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ADELANTE
REVOLUCION
Voces del 25 de Mayo de 1810
Gustavo L. Paz
(coordinador)
eudeba
VI. DEÁN GRECORIO FUNES
La GUERRA COMO MOTOR DE LA REVOLUCIÓN EN EL BOSQUrD DEL
DEÁN FUNES
Miranda Lida"
loda obra se escribe para un determinado público, real o magnario. Por más
Lestrecho que sea el circulo de lectores al que va dirigda. no se puede piasar por
alto el horizonte que el autor tuvo mentea la hora de volcar su
en
jpluma sobre el
papel, si nuestro oueuvo es comprender la signiicacion que ella tuvo para su tiem
po. El Bosquejo de nuestra revolucion del dearn Gregorio Funes fue escrito para dar
espuesta a una demanda concreta que se hacia sentir en la BuenOs Aires de liä
orimera década revolucionaria
responder a las
inquietudes de los vistantes
extran
jeros que, incapaces de conocer pormenorizadamente el desarrollode los sucesos
que acompanaron a la revolucion rioplatense, estaban àvidos por leer una obra de
sintesis que en
pocas påginas fuera capaz de dar cuenta de un
proceso que a simple
vista se
presentaba como inasible. Ya los herTmanos Kobertson, viajeros curiosOsy
atentos observadores de la sociedad
de no
poder contar con una crónica que
armericana, se nabian lamentado -con razon=
que sólo muy dificiimente encontrar un vasto pubiico lector que por medode s
compra permtiera recuperar los costos de porsi bast.ante allos la edición. De hechl.
suscripción mencionada no alcanzó prara cubrir el tolal de su valor, de tal mox
moxko qu
Funesdebió teminar finarnciando la
putblicacion de su
propio bolsilo. Por estas
vazone,
Su voluminoso fnsayo de hustoria civil encontró muchos 1nenos lectores eque suopise
lo más célebre, el
Bosquea
Hagamosuna breve presentacion del anutor Gregorio Funes pasó ala historia
como el más célebre dean que tuvo la cnidad de Cordob, en buena niedada porque
no llegó alcanzar el puesto de obispo, que
a tanto anhelaba,. Nacido
1749, fue el
en
primogénito de una lamilla prestigosia die largo arraigo en laprovinci med1terránea
que, tras la expulsión de los jesuitas en l767 y una vez ya ordenado sacerdole,
emprendió el camino de los estudios en España. Este era, según creia, el iúnico moto
de avanzar a grandes trancos en su carrera eclesiástica. Funes sabia que los únicos
mientas muy útiles para disputar posiciones yadquirir poderypresugo ena socica
colonial. E obispo cordobés Angel Mariano Moscoso no tardo en advertir cluanto lo
necesitaría: en 1791.en carta al virTey declanba que es el unico letrado que descibro
2 Carta del obispo Moscoso al Virrey, datada en Salta. 3 de agosto de 1791. Archivo del
Instituto de Estudios Armericanistas, Unuversidad Nacional de Cördoba, documenlo 5953
208
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Tas icttines provmes Tgenuns, e s a sinuCHO1. Una vez c a n z a d i t esta prout
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cómo sacar provecno
Ser otra la titularicdad del obispado Pert
naturalmenle su uspiriacion no pKIa que
nuncil egirhu. Fue iu nevocon la u e ie dio lama a Funes bao su titiulo de iein
no
pudo converlirlo en obispo. lLAs relaciones con la Saila Sede
se
puesto que ya
nueviadeugnaeiuah
ello se vio obstaciullzacdia cuialquer
enturbiuron luego de 18I0ycon ascendiendo
revouciOn que ie qunto li oportunidad de sezuit
Aquela misfmia
puesto
en su
carrera eclesiastica-yque per)udicaria econornicarnente.
tarmbien lo
más titical-
1810 los diezmos se volvieron de recaudación
cada vez je
que luego
de
Enoctubre Buenos Aires.
oportunidad de inslalarse definitivarmente
en
brindaría la
Ciidad ante la junt.
convertido en e representante de su
de 1810 arribo al puerto etectivanente a ella cuando se contorrmó la
portena
En Buenos Aires se estaba ya contormando una nueva elhte politica cormpuesta
Buenos Aires. Funes no se integró plenamente a este nucleo, si bien tuvo estrecha
relación con varios de sus miembros: eraun provinciano algo pusilánime que con
trastaba con una ciudad que se mova aun ntimo agi, cada dia mas moderno.consus
Lertuias, sus teatros y sus cales. No obstante ello, le prestó su pluma a la revolución.
largos discursos. casi peroratas, las cuales prevalecia una prosa densa, cargada
en
C t det
proceso revolucionano iniciado en 1810
209
patlils atatas
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este rCO,
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ntuenia ie zgas
sera
una de las udeas
fiosqueo
claves del
de I816. La
guerra iunprima exgenciasas
Cuales era muy dificd sustraerse: marcaba el el de revolu-
tempo ydelinia temple la
con
Sy bern Eunes pone de releve en su texto que el 25 de Mayo se hiz0 -illortund
damente-san sangre,ed propuocurso de los acontecinentos no Lardiaria en levar a
derramarla por dequier en grandes cantidades: la revolución pronto le deckaranii a
ect iar
ie Cioyene ie
dn ol
putlien
haenos Aires
ei lbrcin de Cirdoba Dr D Gregorio Funes,
con ocasión te
imprenta de Nños Lxpositos, b de enero ue 1813.
la returala
upabana gos a n e e ta d utarndolos de inuatwrdinax u t
huegr se volveria mpreu nvihiHe dee iplinar alas enudades veinas cpur u e r i t u n
Paragliay o r o t a Pttn
on seguit su Juope" T , 01evwieo
de hacer fuslar a un obrspco -gesto sarrilego ulo habia- sno potque ton rilo w
hacia evidente que la propia revolic ion nodejba ya okra ope qur van ola miuert
de estos conspiradores osu propia deturncon. Y cada dia que pasaba la guerratz
se complicaba todavia más en sus diversos escenarios Soilo la vic toria de Surpacha
fue capaz de apaciguar un poco las aguas pero ed pretio a pagar tur eloc uente kon
realistasfueron pasados por las arnas. No habia ya mas opeon que continuar
derramando sangre.
Así, el tempo de la revolución fue acelerándase cada vez mås por una ctiler
mecdad comun a todo Estido en revolucion, debe decirse que ruestros asuntas no se
ban presentando bajo una laz siempre bienhechora.La guetra obligaba a conce
trar el
podery relorzar ei
mando, pero los partidos y faccIones ya halbran
empezalko
1 conformarSe, tanto en el seno de la de Junta gobierno, cormo
tamibien en
las
milicias y los
ejércitos que luchaban en todos los frentes Mientras
patria se vela despedazado, no era mejor Su suerte en los extremos En este punto,
que el seno
de la
Funes-signihcativamente- omite toda rererencil ala tucna
tae tios re
cite sa
a
narar:
quzas porque lo
que verdaderamente importaba en su relato no los
pormenores de las luchas lacciosas, sino com estas se tornaban ineludibies una e
eran
inevitable de la
guerra.
Ela lo condicionaba todo. Y. desde ya, la tarea de tormar ejercitos, nutrras.
r
s s sostenerios no era fäcil. Ya para 1S12 hizo necesano tomar medidas
se
eor establecidas relorzó el ejeército del Peru yopuso nuevas tropus allacol
enemiga. La propia dinámica de la guerra obligabaa depu atris aquel estlo
u - m s dlemoerático-que Buenos Aureshabia visto desarolluse desde 1806
a raiz de las
invasiones inglesas.
VI DEAN CRFCAIO FTNES
Se a sus
Las vtonas y derrotas militares que se suceden en los Anos por venr le impK
driän su preopuo nitmo a lia revoluc1. LAmntalzaeon e a sociexld no se agot.abaen
aonana.
agaerta
en los
terminos de Tuio Halperin LDonghi.
imponia su ritmo y enardecía los ánimos de una sociedad profunda-
posibie por un momento olvidar las dilicultades de la lucha. Asi se pudo poner en
marcha la Asarmblea convocada para ese año: "la Patria caminaba |ahoraj con paso
majestiuoso Pero la glora no habría de durar demassado, puesto que quiso la Proviae
Tulio HHaipern Donghu. rvoluc itn y guerra Formación de una elite durigente cn in Ag
crolia. Burts Aites. Siglo LAL. 1P1 p 178
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io
taf
Alveiar corno t
hrector
prethe gien pese aw
arlers Mar ia de
i e n t e s de la jgoietra
llerntes
la
rrfe fe d
V Rs y ertois
t t e r aGalrrianka
laettota
neses se
levoa que en
tan solo
unos pocos
Alto Peru, el gotherr pido contr ilar
slge T d tetr
delinilvanente perdido et
porconsigunetie, tenao l
tonc rl pietramv
entrairse toctav ia fmaas
torio y,
pealitita de patria
exigg.ari impetanaente
la
pruu)punto
encarecidooDjeto de nuestra
final a su
Oqueg
Finde a revoucion.principio iu orden tue e erm.a de esta nueva rpoxatqie
Basquejo apenas
plegaba a estos principOs conservadores y pasoacolaboriar de diversas maneras corn
egobiern0 de PueyTredon. Ademas de intentiar zanjar en Santa Fe las difetencia
redacción del Manifiesto de la Constitución dictada ese año. Volkeria ala pelitia
con todavia mas huerza y mayor protagonismo en la década de 1820, durante lo
primeros tramos de la "feliz experiencia' rivadaviana, pero ya en sus taliumos tiempes
vIentos que Soplaban en Buenos Aires, encontro refugio en su admireon pOr iOs
vencedtores de la batalla de Ayacucha: Sucre y Bolivar. Las guerras de independenca
habian concduido, y con ellas, sin duda. la Revolución. Ya no habia nada -a primera
S - Cüpaz de justihicar la mestabilidad política Seri por ello que el lusilamiento de
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VI. DEAN GRECORIO FUNES
Bibliografía
Halperin Donghi. Tulio: Revolución y guera. Formación de una elite dirigente en la
Argentina criolla, Buenos Aires, Siglo XXI. 1994.
Elletrado colonial como intelectual revolucionario: el deán Funes a través de sus
Apuntamientos para una biogra ia', Anuario 11. Facultad de Humanidades.
Kosario, 19S4-5.
Lida.
Miranda: Dos ciudades y un
Buenos Aires, Eudeba, 2006.
deán. Biografia de Gregorio Funes,
1749-1829
L a cuestión religiosa y la cultura politica revolucionaria en la ciudacd de Buenos
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