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HABILIDADES FINANCIERAS Y HÁBITOS FINANCIEROS

SALUDABLES: UN ANÁLISIS A PARTIR DE LA


ENCUESTA DE COMPETENCIAS FINANCIERAS*
María Jesús MANCEBÓN TORRUBIA**
Domingo P. XIMÉNEZ-DE-EMBÚN
Adriano VILLAR-ALDONZA

Resumen

Diversos estudios realizados en los últimos veinte años han puesto de mani-
fiesto los escasos conocimientos de la población sobre cuestiones relacionadas
con la economía y las finanzas. Este trabajo analiza si el grado de alfabetización
financiera influye positivamente en el fomento de prácticas financieras saluda-
bles, entendiéndose por tales aquellos comportamientos que pueden favorecer
la capacidad para afrontar situaciones financieras adversas a lo largo del ciclo
vital. En este grupo de comportamientos saludables se incluye la planificación
económica de la vejez, la tenencia de productos de ahorro y los niveles bajos
de endeudamiento. Los resultados indican que a mayor nivel de alfabetización
financiera, mayor es la probabilidad de disponer de un plan de pensiones, tener
algún fondo de inversión y haber ahorrado en el último año, y menor es la pro-
babilidad de financiar las compras con préstamos personales. También es mayor
la probabilidad de invertir en el mercado bursátil, así como de disponer de una
cartera variada de activos y pasivos financieros (inclusión financiera).

Palabras clave: alfabetización financiera, comportamiento financiero salu-


dable, fondos de pensiones, fondos de inversión, acciones,
ahorro, préstamos, inclusión financiera, Encuesta de Com-
petencias Financieras y variables instrumentales.

JEL clasificación: G29, I29.

* Una versión reducida de este trabajo se encuentra publicada en el número 275 de la revista Cuadernos de
Información Económica.
** Los autores desean agradecer la ayuda financiera recibida de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) a
través de la Primera Convocatoria Competitiva de Proyectos de Investigación sobre Educación Financiera
(diciembre de 2018).

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María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

I. INTRODUCCIÓN
Diversos estudios realizados en los últimos veinte años han puesto de mani-
fiesto los escasos conocimientos de la población sobre cuestiones relacionadas
con la economía y las finanzas. Esta situación afecta por igual a los ciudada-
nos de países desarrollados, como Estados Unidos, Japón, la Unión Europea o
­Australia, como a los de países en vías de desarrollo, como T­ hailandia, Malasia o
Taiwan. Así lo evidencian diferentes encuestas realizadas en estos países, en las
que se han incluido preguntas diseñadas específicamente para medir la com-
prensión de conceptos económicos básicos, como el tipo de interés compuesto,
la inflación o la diversificación de riesgos. Con ello se ha puesto de manifiesto
una realidad ciertamente preocupante en un contexto socioeconómico como
el actual, caracterizado por importantes cambios demográficos, tecnológicos
y económicos que exigen una mayor implicación de los individuos en la ges-
tión de sus finanzas, de cara a maximizar su bienestar económico en el largo
plazo (Lusardi, 2015). En este nuevo marco, resulta indiscutible la necesidad
de disponer de una cultura financiera que permita al consumidor valorar ade-
cuadamente los riesgos asociados a los diferentes vehículos de inversión y cré-
dito, aprovechar las oportunidades que brindan las innovaciones aplicadas a
las finanzas personales, evitar el sobreendeudamiento, y adoptar decisiones de
contratación inteligentes (Monserrat, 2017). De hecho, algunos autores con-
sideran que el insuficiente nivel de conocimientos financieros, unido a otros
factores del entorno, ha sido la causa de problemas que han tenido lugar en el
pasado como la inadecuada comercialización de productos híbridos, el sobre-
endeudamiento o la falta de apreciación de las características económico finan-
cieras de los productos de ahorro y de crédito (Domínguez-Martínez, 2017).

Por otro lado, no debe perderse de vista que las bondades de la cultura
financiera no solo se producen en el terreno de las finanzas personales, sino
que se extienden al ámbito de lo social. Y es que las elevadas interconexio-
nes de las decisiones financieras individuales, de una dimensión enorme en
un mundo económico globalizado, convierten a los conocimientos finan-
cieros en una fuente de externalidades positivas para toda la sociedad
(Lusardi, 2015).

En este orden de cosas, el objetivo de este trabajo es evaluar empírica-


mente el impacto de las habilidades financieras de la población española sobre
la tenencia de productos financieros. En particular, se trata de analizar si el
grado de alfabetización financiera (a partir de ahora FL, haciendo uso de las
siglas de su denominación en inglés, Financial Literacy) influye positivamente
en el fomento de prácticas financieras saludables, entendiéndose por tales en
este trabajo aquellos comportamientos de los individuos que pueden favore-
cer su capacidad de afrontar situaciones financieras adversas a lo largo de su
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Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

ciclo vital1. En este grupo de comportamientos saludables incluimos la planifi-


cación económica de la vejez –que facilita la suficiencia financiera una vez que
se ha abandonado el mercado de trabajo–, la tenencia de productos de ahorro
–que permite hacer frente a estados coyunturales de falta de liquidez-y los niveles
bajos de endeudamiento– que fortalecen la solvencia financiera de los individuos.

Con ello, nuestro trabajo se suma a una línea de investigación que, a pesar
de encontrarse todavía en pleno desarrollo, cuenta actualmente con un volu-
men significativo de aportaciones a nivel internacional. Aunque el interés por el
tema es muy reciente, el crecimiento de las publicaciones sobre este tema desde
2008 ha sido exponencial, hasta el punto de que, a nuestro juicio, hoy no sea
descabellado hablar de la Economía de la Alfabetización Financiera como un
nuevo campo de estudio dentro de la ciencia económica.

La mayor parte de los estudios económicos realizados sobre el tema en


el contexto internacional, ha centrado su atención en estimar el efecto de las
habilidades financieras sobre variables económicas relevantes como son la pla-
nificación económica de la vejez, la tenencia de diversos activos financieros, las
actitudes hacia el ahorro o la adopción de decisiones financieras óptimas2.

En el caso de España, los estudios académicos sobre los efectos económi-


cos de las habilidades financieras son inexistentes a día de hoy, ausencia que
seguramente tiene su origen en la carencia, hasta fechas muy recientes, de
bases de datos que permitan analizar la cuestión desde una perspectiva empí-
rica3. Nuestro trabajo, por tanto, contribuirá a llenar el vacío existente en la
literatura española sobre este tema.
1
En la literatura sobre este tema es habitual encontrar el uso de manera intercambiable de términos diversos
para referirse a las habilidades financieras de los individuos. Es el caso de las expresiones alfabetización
financiera, capacitación financiera, competencias financieras, conocimientos financieros, cultura financiera,
o educación financiera. Aunque, como señala el Banco Mundial, la utilización de uno u otro término tiene
que ver, en parte, con el idioma empleado en cada estudio, a día de hoy existe bastante consenso en la
necesidad de diferenciar lo que es la alfabetización financiera de lo que es la educación financiera. Mientras
que el primero hace referencia a la posesión de habilidades financieras (adquiridas por vías formales e
informales) y a la capacidad de hacer un uso adecuado de aquellas en pro del bienestar económico de los
individuos, el término educación financiera se asocia más a los conocimientos adquiridos en intervenciones
formativas concretas sobre diversos contenidos de naturaleza económico-financiera. Este será el criterio que
seguiremos en este trabajo, que está centrado en el análisis de la alfabetización financiera (a la que también
nos referiremos como habilidades financieras) entendida en el sentido que acabamos de indicar.
2
Una explicación más detallada sobre esta cuestión puede verse en Mancebón y P. Ximénez de Embún
(2020). En paralelo a esta línea de investigación, se ha desarrollado otra dirigida a esclarecer los determi-
nantes de los niveles de FL de los ciudadanos, si bien el número de trabajos elaborados es mucho menor.
En el epígrafe 2 se lleva a cabo una somera revisión de la literatura sobre las habilidades financieras.
3
Los únicos trabajos existentes en España sobre las habilidades financieras de los individuos son los rea-
lizados a partir de los datos procedentes de las ediciones de 2012 y 2015 del proyecto PISA (Project for
the International Students Assessment) de la OCDE, donde se incluyó, por primera vez, la evaluación de
las competencias financieras de los estudiantes de 15 años (véase OECD, 2014, 2017b). En el epígrafe
siguiente nos referimos a ellos.

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María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

Para llevar a cabo el estudio se hará uso de la Encuesta de Competencias


Financieras (ECF), realizada por el Banco de España (BE) y la Comisión N­ acional
del Mercado de Valores (CNMV) bajo el auspicio de la OCDE, cuyos datos fue-
ron publicados en el mes de junio de 2019. La recentísima publicación de los
datos procedentes de esta encuesta explica que hasta la fecha no se hayan reali-
zado análisis cuantitativos sobre la misma (más allá del informe descriptivo que
acompaña su publicación), por lo que nuestro estudio, hasta donde nosotros
sabemos, constituye la primera explotación académica de esta encuesta.

El trabajo se organiza de la manera siguiente. En primer lugar, se lleva a


cabo un somero repaso de los estudios internacionales sobre la alfabetización
financiera llevados a cabo en los últimos diez años, diferenciando los realizados
por instituciones económicas de los que se han llevado a cabo por investiga-
dores. A continuación, se presenta la base de datos empleada en el trabajo y
se describen las características de la muestra. El epígrafe cuatro expone breve-
mente la metodología aplicada para obtener las estimaciones. En el epígrafe
cinco se presentan los resultados de las estimaciones. El trabajo finaliza con la
sección de recapitulación y conclusiones.

II. ANÁLISIS DE LA ALFABETIZACIÓN FINANCIERA EN EL


CONTEXTO INTERNACIONAL: UNA SÍNTESIS
En este apartado se revisan someramente los estudios sobre la FL que se
han realizado en el contexto internacional. En la revisión se diferencian dos tipos
de aproximaciones al tema. La primera corresponde a las iniciativas adoptadas
por diversas instituciones económicas y políticas que, a partir de la última crisis
financiera, han mostrado un interés creciente por la medición del nivel de com-
petencias financieras de la población y han emprendido acciones diversas para
evaluarlo y mejorarlo. El contenido de estos trabajos, basados en encuestas, es
básicamente descriptivo y se materializa en informes nacionales o internacionales.
La segunda aproximación, complementaria a la anterior y nutriéndose muchas
veces de los datos ofrecidos por ella, recoge los estudios realizados por acadé-
micos, básicamente economistas, en los que, aparte de medir las habilidades
financieras de la población, se trata de identificar los factores que las determinan
y, especialmente, de cuantificar su impacto en el comportamiento financiero del
individuo, haciendo uso de técnicas econométricas y estadísticas diversas.

1. Estudios realizados por instituciones económicas: la medición


de la alfabetización financiera y el diseño de intervenciones
para mejorarla
La creciente concienciación, por parte de los gobiernos, de la relevancia
económica que tiene la cultura financiera en la promoción del bienestar social
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Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

ha dado lugar a numerosas iniciativas en todo el mundo dirigidas a evaluar y


mejorar el nivel de conocimientos económico-financieros de la población. Un
referente indiscutible de este tipo de acciones es la OCDE; en particular su red
internacional de educación financiera (INFE). Uno de los primeros productos de
esta esta red fue un estudio piloto, realizado en 2010, dirigido a identificar los
conocimientos, el comportamiento y las actitudes financieras de los ciudadanos
adultos de los catorce países participantes. En la encuesta diseñada para ello
se incluyeron preguntas sobre los comportamientos, actitudes y conocimientos
financieros de la población adulta mundial (en concreto, sobre el control de las
finanzas personales de los individuos, sobre si estos llegan a fin de mes, sobre
su planificación financiera a largo plazo y sobre la manera en que seleccionan
los productos financieros; aparte de varias preguntas destinadas a medir las
habilidades necesarias para actuar correctamente en los mercados financieros),
así como cuestiones relativas al conocimiento y tenencia de determinados pro-
ductos financieros.
Al estudio piloto siguieron dos evaluaciones internacionales de la pobla-
ción adulta realizadas respectivamente en 2015 y 20164 y tres evaluaciones
internacionales de la cultura financiera de los jóvenes de 15 años, estas últimas
realizadas dentro del marco del programa internacional para la evaluación de
estudiantes (PISA)5.

Las dos primeras evaluaciones, dirigidas a la población adulta, centraron su


interés en la medición de los niveles de educación financiera, combinando para
ello las puntuaciones obtenidas en tres indicadores relativos a los conocimien-
tos, actitudes y comportamiento de la población. Ambas evaluaciones coinci-
den en señalar unos niveles muy bajos de FL entre la población, especialmente
entre la población femenina.
Tras estos resultados ambas encuestas coincidieron en señalar el amplio
margen de mejora existente en los niveles de conocimiento financiero. Para
ello se instó a los gobiernos a adoptar políticas dirigidas a promover la inclu-
sión financiera, lográndose significativos avances en estos últimos años, tal y
como señalan los datos del Global Findex publicados por el Banco Mundial
­(Demirguc-Kunt et al., 2018). Uno de los países participantes en la encuesta
Global Findex fue España, encontrándose sus niveles de FL en una posición lige-
ramente por debajo de la media europea.
4
La primera, en la que participaron 30 países y economías de los cinco continentes (17 países de la OCDE),
permitió obtener información comparable de 51.650 adultos de entre 18 y 79 años (véase OECD, 2016).
La segunda, impulsada por los países del G20 y en la que participaron, además de estos últimos, Holanda
y Noruega, permitió recabar datos sobre la educación financiera de 101.596 encuestados. Se trata de la
evaluación más ambiciosa que se ha llevado a cabo hasta la fecha, (véase OECD, 2017a). En ninguna de
ellas participó España.
5
Véase OECD (2014, 2017b, 2019).

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María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

A estas evaluaciones, enfocadas al colectivo de adultos, se suman, como


hemos dicho, las que desde el año 2012 ha realizado también la OCDE dentro
del programa de evaluación internacional de los estudiantes (PISA). Los resul-
tados obtenidos en su primer informe señalaban que en torno al 15% de los
alumnos no alcanzaban el umbral de competencias básicas de la escala de PISA,
siendo especialmente preocupante el bajo nivel de competencias financieras
entre el alumnado menos favorecido socioeconómicamente (41 puntos menos
de media que un alumno favorecido en términos socioeconómicos). En la edi-
ción de 2015, el porcentaje de alumnos que no alcanzaron el umbral mínimo
se situó en el 22% (7 puntos más que en la edición de 2012), y la brecha
entre estudiantes en función del estatus socioeconómico se amplió hasta los
89 puntos. La última edición de PISA, 2018, muestra una notable mejora en
las puntuaciones obtenidas por los alumnos en la competencia financiera (de
469 en la edición de 2015 a 492), si bien este promedio continúa situándose
ligeramente por debajo de los valores presentados para el conjunto de países
de la OCDE. Se ha de destacar también que, a diferencia de las poblaciones
adultas, la brecha de género es menos aguda. España, que participó en las tres
ediciones, y en línea con la evolución seguida por el promedio de la OCDE, vio
reducida su puntuación desde la edición de 2012 a la de 2015 (véase Ministerio
de ­Educación Cultura y Deporte, 2017; Ministerio de Educación y Formación
Profesional, 2020 y OECD, 2014).

Las evaluaciones internacionales anteriores se complementan con muchos


otros documentos y recursos que pueden ser consultados en la página web de
la red OECD/INFE y que no hacen más que constatar la creciente atención que la
FL está generando en todos los ámbitos políticos y económicos6.

A las iniciativas anteriores se suman los esfuerzos realizados por ciertas


instituciones económicas privadas de gran peso como son Standard and Poor’s
o Allianz. La primera es autora del estudio internacional más ambicioso que se
ha realizado sobre la FL: el Standard & Poor’s Ratings Services Global Financial
Literacy Survey en 2014 (Klapper, Lusardi y van Oudheusden, 2015). En él se
entrevistaron 150.000 adultos de 140 países. Las conclusiones principales son
similares a las obtenidas en los informes internacionales a los que nos hemos
referido anteriormente7. Los resultados para la Unión Europea constatan que
los mayores niveles de FL se dan en los países del norte de Europa ­(Dinamarca,
­Alemania, Holanda y Suecia), mientras que en los países del sur (Grecia y
­España, pero especialmente Italia y Portugal) y en los que se incorporaron a la
Unión Europea a partir de 2004 (Bulgaria y Rumania) los niveles de FL son los
más bajos de toda la Unión.

6
Véase https://www.oecd.org/daf/fin/financial-education/financial-education.htm
7
El estudio completo puede obtenerse en https://gflec.org/initiatives/sp-global-finlit-survey

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Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

El estudio de Allianz (2017), por su parte, centrado en diez países euro-


peos entre los que se encuentra España, sitúa a Austria, Alemania y Suiza como
los países de Europa con mayor nivel de FL y a Francia, Portugal e Italia como los
últimos del ranking. Al igual que en el estudio anterior, las habilidades menos
desarrolladas son las que tienen que ver con las ventajas de la diversificación
de riesgos y los jóvenes también aparecen como el colectivo más analfabeto en
cuestiones financieras8.

2. Estudios realizados por la academia: causas y consecuencias


de la alfabetización financiera
La preocupación de los investigadores por el nivel de conocimientos finan-
cieros de la población es muy reciente. Según Lusardi y Mitchell (2007), líderes
indiscutibles de esta nueva línea de investigación, los primeros trabajos sobre
el tema se remontan a los últimos cinco años del siglo XX ( Bernheim, 1995 y
1998). Desde entonces, y con mayor intensidad a partir de la crisis financiera
de 2008, las publicaciones en revistas económicas sobre este tema han crecido
exponencialmente. En ellas se han tratado de medir las habilidades financie-
ras de los individuos, indagar en los factores que la determinan y analizar su
impacto en el comportamiento de los individuos en los mercados financieros.
En este epígrafe se presenta una síntesis de las conclusiones obtenidas en cada
uno de estos aspectos.

La totalidad de los estudios realizados por la academia, independiente-


mente del país objeto de atención y al igual que ocurría con los estudios reali-
zados por instituciones económicas, testimonian unos escasos niveles de FL en
la población. Así se pone de manifiesto, por ejemplo, en los estudios realizados
al amparo del proyecto internacional Financial Literacy around the World (Flat
World), en el que, desde el año 2011, han participado quince países con dife-
rentes niveles de desarrollo9. El punto en común de todos estos trabajos es la
medición de las habilidades financieras a partir de las tres cuestiones diseñadas
por Lusardi y Mitchell (2011), las conocidas como las Big Three (conocimientos
sobre el tipo de interés compuesto, la inflación y las ventajas de la diversifica-
ción de riesgos). La revisión más reciente de estos quince trabajos ha puesto
de manifiesto que únicamente un 30% de los adultos entrevistados es capaz de
contestar correctamente a las tres cuestiones (tipo de interés, inflación y diver-

8
Los detalles sobre este estudio pueden verse en https://www.allianz.com/en/press/news/studies/170127-
are-you-financially-literate.html
Véase https://gflec.org/initiatives/flat-world/. Los resultados concretos de las investigaciones realizadas sobre
9

los datos de cada uno de los países participantes están publicados en el Journal of Pension Economics and
Finance (vols. 10, 15, 16 y 17) y en Numeracy (vol. 6). España no ha participado hasta el momento en este
proyecto internacional.

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María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

sificación de riesgos) y que únicamente la mitad da una respuesta correcta a


las dos preguntas relativas a los tipos de interés y la inflación (véase Lusardi et
al., 2019). Los resultados, en todo caso, difieren entre países. Mientras que los
estudios muestran que en Alemania, Holanda, Canadá o Australia el porcentaje
de individuos con respuestas correctas a las tres cuestiones es superior al 40%,
en otros países, como Rumanía o Chile, ese porcentaje es inferior al 10% de su
población y en Rusia es solamente del 3%. Con carácter general, el mayor por-
centaje de aciertos se da en la cuestión relativa al tipo de interés compuesto (con
la excepción de Francia donde curiosamente solo el 7% acierta esta cuestión),
siendo la cuestión relativa a la inflación la segunda pregunta mejor contestada.
Las ventajas de la diversificación de riesgos, sin embargo, son comprendidas por
un porcentaje de personas mucho más reducido.

Otro patrón común que se detecta en estos trabajos es el relativo a las


diferencias entre grupos de población. Así, los estudios permiten identificar a
los jóvenes y mayores, las mujeres, los que disponen de pocos estudios y los
desempleados como los grupos más vulnerables de población en relación a
los temas financieros y sobre los que habría que volcar los esfuerzos en pro de
la inclusión financiera.

Aparte de cuantificar los niveles de FL de los individuos en países diver-


sos e identificar los grupos de población más vulnerables, a partir de análisis
meramente descriptivos, los estudios realizados por parte de investigadores han
dirigido su atención a analizar las causas y consecuencias de la FL, haciendo uso
de diversas técnicas estadísticas y econométricas.

En el primer caso, el centro de atención es el proceso a través del cual los


consumidores desarrollan sus habilidades económico financieras. Su objetivo es
identificar los factores implicados en la promoción de dichas habilidades, con
la finalidad de diseñar políticas de intervención pública que permitan mejorar
dichas habilidades.

La mayor parte de los estudios involucrados en la identificación de los


determinantes de la FL han centrado su atención en el colectivo de los jóvenes,
haciendo uso de los datos suministrados por el proyecto PISA. Es el caso de los
trabajos de Lusardi y Lopez (2016) para Estados Unidos; Riitsalu y Põder (2016)
para Estonia; Molina Marfil, Marcenaro Gutiérrez y Martín Marcos (2015) y
Mancebón, Ximénez-de-Embún, Mediavilla y Gómez-Sancho (2019) para
España y Moreno-Herrero, Salas-Velasco y Sánchez-Campillo (2018a, 2018b)
para el conjunto de países participantes en PISA 2012 y 2015, respectivamente.
En todos ellos se constata un bajo nivel de competencias financieras en los
jóvenes. Por otra parte, se muestran patrones comunes en cuanto a los factores
intervinientes en la conformación de dichas competencias. Así, el género se
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Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

muestra como una de las variables determinantes del nivel de FL de los niños de
15 años, siendo las féminas las que muestran sistemáticamente niveles inferio-
res. Otras variables relevantes son el estatus de inmigración (influencia negativa
de los inmigrantes), el nivel socioeconómico del hogar familiar, las habilidades
matemáticas y lingüísticas de los estudiantes (el factor más importante en varios
trabajos), el mantener conversaciones con los padres sobre temas financieros y
la tenencia de una cuenta bancaria y/o una tarjeta de crédito. En otros estudios,
que han hecho uso de bases de datos ad hoc, se ha comprobado que en la
conformación de la FL de los jóvenes también resulta relevante el tipo de centro
escolar al que asiste el estudiante (Erner, Goedde-Menke y Oberste, 2016), la
edad y las actitudes hacia las finanzas que muestran los estudiantes (Hayei y
Khalid, 2019).

Junto a los trabajos anteriores, se encuentran los que se han centrado en


el análisis de los determinantes de las habilidades financieras de la población
adultas. Entre los más recientes se encuentran los de Hanson y Olson (2018),
­Lusardi, Mitchell y Curto (2010) y Shim et al. (2010) para Estados Unidos;
­Grohmann, Kouwenberg y Menkhoff (2015) para ­Thailandia; Skagerlund et al.
(2018) para ­Suecia y Mancebón y Ximénez-de-Embún (2020) para España. A
pesar de que las muestras y los métodos de estimación empleados son diferen-
tes, se encuentran algunos patrones comunes en los resultados obtenidos en
estos estudios y los comentados anteriormente. Así, las conversaciones con la
familia sobre temas financieros (la socialización financiera familiar) muestran un
efecto positivo y estadísticamente significativo sobre las habilidades financieras
en varios de los trabajos, al igual que las habilidades matemáticas y otras medi-
das de desarrollo cognitivo y emocional. En estos trabajos se confirma también
la brecha existente entre hombres y mujeres adultos, así como la relevancia del
nivel educativo, el estatus ocupacional, la edad y el nivel de ingresos del hogar,
elementos que también se habían erigido como determinantes de la FL en los
análisis descriptivos realizados por las instituciones económicas, a los que nos
hemos referido anteriormente.

A los estudios anteriores, centrados en los factores que pueden explicar las
diferencias en las habilidades financieras, se añaden aquellos que se han orien-
tado a evaluar el impacto que la FL puede tener sobre diversos comportamientos
financieros de los individuos (la planificación económica de la vejez, la tenencia
de diversos activos financieros, las actitudes hacia el ahorro o la adopción de
decisiones financieras óptimas). Se trata del grupo de trabajos más numeroso
entre los investigadores. Entre los más recientes podemos citar los de Anderson,
Baker y Robinson (2017); Boisclair, Lusardi y Michaud (2017); Brown et al. (2016);
Sekita et al. (2018), Allgood y Walstad (2016); ­Grohmann (2018); Grohmann,
Klüs y Menkhoff (2018); Hsiao y Tsai (2018); Hanson y Olson (2018) y Mancebón,
Ximénez-de-Embún y Villar-Aldonza (2020).
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Sus resultados apuntan, con carácter general, a efectos estadísticamente


significativos de la FL sobre las diversas variables analizadas, si bien existe cierto
desacuerdo sobre la relevancia de la magnitud de los efectos encontrados (véase
al respecto Fernandes, Lynch y Netemeyer, 2014 y Lusardi y Mitchell, 2014).

III. BASE DE DATOS

1. La Encuesta de Competencias Financieras


Como se ha indicado anteriormente, la Encuesta de Competencias
Financieras (ECF) ha sido elaborada de manera conjunta por el Banco de
España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dentro del
marco del Plan de Educación Financiera iniciado por ambas instituciones
en 2008 y vigente en la actualidad. A su vez, este estudio se enmarca den-
tro de un proyecto internacional que, bajo los auspicios de la OCDE, eva-
lúa los conocimientos, las actitudes, y el comportamiento financiero de la
población adulta en un amplio conjunto de países entre 2015 y 2016 (véase
OECD, 2017a).

La selección de la muestra, representativa para todo el territorio nacional


y para cada comunidad autónoma, fue realizada por el Instituto Nacional de
Estadística (INE). En conjunto se preseleccionó una población objeto de estu-
dio de 21.221 individuos de 18-79 años que fue entrevistada presencialmente
entre septiembre de 2016 y mayo de 2017. Ello permitió recopilar información
sobre 8.952 individuos que, tras las labores de depuración y validación, condujo
a un tamaño muestral de 8.554 individuos.

La información recogida en la encuesta se agrupa en ocho grandes


secciones cuyo contenido se presenta en el cuadro A1 del anexo. La primera
hace referencia a las características sociodemográficas de la persona entre-
vistada: edad, sexo, nivel de estudios, situación laboral, nivel de ingresos,
etc. La segunda sección se centra en la cartera de inversiones del individuo
–tenencia y adquisición de productos financieros– y en los diferentes modos
de adquisición de la información a la hora de invertir y endeudarse. La sec-
ción tercera recoge la información sobre las fuentes de renta en la vejez:
pensión pública, plan de pensiones, rentas del cónyuge, rentas de activos,
etc. La cuarta sección se dedica a las preguntas relativas a las actitudes
ante el ahorro (si el individuo actúa compulsivamente en las compras, si
vive al día, si paga las facturas a tiempo, etc.). Las secciones quinta y sexta,
por su parte, recopilan información sobre los conocimientos financieros y
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Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

económicos de la población evaluada y se obtienen planteando al entrevis-


tado unas cuestiones básicas sobre estos temas. Las preguntas relativas a
las habilidades financieras tratan de aproximar la pericia de los individuos
en relación con seis dimensiones: la inflación, el tipo de interés compuesto,
la diversificación de riesgos (las Big Three a las que nos hemos referido
anteriormente), el tipo de interés simple, la relación rentabilidad/riesgo y las
hipotecas. Los conocimientos económicos, por su parte, se evalúan sobre la
base de tres preguntas relativas a las utilidades del dinero en metálico, a la
identificación de los beneficiados por la inflación y a la identificación de los
actores económicos responsables de los bienes y servicios que se producen
en la economía. Las dos últimas secciones versan sobre los gastos del hogar
y la vivienda principal (régimen de tenencia y gastos de hipoteca, principal-
mente). Adicionalmente, la ECF evalúa el nivel de competencias cognitivas
de los individuos (comprensión lectora de textos o de gráficos no financie-
ros)10. En el apartado siguiente se presenta una síntesis los descriptivos de la
encuesta que tienen mayor interés en nuestro trabajo.

2. Análisis descriptivo
En este apartado presentamos el análisis descriptivo previo de las variables
que van a ser empleadas en el análisis econométrico posterior. Ello nos permi-
tirá disponer de información sobre los niveles de FL de la población española
y sobre sus hábitos financieros (tenencia de diversos activos y pasivos financie-
ros), algo no conocido hasta la fecha.

Los gráficos 1 y 2 muestran las características de estos individuos entrevis-


tados, tanto en lo referente a la tenencia de productos financieros (gráfico 1),
como en relación a sus habilidades financieras (gráfico 2); estas últimas aproxi-
madas por el acierto en la respuesta a tres de las preguntas que se incluyeron
en la ECF para medirlas11.

Con respecto a las decisiones financieras, es decir, al tipo de activos y pasi-


vos financieros que se contratan, a los hábitos de ahorro y a la participación
10
En el informe Encuesta de Competencias Financieras 2016 se ofrece una información detallada sobre la
propia encuesta (véase Bover, Hospido y Villanueva, 2018).
11
El gráfico 2 muestra el porcentaje de individuos que contestaron correctamente a las tres preguntas sobre
habilidades financieras que se plantean en la práctica totalidad de estudios sobre el tema: la compren-
sión de los conceptos inflación, interés compuesto y diversificación de riesgos. Estas cuestiones fueron
diseñadas por las profesoras Lusardi y Mitchell, líderes indiscutibles en la materia, en 2004 para evaluar
las competencias financieras básicas (Lusardi y Mitchell, 2006). Son conocidas como las Big Three en la
literatura especializada como hemos destacado anteriormente.

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María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

GRÁFICO 1
TENENCIA DE INSTRUMENTOS FINACIEROS Y HÁBITOS RELACIONADOS
CON LAS FINANZAS DEL HOGAR
(Porcentaje)

80%
70%

76,2
76,1
76,0
67,8

60%

60,8
50%
40%

38,6
30%
20%
22,4

19,1
15,1

14,0

10%
9,8

9,0

9,9

0,5

4,7
0%
NS/NC

NS/NC

NS/NC

NS/NC

NS/NC


No

No

No

No

No
Tenencia plan Tenencia fondo Tenencia acciones Ha ahorrado Tenencia préstamo
pensiones inversión (últimos 12 meses) personal

Fuente: Elaboración propia a partir de la ECF (2016).

GRÁFICO 2
PORCENTAJE DE RESPUESTAS ACERTADAS A LAS BIG THREE

60%
50%
58,9

40%
49,3
46,1

30%
33,6
32,8

20%
27,1
15,5

18,1

10,1
8,8

0,2

0,3

0,2

10%
0%
correctamente

correctamente

correctamente
Responde correct. 1

Responde correct. 2

Responde correct. 3

No contesta

No contesta

No contesta
No sabe

No sabe

No sabe
No responde correct.

Responde

Responde

Responde
preguntas

preguntas
pregunta
ninguna

Financial
Financial Lireracy
Literacy Index
Index (0-3). Pregunta
Pregunta inflación
Inflación Pregunta interés
Pregunta Interés Pregunta
Pregunta
(0-3) FinLit 3
FinLit3 (Big
(Big Three)
Three) compuesto
compuesto Diversificación riesgos
Diversificación
(Big Three)
Three) (Big Three)

Fuente: Elaboración propia a partir de la ECF (2016).

132
Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

en los mercados financieros (inclusión financiera12), podemos observar que el


porcentaje de individuos que tienen un plan de pensiones en España es cierta-
mente bajo (22,37%), dato ciertamente preocupante en un contexto de incerti-
dumbre sobre la evolución futura de las pensiones públicas.

Tampoco es especialmente elevado el dato sobre el hábito de ahorro. Casi


un 40% de los individuos declara no haber ahorrado nada en el último año, si
bien es cierto que casi un 60% de la muestra declara que los ingresos brutos
anuales en su hogar son inferiores a 26.000 euros, algo que no facilita el aho-
rro. Lamentablemente, los datos no permiten conocer si el nivel de ahorro anual
de los que ahorran es alto o bajo.

Con respecto a los productos de inversión, merece la pena destacar la


preferencia por las acciones (13,97%) frente a los fondos de inversión (8,98%),
si bien la participación en los mercados donde se comercian ambos activos no
deja de ser ciertamente baja.

En cuanto al nivel de habilidades financieras (FL), de la población española


(gráfico 2), los resultados de la ECF muestran que este es muy bajo, situación
similar a la de muchos países de nuestro entorno como se ha evidenciado en
la práctica totalidad de los estudios internacionales (como por ejemplo, OECD,
2016, 2017a).

En España, menos del 59% de los individuos entienden el concepto de


inflación y solamente un 46% comprenden adecuadamente el significado de
la noción de interés compuesto. Esta situación choca con el elevado porcen-
taje de entrevistados que declaran tener una hipoteca (más de un 50% de los
individuos entre 35 y 54 años que es la edad en la que se suele contratar este
producto financiero), siendo el ámbito de los préstamos hipotecarios donde el
conocimiento de los conceptos financieros anteriores resulta fundamental para
poder adoptar una elección de endeudamiento acertada.

Otro dato a destacar es el escaso conocimiento de la importancia que tiene


la diversificación de la cartera en la reducción del riesgo inversor. En este caso,
menos del 50% contestan adecuadamente a la cuestión planteada, siendo el
porcentaje de respuesta “no lo sé” el más elevado de todas las preguntas sobre
FL (más del 27% de encuestados). Ello es preocupante al poner en duda la
12
El índice de inclusión financiera se define como la suma del número de productos financieros diferentes
que puede tener un individuo. En la ECF se pregunta al individuo si tiene alguno de los siguientes produc-
tos: cuenta o depósito ahorro, plan pensiones, fondo inversión, acciones de empresas, otros activos de
renta fija, seguro de vida, préstamo personal, tarjeta de crédito e hipoteca. Por lo tanto, el índice puede
tomar como valor mínimo 0 (si no tuviera ninguno de esos productos) y como máximo 9 (si tuviera al
menos uno de cada uno de los productos enumerados).

133
María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

capacidad de la población de configurar carteras de inversión de bajo riesgo. Si


atendemos al indicador sintético que hemos denominado FinLit3, que recoge el
número total de respuestas acertadas de las Big Three, y que también se incluye
en el gráfico 2, podemos observar que solamente el 18,1% de la población
adulta entrevistada es capaz de responder correctamente a las tres preguntas
básicas de FL.

Vistos los datos globales relativos a la FL, así como los referentes a las
prácticas financieras de la población española, comentaremos a continuación
ciertos patrones de asociación entre las diferentes variables de interés en nues-
tro trabajo.

Como se puede ver en el gráfico 3, existen importantes diferencias por


género en cuanto a la FL. Así, frente al 24,37% de los hombres que responden
correctamente a las tres preguntas incluidas en el indicador FinLit3, en el caso
de las mujeres este porcentaje asciende solamente a la mitad (12,33%).

Con respecto a la relación entre la edad del entrevistado y su FL (véase


gráfico 4), el análisis permite concluir que la relación tiene una forma de U
invertida.

GRÁFICO 3

PORCENTAJES DE RESPUESTAS CORRECTAS A LAS FINLIT3 POR GÉNERO

40%
35%
36,3

34,4

30%
32,9
28,9

25%
24,4

20%
15%
18,4

10%
12,3

12,3

5%
0%
No responde Responde Responde Responde
correctamente ninguna correctamente 1 correctamente 2 correctamente a las 3
pregunta pregunta preguntas preguntas

Mujer Hombre

Fuente: Elaboración propia a partir de la ECF (2016).

134
Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

GRÁFICO 4
PORCENTAJES DE RESPUESTAS CORRECTAS FINLIT3 POR EDAD

45%
40%

40,2
35%
37,5

35,8
35,4
34,4
30%

32,4
31,4

31,4
31,1
30,9
30,8

29,7
25%
20%
22,5

21,6
21,0
20,2
15%
18,9
17,3

10%

14,1
13,9

13,7
12,8
11,7

11,2
5%
0%
No responde Responde Responde Responde
correctamente ninguna correctamente 1 correctamente 2 correctamente a las 3
pregunta pregunta preguntas preguntas

18-24 25-34 35-44 45-54 55-64 65-79

Fuente: Elaboración propia a partir de la ECF (2016).

GRÁFICO 5

PORCENTAJES DE RESPUESTAS CORRECTAS FINLIT3 POR NIVEL EDUCATIVO

45%
40%
35%
38,3
37,3

34,5

30%
33,4
30,1

25%
27,9
25,8

20%
23,1

20,4

15%
10%
11,7

9,4

5%
8,0

0%
No responde Responde Responde Responde
correctamente ninguna correctamente 1 correctamente 2 correctamente a las 3
pregunta pregunta preguntas preguntas

Educ. primaria Educ. secundaria Educ. universitaria

Fuente: Elaboración propia a partir de la ECF (2016).

135
María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

También se aprecia una asociación positiva entre el nivel educativo de la


población y su FL (véase el gráfico 5). Por situación laboral los que mayor FL pre-
sentan son los trabajadores autónomos (gráfico 6), algo que es natural, dado
que son estos trabajadores los que deben afrontar la gestión de las finanzas
de sus negocios de manera habitual. En el lado contrario, los que disponen de
menos FL son el grupo de otros inactivos (amas de casa y estudiantes princi-
palmente), seguidos de los desempleados. Los jubilados presentan un nivel de
FL intermedio en las cinco situaciones laborales consideradas, lo que puede ser
debido a la heterogeneidad profesional existente en este grupo.

Por categoría profesional, como era de esperar, a mayor nivel de cualifi-


cación laboral mayor FL (gráfico 7). Esta asociación positiva se da en todas las
dimensiones de la FL medidas (inflación, tipo de interés compuesto y diversifi-
cación de riesgos) y en el índice global de FinLit3. Lo mismo ocurre con el nivel
de ingresos familiares (gráfico 8).

Es relevante destacar que los patrones detectados en los gráficos 1 a 7


recién citados son comunes a los detectados en la mayoría de los estudios reali-
zados en contextos económicos diversos (véase Lusardi y Mitchell, 2014).

GRÁFICO 6
PORCENTAJES DE RESPUESTAS CORRECTAS FINLIT3 POR SITUACIÓN LABORAL

45%
40%
35%
38,2

35,9
34,6
34,2

30%
33,9
33,5
32,4

32,3

25%
29,1
26,1

25,7

20%
22,0

21,3
19,3

15%
18,0

16,2

10%
12,7
12,3
11,8

10,7

5%
0%
No responde Responde Responde Responde
correctamente ninguna correctamente 1 correctamente 2 correctamente a las 3
pregunta pregunta preguntas preguntas

Autónomo Asalariado Desempleado Jubilado Otros inactivos

Fuente: Elaboración propia a partir de la ECF (2016).

136
Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

GRÁFICO 7
PORCENTAJES DE RESPUESTAS CORRECTAS FINLIT3 POR CATEGORÍA PROFESIONAL

45%
40%
35%

38,1

37,7
36,9
30%
34,5

34,2
33,7

29,9
25%

27,2
27,2

20%
24,6

15%
16,9

16,9
10%
14,4

12,5
5%
7,9

7,5
0%
No responde Responde Responde Responde
correctamente ninguna correctamente 1 correctamente 2 correctamente a las 3
pregunta pregunta preguntas preguntas

Cualificados/as Semicualificados, cuello blanco


Semicualificados, cuello azul Sin cualificación

Fuente: Elaboración propia a partir de la ECF (2016).

GRÁFICO 8
PORCENTAJES DE RESPUESTAS CORRECTAS FINLIT3 POR INGRESOS BRUTOS
ANUALES DEL HOGAR

50%
45%
46,9

40%
35%
37,3
37,2
36,6

36,3
36,3
35,9

30%
35,1
34,4

32,7
30,4

25%
29,2
25,2

20%
23,4
21,6
20,6

15%
16,0

10%
14,6

13,9
2,9
8,9
6,2

9,0
9,6

5%
0%
No responde Responde Responde Responde
correctamente ninguna correctamente 1 correctamente 2 correctamente a las 3
pregunta pregunta preguntas preguntas

Menos de 9.000 € 9.001 - 14.500 € 14.501 - 26.000 €


26.001 - 44.500 € 44.501 - 67.500 € Más de 67.500 €

Fuente: Elaboración propia a partir de la ECF (2016).

137
María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

IV. METODOLOGÍA
En el análisis estadístico y econométrico de los datos ha sido preciso tener
en cuenta tres cuestiones de índole metodológica.

En primer lugar, la naturaleza dicotómica de las variables dependientes


(tener o no tener un determinado producto financiero) exige que se utilicen
modelos que tengan en cuenta esta situación, ya que, en estos casos, la aplica-
ción de modelos de estimación lineal (MCO) es inadecuada. La alternativa más
adecuada es la utilización de modelos de variable dependiente discreta que
basan su estimación en métodos de máxima verosimilitud. En nuestro caso, los
resultados fueron obtenidos mediante la estimación de modelos probit.

En segundo lugar, también se ha tenido en cuenta la posible existencia


de problemas de endogeneidad y se ha propuesto su corrección mediante la
aplicación del método de variables instrumentales. A nuestro parecer, y en con-
sonacia con muchos estudios internacionales, el predictor principal de nuestro
estudio (la FL) se puede ver afectado por un problema potencial de endoge-
neidad debido a dos razones. Por un lado, debido a la existencia de variables
inobservables (inteligencia, grado de aversión al riesgo, interés por temas finan-
cieros, etc.) que potencialmente afectan tanto a la FL como a nuestras variables
dependientes. Por otro lado, es muy probable que exista simultaneidad en la
determinación de las variables dependientes (tenencia productos financieros)
y el predictor principal (FL). Ello se debe a que es posible que una mayor FL
aumente la probabilidad de tenencia de ciertos productos financieros, a la vez
que la tenencia de ciertos productos financieros pueda influir positivamente en
una mayor FL de los individuos.

En tercer lugar, la base de datos provee pesos muestrales que deben ser
tenidos en cuenta para compensar la desigual probabilidad de un individuo de
ser seleccionado en la muestra dada la estratificación por edad, sexo, naciona-
lidad y comunidad autónoma, así como las diferencias en las no respuestas a
preguntas del cuestionario.

A continuación, se comentan con un poco más de detalle estas cuestiones


metodológicas. Para análisis en más profundidad puede consultarse cualquier
manual de microeconometría como Greene (2008) o Wooldridge (2015).

1. Modelos variable dependiente discreta


Como se acaba se indicar, gran parte de las variables dependientes que
hemos considerado en los modelos que se comentarán en el siguiente apartado
138
Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

tienen naturaleza discreta. Por ejemplo, las variables sobre la tenencia de pro-
ductos financieros pueden tener dos valores en la ECF, valor 1 si el encuestado
ha respondido que tiene determinado producto financiero y valor 0 si no tiene.

La naturaleza cualitativa y binaria de estas variables implica que la aplica-


ción de un modelo de estimación lineal (p.ej. mínimos cuadrados ordinarios)
presente ciertas desventajas. La alternativa desarrollada en el ámbito economé-
trico ha sido la utilización de modelos con variable dependiente discreta.

En estos modelos se trata de estimar la probabilidad de que un individuo


tenga un determinado producto financiero o realice una determinanda práctica
financiera saludable en función de una serie de variables explicativas de la forma:

P(y=1|x) = G(β0 + β1 x1 + ... + βn xn) = (β0 + xβ) [1]

donde G es una función que asume valores estrictamente entre cero y uno
para todos los números reales. Se han sugerido diversas funciones no lineales
para la función G a fin de asegurar que las probabilidades estén entre cero y
uno. Las dos alternativas más habituales son los modelos logit, que asumen una
función logística, y los modelos probit, que asumen una función normal. En
nuestro caso hemos optado por aplicar modelos probit.

Para poder trabajar numéricamente con un modelo logit o probit se debe


contar con un modelo de variable latente subyacente continua y* = β0 + xβ + e,
que representaría la utilidad que le reporta al individuo la posesión de determi-
nado producto financiero o la realización de una práctica financiera saludable.
Sin embargo, esta variable no es observable, sino que únicamente se dispone
de la información sobre la tenencia o no tenencia de un determinado producto
financiero o la realización de una determinada práctica financiera saludable. Por
lo tanto, se debe realizar una transformación según la cual y=1 si y*>0 e y=0 si
y*<0. De esta forma el modelo puede reescribirse de la siguiente forma:

P(y=1|x) = P(y*>0|x) = P(e>-(β0+xβ|x) = 1-G[-G(β0+xβ)] = G(β0+xβ) [2]

Una vez realizadas las estimaciones de estos modelos por máxima verosi-
militud se obtienen los coeficientes βˆ , cuya magnitud no es directamente inter-
pretable como ocurre en el modelo lineal general. Por lo tanto, se deben estimar
los efectos marginales de cada una de las variables, los cuales tendrán el mismo
signo de los coeficientes, pero su magnitud será distinta y en este caso sí inter-
pretable. Además, esta magnitud depende de los valores de todas las variables
independientes. En nuestro caso las estimaciones de los efectos marginales se
han realizado en la media de cada una de las variables explicativas.
139
María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

Por lo que se acaba de indicar, los cuadros de resultados que aparecen en


el epígrafe siguiente siempre muestran los efectos marginales (y no los coefi-
cientes). Su interpretación difiere si la variable explicativa a la que se refiere el
efecto marginal es continua o binaria. Para variables continuas el efecto mar-
ginal indica cuánto varía la probabilidad estimada del suceso al incrementarse
en una unidad la variable explicativa (∆xj = 1). Si la variable es binaria entonces
el efecto marginal indica el cambio en la probabilidad estimada debido a que
dicha variable explicativa tome valor uno.

2. Endogeneidad y variables instrumentales


El problema de la endogeneidad es habitual en las ciencias sociales y surge
cuando una variable explicativa está correlacionada con el término de error
del modelo. La endogeneidad puede surgir como resultado de un error de
medición, simultaneidad o variables omitidas. La consecuencia inmediata de la
endogeneidad es que el coeficiente de regresión por MCO va a estar sesgado
y, por lo tanto, no va a ofrecer el efecto real de la variable explicativa sobre la
dependiente.

Tal y como hemos apuntado arriba, en nuestro trabajo hemos considerado


que puede existir un problema de endogeneidad del predictor principal (la FL)
debido a la alta probabilidad de que existan variables no observables que afec-
ten tanto a la FL como a nuestras variables dependientes (la tenencia de ciertos
activos financieros), y debido a que es muy probable que exista simultaneidad
en la determinación de las variables y el predictor principal.

Analíticamente nos encontraríamos con los siguientes modelos:

Tenenciai=β1 Covariablesi+ γ1FLi+ui [3]


FLi=β2 Covariablesi+γ2Tenenciai+ ui
Donde Tenencia se refiere a la variable tenencia de un determinado producto
financiero, FL es la alfabetización financiera (financial literacy) y C
­ ovariables son
las covariables empleadas en el modelo (género, edad, educación, situación
laboral, ingresos familiares, etc.). Existiría endogeneidad si Cov=(FL,u) ≠ 0.

Los posibles errores de medición de la FL, al haber sido medida mediante


la respuesta a preguntas de un cuestionario es un tercer motivo para sospechar
de la presencia de endogeneidad en nuestras estimaciones.

La Econometría y la Estadística suministran diferentes métodos para supe-


rar el problema de la endogeneidad y poder establecer relaciones causales cier-
140
Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

tas (experimentos con asignación aleatoria de los participantes, estimación por


dobles diferencias, propensity score matching, regresiones discontinuas y varia-
bles instrumentales). En este trabajo se ha optado por la estimación de modelos
con variables instrumentales, la más extendida en los estudios sobre la FL.

Esta técnica consiste en encontrar un instrumento z, que es una tercera


variable, que afecta a la variable dependiente (Tenencia) exclusivamente a tra-
vés de su efecto en la variable endógena (FL). Hay dos requisitos principales
que debe cumplir un buen instrumento. En primer lugar, el instrumento debe
estar correlacionado con la variable explicativa endógena [Cov (z,FL) ≠ 0]. En
segundo lugar, el instrumento no puede estar correlacionado con el término de
error en la ecuación explicativa [Cov (z,u) ≠ 0], es decir, no puede sufrir el mismo
problema que la variable original que pretende predecir.

En este trabajo se han utilizado como instrumentos el tiempo empleado en


responder a una pregunta sobre competencia lectora (variable ntmp_e040) y la
suma de aciertos en las preguntas de la ECF que miden competencias cognitivas
en lógica, matemáticas, lectura e interpretación de gráficos (variable NonFin-
Lit9). Su elección responde a la consideración de que se trata de variables que
previsiblemente no están correlacionadas con la tenencia de productos finan-
cieros, pero sí con la FL.

3. Pesos muestrales y estimación robusta de los errores


estándar

Como hemos indicado, la base de datos empleada en el estudio (ECF) pro-


vee un conjunto de pesos muestrales de corte transversal (weights) que deben
ser tenidos en cuenta para compensar la desigual probabilidad de un individuo
de ser seleccionado en la muestra dada la estratificación por edad, sexo, nacio-
nalidad y comunidad autónoma, así como las diferencias en las no respuestas
a preguntas del cuestionario. En concreto, la variable weights muestra la inversa
de la probabilidad de que un individuo se encuentre en la muestra.

Tener en cuenta esos pesos muestrales es crucial para poder obtener tota-
les y medias a nivel poblacional (con referencia a octubre de 2016, fecha en que
fue diseñada la muestra por el INE). Aunque existe cierta controversia acerca
de si estos pesos deben utilizarse en regresiones u otros análisis estadísticos
(Cameron y Trivedi, 2005; Deaton, 1997), en este trabajo se ha optado porque
fueran siempre tenidos en cuenta.
141
María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

La base de datos ECF también facilita pesos de replicación para tener en


cuenta el diseño muestral (estratificación y agrupación muestral) en la estima-
ción de las varianzas muestrales (y, por lo tanto, de los errores estándar de los
diferentes estadísticos). En concreto el fichero de datos contiene 1.000 pesos de
replicación de corte transversal y 1.000 factores de multiplicación. Estos pesos
son una alternativa a la existencia de información de los estratos y clústers de
la muestra, que no se facilitan debido a razones de confidencialidad. Utilizando
técnicas de bootstrapping los pesos de replicación y los factores de multiplica-
ción son tenidos en cuenta para el cálculo más preciso de los errores estándar.

La guía de usuarios de la encuesta ECF y un documento de trabajo del


Banco de España ofrecen mayor detalle en la cuestión de los pesos muestrales
y pesos de replicación y cómo deben incluirse en los análisis que se realicen
(Banco de España, 2019; Bover, Hospido y Villanueva, 2019).

V. RESULTADOS
En el cuadro 1 se recogen los resultados de los 120 modelos estimados.
La tabla muestra únicamente el efecto marginal correspondiente al regresor
principal, la FL, la cual ha sido aproximada por 10 variables extraídas del bloque
E de la ECF a las que se suman dos índices sintéticos, construidos a partir de
ellas13. Los efectos marginales van acompañados por su correspondiente error
estándar entre paréntesis14.

Las columnas recogen las ocho variables dependientes que aproximan el


comportamiento financiero de los individuos. Las seis primeras aproximan los
hábitos financieros saludables, tal y como estos fueron definidos en la introduc-
ción. A ellas se añade el índice de inclusión financiera, que ha sido analizado en
varios de los estudios realizados en el contexto internacional y que se construye,
como hemos indicado anteriormente, a partir del número de productos de aho-
rro o deuda diferentes que tiene contratado el individuo.

Todas las regresiones incorporan, aparte del predictor principal FL que


aproxima las habilidades financieras de los individuos, el conjunto de cova-
riables que aproximan las características personales y socioeconómicas de los
individuos (su género, edad, nivel educativo, situación ocupacional, estatus
13
El índice FinLit3, que mide el número de aciertos a las Big Three, y el índice FinLit, que mide el número de
aciertos en todas las preguntas relativas a la FL en la ECF.
14
Los valores en el cuadro 1 corresponden a los efectos marginales estimados (y no los coeficientes) puesto
que, como hemos señalado anteriormente, en los modelos probit son los efectos marginales los directa-
mente interpretables.

142
CUADRO 1

EFECTOS MARGINALES VARIABLES ALFABETIZACIÓN FINANCIERA

Tenencia plan Tenencia fondo Tenencia Ha ahorrado Planifica Tenencia prés- Tenencia tarjeta Índice inclusión
pensiones inversión acciones (últ, año) gastos tamo personal crédito financiera
IV pro- IV pro-
Variables FL probit IV probit probit probit IV probit probit IV probit probit IV probit probit probit IV probit OLS IV
bit bit
Financial Literacy Index 0,009*** 0,013 0,013***0,028***0,018*** 0,025** 0,010*** 0,037*** -0,002 -0,023 -0,007** -0,004 0,017*** 0,033** 0,067*** 0,014***
(0-10) (0,002) (0,009) (0,002) (0,008) (0,004) (0,010) (0,004) (0,008) (0,004) (0,015) (0,003) (0,007) (0,003) (0,015) (0,013) (0,003)
Financial Literacy Index 0,008** 0,065* 0,013** 0,136***0,024*** 0,111*** 0,014*** 0,150*** 0,005 -0,103* -0,012*** -0,002 0,015** 0,138** 0,053** 0,080***
(0-3) (0,004) (0,037) (0,006) (0,037) (0,005) (0,042) (0,005) (0,025) (0,004) (0,060) (0,004) (0,033) (0,006) (0,054) (0,020) (0,020)
Resp. corr. inflación 0,007 0,088 0,017** 0,212*** 0,031* 0,226** -0,002 0,303*** -0,011 -0,176 -0,016** -0,104 0,021 0,263*** 0,034 0,122***
(Big Three) (0,013) (0,089) (0,008) (0,056) (0,017) (0,099) (0,013) (0,053) (0,011) (0,124) (0,007) (0,078) (0,017) (0,101) (0,040) (0,015)
Resp. corr. interés -0,017 -0,629*** 0,022 0,349 0,029 0,423*** 0,004 0,350** -0,038 0,121 -0,021 -0,459 0,030 0,413*** 0,053 0,087***
simple (0,043) (0,136) (0,025) (1,545) (0,030) (0,065) (0,029) (0,146) (0,047) (0,418) (0,028) (0,353) (0,042) (0,132) (0,128) (0,023)
Resp. corr. interés 0,027*** 0,076* 0,031***0,099***0,064*** 0,106*** 0,023*** 0,135***-0,050*** -0,159** -0,018 -0,032 0,058*** 0,165*** 0,225*** 0,055***
simple (0,009) (0,040) (0,007) (0,023) (0,010) (0,034) (0,009) (0,030) (0,013) (0,067) (0,012) (0,035) (0,014) (0,061) (0,031) (0,011)
Resp. corr. interés -0,001 0,157* -0,007 0,204*** -0,004 0,269*** 0,025*** 0,356*** 0,003 -0,374*** -0,015** 0,102 0,013 0,360*** -0,010 0,139***
comp. (Big Three) (0,012) (0,080) (0,012) (0,030) (0,004) (0,043) (0,009) (0,047) (0,009) (0,053) (0,008) (0,157) (0,014) (0,063) (0,049) (0,021)
Resp. corr. relac rent 0,013 -0,000 0,013 0,224***0,042*** 0,209*** 0,074*** 0,240*** 0,041*** -0,017 -0,016 -0,024 0,044** 0,135 0,180*** 0,095***
riesgo (0,018) (0,083) (0,014) (0,033) (0,011) (0,040) (0,010) (0,039) (0,015) (0,083) (0,015) (0,062) (0,022) (0,089) (0,042) (0,014)
0,056*** -0,006 0,025* 0,253***0,030*** 0,212** 0,014 0,163** 0,060*** 0,096 0,010 -0,105 0,032* 0,056 0,201***-0,192***
Resp. corr. inflación
(0,015) (0,102) (0,013) (0,077) (0,011) (0,089) (0,022) (0,076) (0,015) (0,183) (0,015) (0,121) (0,019) (0,074) (0,038) (0,021)
Resp. corr. diversif. 0,023*** 0,230* 0,037***0,237***0,056*** 0,269*** 0,021** 0,253*** 0,025** -0,314*** -0,007 -0,086 0,016 0,211*** 0,155*** 0,144***
riesgos (Big Three) (0,008) (0,129) (0,005) (0,059) (0,005) (0,037) (0,009) (0,047) (0,011) (0,090) (0,005) (0,105) (0,011) (0,078) (0,030) (0,017)
Resp. corr. pregunta 1 0,038** 0,071** 0,035** 0,166*** 0,036** 0,181*** 0,002 0,203*** -0,020 -0,106 -0,013 -0,005 0,046*** 0,185*** 0,152** 0,080***
s/ rdto. inversión en gráf. (0,018) (0,032) (0,015) (0,037) (0,018) (0,063) (0,014) (0,046) (0,015) (0,085) (0,016) (0,036) (0,016) (0,071) (0,061) (0,009)
Resp. corr. pregunta 2 0,016* 0,042 0,028***0,158*** 0,020 0,164*** 0,026* 0,210***-0,057*** -0,147 -0,018 -0,010 0,024* 0,221*** 0,081** 0,092***
s/ rdto. inversión en gráf. (0,010) (0,033) (0,008) (0,044) (0,012) (0,060) (0,015) (0,042) (0,017) (0,121) (0,013) (0,044) (0,013) (0,077) (0,038) (0,016)
Resp. corr. intereses -0,016 0,040 0,014** 0,170*** 0,004 0,205*** -0,005 0,214*** 0,003 -0,163 -0,007 -0,081 0,016 0,253*** 0,080** 0,108***
hipotecas (0,010) (0,064) (0,007) (0,047) (0,007) (0,054) (0,010) (0,045) (0,019) (0,173) (0,012) (0,071) (0,014) (0,044) (0,037) (0,025)

Nota: Standard errors in parentheses. *** p valor <0,01, ** p valor <0,05, * p valor <0,1.
Fuente: Elaboración propia.
María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

profesional y nivel de renta y riqueza) e incluyen efectos fijos por comunidades


autónomas15.

Los efectos de las habilidades financieras sobre los hábitos financieros salu-
dables son, en general, los esperados. A mayor nivel de FL (mayor número de
respuestas correctas a las preguntas sobre cuestiones financieras que se formu-
lan en la ECF, es decir, a mayor valor del índice FinLit), mayor es la probabilidad
de disponer de un plan de pensiones, tener algún fondo de inversión, haber
ahorrado en el último año, y menor es la probabilidad de financiar las compras
con préstamos personales (que conllevan elevados tipos de interés). También es
mayor la probabilidad de invertir en el mercado bursátil y de disponer de una
cartera variada de activos y pasivos financieros (mayor inclusión financiera).

A pesar de que esta es la conclusión general, merece la pena analizar las


diversas variables de manera individualizada, ya que se observan diferentes
patrones de comportamiento en función del método de estimación empleado.

Así, en el caso de la tenencia de un plan de pensiones, de las doce regre-


siones probit estimadas sin variables instrumentales (cada una utilizando una
aproximación diferente a la FL), solamente en seis de ellas se encuentran efectos
positivos y significativos al 1 o 5%. Las dimensiones de la FL que presentan una
mayor influencia en la tenencia de un plan de pensiones son las relacionadas
con los conocimientos sobre el tipo de interés simple, la inflación, la diversifi-
cación de riesgos y la capacidad para interpretar correctamente gráficos sobre
los rendimientos de una inversión. En todo caso, al instrumentar la variable que
aproxima la FL, los efectos estadísticamente significativos al 1 o 5% únicamente
se mantienen en dos variables: la relativa al tipo de interés simple y la relativa a
la interpretación de gráficos. Esto nos indica que, al corregir la potencial endo-
geneidad, las otras dimensiones de la FL dejan de ser relevantes en la explica-
ción de la tenencia de los planes de pensiones.

Con respecto a la tenencia de fondos de inversión y acciones, la compara-


ción de los resultados entres las regresiones con y sin instrumentar nos llevan a
una conclusión diferente. En este caso, al instrumentar aumenta el número de
variables aproximativas de la FL que muestran un efecto estadísticamente signi-
ficativo. En concreto, al instrumentar, la práctica totalidad de las variables ana-
lizadas (11 de 12 en el caso de los fondos de inversión y 12 para las acciones)
se revelan como predictores de la tenencia de estos activos financieros, siendo
además los efectos marginales mayores en magnitud y más homogéneos. Por
ejemplo, el efecto marginal del índice FinLit pasa de tener un valor de 0,013 en
15
Por reducir la extensión del cuadro 1 los efectos marginales de estas variables no han sido incluidos en el
texto, pero están disponibles bajo petición a los autores.

144
Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

la regresión sin instrumentar (que indica que un acierto más en las respuestas
a las preguntas que aproximan la FL aumentaría en un 1,3% la probabilidad
de disponer de un fondo de inversión) a un valor de 0,028. El incremento del
efecto es de más del doble. Interpretaciones similares se obtienen en el caso de
la tenencia de acciones.

Otro de los elementos que definen los hábitos financieros saludables es


el comportamiento ahorrador de los individuos, aproximados en nuestro caso,
por la variable “he ahorrado en los últimos doce meses”, Al estimar el modelo
con variables instrumentales, las 12 variables aproximativas de la FL muestran
un efecto positivo y significativo, siendo la magnitud de los efectos marginales
mayor que en las estimaciones sin instrumentar. En el caso del indicador FinLit,
podemos concluir que un acierto más en las preguntas que evalúan la FL del
individuo conduce a un aumento de la probabilidad de haber tenido un com-
portamiento ahorrador del 3,7%.

Un quinto elemento de los hábitos financieros saludables es el relativo al


endeudamiento, ya que cuanto mayor sea este menor será la solvencia econó-
mica del individuo. Las regresiones relativas a esta variable muestran un efecto
negativo de todas las variables aproximativas de la FL, si bien al instrumentar
ninguna de ellas muestra un efecto estadísticamente significativo. La posible
influencia de variables omitidas en la regresión podría ser la causa de estos
resultados.

Finalmente, nos referiremos al índice de inclusión financiera que, aunque


no relacionado directamente con hábitos saludables, ha sido objeto de estudio
en varios de los trabajos realizados en el contexto internacional. Los resultados
para este índice muestran un efecto de la FL positivo y estadísticamente signi-
ficativo en nueve de las regresiones estimadas sin variables instrumentales y en
las doce que se estiman instrumentando el predictor principal. Sin embargo, la
magnitud de los efectos marginales es dispar: mientras que aumentan en siete
de las variables aproximativas de la FL, al hacer la regresión con variables instru-
mentales, disminuyen en las otras cinco variables analizadas.

VI. CONCLUSIONES
Los estudios sobre los conocimientos financieros de la población se han
multiplicado a un ritmo muy rápido en el contexto internacional, especialmente
en los Estados Unidos, desde la pasada recesión de 2008. Junto con las desas-
trosas consecuencias que ésta tuvo en las finanzas de los ciudadanos y las institu-
ciones económicas, y que pusieron en entredicho la capacidad de los individuos
145
María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

para tomar decisiones financieras óptimas, otros cambios habidos en el escena-


rio económico y social contribuyen, sin duda, al creciente interés por las habi-
lidades financieras de la población. Entre ellos destacan, de manera especial,
los siguientes: el aumento de la esperanza de vida en los países desarrollados,
acompañado de fuertes tensiones en los sistemas públicos de pensiones, las
rápidas transformaciones que se están produciendo en el mundo financiero
impulsadas por el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación, y la complejidad técnica de muchos de los productos comercia-
lizados en los mercados financieros, a merced del importante desarrollo que ha
experimentado la ingeniería financiera.

En este contexto, el objetivo de este trabajo ha sido evaluar empíricamente


el impacto de las habilidades financieras de la población española en el fomento
de prácticas financieras saludables, entendiendo por tales aquellos compor-
tamientos de los individuos que pueden favorecer su capacidad de afrontar
situaciones financieras adversas a lo largo de su ciclo vital. En este grupo de
comportamientos saludables se ha incluido la planificación económica de la
vejez –que facilita la suficiencia financiera una vez que se ha abandonado el
mercado de trabajo–, la tenencia de productos de ahorro –que permite hacer
frente a estados coyunturales de falta de liquidez– y los niveles bajos de endeu-
damiento, que fortalecen la solvencia financiera de los individuos.

Para llevar a cabo el estudio se han utilizado los datos de la Encuesta de


Competencias Financieras (ECF), realizada por el Banco de España (BE) y la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) bajo el auspicio de la OCDE,
cuyos datos fueron publicados en el mes de junio de 2019.

Sobre la base de esta información, se realizaron los estudios estadísticos y


econométricos pertinentes para realizar la evaluación del impacto del nivel de
FL sobre el comportamiento financiero de la población de adultos españoles.
Los resultados confirman que el nivel de FL existente en España es muy bajo,
situación similar a la de muchos países de nuestro entorno y que confirma los
resultados que se han obtenido para el colectivo de jóvenes en estudios previos
realizados en nuestro país. Así, menos del 59% de los individuos entienden
el concepto de inflación, poco más del 54% saben aplicar el interés simple y
solamente un 46% comprenden adecuadamente el significado de la noción de
interés compuesto.

Con respecto a las decisiones financieras, es decir, al tipo de activos y pasi-


vos financieros que se contratan, y a los hábitos de ahorro y participación en
los mercados financieros (inclusión financiera), los resultados indican que el
porcentaje de individuos que tienen un plan de pensiones es ciertamente bajo
(22,37%), y ello a pesar de las importantes bonificaciones fiscales asociadas
146
Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

a este instrumento de ahorro en nuestro país. También destaca la preferencia


por las acciones (13,97%) frente a los fondos de inversión (8,98%), si bien la
participación en los mercados donde se comercian ambos activos no deja de
ser ciertamente baja.

Otras conclusiones de interés del análisis descriptivo son las relativas a las
diferencias por género en cuanto a la FL (a favor de los varones), la relación en
forma de U invertida entre la edad y las habilidades financieras, y la asociación
positiva entre la FL y el nivel educativo, la situación ocupacional (a favor de los
trabajadores activos), la categoría poblacional y los ingresos del hogar.

Entrando ya en el análisis econométrico, realizado haciendo uso de la


metodología de variables instrumentales para corregir la potencial endogenei-
dad del predictor principal (la FL), los resultados obtenidos son, en general,
los esperados: a mayor nivel de FL (mayor número de respuestas correctas a
las preguntas sobre cuestiones financieras que se formulan en la ECF), mayor
es la probabilidad de disponer de un plan de pensiones, tener algún fondo
de inversión y haber ahorrado en el último año, y menor es la probabilidad de
financiar las compras con préstamos personales (que conllevan elevados tipos
de interés). También es mayor la probabilidad de invertir en el mercado bursátil,
así como de disponer de una cartera variada de activos y pasivos financieros
(mayor inclusión financiera). Estos resultados, que son coherentes con los obte-
nidos en la mayoría de trabajos realizados en el contexto internacional sobre
la materia, muestran que la FL de la población constituye un importante reto a
asumir en los próximos años. Sobre la estrategia más adecuada para alcanzar
esta tarea con éxito no se dispone a día de hoy de una receta universal, ya que
las conclusiones de los trabajos realizados sobre los efectos de diversos pro-
gramas concretos de FL implantados en contextos diversos son heterogéneas
(véase Cordero Ferrera y Pedraja Chaparro, 2018). En este sentido, será nece-
sario seguir realizando estudios sobre esta materia que, aunque a día de hoy
cuenta ya con un volumen importante de aportaciones, no deja de ser un área
de estudio muy joven, especialmente en el caso español.

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México: Cengage Learning Editores.

151
Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

ANEXO

CUADRO A1

VARIABLES INCLUIDAS EN LA ECF 2016

(A) Variables demográficas y situación laboral

Género: (0) Hombre (1) Mujer.

Edad: Variable continua.

Educación: (1) educación primaria; (2) Educación secundaria; (3) Educación universitaria.

Provincia de nacimiento

País de nacimiento

Estructura familiar: (1) vive con pareja; (2) no vive en pareja, pero vive con otros adultos; (3) no vive ni con
pareja ni con otros adultos.

Situación laboral: (a) situación actual; (b) probabilidad de perder su trabajo en los próximos 12 meses; (c)
probabilidad de encontrar un trabajo en 12 meses.

(B) Cartera de la persona entrevistada y modos de adquisición de la información

En esta sección se les pregunta acerca de sus conocimientos -¿ha oído hablar de…?, tenencia –¿en la
actualidad tiene…?– y adquisición –¿ha adquirido en los dos últimos años…?– de los siguientes produc-
tos financieros: Cuenta de ahorro; planes de pensiones; fondo de inversión; acciones; renta fija; seguro
de vida; seguro médico; tarjeta de crédito; hipoteca y préstamo personal. También se les pregunta si han
ahorrado en los últimos 12 meses.

Fuentes de información: Se incluyen sobre si ha recibido información sobre las siguientes fuentes:
(1) no solicitada recibida por correo; (2) sucursal; (3) internet; (4) personal del banco; (5) comparadores
de instituciones públicas; (6) comparadores periódicos; (7) comparadores revistas especializadas; (8) com-
paradores internet; (9) asesor financiero independiente; (10) amigos, familia (no trabajan en finanzas);
(11) amigos, familia (trabajan en finanzas) etc.

(C) Fuentes de renta en la vejez: Se incluyen preguntas sobre si piensa financiar sus gasto en la vejez mediante:

(1) Pensión pública; (2) plan de pensiones empresa; (3) plan de pensiones individual; (4) ingresos del
cónyuge; (5) ayuda de hijos; (6) ingresos por activos; (7) venta de activos financieros; (8) venta activos no
financieros; (9) ayuda instituciones benéficas; (10) otros.

(D) Actitudes hacia el ahorro

Vehículos utilizados para ahorrar: Se les pregunta sobre los siguientes medios de ahorro:

(1) Cuenta corriente; (2) cuenta de ahorro; (3) plan de pensiones; (4) fondo de inversión; (5) adquisición
de inmuebles; (6) Metálico; (7) Dando a familiares/ remesas.

Actitudes ante el ahorro: Se les pregunta su acuerdo/ desacuerdo sobre los siguientes ítems:

(1) antes de comprar, considero si me lo puedo permitir; (2) tiendo a vivir al día; (3) prefiero gasta ahora a
ahorrar para el futuro; (4) pago las facturas a tiempo; (5) estoy dispuesto a arriesgar al ahorrar; (6) me he
fijado objetivos financieros a largo plazo etc.

153
María Jesús Mancebón Torrubia, Domingo P. Ximénez-de-Embún y Adriano Villar-Aldonza

CUADRO A1 (continuación)

VARIABLES INCLUIDAS EN LA ECF 2016

(E) Evaluación de las competencias financieras: Se plantean una serie de preguntas relativas a:

Conocimientos sobre la inflación. (0) Respuesta incorrecta; (1) respuesta correcta.

¿Qué grupo se podría beneficiar más de un aumento inesperado de la inflación? (a) Un hogar que tiene
una hipoteca a tipo de interés fijo; (b) Un banco que ha concedido una hipoteca a tipo de interés fijo; (c)
Un hogar que vive de los rendimientos de activos de renta fija; (d) No sabe no contesta.

Una inflación elevada significa que el coste de la vida está aumentando rápidamente (verdadero/falso).

Conocimientos sobre el tipo de interés simple. (0) Respuesta incorrecta; (1) respuesta correcta.

Supongamos que ingresa 100 euros en una cuenta de ahorro con un tipo de interés fijo del 2% anual. Si
no hace ningún ingreso ni retira ningún dinero ¿cuánto dinero habrá en la cuenta a final de año?

Conocimientos sobre el tipo de interés compuesto. (0) Respuesta incorrecta; (1) respuesta correcta.

De nuevo, si no hace ningún ingreso ni retira dinero, una vez abonado el pago de intereses, ¿cuánto dinero
habra´en la cuenta después de cinco años?

Conocimientos sobre la relación riesgo rentabilidad: Pregunta verdadero/falso.

Es probable que una inversión con una rentabilidad elevada sea también de alto riesgo.

Conocimientos sobre el valor de la diversificación: Pregunta verdadero /falso.

Por lo general, es posible reducir el riesgo de invertir en bolsa mediante la compra de una amplia variedad
de acciones. (a) Verdadero; (b) Falso.

Conocimientos sobre hipotecas: Pregunta verdadero /falso.

Una hipoteca a 15 años requiere normalmente pagos mensuales más elevados que una hipoteca a 30
años, pero los intereses totales pagados durante la duración del préstamos serán inferiores.

(F) Variables de conocimiento económico

Utilidades del dinero en metálico: (0) Respuesta incorrecta; (1) respuesta correcta.

¿Qué afirmación acerca del dinero considera correcta? (a) El dinero en metálico mantiene su valor cuando
la inflación es elevada; (b) El dinero en metálico hace más fácil comprar y vender bienes; (c) El dinero en
metálico hace que sea más fácil ahorrar; (d) No sabe no contesta.

Conocimientos sobre la inflación. (0) Respuesta incorrecta; (1) respuesta correcta.

¿Qué grupo se podría beneficiar más de un aumento inesperado de la inflación? (a) Un hogar que tiene
una hipoteca a tipo de interés fijo; (b) Un banco que ha concedido una hipoteca a tipo de interés fijo; (c)
Un hogar que vive de los rendimientos de activos de renta fija; (d) No sabe no contesta.

Oferta de bienes y servicios. (0) Respuesta incorrecta; (1) respuesta correcta.

¿Quién determina qué bienes y servicios se producen en España? (a) Las empresas y los Gobiernos; (b)
los consumidores y los Gobiernos; (c) Las empresas, los consumidores y los Gobiernos; (d) No sabe no
contesta.

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Habilidades financieras y hábitos financieros saludables: un análisis a partir de la Encuesta de Competencias Financieras

CUADRO A1 (continuación)

VARIABLES INCLUIDAS EN LA ECF 2016

(G) Gastos del hogar y su fragilidad financiera


Gastos superan ingresos en los últimos 12 meses: (0) No; (1) Sí.

¿Qué hicieron? (a) Crédito o tarjeta de crédito; (b) préstamos personales; (c) Ahorro; (d) crédito informal;
(e) Posponer pagos.
Acceso al crédito: (a) Solicitaron préstamo y lo rechazaron totalmente; (b) solicitaron préstamos y la can-
tidad concedida fue menor que la solicitada; (c) no pidieron porque no se lo concedería; (d) ninguna de
las anteriores).
Vulnerabilidad económica: Si dejaran de recibir la principal fuente de ingresos de su hogar, ¿cuánto tiempo
podrían hacer frente a sus gastos sin tener que pedir prestado o cambiar de casa?:(1) Menos de una
semana; (2) Más de una semana, menos de un mes; (3) Más de un mes y menos de tres meses; (4) Entre
tres y seis meses); (5) Más de seis meses.
Gastos en educación de: (1) hijos menores de 18 años; (2) hijos mayores de 18; (3) pareja; (4) Propia;
(5) nietos menores de 18; (6) nietos mayores de 18; (7) otros.
(H) Vivienda principal

Propiedades del hogar: (1) No posee residencia principal; (2) solo posee su residencia habitual; (3) posee
su residencia habitual y otras.
Por qué alquilar: (a) es más barato que comprar; (b) es una opción flexible; (c) cambio frecuente de
domicilio; (d) no reúno las condiciones para obtener una hipoteca; (e) no podría hacer frente a una hipo-
teca; (f) estoy buscando una casa para comprar; (g) el tipo de vivienda que quiero no está a la venta;
(h) otro.
Por qué comprar: (a) es más barato que alquilar; (b) alquilar es tirar el dinero; (c) los pagos de alquiler
fluctúan; (d) amortizar la hipoteca es una forma de ahorrar; (e) no me gusta cambiar de domicilio; (f) así
puedo adaptar la vivienda; (g) compré la vivienda como inversión; (h) comparar tiene ventajas fiscales;
(i) el tipo de vivienda que quiero no está en alquiler; (j) otros.
Hipoteca. (1) ¿tienen hipoteca en su vivienda habitual; (2) ¿con qué objetivo hipotecaron su vivienda?; (3)
¿cuánto paga mensualmente por la hipoteca? (4) ¿Qué porcentaje supuso la hipoteca sobre el precio de
compra de la vivienda?

Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta de Competencias Financieras 2016.

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