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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE JUTIAPA


CURSO DERECHO PENAL I. CODIGO 211
LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES,
ABOGADO Y NOTARIO.
TERCER CICLO. 2022. SECCION “A”
DOCENTE: LICDA. JAQUELINE MORALES ORELLANA

Módulo 1. UNIDAD 3.
2. ANÁLISIS HISTÓRICO. ESCUELAS PENALES.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO PENAL

Época de la Venganza Privada


No existía el Estado como ente necesario para imponerse a particulares. La venganza particular se
tomó como el inicio de la retribución penal. Es una época bárbara, debido a que se llega al impulso
instintivo de defensa ante la reacción provocada por un ataque que se considera injusto. Cuando los
individuos se sentían ofendidos en sus derechos acudían a una defensa individual y cada quién hacia
justicia por su propia mano. Todo ello dio origen a grandes y sangrientas guerras privadas debido a
que los ofendidos no conocían las limitaciones. Esta venganza ilimitada se vio atenuada por LA LEY
DEL TALEÓN, según la cual “no podía devolverse al delincuente un mal mayor que el inferido a su
víctima”, hacían uso del dicho: -ojo por ojo, diente por diente-, se llegó a reconocer por la población
que el ofendido sólo tenía derecho a una venganza de igual magnitud al mal sufrido.

También existió otra limitación a la venganza privada y fue LA COMPOSICIÓN (del latín Componere,
“arreglar, conciliar”), en la cual el agresor o su familia pagaban al ofendido y los suyos, en dinero o
en especie (animales o frutos), para que éstos no ejercieran el derecho de defensa existente en esa
época.

Época de la venganza divina.


Época en la cual se sustituye la voluntad individual por una voluntad divina a la que le correspondía
la defensa de los intereses colectivos lesionados. La justicia se ejercitaba en nombre de Dios y los
jueces, quiénes juzgaban en su nombre eran, la mayoría de veces, sacerdotes.

Época de la Venganza pública


Se deja en poder público la representación de la venganza social por la comisión de un delito. Es el
poder público, como representante del Estado, el encargado de ejercer la venganza en nombre de
la colectividad o de individuos. Pero esa venganza que pretendía una tranquilidad pública llegó a
excesos con la aplicación de penas inhumanas y desproporcionadas, la pena era sinónimo de
tormento y se castigaba con severidad y crueldad. Etapa que constituye uno de los episodios más
sangrientos del Derecho Penal europeo. Las penas iban desde pecuniarias en forma de confiscación,
hasta mutilaciones en el cuerpo humano, trascendían las penas incluso hasta descendientes del reo.

Llegaron al punto de procesar cadáveres. Como dato relevante, no existía igualdad en la


administración de justicia, entre los pobladores, los castigos para los plebeyos y siervos era más
duros y la protección para ellos era una falacia, mientras que para los nobles se les imponían penas
más suaves. Los jueces y tribunales tenían la facultad de imponer penas no previstas en la ley, el
principio de legalidad no existía en ese tipo de ordenamiento jurídico.

Período Humanitario.
Surgió como resultado de un movimiento a favor de la humanización, tanto de las penas como del
procedimiento penal, comienza a fines del siglo XVIII con la Corriente intelectual del Iluminismo (Los
pensadores de esta corriente sostenían que el conocimiento humano podía combatir la ignorancia,
la superstición y la tiranía para construir un mundo mejor), pero es indiscutible que el precursor fue
Cesar Bonnesana, El Marqués de Beccaria, quién publicó en el año 1764 su obra denominada Dei
Delliti e Delle Pene (De los delitos y de las penas), quién dijo “Que el fin de las penas no era
atormentar o afligir a un ente sensible, sino evitar que siga causando nuevos daños a los
ciudadanos”. Con el Marqués de Beccaria, se finaliza un capítulo antiguo y abre otro denominado
“Edad de oro del Derecho Penal”.

Etapa científica
Se podría decir que inicia con la Obra de Cesar Bonnesana, El Marqués de Beccaria, denominada
Dei Delliti e Delle Pene (De los delitos y de las penas), y finaliza hasta la crisis del Derecho Penal
con el aparecimiento de la Escuela Positivista. Algunos autores de la Escuela clásica consideraban
que el Derecho penal como disciplina única, general e independiente, cuyo objetivo era el estudio
del delito y la pena. Pero posteriormente apareció la Escuela positivista con ideas opuestas, y autores
consideraron que el Derecho Penal debía de ser una rama de la Sociología Criminal, auxiliándose
del método positivista o experimental. Ya no se considera al delito como entidad jurídica sino como
manifestación del delincuente, la pena ya no tiene como fin ser retributiva, sino que se convierte en
un medio de corrección social. Luego de esa etapa surgió el llamado Derecho Penal Autoritario,
según Eugenio Cuello Calón, en donde se protegía al Estado, por lo cual los delitos de tipo político
fueron considerados como infracciones de especial gravedad y castigados severamente.

Época moderna
Existe una unidad de Criterio en la doctrina en cuanto Derecho Penal es una ciencia jurídica que
trata de problemas relativos al delito, delincuente, la pena y medidas de seguridad, en cambio, las
ciencias penales o criminológicas tienen el mismo objeto de estudio, pero lo hacen desde el punto
de vista de la antropología y la sociología.

ESCUELAS DEL DERECHO PENAL


Definición: Conjunto de doctrinas y principios que a través de un método tienen por objeto investigar
la filosofía del derecho de penar, la legitimidad del Jus Puniendi, la naturaleza del delito y los fines
de la pena.

ESCUELA CLÁSICA DEL DERECHO PENAL


La obra de Beccaria impulsó a la corriente clásica del Derecho Penal, de pensamiento jurídico-penal,
que inició a principios del siglo XIX, en la Escuela de Juristas, que inicialmente se denominó a la
Escuela Clásica, siendo sus representantes: Giandoménico Romagnosi, Luigi Luchini, Enrico
Pessina y Francesco Carrara. Fue la escuela Clásica quién dio el carácter científico de nuestra
ciencia, cuya idea era la tutela jurídica. Francesco Carrara, su más grande exponente, acertó
estableciendo al delito como ente jurídico y no como puro hecho natural. Para la Escuela clásica y
para la doctrina carrariana, el fundamento del Ius Puniendi es la sola justicia. La ley penal no puede
entrar a considerar sino aquellos hechos que se han realizado por un hombre, en violación de la ley,
con plena conciencia y que esté creada la ley que lo prohíbe.

Las escuelas cuentan con postulados, que son las ideas o principios que defienden. Y entre ellos
encontramos:
Postulados de la Escuela clásica:
Respecto al Derecho Penal: se consideró como una ciencia jurídica que se encontraba con ciertos
límites, sin dejar nada al arbitrio del Juez y con fundamento en una justicia limitada, buscando la
Tutela Jurídica (Marco protector que el derecho establece para equilibrar las relaciones
interpersonales y garantizar el normal cumplimiento de las normas creadas para tal fin) a través de
temas como el delito, la penal y el juicio penal.
Respecto al Método: Era el Racionalista o Especulativo (Método que acentúa el papel de la razón
en la adquisición del conocimiento).
Respecto al Delito: No era considerado como un ente de hecho, sino un ente jurídico, debido a que
es un acto realizado por el hombre, con conciencia y libertad, que trae consecuencias jurídicas.
Respecto a la Pena: Considerado como un mal, a través del cual, se realizaba la tutela jurídica,
siendo la única consecuencia del delito. Para Pellegrino Rossi, la finalidad de la pena era retributiva;
y para Giovanni Carmignani, la finalidad era evitar la perturbación de la seguridad de la convivencia
humana.
Respecto al Delincuente: Lo consideraban como autor del delito. A esta escuela no le interesaba al
delincuente, lo excluía porque no lo necesitaba para su construcción jurídica.

ESCUELA POSITIVA DEL DERECHO PENAL


Cuando la corriente clásica del Derecho Penal, consideraba haber alcanzado su más alto grado de
perfeccionamiento, surgió en Italia una nueva corriente de pensamiento en la ciencia del Derecho
Penal, la cual provocó una verdadera revolución en el campo jurídico penal, y fue así como surgió la
Escuela Positivista, creando una profunda confusión, a la cual se le denomina “La crisis del Derecho
Penal clásico”, debido a que hizo caer a la ciencia del Derecho penal en una desubicación que duró
casi más de medio siglo.

Los precursores Cesare Lombroso, Rafael Garófalo y Enrico Ferri, se justificaron en que
comprobaron que los principios clásicos eran inútiles, apartaron de la disciplina penal el carácter
especulativo de la corriente clásica y la convirtieron en una disciplina experimental.

Se habla de que la Escuela Positivista evolucionó en tres etapas: La primera etapa, La Antropológica,
representada por Cesare Lombroso, en donde se estudiaba al delincuente por sus particularidades
anatómicas o morfológicas (forma de ser). La segunda etapa, La Jurídica, representada por Rafael
Garófalo, quién se encargó de implantar la teoría anatómica lombrosiana. Y la Tercer etapa se ocupó
de hacer notar la influencia del medio social sobre el delincuente, apartándose de la tesis del
delincuente nato, creada por Lombroso.

Mientras la escuela clásica excluyó de su estudio al delincuente, la escuela positivista lo colocó en


primer lugar. El delito deja de ser un ente jurídico para convertirse en una realidad humana, el fin de
las penas deja de ser el restablecimiento del hecho violado y pasa a ser de la prevención.
La pena era la única sanción en la escuela clásica, pero la escuela positivista crea una serie de
medidas que llevan como fin principal la reforma del delincuente. En cuanto al arbitrio del Juez, la
escuela clásica no dejaba nada a su arbitrio, mientras que la escuela positivista deja un amplio
arbitrio al juez para que pueda ajustar la pena a la personalidad del delincuente.

Postulados de la Escuela Positiva:


Respecto al Derecho Penal: se pierde la autonomía como ciencia jurídica y se considera como rama
de la Sociología Criminal.
Respecto al Método: Era el Observación y experimentación, al cual le denominaron “método
positivo” y de allí deviene el nombre de la Escuela positivista.
Respecto al Delito: se consideró como una acción humana con causas naturales o sociales.
Respecto a la Pena: la consideraron como un medio de defensa social y que no era la única
consecuencia del delito, sino que debía de aplicarse una serie de sanciones y medidas de seguridad,
de acuerdo con la personalidad del delincuente.
Respecto al Delincuente: considerado como un ser anormal.

ESCUELAS INTERMEDIAS DEL DERECHO PENAL


Las dos famosas escuelas anteriores fueron un estímulo para la realización de nuevas concepciones
en el campo jurídico-penal criminológico, sirviendo de base a lo que después se le denominó
Dogmática y Técnica jurídica del derecho Penal por un lado y la Enciclopedia de las ciencias penales
o Criminológicas por otro lado.

Ambas escuelas cometieron errores, tales como: Escuela Clásica establecía al delito como un ente
jurídico y dejó de lado que el delito es un hecho del hombre, postergando así el estudio del
delincuente, mientras que la escuela positivista estudió al delincuente y creó medidas de seguridad
para la prevención del delito y rehabilitación del delincuente.

Aparecieron escuelas con postulados de las dos grandes escuelas anteriores, entre ellas está la
Tersa Scuola Italiana, representada por Manuel Carnevale y Bernardino Alimena; la Escuela de la
Política Criminal o Escuela Sociológica Alemana, representada por Franz Von Liszt; Escuela
sociológica Francesa, representada por Alejandro Lacassagne y Gabriel Tarde. Estas escuelas
intermedias tomaron los postulados más importantes de las antiguas escuelas en forma ecléctica.

EL POSITIVISMO JURÍDICO Y LA DIRECCIÓN TÉCNICA JURÍDICA DEL DERECHO PENAL


Se solicitó, luego de superada la crisis del positivismo, que se expulsaran de la ciencia del Derecho
penal las tendencias antropológicas, psicológicas, etc., porque el Derecho Penal debía de seguir
siendo una ciencia jurídica.

En los primeros años del siglo XX, aparece en Italia y Alemania un movimiento denominado Técnico
Jurídico o Técnico Científico, y sus exponentes fueron: En Italia, Arturo Rocco, Vicenzo Manzini y
Filippo Grispigni, mientras que en Alemania fueron: Ernesto Von Beling, Max Ernesto Mayer,
Edmundo Mezger, Karl Binding y Franz Von Liszt.

Este Movimiento se limita al estudio científico del derecho penal, a través del método jurídico, lógico
abstracto o dogmático. Para ello, es labor del Derecho Penal la construcción de institutos y sistemas
jurídicos dentro de un orden legal preestablecido.

Filippo Grispigni explica que este movimiento es Científico porque no se basa de presupuestos
filosóficos sino sobre las conclusiones de la ciencia, y es Técnico porque es un medio para una
finalidad, que es la pena.

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