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Alexander Fleming, héroe de la humanidad

¿Héroe o suerte?

 
 
 

Colegio Stanford

Micaela Marquina Quierre

Docente: Jorge Onofre Moyoli


AQP-Perú 2023

 
 

 
Introducción:

¿Alexander Fleming merecía ganar el Premio Nobel? ¿Su vida está hecha de casualidades y pura
suerte? ¿Acaso 200 millones de vidas salvadas fueron producto del desorden y despiste?

Este médico escocés llamado el “Héroe de la medicina” nació un 6 de agosto de 1881, un


científico que se dedicó a la bacteriología y a consecuencia de una casualidad descubrió el primer
antibiótico que salvó a más de 200 millones de vidas durante la segunda guerra mundial y en la
actualidad: La penicilina.

Este descubrimiento le permitió ganar un premio Nobel en 1945 y marcó un antes y después en la
historia y el mundo de la medicina.

El poder de la casualidad, el despiste y la observación estuvo muy presente en la creación de la


penicilina. La ciencia es accidentada y observar errores como cambios, nos lleva a crear grandes
inventos.  

Cómo dijo Alexander Fleming: "A veces uno encuentra lo que no está buscando" pero puede
encontrar algo mejor, ya que lo extraño es una nueva puerta de solución para resolver un
problema. 

La casualidad y la suerte son sucesos llenos de misterio, coincidencia y a veces motivo de


asombro.

Se dice que el padre de Fleming salvó la vida a un niño y resultó que de causalidad el mismo era
el hijo de un ministro muy importante del país, como recompensa el ministro llevó a Alexander a
una escuela fundamental para su futuro (muchos dirán que fue una persona demasiado suertuda). 

Muchas personas sostienen que, en un sentido estricto, la casualidad no existe. En el


presente trabajo estudiaremos qué es la casualidad y su importancia, además si Fleming fue
producto de esta, ¿pura casualidad para descubrir y pura suerte para ganar un Nobel? …
Desarrollo:

Alexander Fleming trabajó como médico microbiólogo en el Hospital St. Mary de Londres, en el área de
mejora de vacunas, inyecciones y sueros, en conjunto con Edward Wright, entonces secretario del
departamento en el que trabajaba Fleming, quien impulsó su interés en nuevos tratamientos en contra de las
enfermedades infecciosas.
Otro factor que influyó en su preocupación por el tratamiento de las enfermedades infeccionas, se dio cuando
participó como médico militar durante la Guerra Mundial. La mortalidad por la infección e las heridas de
metralla, lo dejó tan impresionado que más adelante, en su vida profesional, lo orientaría hacia el área de la
microbiología.
(Goes, 2019) Él percibió que no era el moho en sí mismo sino algún 'jugo' que había producido lo que había
matado a la bacteria. Llamó penicilina al 'jugo de moho'.
 Más tarde diría: “Cuando me desperté justo después del amanecer del 28 de septiembre de 1928,
ciertamente no planeaba revolucionar toda la medicina al descubrir el primer antibiótico o asesino de
bacterias del mundo. Pero supongo que eso fue exactamente lo que hice. Se dice que este descubrimiento
fue producto de la casualidad, suerte, accidente (Sadurní, 2023), asi como dicen que fue por su desordenado
laboratorio.
(Simian & Sampayo, 2012) Los químicos norteamericanos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey
desarrollaron un método de purificación de la penicilina que permitió su síntesis y distribución comercial para
el resto de la población. Su descubrimiento de la penicilina significó un cambio drástico para la medicina
moderna iniciando la llamada "Era de los antibióticos", otros investigadores posteriores aportaron nuevos
antibióticos, como la estreptomicina utilizada para el tratamiento de la tuberculosis, salvando millones de
vidas. (Calabuig, 2018) La aportación científica de Fleming es doble pues además de descubrir una molécula
química (penicilina) también encontró una molécula protéica (lisozima) con actividad antibiótica. Las
proteínas (ej. lisozima) y los péptidos antibióticos son componentes naturales de la inmunidad innata de los
animales que podrían ser utilizados con fines terapéuticos similares a la penicilina. Por esta razón Fleming
puede ser considerado como el primero en descubrir una proteína antimicrobiana.
El Dr. Fleming recibió el Premio Nobel en Fisiología en 1945 por su descubrimiento, compartido con
Howard Florey y Ernst Chain. 

Ahora… ¿Un accidente producto de la suerte/casualidad merece un


premio Nobel?

1.        Ya algunos científicos anteriormente habían detectado que un tipo de moho irrumpia el paso
de bacterias, pero ¿Por qué cuando Fleming lo hizo fue tan famoso? Se dice que era amigo íntimo de
Winston Churchill, quien a su vez se encargó de poner el papel de Fleming en el descubrimiento en
los principales medios de comunicación de la época. A diferencia de Florey, que como buen
científico era modesto en sus contactos con la prensa, Fleming era locuaz y aprovechó las conexiones
de Churchill con los medios londinenses, que a su vez se encargaron de hipertrofiar su actuación en
el formidable evento.

2.      Respecto a sus supuestas casualidades con Churchil: Alexander Fleming ha negado la leyenda
de que el padre de Winston Churchill financió sus estudios. Éste habría pagado la educación de
Fleming después de que su padre hubiera salvado de la muerte al joven Winston: según la biografía
de Kevin Brown, El hombre de la penicilina: Alexander Fleming y la revolución de los antibióticos,
Alexander Fleming dijo que era “una fábula muy hermosa”. Tampoco salvó a Winston Churchill
durante la Segunda Guerra Mundial. Churchill debe su recuperación a Lord Moran, quien usó
sulfonamidas, ya que no tenía experiencia con la penicilina, en el momento en que Churchill enfermó
en Carthage, Túnez en 1943. El Telegrafo diarioy elCorreo de la mañanadel 21 de diciembre de 1943
escribió que fue salvado por la penicilina. Es probable que, dado que las sulfonamidas fueron un
descubrimiento alemán y Gran Bretaña estaba en guerra con Alemania, el orgullo patriótico por la
penicilina milagrosa tuvo algo que ver con este error. Historia de la ciencia biomédica.–Vincent
Geenen, ULiège, Facultad de Medicina.

3.     Alexander Fleming no fue un “suertudo”, fue observador: McFarlane concluye sin


ambigüedades que Fleming “tenía dos grandes aptitudes: el poder de ver lo que realmente estaba allí
y el instinto más misterioso para distinguir entre lo importante y lo trivial: si, de hecho, lo que estaba
viendo era la punta de un vasto iceberg sumergido o simplemente un témpano de hielo que pasaba”.
Retomando el núcleo de un célebre aforismo de Louis Pasteur, Michael Pritchard argumenta que
algunos “[ingenieros] […] parecen estar de alguna manera preparados para tener suerte . Es decir,
debido a sus habilidades y compromiso, están preparados para captar señales y seguirlas, para darse
cuenta de lo que otros no notan, etc (Nagel, 1991)

Las casualidades: Si alguien ha bebido demasiado y su coche se desvía bruscamente hacia la


acera, puede considerarse moralmente afortunado si no hay peatones en su camino. Si lo hubiera, él
sería el culpable de sus muertes y probablemente sería procesado por homicidio involuntario. Pero si
no hace daño a nadie, aunque su imprudencia sea exactamente la misma, es culpable de un delito
legal mucho menos grave y ciertamente se reprochará a sí mismo y será reprochado por otros con
mucha menos severidad. (Nagel, 1991) Es decir, debido a sus habilidades y compromiso, están
preparados para captar señales y seguirlas, para darse cuenta de lo que otros no notan, etc. (Pritchard,
2001) En este sentido, se podría argumentar que las habilidades científicas de Fleming, su poder de
observación y su ávido experimentalismo, inicialmente lo hicieron consciente del moho en la placa
de Petri y son esas habilidades las que inducen elogios y admiración. Se podría argumentar que
recibió el Premio Nobel por haber entrenado con éxito esas habilidades y no por la aparición
accidental de una sustancia conocida más tarde como Penicilina. Afirmativamente, dije que el
descubrimiento de la penicilina estaba parcialmente fuera de su control y que el conjunto de
habilidades mencionado anteriormente es la parte que estaba bajo su control. Con esta propuesta,
Pritchard responde a la pregunta de si los descubrimientos en ingeniería son solo cuestión de suerte
(p. 398). Obviamente, conducir ebrio aumenta la probabilidad de desviarse en la acera y producir
accidentes fatales tanto como el trabajo de laboratorio atento y considerado aumenta la probabilidad
de hacer descubrimientos. A través de sus acciones, los agentes hacen una contribución parcial al
curso de los eventos, por lo que a menudo reconocen implícitamente su impacto en la probabilidad de
que ocurran ciertos eventos. Este reconocimiento de la contribución de uno suele ser un motivo para
evaluar el comportamiento atento o imprudente como elogio y censura respectivamente (Sand 2018 ,
pp. 68–69) De esta manera, se sugiere que desarrollar ciertas habilidades epistémicas aumenta la
probabilidad de tener suerte científica, como que entrenar ciertas virtudes aumenta la probabilidad de
tener suerte moral. (Arena, 2019)
Primero, es importante distinguir varios tipos de suerte, porque Fleming parece haberse beneficiado
de diferentes tipos de suerte, cada uno de los cuales requiere una respuesta diferente. Comencemos
con la suerte constitutiva , como la llama Nagel (Nagel 1991 , p. 33). Dana Nelkin describe la suerte
constitutiva de la siguiente manera: “Dado que nuestros genes, cuidadores, compañeros y otras
influencias ambientales contribuyen a hacernos quienes somos (y dado que no tenemos control sobre
estos), parece que quienes somos es al menos en gran medida una cuestión de suerte. Dado que la
forma en que actuamos es en parte una función de quiénes somos, la existencia de la suerte
constitutiva implica que las acciones que realizamos también dependen de la suerte”. (Nelkin 2013b)
En este sentido, Fleming nació con un conjunto básico de actitudes, tal vez con una curiosidad y
atracción natural por las ciencias experimentales. 
Si esas actitudes estaban fuera de su control, ¿por qué alabarlo por ellas? 
Se debe señalar que las habilidades científicas por las que Fleming recibió más elogios de biógrafos y
contemporáneos: su agudo e imparcial poder de observación y un ojo agudo para esperar lo
inesperado en un experimento (Macfarlane 1984, p. 262 ) –difícilmente son las cualidades que uno
puede heredar. Una curiosidad científica heredada no ayuda a diferenciar una placa de Petri sucia de
una que contiene una importante sustancia antibacteriana. Estas habilidades deben aprenderse y
capacitarse continuamente, lo que requiere diligencia y esfuerzo (Copeland2017 ; MacKinnon 2014 ).
 
Conclusiones:
Como dijo Séneca: “La suerte es donde confluyen la preparación y la oportunidad”
Por qué el que se prepara, el que estudia, es capaz de percibir mucho más las oportunidades. El que
visualiza lo que quiere. No fue suerte, no desprestigiemos el esfuerzo de Alexander Fleming que
trabajó y se empeño en sus investigaciones, aunque al inicio no hayan tomado con tanta relevancia su
descubrimiento él siguió hasta producir en masa su antibiótico, hasta revolucionar toda la medicina.
La causalidad, mas no la casualidad efectuó que puedan ocurrir sus logros, su trabajo y su mérito
propio. Finalmente, para responder la pregunta principal y motivo de esta investigación: No, no fue
suerte; y sí, es un héroe y revolucionario de la medicina.
Bibliografía
Arena, M. (31 de Octubre de 2019). Did Alexander Fleming Deserve the Nobel Prize? Obtenido de
Springer: https://link.springer.com
Calabuig, R. (28 de Setiembre de 2018). La Vanguardia. Obtenido de La Vanguardia:
https://www.quimica.es
Goes, T. I. (16 de Octubre de 2019). Las otras habilidades de Alexander Fleming. Obtenido de Scielo Web
Site: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422019000400057
Nagel, B. (1991). Preguntas mortales. En N. T., Suerte Moral. (pág. 29). Londres: Cambridge University
Press.
Pritchard. (2001). Ingeniería responsable: La importancia del carácter y la imaginación. En M. S. Pritchard,
Ética de la ciencia y la ingeniería (págs. 391-402).
Sadurní, J. M. (09 de Marzo de 2023). Historia National Geographic. Obtenido de Historia National
Geographic: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/alexander-fleming-padre-
penicilina_14562
Simian, M., & Sampayo, R. (02 de Agosto de 2012). Educa.Ar Portal. Obtenido de Ar Educa Portal:
https://www.educ.ar/recursos/109812/alexander-fleming-vida-y-obra

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