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Hormigon Armado
Hormigon Armado
8 EL HORMIGON ARMADO
8.1 Introducción
. {lcia a compresión, como les ocurre a las
El hormigón en masa presenta una bue.na resIste~a tracción, por 10 que resulta inadecuado
piedras naturales, pero ofrece m.uy escasa ,resIstencIa,a , Pero si se refuerza el hormigón cn masa
para piezas que hayan de trabajar a flexiOn o traCCi?r1el material resultante, llamado hormigóll
disponiendo barras de acero en las zonas de tracciOn:fuerzos que se presentan en las construc-
armado, está en condiciones de resistir los distintos eY
1(,,/
( (
168 MONTO YA-MESEGUER-MORÁN EL HORMIGÓN ARMADO 169
serían incapaces de tomar el menor esfuerzo de tracción, ya que el acero deslizaría sin encontrar Tipo de acero ¡;. mínimo
12
15
17.5
175
20
J"125
2 00
ISO (MPa)(kpjcm')
mínimo
AEH-500
AEH-600
AEH-400
resistencia en toda su longitud y no acompañaría al hormigón en sus deformaciones, con lo que,
AE -215 L
al fisurarse éste, sobrevendría bruscamente la rotura. Por el contrario, gracias a la adherencia
son capaces las armaduras de trabajar, inicialmente, a la vez que el hormigón. Después, cuando
éste se fisura, lo hace de forma más o menos regularmente distribuida a lo largo de la pieza,
en virtud de la adherencia; y la adherencia permite que el acero tome los esfuerzos de tracción,
manteniendo la unión entre los dos materiales en las zonas entre fisuras.
La adherencia cumple fundamentalmente dos objetivos: asegurar el anclaje de las barras
y transmitir las tensiones tangentes periféricas que aparecen en la armadura principal como
consecuencia de las variaciones de su tensión longitudinal.
r DETERMINACION DE LA TENSION DE ADHERENCIA
El fenómeno de adherencia está originado por dos tipos de causas, unas de naturaleza Si consideramos una barra de diámetro 0
embebida en un bloque de hormigón y la some-
fisica (o fisico-química) y otras de naturaleza mecánica. temos a un esfuerzo de tracción N creciente, para cada valor de N habrá una distribución de
las tensiones T de adherencia como la indicada en la figura 8.1 a.
Las primeras provocan la adhesión del acero con el hormigón, a través de fuerzas capilares
y moleculares desarrolladas en la interfase; es como si el acero absorbiese pasta cementante,
ayudado por el efecto de la retracción.
Las segundas, mucho más importantes, están constituidas por la resistencia al deslizamiento
debida a la penetración de pasta de cemento en las irregularidades de la superficie de las barras,
las cuales existen siempre aunque se trate de barras lisas. Esta causa de origen mecánico, que 'N
puede denominarse rozamiento, es la que produce la mayor parte de la adherencia en las barras
lisas y varia apreciablemente con el estado de su superficie. En el caso de barras corrugadas,
a este rozamiento se añade el efecto de acuñamiento del hormigón entre los resaltos.
Oeslizamier,tos
donos con ello al valor medio Trn en las condiciones límites, y por Ibd al correspondi""", vlllol
La calidad del cemento también influye en la adherencia, habiéndose observado los me- de cálculo.
jores resultados con cementos portland. Con cementos de escoria o puzolánicos, la adherencia
puede disminuir de un 25 'a un 75 por 100. El valor límite de la tensión de adherencia, lb, varía con la resistencia a COlllpll·,i",,, .1,,1
hormigón, con las características adherentes de las barras y con la posición que OCUI\llIl,'" 111
Con independencia de lo anterior y como se dijo en el apartado 5.5-1.°, para que pieza respecto al hormigonado; también depende, según algunos autores, del dilllll<'llo '''' 111"
la adherencia entre las armaduras y el hormigón sea efectiva no conviene emplear hormigones barras. El Código Modelo CEB-FIP recomienda, como valores de cálculo de la le"si,'," 1IIIIill'
poco resistentes con aceros de límite elástico elevado. En la tabla siguiente se indican las de adherencia, iba, los indicados en la tabla 8.1.
limitaciones que impone la Instrucción española por este concepto:
Por último, las longitudes prácticas de anclaje adoptadas para las bartas .'OIIIIl¡<ldll"
(apartado 8.5-5.°), han sido determinadas a partir de valores de lb obtenido, 111('.11111111' 1'11
(1) Véase. por cj~mpl0. la comunicación de MULlN y ASTROV A en la IX Sesión Plenaria del CEB, Ankara, 1964. sayos (7.1-3.°).
.'
«; ( "
--------~ -
.•.•••.................•.•....•.•.•...•.........••.
170 MONTOYA-MESEGUER-MORÁN I EL HORMIGÓN ARMADO 171
TABLA 8.1
Posición deBarras
las baf" rras
y f"
¡;, en MPaBarras lisas
f"0,69 ¡;,
carrugadas
0,24
y0.17 ,¡]';;
en
;JJJ
;;JJ..,¡¡;.
~IJJ
DDC
fbd 0,54
0,77
O,22$J
0,48
0,32 fr:k kp/cm2
..,¡¡;.
..,¡¡;.
(ver
(ver tabla
tabla 8.3)
8.3)
tS
~
Para el cálculo de deslizamiento por esfuerzo cortante (apartado 19.9), se tomarán estos
mismos valores. v ~~
[DII]
:: (,;1
1, "
I1 "
l'
11
l'
11
m==;;,A'=_-=-_~)
l'
*
l." GENERALIDADES
l,lIS lIl'/Illldlll'aS longitudinales tienen por objeto, bien absorber los esfuerzos de tracción
"1 II',í11:1
d", l'n los elementos sometidos a l1exión o a tracción directa, o bien reforzar las zonas
1IIIIII'rilllidas Ikl hormigón. Las al'maduras transversales se disponen para absorber las tensiones
.1,' 1]:I,,'i,'," origilladas por los esfuerzos tangenciales (cortantes y torsores), asi como para ase-
V"!;II L, IIeel'saria ligauura entre armaduras
d,' 11';'lr;", ¡"l':llizadas,
principales, de forma que se impida la formación
rammIIJIIJ]J
___lJJI:\I]IIT:
):11 1:1figura ~,2 se ha representado un pilar de hormigón armado, cuyas armaduras longi-
111.1 lI"des 1ra hajan a compresión, estando constituida
1:111'.:1.1",;dl' ;Isegurar la ligadura entre las armaduras
la armadura
principales,
transversal por cercos, en-
de evitar el pandeo de las
[,," 1:1'; Y de ,'osl'r las eventuales fisuras inclinadas que, de no existir cercos, podrían producirse.
1'111:11'1¡'.lIl'a~.~ se ha representado una viga de hormigón armado, en donue la armadura A
[OJl1r
a)
\r- a.J.. al al b) al al bl
Il:d':I\:I :1 Ir:l'Ti,')ll Y la A' a compresión, En la misma figura pueden apreciarse unas barras 11'- Figura H.l
{·uII/u,lu.\ u ,15 y uua armadura Iransvcrsal constituida por cercos (lig. 8.3 a) y estribos (fig, 8.3 b),
"1":1'/',:111:" ,It- ahsorher las tracciones originadas por los esfuerzos cortantes.
1'11 "u:lulo :1 lus ul'llltulllru.\ sí'Cllllduria.\, son aquellas que se disponen, bien por razones
II1i'I:IIUl'ule couslruclivas. hi(~u para ahsorber csfuerzos no preponderantes, mÚs o menos parÚ- 2." COLOCACION DE LAS ARMADURAS
':11,,·;. Su 11:]/:1110 Pllede ser longiludinal o transversal, y se incluyen entrc ellas: /as al'llllillllra.\
dt' II/IIII/ui", cuyo l'iu es I'aeilil:lr la org:lui/.aeión de las labores de ferralla: lus armuduras de piel, Las armaduras deben colocarse limpias, exentas de Óxido uo adhnid" (se :ld,ui\<' el <'>xIII"
I(IIi' '.,' di"l'olll'U ell los p:lr:ll1l<'ulos de vigas de canto imporlanle: lu.\ al'lllllllurus puru re//'Ilcl'ití,/ que qucda después de cepillar l:ls harras con cepillo de alamhre), asi """111 lihres de )lilllulll.
l' "/"'/11.1 ¡¡"/'III;t'U.\, I(UCse dispoUCl1 eu los I'orj:ldos y I"s:ls I'n geun:ll: /us {mutll/ll/'{/S dI' rellilr/II, grasa, hielo o cualquier otra susl:lnei:l per,iudici:ll. DL'!",rÚIl sujt't:ns,' al ('I",,,fl:ld,, y "Illll' ,,¡,
qlH' ';\' ¡0Illl':111 híljtl l",lIl',;lS (,OIIl'('lllrada~; y, ("Jl }I,t'IH'rnl, l'lI;llldtl illkl'l";;¡ repartir IIlla carga: l'te. dt' modo 'lIt\' st' Ill:llllt'llgall t'll Sil posieiÚIl t'orITelll, sill expnin"'IlI;¡r 1I11lI'i'lli"II!>'S, 11111111]1<'
Adl'lIIÚ'; Ik ~\ll 11IP,1l'1l\ l'~;pcdr'l'a, I:l~;;lll\lilthlln~i ;il'C\llld;¡llil'; ilVlld¡1I1 n illl!h'dll 1IIIa fj'';IlI,wiÚ'I l'! vnlido y nllllp:II'I;¡t'¡('ll ,kl hmllli¡',ÚII, y pnlllilall 11<"'1(' "lIv"lv,',lllS ;,ill dl'l'lI 1''''1",'1:1',
,'\1''':11'11 \' ,''''11111''1\'1'111111'''''11'11:ld" d,·I"" .-1""11'111"',1".I,",I"I:dl" .. I:II Ibl:II,d" 1("" ,,"11:1[,:110 PHIU ~·tlnS{~gllillo, In'i lllllllldllril." ~,a'n.ltH'i111 ('" IO~1('IWtll"llltltl'.¡ HIHlyadil'l ('11 cid/II'-! ~l di'.
11''11li".pllllllil al '.111111\",111 1'11l'I t ¡'dndll (¡"H'iltdllll'~¡ dI' la 11J1,1I1t'1.
lIdl'nladn V ,'11 I1ÚllWll1 ~illlwlt·lItl· 1II'il'Pllllll-IÚII ('1111¡' enl/ll'; tk IIlld
.•.
172 MONTO Y A-MESEGUER -MORÁN
( " EL HORMIGÓN ARMADO 173
misma barra suele ser del orden del metro (no conviene superar el metro y medio), decalándose Las diferentes Normas establecen para los recubrimientos unas limitaciones más o menos
los calzo s entre barras, contiguas. coincidentes con las que recomendamos a continuación:
Los calzos pueden ser de mortero, amianto-cemento o plástico, desaconsejándose el empleo a) Como norma general, cualquier barra debe quedar, por lo menos, a un diámetro de
de los de madera, Tampoco conviene utilizar calzos metálicos, especialmente en hormigones distancia libre al paramento más próximo.
vistos, por el riesgo de aparición de manchas debidas a su oxidación,
No es conveniente el empleo simultáneo de aceros de diferente límite elástico para armar b) El valor máximo admisible para el recubrimiento de la capa exterior de armaduras
una misma pieza, debido al peligro de que se puedan confundir unas barras con:otras. Sin em- es de cuatro centímetros, Si es necesario disponer un mayor recubrimiento y salvo casos espe-
bargo, pueden usarse aceros diferentes para las armaduras principales, por una parte, y los cercos ciales de ambientes agresivos, debe colocarse una malla fina de reparto próxima al paramento,
o estribos, por otra. para sujetar el hormigón del recubrimiento.
h) La distancia vertical libre entre dos barras consecutivas debe ser igualo mayor que el
In;lyor de los dos valores siguientes:
do~ centímetros;
<:1diámetro de la barra más gruesa,
ti) En soportes y otros elementos verticales pueden colocarse dos o tres barras de la ar-
",,"llIra principal en contacto, siempre que sean de adherencia mejorada. Tanto en este caso
• «1110 en el anterior, se recomienda que los grupos de barras vayan bien sujetos por estribos
., :Ill11ad liras transversales análogas, d) Cuando la superficie del hormigón va a ir tratada COII III:rrlelllll:r o dl< 111« .1,' 111"11<1,
como sucede en ciertos casos de hormigones vistos, conviene alllllClllar l.", "nlo'.", d.' 111Ld<l<lH'
l') I;n los casos e) y d), a efectos de recubrimiento s y distancias libres respecto a armaduras en un centimetro,
\ITin:", ~e considerará como diámetro de cada grupo de barras el de una sola barra ficticia de
'l',II:r1l'l'nlro dc gravedad, cuya sección es la suma de las secciones de las diversas barras agru-
I'adas,
11. _
174 MONTO Y A-MESEGUER -MORÁN
VI 1 ~
1I
ó,~i
{~t
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',:i,',",:,
.,.,'
I'L HORMIGÓN ARMADO 175
':::4:·\
La operación de doblado debe efectuarse en frio y a velocidad moderada, admitiéndose sólo y en apoyos extremos, a bajar las armaduras, dobladas a 90 , por la cara más alejada del soporte
el doblado en caliente para barras de acero ordinario de diámetro igual o superior a 25 mm, o muro.
siempre que no se alcance la temperatura correspondiente al rojo cereza oscuro (unos 800° C) Y Las longitudes de anclaje dependen de la posición que ocupan las barras en la pieza con
se dejen enfriar las barras lentamente. respecto al hormigonado. Se distinguen la posición 1 y la II, que se definen en la tabla 8.3.
Las Normas Españolas establecen, como diámetro interior minimo de doblado de las barras,
d, el definido por la triple condición:
TABLA 8.3
En el caso de que el recubrimiento lateral sea superior a dos veces el diámetro de la barra
p"drá reducirse la primera limitación, aplicando un factor igual a 0,6 al valor dado por la Al proyectar un anclaje debe tenerse en cuenta:
l'úrmula.
al que. a efectos de anclaje de barras en tracción. debe suponerse la envolvente de mo-
Los cercos pueden doblarse con radios menores, siempre que no se origine en el acero un mentos f1ectores trasladada paralelamente al eje de la pieza (1), en el sentido más desfavorable.
principio de fisuración. Para evitar esta fisuración, los cercos y estribos no deben doblarse con en una magnitud igual al canto útil (2) (fig. 8.4);
di:lInclros interiores menores que los correspondientes al mandril exigido en el ensaYo de dobla-
I I
do simple (tabla 7.3) ni menores de tres centímetros.
No debe admitirse el enderezamíento de codos, íncluídos los de sumínistro, salvo cuando
['sla operación pueda realizarse sin daño inmediato o futuro para la barra correspondiente. ,
---\
\
\
8.5 Anclaje de las armaduras d~"
",
1" (dNI'RALIDADES
I,os anclajes extremos de las barras deben asegurar la transmisión de esfuerzos al hormigón
'di' peligro para éste. En general, se efectúan mediante alguna de las disposiciones siguientes:
plll' prolongación recta; Figura 8.4
por armaduras transversales soldadas (caso de mallas, por ejemplo); b) que si pueden existir efectos dinámicos.(por ejemplo. en zonas sismicas). \:¡s lonl',IIII<I<-'.
por dispositivos especiales. de anclaje deben aumentarse en 100;
La longitud de anclaje de una armadura es función de sus características geométricas de e) que si la armadura real existente, Aueal, es mayor que la estricta, A." las longitlld,"
adhcrcncia, de la resistencia del hormigón, de la posición de la barra con respecto al hormigo- de anclaje lb indicadas en los puntos siguientes pueden reducirse al valor neto:
nado. del esfuerzo en la armadura y de la forma del dispositivo de anclaje. Por ello, su cálculo
es complicado y, aun cuando el fallo de anclaje es un estado límite (apartado 10.3) que deberia
dar origen, en rigor, al cálculo semiprobabilista correspondiente, en la práctica se sustituye lb.nel = lb AA,
s. real <j:.0,3·/b{100t 15cm
por el empleo de longitudes de anclaje dadas por fórmulas sencillas, que quedan del lado de la
seguridad. La limitación 0,3' lb debe elevarse a 0,6· lb para barras en compresiÓn,
Es aconsejable, como norma general, disponer los anclajes en zonas en las que el hormigón
no csté sometido a fuertes tracciones. Esto conduce, en vigas, a llevar las armaduras de momento (1) La razón de este traslado se explica en el apartado 19.3·4."
negativo, sobre apoyos intermedios, hasta una distancia de éstos del orden del quinto de la luz; (2) Algunas normas permiten reducir esta magnitud a la mitad del canto Útil cllando ~~xistt'1l ":('\'l'p~ (l (",trllIH'!
\ \
176 MONTO YA-MESEGUER-MORÁN
EL HORMIGÓN ARMADO 177
2.°
d) que cuando se trata de anclar barras en contacto, la longitud
en un 20 por 100 si hay dos barras y en un 33 por 100 si hay tres.
A continuación
PROCESO
se incluye el planteamiento
reglas prácticas para determinar
DE CALCULO
El valor de fbd
las longitudes
se obtiene
interesada
dividiendo
teórico del cálculo
de anclaje.
de un anclaje,
de adherencia
así como
es constante
el valor de la tensión
J A1
a)
I
BARRAS LISAS
~--
2,50
b)
~--
Figura 8.5
BARRAS DE ALTA ADHERENCIA
~f¡,---
t---
3,50
cl
D d)
de adherencia rb obtenida en el ensayo de adherencia por flexión (es decir, la tensión media rm 4.° ANCLAJES DE BARRAS LISAS
del apartado 7.1-3.° d). Esta tensión media coincide aproximadamente con la que corresponde
a un deslizamiento de 0,1 mm del extremo de la barra dentro del hormigón. En la práctica, a) Los anclajes de las barras lisas que trabajen a tracclOn se terminarán siempre (01/ 111/
este valor debe corregirse para tener en cuenta tanto la calidad del hormigón
de la barra con respecto al hormigonado.
como la posición gancho. En la figura 8.6 se indican las longitudes prácticas de anclaje, lb = n· de las !111llil', 0,
lisas terminadas con el gancho normal de la Instrucción española (180") o con el ¡.tlll" It"
Una barra anclada por prolongación recta puede considerarse como totalmente anclada preconizado por el Código Modelo CEB-FIP (135°); los valores de n se encuentrlln "n 1"
con seguridad suficiente, si se cumple la condición: tabla 8.4.
rl. ¡ ~.¡ ,
' r ' .1 I
= sección de
J ::_
As la barra;
",0 I
r
h'd = resistencia (límite elástico) de cálculo del acero;
u = perímetro de la barra; I ~ I
lb = f¿ f~
4 hd TABLA 8.4
I
4Ir)
,lO
1/\
4"/
111
1'11barras lisas, el gancho normal y la patilla normal estÚn formados por una semlclrcun-
fer('llcia o cuarto de circunfereneia. respectivamente, de di:'lmctro interior igual a Y una 50
prolongaciÓn recta de longitud 20 (rig. X.5, ti y h).
I.os ganl'illls y patilllls son cOluplctlllllelltl' el'il,'ll<TSsolallll'llll' si 5<: elll:ucutt:lll rccuhiertos ),0
2\0
de' 1111e'p('''11 sufic-iellll' dc hllllllil',t'lIl, 1"'1 lo 'lile (', Illlllllil dl' hllella I'r:'1ctic,1 el illl'iIU11I'10shaeia
('1 1I1kliol de la 1'1t'''1 (1'111,
H\ dl
-'111.0 " 1011
(( ~
EL HORMIGÓN ARMADO 179
178 MONTO YA-MESEGUER-MORÁN
.!tL ~ ? ,!2.
Para anclajes curvos, terminados también en gancho, las longitudes de anclaje indicadas
1,
I ..--- m2 0
2
<j: 14011)- ---+
I g
" +==============-
----+I
--m411)~20011)
I
I
anteriormente se disminuirán en los siguientes valores: S en el caso de curvas comprendi- 0 I =::1
IS,O
3S.0 40,0
17,S 20,0
-.- _.~-...- .------
Barras en posición l:
lb = m¡02t fo-TI 0t 15 cm
lb = m202 t: {4~0 t: 15 cm
~/) (\i{unetro de la barra, en cm; c) Como en el caso de empalmes de armaduras (véase X.6-::'."), en las wn:ls de alll'I:1II'
debe disponerse armadura transversal para evitar una posible físuraciÓn longiludin:lI /,1"1"
mI. ml valores dados en la tabla 8.5 (/112 = l,4m¡).
cada por las tracciones transversales que aparecen junio a ItlS andajes. (ielll'r:1I1IIcllIl', l.,
armadura transversal existente para esfuerzos eortanles es suricil~nle par:¡ ahsorhcI dl<l"I',
I iI Inll¡íllaciÚII ell patilla normal de las barras corrugadas que trabajen a tracción, per- tracciones.
1I11i<'"'dll,'1I liI IOIlV.illld de anclaje por prolongación recta al valor 0,7 . lb, no debiendo adop-
1:11"" Viii"",,, nH'lIores de 100 ni 15 em. El Códiqo-Modelo CEB-FlP admite esta misma re-
.1/1,(/,,,/ .Id i() 1'/11' /00 /'II/'a ('/lall//lia anclaje curvo en tracción, así como para el anclaje recto 6." ANCLAJE DE MALLAS ELECTROSOI.DADAS
,/,' Id', hdl/'US 1"I',III/I/lla,s ,si <,sliÍ ,situado en zona comprimida del hormiqón; por el cO/llrario, si
,',,/,' '"/I'/d/" ,'s/,í /'/1 ::/1/10 s/I/I/('Iida a tracción, la lonqi/lul de anclaje recto lb se incremenlarÚ Para que la barra transversal soldada se 10l11e ell cllellla l'n l'I a IIcla 11' d!' la ulllll:l, "',
,'/1 /1/1 j() /'/I/' / OO. necesario quc la rcsistencia a esfllerzo corl'1I11c d!' cada ulld" ,ol.lad" (!'II',ay" ,i<' dl'SIl!'!"III'J
sea como mínimo igual a la Incna part!' de la capal'itl:1I1 11<',"'"I('a ,01:11 li<' la halla ,/""'".
:11 la I1f',ura X.7 se indican las longitudes prÚl'licas de anclaje de harras wrrugadas,
aud" (vi'ase a/,:Irlado 7.X),
'''11 1", \':1I"I('s dI'. 11/ que se dan en la (abl:1 X.5.
'"
( (
180 MONTO YA-MESEGUER-MORÁN EL HORMIGÓN ARMADO 181
La longitud de anclaje de las mallas electrosoldadas (con alambres lisos o corrugados) Anclaje. curvo en Anclaje de borras levantadas en zona
pOSiciÓn I comprimido del hormigón {P- U)
se determinará con las mismas fórmulas indicadas para las barras corrugadas (véase 8.5-5.°).
2 fYk 2 fYk Ib4 lb4
No obstante, cuando se trata de mallas de alambres corrugados, que contengan en la Ib3 =m31/)"*'28'51/) l b4 =m4 I/j <t 2001/) 't4 -t=-t-
~(:,I
zona de anclaje al menos una barra transversal soldada, podrá tomarse el valor reducido:
5,"· ~_
lb4=m40 <t 200 0
CD Morn.nhl. rUllllldn,
1:11la figura 8,9 se muestran las disposiciones
Ii picas que deben adoptarse. ,,/ )' ""00( lb(~ "/11;1 f/J
;. 'Yf
·1 14t1 f/I
111r=:--'--" -~-
I Anclajn recIos
h1tUlll
en
H.l.'
pOIlh:':ldll ~'
,Il
~",
EL HORMIGÓN ARMADO 183
)~i
Mome-ntos resistidos
b) La longitud de solapo de las barras permanentemente comprimidas nO debe ser inferior
a la longitud de anclaje t¡" y el porcentaje de empalmes en la misma sección puede elevarse
Momentos al 100 por 100 de las ba,ras.
f\ectores
e) Cuando se trata de piezas trabajando a tracción no es recomendable empalmar por
solapo y, si se hace, la longitud de éste debe ser el doble de la longitud de anclaje.
Pueden efectuarse empalmes por soldadura si ésta se realiza con arreglo a las normas de
buena práctica de esta técnica, y a reserva de que el tipo de acero de las barras utilizadas
i[
I
2 Iyk I
~ presente las debidas características de soldabilidad (véase apartado 7,6),
lb3" m30 4 2850 I I
lb3 No deberán disponerse empalmes por soldadura en los tramos de fuerte curvatura del
Anclajes de borras levantadas en trazado, de las armaduras, Se admite la presencia de varios empalmes soldados a tope en la
zona comprimida del hormigón (P-I)
misma sección transversal de la pieza siempre que su número no sea superior a la quinta
__ 1_-
parte de las barras existentes en la sección,
Figura 8.13
[00 y/o
Separación
1,4
t,3
t,6
2,0
1,4
1,2
1,8
>50%
Y33%h <:
1,1~i~
25/~
50 ¡, 50
> 1;0
50 20 1,2
':lo Porcentaje de barras empalmadas
de los empalmes 8.7 Organización de las armaduras en elementos de honni~Jón
armado
En el armado de piezas de hormigÓn, resulta conveniente aplicar algul1:1s rl'f'las dI' 11111'11:1
I h'k 1'\ 11;IIS1',S1clllprc que Sl'a posible, la conccntración de ~mpalmes en la misma sec- práctica quc tienden, por una parte, a garalltil.ar el hucn comporlamil'nl\l rlll'l':\1,i,'" Ii<' 1,,·.
11"" 1le ludas 1i>llllaS, l'i plllTl'lItall' de '"",/,{/,, lisas cmpalmadas en la misma secciÓn no debe elementos; y por (ltra, a una normalización dc caral'terístil':IS, qul' l'\\1ldlll:<' a l'I'''IIOlllia·: talll"
,.,'1 ''''1'''' ;", ,,1 Sll p'" lllll para el, 1(, 111111Y al 7'i por Illll para ¡;lj" 16n\1\1, Para harras en costcs como l~n plazos dI' ejccllciÚI1, a la Vel, quc 1¡ledila la labol dI' p'''YI'I'I"
dI' ,di" :11111\'1\'111'1:', dil'IIo l'0rn'lllaje 1"lt'dl' devarse ;tI 100 por IOll, si SI' disponl' en nna sola Fn estc sel1lid", en l"s apartad"s Idal' ¡"I 11",Idallv:l" al 1:1',,,
IX,,1 y 11),(,SI.'illl'iIlYI'II I\.'l''' 1111'1
I ;q);\, V ,d \0 pnl 1001'11 1';I';ll CiIJlII;lli" ~k StlIH)l'h'~; y vigas, 1('\peclivaltlClIlt', 1\ lak~; n'ClHIH'lldaCIOUI", pUl-dril al\ollll',I' \a~. ~~lp.IIIl·lllt·;"
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184 MONTO YA-MESEGUER-MORÁN EL HORMIGÓN ARMADO 185
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Los I)udos son zonas singulares en las que suele concentrarse mucha armadura, por lo que 1 •••
Figura 8.19
doblado de las barras principales (fig. 8.16).
Si se trata de un soporte interior al que acometen c) En los nudos de piezas poligonales hay
cuatro vigas, las separaciones de cercos en el interior
que despiezar las barras según segmentos recti-
del nudo pueden aumentarse al doble.
líneos convenientemente anclados (fig. 8.20),
Las barras superiores de las vigas deben pasar a la evitando el doblarlas según un trazado curvo o
otra cara del soporte y prolongarse más allá un mí- poligonal que pudiera hacer saltar el recubri-
nimo de 30 cm (1) (fig. 19.21). Las barras inferiores miento de hormigón al entrar en carga la ar-
pueden detenerse a 5 cm de la cara más próxima del madura. Si viniese obligada esta última dispo-
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soporte (2). sición, se deberán colocar cercos o estribos para
b) En los encuentros de muros las armaduras deben Figura 8.16 sujetar las barras, absorbiendo sus esfuerzos en Figura 8.20
los codos.
anclarse como indican las figuras 8.17, 8.18 Y 8.19.
En dichas figuras, la variante b) emplea más arma-
duras que la a) pero resulta de ejecución más sencilla.
3.° PIEZAS DE TRAZADO CURVO
~ ~ y ,..
En las piezas de trazado curvo, las armaduras longitudinales de tracción situadas junto a
paramentos cóncavos, y las de compresión situadas junto a paramentos convexos, (khell íl
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envueltas por cercos o estribos normales a ellas, capaces de absorber las componcntcs radia k·,
que se producen (fig. 8.21). La capacidad mecánica de estos cercos o estribos será, para ,'lltla
uno, el mayor de los dos valores siguientes: "
{1~::a) : A, . fyr, d
s
= r .A . fYd
b) ,/
Figura 8.17 Ar . fyr, d =~
r . A' . fyd
e fyr,,,- = valor de cálculo del límite elástico del acero del cerco (.)estriho;
! e ~~ In = separación
r:
I 1 s entre cercos o estribos;
r = radio de curvatura del trazado de la armadura de tracciÓn;
r' = radio de curvatura del trazado de la armadura de compresión;
Q)
_"",cb)
A =
A' =
f.,d =
sección de la armadura de tracción;
sección de la armadura de compresión;
valor de cálculo del límite elástico de las armaduras prjndp\lh~s.
(1) Es también frecuente considerar como mínimo la mitad del canto total. En las piezas con elementos delgados, como algunas vigas T, dohle T, ('11 (·111",", .'1, 1,1ó
(2) Es también frecuente sola parias entre si. barras de tracción o compresión que se colocan en las alas dcbclI díslrih""",' d,' 11111,111 1I1t1' ~"
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186 MONTO YA-MESEGUER-MORÁN
separación no sea superior a tres veces el espesor del ala ":, ,L a' l' Q' 1
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(lig. 8.22). Para asegurar la transmisión de cortantes al alma,
es necesario disponer armaduras transversales, de acuerdo
con lo que se indica en el apartado 19.8-2."
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Q' ~ 3e'
a ;:;¡;: 3e
Figura 8.22 ]-
~ A,
8.8 Bibliografía
«Manual of Standard Practice for detailing reinforced concrete structures» (ACI315-65).
Publicado por el American Concrete Institute, Detroit, 1965.
2. «Adherencia y anclaje», por Gallus Rehm. Monografia n.O282 del Instituto Eduardo To-
rroja, Madrid, 1969.
3. «Recomendaciones Internacionales CEB-FIP 1970». Publicadas por la Cement and Concrete
Association, Londres, 1970.
4. «Building Code Requirements for reinforced concrete» (ACI 318-71). Publicado por el
American Concrete Institute, Detroit, 1971.
5. «Instrucción para el Proyecto y la Ejecución de obras de hormigón en masa y armado»
(EH-73). Publicada por el Ministerio de Obras Públicas, Madrid, 1973.
6. «Reinforced concrete fundamentals», por Phil M. Ferguson. Publicado por John Wiley
and Sons, Nueva York, 1973.
7. «Vorlesungen iiber massivbau. Erster Teil Grundlagen zur Bemessung im Stahlbetonbaw>,
por Fritz Leonhardt. Editado por Springer-Verlag, Berlin-Heidelberg-Nueva York, 1973.
8. «Adherencia de barras corrugadas. Influencia del tipo de ensayo y de las solicitaciones di-
námicas». Tesis doctoral del ingeniero Rafael Fernández Sánchez, realizada en el Instituto
Eduardo Torroja. En curso de publicación.