Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Job 10:8 NVI »Tú me hiciste con tus propias manos; tú me diste forma.
Fuiste formado para servir a Dios.
Dios formó a cada criatura de este planeta con un área especial de
habilidades. Algunos animales corren, algunos saltan, algunos nadan,
algunos cavan y algunos vuelan. Cada uno tiene un papel en particular
que jugar, basado en la manera en que fueron formados por Dios. Lo
mismo pasa con los seres humanos. Cada uno de nosotros fue diseñado
especialmente, o formado, para hacer ciertas cosas.
Antes de diseñar un nuevo edificio, los arquitectos primero se preguntan,
"¿Cuál será el propósito? ¿Cómo será usado?" La función propuesta
siempre determina la forma del edificio. Antes de que Dios te creara,
decidió qué papel quería que jugaras en la tierra. Él planeó exactamente
cómo quería que lo sirvieras y te formó para esa tarea. Por eso eres como
eres.
Efesios 2:10 NVI Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica. La palabra poema viene de la palabra
griega traducida como "hechura", "artesanía". Eres una obra de arte
hecha a mano por Dios. No eres un producto de una línea de producción,
producido en masa. Eres una obra maestra original, única y hecha a la
medida.
Deliberadamente, Dios te moldeó y formó para que lo sirvas de una forma
que hace que tu ministerio sea único. Cuidadosamente mezcló el cóctel de
ADN que te creó. David alabó a Dios por esta increíble atención personal.
Salmos 139:13-14 NBV Tú hiciste todas las delicadas partes internas de
mi cuerpo y las uniste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por haberme
hecho tan admirable! Es admirable pensar en ello. Maravillosa es la obra
de tus manos, y eso lo sé muy bien. Dios no solo te formó antes que
nacieras, Él planeó cada día de tu vida para apoyar su proceso para
formarte. David continuó, Salmo 139: 16b NTV Cada día de mi vida
estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que
un solo día pasara. Esto significa que nada de lo que pasa en tu vida es
insignificante. Dios usa todo para formarte para ministrar a otros y te
forma para servirlo a Él.
Dios nunca desperdicia nada. Él no te daría habilidades, intereses,
talentos, dones, personalidad y experiencias en la vida si no tuviera
intenciones de usarlos para Su gloria. Al identificar y entender estos
factores, puedes descubrir la voluntad de Dios para ti.
Cuando Dios nos da un trabajo, nos equipa con lo necesario para
cumplirlo. A esta combinación de aptitudes se le llama moldear o dar
FORMA:
Formación espiritual.
Oportunidades.
Recursos.
Mi personalidad.
Antecedentes.
1. Formación espiritual.
Dios le da a cada creyente dones espirituales para ser usados en el
ministerio. Son habilidades especiales dadas por Dios a los creyentes para
servirle. No puedes obtener los dones espirituales o merecerlos, ya que
son regalos. Son una expresión de la gracia de Dios para ti. No puedes
escoger los dones que quieras tener; Dios es quien los determina. Pablo lo
explicó: 1 Corintios 12:11 NTV Es el mismo y único Espíritu quien
distribuye todos esos dones. Solamente él decide qué don cada uno debe
tener.
Debido a que Dios le gusta la variedad y Él quiere que seamos especiales,
un mismo don no es dado a todos. Además, ningún individuo recibe todos
los dones. Si los tienes todos, no necesitas de otro, y eso podría estropear
algunos de los propósitos de Dios; Él nos enseña a depender unos de
otros.
Tus dones espirituales no se te fueron dados para tu beneficio sino para el
de otros, así como dones fueron dados a otras personas para tu beneficio.
1 Corintios 12:7 NTV A cada uno de nosotros se nos da un don espiritual
para que nos ayudemos mutuamente. Dios lo planeó de esta manera para
que nos necesitáramos unos a otros. Cuando todos estamos usando
juntos nuestros dones, todos nos beneficiamos. Si otros no usan sus
dones, tú pierdes, y si tú no usas tus dones, ellos pierden. Por eso es que
se nos manda a que descubramos y desarrollemos nuestros dones
espirituales. ¿has tomado el tiempo para descubrir tus dones espirituales?
Un regalo que no ha sido abierto no sirve para nada.
5. Antecedentes.
Tú has sido formado por tus antecedentes en la vida, tus experiencias, la
mayoría de las cuales estuvo fuera de tu control. Dios permitió todas ellas
para su propósito de moldearte.
Para determinar tu forma para servir a Dios, debes examinar al menos
seis clases de experiencias en tu pasado:
• Familiares: ¿Qué aprendiste al crecer en tu familia?
• Educacionales: ¿Cuál fue tu materia preferida en la escuela?
• Vocacionales: ¿En qué trabajo has sido efectivo y has disfrutado más?
• Espirituales: ¿Cuál ha sido tu momento más importante con Dios?
• Ministeriales: ¿Cómo has servido a Dios en el pasado?
• Dolorosas: ¿Qué has aprendido de problemas, heridas y pruebas?
Esta última categoría, las experiencias dolorosas, son las que Dios más
usa para prepararte para el ministerio. ¡Dios nunca desperdicia una
herida! Tu mayor ministerio surgirá de tu mayor herida. ¿Quién podría
ayudar mejor a un alcohólico a recuperarse que la persona que luchó
contra este demonio y se liberó? ¿Quién podría consolar mejor a una
mujer cuyo marido la dejó por otra, que la mujer que pasó por esa
agonía?
Dios permite intencionalmente que pases por experiencias dolorosas para
equiparte para que ministres a otros. 2 Corintios 1:4 NTV Él nos
consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos
consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles
el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros.
Si realmente deseas ser usado por Dios, debes entender una gran verdad:
las experiencias que más has resentido, que más te han hecho sentir
remordimiento, esas que has querido esconder y olvidar, son las que Dios
quiere usar para ayudar a otros. ¡Ellas son su ministerio!
Para que Dios use tus experiencias dolorosas, debes compartirlas, dejar
de encubrirlas y sinceramente admitir tus defectos, fracasos y temores.
Hacer esto será tu ministerio más efectivo. Las personas se sienten más
alentadas cuando compartimos cómo la gracia de Dios nos ayudó en
nuestra debilidad que cuando nos jactamos de nuestras fortalezas.
Pablo admitió: 2 Corintios 1: 8-10 NTV Amados hermanos, pensamos
que tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en
la provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra
capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. De
hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en
nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los
muertos. Efectivamente él nos rescató del peligro mortal y volverá a
hacerlo de nuevo. Hemos depositado nuestra confianza en Dios, y él
seguirá rescatándonos, Si Pablo hubiera ocultado su experiencia de duda y
de depresión, millones de personas jamás se hubieran beneficiado de ello.
Sólo las experiencias compartidas pueden ayudar a otros. ¿Qué vas a
hacer con lo que te ha pasado? No desperdicies tu dolor; úsalo para
ayudar a otros.
* Recuerda: Serás más efectivo cuando uses tus dones espirituales y tus
habilidades en el área del deseo de tu corazón, y de una manera que
mejor exprese tu manera de ser (personalidad) y tus experiencias. Cuanto
más estrecha sea la aproximación, más exitoso serás.