Está en la página 1de 9

"LIBEATAD AnGENTINO.

DESDE ESTE DIA

ADELANTE
REVOLUCION
Voces del 25 de Mayo de 1810

Gustavo L. Paz
(coordinador)

eudeba
VI. DEÁN GRECORIO FUNES
La GUERRA COMO MOTOR DE LA REVOLUCIÓN EN EL BOSQUrD DEL
DEÁN FUNES

Miranda Lida"

loda obra se escribe para un determinado público, real o magnario. Por más
Lestrecho que sea el circulo de lectores al que va dirigda. no se puede piasar por
alto el horizonte que el autor tuvo mentea la hora de volcar su
en
jpluma sobre el
papel, si nuestro oueuvo es comprender la signiicacion que ella tuvo para su tiem
po. El Bosquejo de nuestra revolucion del dearn Gregorio Funes fue escrito para dar
espuesta a una demanda concreta que se hacia sentir en la BuenOs Aires de liä
orimera década revolucionaria
responder a las
inquietudes de los vistantes
extran
jeros que, incapaces de conocer pormenorizadamente el desarrollode los sucesos
que acompanaron a la revolucion rioplatense, estaban àvidos por leer una obra de
sintesis que en
pocas påginas fuera capaz de dar cuenta de un
proceso que a simple
vista se
presentaba como inasible. Ya los herTmanos Kobertson, viajeros curiosOsy
atentos observadores de la sociedad
de no
poder contar con una crónica que
armericana, se nabian lamentado -con razon=

pretenda siquiera darnos un


ligero examen
istórico o politico de aquellas provincias desde que entraron en su vida
andependiente A cubnr este vacio se dedica el Bosquejo de nuestra revolucion del
deán Gregorio Funes. Escrito en las visperas de la declaración de de independencia
1816,Se convirtio en el relato acerca de la
primer revolución, claramente destinado a
un lector novel en los asuntos americanos
Pero no se agota aqul la labor historiogrática de Funes. P'ara unlector más curioso
y todavia más conocedor escribiría, además, todo un tratado de historia americana
que constituiria su magnum opuS: Su Ensayo de historia cvu ae Paraguay, Buenas
Airesy Tucumán. Esta obra fue publicada en tres lujososy costosisimos volumenes
ue alcanzaron a ver la luzgraclas a una suscripción publicainiciada en i815 por medio
de un anuncio
publicado en la Gazeta de
Buenos-Ayres. Publicar este tipo de obr de
umensión casi monumental, fácil la Buenos Aires de
no era en
aquellos años, puesto

Universidad 'Torcuato Di Tella/Conicet


J. PyG. P Robertson, Cartas de Sud-América, Buenos Aires, Enece, 190, vol. 1. p. I
VI. DEAN GRECOBIO FLINES

que sólo muy dificiimente encontrar un vasto pubiico lector que por medode s
compra permtiera recuperar los costos de porsi bast.ante allos la edición. De hechl.
suscripción mencionada no alcanzó prara cubrir el tolal de su valor, de tal mox
moxko qu
Funesdebió teminar finarnciando la
putblicacion de su
propio bolsilo. Por estas
vazone,
Su voluminoso fnsayo de hustoria civil encontró muchos 1nenos lectores eque suopise
lo más célebre, el
Bosquea
Hagamosuna breve presentacion del anutor Gregorio Funes pasó ala historia
como el más célebre dean que tuvo la cnidad de Cordob, en buena niedada porque
no llegó alcanzar el puesto de obispo, que
a tanto anhelaba,. Nacido
1749, fue el
en
primogénito de una lamilla prestigosia die largo arraigo en laprovinci med1terránea
que, tras la expulsión de los jesuitas en l767 y una vez ya ordenado sacerdole,
emprendió el camino de los estudios en España. Este era, según creia, el iúnico moto
de avanzar a grandes trancos en su carrera eclesiástica. Funes sabia que los únicos

cargos dispombles para cualquier joven sacerdote se hallaban -naturalmente- en las


agrestes iglesas rurales de la provincia pero no estaba dispuesto a confinarse en la
rusticidad y el aislamiento de la vada de campo, de frontera, casi. Sabia muy bien
Cuales eran sus aspiractones y éstas se hallaban indudablemente vinculadas con la
promoción de los intereses de su familia en el seno de la ciudad de Córdoba yde sus
nsttuciones mas importantes: la iglesia catedraliciaola Universidad. Por entonces,
su hermano Ambrosio acariciaba ya la idea de comenzar a ocupar posiciones en el
cabildo secular de la ciudad. Los hermanos se preparaban de este modo a ocupar
lugares de peso en la sociedad y la politica cordobesas de fines del siglo XVIIL.
El pasaje por la corte de Madrid y la Universidad de Alcalá, donde obtuvo un
doctorado en derecho canónico,le pemitióa Gregorio Funes forjar los contactosnece
sarios para retornar en 1780 a Córdoba con el nada despreciable titulo de canonigo de
merced. Significaba, por fin, el ingreso a la
catedral.
Pasó a
integrar cabildoeclesiástico
el
cordobés donde se reunía la elite del clero regional y se insertóasí en el corazóndela vmda
social y política de su provincia. Tanto es asi que, a la horade las exequias de Carlos li,
fallecido en 1789, Funes se sintió ensalzado cuando se lo convoco paraque pronuncura
a racionjunebre del monarca. Para entonces era ya un hombre que no pasaba inadver
Cido en la seociedad cordobesa. ypodía ser incuso temido, dado que erael ünico doctor
en derecho canónico de la repón. El conocimiento del derecho le proporcionaba herra-

mientas muy útiles para disputar posiciones yadquirir poderypresugo ena socica
colonial. E obispo cordobés Angel Mariano Moscoso no tardo en advertir cluanto lo

necesitaría: en 1791.en carta al virTey declanba que es el unico letrado que descibro

No era poca cosa

2 Carta del obispo Moscoso al Virrey, datada en Salta. 3 de agosto de 1791. Archivo del
Instituto de Estudios Armericanistas, Unuversidad Nacional de Cördoba, documenlo 5953

208
ufal ef"

aarta
se coivirlo en inann derechadel obpy
at

ticia, la
Enlaprác
cluves eh la gesil
T
1801,0uando Lalleco
en
Mostu,
5e tim targ
delunctoes
olusparn, priesto qur
en

lha tolalid.nl del


durante certatie tn0 e n.aego de the tlei
l e r n r a r largs afits

Américacoo s sgaeRes de oDips olun Revoliic de iyrs,


de la
von
en a s vperas
Iwiacion entre ona y KL.AS phies,
enodela tolalikii de lia dhocesus de Cordoba.que abarcaaba por entonestintra t

palsata per lias manos de Funes, quen


salna

baiten
Tas icttines provmes Tgenuns, e s a sinuCHO1. Una vez c a n z a d i t esta prout
1 tde pt
e
cómo sacar provecno
Ser otra la titularicdad del obispado Pert
naturalmenle su uspiriacion no pKIa que
nuncil egirhu. Fue iu nevocon la u e ie dio lama a Funes bao su titiulo de iein

no
pudo converlirlo en obispo. lLAs relaciones con la Saila Sede
se
puesto que ya
nueviadeugnaeiuah
ello se vio obstaciullzacdia cuialquer
enturbiuron luego de 18I0ycon ascendiendo
revouciOn que ie qunto li oportunidad de sezuit
Aquela misfmia
puesto
en su
carrera eclesiastica-yque per)udicaria econornicarnente.
tarmbien lo
más titical-
1810 los diezmos se volvieron de recaudación
cada vez je

que luego
de
Enoctubre Buenos Aires.
oportunidad de inslalarse definitivarmente
en
brindaría la
Ciidad ante la junt.
convertido en e representante de su
de 1810 arribo al puerto etectivanente a ella cuando se contorrmó la

gobierno y en dheiermbre se incorporo


Grande. Pero en tan solo unos meses la caida ydisolucion de esta. y las convul
Junta
siones politicas que le suceajeron, terminarian por distanciarlo de la vida polntica

portena
En Buenos Aires se estaba ya contormando una nueva elhte politica cormpuesta

se irian curiendo en la carfera de la revolucion, entre


los que se

por hombres que


contaban los abogadosS, los oliciales militares y los sacerdotes mas reputados de

Buenos Aires. Funes no se integró plenamente a este nucleo, si bien tuvo estrecha

relación con varios de sus miembros: eraun provinciano algo pusilánime que con
trastaba con una ciudad que se mova aun ntimo agi, cada dia mas moderno.consus

Lertuias, sus teatros y sus cales. No obstante ello, le prestó su pluma a la revolución.

cscDenao panietos yoraciones sagradas en su honor cuintas veces pudo. Cose


cho una lama de erudito y obtuvo algo de repercusion en los circulos ilustrados de

Buenos Aires. Pero no


mucho más, puesto que el
tono de
prosa ysu orator era
argumentativo, racionalista, casi escoBistico, invocando modelos ciasIcOS extraido
su

de la antigüedad grecorromana. No tenía el estilo de un


orador popular capaz ae
legar al bajo pueblo; en este sentido, se encontraba en las antipodas de fray Francis
co de Paula Castañeda. En lugar de recurrir ala ironía al verso,a la parocdia o
arecursos
reloricos que hicieran del pantleto un texto de facl lectura popular. unes escrio

largos discursos. casi peroratas, las cuales prevalecia una prosa densa, cargada
en

Cxhortaciones donde no permanecían al margen los juicios de valor y las ensenñanzas


de

morales. Véase cómo expresaba 1813 -ya


se la Logia Lautaro
en
ascenso
con en

C t det
proceso revolucionano iniciado en 1810

209
patlils atatas
let nes e iaev lhhs infaess
sdes
seti2aM1. ATeM arON
e

ados oy el de
caula vadhio

multle
a nueva

Taia T a r a r p

transmilia de la revNUCH nO JMNIH.


hAT
.ast tnuee tt. toelin innjsi

gTavada peoi las dhile vull.ules econmu as p Las aur afiavesali la lanla

aege a tesluc
a .
iega al jnte esalli.ar
ka poISiiNial e TelomaCordob
a da en Betos Ait tta h calajhalaa un proie .in0que teniaqune Tentar u

ida ace
ttacle nte sosteniain en t o t l o b a
a su 1.i1ilkl -el tralico de
negoe s
qie iotalhe

fundarnent.alente- uahan c lat.is me'stiIS Cde


l t a l'enu estar cdesno-
s Coiel
de lias
uepetlene ha y nterupeion
esialidet guetral cie a la de
Tonande ohel
tradktales rutas eoeiciales. A pe'sar de ello, el de.an Funes nuncaibandonaria la

r Ro ita 1ib, cuado se


public o el
MISquJ0, Funes ya hablia dejado
plegaba la esperanza de que designacion de
con la
azAs ajiuel tuio
Se
de
cungoa a

juan Martin de PueyTTedón como Director Supremo el


poder central lograria
unaimente ahanzars. poniendole un tren0 a las tendencias centrfugas yu mani

estadas e t hanero deprovincias, co en co sos escenaos ue


uetta y somet id.as a la presion que desde la Banda Oriental ejercii el artiguisn1o.

entenatetse que runes se prestilrd a rexlzAur un vIlje a Silta

este rCO,
puetde

Pueyrredon. pata intentar renar por la v i l diplomattca ll


ts te
oat

ntuenia ie zgas

ue allu que tomo c o n c e n c a de


que la guerra era el verdadero motor de lia

vOs broles lebriles y sus variOs irentes de combate. Esla


evautait
t S s
Sute'sj

sera
una de las udeas
fiosqueo
claves del
de I816. La
guerra iunprima exgenciasas
Cuales era muy dificd sustraerse: marcaba el el de revolu-
tempo ydelinia temple la
con
Sy bern Eunes pone de releve en su texto que el 25 de Mayo se hiz0 -illortund
damente-san sangre,ed propuocurso de los acontecinentos no Lardiaria en levar a
derramarla por dequier en grandes cantidades: la revolución pronto le deckaranii a

Huerfa a t t s Sius enemigos, un inportar en que lugar se hallaran.

ect iar
ie Cioyene ie
dn ol
putlien
haenos Aires
ei lbrcin de Cirdoba Dr D Gregorio Funes,
con ocasión te
imprenta de Nños Lxpositos, b de enero ue 1813.
la returala
upabana gos a n e e ta d utarndolos de inuatwrdinax u t

huegr se volveria mpreu nvihiHe dee iplinar alas enudades veinas cpur u e r i t u n
Paragliay o r o t a Pttn
on seguit su Juope" T , 01evwieo

charas- guetra c i yaetat en cetnes Ta"que el g n e r ra funa p r d

ganat a lo jeles er p r n e a eitoven i e n t o el tnetita abriru atn p

la liet Sl sa n l s e v i e i e e la urgeTC La de sedlxAr mediante la vyae tu a

contrarevolucton cuue amenazó ton estallar en tordoba y qie uilminh en n

lusilunentos de Cabez.s de 1igre Se trata de un epratus cue Funes totee w thet

de cerca yque deploro Intensamente, no volo porque ei gobirrno esttuvo a punte

de hacer fuslar a un obrspco -gesto sarrilego ulo habia- sno potque ton rilo w

hacia evidente que la propia revolic ion nodejba ya okra ope qur van ola miuert

de estos conspiradores osu propia deturncon. Y cada dia que pasaba la guerratz
se complicaba todavia más en sus diversos escenarios Soilo la vic toria de Surpacha

fue capaz de apaciguar un poco las aguas pero ed pretio a pagar tur eloc uente kon
realistasfueron pasados por las arnas. No habia ya mas opeon que continuar
derramando sangre.
Así, el tempo de la revolución fue acelerándase cada vez mås por una ctiler
mecdad comun a todo Estido en revolucion, debe decirse que ruestros asuntas no se

ban presentando bajo una laz siempre bienhechora.La guetra obligaba a conce

trar el
podery relorzar ei
mando, pero los partidos y faccIones ya halbran
empezalko
1 conformarSe, tanto en el seno de la de Junta gobierno, cormo
tamibien en
las
milicias y los
ejércitos que luchaban en todos los frentes Mientras
patria se vela despedazado, no era mejor Su suerte en los extremos En este punto,
que el seno
de la
Funes-signihcativamente- omite toda rererencil ala tucna
tae tios re
cite sa
a

diristas y morenistas. Quizas porque sabe que su


antigua relicion personal caon
Suve
dra lo convertiria en juezy parte del descarnado felato de los hechos que pretende

narar:
quzas porque lo
que verdaderamente importaba en su relato no los
pormenores de las luchas lacciosas, sino com estas se tornaban ineludibies una e
eran

que la guerra civil se había desencadenado y puesto en marcha kran un resultado

inevitable de la
guerra.
Ela lo condicionaba todo. Y. desde ya, la tarea de tormar ejercitos, nutrras.

r
s s sostenerios no era fäcil. Ya para 1S12 hizo necesano tomar medidas
se

la escasez del erario fue auxiliada con una represalha de propueiades

u n a contribución anual de 638 mi pesos Estado Mayor, dio


creó un
Plin ietodico para la relorma del Ejército: la subordinacióny la disciplina fueron
un

eor establecidas relorzó el ejeército del Peru yopuso nuevas tropus allacol
enemiga. La propia dinámica de la guerra obligabaa depu atris aquel estlo
u - m s dlemoerático-que Buenos Aureshabia visto desarolluse desde 1806
a raiz de las
invasiones inglesas.
VI DEAN CRFCAIO FTNES

Amedida que el clima de gierta se i s t a a sIs ane has enel Rinde

inchuso terminaria por ae epar como aug ya inelhudible la penad


Funes
habia se v e t o un ato 0e a eaa.d
contra lo que y
puesto que
hacerse Su lectura de la conspirae 7 e e n a priebapalpable de

perTlos dispuestos a levar adelante


auteres
como
neliere
us

Se a sus

cibrir a Buenos Aires de estragos y lutos Pel


atroz que prelendia
cuón hue. alortunadamente. cotacda de Tanz. LA TevoliC On se habia salv.ad

mando la Nangre de sus TesponsaDies e O n a b a la Vatna viendo


tlo aena
complot tan audaz .dice Funes a e n e la na e R a h a t a l i z . a s e Funes

no tene la menor necesclad oe ustheall lis e e l a s ton.ldas ni de elevar iepalOs

morales al respecto Ademas, los CAstigosa o s Chenmigos o a los s o s p e c h o s o s de

tracxon servian de e s a r m i e n t o sunicadie a m a e e v u a r m.iles a y o r e s .

Las vtonas y derrotas militares que se suceden en los Anos por venr le impK
driän su preopuo nitmo a lia revoluc1. LAmntalzaeon e a sociexld no se agot.abaen

la solaraperenca de alistarse y tom.T las arma Cnprena LAien alhondaexpwe


tativa que la esperanza de una victoma sollal despTtar en lasCIELd en Su conunto, 4sí

como tamben el lestejoque sucedkl ia la vctora -realo i a g a r a - . U a vezanuncia-


dos los exitos de las fueT7.AS patnolas por ias Salvas cae lOs canonesy i s eampanas, el

furor popular se desencadenaba en la cnddad. ILos cañonazos ylas campanadas de las


gpesuas eran
por eaceiencia los
transtmisores de noticias a cOmienzos del sigio XIA Eran
mucho mäs etcaces cquue la prens. El estniendo movilizaba, los animos se excitabany
te en la invencible Buenos
el ambiente se caldeaba De este modo se
mantuvo viva lka
revol-
Aures que
tan importante
fue plebe urbana durante la primera década
para la

aonana.
agaerta
en los
terminos de Tuio Halperin LDonghi.
imponia su ritmo y enardecía los ánimos de una sociedad profunda-

también capaz de darle respiros


cada vez
mente sacudicda por la revolución. Pero era
hiz0
de calma. En 1813. la victoria de Salta. por ejemplo,
que liegaban los
momentos

posibie por un momento olvidar las dilicultades de la lucha. Asi se pudo poner en
marcha la Asarmblea convocada para ese año: "la Patria caminaba |ahoraj con paso

majestiuoso Pero la glora no habría de durar demassado, puesto que quiso la Proviae

c a que perdiésemos las batallas de V i l c a p u g o y Ayohuma. EI Alto Peru v o v i o a est

parse de nuestrus manos. Solo Guemes terminaria por controlar la situacion n


norte. Mierntras tanto, el gobierno necesitaba más que nunca concentrar ei poue

la capacidacd de decisión. U n a r e l o r m a en el gobierno, r e d u c i e n d o l o a un s o o

tor del Estado en el ciudadano D. Gervasio Posadas puso por ahora en la a p

obstacuios bien fuertes a las rápidas vibraciones de las pasiones nuevas E

Tulio HHaipern Donghu. rvoluc itn y guerra Formación de una elite durigente cn in Ag
crolia. Burts Aites. Siglo LAL. 1P1 p 178

212
io
taf
Alveiar corno t
hrector
prethe gien pese aw
arlers Mar ia de

i e n t e s de la jgoietra
llerntes
la
rrfe fe d
V Rs y ertois
t t e r aGalrrianka

laettota

tecuadrolas combrAs lugubres idr 1a ilesat


de afrioeT
f r
lr scedho lide p pe que, TNEnte ei feve
Las
entte prrm
afiano bs
vine
aks

P'rovCs nidas, que Funes tarntotetmi, feuniera t oeu


tde lrauran
T4

neses se

levoa que en
tan solo
unos pocos
Alto Peru, el gotherr pido contr ilar
slge T d tetr
delinilvanente perdido et
porconsigunetie, tenao l
tonc rl pietramv
entrairse toctav ia fmaas

torio y,
pealitita de patria
exigg.ari impetanaente
la

peligros que anenaz.iDn lia existeneii


na aut con
Suprena
gacdos de
todas tuer taty
10s
de tespeto
para tmnte fer
i e nuestros enemigos
el orden ytriunlar
convociloria al Congeo
de
fucum.an det
En este clima se hizoposibie la
iartin de Pueyrretion Funes a appoyacon
larpectat
Tesultoka eeccion de Juan
apretase l0s
ceio nudos de la iniony dingese las
estuetzos de todos
deque
su

ibertad.T con estas preCINS pal.abr.as


ie

pruu)punto
encarecidooDjeto de nuestra
final a su
Oqueg
Finde a revoucion.principio iu orden tue e erm.a de esta nueva rpoxatqie

iogrl VISIumbrar En anos de la


los Kestauracion europea
se Funes

Basquejo apenas
plegaba a estos principOs conservadores y pasoacolaboriar de diversas maneras corn
egobiern0 de PueyTredon. Ademas de intentiar zanjar en Santa Fe las difetencia

con Artigas, Se incorporo en 1818 como diputado por Cordoba al Comgreso de

Tucuman, en un intento de aproximar su provincii natal -por lo demaS discola- al

gobierno central. Y en 1819. colaboró como hombre letrado de provineas en la

redacción del Manifiesto de la Constitución dictada ese año. Volkeria ala pelitia
con todavia mas huerza y mayor protagonismo en la década de 1820, durante lo
primeros tramos de la "feliz experiencia' rivadaviana, pero ya en sus taliumos tiempes

terminaría por apartarse de esta experiencia a la que alalarga consderara denmas


do osada.
En sus ltimos días. y en un claro gesto de alejamiento con respecto a lus

vIentos que Soplaban en Buenos Aires, encontro refugio en su admireon pOr iOs
vencedtores de la batalla de Ayacucha: Sucre y Bolivar. Las guerras de independenca
habian concduido, y con ellas, sin duda. la Revolución. Ya no habia nada -a primera
S - Cüpaz de justihicar la mestabilidad política Seri por ello que el lusilamiento de

13
VI. DEAN GRECORIO FUNES

Dorrego habrá de ejercer tan honao impacto en Funes: el orden n0


egal n
fácilmente como se esperabal. Lejos de
elo, lo
que se podia avizorar e r a el
e
un proceso de
barbarnzAaciOn en el estilo politico. que desembocaría enel ae
poder de Juan Manuel de Rosas. Pero Funes ya no llegaría a vivirlo.
o que

talleció en enero de 1829.

Bibliografía
Halperin Donghi. Tulio: Revolución y guera. Formación de una elite dirigente en la
Argentina criolla, Buenos Aires, Siglo XXI. 1994.
Elletrado colonial como intelectual revolucionario: el deán Funes a través de sus
Apuntamientos para una biogra ia', Anuario 11. Facultad de Humanidades.
Kosario, 19S4-5.
Lida.
Miranda: Dos ciudades y un
Buenos Aires, Eudeba, 2006.
deán. Biografia de Gregorio Funes,
1749-1829
L a cuestión religiosa y la cultura politica revolucionaria en la ciudacd de Buenos

Aures comienzos del siglo


a XA, en
Beatriz Bragoni Sara Mata
y (comps.). Entre
la colonia y la Repiblica Insurgencias, rebeliones y cultura politica enm América

del Sur, Buenos Aires, Prometeo, 2009.pp. 269-292.


Wasserman. Fabio: Entre Clio y la Polis. Conocimiento histórico y representaciones
delpasado en el Rio de la Plata (1830-1860), Buenos Aires, Teseo, 2008.

214

También podría gustarte