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esde hace tiempo, las personas intuimos que hay una relación muy

estrecha entre psicología y comunicación; sin embargo, la falta de


aplicación de criterios psicológicos en el diseño de estrategias de
comunicación no nos permite aprovechar al máximo la unión de estas
dos ciencias.

Sobre este tema refiere María Katia Filomeno, gerente de Estudios de


Reputación y Stakeholders de APOYO Comunicación y docente de
posgrado de la U. de Piura, quien dice que es importante y esencial que
los profesionales de la comunicación conozcan y apliquen los
principios de psicología en sus organizaciones. Finalmente, buscamos
entender cómo se crean las percepciones y cómo generar cambios de
conducta en los públicos de interés y eso, principalmente, tiene que ver
con cómo funcionan procesos que la psicología aborda, como procesos
cognitivos, influencia social, entre otros.

Actualmente los comunicadores incorporan criterios de psicología


en el diseño de sus estrategias, pero de manera poco sistematizada y
sin aprovechar al máximo su potencialidad. Si bien muchos hemos
leído sobre psicología o entendemos a grandes rasgos cómo funcionan
las percepciones, existe mucho potencial de aprovechar los modelos
psicológicos para construir estrategias de comunicación más potentes.

El enfoque psicológico de la comunicación se refiere a la percepción,


aprendizaje, memoria, persuasión e influencia. Cuando una persona
lee el periódico, escucha a un vocero o participa en un evento de
comunicación interna, diversos procesos psicológicos se disparan. El
mismo mensaje transmitido en contextos distintos puede tener
interpretaciones opuestas, y generar reacciones totalmente diferentes en
distintos públicos.

Los procesos cognitivos y la psicología social son probablemente


campos de acción con mayor utilidad práctica, más allá de los avances
interesantes en otras ramas de la psicología y neurociencias que
complementan el panorama. Es fundamental entender cómo funciona
la percepción y cómo interactúan los sesgos de percepción con los
mensajes que buscamos comunicar; así como también entender los
tipos de reforzamiento que facilitarán las conductas que buscamos
promover. Así también, entender los elementos que facilitan la
persuasión y cómo funciona la influencia social, son clave para cualquier
comunicador social.

La psicología se aplica de manera más sistemática por las áreas de


marketing que por las de comunicaciones. Sin embargo, hay buenas
prácticas que responden a un análisis psicológico aunque no
necesariamente se utilicen términos psicológicos. Por ejemplo, el role
playing utilizado por muchas empresas para generar integración
entre dos áreas que típicamente se critican mutuamente, es una
aplicación directa de las varias investigaciones que hay sobre el vínculo
entre actitud y conducta: muchas veces no debemos cambiar la actitud
para cambiar una conducta; sino promover una conducta para modificar
una actitud.

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