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Astrología

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No debe confundirse con la astronomía, el estudio científico de los cuerpos celestes.
Homo signorum o El hombre anatómico, u Hombre
zodiacal, ilustración tomada del libro Las muy ricas horas del Duque de
Berry, iluminado por los hermanos Limbourg; patrocinado por el duque Juan I de
Berry. Palacio museo de Chantilly, Chantilly, Francia. (Ms. 65, fol. 14v).

Este artículo contiene caracteres


especiales. Si se ve incorrectamente,
consulte Ayuda:Caracteres
especiales.

La astrología, en su acepción más amplia, es un conjunto de tradiciones


y creencias que sostienen que es posible reconocer o construir un significado de
los eventos celestes y de las constelaciones, basándose en la interpretación de su
correlación con los sucesos terrenales; este paralelismo se utiliza como método
de adivinación y de inferencia del carácter de las personas. 1 Además de
la astrología occidental, la astrología china y la hindúa o védica también se han
vuelto populares en Europa y América.3 En general, las predicciones de la
astrología carecen de validez científica o capacidad explicativa de acuerdo a los
estándares de la ciencia moderna y son a menudo consideradas
como pseudocientíficas.4
La astrología occidental tiene sus orígenes durante los tiempos precristianos
en Babilonia y en el antiguo Egipto.5 En la astrología moderna occidental son
reconocibles las bases y principios de interpretación así como también los
cálculos, que son heredados de la astrología helenística que a su vez los heredó
de la grecoegipcia Alejandría. Es a partir de ese entonces que surge
la astronomía como un sistema de observación y detección matemática del cielo
libre de interpretaciones, manteniéndose durante mucho tiempo como una ciencia
auxiliar de la astrología.6
La astrología tiene en Europa una historia accidentada. Fue atacada y marginada
después de la elevación del cristianismo como la religión de estado del imperio
romano. Pero en las postrimerías de la Edad Media recuperó su reputación, y
desde el Renacimiento hasta el siglo XVII d. C., era aceptada como una ciencia.
Sin embargo y a raíz de la Ilustración, perdió credibilidad entre los académicos.
Desde 1900 surgió un nuevo interés en la astrología y desde 1960, gracias al
movimiento de la nueva era que apareció en el hemisferio occidental, recuperó su
popularidad.7
La ciencia moderna estudia a la astrología actual desde la perspectiva de
las ciencias de la religión y de la historia cultural.89

Etimología[editar]
La palabra astrología proviene del latín astrologĭa /astrologuía/ y esta del
griego ἀστρολογία /astrologuía/.10 Está compuesta por las palabras άστρον /ástron/
‘estrellas’, que a su vez viene de ἀστῆρ /astḗr/ ‘estrella’, ‘constelación’,
y λόγος /lógos/ ‘compendio’, ‘tratado’, ‘discurso’; en este caso su significado se
relaciona más con «discurso», pues λογία /loguía/ es un sufijo que denota, en
general, disciplina o material de enseñanza. 10
El lexema ἀστῆρ /astḗr/ está vinculado con las
raíces protoindoeuropeas *ster~/*~stel (sust.) ‘estrella’ presente en la palabra
castiza «estrella» que llega desde la latina «stella». También puede vérsele en:
astronomía, asteroide, asterisco, desastre, desastroso y muchas otras. 11
El lexema ~λογία /logíā/ viene de λόγος /lógos/ ‘palabra’, ‘expresión’ y está
vinculado a la raíz indoeuropea *leg~ ‘coger’, ‘escoger’, más el lexema ~ία /~íā/
‘acción’, ‘cualidad’. Este vocablo pasó a significar «discurso» y después «tratado»
y «ciencia». Puede vérsela en: biología, cardiología, dermatología, enología,
meteorología, metodología y muchas más.12
Etimológicamente hablando la astrología es «el discurso sobre las estrellas», que
se centra en mayor medida en el sol, la luna y los planetas del sistema solar y, en
menor medida, en las estrellas; como por ejemplo: Espiga, Antares y Regulus, y
en galaxias como Andrómeda.

Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la astrología

El observatorio Caracol en la antigua ciudad de Chichén


Itzá en México. Una escalera de caracol situada en el interior, y que semeja una especie
de caparazón, conduce a distintas ventanas que se encuentran orientadas hacia la
posición que ocupan los distintos planetas del firmamento en diferentes épocas del año.

Muchas culturas, como la hindú,b la china, la maya y otras más, le han atribuido
importancia a los eventos astronómicos, por lo que desarrollaron elaborados
sistemas para predecir los eventos terrestres basándose en las observaciones de
la bóveda celeste. En Occidente, la astrología muy a menudo consiste en un
sistema de horóscopos —diagrama que representa al cielo al momento de algún
evento—, y en la interpretación o lectura de la carta astral —gráfico que
representa al firmamento al momento del nacimiento de una persona—, lo que les
permite a la mayoría de astrólogos de oficio comprender el pasado, conocer el
presente y predecir el futuro,13 buscando así explicar las características de
la personalidad de un individuo basándose en las posiciones del sol, la luna y
otros cuerpos celestes.
Se estima que la astrología existe desde por lo menos el segundo milenio antes de
nuestra era y sus raíces parecen ser los calendarios agrícolas que se utilizaban
para predecir los cambios estacionales y para interpretar los ciclos celestes como
señales de comunicación divina.14 Una forma de astrología se practicaba durante
la primera dinastía mesopotámica (1950-1651 a. C). La astrología china se
desarrolló durante la dinastía Zhou (1046-256 a. C). Después del 332 a. C.,
la astrología helenística se mezcló con la astrología decánica, de origen egipcio,
concretamente de Alejandría, creando lo que se conoce como el horóscopo
astrológico. La conquista de Asia Menor por Alejandro Magno permitió la
propagación de la astrología a las antiguas Grecia y Roma. En esta última, la
astrología fue asociada con la «sabiduría caldea». Después de la conquista de
Alejandría por parte de los musulmanes, en el siglo VII d. C., la astrología fue
estudiada por los eruditos islámicos, quienes tradujeron los textos helenísticos
al árabe preclásico y al persa medio. Durante el siglo XII d. C. los textos árabes
fueron importados a Europa y traducidos al latín, lo que ayudó a iniciar
el Renacimiento europeo de ese siglo, cuando los principales astrónomos,
como Galileo Galilei (1564-1642), Tycho Brahe (1546-1601) y Johannes
Kepler (1571-1630), fungían como astrólogos de las respectivas cortes reales de
sus países. En la literatura renacentista aparecen referencias astrológicas en las
obras de poetas como Dante Alighieri (1265-1321) y Geoffrey Chaucer (1343-
1400) y de dramaturgos como Lope de Vega (1562-1635), Christopher
Marlowe (1564-1593), William Shakespeare (1564-1616) y Pedro Calderón de la
Barca (1600-1681).
A lo largo de su historia, la astrología fue aceptada en los contextos políticos y
académicos como una tradición erudita y era parte integral de otros estudios como
la astronomía, la alquimia, la meteorología y la medicina.15 Hacia el final del
siglo XVII d. C., nuevos conceptos como el heliocentrismo de la astronomía y
la mecánica newtoniana de la física, pusieron en duda los fundamentos de la
astrología, logrando con ello que la misma perdiese su posición académica y
teórica, y por esto la creencia común en ella se ha ido reduciendo en gran
medida.16
Antigüedad[editar]
Véanse también: Historia antigua y  Astrología babilónica.

Parte superior de una tablilla de arcilla, faltan el principio


del anverso y el final del reverso. Contiene pronósticos astrológicos. Es copia de la
llamada Tablilla de Venus de Ammisaduqa, del periodo neoasirio. Museo Británico.

La astrología, en su acepción más amplia, es la búsqueda de la lógica o el sentido


del cielo.17 Las primeras evidencias de esta búsqueda datan desde hace 25 000
años y consisten en marcas en huesos y en paredes de cuevas, que demuestran
que los ciclos lunares habían sido estudiados por los seres humanos en un intento
consciente para medir, registrar y predecir los cambios estacionales. 18 Este fue el
primer paso para registrar la influencia de la luna sobre las mareas y los ríos; y un
primer paso para la creación de un calendario común a estos dos tipos de
influencias.19 Los problemas agrícolas se resolvieron con el aumento de los
conocimientos de los momentos en los que las constelaciones aparecen durante
las diferentes estaciones del año, lo que permitió relacionar la presentación en el
cielo de ciertos grupos de estrellas con las inundaciones anuales o los momentos
estacionales propicios para ciertas actividades.20 Ya para el tercer milenio antes de
Cristo, varias civilizaciones tenían un sofisticado conocimiento de los ciclos
celestes que usaron para orientar los templos de tal manera que quedasen
alineados con el orto helíaco de las estrellas.21
Hay evidencias dispersas que sugieren que las inmemoriales y conocidas
referencias astrológicas son copias de textos aún más ancestrales escritos
durante la antigüedad. Existen reportes realizados durante el reinado del
rey Sargón I de Acad (2334-2279 a. C.) que dicen que la Tablilla de Venus de
Ammisaduqa fue recopilada en Babilonia aproximadamente en el año 1700 a. C.22
Una serie de rollos, los textos de los tiempos del Antiguo Testamento (alemán:
Texte aus der umwelt des Alten Testaments), documenta el uso temprano de
la astrología electiva, dubitativamente atribuido al gobierno
de Gudea de Lagash (c. 2144-2124 a. C.), en el que se describe cómo los dioses
le revelaron en sueños cuáles constelaciones le serían más favorables para
construir su planeado templo.23 Sin embargo, existe controversia sobre si
realmente estos rollos registran fielmente los hechos o si simplemente fueron
atribuidos a esos gobernantes en épocas posteriores. La evidencia más remota e
indiscutible del uso de la astrología como un sistema integrado de conocimiento
es, por lo tanto, la que se le atribuye a los registros de la primera
dinastía mesopotámica (1950-1651 a. C). Esta astrología tenía cierto paralelismo
con la helenística —conocida hoy como astrología occidental—, incluyendo al
zodiaco, un punto vernal cerca a los 9° de Aries, el aspecto trígono, las
exaltaciones planetarias y las doce divisiones de 30° cada una (dodecatemoria). 24
No obstante, los babilonios consideraron a los eventos celestes como posibles
señales más que como causas de eventos físicos. 24
El sistema astrológico chino fue confeccionado durante la dinastía Zhou (1046-
256 a. C.) y prosperó durante la dinastía Han (siglos II a. C. al II d. C). En este
sistema todos los elementos conocidos en la tradición china: la doctrina del yin y el
yang, la teoría de los cinco elementos, el Cielo y la Tierra, la moral confuciana;
fueron unidos para formalizar los principios filosóficos de la medicina tradicional
china, el feng shui, que en la antigua china era una especie de geomancia,
la astrología y la alquimia chinas.25
Egipto helenístico[editar]
Artículo principal: Astrología helenística

El zodiaco de Dendera, eclipse solar del 7 de marzo del


51 a. C. Museo del Louvre; París, Francia.

 Tras la ocupación de Alejandro Magno en el 332 a. C., la cultura en Egipto


pasó a ser helenística. Tras su conquista este funda la ciudad
de Alejandría, convirtiéndose en el lugar en donde la astrología
babilónica se mezcló con la astrología decánica egipcia y generó
la astrología horoscópica. Esta última abarcaba al zodiaco babilónico con
su sistema de exaltaciones planetarias, a las triplicidades de los signos y a
la importancia de los eclipses. Se utilizó el concepto egipcio de dividir el
zodiaco en treinta y seis decanatos de diez grados cada uno, con énfasis
en el decanato ascendente y el sistema griego de los dioses planetarios,
signo solar y los cuatro elementos.26 Los textos del siglo II a. C. predecían
las posiciones de los planetas en los signos del zodiaco en el momento de
la salida de algunos decanatos, particularmente Sotis,27 diosa de la
estrella Sirius. El Tetrabiblos, obra
del astrólogo, astrónomo, químico, geógrafo y matemático Claudio
Ptolomeo (90 o

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Etimología


Historia
Alternar subsección Historia

Astronomía observacional
Alternar subsección Astronomía observacional

Astronomía teórica
Alternar subsección Astronomía teórica

Hipótesis destacadas


Apéndices
Alternar subsección Apéndices

Véase también


Referencias


Bibliografía


Enlaces externos

Astronomía
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Para otros usos de este término, véase Astronomía (desambiguación).


No debe confundirse con Astrología.
Imagen de los Pilares de la Creación recapturada por

el telescopio espacial James Webb.


Comparación entre un atardecer en la Tierra en Marsella, Francia y un atardecer
en Marte capturado por el Mars rover de la misión Curiosity en el cráter de Gale.

El cosmos es todo lo que es, lo que fue o lo que alguna vez será.

Carl Sagan.

La astronomía (del griego άστρον [ástron] 'estrella' y νομία [nomía] 'normas',


'leyes de las estrellas')1 es la ciencia natural que estudia los cuerpos
celestes del universo, incluidos las estrellas, los planetas, sus satélites naturales,
los asteroides, cometas y meteoroides, la materia interestelar, las nebulosas,
la materia oscura, las galaxias y demás; por lo que también estudia los fenómenos
astronómicos ligados a ellos, como las supernovas, los cuásares, los púlsares,
la radiación cósmica de fondo, los agujeros negros, entre otros, así como las leyes
naturales que las rigen. La astronomía, asimismo, abarca el estudio del origen,
desarrollo y destino final del universo en su conjunto mediante la cosmología, y se
relaciona con la física a través de la astrofísica, la química con la astroquímica y
la biología con la astrobiología.
Su registro y la investigación de su origen viene a partir de la información que llega
de ellos a través de la radiación electromagnética o de cualquier otro medio. La
mayoría de la información usada por los astrónomos es recogida por la detección
remota, aunque se ha conseguido reproducir, en algunos casos, en laboratorios, la
ejecución de fenómenos celestes, como, por ejemplo, la química molecular
del medio interestelar. Es una de las pocas ciencias en las que los aficionados aún
pueden desempeñar un papel activo, especialmente sobre el descubrimiento y
seguimiento de fenómenos como curvas de luz de estrellas variables,
descubrimiento de asteroides y cometas, etc...
La astronomía ha estado ligada al ser humano desde la antigüedad y todas las
civilizaciones han tenido contacto con esta ciencia. Personajes
como Aristóteles, Tales de Mileto, Anaxágoras, Aristarco de Samos, Hiparco de
Nicea, Claudio Ptolomeo, Hipatia de Alejandría, Nicolás Copérnico, Tycho
Brahe, Johannes Kepler, Galileo Galilei, Christiaan Huygens o Edmund Halley han
sido algunos de sus cultivadores. La metodología científica de este campo empezó
a desarrollarse a mediados del siglo XVII. Un factor clave fue la introducción
del telescopio por Galileo Galilei, que permitió examinar el cielo de la noche más
detalladamente. El tratamiento matemático de la Astronomía comenzó con el
desarrollo de la mecánica celeste y con las leyes de gravitación por Isaac Newton,
aunque ya había sido puesto en marcha por el trabajo anterior de astrónomos
como Johannes Kepler. Hacia el siglo XIX, la astronomía se había desarrollado
como una ciencia formal, con la introducción de instrumentos tales como
el espectroscopio y la fotografía, que permitieron la continua mejora de telescopios
y la creación de observatorios profesionales. 2

Etimología[editar]
La palabra astronomía proviene del latín astrŏnŏmĭa /astronomía/ y esta del
griego ἀστρονομία /astronomía/.3 Está compuesta por las palabras άστρον /ástron/
'estrellas', que a su vez viene de ἀστῆρ /astḗr/ 'estrella', 'constelación',
y νόμος /nómos/ 'regla', 'norma', 'orden'.3
El lexema ἀστῆρ /astḗr/ está vinculado con las
raíces protoindoeuropeas *ster~/*~stel (sust.) 'estrella' presente en la palabra
castiza «estrella» que llega desde la latina «stella». También puede vérsele en:
astrología, asteroide, asterisco, desastre, desastroso y muchas otras. 4
El lexema ~νομία /nomíā/ 'regulación', 'legislación'; viene de νέμω /némoo/ 'contar',
'asignar', 'tomar', 'distribuir', 'repartir según las normas' y está vinculado a la
raíz indoeuropea *nem~ 'contar', 'asignar', 'tomar', distribuir'; más el lexema
~ία /~íā/ 'acción', 'cualidad'. Puede vérsela en: dasonomía, macrotaxonomía,
tafonomía y taxonomía.5
Etimológicamente hablando la astronomía es la ciencia que trata de la magnitud,
medida y movimiento de los cuerpos celestes. 6

Historia[editar]
Esta sección es un extracto de Historia de la astronomía.[editar]

Ilustración de la teoría geocéntrica.

Esfera armilar.

La historia de la astronomía es el relato de


las observaciones, descubrimientos y conocimientos adquiridos a lo largo de
la historia en materia astronómica.
La astronomía surge desde que la humanidad dejó de ser nómada y se empezó a
convertir en sedentaria; luego de formar civilizaciones o comunidades empezó su
interés por los astros. Desde tiempos inmemorables se ha visto interesado en los
mismos. Estos han enseñado ciclos constantes e inmutabilidad durante el corto
periodo de la vida del ser humano, lo que fue una herramienta útil para determinar
los periodos de abundancia para la caza y la recolección o de aquellos como
el invierno en que se requería de una preparación para sobrevivir a los cambios
climáticos adversos. La práctica de estas observaciones es tan cierta y universal
que se han encontrado a lo largo y ancho del planeta en todas aquellas partes en
donde ha habitado el ser humano. Se deduce entonces que la astronomía es
probablemente uno de los oficios más antiguos, manifestándose en todas las
culturas humanas.
En casi todas las religiones antiguas existía una cosmogonía, que intentaba
explicar el origen del universo, ligando este a elementos mitológicos. La historia de
la astronomía es tan antigua como la historia del ser humano. Antiguamente se
ocupaba, únicamente, de la observación y predicciones de los movimientos de los
objetos visibles a simple vista, quedando separada durante mucho tiempo de
la Física. En Sajonia-Anhalt, Alemania, se encuentra el famoso disco celeste de
Nebra, que es la representación más antigua conocida de la bóveda celeste.
Quizá fueron los astrónomos chinos quienes dividieron, por primera vez, el cielo
en constelaciones. En Europa, las doce constelaciones que marcan el movimiento
anual del Sol fueron denominadas constelaciones zodiacales. Los antiguos
griegos hicieron importantes contribuciones a la astronomía, entre ellas, la
definición de magnitud. La astronomía precolombina poseía calendarios muy
exactos y parece ser que las pirámides de Egipto fueron construidas sobre
patrones astronómicos muy precisos.
La inmutabilidad del cielo está alterada por cambios reales que el hombre en sus
observaciones y conocimiento primitivo no podía explicar, y de allí nació la idea de
que en el firmamento habitaban poderosos seres que influían en los destinos de
las comunidades y que poseían comportamientos humanos, y que por tanto
requerían de adoración para recibir sus favores o al menos evitar o mitigar sus
castigos. Este componente religioso estuvo estrechamente relacionado al estudio
de los astros durante siglos, hasta que los avances científicos y tecnológicos
fueron aclarando muchos de los fenómenos que en un principio no eran
comprendidos. Esta separación no ocurrió pacíficamente y muchos de los
antiguos astrónomos fueron perseguidos y juzgados al proponer una nueva
organización del universo. Actualmente estos factores religiosos superviven en la
vida moderna como supersticiones.
A pesar de la creencia común, los griegos sabían de la esfericidad de la Tierra. No
pasó desapercibido para ellos el hecho de que la sombra de la Tierra proyectada
en la Luna era redonda, ni que no se ven las mismas constelaciones en el norte
del Mediterráneo que en el sur. En el modelo aristotélico lo celestial pertenecía a
la perfección («cuerpos celestes perfectamente esféricos moviéndose en órbitas
circulares perfectas») mientras que lo terrestre era imperfecto; estos dos reinos se
consideraban como opuestos. Aristóteles defendía la teoría geocéntrica para
desarrollar sus postulados. Fue probablemente Eratóstenes quien diseñara
la esfera armilar, que es un astrolabio, para mostrar el movimiento aparente de las
estrellas alrededor de la tierra.
La astronomía observacional estuvo casi totalmente estancada en Europa durante
la Edad Media, a excepción de algunas aportaciones como la de Alfonso X el
Sabio con sus tablas alfonsíes, o los tratados de Alcabitius, pero floreció en el
mundo con el Imperio persa y la cultura árabe. Al final del siglo X, un gran
observatorio fue construido cerca de Teherán (Irán), por el astrónomo persa Al-
Khujandi, quien observó una serie de pasos meridianos del Sol, lo que le permitió
calcular la oblicuidad de la eclíptica. También en Persia, Omar Khayyam elaboró
una reforma al calendario que lo hacía más preciso que el calendario juliano,
acercándose al calendario gregoriano. A finales del siglo IX, el astrónomo persa Al-
Farghani escribió ampliamente acerca del movimiento de los cuerpos celestes. Su
trabajo fue traducido al latín en el siglo XII. Abraham Zacuto fue el responsable en
el siglo XV de adaptar las teorías astronómicas conocidas hasta el momento para
aplicarlas a la navegación de la marina portuguesa. Esta aplicación permitió
a Portugal ser la puntera en el mundo de los descubrimientos de nuevas tierras
fuera de Europa.
Véase también: Anexo:Cronología de la astronomía

Revolución científica[editar]
Artículo principal: Revolución científica

Detalle de un monumento dedicado a Copérnico en


Varsovia.

Durante siglos, la visión geocéntrica que consistía en que el Sol y


otros planetas giraban alrededor de la Tierra no se cuestionó. Esta visión era lo
que para nuestros sentidos se observaba. En el Renacimiento, Nicolás
Copérnico propuso el modelo heliocéntrico del sistema solar. Su trabajo De
Revolutionibus Orbium Coelestium fue defendido, divulgado y corregido
por Galileo Galilei y Johannes Kepler, autor de Harmonices Mundi, en el cual se
desarrolla por primera vez la tercera ley del movimiento planetario.
Galileo añadió la novedad del uso del telescopio para mejorar sus observaciones.
La disponibilidad de datos observacionales precisos llevó a indagar en teorías que
explicasen el comportamiento observado (véase su obra Sidereus Nuncius). Al
principio solo se obtuvieron reglas Ad hoc, como las leyes del movimiento
planetario de Kepler, descubiertas a principios del siglo XVII. Fue Isaac
Newton quien extendió hacia los cuerpos celestes las teorías de
la gravedad terrestre y conformando la ley de gravitación universal,7 inventando
así la mecánica celeste, con lo que explicó el movimiento de los planetas y
consiguiendo unir el vacío entre las leyes de Kepler y la dinámica de Galileo. Esto
también supuso la primera unificación de la astronomía y la física
(véase Astrofísica).
Tras la publicación de los Principios Matemáticos de Isaac Newton (que también
desarrolló el telescopio reflector), se transformó la navegación marítima. A partir
de 1670 aproximadamente, utilizando instrumentos modernos para medir la latitud
y la longitud geográficas y los mejores relojes disponibles, se ubicó cada lugar de
la Tierra en un planisferio o mapa, calculando para ello su latitud y su longitud. La
determinación de la latitud fue fácil, pero la determinación de la longitud fue mucho
más delicada, por su acoplamiento con la hora local. Los requerimientos de la
navegación supusieron un empuje para el desarrollo progresivo de observaciones
astronómicas e instrumentos más precisos, constituyendo una base de datos
creciente para los científicos.

Ilustración de la teoría del "Big


Bang" o primera gran explosión y de la evolución esquemática del universo desde
entonces.

Durante los siglos XVIII al XIX, se presenta el problema de los tres cuerpos,


donde Euler, Clairaut y D'Alembert llevan predicciones más precisas sobre los
movimientos de la luna y los planetas. Este trabajo es perfeccionado
por Lagrange y Laplace, permitiendo estimar las masas de los planetas y lunas a
partir de sus perturbaciones.8
Nueva astronomía[editar]
A finales del siglo XIX se descubrió que, al descomponer la luz del Sol, se podían
observar multitud de líneas de espectro (regiones en las que había poca o ninguna
luz). Experimentos con gases calientes mostraron que las mismas líneas podían
ser observadas en el espectro de los gases, líneas específicas correspondientes a
diferentes elementos químicos. De esta manera se demostró que los elementos
químicos en el Sol (mayoritariamente hidrógeno) podían encontrarse igualmente
en la Tierra. De hecho, el helio fue descubierto primero en el espectro del Sol y
solo más tarde se encontró en la Tierra, de ahí su nombre.
Se descubrió que las estrellas eran objetos muy lejanos y con el espectroscopio se
demostró que eran similares al Sol, pero con una amplia gama de temperaturas,
masas y tamaños. La existencia de la Vía Láctea como un grupo separado de
estrellas no se demostró sino hasta el siglo XX, junto con la existencia de galaxias
externas y, poco después, la expansión del universo, observada en el efecto
del corrimiento al rojo. La astronomía moderna también ha descubierto una
variedad de objetos exóticos como los cuásares, púlsares, radiogalaxias, agujeros
negros, estrellas de neutrones, y ha utilizado estas observaciones para desarrollar
teorías físicas que describen estos objetos. La cosmología hizo grandes avances
durante el siglo XX, con el modelo del Big Bang fuertemente apoyado por la
evidencia proporcionada por la astronomía y la física, como la radiación de fondo
de microondas, la ley de Hubble y la abundancia cosmológi

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