que
se vivencia cuando se pone en marcha. En los TEA estos patrones de compor-
tamiento suelen estar relacionados con sus intereses y suponen una experiencia
placentera y motivante. Como ocurre con Carlos, que siente una fascinación
por los números y ha aprendido a identificarlos, nombrarlos y ordenarlos hasta
el diez convirtiendo este número en un patrón de su comportamiento: encaja
piezas hasta diez, juega a bajar diez coches por la rampa o come diez cucharadas
de puré. Carlos disfruta con este patrón de comportamiento y traca de imple-
mentarlo en codas las rutinas en las que le es posible.
Estos dos casos reflejan claramente las diferencias que existen entre los rituales
del TEA y del TOC. Pero la diferenciación no siempre es tan clara. Hay que te-
ner en cuenta, además, que las personas con TEA también pueden desarrollar un
cuadro de TOC, pudiendo combinar ambas sintomatologías al mismo tiempo.
Diagnosticar un TOC en un niño con TEA puede resultar muy complicado, so-
bre todo teniendo en cuenta las dificultades comunicativas y las dificultades para
expresar sus propias sensaciones y pensamientos.
Una vez hecho ese análisis previo, podremos establecer las diferentes estrategias a
implementar en función de la dificultad o necesidad que subyace.
84
CADA COSA EN SU SITIO. LOS RITUALES DE CONDUCTA
Flexibilizar secuencias
1 tprendizaje rígido de acción. Introducir pequeños cambios previamente
~ enonnas, 1 anticipados.
~ lerar cambios. _ ...,
Pobres habilidades
I Enriquecer sus
Enriquecer sus esquemas conversacionales.
habilidades
sociocomunicativas. Enriquecer las habilidades sociales.
sociocomunicativas.
---¡- -t- --------1
' Enriquecer sus • Enseñarles lás cosas que pueden estropear
habi.lidades o alterar un plan.
Pobres habilidades
adaptativas, Enseñarles a generar planes alternativos.
adaptativas.
_ l ;ganiz~tivas y Enseñarles formas de planificación más
enec,t,v,s, flexibles.
Placer por la
t-
i
Aprender a disfrutar
menos tiempo, pero sin generar ansiedad.
85
INFLEX IBILIDAD EN LOS NIÑO S CON TEA
> Mostrar flexibilidad por nuestra parte. La mejor manera de trabajar la in-
flexibilidad es siendo flexibles, tanto en las tareas que enseñamos como en
la actitud con la que enseñamos. Aunque partamos de unas rutinas como
base, debemos enriquecer y dar variedad a las tareas y juegos que propo-
nemos. Por ejemplo, se puede empezar la jornada escolar con diferentes
canciones cada día, pasar lista cambiando el orden, jugar a un juego con
diferentes reglas o realizar una tarea de diferentes maneras. En definitiva,
debemos programar rutinas y agendas que ofrezcan modelos flexibles.
87
INFLEXIB I LIDAD EN LOS N I ÑOS CON T EA
> Usar técnicas de relajación. Como hemos visto, muchos de los rituales
de conducta se desencadenan a partir de situaciones estresantes o mo-
mentos de ansiedad. Una de las estrategias recomendadas sería imple-
mentar técnicas o actividades de relajación que permitan al niño con
TEA manejar el estrés y disminuir la necesidad de recurrir a rituales
para relajarse.
Pero, para algunos niños con TEA, estos ejercicios de relajación no funcionan o
son poco efectivos. En estos casos debemos identificar qué ejercicios o actividades
les resultan relajantes y asegurarnos que puedan recurrir a ellas cuando lo necesi-
ten (como escuchar música o dar un pequeño paseo).
Si los niños aprenden a través del juego habilidades necesarias para su desarrollo,
¿un juego restringido e inflexible no estará limitando el desarrollo de sus com-
petencias y sus posibilidades de participación social? Visto de esta manera, toda
intervención que pretenda un desarrollo integral debe incluir el juego como una
de las principales áreas de estimulación.
Para fomentar un juego más flexible es importante tener en cuenta las siguientes
estrategias:
88
CA DA COSA EN SU SITI O . LOS RITUALES DE CON DU CTA
Si trabajamos con un niño que solo juega con sus muñecos y la primera
variación que ofrecemos es utilizar un material muy difícil de conseguir y
de transportar, será complicado que pueda generalizar ese juego. Si dispo-
nemos de un material sencillo, accesible y transportable, será mucho más
fácil que, una vez conseguido en un contexto (como el colegio), pueda
llevarlo a otro (como a su casa) para favorecer su generalización.
Es probable que, cuando intentemos implementar variaciones, los niños las re-
chacen. Por este motivo hay que procurar ir realizando las aproximaciones de
manera sutil y con todo el apoyo (visual o personal) que sea necesario para que
les resulte sencillo. Habrá ocasiones en las que los niños no estén preparados para
estos cambios, como épocas en las que estén más n erviosos o momentos en los
que estén enfadados. Tendremos que ser capaces de identificar los "buenos mo-
mentos" para introducir los cambios.
Por otra parte, debemos evitar introducir muchos cambios a la vez. Podemos
comenzar variando el juguete, la forma de jugar o el contexto, pero no podemos
introducir todos los cambios al mismo tiempo. Cuando pretendemos introducir
muchos objetivos a la vez, el juego se convierte en un momento de inseguridad
e incertidumbre, un momento que les resultará muy frustrante y que tratarán de
evitar.
90
CADA COSA EN SU SITIO. LOS RITUALES DE CO N DUCTA
Se pasa gran parte del día ordenando las cosas de casa, tiene que estar todo en su sitio
Son muchas las razones que pueden provocar que algunos niños con TEA pasen
gran parce del tiempo realizando algún ritual: ambiente poco estructurado e im-
predecible, poca actividad funcional o situaciones de estrés, etc.
1. Valorar si hay situaciones de estrés que podrían estar generando una nece-
sidad continua de los rituales y tratar de reducir los elementos estresantes
del entorno.
91
I NFLEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON TE A
Crea patrones de comportamiento en todos los sitios nuevos, los memoriza y los repite
siempre que vuelve allí
Ante un entorno imprevisible los niños con TEA tienden a crear unos patrones
previsibles que les aporten seguridad. El problema es que su realización puede
ocuparles mucho tiempo, limitar sus posibilidades de participación y generarles
malestar (pues no podrán llevarlos a cabo siempre que quieran).
2. Utilizar en ese contexto nuevo un objeto o juguete que le aporte una ac-
tividad predecible y funcional (como un cuento o un pequeño juguete),
sin olvidarnos de ofrecer recursos lo más flexibles posibles (variando los
cuentos o juguetes en nuestras salidas).
Cuando los niños y niñas con TEA siguen un patrón a la hora de realizar una
tarea, es muy probable que vayan extendiendo esca práctica a más actividades o
juegos de su día a día. A la hora de establecer un plan de intervención, debemos
registrar los diferentes patrones que realiza, priorizar por cuál vamos a comenzar
e introducir variaciones de una manera sutil y anticipada. Veamos un ejemplo:
María disfruta creando patrones en cada uno de los juegos que realiza. Pasa mu-
cho tiempo realizando encajables y tiene un orden específico para la colocación
de las piezas en cada uno de ellos. El problema es que a veces falca alguna pieza
o insiste que se le vayan entregando en un orden que solo ella recuerda. En esos
momentos María se altera muchísimo y resulta bastante complicado que vuelva
a estar tranquila.
92
CADA COSA EN SU SI TI O. LOS RITUALES DE CONDUCTA
..
A veces nos encontramos con niños que necesitan quitarse toda la ropa cada vez
que quieren ir al baño. Al combinar el tiempo que se tarda en desnudarse y ves-
tirse por completo con la frecuencia de aparición (todas las veces que tiene que ir
al baño cada día) comprobamos que este ritual ocupa gran parte de su día a día y
que se hace necesaria la intervención.
93
INF LEX IBILIDAD EN LOS NI ÑO S CON TEA
2. Después de varios días y una vez que tolere esta primera prenda, introdu-
ciríamos otra prenda a mantener (por ejemplo, la camiseta), siguiendo la
misma estrategia (con una imagen que represente al niño en el baño con
los calcetines y la camiseta puesta).
4. Paralelamente se puede crear una historia visual para explicarle las situacio-
nes en las que SÍ nos quitamos toda la ropa y situaciones en las que NO lo
hacemos; por ejemplo, nos quitamos toda la ropa para bañarnos, para ir a
dormir... , pero no nos la quitamos para usar el váter. El objetivo es mejorar
la comprensión de las distintas rutinas.
94
CADA COSA EN SU SITI O. LOS RITUALES DE CONDUCTA
Hay que tener en cuenta, además, que el propio ritual puede estar actuando como
estrategia de regulación, facilitando el manejo del estrés ante diversas situaciones.
Aun así, podemos encontrar que la realización de determinados rituales limita
significativamente sus posibilidades de inclusión social y debemos abordarlos de
manera directa. En estos casos habrá que decidir si la intervención se dirige a:
- ~ - - - -- - ·- - - -- ~ - --- - - -
Recuerda:
En los niños con TEA los rituales de conducta pueden llegar a configurar una característica de
su comportamiento.
--- ------ -- --
Aunque vistos desde fuera puedan parecer conductas sin meta, para los niños con TEA estos
comportamientos cumplen diversas funciones.
Comprender las causas que subyacen a estás conductas nos permitirá, desde el respeto a la
individualidad, ajustar nuestra respuesta psicoeducativa orientándólá hacia la adquisición de
habilidades.
- --
Es importante enriquecer el juego con nuevos juguetes, con nuevas formas de jugar,
incluyendo a otras personas y en diferentes lugares.
95
Cagí
RETAHÍLAS, PREGUNTAS REPETITIVAS
Y OTROS USOS ESTEREOTIPADOS DEL LENGUAJE
iABUELO,
MAÑANA VAM.0~
AL MÉ01GO! J.---
.___, ¿AoóND€ VAMOS
MAÑANA~ ALMÉ1>1co
VAMOS. VAMOS Al
AL MÉ01c.o Miotc.o-
t10s VA"1os,t!AÑAM.
¿AbÓttte tlo.sVAtt,s?
Capítulo 5
Retahílas, preguntas repetitivas
y otros usos estereotipados del lenguaje
Más allá de las dificultades que los niños y niñas con TEA presentan para comu-
nicarse a través del lenguaje, muchas veces lo que sorprende son otras peculiari-
dades cuando aprenden a hablar. Son estas otras características del lenguaje las
que se van a abordar en este capítulo y que, en buena medida, tienen que ver con
lo que llamamos "inflexibilidad".
99
IN FLEXIB I LIDAD EN LOS NIÑOS CO N TE A
Sin embargo, nos referimos aquí a las ecolalias de carácter repetitivo que la persona
produce una y otra vez y que causan un impacto en su funcionamiento adaptativo.
Esas emisiones ecolálicas no son una manifestación de placer y bienestar sino de
irritabilidad y tensión. Es como si la mente verbal del niño se hubiera quedado an-
clada en el mismo capítulo de dibujos, en la misma escena que pasa una y otra vez.
Como cuando se nos mete el estribillo de una canción de verano en la cabeza y deja
de ser placentera pues no parece que podamos controlar su soniquete repetitivo.
100
RETAHÍLAS, PREGUNTAS REPETITIVAS Y OTROS USOS ESTER EOTIPADOS DEL LENGUAJE
En algunos casos, este tipo de ecolalia puede ser el recurso que usa el niño con
TEA para regularse y calmarse y lo podemos notar porque surge en situaciones
que el niño rechaza; pero, en otros casos, estas ecolalias inundan la vida del niño
de forma casi constante. Este uso de la ecolalia puede estar sujeto a un perfil
obsesivo, del que resulta difícil desengancharse. M ás adelante se planteará cómo
abordarla.
Búsqueda del control en el lenguaje: rituales orales autoimpuestos o impuestos por otros
A través del siguiente ejemplo, tratarnos de explicar a qué nos referimos con ri-
tuales orales impuestos:
El padre está saturado. A menudo intenta no hablar más. Ha quedado con su pare-
ja en que los mensajes los dirá ella. Se pregunta qué ha hecho mal para que su hijo
solo le diga a él cómo tiene que hablar. La manía de añadir una /s/ a la palabra final
de las frases no le costó al principio. Cuando le decía a su hijo "ven a cenar", su
hijo le contestaba "sss" y pronto comprendió que lo que le pedía era que añadiera
la /s/ al final. Cuando introducía esa modificación su hijo se calmaba, le cambiaba
la expresión y perdía la tensión con solo escuchar "vamos a cenarSSS". Ahí empezó
todo. El padre comenzó a terminar todas sus frases con /si, pero pronto se compli-
có. Su hijo empezó a interrumpirle a mitad de la frase diciendo "sss" de manera que
el padre decía "vamos aSS cenarSSS" y así con cada una de sus palabras. Pasado el
tiempo, aquí están, todos los días, midiendo qué decir, porque si alguna palabra
no termina con la /S/ final la expresión de su hijo cambia a tensión, como si un
detector de humos en la sala encendiera el piloto rojo de peligro.
Este es un ejemplo de cómo los rituales se asientan poco a poco en el ámbito del
lenguaje en forma de "normas". Esa predictibilidad y necesidad de control exage-
rada ayuda inicialmente al niño a calmar la ansiedad asociada a elementos de la
comunicación espontánea que se construye entre las personas de formas imprevisi-
bles. Con los rituales verbales, la vida lingüística quedaría bajo las reglas del niño.
Estos rituales los podemos observar en el lenguaje del propio niño o, en otras oca-
siones, cuando el niño le dice a los demás insistentemente lo que tienen que decir.
guien dice caracol o cara o una palabra con "ca". Los rituales verbales pueden ge-
nerar fastidio o malestar en los demás como en el ejemplo descrito anteriormente
en el que el padre tenía que añadir un sonido a cada una de sus palabras. También
dificultan la comprensión en la medida en la que, para el niño, lo importante es
la forma del mensaje, pero no tanto su significado. Además, los rituales también
pueden limitar el acceso a los aprendizajes, por ejemplo, cuando estos se aplican
en la actividad lingüística de leer o de escribir.
Que un cambio en una rutina sea explicado al niño a través del lenguaje no signifi-
ca que deje de producirle malestar o ansiedad anticipatoria. Las personas que con-
viven con niños con TEA observan cómo realizan las mismas preguntas de forma
reiterativa, aun cuando claramente conocen la respuesta y cuando muchas veces
elaboran la pregunta para responderse a ellos mismos. Otras veces no son preguntas
sino comentarios con los que buscan una confirmación de algo que ya saben. Este
sería el caso de los niños que comentan una realidad o un hecho concreto requi-
riendo del interlocutor que simplemente afirme que eso que han dicho es cierto
con un simple "sí" (- "¿El sábado viene la abuela?" -"si"). El hecho de no recibir esa
confirmación, o de no responder a la pregunta, de nuevo genera malestar en el niño
y aumenta la producción de la pregunta o comentario repetitivo.
también reflejan la dificultad del niño tanto para desengancharse de una estra-
tegia poco efectiva como para generar otras estrategias de afrontar el estrés ante
un cambio.
103
Algunos adultos con TEA también han descrito ese perfeccionismo cuando re-
cuerdan que desde pequeños les resultaba extenuante buscar la palabra correcta
que expresara mejor el significado de aquello que querían decir. Esa búsqueda, en
una mente con un lenguaje muy rico, los había llevado a incluir en su lenguaje
excesivos matices y datos que especificaban al máximo la información que que-
rían transmitir. Era agotador y notaban que, finalmente, generaba cierta confu-
sión en los demás, abrumados por mensajes extensos y llenos de contenido que
no permitían una comunicación dinámica.
en las formas y en el contenido del lenguaje que usamos los adultos, concibiendo
la comunicación como una invitación al niño y no como un ejercicio impuesto.
Por otro lado, es importante entender y respetar que la forma en la que dicen las
cosas influye en su felicidad, incluso cuando nos suenen extrañas o peculiares;
por ejemplo, en el caso del niño que escucha la palabra "electricidad" y sonríe o
en el que incluye alguna palabra en otro idioma con satisfacción. Es necesario di-
ferenciar los usos lingüísticos peculiares pero positivos para el niño (aquellos que
le gustan, le ayudan a estar regulado o favorecen su concentración y aprendizaje)
de los usos que le dificultan su vida.
> Da oportunidades para que use el lenguaje, respetando sus emisiones, los
tiempos de elaboración y asignando intención comunicativa.
> Nombra tus emociones con lenguaje oral de forma acorde al nivel de com-
prensión del niño.
> Usa apoyos visuales para anticipar el futuro, incluso el que está fuera de
nuestro control. También usa apoyos visuales para explicar significados di-
fíciles y animarle a comunicarse sobre aspectos internos.
En los casos en los que esto causa un malestar o deterioro adaptativo y cuando
ya se hayan puesto en marcha los aspectos preventivos descritos previamente
(relajación, control de los entornos y ajustes en el lenguaje, entre otros), es
conveniente valorar cuándo y cómo surgen estas preguntas/comentarios, hacia
quién las dirige, el grado de irritabilidad o bienestar que el niño puede mostrar
y qué recursos dispone el entorno para favorecer una sensación de mayor con-
trol y anticipación.
106
RETAHÍLAS, PREGUNTAS REPETITIVAS Y OTROS USOS ESTEREOTIPADOS D EL LENGUAJE
REsPUcSTA:
ECJo EV'Es VA Mos- Al M/1> le.o
107
Paralelamente, para fomentar competencias posmvas para '·desengancharse"'
mentalmente de la preocupación por lo que va a pasar o por lo que quiere con-
firmar, se puede aumentar la estructuración general de las actividades del día, así
como animarle a participar en actividades divertidas que le ayuden a concentrar-
se en cosas diferentes de las que le preocupan (por ejemplo, salir a pasear, saltar
en la cama elástica, jugar con él a cosas interesantes).
En los niños que manifiestan mayor control de los rituales verbales se puede tra-
bajar para contextualizarlos, indicándoles la importancia de no iniciar su ritual
verbal en algunos momentos o lugares y explicándoles por qué es conveniente
no hacerlo allí. Esto conlleva que, en otros momentos o lugares, por ejemplo,
hablando con los padres en casa antes de cenar, pueda poner en marcha el ritual
verbal. De esta manera, se le pide inhibir su ritual verbal (por ejemplo, no decir
"tres" al final de cada emisión) durante el día excepto en un momento concreto,
establecido e informado a través de la agenda. El mero hecho de establecer un
control temporal, anticipado visualmente, ayuda a algunos niños a eliminar el
ritual incluso cuando ha llegado el momento "pactado" para hacerlo.
A veces, cuando la inhibición del ritual por parte del niño es muy difícil, el uso de
apoyos visuales puede resultar apropiado. Uno de estos apoyos visuales consiste
en remarcar visualmente un breve control del ritual. Por ejemplo, como muestra
el dibujo, se remarcan cuántas veces hace el ritual verbal y se coloca de otro color
cuándo lo inhibe (una de cada cinco veces). Siguiendo con el ejemplo anterior
lOB
RETAHÍLAS, PREGUNTAS REPETITIVAS Y OTROS USOS ESTEREOTIPADOS DEL LENGUAJE
del niño que finaliza todas sus oraciones con la palabra /tres/, se señalaría en color
verde la ocasión en la que se le invita a inhibir el uso de /tres/, apoyado por el
signo de silencio. Poco a poco, se va aumentando las veces que no realiza el ritual
verbal frente a las veces que sí lo realiza. Como se ve en la imagen, se le marcaría
de color verde el momento de no hacer el ritual. En otra tanda posterior, se tra-
taría de que hiciera tres veces el ritual, pero dos se inhiba y así progresivamente.
Esta estrategia tiene como limitación el hecho de que se puede realizar solo en
algunos momentos y con cierta estructuración.
Otro tipo de abordaje se basa en crear un personaje ficticio que se puede dibujar,
crear en formato de pictograma o bien utilizar un muñeco concreto, al que se le
asigna la habilidad de hacer desaparecer el ritual, por ejemplo, "El comeTRES".
Este personaje se come las palabras que forman parte del ritual. Para recordar al
niño que no puede decir las palabras de su ritual, se puede colocar el personaje a
su vista y explicarle que, si este se come las palabras, irá haciéndose grande.
Cuando el niño quiere imponer el ritual verbal a otra persona, una opción de
abordaje se basa en que el adulto vaya dejando de realizar el ritual de forma pro-
gresiva y controlada. En el ejemplo descrito anteriormente, se orientaría al padre
para que anticipara a su hijo que va a seguir terminando todas las palabras en /si
salvo la última palabra de una emisión concreta. Paralelamente, y anticipando
que el niño puede sentir tensión por no realizar el ritual, se le ofrecerían apoyos
para calmarse y se desviaría su atención hacia algún tema de su interés. Será ne-
cesario seguir reduciendo el ritual de forma anticipada, progresiva y controlada
hasta que el adulto pueda volver a naturalizar su lenguaje.
109
INFLEX I BILIDAD EN LOS N IÑO S CON T EA
> Si las ecolalias provienen de algunos dibujos específicos que el niño ve una
y otra vez durante el día, aumentar la actividad fuera de casa de juego com-
partido o de participación en rutinas para que su tiempo se diversifique en
actividades con formato motivante. Esto, indirectamente, disminuirá la
recepción de los mismos mensajes de los dibujos que después repite.
> Escoger los momentos en los que se van a intentar realizar las interrupcio-
nes de la ecolalia frente a otros momentos del día en los que nadie ofrecerá
alternativas para estas emisiones.
110
RETAH Í LAS, PREGUNTA S REPETITIVAS Y OTROS U SOS ESTEREOT IPADO S DE L LENGUAJE
No acepta que una palabra tenga varios significados o que un mismo objeto se pueda
llamar de formas diferentes
Algunos niños con TEA pueden mostrarse inflexibles en relación a los significa-
dos de las palabras o a las formas de llamar a las cosas. Aprender que el lenguaje es
variado y que tiene diferentes facetas es un proceso difícil en los niños con TEA
que suelen restringir excesivamente los significados, por ejemplo, no aceptando
que la pelota de tenis (diferente de la de fútbol) también se llame "pelota'' . Estas
experiencias semánticas pueden intensificarse y prolongarse a lo largo de los años,
suponiendo algunas veces un reto para el aprendizaje o para la comunicación.
Dentro de las diferentes estrategias que se usan para abordar este objetivo se
encuentran los apoyos visuales que ayudan al niño a "ver" y no solo escuchar los
significados. Representar la información visualmente da claridad y sentido a los
significados y puede ayudar a aceptar su uso. Algunos ejemplos, serían:
6
retoT~ be Pe_LoTA H Pe1.4TA ~e
l'ENXs BALo r'Qiffo B~tsBoL
111
INFLEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
------ -- --- -- - -- -
> Emparejar las palabras sinónimas con la misma imagen, por ejemplo, ca
bello-pelo.
> En el caso de rechazo a aceptar los significados variados de una misma palabra,
se usarían las imágenes para representar esos significados, por ejemplo, CRE
MA asociado a la imagen del puré y también a la imagen de la crema solar.
En algunos casos, puede ser de ayuda la elaboración de una historia social que
explique por qué las palabras resultan a veces confusas. Las historias sociales
han demostrado ser un instrumento terapéutico con evidencia de éxito para
mejorar la inflexibilidad y fomentar una mejor comprensión de las normas
sociales o de significados, ya que asignan lo que resulta ambiguo a algo que se
comprende bien. Un ejemplo adaptado de historia social breve para el caso de
un niño que no acepta los diferentes significados de la palabra "crema" podría
ser el siguiente:
Las palabras a veces nos hablan de cosas diferentes. Para mí, la pala
bra "crema" se refiere a un puré. A mí no me gusta cuando la gente
llama crema a lo que nos ponemos en la piel. Entonces me enfado y
digo que eso no es una crema.
Hay otras cosas que son iguales, pero sirven para cosas diferentes
por ejemplo, mi elefante favorito sirve para jugar, pero también sirve
para sujetar los papeles y que no se vuelen con el viento. Mi elefant
es un juguete y también un sujetapapeles. Como mi elefante, la pala
bra crema puede ser dos cosas, un tipo de puré y algo para poner e
la piel. Ahora que lo entiendo, ya no me enfadaré y mi familia estai
contenta conmigo.
112
RETA HÍLAS, PREG U NTAS REPETITI VAS Y OTROS USOS EST EREOTIPA D OS DEL LENGUA JE
Muestra preferencia por decir palabras inventadas y eso crea confusión en los demás
Algunos niños inventan términos para referirse a las cosas cuyo nombre descono-
cen o cuando consideran que algunos objetos, por sus características específicas,
deberían tener un nombre concreto. Por ejemplo, no hay una única palabra para
"los coches de color azul'' y esto podría motivar a algunos niños a inventarse una
palabra para referirse a ellos. Estos términos inventados se llaman "neologismos".
Esta tendencia puede ser un recurso comunicativo compensatorio cuando no saben
cómo nombrar algo, pero, en otros casos, tiene que ver con aspectos de inflexi-
bilidad en la medida en la que es una señal de "perfeccionismo" en el lenguaje:
necesitan que los matices de los objetos tengan una única palabra para describirlos.
Sin embargo, estas palabras inventadas también sugieren competencias óptimas
de creación de nuevos significados y, por tanto, su uso no respondería solo a una
cuestión de inflexibilidad, sino también a una cuestión de habilidad positiva.
En los casos en los que el niño tenga un lenguaje receptivo complejo se puede
dibujar una "conversación en forma de historieta", como si fuera un pequeño
cómic, en el que, siguiendo con el ejemplo, se represente un monigote llamando
a una ficha con un nombre inventado y al resto de las personas pensando que
no entienden nada. Esta estrategia puede ayudar al niño a percibir que no está
mal inventarse palabras, pero al mismo tiempo, tomar conciencia de que no es
comprendido por los demás.
113
INFLEXIBILIDAD EN LOS NINOS CON TE A
En un segundo paso, se aborda con el niño con TEA el autocontrol para no co-
rregir sistemáticamente en todos los momentos y a todas las personas. Algunas
estrategias van orientadas a generar un control de la cantidad de las correcciones
que pueden hacer. Por ejemplo, disponer de 3 oportunidades de corrección al
profesor en clase. Esto puede facilitar una disminución paulatina de las correc-
ciones que observa durante la clase, gestionando por sí mismo cuándo y con
quién quiere usarlas.
A menudo dice frases inacabadas para que los demás las terminen
"Después del martes viene el.. .." /miércoles/, "después del miércoles viene el.. . "
/jueves/. El uso de emisiones que suelen tener una respuesta establecida y única
es una señal de uso inflexible del lenguaje. En este caso, los niños que realizan
estas emisiones encuentran satisfacción en la respuesta cerrada y anticipable que
el interlocutor les va a dar.
En esos casos, al igual que cuando se presentan rituales verbales impuestos a los
demás, las orientaciones y estrategias, tras una valoración general, van dirigidas
a la disminución de la adherencia al uso de estas emisiones. Para ello, una vía de
estimulación preventiva se centra en el fortalecimiento de otras habilidades de
11S
I NF L EXIBILI DAD EN LOS NIÑ OS CO N TE A
El abordaje de estas emisiones pasa por comprender el contexto (quién está, qué
ocurre, cuándo) y valorar cuál es la causa y la función que estas emisiones pueden
tener. A veces, se relacionan con la búsqueda de atención y participación; otras,
con la queja o rechazo, indicación de cansancio, o son una respuesta al aburri-
miento buscando entretenerse con emisiones que les gustan.
116
RETAHÍL A S, P REGUNTA S REPETITIV AS Y OTROS U SOS ESTEREOTI PADOS DEL LE N GUAJE
Le encanta hablar en japonés y ha comenzado a hacerlo con los niños del colegio y con
sus abuelos
11 7
INFL EXI BI LI DAD EN LOS NIÑ OS CON T EA
En otros casos, puede ocurrir que el problema no sea de preferencia por un idio-
ma sino de rechazo a la lengua materna o una lengua que forma parte del progra-
ma de estudios incluso cuando el niño muestra habilidades para aprenderla. Por
ejemplo, rechazar que se hable en inglés alrededor de él cuando está escolarizado
en un colegio bilingüe inglés-español o, en los casos más complejos, rechazar que
se hable en una de las lenguas vehiculares en contextos claramente bilingües (por
ejemplo, catalán-castellano en Cataluña). Esta negativa puede llevar a algunos
niños a negarse a usar una lengua concreta o pedir a los demás que no la usen. En
algunos casos, pueden taparse los oídos o mostrar reacciones de clara ansiedad y
malestar, siendo necesario evaluar y planificar un proceso de tolerancia paulatina
y positiva al idioma rechazado con el objeto de promover un mayor bienestar, ac-
ceso a los aprendizajes y a la participación social del niño con TEA en el entorno.
Será necesario valorar el grado de malestar que le genera el idioma, con quién y
en qué actividades es más receptivo a escucharlo y determinar cuáles son los me-
jores momentos y los participantes óptimos para iniciar este abordaje.
Recuerda:
- --- ---- -- - - - --- -- ---- - ~ -
La inflexibilidad juega un rol en las manifestaciones peculiares del lenguaje que observamos en
los niños con TEA.
-- -
r Las ecolalias suelen tener un valor intencional y no se deben -- --
inhibir, pero algunas ecolalias que
causan malestar en el niño son obsesivas y requieren de un sistema de apoyo para su abordaje.
r
1
os apoyos visuales, .las historias sociales, las conversaciones en forma de historieta dibujada y
as estrategias de habituación y apoyo positivo son estrategias que se pueden usar para ayudar
al niño a manejarse con la inflexibilidad ligada al lenguaje.
-- -
Las preguntas perseverantes se pueden abordar desde la prevención, garantizando un
----
mayor bienestar en la anticipación de acontecimientos y desde la intervención, fomentando
habilidades de autogestión de sus propias preguntas.
11 9
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121
Capítulo 6
Diplodocus, velociraptor, branquiosaurrio
y demás seres prehistóricos:
los intereses restringidos
¿Qué es un interés?
pueden avistar desde ningún otro lugar, ir a ferias de cromos, exposiciones de co-
ches antiguos o leer sobre nuestros poetas y autores preferidos pueden ser tan solo
algunos ejemplos. La satisfacción que sentimos cuando desarrollamos nuestros
intereses es enorme y constituye una alternativa a todas las veces que hacemos
cosas que no nos apetecen tanto. Tener interés es pensar que nos merece la pena
seguir indagando sobre algo. Ese interés nos ayuda a permanecer más tiempo en
la tarea. En consecuencia, ese interés impulsa, acelera y promueve el aprendizaje
y la motivación. Cuando estamos interesados en algo, no nos cuesta dedicarle
tiempo y nos sentimos bien cuando lo hacemos. En consecuencia, interés es una
preferencia atencional y afectiva. Nos resulta más sencillo trabajar sobre aquello
que nos gusta y h acia lo que sentimos una disposición. Alguien a quien le gusta
pintar puede dedicar horas y horas a elaborar bocetos e ilustraciones. El interés
nos permite asumir un compromiso más profundo con la tarea.
Añadido a esto, los intereses ofrecen información muy valiosa acerca de lo que
para la persona es importante. Nuestras cosas y actividades preferidas cuentan
mucho de nosotros. Ofrecen información sobre cómo buscar incentivos y activi-
dades con los que tener el éxito asegurado: según para quien, un concierto, una
visita a una exposición, una tarde en el zoo, una revista sobre animales, un catálo-
go de herramientas mecánicas o volver a escuchar una canción preferida pueden
ser grandes recompensas cuando esos son los contenidos que más nos gustan.
¿Qué son los Intereses Circunscritos (IC) o Intereses Restringidos en las personas con TEA?
Algunos autores han clasificados los intereses más habituales entre las personas
con TEA en los siguientes grupos:
> Interés por las propiedades físicas de los objetos: los niños y niñas peque-
ños con TEA cuyos intereses se encuentran en esta categoría disfrutan,
entre otras cosas, averiguando cómo funcionan los electrodomésticos, las
máquinas o las luces
> Matemáticas: las personas con TEA cuyos intereses tienen que ver con
las matemáticas disfrutan manejando y escribiendo números, recordando
fechas, hacen horarios y calendarios, les interesan las medidas los relojes,
contar ...
> Biología: interés por las plantas, los animales y la naturaleza en general
> Taxonomía: fascinación por las categorías, las listas y las taxonomías.
126
DIPLOOOCUS, VELOCIRAPTOR, BRANQUIOSAURIO Y DEMÁS SERES PREHISTÓRICOS: LOS INTERESES RESTRINGIDOS
Todavía se sabe poco acerca de cuáles son las semejanzas y diferencias que tienen
estos intereses con los que muestran las personas con un desarrollo neurotípico
(NT). En ocasiones se ha mencionado que las diferencias tienen más que ver con
las consecuencias que con el contenido. Esto quiere decir que, en las personas
con un desarrollo tradicional, los intereses servirían para conectar con los demás
mientras que en los niños y niñas con TEA estos intereses producirían mayor
aislamiento social. Las causas posiblemente están relacionadas con su naturaleza
idiosincrásica o su intensidad. En esta línea, son muy interesantes los trabajos que
se han realizado comparando los intereses de las personas NT con los intereses
de las personas con TEA. Entre los hallazgos más significativos cabría mencionar:
> Habitualmente, los intereses circunscritos de las personas con TEA no tie-
nen un contenido social.
> El contenido de los intereses de las personas con TEA suele tener que ver
con hechos y objetos y en las personas neurotípicas tiene más que ver con
los deportes y las personas.
Los Intereses Circunscritos (IC) a lo largo del tiempo: ¿qué podemos esperar?
En este sentido, se sabe que los niños y niñas que en la etapa preescolar tienen un
predominio de síntomas que denotan inflexibilidad tienden a mostrar una peor
evolución. Esto es, los niños que tienen más inflexibilidad comportamental en
los seis primeros años de vida muestran peor pronóstico. La explicación podría
residir en el hecho de que esas actividades e intereses estereotipados y repetitivos
se llevarían a cabo a costa de otras actividades cognitivas, comunicativas y sociales
127
I NFL EXIB I LI D AD EN LOS N I ÑO S CON T EA
En relación con lo que ocurre a lo largo del tiempo con los intereses repetitivos
y circunscritos que muestran las personas con TEA de buen nivel de funciona-
miento cognitivo, se ha observado que en la edad adulta existe una disminución
en los síntomas nucleares que afectaban a la interacción y la comunicación, pero
no pasa lo mismo con los síntomas relacionados con la inflexibilidad, que per-
sisten a lo largo del tiempo y, en ocasiones, incluso aumentan. En consecuencia,
los síntomas relacionados con los intereses restringidos y circunscritos persisten y
aumentan en intensidad con los años.
Sin embargo, con el transcurso del tiempo, parece haber una modificación en
el contenido de estos intereses, que en los más pequeños suele hacer referencia a
objetos mecánicos y en las personas adultas suele tener más que ver con las redes
sociales, los ordenadores o el arte. A veces estos intereses se presentan durante la
infancia a través de un marcado interés por un objeto (por ejemplo, la lavadora)
y, poco a poco, se va complejizando hasta centrarse en un contenido específico
(por ejemplo, el funcionamiento de los electrodomésticos).
TEA como si fueran síntomas. Y no les falta razón. A veces, conductas que en un
niño o una niña con un desarrollo tradicional pasarían desapercibidas se inter-
pretan como problemáticas cuando las realiza una persona con TEA. ¿Cuál es la
diferencia entre el afán coleccionista y un interés restringido? ¿Entre una pasión
y un interés restringido? Como hemos comentado, responder a esa pregunta no
resulta sencillo, pero existen algunas ideas que nos pueden ayudar:
> El interés que muestran las personas con un desarrollo normotípico por
los contenidos que les gustan habitualmente no es tan elevado con el que
muestran las personas con TEA hacia los suyos. La intensidad aquí es muy
importante.
> Los intereses restringidos en las personas con TEA pueden tener un origen
neurocognitivo diferente del que tienen los intereses de las personas con
un desarrollo tradicional. En este sentido, el déficit en el funcionamien-
to ejecutivo podría explicar la aparición de algunos de estos intereses. En
consecuencia, estos intereses serían el reflejo de un déficit más profundo a
nivel cognitivo que impediría inhibir conductas o flexibilizar la acción y el
pensamiento, entre otros.
129
INFLEXIBI LIDAD EN LOS N IÑOS CON T EA
> Son una fuente de satisfacción y disfrute para las personas con TEA. Inda-
gar y aprender sobre aquello que más les gusta promueve su felicidad y su
bienestar personal.
> Permiten desarrollar una afición que ayuda a emplear el tiempo libre de un
modo más funcional.
> Algunos de estos intereses pueden servir para promover el ocio compartido
entre personas con y sin TEA ayudando a crear una interacción basada en
el interés mutuo entre personas que comparten una misma pasión.
130
DIPLODOCUS, VELOCIRAPTOR, BRANQUIOSAURIO Y DEMÁS SERES PREHISTÓRICOS: LOS INTERESES RESTRINGIDOS
Las estrategias de intervención serán diferentes en función del objetivo que bus-
quemos:
1. disminuir,
2. aprovechar o
3. promover los intereses.
Una valoración minuciosa acerca de qué es mejor para cada niño y niña con TEA
será la que nos ayude a tomar la mejor decisión acerca de cómo trabajarlos.
Esta será nuestra estrategia siempre que los intereses sean adecuados y que el
problema resida en el tiempo que se les dedica o el contexto en que aparecen.
131
IN FLEXIBILI DAD EN LOS NIÑOS CON TE A
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132
DIPLODOCUS, VELOCIRAPTOR, BRANQUIOSAURIO Y DEMÁS SERES PREHISTÓRICOS: LOS INTERESES RESTRIN GIDOS
> Delimitar el número de objetos (en el caso de las "colecciones"): hay ni-
ños con TEA que tienden a acumular objetos relacionados con su interés
absorbente o fascinación. Por ejemplo, pueden ir recogiendo piedrecitas
por la calle para guardarlas todas en casa o ir acumulando panfletos publi-
citarios que encuentran por la calle. En estos casos es aconsejable limitar la
cantidad de objetos que pueden guardar. Un recurso útil puede ser utilizar
la clásica caja con compartimentos (típicas para guardar cosas de costura o
pequeñas herramientas) y enseñarle a colocar una piedra en cada compar-
timento. Cuando coja una piedra nueva, tendrá que quitar (y tirar) alguna
vieja que esté en la caja para sustituirla por la nueva.
> Delimitar las personas: puedo hablar de dinosaurios con mis padres, pero
con nadie más. En este caso se puede utilizar un apoyo visual ("círculos de
confianza'') que muestre las distintas personas del entorno del niño con
TEA y los temas de conversación adecuados con cada uno de ellos.
133
INFLEX I BILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
> Usando su interés como incentivo o premio por haber realizado previamente
alguna actividad o tarea en la que no tenía tanto interés. Por ejemplo, ex-
plicarle al niño o niña con TEA que después de hacer sus tareas del colegio
podrá ver su libro de dinosaurios. De este modo, saber por adelantado que
después tendrá tiempo para realizar su pasión puede aligerar la carga de
tener que hacer ahora los deberes.
> Empleando sus Intereses Circunscritos para favorecer una interacción real con
otras personas que compartan el mismo interés en contextos naturales (por
ejemplo, hablar de video juegos, personajes de ficción, etc.).
> Intentando transformar los intereses desarrollados en solitario por intereses desa-
rrollados en compañía. En este caso nuestro objetivo sería ir introduciéndonos
en la actividad de la persona con TEA. Para ello, vamos a intentar participar
en sus aficiones: si el niño pasa tiempo jugando con sus trenes, intentaremos
jugar con él, en el mismo circuito o en un juego en paralelo. Si el niño dis-
fruta aprendiendo sobre un tema específico (por ejemplo, el funcionamiento
de la lavadora o el ascensor), responderemos a sus preguntas y potenciare-
mos excursiones, visitas a museos, lecturas o cualquier otra actividad que
nos permita implicamos en el interés del niño con TEA y acompañarlo. Por
ejemplo, si le gustan los trenes, procuraremos ser parte de ese interés visitan-
do exposiciones, viendo películas juntos, construyendo maquetas de trenes,
jugando con un circuito en el que cada uno mueva una máquina, etc.).
13 4
DIPLODOCUS, VELOCIRAPTOR, BRANQU IOSAURIO Y DEMÁS SERES PREHISTÓRICOS: LOS INTERESES RESTRINGIDOS
> Empleando sus intereses como foente de tranquilidady satisfacción, por ejem-
plo, elaborando un álbum de fotografías en el que vengan imágenes de
sus objetos y temas preferidos al que pueda recurrir en momentos de gran
estrés o ansiedad para tranquilizarse. Por ejemplo, hacer un álbum con sus
personajes preferidos de Disney para que pueda ojearlo antes de enfrentar-
se a una actividad que le ponga nervioso.
> Siempre que sea posible conviene procurar conectar los contenidos actua-
les (que resultan nuevos y no tan atractivos) con conocimientos previos.
Relacionar unos aprendizajes con otros es muy importante. Por ejemplo, si
ya le gustan los animales marinos, podemos probar con animales de otros
hábitats. Introducir nuevos intereses ampliando los que ya tiene puede ser
una excelente estrategia para aumentar el conocimiento.
> Es importante favorecer la posibilidad de elegir; para ello, pueden ser espe-
cialmente útiles los apoyos visuales en los que con un diagrama se planteen
las opciones que hay y se ofrezca la posibilidad de valorar las ventajas e
inconvenientes de cada una de ellas. Trabajar la elección aumentará la mo-
tivación de la persona con TEA.
cabo ese interés, y, por otro lado, se puede potenciar ese interés y sacar provecho
del mismo, empleándolo como premio tras haber hecho otras cosas que le gustan
menos. Saber combinar las estrategias adecuadas será algo que se irá consiguien-
do poco a poco con la práctica y la experiencia.
Mi hijo dedica todo su tiempo libre a ver Google Earth en el ordenador y localizar cada
punto geográfico del planeta. No quiere salir de casa ni realizar ninguna otra actividad
en familia porque no quiere dejar de hacer esa actividad.
> Aprovechar el interés como incentivo: siempre que sea posible, se intentará poner
la actividad de consultar Google Earth después de haber realizado una activi-
dad costosa o poco interesante para el niño, de tal modo que esa consulta sirva
como premio e incentivo por haber hecho algo que no le gustaba tanto.
2. Provoca extrañeza, pero sobre todo hace que la casa siempre esté llena de
papeles cada vez más sucios y viejos.
En este caso podría ser adecuado utilizar un libro de fotos pequeño en el que las
páginas son de plástico transparente y con una abertura para meter las imágenes.
En este caso, en vez de fotografías se utilizaría para meter y guardar sus recortes.
Una vez que esté lleno habrá que mostrarle que, si quiere un nuevo recorte, ten-
drá que deshacerse de uno viejo para guardarlo en su lugar.
Paralelamente se puede utilizar ese interés para ampliar las actividades que rea-
liza; por ejemplo, se le puede enseñar a copiar los logotipos y escribir/copiar
sus nombres (reforzando la grafomotricidad), se le puede enseñar a escribir las
marcas publicitarias en un buscador de internet para ver imágenes sobre estas
o construir un loto (juego de encontrar parejas) con imágenes de sus lagos
favoritos.
Se entretiene elaborando listas de números. A veces, no puede realizar sus tareas en clase
porque está escribiendo los números del 7 al 20 en secuencias interminables.
137
INFLEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CO N TEA
> Aprovechar el interés como incentivo: siempre que sea posible, se intentará
proponer esta actividad después de haber realizado otra que a la persona
con TEA le resulte muy costosa o poco interesante.
> Transformar esa actividad en solitario en una actividad en compañía: por ejem-
plo, proponiendo que, por turnos, escribamos un número cada uno o dibu-
jando para la persona con TEA cantidades asociadas a los números, etc.
l personal.
Saber cuándo y cómo intervenir sobre los intereses restringidos y circunscritos dependerá de
una valoración individual.
f .
, Existen estrat egias de intervención dirigidas a limitar los intereses circunscritos y estrategias
dirigidas a incentivarlos o "sacar provecho" de ellos como vía para impulsar nuevos intereses y
¡ aprendizajes.
138
7
POTENCIANDO EL PENSAMIENTO FLEXIBLE
Y LA CAPACIDAD CREATIVA
13 9
Capítulo 7
Potenciando el pensamiento flexible
y la capacidad creativa
Esa capacidad generativa va más allá de poder crear ficciones o de jugar de forma
creativa. Cuando nos enfrentamos a un problema, tener la habilidad de pensar en
posibles soluciones es lo que nos permite afrontarlo sin frustrarnos y con la segu-
ridad de que, de una manera u otra, podremos resolverlo. Pongámonos en la si-
tuación de que hemos planificado una tarde en el cine para ver una determinada
película. Al intentar comprar las entradas nos informan que la sala ya está llena.
Seguramente experimentaremos cierta decepción, pero, tras unos minutos, co-
menzaremos a pensar en alternativas para nuestra tarde. Enseguida valoraremos
las distintas opciones que tenemos: ir a otro cine, buscar otra película que nos
interese, cambiar el plan y hacer otra actividad, etc. Y entre todas esas opciones,
elegiremos aquella que consideremos mejor. Algo que, a priori parece muy sen-
cillo, exige a nuestro cerebro flexibilidad y, en concreto, la habilidad de generar
ideas nuevas. El pensamiento flexible nos permite enfrentarnos a situaciones y
problemas nuevos con seguridad y creatividad.
A medida que los niños con TEA van adquiriendo y desarrollando el lenguaje
oral, sus comentarios, explicaciones y preguntas dejan al descubierto esa marca
de inflexibilidad de la que venimos hablando. Inflexibilidad que, como describi-
mos en las siguientes páginas, impregna gran parte de su pensamiento.
Cuando un niño con TEA borra una y otra vez una letra que acaba de escribir
porque no tiene el aspecto adecuado, expresa la frustración que le provoca esa
concepción tan rígida de lo "correcto". Cuando una niña con TEA llora deses-
perada porque mañana tiene que volver al colegio, a ese lugar horrible donde sus
compañeros no cumplen la norma de estar callados en clase, es la falta de flexibi-
lidad en su manera de pensar la que le lleva a mostrar un sentido de la justicia y
del bien y del mal tan extremo. Ese mismo problema es el que está en el origen
de su enfado cuando, al no poder encontrar las fichas del Parchís, se niega en ro-
tundo a jugar usando las fichas del juego de la Oca. "Las fichas del Parchís son para
el Parchís y las de la Oca son para la Oca" - argumenta la niña a su compañero de
juegos mientras este la mira atónito sin entender dónde está el problema.
Las manifestaciones del pensamiento rígido en los niños con TEA son variadas.
Sobre la base de lo que hemos descrito en el apartado anterior, resulta fácil prever
143
INFLEXIBILIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
cuáles son las consecuencias de la falta de flexibilidad tan característica del pen-
samiento de estos niños. La tendencia a desarrollar un pensamiento inflexible les
puede llevar a mostrar:
Muchas familias de niños con TEA describen las dificultades que muestran
sus hijos ante los cambios de actividad. Esas situaciones suelen desencade-
nar rechazo y enfados. La dificultad para cambiar el foco atencional de una
actividad para dirigirlo a otra es una manifestación típica del pensamiento
inflexible.
Para una mente inflexible las actividades tienen un principio y un fin cla-
ros. Las cosas no se dejan a la mitad ni se interrumpen antes de terminarlas.
Por eso es frecuente que los niños con TEA se disgusten cuando no les da
tiempo a finalizar la tarea que estaban haciendo, cuando alguien interrum-
pe un comentario o explicación que estaban dando (tras la interrupción,
suelen volver a exponer su argumento desde el principio) o cuando no les
dejan ver un capítulo de dibujos hasta el final.
144
POTENCIANDO EL PENSAMIENTO FLEXIBL E Y LA CAPACIDAD CREATIVA
oo o
o
o o o
Hay niños que ante preguntas tan corrientes y habituales como ¿cuál es
tu comida favorita?, manifiestan esa marcada indecisión y duda. Incluso
pueden llegar a mostrar irritabilidad por no ser capaces de elegir "la mejor
comida"; es como si al elegir una, defraudasen o traicionasen a los otros
alimentos que también les gustan.
Por ejemplo, con cacerolas podemos jugar a "tocar el tambor". Con dos o
eres cacerolas y unos palos, hacemos música golpeando sobre ellas como
si fuesen unos tambores o una batería. Después de jugar un rato (o al día
siguiente), le proponemos jugar con sus muñecos favoritos representando
que se van a la piscina. Como piscina utilizaremos una de las cacerolas que
anteriormente usamos como tambor. Otro día podemos utilizar esas mis-
mas cacerolas para disfrazarnos de "caballeros", usándolas como sombrero.
El objetivo es que el niño compruebe que un mismo objeto puede tener
usos diferentes y servir para muchas cosas distintas. En función de las com-
petencias del niño, también le podemos pedir que sea él el que sugiera, en
el siguiente juego, para qué podríamos usar las cacerolas.
147
IN FLEXIBI LIDAD EN LOS NIÑOS CON TEA
Con algunos de los juegos que el niño conoce podemos proponerle que
en cada partida se introduzca algún cambio en las reglas del juego. Por
ejemplo, con la Oca se puede decidir que cuando se caiga en una "casilla de
oca", se salta a la siguiente oca más uno ("de oca a oca y una casilla más").
Es posible que al principio esta modificación no le guste. Por eso se debe
alternar una partida con las reglas originales con otra con la modificación.
Cuando acepte bien el cambio, se puede introducir otra norma nueva o
pedirle que sea él el que se la invente. Es importante que cuando se haya
inventado una norma, reforcemos su "originalidad". Podemos comentar
que nos gusta mucho la regla que se ha inventado o, al finalizar la partida,
expresar que el juego ha sido muy divertido por ese cambio que ha pro-
puesto.
148
POTENCIANDO EL PENSAMIENTO FLEXIBLE Y LA CAPACIDAD CREA- :,_
• G
Tareas de resolución de conflictos
> Provocar situaciones en las que falte algún material necesario para realizar
una actividad.
Se puede utilizar cualquier juego con fichas (Oca, Parchís, etc.) para fin-
gir que estas se han perdido y que hay que utilizar otra cosa en su lugar.
Entonces preguntamos al niño qué podría sustituir a las fichas (se podrían
utilizar fichas hechas con plastilina o con papel, monedas diferentes, cha-
pas de diferentes colores, etc.).
> Plantear situaciones en las que se describa un problema ante el cual el niño
tenga que proponer una o varias soluciones.
Por turnos podemos ir comentando para qué podríamos usar, por ejemplo,
una piedra (para sujetar papeles, para partir nueces, para sujetar la puerta,
etc.). A modo de lluvia de ideas, se deben ir diciendo todas las cosas que
nos ocurran. Es importante no juzgar las ideas del niño, aunque estas re-
sulten poco funcionales, ya que el objetivo no es que sus propuestas sean
prácticas, sino que sea capaz de producir diferentes ideas.
También se pueden utilizar las escalas para enseñarles a identificar los "tamaños
de los problemas" y ayudarles, de esta manera, a que no muestren un pensamien-
to tan "catastrofista". Les podemos enseñar que los problemas pueden ser peque-
ños, medianos o grandes. Será necesario describir las características que definen
a cada tipo de problema, así como la respuesta o reacción esperada con cada uno
de ellos. También es importante poner, en cada categoría, ejemplos relacionados
con situaciones que ellos hayan vivido. Esa explicación se tendrá que ajustar a la
151
IN FLEXIBILIDAD EN LOS N IÑOS CON TEA
PROBLEMA MEDIANO
PROBLEMA PEQUEÑO Supone algún daño a
No supone daño a cosas objetos.
nia mí. Supone daño emocional
Yo solo encuentro la (por ejemplo, un insulto).
solución. Tardo unas horas en
No hay repercusiones para encontrar la solución y
nadie. necesito la ayuda de otra
persona.
Ejemplos: se rompe la punta
del lápiz, un compañero no Ejemplos: un compañero me
me deja jugar, pierdo en rompe un dibujo, alguien me
un juego, tengo muchos insulta, alguien amenaza con
deberes. pegarme.
IMPORTANTE: EL TAMAÑO DE MI REACCIÓN TIENE QUE COINCIDIR CON EL TAMAÑO DEL PROBLEMA
MIS REACCIONES
REACCIÓN GRANDE
REACCIÓN PEQUEÑA
Como hemos visto, las personas que muestran un pensamiento rígido e inflexi-
ble suelen tener dificultades a la hora de elegir. Para ellos, la posibilidad de tener
varias opciones entre las que escoger, más que un privilegio, es un reto difícil de
llevar a cabo.
Como en los casos anteriores, podemos utilizar una serie de actividades y estra-
tegias para ayudarles a que esos momentos de elección no les resulten tan com-
plicados.
Con todo lo expuesto en este apartado queremos resaltar la idea de que, desde
edades tempranas, es importante trabajar el pensamiento flexible. Este objetivo,
aunque ha estado bastante "olvidado" en los programas de intervención, debería
tener un peso e importancia similar al que damos a la estimulación del desarrollo
socio-comunicativo de los niños con TEA.
No acepta sus errores ni equivocaciones, aunque sean por cosas sin importancia
Es frecuente que los niños con TEA, cuando cometen un error, tiendan a atribuir
la responsabilidad a algún factor completamente ajeno a ellos. Pueden culpabi-
lizar a otra persona o buscar una causa externa que les exima de cualquier impli-
cación. Si se les ha olvidado llevarse un libro al colegio, culpan a sus padres de
no habérselo recordado. Si mientras manipulan un juguete se les cae y se rompe,
comentan que la culpa ha sido de su hermana por haberlos distraído (aunque ella
estuviese jugando tranquilamente) . Incluso si se tropiezan con una mesa, pueden
enfadarse con sus padres por haberla puesto ahí. Les cuesta mucho aceptar que
el error ha sido suyo, incluso en situaciones en las que nadie se enfada ni hay
grandes consecuencias.
Es evidente que en esos casos los errores propios les generan ansiedad y por eso
les cuesta tanto aceptar su responsabilidad. Esa ansiedad está provocada por
los pensamientos que generan cuando cometen un error: "soy un desastre",
"todo me sale mal", etc. Es decir, pensamientos catastrofistas y extremos (deri-
vados del pensamiento polarizado). Por eso, la manera de ayudar a esos niños
a mejorar su comprensión y aceptación de los errores pasa por enseñarles a:
1) identificar los pensamientos catastrofistas que están generando, 2) sustituir
154
POTENCIANDO EL PENSAMI EN TO FLEXIBLE Y L A CAPACI DAD CREATIVA
2. Aprender a sustituir esos pensamientos inútiles por otros más adecuados y positivos.
3. Conocer los distintos tipos de errores y las respuestas que podemos dar.
El último paso será explicarle que existen distintos tipos de errores. Los "erro-
res por despiste" (cuando nos hemos equivocado porque no hemos prestado
atención, porque hemos hecho algo muy rápido o porque nos hemos distraí-
do), los "errores por accidente" (cuando hemos hecho algo mal sin querer) y
los "errores por desconocimiento" (fallos que cometemos porque no tenía-
mos toda la información). Se puede elaborar una tabla con tres columnas. En
la primera se explica cada error, en la segunda se describen algunos ejemplos
y en la tercera se comentan las respuestas que podemos dar para solucionar
el error. Esta tercera columna es muy importante porque ayudará al niño a
darse cuenta de que los errores se pueden corregir siempre y cuando nuestra
única respuesta no sea enfadarnos o responsabilizar a los demás.
155
I NFLEXI BI LIDA D EN LOS NI Ñ OS CON T EA
En esa tercera columna se deben incluir respuestas diferentes para cada tipo de
error. Ante los "errores por despiste" la solución suele ser volver a intentarlo
prestando más atención. La solución para los "errores por accident~" sería pedir
perdón y corregir lo que hemos hecho mal. Por último, cuando cometemos un
"error por desconocimiento" podemos pedir ayuda, buscar la información que
nos falta o practicar la habilidad que no se nos da bien. Con toda esa informa-
ción, se podría elaborar una tabla como la siguiente:
Cuando hay algo que le preocupa "entra en bucle" y cuesta mucho que se deshaga de ese
pensamiento
En estos casos, el trabajo tiene que estar dirigido a que el niño adquiriera mejor
control de sus pensamientos. Es decir, que sea capaz de inhibirlos, pararlos o blo-
quearlos cuando se lo proponga. Para ello, se suele utilizar una estrategia centrada
en delimitar el momento en el que se puede hablar de sus pensamientos o preo-
cupaciones. Se debe establecer con el niño un momento concreto del día durante
el cual podrán hablar tranquilamente de todo lo que le preocupa. Ese tiempo,
que se puede llamar "la hora de las preocupaciones", debe tener un horario y una
duración concreta (por ejemplo, media hora todos los días después de merendar).
Durante ese rato, hay que escuchar al niño, prestar atención a sus preocupaciones
y pensamientos, aclarar sus dudas, etc., sin tratar de interrumpirle o de cambiar
de conversación. Una vez que acabe el "tiempo de las preocupaciones", no se
volverá a hablar de ello hasta el día siguiente a la misma hora. De esta manera,
por una parte, los niños saben que podrán hablar de esas cosas que les preocupan
(lo cual les dará tranquilidad y seguridad) y, por otra, irán adquiriendo mejor
dominio y control de sus pensamientos. Si en momentos diferentes a la hora de
las preocupaciones se muestra inquieto y nervioso porque quiere hablar del tema,
hará que proponerle alguna actividad motivante o conversar sobre otros temas
que le interesen para ayudarle a desviar su atención.
157
I N FLEX I BI LID A D EN LO S NIÑOS CON TEA
Es incapaz de dejar una actividad sin terminar, aunque se le explique que la retomará en
un rato
Las reacciones de enfado y malestar ante las interrupciones o cuando tienen que
cambiar de actividad sin haber finalizado la anterior, son muy comunes en los
niños con TEA. Aunque se trate de controlar el entorno y planificar las activida-
des hasta el más mínimo detalle, es inevitable que de vez en cuando se produzca
alguna interrupción. Por eso es importante ayudarles a que se habitúen a ese tipo
de situaciones con el objetivo de que las vivan con menos angustia y enfado.
En el caso de las interrupciones, una vez que el niño tolere la situación que hemos
descrito sin enfadarse, podemos ir aumentando la exigencia de varias maneras:
En función de las características del niño se deberá elegir que opción es mejor (es
decir, que opción le resulta más fácil de tolerar) pero, en ningún caso, se deben
modificar los tres factores a la vez.
~
En los niños con TEA el pensamiento inflexible se manifiesta en:
1) dificultad para generar ideas nuevas y proponer soluciones ante problemas,
2) pres(;'!ncia de enfados ante las interrupciones o cambios de actividad,
3) presencia de pensamientos recurrentes que generan malestar,
4) dificultad para tomar decisiones y elegir y
5) presencia de juicios y razanamientos excesivamente dicotómicos.
159
1 1
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