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TEMA 4 – ETIQUETAJE y ESTIGMA, JUVENTUD DESVIADA y

ANTIPSIQUIATRÍA
1. ETIQUETAJE Y ESTIGMA
Para entender las reacciones sociales ante el comportamiento desviado hay que:
- Entender la manera en la que prejuzgamos.
- Entender qué comportamientos esperamos de los demás.
Esto lleva a la conformación de las actitudes personales y grupales hacia otras
personas o grupos.

CONCEPTOS CLAVES
El estereotipo es una idea prefijada y cristalizada sobre las características
personales de un grupo de personas al que podemos pertenecer o no.
Un prejuicio es una valoración sin experiencia directa o real, generalmente
negativo. También implica una emoción de carácter negativo sobre un grupo o
persona. Es individual, es decir, propio de una persona de un grupo de personas.
En psicología, se llama atribución a las explicaciones que desarrollamos sobre
el comportamiento de los demás (prejuicios y estereotipos).
- Estos conceptos tienen tres dimensiones: social, cultural y psicológica.

¿Cómo se conforman los prejuicios y las etiquetas sociales?


Aunque algunos científicos sociales muchas veces difieren en la forma precisa
de definir prejuicio, casi todos están de acuerdo en que este involucra enjuiciar,
usualmente de forma negativa, a un grupo o a sus miembros (Fiske, 1993; Jones,
1997).

No es meramente una declaración de opinión o de creencia, sino una actitud que


incluye sentimientos tales como desprecio, disgusto o abominación. Es decir,
una disposición hacia la parte prejuiciada.
Hay que pensar en los estereotipos y prejuicios como expectativas, es decir,
como ideas previas sobre el comportamiento y la personalidad de otros en
función de rasgos sociales, culturales, raciales… Pueden ser tanto positivas
como negativas.
Ahora bien, las expectativas que nos formamos sobre el comportamiento de los
demás dependen de categorías mentales con las que ordenamos el mundo,
algunas de las cuales son prejuicios.
Walter Lippmann (1922)
Comparó los estereotipos a imágenes o reproducciones mentales de la realidad,
y desde allí, el término gradualmente llegó a obtener un significado de
generalizaciones (o, con mucha frecuencia, de sobre generalizaciones) acerca
de miembros de algún grupo.
Igual que sucede con el prejuicio, estas generalizaciones pueden ser a veces
positivas, pero la mayor parte del tiempo son negativas y persistentes.
Los estereotipos son una especie de pseudoambiente, que media entre las
personas y la realidad que les rodea organizando la percepción y, por tanto,
influyendo en lo percibido.
Por medio de categorías mentales, simplificamos la realidad para hacerla
manejable por nuestra mente (función cognitiva).
Además, los estereotipos tienen un segundo uso cuando se orientan a defender
nuestra posición en la sociedad, en la medida en la que al definir a otros nos
estamos implícitamente definiendo a nosotros mismos (función defensiva).

Gordon Allport (1954)


Vincula estereotipos y perjuicios en el sentido que damos a estos términos.
Define prejuicio como una “creencia exagerada asociada a una categoría”.
Defiende básicamente las ideas de Lippmann.

Adorno, Frenkel-Brunswick, Levinson y Sanford.


Realizan un informe llamado “La personalidad autoritaria”.
Búsqueda de explicaciones sociológicas al ascenso del nazismo en Alemania.
Aunque el argumento desarrollado por estos autores es complejo, nos interesa
el hecho de que asocien la aparición de estereotipos a personalidades
intolerantes y autoritarias, que prefieren usar categorías mentales rígidas en la
definición del mundo.

Campbell (1965)
Realiza una investigación sobre el etnocentrismo entre pueblos africanos.
Hablaba de factores internos y externos en la conformación de estereotipos:
- Externos — características supuestas o reales del grupo descrito.
- Internos — motivaciones, incentivos y hábitos del grupo que se describe.
Los estereotipos reflejarían así, tanto las características del grupo descrito como
del que se describe, por medio de una proyección. Los estereotipos contienen
errores cognitivos que limitan su “función cognitiva”.
a) El absolutismo fenoménico — es la manera en la que se subrayan las
diferencias con el grupo al que se estereotipa. Eliminando las
características comunes.
b) La percepción causal errónea — es la manera en la que se atribuyen
las causas de las diferencias a propiedades que son en realidad
constructos sociales, como la raza (en lugar de, por ejemplo,
características socioeconómicas o a diferencias culturales).
c) La interpretación oportunista de las diferencias — es la atribución de
la hostilidad a los rasgos negativos del grupo estereotipado, en vez de a
la disposición del grupo que estereotipa.
Para Campbell, en el origen de los estereotipos hay conflictos de intereses entre
el grupo que estereotipa y el grupo estereotipado, y es el propio conflicto el que
genera estereotipos negativos.

Tajfel (1982)
Defiende que no es necesario un conflicto de intereses para que se produzca
una asimetría en la evaluación que hacen unos grupos de otros y una
discriminación grupal.
El estereotipo representa un conflicto de grupo, más allá de que sean personas
las que lo mantienen, y defiende que los aspectos negativos del prejuicio pueden
asociarse a tres fenómenos:
- La categorización.
- La asimilación de información social.
- La búsqueda de coherencia (sesgo de confirmación).
Tanto Tajfel como Campbell tienen en común el hecho de considerar los
estereotipos como un fenómeno de grupos, en el sentido de que entienden que
estamos hablando de sistemas de significados interpersonales con un claro
carácter colectivo.
Se debe tener en cuenta que el público al que se dirigen estos autores y otros
similares tiene como referencia de conflicto grupal el establecido en torno a
comunidades definidas básicamente por el color de la piel en EEUU.

Hamilton y Trotier (1985) – Aspectos más psicológicos:


La orientación cognitiva se caracteriza por considerar los estereotipos como un
mecanismo mental natural, lo cual implica:
- La forma de operar de los estereotipos es siempre la misma. El interés de
la investigación debe estar dirigido a los procesos por los que surgen y
cambian, y no tanto por los contenidos.
- Los mecanismos centrales en la conformación de estereotipos son los
sesgos en el procesamiento de la información (como es el caso del sesgo
de confirmación o las generalizaciones que veíamos mas arriba).
- Hay, además, factores motivacionales y de aprendizaje social, lo cual
quiere decir que hay un aspecto volitivo (voluntad) y no solo cognitivo en
la formación de estereotipos.

Tversky y Khneman (con Paul Slovic, 1982)


- Línea de investigación encuadrada en la psicología evolutiva.
- Heurístico de accesibilidad es la tendencia a juzgar la frecuencia e importancia
de una clase de acontecimientos en función del grado en el que son accesibles
a la mente.
- Las explicaciones que resultan más sencillas de entender son preferibles para
mucha gente, a pesar de que un examen más minucioso de las situaciones y los
acontecimientos las desmientan con facilidad.
- Los conceptos de estereotipo y prejuicio nos introducen en el análisis de los
mecanismos por los cuales un grupo determinado de personas es juzgado en un
contexto social determinado.
- Este tipo de mecanismos son importantes a la hora de establecer el modo en
el que se asignan atributos desviantes a una categoría de personas, bien sea
sobre una ruptura de normas real o imaginada.
- En el caso extremo, el estereotipo incluye la etiqueta de desviante, y como
veremos a continuación, las personas implicadas en comportamientos que son
juzgados como desviantes por el resto de la sociedad pueden incorporar en su
propia identidad el estereotipo.

ETIQUETAJE Y ESTIGMA
La teoría del etiquetaje es un paso más en el análisis de las reacciones sociales
ante el comportamiento desviado.
Pone el acento en las reacciones sociales ante la desviación antes que en el
proceso de desviación como algo causado externamente, y favorece una
interpretación muy subjetiva de la desviación.
Facilita el análisis de las formas de desviación social más blandas, es decir, los
comportamientos que, sin atentar contra la ley o haciéndolo de un modo leve,
están sin embargo sujetos a censura social.
Contiene distintos puntos de vista sobre el origen y relevancia de esos procesos
de desviación.
Indagación en el funcionamiento del control social inmediato del
comportamiento, aunque los investigadores que han trabajado en esta línea
nunca se definirían a sí mismos como teóricos del control social.
El tipo de control social en el que se centra es el que establece el entorno más
inmediato del sujeto, por medio de categorías culturales predefinidas, a partir de
su influencia en la autoimagen del propio sujeto y en su comportamiento
subsiguiente. Por estas razones, en ocasiones se llama a la teoría del etiquetaje:
teoría de la reacción social.
Teoría del etiquetaje:
Lo que hace de un comportamiento algo desviado es la reacción de los normales
o correctos frente a ese comportamiento.
Esta idea ha sido muy influyente en varias áreas, especialmente en la psiquiatría,
gracias a su enfoque de la reacción social ante la enfermedad mental y el peso
del entorno en los procesos de tratamiento psiquiátrico.
Una corriente general de estudios sobre comportamiento desviado, centrada
antes en los aspectos subjetivos que en los objetivos y en las reacciones sociales
más que en las causas y las estructuras del comportamiento desviado.
➢ Howard S. Becker (en su obra Outsiders – 1963)
Autor más importante de la teoría del etiquetaje.
Becker niega que haya algo intrínseco en las acciones de la gente que se ha
desviado, y afirma que, por el contrario, es el juicio que establece el entorno
social lo que convierte un determinado acto (así como la persona que lo comete)
en desviado.
Esto es un resultado social, pero previsible de la tendencia de las mayorías
normales a catalogar negativamente a las minorías diferentes, o a aquellos que
se alejan de las normas culturales estándar.
El resultado es que los etiquetados incorporan la etiqueta que se les ha asignado
y son influidos por esta en su comportamiento futuro.
El mecanismo del etiquetaje es el de una profecía que se cumple a sí misma.
La influencia más importante sobre el trabajo de Becker es la de una escuela
denominada interaccionismo simbólico, y que suele interpretarse como una
versión psicosocial del pragmatismo americano.
De acuerdo con el interaccionismo simbólico, la identidad personal se construye
a partir de las interacciones de cada individuo con las personas que tiene
alrededor. Así, en una especia de juego de espejos, nuestra propia imagen de
nosotros mismos (self) sería el resultado de nuestras ideas sobre cómo nos ven
los demás.
➢ Frank Tannenbaum (en su obra Crime and Community)
Indaga en el sistema de relaciones sociales que rodea la actividad criminal.
Introduce por primera vez la idea de tagging (etiquetado).
Implica el hecho de que la asignación a una categoría por parte de la comunidad
puede favorecer que un individuo se implique en un comportamiento
determinado.
El etiquetado inicial favorece que la etiqueta se adopte como parte de la
identidad, y cuanta mayor atención se preste a la etiqueta, más probable es que
la persona se identifique con ella. Es lo que se llama dramatización del mal.
La forma de evitar el proceso de desviación (sea del tipo que sea) pasaría por
una renuncia a la teatralización que implica el proceso de etiquetaje, es decir, al
hecho de que las partes implicadas asuman roles que se dan por supuestos en
el guión.
Las personas implicadas en la desviación se comportan como si estuvieran
actuando según un guión prefijado.
➢ Edwin Lemert (habla de la Patología social)
Introduce una distinción, que se hace importante en la teoría posterior del
etiquetaje, entre desviación primaria y secundaria.
- Desviación primaria — es la experiencia de ruptura de las normas por sí
mismas, así como sus consecuencias prácticas inmediatas.
- Desviación secundaria — es la respuesta social y especialmente el rol
creado para manejar la condena social del comportamiento.
La desviación es un proceso con una serie de pasos más o menos prefigurados.
Así, se produce cuando un actor social:
- Rompe en algún sentido las normas.
- Provoca una reacción social inicial que no detiene necesariamente la
desviación.
Si el escenario de ruptura continua, se provocan sanciones más fuertes que
generan más desviación, acompañadas de resentimiento y hostilidad hacia
aquellos que imponen las penas.
En un momento dado, se superan los “umbrales de tolerancia” del entorno
social y se generaliza el etiquetado de la persona que rompe las normas.
Las sanciones a la persona etiquetada son, más severas, por lo que se
refuerza el comportamiento desviado.
Finalmente, el propio etiquetado acepta la etiqueta y actúa en consecuencia
con ella, cristalizando de este modo el proceso de desviación.
Erwin Goffman
Merece una nota aparte en el desarrollo de las teorías de la respuesta social, tanto por
su influencia como por el hecho de ser difícil de encuadrar por completo en la corriente.

Su influencia en la sociología contemporánea no se debe solo a lo que nos


muestra sobre la desviación social como a determinadas propuestas
metodologías y teóricas que no nos interesan aquí tanto.
Goffman es muy conocido por llamar la atención sobre los patrones de relación
y la interacción cara a cara en la vida cotidiana, y su obra más relevante es “La
presentación del yo en la vida cotidiana”, centrada en el modo en el que
desarrollamos estrategias para mostrarnos ante los demás desarrollando de este
modo una identidad publica, distinta de la personal y de la íntima.
En esta idea, habla de la existencia de:
- Regiones delanteras — en las cuales la persona se muestra en una
situación más formal y sigue normas de comportamiento más estrictas.
- Regiones traseras — en las cuales se relaja la presentación personal y
se emprenden comportamientos que en otras condiciones se mantendrían
bajo control. Lo que está haciendo Goffman con este tipo de análisis es
llevar a sus últimas consecuencias el tipo análisis dramatúrgico, que se
encontraba ya en la tradición de la sociología desde los años treinta.
Llamamos análisis dramatúrgico a la estrategia de investigar el
comportamiento de las personas como si estas estuvieran desempeñando una
obra de teatro, en la cual desempeñan papeles, siguen guiones preestablecidos,
pueden encontrarse en el escenario o fuera de él, y, en general, estructuran su
vida cotidiana y su identidad de un modo similar a la manera en la que se
conforma una representación teatral.
En 1963, Goffman publica “Estigma”, que es una indagación sobre las
consecuencias de la carga de mostrar una marca en términos de la presión social
y de sus consecuencias psicológicas en el individuo.
Los estigmas no son necesariamente válidos, en el sentido de que pueden ser
falsos o solo parcialmente ciertos. Goffman especifica tres tipos de estigmas
personales:
- Deformaciones físicas
- Defectos de carácter o personalidad — que se atribuyen a una falta de
voluntad, a pasiones prohibidas o a características personales (como las
adicciones, la homosexualidad o incluso el desempleo y la pobreza).
- Pertenencia a un grupo determinado — una raza o una etnia, una religión
o una nación, con atributos considerados indeseables que son
susceptibles de ser transmitidos y contaminar a los demás.

Hay además dos perspectivas diferentes, los desacreditados poseen una


característica personal inmediatamente visible y evidente que produce una
respuesta directa del entorno, mientras que los desacreditables tienen el
estigma oculto y no es inmediatamente perceptible por el público.
La diferencia sustancial en la respuesta del entorno entre las dos formas de
estigma implica que los efectos psicológicos sobre el estigmatizado son
diferentes (de vergüenza, aversión y reacción, en el caso de desacreditados, y
de ocultamiento y vigilancia en el caso de desacreditables).
Nos encontramos también, como dice Goffman con:
- Instituciones totales — lugar de residencia o trabajo, donde un gran número
de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo
apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria, administrada
formalmente. (Ejemplos: cárceles, manicomios, plataformas petrolíferas…).
Goffman destaca que en los manicomios existen unos mecanismos de
degradación y mortificación en el momento de la entrada: corte de pelo, cambio
de ropa, desprovisión de todas sus propiedades, restricciones en el fumar,
telefonear, visitas… En definitiva, privaciones de una serie de derechos que el
adulto había aprendido a dar por sentados.
En su opinión, la no aceptación de estas medidas, lo cual es lógico en alguien
normal, se considera una confirmación de una personalidad psicótica.

2. JUVENTUD DESVIADA - La adolescencia como constructo social


Las edades son estadios biográficos que obedecen a construcciones sociales,
diferentes a lo largo del tiempo y de las sociedades.
A lo largo del tiempo, se observan diferentes ideas de la adolescencia (Freixa):
- Síndrome de Tarzán — s. XVII-XX. El buen salvaje que se tiene que
civilizar para ser un miembro de la sociedad.
Ritos de transición (Rousseau).

- Síndrome de Peter Pan — mediados s. XX. Sujeto revolucionario que se


rebela contra la sociedad adulta y se resiste a formar parte de su
estructura.
Emergencia de tribus y subculturas juveniles.
Lenta transición a la edad adulta.

- Síndrome de Blade Runner — seres artificiales bajo la obediencia de los


adultos, no tienen conciencia y son plenamente libres para decidir su
futuro. Están programados para utilizar las nuevas tecnologías. Su
rebelión está condenada al fracaso, su opción son pequeñas revueltas
estériles esperando tener algún día la conciencia del adulto.
Infantilización social, dependencia económica, falta de espacios de
responsabilización, madurez intelectual (nuevas tecnologías).
Retraso al mundo adulto y creación de redes virtuales.
CAMBIOS EN LA ADOLESCENCIA
Desarrollo social
- Comienzan a tomar decisiones por sí mismos.
- Adquieren más libertad y responsabilidad.
- Socialización más dependiente del grupo de pares que de la influencia
familiar.
Desarrollo neurológico
- El sistema límbico está en una fase de desarrollo. Es el encargado de
procesar emociones y recompensas, estas últimas suponen una descarga
de dopamina, hormona que produce una sensación placentera.
- Se crean nuevos circuitos en las áreas frontales donde se relaciona lo
cognitivo con lo afectivo (racional y emocional). En esta área está también
el control del riesgo, la impulsividad y la agresividad.
- Se reproducen las hormonas sexuales (la testosterona regula la
agresividad y estimula la competitividad).

Ejemplos de desviación en la adolescencia:


- Delincuencia
- Bandas juveniles en la actualidad
- TCA (antipsiquiatría)

BANDAS JUVENILES EN LA ACTUALIDAD


El suicidio según el INE es la tercera causa de muerte en el grupo de edad entre
los 15 a los 19 años, superado solo por las causas externas de mortalidad y
tumores.
En los últimos datos disponibles se pone de manifiesto que 310 niños y jóvenes
menores de 30 años se quitaron la vida, lo que supone un 7.77% del total de
víctimas del suicidio.

TCA (ANTIPSIQUIATRÍA)
Contexto histórico:
- La antipsiquiatría es un producto de la profunda crisis que vivieron las ciencias, las
artes y la política en las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. La cual
se consolidó en un movimiento contracultural que cuestionó todas las ideas y
organizaciones de la época, trasformando el mundo en los años 60.
- Esta corriente se caracterizó por oponerse a toda forma de dominación, luchando por
los derechos de autonomía de toda diversidad, incluida la “locura”.
- Muchas de las ideas que originaron el movimiento antipsiquiátrico surgieron de la
filosofía de J.P. Sartre, la cual considera la libertad como la condición humana por
excelencia.
- De esta manera, la antipsiquiatría considera la supuesta enfermedad mental como una
salida inventada por un organismo libre, para vivir una situación no visible.
- La antipsiquiatría cuestiona el papel que tiene la psiquiatría como estrategia de
intervención y como herramienta de control social.
- La noción de enfermedad mental es un mecanismo regulado y determinado por la
psiquiatría, que patologiza la heterogeneidad humana.
- La mente no es una entidad tangible, como lo seria cualquier órgano afectado por
alguna lesión, infección o desequilibrio hemostático.
- Los diagnósticos psiquiátricos serían etiquetas estigmatizadas aplicadas a personas
cuyas conductas molestan u ofenden a la sociedad, su valor sería discutible.
- La teoría de la enfermedad mental es, además, moral y políticamente dañina. Ya que
se ha vuelto una cortina de humo para toda una serie de problemas económicos,
existenciales, morales y políticos que no requieren terapias médicas, sino alternativas
económicas, existenciales, morales y políticas.
- Se critican las técnicas de evaluación y de intervención.
- Ausencia de un método objetivo para describir o dar a conocer los descubrimientos
clínicos sin recurrir a la interpretación subjetiva.
- La antipsiquiatría propone un modelo de intervención que, de libertad a las personas
con problemas mentales y conductas atípicas, en donde el terapeuta solo sea un
acompañante.
- La antipsiquiatría es un movimiento político, social y académico que cuestiona el
enfoque biologicista, la violencia institucional y la relación vertical entre especialistas y
pacientes que caracterizan la psiquiatría tradicional.
- Pone en duda la validez de la noción de enfermedad mental, y asume una postura
crítica frente a las estrategias de intervención adoptadas por la practica psiquiátrica.
- La antipsiquiatría es un movimiento de impugnación radical del saber psiquiátrico. Se
considera un medio de violencia y control.
- Cuestiona la conveniencia y efectividad de la hospitalización e institucionalización
como formas de atención frente a los patrones mentales y conductuales que se alejan
de la norma social.
- Promueve una práctica clínica que favorezca un clima de libertad para los pacientes,
libre de violencia y restricciones.
- La antipsiquiatría describe el concepto de enfermedad mental y las prácticas
psiquiátricas tradicionales como herramientas de control, exclusión y marginación
cultural.
- Permiten a las sociedades modernas preservar la ilusión de que la salud y la bondad
provienen de la homogeneidad. Por lo que, todo lo que se aleje de la norma debería
regularse o eliminarse.
- La psiquiatría como institución represora es incompatible con los principios de una
sociedad democrática y libre, por lo cual debe abolirse.
- Al negar la validez científica de la teoría de la enfermedad, la antipsiquiatría no niega
la realidad de las enfermedades neurológicas, la locura, el crimen, el consumo de drogas
y los conflictos sociales. Pero los considera conductas atípicas.

Desviación juvenil no delictiva – TCA


No se trata de una enfermedad de origen patológica, sino que existen
determinados condicionantes y presiones sociales que desembocan en una
enfermedad mental que lleva a cabo una acción de autolesión mediante la
alimentación.
La lucha por la consecución de un modelo estético que da lugar a un proceso de
desviación. Esta desviación se identifica por disposiciones internas, externas
(instituciones) y la presión social de las interacciones. En su relación con terceros
es como se define el trastorno alimenticio.
Aunque los TCA afectan a ambos sexos, son 2´5 veces más frecuentes en mujeres,
siendo su prevalencia en España de 4´1% a 6´4% en mujeres entre 12 y 21 años, y de
0´3% para los hombres.

La antipsiquiatría de Thomas Szazs es un complejo modelo bio, psico y social


que define la enfermedad mental como un mito, una construcción social. La
enfermedad mental se transforma así en el mecanismo social, regulado y
determinado por la psiquiatría, para patologizar la heterogeneidad humana, su
carácter antinómico y su singularidad.
Según este autor, la psiquiatría es una forma de control social. Se califican como
patológicos comportamientos que, simplemente, repugnan a nuestra mirada. Los
psiquiatras no certifican solo una enfermedad, sino que incapacitan
completamente a un sujeto.
Un loco es alguien que no alberga razón alguna. El diagnostico se proyecta sobre
el conjunto de su existencia, lo cual produce dos efectos:
- Desposee al individuo de cualquier racionalidad.
- Resaltan los aspectos patológicos de su existencia.
Szazs, en su obra “Libertad fata. Ética y política del suicidio”, plantea una crítica
del concepto de suicidio, que según él es un término peyorativo. En su lugar
prefiere el de control voluntario de la propia muerte, que define como una acción
voluntaria, rechazando así calificarla como locura o enfermedad, conceptos que
la privan de responsabilidad personal.
El enfermo mental viola las normas sociales, pero lo hace involuntariamente.
Llamamos loco a quien, por razones orgánicas y/o morales, viola reiteradamente
los hábitos compartidos en los que se apoya la organización social, sin dejar
claro que lo siente. Incluso cuando lo hace, nos queda la duda de si no se trata
de una falsa disculpa para enfrentarse con las reglas.
El enfermo mental impugna nuestras rutinas sin manifestar su acuerdo con el
entorno social en el que se desenvuelve. Las personas que se relacionan con él,
además, no tienen oportunidad alguna de influenciar la actividad del individuo.
Las reglas de pudor, de cortesía y de jerarquía, con las que nos socializamos
quedan puestas en evidencia (por ejemplo, Sheldon Cooper en The big bang theory,
que tiene autismo).

Argumento común de la antipsiquiatría:


Crítica del saber psiquiátrico en tanto institución de verdad y mecanismo de
poder.
Lo que implica la búsqueda de nuevas maneras de pensar y abordar las
diferencias subjetivas. Que generen a su vez, alternativas para el tratamiento de
las conductas atípicas.
En décadas posteriores, la denuncia hacia el poder y función de la psiquiatría en
la sociedad, y la crítica hacia sus prácticas, fueron adoptadas por grupos de
expacientes o sobrevivientes de la psiquiatría.
La influencia de estas organizaciones logró avances muy importantes dentro del
marco de la atención clínica.
El reconocimiento de los derechos de los llamados “enfermos mentales”, mirada
crítica a las distintas técnicas practicadas por los psiquiatras, dentro y fuera de
del hospital.

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